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Así mismo, “hallows” es un arcaísmo que alude a lo que recibe honores por ser
sagrado (adj. “hallowed” 1 ) y que parece derivar del término del antiguo
inglés “halgain” y del germánico “heiligen”, términos emparentados con el
de “holy” o “sagrado” (en el inglés moderno).
Vale decir, “all hallows” alude a “todos los santos” y, por ende, a la fecha en
cuestión del santoral de la ICAR. Debido a esto, “Halloween” es una palabra
que, en sí, hace referencia a esa festividad de la Iglesia Católica.
Hasta comienzos del siglo IV, cuando comenzó el reinado del emperador
romano Diocleciano2, los cristianos eran perseguidos sólo de manera
esporádica, por su rechazo a rendir culto a los dioses del Estado y, en
particular, a la figura del emperador deificado 3. Sin embargo, en el año 302, el
citado emperador proclamó un edicto que pretendía erradicar a los cristianos
presentes en el territorio de Roma o bien impulsar su vuelta a la religión
tradicional.
Según parece, era costumbre, ya desde los primeros siglos, que los cristianos
rindieran homenaje a sus “mártires” en el aniversario de sus muertes y, de ser
posible, en los lugares donde habían sido ejecutados. Sin embargo, las
matanzas impulsadas por Diocleciano hicieron esto imposible, por lo cual,
surgió la idea de tener una fecha anual que sirviera para conmemorar a todos
los mártires anónimos o cuyas fechas de fallecimiento se dieran en
ejecuciones muy grandes, como para dedicarles un evento puntual a cada uno
de ellos.
Ese día, desde entonces, sirvió para conmemorar tanto la profanación del
Panteón como el concepto de “todos los santos” en sí (consolidando una fecha
anual, según el calendario Juliano y ya no dependiente de los cálculos
lunares, como la Pascua o Pentecostés).
Sin embargo, siglos después, el Papa Gregorio III (731 a 741) consagró una
capilla en la Basílica de San Pedro a “Todos los Santos” y convirtió al día 1° de
Noviembre en dicho aniversario. Finalmente, Gregorio IV (827 a 844)
transformó a la celebración en global, para toda la Iglesia. Por lo cual, puede
decirse, que en el siglo IX ya se conmemoraba en la misma fecha que en la
actualidad.
Todo lo anterior, deja bastante en claro que el “Día de Todos los Santos”no
tuvo un origen pagano (como en general se cree popularmente) ni es una
festividad cooptante de creencias previas. Sencillamente parece marcar un
evento efemérico, generado a partir de la consagración de una iglesia. Así
mismo, es preciso hacer notar que sólo la ICAR mantiene al 1° de Noviembre
como tal día, ya que las iglesias ortodoxas, la Luterana, la Anglicana y otras
protestantes, usan, para el caso, al primer domingo después de Pentecostés
(no cayendo todos los años en la misma fecha).
Esto está basado en que, según la tradición católica, fue Odilón 7, Abad de
Cluny8, quien ordenó a todos los monasterios benedictinos el celebrar
anualmente, durante el día 2 de Noviembre, a todos los “fieles difuntos”. La
fecha en que esto ocurrió es totalmente imprecisa: Ciertos autores la sitúan h.
el año 980 y otros llegan hasta el 1030. En cualquier caso, tampoco fue un
fenómeno aceptado de inmediato por la Iglesia. Recién en el siglo XVI, la
celebración fue adoptada por Roma y desde allí sí se difundió en todo el
mundo católico.
Samhain y Samonios:
La noche de Samhain, llega hasta los tiempos modernos desde la mitología y
espiritualidad irlandesa. Debido a que este país nunca fue conquistado por
Roma y luego quedó aislado del Cristianismo por más tiempo que el resto de
los territorios celtas, allí se preservaron mucho mejor algunas de las antiguas
tradiciones y creencias (a pesar del inevitable sincretismo y desvanecimiento
progresivo, por el paso de los siglos).
Mucho más problemático es establecer cómo era considerado este día en los
territorios de la antigua Galia y en otras regiones célticas.
Es decir, tomando:
92 / 2 = 46
Por esto, puede verse que los celtas no celebraban “Las Noches de Samonio” o
Samhain sino hasta la primera semana de Noviembre. Pero, además, existe
una razón lógica que refuerza lo anterior: Los celtas llevaban a cabo este
festival desde muchos siglos antes de que Roma dominara sus territorios y de
que se inventara el calendario Juliano (mandado a desarrollar por Cayo Julio
César en el 46 a.C. o el 708 Ab Urbe Condita -años desde la fundación de
Roma). Habría sido imposible que, con un mes lunar, que comenzaba con las
lunaciones, esta fecha coincidiera con un calendario solar que todavía no había
sido inventado.
Es indudable que esto vale también para el Samhain de Irlanda, la cual, como
se dijo, no recibió contaminación cultural romana ni cristiana, hasta el inicio
del Medioevo (y comenzada la cristianización de la isla en el 430 d.C.), por lo
cual tampoco se pudo regir por las fechas julianas en tiempos en que florecía
la religión druídica.
En algún punto, las gentes de ese país, asimilaron la idea de los meses
julianos (solares) y establecieron la fecha más cercana a la de su antiguo
calendario con meses lunares e iniciados con las lunaciones. Así que Samha in
pasó de celebrarse entre el 5 y el 7 de Noviembre al 31 de Octubre.
Existen numerosas
festividades paganas antiguas que se solapan (o no) con el Sahmain /
Samonio de los celtas. Debido a la información poco seria y sin rigor
académico que circula en la Internet o bien en la literatura new-age y
neopagana, suele tenerse la idea general de que la Europa precristiana
conmemoraba a sus difuntos en una misma fecha (sin importar la época o
cultura que se tome en cuenta).
Lo anterior es erróneo y, para dejar esto claro, lo mejor será hacer una breve
lista de algunas de estas celebraciones…
Esta celebración no tiene relación alguna con los difuntos o con los ciclos
climáticos anuales (o de la fertilidad).
Este acto, fue perpetrado por un grupo de católicos radicales de origen rural,
que se oponían a la discriminación religiosa llevada a cabo por el rey.
Los adultos también llevaban a cabo diversos tipos de festejos, entre los que
se incluía obligar a los católicos a hacerles regalos o entregarles cosas que les
solicitaban.
Estas actividades pudieron ser (en parte) el origen de la famosa frase: “trick-
or-treat” (“truco o trato”), usada por los niños para pedir golosinas en la
noche de Halloween… (En el sentido de convidar con algo apetecible o sufrir
algún tipo de susto o mal rato).
Nota: Es digno de notar, el hecho de que la noche de Guy Fawkes, coincidiera
con la fecha aproximada del Samhain original de los celtas, siendo que, por
nacer de un acto político, nada tenía que ver con el asunto.
Años después, al llegar la Guerra Civil (1861 a 1865) en ese país, pocas
familias quedaron sin perder algún miembro en el conflicto y tanto la
tendencia a creer en el contacto con lo espiritual, como a temer a la Muerte,
aumentaron.
Fue en esa misma época, en que todos estos factores sociales y culturales se
mezclaron con las leyendas, supersticiones y costumbres de irlandeses,
escoceses y de otros inmigrantes europeos, hasta consolidarse en
el Halloween que conocemos hoy.
Durante las primeras décadas del siglo XX, no existían costumbres muy
afianzadas sobre esta celebración, pero sí las fiestas de disfraces, las
máscaras y, particularmente, las bromas o “travesuras” (tanto de niños como
de adolescentes y adultos, que a veces se volvían vandálicas, vengativas y
siniestras).
La adición de las brujas a toda esta ecuación, debió tener tres instancias (que
quizás se potenciaron entre sí): La tendencia a la superstición por parte de los
católicos irlandeses, las ideas de la cultura popular estadounidense sobre
las “Brujas de Salem” y, ya en tiempos más recientes, la realimentación que el
ambiente neopagano y la New Age, crea sobre el particular.
Origen y sentido del verdadero
Samhain:
Gracias a la arqueología
moderna, existen pocas dudas de que el epicentro de los rituales de Samhain,
en los tiempos célticos paganos, era la Colina de Tara(“Tara Hill”), ubicada
en el actual condado de Meath, provincia de Leinster, Irlanda.
Entre los monumentos del lugar, existe uno llamado “Mound of the
Hostages” (en gaélico: “Dumha Na N’Giall”). Se trata de una tumba, del
mismo estilo que el célebre túmulo megalítico de Newgrange, construída
entre el 3350 y el 2800 a.C.
Poco se puede conocer sobre los rituales originales, celebrados en Tara, con
que se conmemoraba a los difuntos, durante el Samhain. Sin embargo, queda
muy en claro el trasfondo simbólico: Cuando el sol comenzaba a iluminar el
pasillo de la tumba, era tiempo de rendir culto a los antepasados
(probablemente cerca del plenilunio del mes celta de Samon o Samonio).
Conclusiones:
Como se ha dicho, Halloween es un término que alude a las vísperas del día
de “Todos los Santos” y, por ende, tiene una raíz completamente cristiana. La
relación de esta fecha con el verdadero Samhain celta (pagano) es muy
difusa y sólo atinente a la memoria colectiva de los pueblos (que perdura por
siglos, más allá de la cáscara exterior de la cultura vigente).
Por todo esto, debe quedar claro que Halloween y Samhain, son dos
celebraciones enteramente diferentes, que no sólo no están verdaderamente
relacionadas, sino que se oponen entre sí en cuanto a su significado y
propósito.-