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DIFERENTES

MANIFESTACIONES DE
LA ENERGIA EN LA
NATURALEZA.
UNIVERSIDAD NACIONAL DE
TRUJILLO
FACULTAD DE CIENCIAS AGROPECUARIAS
ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERIA AGROINDUSTRIAL

“Diferentes manifestaciones de la energía en la naturaleza”

CURSO : Física General

DOCENTE : Zelada Abanto Luis Alfredo

ALUMNO : MENDOZA DE LA CRUZ LUIS MIGUEL

CICLO : lll-B

Trujillo-Perú
2016
DIFERENTES MANIFESTACIONES DE LA ENERGIA EN LA
NATURALEZA.

La energía interna de la Tierra


La Tierra está expuesta a la acción de diferentes fenómenos por su proximidad al
Sol y a otros planetas y satélites del Sistema Solar. La radiación solar, la fuerza de
la gravedad, la energía de las mareas, el campo magnético, los movimientos de
rotación y traslación y la energía interna que conserva desde su formación son los
responsables de los procesos geológicos que ocurren en nuestro planeta.

Todos los tipos de energía y fuerzas que afectan a la Tierra guardan relación con
su origen. Ese origen coincidió con el del Sistema Solar, hace 4500 millones de
años.

El origen de la energía interna de la Tierra


La Tierra conserva en su interior buena parte del calor generado durante su
formación. Ese calor interno es el responsable del desplazamiento de las placas
litosféricas que modelan el relieve de la superficie de la Tierra, este
desplazamiento a su vez produce las erupciones volcánicas y los movimientos
sísmicos.

El Sistema Solar se originó a partir de una nebulosa de gas que se condensó y


comenzó a girar a gran velocidad.

La gravedad concentró la materia en el centro de la nube. El aumento de la


tempe-ratura y de la densidad provocó la aparición de una estrella: el Sol.

La materia de la nebulosa que giraba alre-dedor del Sol chocaba y se unía para
formar planetesimales (planetas diminutos). La unión de planetesimales originó los
planetas.

Durante mucho tiempo, meteoritos y asteroides colisionaron contra los planetas


recién formados. Esos impactos causaron un estado de fusión de la Tierra durante
su origen.

El movimiento de rotación y la gravedad terrestres provocaron la distribución en


ca-pas de los materiales según su densidad. Los más pesados en el interior y los
más ligeros en la superficie.

Muy lentamente, la Tierra comenzó a enfriarse. La corteza terrestre fue la primera


en enfriar y solidificar. El interior aún conserva buena parte del calor origina.
La energía de los procesos geológicos
La Tierra, desde su formación, está sometida a dos procesos relacionados con la
energía térmica: la radiación solar, que impulsa los procesos geológicos externos,
y el calor interno, que genera los procesos geológicos internos.

Procesos geológicos externos: los agentes geológicos externos como la


atmósfera, el agua superficial (ríos, mares, glaciares) y subterránea, el viento y los
seres vivos son responsables de los procesos de erosión, transporte y
sedimentación que alteran y transforman las rocas de la superficie terrestre. La
energía que impulsa estos procesos es la energía solar.

Procesos geológicos internos: debidos a la energía térmica del interior terrestre.


Esta energía ha provocado la ruptura de la litosfera en placas, además de su
desplazamiento. Como consecuencia de este movimiento de placas se producen
las erupciones volcánicas, los terremotos y la formación de nuevas estructuras
superficiales, como las grandes cordilleras continentales y los fondos oceánicos.
LOS TORNADOS:

La palabra "tornado" proviene del latín tonare, que significa "girar". Un tornado
es un fenómeno meteorológico violento e impredecible, caracterizado por vientos
que giran desde una formación nubosa densa en forma de embudo. Esta
formación es visible por la presencia de polvo que es succionado de la tierra y por
la condensación en su centro gotas de agua.

El ancho de un tornado puede variar desde unos treinta centímetros hasta


casi un par de kilómetros. No se conoce con exactitud la velocidad a la que el
viento se mueve en su interior, pero se estima que puede alcanzar los 500 km/h.
No es extraño, entonces, que a tal velocidad pueda arrastrar árboles, automóviles,
casas. etc. Afortunadamente, sólo el 2% de los tornados sobrepasan los 300 km/h.

La mayoría de los tornados mide alrededor de los 50 metros de ancho, viajan


a 50 km/h y duran sólo unos pocos minutos.

FORMACIÓN DE UN TORNADO

Los Tornados se originan en las paredes de un huracán, debido a que se


confrontan dos fuerzas opuestas: la fuerza centrífuga del viento que gira
circularmente (debido a la influencia del movimiento de rotación de la tierra y a la
tendencia física que tienen líquidos y gases a formar estas especies de remolinos
al estar sometidos a "turbulencias") y la fuerza de succión que ésta origina
aspirando el aire caliente y haciéndolo subir hasta zonas más frías donde, al
enfriarse, genera mayor succión y "tiraje" que perpetúan el fenómeno. Estas
masas de aire rotando se denominan, en lenguaje técnico, mesociclones.

Una explicación más técnica del fenómeno, recientemente obtenida después


de monitorear varios tornados, está dada por el hecho constante de que, al menos
en los tornados de EE.UU., coincidían siempre tres tipos de vientos. Un viento a
ras del suelo, que provenía del sudeste, otro viento a unos 800 m de altura,
proveniente del sur, y un tercer viento sobre los 1.600 m que provenía del
suroeste. Al enfrentarse estas fuerzas comenzaba la rotación del aire.

Al enfriarse el aire en las zonas más altas se originan nubes con cargas
electrostáticas que producen gran cantidad de truenos y relámpagos, sin estar
forzosamente en relación con la magnitud del tornado. Esta frialdad del agua
puede también producir enormes granizos en la vecindad del tornado, lo que debe
ser un signo de alerta.

No siempre es visible el típico "embudo" giratorio, formado por polvo, agua y


nubes, pudiendo existir una formación más atípica que es igualmente destructora.

Esta rotación (llamada ciclónica, que significa giratoria), ocurre en sentido


contrario a las agujas del reloj (vista desde arriba) en el hemisferio norte - EE.UU.,
India, Bangladesh) y a favor de ellos en el hemisferio sur.
MEDICIÓN DE UN TORNADO: ESCALA DE FUJITA
Existen varias escalas para medir un tornado, pero la más aceptada
universalmente es la Escala de Fujita, elaborada en 1957 por T. Theodore Fujita
de la Universidad de Chicago. Esta escala se basa en la destrucción ocasionada a
las estructuras construidas por el hombre y no al tamaño, diámetro o velocidad del
tornado. No se puede, entonces, mirar un tornado y calcular su intensidad. Se
debe evaluar los daños causados.

Hay 6 grados (del 0 al 5) y se antepone una "F" en honor a su autor:

INTENSIDAD VELOCIDAD DEL VIENTO DAÑOS


F0 60-100 km/h (45- 72 mph) Leves

F1 100-180 km/h (73-112 mph) Moderados

F2 180-250 km/h (113-157 mph) Considerables

F3 250-320 km/h (158-206 mph) Severos

F4 320-420 km/h (207-260 mph) Devastadores

F5 420-550 km/h (261-318 mph) Increíble

Teóricamente podría existir un tornado F6 con vientos a velocidad Mach 1, pero no se ha probado
su existencia.

Tornados Débiles:
F0 y F1. Son el 69% del total, provocan el 5% de los casos fatales y duran entre
1 y 10 minutos.

Tornados Fuertes:
F2 y F3. Son el 29%, el 30% de todas las muertes y duran más de 20 min.

Tornados Violentos:
F4 y F5. Son el 2% del total, provocan el 70% de las muertes y pueden durar
más de una hora.
Los tsunamis:
Los tsunamis son ondas en el agua, con longitudes de onda (L) de muchos
kilómetros, que se producen, principalmente, como consecuencia de terremotos
submarinos. Como todas las ondas, se deben a una perturbación, que introduce
energía, en un sistema inicialmente en reposo.
En el caso de los tsunamis, la energía que perturba la masa de agua proviene de
una interacción gravitatoria, igual al descenso, normalmente varios centímetros o
incluso decímetros, de toda la masa de agua que hay por encima de la región en
la que se ha producido el terremoto (Fig. 1)

Con la perturbación se produce, generalmente, un paquete de ondas. Pero si


todas las longitudes de onda se mueven con la misma velocidad, el paquete no se
dispersa y la onda viajera puede recorrer enormes distancias.
Incidentalmente, para entender en toda su dimensión los datos numéricos
relacionados con los terremotos, hay que decir que la escalar Richter es una
escala exponencial, de potencias de 10, para medir la energía liberada en un
terremoto. Es decir, un terremoto de valor 9,0 en la escala Richter libera 10 veces
más energía que un terremoto de 8,0 en la misma escala. Un terremoto de 9,0 en
la escala Richter es casi un 25 % más devastador que un terremoto de 8,9 en
dicha escala. Un terremoto de valor 10,0 en la escala Richter probablemente
acabaría con el planeta.

Por el propio origen habitual de los tsunamis, un terremoto, es la gravedad (que


vendrá representada por la constante g=9,8 m/s^2) la que interviene en la
explicación de estos fenómenos, muy diferente del viento, que es el que interviene
en la formación de las olas comunes.

Cuando se produce un terremoto en el mar, con un ligero hundimiento de la


plataforma terrestre, se produce una perturbación en toda la columna de agua por
encima del fondo afectado por el terremoto. Como la dimensión característica de
la perturbación es casi siempre mucho mayor que la profundidad H del mar (el
mayor valor de H es de 11 km en la fosa de las Marianas), la longitud de
onda L del fenómeno es muy grande, desde decenas hasta centenas de
kilómetros, con L/H >> 1). Por tanto, a las ondas de los tsunamis se les puede
aplicar la aproximación de ondas en aguas someras.
Para entender lo que sucede con la onda de agua producida por el terremoto
cuando llega a Tierra hay que tener en cuenta: (i) que la velocidad v de la onda es:

Por lo que va a depender de la profundidad, y, en condiciones ideales, (ii) por la


conservación de la energía. El efecto devastador de la onda al llegar a la orilla no
se debe a la conservación de la masa de agua, pues las moléculas de agua
apenas se mueven de sus posiciones al oscilar (Fig. 2), sino a la conservación de
la energía, que termina por transformar una masa de agua muy grande que se
desplaza verticalmente muy poco (unos centímetros), cuya onda de perturbación
tiene una longitud de onda muy grande (decenas de km) y que avanza
horizontalmente muy rápido (a la velocidad de un avion) en una masa de agua,
relativamente pequeña, que avanza horizontalmente de forma lenta (al paso de
una persona) pero con una amplitud vertical mucho mayor (algunos metros).

Para una profundidad de H=4000 m, la ecuación anterior indica que la ola


producida por el terremoto se mueve a unos 200 m / s, es decir, unos 700 km /
hora,
la velocidad de un avión. Cuando esta onda se aproxime a la costa, con H =10 m,
la velocidad baja a 10 m / s, unos 36 km / hora.

Para una ola con longitud de onda L=100 km (100000 m), en un mar de
profundidad H=4000 m, el tiempo necesario para recorrer una longitud de onda es
de unos 500 s, sobre 8 minutos. Cuando esta onda se acerca a la costa, su
longitud de onda es de unos 5000 m, pero como su velocidad también disminuye,
el tiempo entre crestas es del orden de los minutos también. Esto implica que el
tiempo de separación entre los diferentes frentes es de minutos. Dependiendo de
esto, si el tiempo característico entre eventos en la costa es de una hora, se puede
observar el fenómeno de que primero se retira el agua de la playa (fenómeno que
suele atraer a los curiosos), para luego dar lugar a la llegada de la ola gigante.

Como ya se ha comentado, la altura que alcanza la onda del tsunami al llegar a la


orilla proviene de la conservación de la energía. Si la energía asociada al agua se
ha de mantener constante, como el cuadrado de la amplitud de la onda (que
determina su energía) es inversamente proporcional al cuadrado de la
profundidad, y como la velocidad, que determina su propagación, es también
inversamente proporcional a la profundidad, el flujo de energía es proporcional a la
raíz cuarta de la profundidad H.
Una ola de altura ao=15 m cerca de la orilla, por ejemplo, para H=2 m, en alta mar,
para H=4000 m tendría una altura menor por un factor

es decir, aH aprox. 0,38 m, una altura difícil de notar. Por tanto, la terrible
naturaleza del tsunami sólo ser percibe en el último minuto y, en el caso de los
barcos, la mejor estrategia ante el tsunami es alejarse de la orilla e ir hacia aguas
profundas
LAS TORMENTAS ELECTRICAS:
Una tormenta eléctrica es un fenómeno meteorológico caracterizado por la
presencia de rayos y sus efectos sonoros en la atmósfera
1
terrestre denominados truenos. El tipo de nubes meteorológicas que caracterizan
a las tormentas eléctricas son las denominadas cumulonimbus. Las tormentas
eléctricas por lo general están acompañadas por fuertes, lluvia y a
veces nieve, granizo, o sin ninguna precipitación. Aquellas que producen granizo
son denominadas granizadas. Las tormentas eléctricas fuertes o severas pueden
rotar, en lo que se denomina superceldas. Mientras que la mayoría de las
tormentas eléctricas se desplazan con la velocidad de desplazamiento promedio
del viento en la capa de la tropósfera que ocupan, cortes de viento verticales
pueden causar una desviación en su curso de desplazamiento en dirección
perpendicular a la dirección de corte del viento.

Fases de una tormenta eléctrica

Dibujo de la formación de una Tormenta eléctrica

Nacimiento
Las corrientes de aire ascendente causan la formación de cumulonimbos. Si la
carga por primera vez es de agua, y no se producen ningún rayo, no será una
tormenta eléctrica. En la parte superior de la nube, el proceso de crecimiento de
cristales de hielo comienza a producir las partículas.
Madurez
El crecimiento vertical alcanza su máximo y las nubes se acoplan con la forma
característica de un yunque. Por lo general esto sucede cuando la inversión de
aumento de la temperatura del aire es más estable (tropopausa).
Los vientos dominantes en la alta altitud de las nubes cirrus comienzan a
extenderse desde la parte superior de las nubes. Las bases son la parte frontal
inferior y los relámpagos comienzan a aparecer en toda la extensión de las nubes.
Dentro de las nubes, la turbulencia es intensa e irregular, con un equilibrio entre
las corrientes ascendentes y descendentes. El peso de las partículas de la
precipitación es suficiente para contrarrestar la corriente ascendente y comienzan
a caer, arrastrando el aire que te rodea. Como las consecuencias partículas caen
en las partes más calientes de la nube, no hay aire seco que entra al medio
ambiente en la nube y puede dar lugar a la evaporación de estas partículas. La
evaporación enfría el aire, por lo que es más densa o "pesado". Todo este aire frío
que cae a través de la nube y precipitación que se forma la corriente de aire hacia
abajo, cuando llegue a la superficie se puede propagar a formar un frente que
raxada desplazando y reemplazando el aire caliente de la superficie. En esta
etapa de la tormenta produce fuertes vientos, relámpagos y lluvias torrenciales.
Disipación
Las nubes comienzan a extenderse hacia los lados, en capas o bordes. Y los
vientos descendientes de las corrientes frías son predominantes. El aire frío
reemplaza el aire más caliente de la superficie, frente a los movimientos al alza en
la tormenta. En esta etapa, sólo hay corrientes descendentes y precipitaciones
débiles. Eso deja sólo muchas nubes cirrus que incluso pueden contribuir, con su
sombra, a frenar el calentamiento de la superficie.
Los terremotos:
Es un fenómeno de sacudida brusca y pasajera de la corteza terrestre producida por la
liberación de energía acumulada en forma de ondas sísmicas. Los más comunes se
producen por la actividad de fallas geológicas. También pueden ocurrir por otras causas
como, por ejemplo, fricción en el borde de placas tectónicas, procesos volcánicos o incluso
pueden ser producidas por el hombre al realizar pruebas de detonaciones nucleares
subterráneas.
El punto de origen de un terremoto se denomina foco o hipocentro. El epicentro es el
punto de la superficie terrestre que se encuentra directamente sobre el hipocentro.
Dependiendo de su intensidad y origen, un terremoto puede causar desplazamientos de la
corteza terrestre, corrimientos de tierras, maremotos (o también llamados tsunamis) o la
actividad volcánica. Para medir la energía liberada por un terremoto se emplean diversas
escalas, entre ellas, la escala de Richter es la más conocida y utilizada en los medios de
comunicación.

Origen de los Terremotos


La causas que originan las sacudidas son muy distintas, lo que ha permitido clasificar los
terremotos en tectónicos y volcánicos. Los tectónicos son los mas numerosos y la causa
que los produce es el desequilibrio de las capas de la corteza terrestre producido por el
fenómeno de la contracción que produce las arrugas o pliegues.

PLACAS: La corteza de la Tierra está conformada por una docena de placas de


aproximadamente 70 Km. de grosor, cada una con diferentes características físicas y
químicas. Estas placas ("tectónicas") se están acomodando en un proceso que lleva
millones de años y han ido dando la forma que hoy conocemos a la superficie de nuestro
planeta.

Han originado los continentes y los relieves geográficos en un proceso que está lejos de
completarse. Habitualmente estos movimientos son lentos e imperceptibles, pero en
algunos casos estas placas chocan entre sí como gigantescos témpanos de tierra sobre un
océano de magma presente en las profundidades de la Tierra, impidiendo su
desplazamiento.

Entonces una placa comienza desplazarse sobre o bajo la otra originando lentos
cambios en la topografía. Pero si el desplazamiento es dificultado, comienza a acumularse
una energía de tensión que en algún momento se liberará y una de las placas se moverá
bruscamente contra la otra rompiéndola y liberándose entonces una cantidad variable de
energía que origina el Terremoto.
FALLAS: Las zonas en que las placas ejercen esta fuerza entre ellas se denominan fallas y
son, desde luego, los puntos en que con más probabilidad se originen fenómenos
sísmicos. Sólo el 10% de los terremotos ocurren alejados de los límites de estas placas.

Ahora bien estos pliegues no se producen siempre lentamente como en los casos de
elevación y descenso de las costas. A veces bajo las presiones de las gigantescas fuerzas
centrales, del globo, los estratos al doblarse ya sea bajando o subiendo se quiebran.

Zonas enteras de estratos pueden quedar aplastadas y desechas, las capas pueden
desligarse las unas sobre las otras, dislocarse, agrietarse. Debido precisamente a estos
fenómenos de dislocaciones interna, el estrato conmovido por el choque produce
vibraciones, las cuales se propagan instantáneamente a todas las capas rocosas superiores
y circundantes.

Desde el punto de vista interior donde se ha producido la fractura parte una sacudida
que llega a la superficie de la tierra y origina un estremecimiento del suelo: un terremoto
o sismo. Han recibido el nombre de terremotos tectónicos porque están relacionados con
la arquitectura del globo, porque originan el relieve terrestre.

Los terremotos volcánicos son los que provienen de la acción volcánica, preceden a las
erupciones, las acompañan, o son una consecuencia debido al agrietamiento del cono
volcánico.

Su causa es la fuerza expansiva de los gases y vapores que producen explosiones durante
la ascensión del magma. No bien cesa la presión ejercida sobre los gases, se escapan con
formidable impulso, conmoviendo el volcán y parte de los terrenos circundantes.
Naturaleza del Movimiento Sísmico

El movimiento sísmico obedece a las mismas leyes del movimiento físico de los cuerpos
y es el resultado de las vibraciones y ondulaciones de los estratos terrestres; tanto las
unas como las otras producen sacudidas que se designan con el nombre de ondas
sísmicas.

Cuando en un punto del interior de la corteza terrestre se produce un choque resulta un


movimiento vibratorio que se propaga en todos los sentidos por las ondas sísmicas. Las
vibraciones son longitudinales y transversales; las primeras se propagan en el interior de
la tierra y llegan débiles a grandes distancias y fuertes a pequeñas distancias.
LAS ERUPCIONES VOLCANICAS:
Un volcán es el resultado visible en la superficie terrestre de un largo proceso
geológico, por el cual aflora material rocoso fundido (magma) y gases del interior
de la Tierra de una manera más o menos violenta. La sucesiva acumulación de
este material en los alrededores de la zona de emisión forma un relieve, que
generalmente adopta una forma cónica que se denomina edificio volcánico y que
puede llegar a tener considerable altura. El orificio por el que sale este material se
denomina boca eruptiva.

El volcán puede arrojar material fluido y caliente al exterior de forma no explosiva,


denominándose entonces lava, la cual se desliza por la acción de la gravedad por
las pendientes del edificio volcánico pudiendo cubrir grandes extensiones en las
cercanías del volcán.

El volcán puede arrojar también de manera violenta fragmentos de lava al aire de


muy diversos tamaños y diferente grado de consolidación con trayectorias de gran
alcance, así como formar una gruesa columna de material ascendente
(principalmente de gases y del material más fino) encima de la boca emisora, cuya
altura depende del grado explosivo de la erupción y que al dispersarse o colapsar
entrañan un grave peligro. Estos materiales se denominan
genéricamente piroclastos (bombas volcánicas, lapilli, ceniza, etc) y se
diferencian por su tamaño, composición y por su dinámica de deposición.

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