La reconstruccién de la unidad
nacional y el legado de violaciones
de los derechos humanos
José Zalaquett
RESUMEN
‘Luago de unc introduccién sobre ia ransicén chilena a fa democracia en relocién e baba amiayaaras
‘cones violociones de derechos humanes del pasado, la primers seccion de este acula ae
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INTRODUCCION
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de 16 aos de gobierno militar, ha existido la percepcién general de que €)
{egado de violaciones de derechos humans del pasado es uno de los principales factores
‘que continta dividiendo alos chilenos y que hace dificil llevar a buen término lo que
‘se ha llamado el proceso de transiciGn democréticay la reconcifiacién nacional.
Si bien este problema no ha cesado de estar en el centro de la agenda publica,
{as principales politicas para enfrentario se concentraron en los primeros afos de a
administracion de Presidente Aylwin. En ese periodo nical se lograron significativos
_avances, pero permanecieron algunas graves problemas no resueltos, cayo manejo
‘quedé entregado ~en fo fundamental-a ls tribunalesdejusticia. Ciertasresoluciones
1 falls judiciales, asi como decisiones de otros drgancs pblicos, dieron lugar 2
‘manifestaciones de descontento militar y aguas tensiones politicas. En respuesta 2
50s episodios de crisis, en 1993, durante el sltimo afo del gobierno de Aylwin, y
Fuego en 1995, bajo la presidencia de Eduardo Frei, se buscé un acuerdo politico que
pdiera traducirse en medidas legislativas sobre lo que se percibia como problemas
pendientes de derechos humanos. Ambos intentosfracasaron,
‘Bsas experiencias fllidas desalentaron otras tratativas. Sin embargo, a partir
de las encontradas e intensas reacciones que provocé en Chile la detencién del senador
vitalicio Augusto Pinochet en Londres, en octubre de 1998, se hizo manifesto que los
antagonismos del pasado en torno al tema de los derechos humanos seguian latentes
'y eran capaces de brotar con renovada fuerza. Ala ver, se produjeron avances en.
importantes procesos criminales y comenzé a asentarse una nueva jurisprudencia de
las tribunals dejusticia, que incrementaba las posbildadesjudicales de investigacién.
de crimenes cubiertas por el decreto ley de amnistia de 1978.
Esos hechos y la percepcidn de que seria altamente conveniente que las
soluciones a los problemas pendientes de derechos humanos quedaran bien
cencaminadas antes de la eleccién presdencial de diciembre de 1999, movid a
personeros del gobierno y de la oposicién a explorar de nuevo la posiblidad de un
acuerdo en esta materia, En vista de ios anteriores fracasos, esos esfuerzos se
Ilevaron a cabo con discrecién, pero aia larga su contenido fue divulgado por los
rmedios de comunicacién. De lo que e ha conocido sobre esas conversaciones y
de las decaraciones publicas de personeros politics y de voceros de las Fuerzas
‘Armadas, se desprende que esta vez las posiciones reciprocas se han acercado en
‘mayor medida que en oportunidades anteriores, aunque subsisten importantes
diferencias.Zale: a esc eu wad ace y led de oases ee Grechos ara
Al tiempo de concuir este aticulo, a principios de septiembre de 1999, e!
obiemo habia descartado impulsar medidas legislativas como una via de solucién
para los problemas pendientes de derechos humanos. Ante ello, l Ministro de Defensa
romovié la consttucién de una mesa de didlogo en la que participan abogados de
derechos humans, oficiales que concurren en representacion de las Fuerzas Armadas
4 de Carabineros, autoridades deigesias y de movimientos humanistas, profesionales
y académicos.
Frente a estos desarrollo, es necesario examinar fa herencia del pasado en
‘materia de derechos humanos ala luz de principios éicosy leales, de la experiencia
internacional y de ls circunstancias histrica y presentes que nos condicionan. Luego
de ese examen, es preciso analiza ls altemativas de avance hacia la solucién de este
factor de antagonismo entre los chilenos, con miras a crear las bases para una mayor
‘unidad nacional,
1. Los procesos de transicién o la democracia en relacién con los derechos
‘humanos
El concepto de transicion ala democracia denota un proceso de cambio politico
tendiente a construir un orden democrdtco alli donde no ha existido previamente,
a restaurarlo 0 reconstruirlo, luego de un proceso de conflicto armado interno,
dictadura u otro grave quiebre de la convivencia nacional y el orden institucional, La
idea de que es necesario enfrentar y superar un legado de violaciones alos derechos
‘humanos es parte integral de! mismo término.
Este concepto de transicién se forj6 internacionalmente a partir del caso
argentino, en 1983. Con posterioridad, se han sucedido numerosas transiciones a la
democracia 0, al menos, hacia regimenes més benévolos. En América destacan las
cexperiencas de Uruguay, Brasil, Chile, El Sahador y Guatemala; en Europa centraly
oriental las dels paises yteritorios que estuvieronregidos pr gobiemas comunistas,
en Africa, las de Uganda, Etiopia, Ruanda y, sobre todo, la de Sudéfrica.
El caso de Argentina atrajo la atencién de la comunidad internacional, en
especial por dos ragones: en primer lugar, ocurrié en un momento de creciente
concienciay sensibilidad, en el €mbito mundial, sobre la problematica de los derechos
Fhumanos. En segundo lugar, la cada del gobierno militar argentino representaba la
rimera derrota de un régimen que se habia hecho notorio por recurrir a las
“desapariciones", préctica que la comunidad intemacional legé a caracterizar como
tun crimen de lesa humanidad.
En la época de la transicién en Argentina, el precedente internacional mis
‘importante sabre cémo manejar un legado de graves crimenes segula siendo el de losolga rename ell ec yea wares es dros Mas
juicios de Nuremberg y Tokio, después dela Segunda Guerra Mundial. La experiencia
traumatica de esa guerra no sélo dio lugar al juzgamiento de los principales
responsables politicos y militares de las fuerzas del Eje, sino que fue el factor
determinante en la proliferacin de tratados e instituciones sobre derechos humanos
en los afos posteriores al coilicto.
és tarde, con la intensificacin de la Guerra Fri, las principales ideologias
politics en contienda tendieron a monopolar el discurso sobre valores politicos y a
relegar a un segundo plano las preocupaciones humanitarias de los primeros afios de
posguerra. Durante la Guerra fifa se hizo hincapiéen a consecucién de ines ditimes,
bien en la necesidad de derrotar al adversario, por encima de una ética centrada en
fa moralidad de los medios empleados.
Fue en esa atmésfera que 2 principio dela década de los ‘60 surgi6 un fuerte
‘movimiento intemacional en pro de los derechos humanos, que mis adelante se
sparc por distintas regiones del mundo, Su aparicin responeia af necesidad de
tua ética politica que permitiera un acuerdo universal con respecto a los medias
‘empleades. En lugar de tratar de emiti juicios de valor sobre una amplia gama de
_asuntos politicos, econémicoso sociales, el movimiento pro derechas humanas exgia
de todos os gobiemos,independientemente desu naturlezaoideolngia, a observancia
de cirtas normas minimas de conducta humanitaria y el respeto por las derechos
fondamentales de toda person,
Hacia la década de fos ‘80, cuando se aproximaba a su fin el perfodo de la
Guerra Frfa, los derechos humanos y la idea de democracia habian alcanzado
cextraordinario respaldo internacional como valores politicos. Asi, al iniciarse la
‘primera importante transici6n hacia la democracia de este periodo lade Argentina
‘el modelo ético de los derechos humanos, elaborado por la prictica de defensa de
estos derechos durante los afios de la Guerra Fria, sirvié como el principal marco
valérico de referencia. Em lo esencial, tal préctica habia consistdo, principalmente,
cenenfatizar el respeto por ciertos derechos: lo Estados deben esencialmente cumplir
[a obligacién negativa de abstenerse del asesinato, la tortura, la detenciém arbitraria
yy otros abusos semejantes. En genetal, los gabiemos tienen la capacidad de cumplir
‘con esta obligacién; trata, por lo tanto, principalmente de una cuestin de voluntad
politica.
En cambio, cuandolo que se espera de es gobiemos s verdad y ustcia respecto
el pasado, el problema es mas complejo. Se trata entonces de cumplircbligaciones
positivas ms que una mera abstencién de cometer violaciones. Ello requiere no slo
‘de voluntad, sino también de viabilidad politica. AdemnSs, las medidas respecto de los
derechos humanos forman parte de un esfuerzo de mayor envergadura, el de lograr
el objetivo fundamental de construr o reconstrir un sistema politico estabe y justo
{ademés del objetivo intermedio de garantizara gobernabilidad durante este procest)
En la prictica, estos deberes y abjetives suelen entrar en conflict, al menos
parcialmente,~TsogctLa ces de wna aca yeep lcs decor huraons
Argentina sent el primer precedente en aseguiila de ls transicionespoiticas
de afios recientes, En sus comienzos, las medidas adoptadas por el gobierno del
Presidente Alfonsin parecieron promisoria. A raft de fiasco de la guerra de Las
Malvinas, las Fuerzas Armadas argentinas habfan quedado en un estado de