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Contabilidad de causación

Por Gerencie.com 14/10/2017

¿Qué es la contabilidad por causación? Continuando con nuestros


conceptos básicos de contabilidad, en esta oportunidad expondremos el
tema de la contabilidad por causación.

La contabilidad de causación es aquella contabilidad en la que los hechos


económicos se registran en el momento en que suceden, sin importar si
hay una erogación o un ingreso de dinero inmediato como consecuencia
de la realización del hecho económico.

La contabilidad de causación se basa en el principio de causación y que


en NIIF se conoce como principio de devengo.

La contabilidad por causación reconoce la realización de los hechos


económicos en el momento mismo en que surgen los derechos o las
obligaciones derivados del negocio jurídico realizado, sin llegar a esperar
a que esos derechos y obligaciones se hagan efectivos.

Una cosa es adquirir una obligación y otra bien distinta es cumplirla, luego,
la contabilidad de causación reconoce la existencia de esa obligación en
el momento mismo en que nace, así no se haya cumplido con ella.

Por ejemplo, es el caso como cuando un ente económico se obliga a pagar


un determinado valor a un tercero en un futuro cercano. En el mismo
momento en que el ente se obliga a pagar ese valor, la contabilidad lo
reconoce no obstante el pago sólo se realice en un tiempo futuro.
La CONTABILIDAD DE CAUSACIÓN permite en todo momento mostrar
un resultado cierto y objetivo, por cuanto registra y contiene todos los
hechos que obligan o que benefician al ente económico, así su realización
efectiva sea futura.

Esto es importante por cuanto todo compromiso a favor o en contra del


ente, afecta tanto el presente como el futuro financiero del ente, y por
consiguiente, ES PRECISO CONOCERLO para poder tomar decisiones
con la certeza de una determinada realidad presente y futura.

Las OBLIGACIONES tarde o temprano hay que cumplirlas, así que desde
su surgimiento deben ser reconocidas por la contabilidad. Igual sucede
con los derechos a favor; tarde o temprano se harán efectivos y desde su
nacimiento hay que conocerlos y trabajar con base a ellos, y esto es lo que
permite la contabilidad de causación.

Principio de causación
Por Gerencie.com 13/10/2017

El principio de causación es otro de los principios elementales de


la contabilidadconsiderados por el antiguo decreto 2649 y que en NIIF se
conoce como principio de devengo.
Este principio habla que los hechos económicos se debe reconocer en la
contabilidad cuando estos se realicen y no cuando se reciba o se haga
el pago, es decir, se causan cuando venda el producto o se preste el
servicio, independientemente a si se recibe el pago o no.
Se entiende que cuando se realiza el hecho económico, esta ha
constituido una obligación o un derecho exigibles, y como tal se deben
reconocer.
Recordemos que en contabilidad se reconocen los derechos y las
obligaciones, de manera que si la empresa ha adquirido un derecho a
reclamar algo en un tiempo futuro, debe reconocerlo en la contabilidad, e
igualmente si ha adquirido una obligación que un tercero se la puede
exigir en el futuro, debe reconocerla.
La contabilidad por causación, contrario a la contabilidad por el sistema
de caja, reconoce un hecho en el momento en que nace la obligación
frente a un tercero, o cuando nace el derecho exigible a favor del ente.
Este principio está íntimamente relacionado con el principio de
realización, en cuanto se afirma que solo se deben causar hechos
realizados, y sabemos que un hecho se ha realizado cuando nace la
obligación o el derecho, por lo que el principio de causación no puede
existir sin primero haber existido el principio de realización.
La aplicación del principio de causación significa que los hechos
económicos deben reconocerse y contabilizarse en el periodo
contable en que estos ocurran, es decir, en el periodo en que se venda el
bien, se preste el servicio o en que se configure jurídicamente la
obligación o el derecho.
Principio de causación vs Principio de realización
Por Gerencie.com 13/06/2010

Uno de los fundamentos de la contabilidad son los principios de


causación y realización, lo cuales debemos comprender y diferenciar
para poder entender con claridad el proceso contable.
Para algunas personas, en especial estudiantes, el diferenciar y
comprender estos dos principios les representan cierta dificultad.
Los principios de contabilidad nos dicen que un hecho económico se
causa una vez haya sido realizado. De aquí se desprende que un hecho
económico sólo se puede causar si antes se ha realizado, es decir, que
no se pueden causar hechos económicos no realizados. Se concluye
entonces, que primero debe existir la realización, y luego la causación.
Veamos que causar. Causar es contabilizar. Es reconocer y registrar en
la contabilidad la ocurrencia de un hecho económico. Cuando se hace
una compra o una venta, se procede a llevar a la contabilidad. Se debe
tener en cuenta que lo que se causa es la ocurrencia de un echo
económico, más no necesariamente el pago o recibo de dinero. Por lo
que una venta, así no se haya recibido el dinero, se contabiliza como una
venta. Es un ingreso.
Veamos que es realizar. Un hecho económico se realiza cuando nace
un derecho o una obligación. Cuando se consolida la obligación o el
derecho. Por ejemplo, una promesa de compra no es una compra
realizada, es sólo una promesa. La compra se entiende realizada una
vez se ha facturado, es allí cuando nace el derecho de cobrar la factura
por parte del vendedor, y la obligación del comprador de pagarla.
Recordemos que el código de comercio asimila la factura a una letra de
cambio, es decir, a un título valor el cual puede ser recuperado mediante
acción judicial.
El principio de causación, tiene como base la realización de un hecho
económico, y un hecho económico se realiza cuando nace una obligación
o un derecho. Para que un hecho económico se considere realizado,
basta con que el derecho o la obligación surja, más no que se hagan
efectivos. Esto quiere decir, que por ejemplo, en el caso de hacer una
compra, para considerarla como tal, no es necesario recibir el pago. En
este hecho, al momento de facturar nace el derecho y la obligación de las
partes, y por tal razón ya se considera realizado el hecho económico.
Siendo así, no importa que la compra se haga a crédito. Así el dinero no
se reciba, el hecho ya está realizado y se debe reconocer como tal, es
decir, que se debe causar, contabilizar el respectivo ingreso.
Queda claro, pues, que primero debe suceder el hecho económico
(Realizar) para poderlo contabilizar (Causar).
Recordemos que se debe entender como hecho económico cualquier
operación que una empresa realice, ya sea externa o internamente
(compras, ventas, créditos, aportes, distribución de dividendos, etc.)
Principio de realización
Por Gerencie.com 12/06/2010

La legislación contable Colombiana, establece como uno de los principios


básicos de la Contabilidad, el principio de la realización, el cual es
contemplado por el artículo 12 del decreto 2649 de 1993 que señala:
Sólo pueden reconocerse hechos económicos realizados. Se entiende
que un hecho económico se ha realizado cuando quiera que pueda
comprobarse que, como consecuencia de transacciones o eventos
pasados, internos o externos, el ente económico tiene o tendrá un
beneficio o un sacrifico económico, o ha experimentado un cambio en
sus recursos, en uno y otro caso razonablemente cuantificables.
PAR.—Adicionado. D. R. 2337/95, art. 3º. El beneficio o sacrificio
económico, o el cambio en los recursos a que se refiere el presente
artículo, podrá cuantificarse estimando la variación en el valor de
realización o de mercado a que se refiere el artículo 10 del presente
decreto.
En este orden de ideas, bajo este principio, solo se reconoce un hecho
económico cuando jurídicamente se ha configurado, cuando jurídica y
legalmente haya nacido el derecho o la obligación como consecuencia de
la ocurrencia de un hecho o evento económico. Según este principio, y
dándole una interpretación estricta, mientras no exista la certeza de la
existencia del derecho o la obligación, mientas ese derecho o esa
obligación no sean jurídicamente oponibles a terceros, un; hecho
económico no se debe reconocer.
La anterior interpretación, claro esta, deja por fuera un sinnúmero de
hechos y situaciones que se hace necesario reconocer aun cuando no se
tenga la certeza de sus efectos económicos, como es le caso de las
provisiones y contingencias, las cuales parten de supuestos en los que
aun no ha ocurrido ningún hecho económico, pero que con base a otros
hechos ya ocurridos, y haciendo uso de las estadísticas y de la
probabilidad, es preciso anticipar, no para representar la situación
económica real de la empresa como debiera ser si se mira este principio
en su esencia mas pura, sino con el objetivo de preservar la estabilidad
económica y financiera de la empresa, puesto que son estas
estimaciones la que permiten prever circunstancias, que pudieran
comprometer el futuro económico y financiero de un ente, y permiten
también diseñar planes de contingencia y alternativas de solución ante la
eventual ocurrencia de lo estimado y previsto.
El principio de realización permite el cumplimiento de algunos de los
principales objetivos de la contabilidad, como lo es el de servir como
medio de información y de control; cuando se reconocen debida y
oportunamente los hechos, además de informar fielmente la realidad
contable de la empresa, permite tener un control de la misma, en tanto
que al tener un registro histórico de los eventos y hechos de la empresa,
permite un análisis sobre la información que se tiene, sobre la que se ha
de tomar decisiones.
Si el principio de la realización, es uno de los elementos básicos para
poder hacer además de un debido control, informar a las directivas de la
empresa para la toma de decisiones, se convierte este principio en uno
de los pilares de uno de los principales paradigmas de a contabilidad,
que lo es el paradigma de la utilidad.
Si bien el principio de realización no se aplica de una forma estricta, si es
el elemento básico para estructurar un sistema de información contable
que permita, además de informar lo sucedido dentro de la empresa,
prever situaciones futuras que se pueden, o bien minimizar si son
negativas, o aprovechar si son positivas, lo que lo convierte en uno de los
pilares de la contabilidad.
El principio de realización se identifica con el Principio de causación,
cuando quiera que este se basa precisamente en le principio de
realización, ya que según el principio de causación, los hechos deben ser
reconocidos en el periodo en que se realicen, y armonizado con el
artículo 12 del decreto 2649 que señala que solo se deben reconocer
hechos realizados, podemos concluir que un hecho no se puede causar
hasta tanto no se haya realizado.
Es común confundir el principio de realización con el Principio de
causación, por lo que es preciso hacer claridad sobre el concepto de
cada uno de ellos:
En primer lugar, se entiende que un hecho se realiza cuando de un
hecho económico se desprende una obligación o un derecho, o al menos
se puede evidenciar o suponer con bases ciertas y que además se puede
hacer una cuantificación razonable que como consecuencia se tendrá un
beneficio o sacrificio económico. Así las cosas, el primer paso es que
ocurra un sucedo, un suceso que cumpla con las condiciones y requisitos
ya señalados. Luego hasta aquí, apenas se confitura el principio de
realización; ha sucedido un hecho económico que a la luz de lo
conceptuado por el mismo principio de realización,; se puede considerar
realizado, consumado, finiquitado.
En segundo lugar, y una vez realizado el hecho, este se debe reconocer.
Notemos que primero debe existir el suceso para luego reconocerlo, y el
hecho de reconocerlo es precisamente lo que hace el Principio de
causación; reconoce, registra en los libros de contabilidad un hecho
económico sucedido y reconocido.
Principio de causación vs Principio de realización
Por Gerencie.com 13/06/2010

Uno de los fundamentos de la contabilidad son los principios de


causación y realización, lo cuales debemos comprender y diferenciar
para poder entender con claridad el proceso contable.
Para algunas personas, en especial estudiantes, el diferenciar y
comprender estos dos principios les representan cierta dificultad.
Los principios de contabilidad nos dicen que un hecho económico se
causa una vez haya sido realizado. De aquí se desprende que un hecho
económico sólo se puede causar si antes se ha realizado, es decir, que
no se pueden causar hechos económicos no realizados. Se concluye
entonces, que primero debe existir la realización, y luego la causación.
Veamos que causar. Causar es contabilizar. Es reconocer y registrar en
la contabilidad la ocurrencia de un hecho económico. Cuando se hace
una compra o una venta, se procede a llevar a la contabilidad. Se debe
tener en cuenta que lo que se causa es la ocurrencia de un echo
económico, más no necesariamente el pago o recibo de dinero. Por lo
que una venta, así no se haya recibido el dinero, se contabiliza como una
venta. Es un ingreso.
Veamos que es realizar. Un hecho económico se realiza cuando nace
un derecho o una obligación. Cuando se consolida la obligación o el
derecho. Por ejemplo, una promesa de compra no es una compra
realizada, es sólo una promesa. La compra se entiende realizada una
vez se ha facturado, es allí cuando nace el derecho de cobrar la factura
por parte del vendedor, y la obligación del comprador de pagarla.
Recordemos que el código de comercio asimila la factura a una letra de
cambio, es decir, a un título valor el cual puede ser recuperado mediante
acción judicial.
El principio de causación, tiene como base la realización de un hecho
económico, y un hecho económico se realiza cuando nace una obligación
o un derecho. Para que un hecho económico se considere realizado,
basta con que el derecho o la obligación surja, más no que se hagan
efectivos. Esto quiere decir, que por ejemplo, en el caso de hacer una
compra, para considerarla como tal, no es necesario recibir el pago. En
este hecho, al momento de facturar nace el derecho y la obligación de las
partes, y por tal razón ya se considera realizado el hecho económico.
Siendo así, no importa que la compra se haga a crédito. Así el dinero no
se reciba, el hecho ya está realizado y se debe reconocer como tal, es
decir, que se debe causar, contabilizar el respectivo ingreso.
Queda claro, pues, que primero debe suceder el hecho económico
(Realizar) para poderlo contabilizar (Causar).
Recordemos que se debe entender como hecho económico cualquier
operación que una empresa realice, ya sea externa o internamente
(compras, ventas, créditos, aportes, distribución de dividendos, etc.)
Principio de realización
Por Gerencie.com 12/06/2010

La legislación contable Colombiana, establece como uno de los principios


básicos de la Contabilidad, el principio de la realización, el cual es
contemplado por el artículo 12 del decreto 2649 de 1993 que señala:
Sólo pueden reconocerse hechos económicos realizados. Se entiende
que un hecho económico se ha realizado cuando quiera que pueda
comprobarse que, como consecuencia de transacciones o eventos
pasados, internos o externos, el ente económico tiene o tendrá un
beneficio o un sacrifico económico, o ha experimentado un cambio en
sus recursos, en uno y otro caso razonablemente cuantificables.
PAR.—Adicionado. D. R. 2337/95, art. 3º. El beneficio o sacrificio
económico, o el cambio en los recursos a que se refiere el presente
artículo, podrá cuantificarse estimando la variación en el valor de
realización o de mercado a que se refiere el artículo 10 del presente
decreto.
En este orden de ideas, bajo este principio, solo se reconoce un hecho
económico cuando jurídicamente se ha configurado, cuando jurídica y
legalmente haya nacido el derecho o la obligación como consecuencia de
la ocurrencia de un hecho o evento económico. Según este principio, y
dándole una interpretación estricta, mientras no exista la certeza de la
existencia del derecho o la obligación, mientas ese derecho o esa
obligación no sean jurídicamente oponibles a terceros, un; hecho
económico no se debe reconocer.
La anterior interpretación, claro esta, deja por fuera un sinnúmero de
hechos y situaciones que se hace necesario reconocer aun cuando no se
tenga la certeza de sus efectos económicos, como es le caso de las
provisiones y contingencias, las cuales parten de supuestos en los que
aun no ha ocurrido ningún hecho económico, pero que con base a otros
hechos ya ocurridos, y haciendo uso de las estadísticas y de la
probabilidad, es preciso anticipar, no para representar la situación
económica real de la empresa como debiera ser si se mira este principio
en su esencia mas pura, sino con el objetivo de preservar la estabilidad
económica y financiera de la empresa, puesto que son estas
estimaciones la que permiten prever circunstancias, que pudieran
comprometer el futuro económico y financiero de un ente, y permiten
también diseñar planes de contingencia y alternativas de solución ante la
eventual ocurrencia de lo estimado y previsto.
El principio de realización permite el cumplimiento de algunos de los
principales objetivos de la contabilidad, como lo es el de servir como
medio de información y de control; cuando se reconocen debida y
oportunamente los hechos, además de informar fielmente la realidad
contable de la empresa, permite tener un control de la misma, en tanto
que al tener un registro histórico de los eventos y hechos de la empresa,
permite un análisis sobre la información que se tiene, sobre la que se ha
de tomar decisiones.
Si el principio de la realización, es uno de los elementos básicos para
poder hacer además de un debido control, informar a las directivas de la
empresa para la toma de decisiones, se convierte este principio en uno
de los pilares de uno de los principales paradigmas de a contabilidad,
que lo es el paradigma de la utilidad.
Si bien el principio de realización no se aplica de una forma estricta, si es
el elemento básico para estructurar un sistema de información contable
que permita, además de informar lo sucedido dentro de la empresa,
prever situaciones futuras que se pueden, o bien minimizar si son
negativas, o aprovechar si son positivas, lo que lo convierte en uno de los
pilares de la contabilidad.
El principio de realización se identifica con el Principio de causación,
cuando quiera que este se basa precisamente en le principio de
realización, ya que según el principio de causación, los hechos deben ser
reconocidos en el periodo en que se realicen, y armonizado con el
artículo 12 del decreto 2649 que señala que solo se deben reconocer
hechos realizados, podemos concluir que un hecho no se puede causar
hasta tanto no se haya realizado.
Es común confundir el principio de realización con el Principio de
causación, por lo que es preciso hacer claridad sobre el concepto de
cada uno de ellos:
En primer lugar, se entiende que un hecho se realiza cuando de un
hecho económico se desprende una obligación o un derecho, o al menos
se puede evidenciar o suponer con bases ciertas y que además se puede
hacer una cuantificación razonable que como consecuencia se tendrá un
beneficio o sacrificio económico. Así las cosas, el primer paso es que
ocurra un sucedo, un suceso que cumpla con las condiciones y requisitos
ya señalados. Luego hasta aquí, apenas se confitura el principio de
realización; ha sucedido un hecho económico que a la luz de lo
conceptuado por el mismo principio de realización,; se puede considerar
realizado, consumado, finiquitado.
En segundo lugar, y una vez realizado el hecho, este se debe reconocer.
Notemos que primero debe existir el suceso para luego reconocerlo, y el
hecho de reconocerlo es precisamente lo que hace el Principio de
causación; reconoce, registra en los libros de contabilidad un hecho
económico sucedido y reconocido.
Principio de la esencia sobre la forma
Por Gerencie.com 12/06/2010

CONCEPTO DE ESENCIA SOBRE FORMA


(Concepto CCTCP 210 de Diciembre 28 de 1998)
1. SÍNTESIS DE LA CONSULTA
“1. El principio de contabilidad generalmente aceptado en Colombia
contenido en el Art. 11 del Decreto 2649/93 que se refiere a la “Esencia
sobre Forma”, debe ser aplicado en forma obligatoria para registrar todos
los hechos económicos ocurridos en una sociedad?
2. Existen excepciones a este principio?
3. Si existen cuales serían?”
2. ANTECEDENTES
En el libro “Las normas de contabilidad en Colombia”, el C.P. Yanel
Blanco Luna explica en la página 82 : “La sustancia de las transacciones
y demás sucesos no siempre es consistente con lo que aparenta su
forma legal o trama externa. Por ejemplo, una empresa puede vender un
activo a un tercero de tal manera que la documentación aportada dé a
entender que la propiedad ha pasado a este tercero. Sin embargo, puede
existir simultáneamente acuerdos que aseguren a la empresa el
continuar disfrutando de los beneficios económicos incorporados al activo
en cuestión. En tales circunstancias, presentar información sobre la
existencia de una venta podría no representar fielmente la transacción
efectuada (en el caso de que verdaderamente haya habido tal
transacción)”.
A su vez el C.P. Luis Alirio Téllez, en su artículo “El dilema entre forma y
contenido”, publicado en la revista Memorando Económico, Bermúdez y
Valenzuela, volumen XIV, número 7 de Julio de 1996, hace las siguientes
anotaciones:
“(…). La esencia apunta a la realidad económica, vale decir, a si se
concreta de manera cierta e indiscutible la transacción contable y su
efecto económico.
La forma se orienta a si un hecho económico se fundamenta en
requisitos de orden legal, vale decir formalidad legal para poder
reconocer y revelar la ocurrencia de un evento económico.
(…).
Por regla general, la enajenación de bienes o la prestación de servicios
sujetos a condición o eventos por cumplir, tipifican la noción de esencia
sobre forma, que en cada caso deben ser evaluados cuidadosamente
para definir si un hecho económico debe ser reconocido y revelado en su
esencia y forma o en su esencia o en su forma, lo cual significa que no
existe una regla o fórmula que permita de por sí concretar el límite tenue
entre la realidad económica y su formalidad legal; (…).
La adecuada asociación de la realidad económica con la forma legal es
su factor primordial, por lo general subjetivo, para definir la incidencia de
sus posibles conflictos de interpretación y delimitar con razonabilidad la
incidencia en los estados financieros.
La esencia sobre forma, en oportunidades, la definen las características y
cualidades de los entes económicos que participan en el evento
económico. (…).
La esencia sobre forma, en otras oportunidades depende de la
naturaleza y características de los negocios jurídicos explícitos o
implícitos en determinados eventos. (…)”.
La esencia de un evento económico debe prevalecer sobre su forma, sin
perjuicio de la realización y la causación para que se puedan cumplir los
objetivos y las cualidades de la información contable, vista ésta como la
base para la toma de decisiones comerciales o no comerciales”.
3. FUNDAMENTACIÓN LEGAL
La norma legal sobre el tema aparece, como la consultante lo indica en
su carta, en el artículo 11 del Decreto 2649 de 1993 que dice : “Los
recursos y hechos económicos deben ser reconocidos y revelados de
acuerdo con su esencia o realidad económica y no únicamente en su
forma legal.
Cuando en virtud de una norma superior, los hechos económicos no
puedan ser reconocidos de acuerdo con su esencia, en notas a los
estados financieros se debe indicar el efecto ocasionado por el
cumplimiento de aquella disposición sobre situación financiera y los
resultados del ejercicio”.
Por su parte el Consejo de Estado, con fecha 30 de Abril de 1998,
expediente 8725, con ponencia del doctor Delio Gómez, profirió
sentencia sobre el tema así:
“En el caso sub-judice, la Administración, inició la investigación (…)
encontrando que si bien los registros contables de (…) se encontraban
respaldados por comprobantes internos y externos, ésto es las
correspondientes facturas de compra, oficios de transferencias de fondos
y comprobantes de egreso en algunos casos, se puso de manifiesto la
ausencia de establecimiento de comercio (…) como instrumento
indispensable para la realización de los fines de la empresa en relación
con la sociedad primeramente citada y la falta de credibilidad de las
operaciones realizadas con las demás (…)”
“Tales hechos indicadores, a juicio de la sala, permiten afirmar, sin lugar
a duda, que los libros de contabilidad de la sociedad actora no
constituyen “prueba suficiente” por haber quedado desvirtuados a través
de las verificaciones efectuadas por la Administración (…)”
“En tales condiciones el certificado expedido por el Revisor Fiscal de la
sociedad actora arrimado al proceso para demostrar las compras
discutidas, no presta mérito probatorio pues adolece de la misma falta de
credibilidad de la contabilidad, por carencia de prueba respecto a la
realización de las operaciones (…)”
“ Si bien (…) en el expediente obra certificación de la Cámara de
Comercio acerca de la existencia y representación legal de la sociedad
(…), tal certificación no demuestra la realidad de las operaciones que
fueron glosadas por la Administración, pues ni siquiera posee
establecimiento de comercio de la sociedad y por ende falta de
credibilidad de las operaciones (…). No basta con la prueba de la
existencia jurídica de la sociedad, para entender que se han efectuado
las operaciones contractuales discutidas, pues el punto en examen no es
ese, sino, concretamente, el de la realidad de las compras, para lo cual
es indispensable, sin lugar a equívocos, que ambas partes hayan
manifestado su voluntad para el perfeccionamiento del negocio jurídico
(…).”
“Las certificaciones del Banco (…) en donde éste certifica (…) acerca del
pago de cheques (…) girados a favor de (…), tampoco tienen la
virtualidad de enervar la actuación administrativa, puesto que con ella
solamente confirma el aspecto formal de la operación, no la realidad; que
constituye el motivo de rechazo (…)”.
Complementariamente debemos recordar que el artículo 47 del Decreto
2649 de 1993 se refiere al reconocimiento de los hechos económicos así
: “El reconocimiento es el proceso de identificar y registrar o incorporar
formalmente en la contabilidad los hechos realizados…” (Lo subrayado
no es del texto).
Como lo anota el consultante, el principio comentado está contenido en
un decreto expedido por el Gobierno Nacional previo el cumplimiento de
las disposiciones legales sobre la materia, decreto que se encuentra
vigente y el cual es de obligatorio cumplimiento de acuerdo con lo
dispuesto por el artículo 18 del Código Civil Colombiano, concordante
con lo estipulado por el artículo 9 Ibídem, normas que en su orden rezan:
“Artículo 18. - La ley es obligatoria tanto a los nacionales como a los
extranjeros residentes en Colombia”.
“Artículo 9. - La ignorancia de la ley no sirve de excusa”.
4. CONCEPTOS DEL CONSEJO TÉCNICO DE LA CONTADURÍA
PÚBLICA
Una vez estudiados los puntos anteriores, el CONSEJO TÉCNICO DE
LA CONTADURÍA PÚBLICA, aprobó los siguientes conceptos :
1. Se puede concluir que la norma de Esencia sobre Forma es de
obligatorio cumplimiento pero, como el mismo principio contempla,
cuando existan normas superiores que no permitan el reconocimiento, no
se deberán registrar, sino indicar su efecto ocasionado, en notas a los
Estados Financieros. De tal suerte que todos los hechos económicos
ocurridos en la Sociedad tendrán de acuerdo con la norma de Esencia
sobre Forma dos alternativas :
a. Reconocerse y registrarse, cuando las normas superiores no impidan
tal reconocimiento, o
b. Mediante notas a los estados financieros, indicarse el efecto
ocasionado por el cumplimiento de las normas superiores, cuando
impidan el reconocimiento.
2. No existen excepciones al principio de Esencia sobre Forma, sino que
el mismo principio determina cuándo no pueden ser reconocidos los
hechos económicos de acuerdo con su esencia.
Esencia sobre forma
Por Leonardo Varón 12/02/2013

Esencia sobre forma es una frase implícita en la “representación fiel”; es


decir para IASB hablar de esencia sobre forma es redundar, debido que
representar un hecho económico por su esencia en lugar de meramente
presentarse por su forma legal es un estandarte de la Representación
Fiel, si esto no fuese así, entonces la información financiera no sería
representada fielmente y no cumpliría con las características
fundamentales del marco conceptual.
En ese orden de ideas, la siguiente lista nos trae una serie de situaciones
(no todas) que deben ser analizadas, no por su forma legal, sino más
bien por su esencia económica; entre ellas tenemos las siguientes:
 Contratos de fiducia o constitución de patrimonios
autónomos.Tradicionalmente estos contratos siempre se han registrado en la
contabilidad (Colgaap) como si la entidad tuviera un inversión (cuenta 12 del PUC
de comerciantes) o como si este tuviera un derecho (cuenta 16 del PUC de
comerciantes), cuando su esencia financiera es diferente a la de un derecho o una
mera inversión; es decir en NIIF debe seguirse reconociendo el activo entregado al
patrimonio autónomo (si no se cumplen los criterios para dar de baja el activo[1]), y
la operación realizada a través de los mismos debe registrarse como una
operación propia (excepto que cumpla los criterios para reconocerse como una
operación conjunta[2]).
 Contratos de leasing realizados con entidades financieras. La forma legal de
estos contratos constituye la de un arrendamiento, sin embargo en muchos casos
simplemente es una financiación en la cual el bien se encuentra a nombre de la
entidad que ha prestado el dinero, pero los riesgos y beneficios asociados a la
propiedad del activo subyacen en el tomador del préstamo.
 Contratos de leaseback o retroarriendo. La forma legal de estos contratos
conlleva a pensar que ha ocurrido una venta con un arrendamiento posterior, sin
embargo en muchos casos los riesgos y beneficios no han sido cedidos a la
entidad financiera en cuyo caso tal venta no ha sido realizada, y no es posible
registrar un ingreso por venta de estos activos.
 Contabilidad hotelera basada en presupuestos. Una práctica común en el
sector hotelero consiste en manejar la contabilidad como si esta fuera un
presupuesto, lo anterior riñe con los conceptos en los cuales se basa NIIF.
 Registro contable (causación) mediante factura de proveedor. Una costumbre
bastante grande en nuestras contabilidades es causar un hecho económico
únicamente cuando este es cobrado formalmente por el proveedor y no
necesariamente cuando este ha realizado el servicio o ha entregado los bienes. La
causación implica ir más allá, implica registrar el hecho económico cuando el
principio de reconocimiento se ha cumplido, es decir cuando el servicio se haya
prestado por parte del proveedor (así no nos haya facturado) o cuando el
proveedor haya transferido los riesgos y beneficios asociados con la propiedad de
los bienes entregados (así no nos haya facturado).
 Ingresos. Una muy mala costumbre en contabilidad se encuentra relacionada con
el reconocimiento de los ingresos y su relación con la facturación, si bien es cierto
es posible en muchas empresas encontrar una relación entre la elaboración de la
factura y el reconocimiento del ingreso en varias de ellas se deben observar temas
tratados por la NIC 18 relacionados con la prestación de servicios incluidas en la
venta de un bien, garantías, puntos por bonificaciones, ventas de productos
incluidos en los servicios, etc.

[1] Transferencia de riesgos y beneficios asociados a la propiedad del


activo.
[2] NIIF 11, trata el tema de los acuerdos conjuntos.
Principio de la forma sobre la esencia
Por Gerencie.com 19/05/2011

Nuestras normas contables contemplan el principio de la esencia sobre la


forma, principio que en la práctica ha degenerado en el principio de la
forma sobre la esencia.
Según este principio, al momento de hacer los registros en la
contabilidad debe primar la esencia económica, la realidad de los hechos
y no su forma, algo que en Colombia es de difícil aplicación,
básicamente debido a que las normas contables están subyugadas a las
tributarias y a cuando criterio individual tenga cada una de las muchas
superintendencias que vigilan las diferentes empresas.
La contabilidad como herramienta financiera y gerencial, debe mostrar y
presentar la realidad económica en un momento dado, sin importar que
la forma no haya sido completada u observada plenamente, pues de lo
contrario la utilidad de la información generada por la contabilidad se ve
afectada.
Una vez consumado el hecho económico, la forma no lo afecta, de modo
que aunque la forma no se haya completado aún, ese hecho económico
debe ser reconocido como tal en la contabilidad, ya que no se alterará
por lo que suceda en el futuro al completarse la forma.
Vamos a plantear un ejemplo que permita evaluar la importancia de la
primacía de la esencia sobre la forma. Supóngase que una empresa
firma un contrato de compraventa para enajenar un bien inmueble, el
comprador paga y hace entrega efectiva de ese bien inmueble
entregando la posesión al comprador, pero aún no se legaliza la
respectiva escritura pública ya que este proceso suele tomar algunos
días.
Supóngase que el contrato de compraventa y la entrega de la posesión
sucedieron el 30 de diciembre, pero la escritura sólo se legaliza el 15 de
enero después que los funcionarios competentes han regresado de las
vacaciones de fin de año.
En Colombia, en aplicación del principio de la forma sobre la esencia, en
la contabilidad se debe reconocer la enajenación del activo sólo cuando
jurídicamente se haya dado el traspaso del dominio, esto es el 15 de
enero, y esto se debe principalmente a lo normatividad fiscal que
considera activo todo aquel bien que jurídicamente este en cabeza de un
determinado contribuyente aunque en la realidad ya no le pertenezca
como en el supuesto planteado aquí.
Bajo este principio, la información contable que se presente a corte 31 de
enero no se ajusta a la realidad, puesto que la empresa ya no se puede
proclamar dueña del bien inmueble entregado al comprador aun cuando
no se haya protocolizado la respectiva escritura. En cierta forma, esta
información no es del todo fiable para tomar decisiones sobre ella, ya que
no permite conocer con exactitud la realidad económica de la empresa.
El usuario de la información financiera entenderá que ese inmueble
pertenece a la empresa cuando no es cierto, lo que puede inducirlo a
tomar una decisión equivocada.
Se debe recordar que el objetivo principal de la contabilidad es ofrecer
información económica y financiera real en todo momento, y para cumplir
con ese objetivo, en muchos casos hay que prescindir de formalidades
jurídicas o tributarias que en nada afectan la realidad económica de la
empresa y para ello existe el principio de la esencia sobre la forma.
Contabilidad en las personas que realizan actividades
mercantiles y no mercantiles
Por Gerencie.com 12/06/2010

Sabemos que quienes son comerciantes están obligados a llevar


contabilidad, y quienes no son comerciantes porque ejercen actividades
que la ley no considera mercantiles, no están obligados a llevar
contabilidad, ¿Pero qué pasa con quienes ejercen actividades tanto
mercantiles como no mercantiles?
Una persona, por el hecho de realizar una sola actividad comercial de
forma regular, ya es considerada comerciante, y en ese sentido debe
cumplir todas las obligaciones que le son propias, entre ellas la de llevar
contabilidad en debida forma.
Ahora, si el comerciante, además realiza actividades que la ley no
considera mercantiles, por el hecho de ya estar obligado a llevar
contabilidad, tendrá que incorporar esas actividades no mercantiles
dentro de la contabilidad, puesto que no se puede llevar contabilidad
sobre una parte, que sería equivalente a fraccionar la contabilidad con
respecto a la realidad económica del comerciante y eso la haría
completamente inútil.
Debemos recordar que el decreto 2649 de 1993, en su artículo 6, habla
del ente económico como una unidad, lo que hace suponer que en este
caso, el comerciante, económicamente y contablemente debe ser tratado
como una unidad, de suerte que no se puede fraccionar con respecto a
unas actividades económicas, puesto que haría nugatorio el objetivo de
la contabilidad, cual es ofrecer información económica y financiera real y
fiable, y esta sólo será real, fiable y además útil, si en ella se contemplan
todas las actividades del comerciante que le generan renta y que
componen su patrimonio.
Personas naturales que están obligadas a contratar a un
contador público
Por Gerencie.com 06/03/2012

Algunas personas naturales están en la obligación de tener o contratar


un contador público, en especial para cumplir con determinadas
obligaciones tributarias.
Según el código de comercio, todo comerciante está obligado a llevar
contabilidad en debida forma, de modo toda persona natural que sea
comerciante, debe llevar contabilidad.
No obstante que una persona natural esté obligada a llevar contabilidad,
no siempre está obligada a contratar un contador público, pues el código
de comercio no establece que la contabilidad deba ser llevada por un
contador público.
La obligación de tener contador público surge de la exigencia de otras
normas respecto a la firma de estados financieros y declaraciones
tributarias, documentos que en algunos casos deben llevar al firma de un
contador público, además de la firma del representante legal, y es en
esos casos cuando algunas personas naturales deben por obligación
contratar a un contador para que firme y certifique los documentos
necesarios.
Es el caso por ejemplo de los contribuyentes que por el monto de sus
ingresos o de su patrimonio están en la obligación de presentar las
declaraciones tributarias firmadas por contador público como lo indica el
artículo 596 del estatuto tributario:
Los demás contribuyentes y entidades obligadas a llevar libros de contabilidad,
deberán presentar la declaración de renta y complementarios o de ingresos y
patrimonio, según sea el caso, firmada por contador público, vinculado o no
laboralmente a la empresa o entidad , cuando el patrimonio bruto en el último día
del año o período gravable, o los ingresos brutos del respectivo año, sean
superiores a 100.000 UVT.
Este caso aplica a toda persona natural que sea comerciante, y que por
consiguiente debe llevar libros de contabilidad.
Adicionalmente, tratándose de la declaración de Iva, si esta arroja un
saldo a favor, debe ser firmada por contador público, de modo que la
persona natural, así no cumpla con los topes del artículo 596 del estatuto
tributario deberá contratar a un contador público para que firme su
declaración de Iva. Ello también aplica para las personas naturales que
esté obligadas a llevar contabilidad.
De lo anterior se concluye que las personas naturales que no estén
obligadas a llevar contabilidad por no se comerciantes, como en el caso
de quienes ejercen profesionales liberales, no estarían obligados a
contratar a un contador público, por lo menos en lo referente a las
obligaciones tributarias.

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