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Freud va a sostener la hipótesis del narcisismo como estadio normal del sujeto (no como
una patología, no desde el lado de la perversión) sino el narcisismo como hipótesis, como
conjetura, como operación constitutiva y necesaria para el desarrollo del yo. [serie de las
fases que van del autoerotismo, pasando por el narcisismo, a la elección de objeto].
Pensará al narcisismo como un momento lógico de colocación libidinal sobre un objeto
que se constituye en ese mismo movimiento. Un objeto que se crea con su investidura
libidinal; ese objeto que se constituye es el yo, el cuerpo.
Es decir, que Freud piensa la constitución del yo, del narcisismo y del cuerpo en una misma
operación lógica. Ubica que al autoerotismo primario (donde reina la satisfacción parcial y
autoerótica de las zonas erógenas, donde no hay síntesis de las pulsiones, ni puede
suponer un yo, ni un cuerpo constituido) es necesario que se le agregue UN NUEVO ACTO
PSIQUICO para que el narcisismo y entonces el yo y el cuerpo se constituyan. Lacan
retoma este punto en EL ESTADIO DEL ESPEJO, donde sugiere que ese nuevo acto
psíquico va a ser la IDENTIFICACION, la alienación en una imagen.
El yo, como construcción imaginaria, se constituye a partir de la imagen especular que le
brinda el otro semejante. (Esquema lambda a-a’)
La identificación imaginaria supone ya la operación de lo simbólico, la introducción del
ser viviente en el mundo del lenguaje. La identificación imaginaria está ofertada desde lo
simbólico.
Lacan describe en el estadio del espejo el comportamiento que tiene la cría humana entre
los 6 meses y los 18 meses de edad frente al espejo. [“El estadio del espejo…” pág. 87….]
….la transformación producida en el sujeto cuando asume una imagen”. [pag 175 de
Acerca…] A diferencia de lo que sucede en el mundo animal, el infans humano reconoce
su imagen en el espejo, reconocimiento que es señalado por una mímica jubilosa, en una
actitud trinfante,….el cachorro humano queda cautivado por la forma humana que
reconoce en el espejo.
Abrevará en diversas fuentes para pensar el modo imaginario y el estadio del espejo. [Ver
teórico de la Dra. Diana Rabinovich del 22/06/95,].
-. Texto Freudiano del narcisismo y el concepto de IMAGO.
-. Desarrollos de Melanie Klein
-. Desarrollos de la psicología (teoría de la Gestalt).
-. Del surrealismo (toma a Salvador Dalí y aborda las características del conocimiento
paranoico)
-. De la etología toma la experiencia de Harrison quien describe la pregnacia de lo visual
en el mundo animal (Las palomas hembras alejadas de sus congéneres, no ovulan). Lacan
lo tomará para acentuar la pregnancia de lo imaginario en los humanos (PERO SIEMPRE
SOSTENIDO DESDE LO SIMBÓLICO). Lo cual explica las conductas gregarias.
-. De las experiencias de Henri Wallon, psicólogo francés (1879-19629) en su libro “Los
orígenes del carácter en el niño” describe el “Test del espejo”. Se trata de un experimento
que permite diferenciar el comportamiento del infante humano del de un chimpancé. Si
bien este cuenta con una inteligencia instrumental mayor a la de un niño de seis meses, no
tiene la misma fascinación frente al espejo, ni la asume jubilosamente como su propia
imagen; mientras que el chimpancé comprende rápidamente que la imagen es ilusoria y
pierde interés para él. [Lacan va a rescatar esta fascinación y jubilo del humano frente a su
propia imagen, esta captación por la imago, este valor libidinal que tiene para el ser
hablante]. Una diferencia importante con Wallón, es que para el el reconocimiento de la
propia imagen no será una adquisición más del yo, es un momento constitutivo del yo.
1. de lo que se trata para el niño es de la asunción de una imagen ajena como propia,
produciéndose así una ilusión de completud y de síntesis;
2. a pesar de ser una ilusión, cumple una función fundamental, la de dominio corporal
que se anticipa al dominio real del cuerpo, funcionando entonces como ortopedia del yo;
3. la alienación erótica y agresiva a esa imagen, constitutiva del cuerpo, del yo como
imagen corporal, marca a partir de allí la relación imaginaria del yo con sus semejantes,
con el otro con minúscula, y con la realidad. DRAMA.
Este modo de constitución del yo, a partir de una identificación con el otro, trae
aparejado distintos fenómenos: