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por
J. Ignacio Extremiana Aldana1 , Universidad de La Rioja
Esta charla es parte de un trabajo emprendido hace tiempo con motivo del home-
naje a un querido compañero y amigo: José Javier Guadalupe (Chicho). Sin prisas
(y esperamos que con pocas pausas) estudiamos y recopilamos temas geométricos
que han tenido (y tienen) gran trascendencia en la historia de la humanidad y que,
además, pueden ser aprovechados para “acercar las matemáticas a la sociedad” que
era uno de los grandes objetivos que se planteó el Año Mundial de las Matemáticas
2000, año en el que un desgraciado accidente nos privó de Chicho para siempre.
Hemos titulado la charla “La Divina Proporción” podíamos haber elegido otro
título distinto para hablar del mismo tema; por ejemplo “el número de oro”, “el
número aúreo”, “la proporción aúrea”, “la estética de las proporciones”, “la sucesión
de Fibonacci” , etc. . . Hay mucha bibliografía al respecto. Al final daremos las
razones “teológicas” por las que hemos elegido este título. Antes comentaremos
algo de sus orígenes, de sus primeras propiedades y contaremos alguna historieta.
La esperanza es el único bien común a todos los hombres; los que todo
lo han perdido la poseen aún.
Tales de Mileto
1
Trabajo en colaboración con L. Javier Hernández Paricio y M. Teresa Rivas Rodrı́guez
17
18 2. La Divina Proporción
doctrina secreta del pitagorismo. Platón pudo tener acceso a estos escritos, dada
su amistad con el hermano de Dionisio, Dión. Arquitas de Tarento, discípulo de
Filolao, que fue Regente de Tarento y siete veces generalísimo, fue quien inició a
Platón en el pitagorismo. Hipaso fue expulsado de la comunidad por dar a conocer
a los profanos el secreto de la esfera de los doce pentágonos y de la naturaleza de
lo conmensurable y lo inconmensurable; sus excompañeros le construyeron una
tumba para escenificar que para ellos ya había muerto. Moriría años más tarde en
un naufragio del que se sospecha que fueron responsables sus excolegas. Parece que
fue Hipaso quien planteó la existencia de magnitudes inconmensurables estudiando
la figura del pentágono regular (luego hablaremos de esto); sin embargo, Yámblico
le concede el descubrimiento al propio Pitágoras.
Los Pitagóricos recopilaron las enseñanzas del Maestro en el Ieros Logos (Dis-
curso sagrado). Se dividían en dos tipos: Matemáticos (conocedores) y Acusmáti-
cos (oídores).
Hemos mencionado que tanto Tales como Pitágoras habrían viajado a Egipto.
Pues bien, es posible que en los constructores y decoradores del antiguo Egipto
usasen algún tipo de teoría matemática de las proporciones. Se sabe que en torno al
600 a. C. investigadores egipcios midieron los relieves en Sakkara, en la tumba del
faraón Zhoser, que fueron hechos hacia el 2800 a. C. Sobre esta base, construyeron
un sistema de proporciones que más tarde fue ampliamente usado. Tal vez es este
sistema lo que ahora podemos ver en muchos relieves egipcios como finas líneas
sin significado aparente. En la Figura 3 podemos ver un ejemplo típico de Lepsius
-
(1849): Denkm-aler aus Agypten -
und Athiopien.
Según Platón el mundo real es una copia imperfecta del mundo de las ideas hecha
por el Demiurgo, ser inteligente y bueno al que le atrae la belleza y trata de recrearla.
Este personaje crea en primer lugar el alma del mundo y la esfera celeste (lo hace
dándole forma esférica, la más perfecta) en cuyo centro está la Tierra. Después
se ocupa de la materia con la que está hecho el mundo; se compone de cuatro
elementos: fuego, tierra, aire y agua. Los elementos han de ser “sólidos” (pues las
cosas no solamente son planas sino que tienen profundidad) y han de ser capaces
de recomponerse unos en otros. Puesto que han de ser sólidos, esto es, limitados
por planos y un plano está compuesto por piezas sencillas (triángulos), el Demiurgo
elige de éstos los más bellos: el triángulo rectángulo isósceles (con dos piernas —
catetos— iguales, es decir, la escuadra) y el triángulo rectángulo escaleno (cojo) que
posee la propiedad de tener la hipotenusa de doble longitud que uno de sus catetos
(el cartabón). A partir de seis de estos últimos triángulos construye el triángulo
equilátero y, con estas piezas, el tetraedro, el octaedro y el icosaedro. Con cuatro
triángulos rectángulos isósceles construye el cuadrado y con seis de éstos el cubo.
Concluye, analizando las propiedades de los elementos y de los cuatro poliedros
anteriores, que los átomos de tierra son cubos, los de agua octaedros, los de aire
icosaedros y los de fuego tetraedros. Como le queda una última configuración re-
gular (el dodecaedro) la asocia con el cosmos, con la quintaesencia.
Como podemos comprobar, la idea de belleza está presente en toda la creación
platónica, relacionada con la de bondad, simplicidad y orden.
Esta idea de belleza sigue considerándose así a lo largo de la historia de la
humanidad. Repasaremos a continuación algunos ejemplos.
www.geocities.com/CapeCanaveral/Lab/6386/geobook.html
Además puede votarse por el teorema que más le guste a cada visitante. Re-
producimos, por orden de belleza, un listado de algunos de los teoremas que allí
aparecen referidos.
1.- eiπ = −1
2.- Fórmula de Euler: V + F = E + 2.
3.- El número de primos es infinito.
4.- Existen 5 poliedros regulares.
Xn
π2 1
5.- = lim 2
.
6 n→∞
k=1
k
6.- Una aplicación continua del disco unidad en sí mismo tiene un punto fijo.
√
7.- 2 no es racional.
8.- π es trascendente.
9.- Todo plano puede ser coloreado con 4 colores.
10.- Todo número primo de la forma 4n+1 es la suma de dos cuadrados de exac-
tamente una manera.
13.- Un icosaedro regular inscrito en un octaedro regular divide los ejes en la
Razón áurea.
Remarcaremos que los que ocupan los lugares 2◦ , 4◦ , 7◦ y 13◦ tienen relación
directa con el tema que estamos tratando y que en todos los que aparece el número
π indirecta, como veremos más adelante.
Experimento
Antes de continuar vamos a hacer un pequeño experimento. En la Figura 6
aparecen cinco rectángulos pintados cada uno de diferente color. Pedimos al lector
que, haciendo abstracción del color en que cada uno está pintado, piense cuál le
resulta más agradable por su forma, por sus proporciones.
Confío en que, la mayoría de los observadores hayan elegido el rectángulo azul
(¡menudo chasco si no es así!). El rectángulo rojo es el que marca el formato 16/9
(el de las televisiones panorámicas),
√ el verde es el habitual de las hojas A0, A1,
A2, A3, A4. . . es decir el formato 2,5 el amarillo es el 36/24 de las fotografías y
√
Si a y b denotan, las longitudes de los lados de un rectángulo y se verifica que ab = 2,
5
√
también b/ a2 = 2. Es decir, doblando por la mitad del lado más largo este rectángulo se
25
diapositivas; el que está en blanco y negro tiene en su interior una galaxia, lo hemos
dejado así pues del cosmos y de la creación del universo algo hemos hablado. Del
azul es del que nos vamos a ocupar.
Número) que se ocupa del número puro; Aritmética, que se ocupa del número cien-
tífico abstracto y Cálculo, que trata de números concretos. Vamos a hacer como
siempre han hecho los matemáticos para tratar de cosas complicadas, comenzamos
simplificando y tratando los casos más sencillos. De paso, comenzamos a cumplir
alguno de los requisitos que Chicho exigía para las charlas de Matemáticas: ¡que
haya alguna fórmula!
Figura 9
Consideramos la figura geométrica más sencilla que podamos imaginar (Figura
9): un segmento de línea con extremos A y B. Consideramos un punto M que esté
en el segmento. Vamos a estudiar la forma en la que este punto M parte o divide el
segmento original. Denotamos por a el segmento AM por b el segmento MB y por
c el segmento AB. Podemos formar las siguientes 6 razones:
a a b b c c
; ; ; ; ;
b c a c a b
Obviamente con estas 6 razones podemos formar las siguientes 15 proporciones
(combinaciones de 6 elementos tomadas de 2 en 2).
i)
a a b c b c
= ; = ; =
ii) b c a a c b
a c b b a c
= ; = ; =
iii) b b a c c a
a c c b
= ; =
iv) c b a c
a b c c a b
= ; = ; =
v) c c a b b a
a c b a
= ; =
vi) b a a c
a b b c
= ; =
b c a b
De cualquiera de las tres primeras proporciones se obtiene que b = c es decir,
que el punto M concide con el punto A, luego no hay partición del segmento. De
las tres segundas se obtiene a = c, el punto M coincide con el punto B y tampoco
28 2. La Divina Proporción
hay partición. La igualdad propuesta en iii) es imposible pues una razón es mayor
que 1 y la otra menor que 1.
Nos quedan pues 7 razones “vivas”. De iv) se sigue que a = b , es decir obtene-
mos una partición simétrica (M es el punto medio del segmento).
De v) y de vi) se sigue que la longitud de AB se ha dividido en dos partes
desiguales de modo que la mayor es a la menor como la suma de las dos es a la
mayor. b+a a
=
a b
Dicho de otra forma, el punto M divide al segmento AB en media y extrema razón.
Esta es la partición asimétrica más directa y más en armonía con el mínimo es-
fuerzo. Esta igualdad puede escribirse: b2 + ab = a2 y, haciendo ab = x, se obtiene
la ecuación:
x2 − x − 1 = 0,
de soluciones: √ √
1+ 5 1− 5
;
2 2
cuyo producto es −1 y cuya suma es 1.
A la primera de estas raíces, siguiendo a Mark Barr y a Schooling en los anexos
de Las curvas de la vida, la denotamos por φ, en honor a Fidias. Este número es
llamado (se dice que por primera vez por Leonardo) el número de oro.
Observaciones sobre φ
i) Obviamente φ es un número irracional ya que es solución de la ecuación
x2 − x − 1 = 0, cuyas únicas posibles raíces racionales son 1 y −1.
ii) φ es un número algebraico (no es trascendente). Recordar que los números
algebraicos son aquellos que pueden ser raíces de una ecuación algebraica de
coeficientes racionales cuyos términos sean potencias enteras de x. Algunos
de estos números (como es el caso de φ) pueden ser representables por una
construcción euclidiana, es decir, con regla y compás.
Propiedades de φ
i) φ2 = 1 + φ. (φ es solución de la ecuación x2 − x − 1 = 0).
ii) φ = 1 + 1/φ .
iii) φ = 1, 618 . . .; 1/φ = 0, 618 . . .; φ2 = 2, 618 . . .
29
iv) φ2 = 1 + φ
φ3 = φ + φ2
φ4 = φ2 + φ3
φ5 = φ3 + φ4
.. . .
. = .. + ..
φn = φn−1 + φn−2
Esta relación es válida para valores negativos y fraccionarios de los expo-
nentes. Notar que esta progresión geométrica (1, φ, φ2 , φ3 , . . . ) cuya razón es
φ verifica que cada término es la suma de los dos anteriores. En realidad esto
es válido para cualquier progresión geométrica cuya razón sea φ. Algunos au-
tores dicen: esta serie es, pues, a la vez multiplicativa y aditiva, es decir,
participa al mismo tiempo de la naturaleza de una progresión geométrica
y de una aritmética.
v) φ0 = 1 +
φ1 = 1 + 1/φ
φ2 = 2 + 1/φ
φ3 = 3 + 2/φ
φ4 = 5 + 3/φ
φ5 = 8 + 5/φ
φ6 = 13 + 8/φ
.. . .
. = .. + ..
Notar que en la segunda y tercera columna (en los numeradores) aparece la
sucesión 1,1,2,3,5,8,13,21,. . .
√
vi) φ = 1/2 (1 + √5)
φ2 = 1/2 (3 + √5)
φ3 = 1/2 (4 + 2√5)
φ4 = 1/2 (7 + 3 √5)
φ5 = 1/2 (11 + 5√5)
φ6 = 1/2 (18 + 8 5)
.. .
. = ..
Notar que en la segunda columna aparece la sucesión 1,3,4,7,11,18,. . . y en la
tercera columna la sucesión 1,1,2,3,5,8,13,21. . .
√
vii) Denotar ψ = 1/2 (1 − 5). Entonces:
30 2. La Divina Proporción
√
ψ = 1/2 (1 − √5)
ψ2 = 1/2 (3 − √5)
ψ3 = 1/2 (4 − 2√5)
ψ4 = 1/2 (7 − 3 √5)
ψ5 = 1/2 (11 − 5√5)
ψ6 = 1/2 (18 − 8 5)
.. .
. = ..
viii) Sumando las igualdades de los dos ítems anteriores obtenemos:
φ + ψ = 1
φ2 + ψ 2 = 3
φ3 + ψ 3 = 4
φ4 + ψ 4 = 7
φ5 + ψ 5 = 11
φ6 + ψ 6 = 18
.. .
. = ..
√
ix) y restándolas: φ − ψ = √5
φ2 − ψ2 = √5
φ3 − ψ3 = 2 √5
φ4 − ψ4 = 3 √5
φ5 − ψ5 = 5 √5
φ6 − ψ6 = 8 5
.. .
. = ..
v s
x) u r
u q
t √
φ= 1+ 1+ 1+ 1 + ...
xii) 1 1
=
φ 1
1+
1
1+
1
1+
1
1+
1 + ...
Consecuencia inmediata del ítem anterior.
Conejos y pasatiempos
Las sucesiones
1 1 2 3 5 8 13 21 34 55 89 144 233 377 . . . .
y
1 3 4 7 11 18 29 47 76 123 199 322 . . . .
que han aparecido repetidamente en la subsección anterior son, respectivamente,
las sucesiones de Fibonacci y de Lucas.
sobre el nacimiento de conejos que da lugar a esta famosa sucesión que, curiosa-
mente, aparece en multitud de situaciones en la naturaleza. Cabe resaltar que la
sucesión cuyos términos son los cocientes de los números consecutivos de la suce-
sión de Fibonacci converge a φ.
El segundo de ellos, Francois Edouard Anatole Lucas (1842-1891) (Figura 11),
es conocido por sus resultados en teoría de números y en particular por haber
estudiado la Sucesión de Fibonacci. Probó (¡sin ordenador!) que el número de
Mersenne 2127 −1 = 170141183460469231731687303715884105727 es primo. Es-
cribió entre 1882 y 1894 los cuatro tomos de Récréations mathématiques, famoso
libro de pasatiempos matemáticos, y fue el inventor del juego Las Torres de Hanoi,
que apareció en 1883 como inventado por M. Claus (acrónimo de Lucas).
entera y uno de los segmentos sea igual al cuadrado del segmento restante.
Reproducimos (Figuras 12 y 13) dos imágenes que explican dos sencillas mane-
ras de obtener la división de un segmento en extrema y media razón y de construir
un rectángulo áureo (el cociente de las longitudes de sus lados es φ).
La comprobación de que el punto B divide al segmento AC en extrema y media
razón es una simple aplicación del teorema de Pitágoras. Notar que únicamente
se necesita regla y compás para obtener un segmento cuya medida sea φ o 1/φ;
basta considerar AC como unidad de longitud para lo primero o bien AB para lo
segundo.
Es obvio que este proceso puede seguirse indefinidamente. Es decir jamás en-
contraremos un segmento que esté contenido un “número exacto” de veces en la
diagonal y en el lado. Por lo tanto la diagonal y el lado de un pentágono regular son
segmentos inconmensurables. Por otra parte, ¿cuál es entonces la relación entre la
diagonal y el lado? Veamos:
i) Notar que los triángulos EAB y BGA son semejantes, como consecuencia:
EB AB
ii) AB
= GB
;
iii) Haciendo EG = a y GB = b, se obtiene:
a+b a
= .
a b
Es decir, la relación entre la diagonal y el lado del pentágono re-
gular es φ. Como consecuencia, φ pudo haber sido el primer número irracional
conocido.
Relaciones de φ
Con el Triángulo de Pascal.
Recordemos que φn = φn−1 + φn−2 . Aplicando reiteradamente esta igualdad
obtenemos la siguiente tabla:
φn = 1φn +
φn = 1φn−1 + 1φn−2
φn = 1φn−2 + 2φn−3 + 1φn−4
φn = 1φn−3 + 3φn−4 + 3φn−5 + 1φn−6
φn = 1φn−4 + 4φn−5 + 6φn−6 + 4φn−7 + 1φn−8
φn = 1φn−5 + 5φn−6 + 10φn−7 + 10φn−8 + 5φn−9 + 1φn−10
φn = ··· + ··· + ··· + ··· + ··· + ··· ···
Fijándonos en los coeficientes de la parte derecha de las igualdades, queda el
triángulo de Pascal
1
1 1
1 2 1
1 3 3 1
1 4 6 4 1
1 5 10 10 5 1
1 6 15 20 15 6 1
··· ··· ··· ··· ··· ··· ···
37
Como ya es conocido, cada una de las filas del triángulo son los coeficientes del
desarrollo del binomio de Newton. Lo que no es tan conocido es que en la segunda
columna aparecen los núneros naturales n, en la tercera los números triangulares
n(n + 1)
,
2!
en la cuarta los números tetraédricos
n(n + 1)(n + 2)
,
3!
en la quinta los pentaédricos
n(n + 1)(n + 2)(n + 3)
,
4!
etc.
Diferencias finitas
Consideramos la sucesión infinita
. . . , φ−n , . . . , φ−2 , φ−1 , 1, φ, φ2 , φ3 , φ4 , φ5 , φ6 , φ7 , φ8 , φ9 , . . . , φn , . . .
calculando sus diferencias primeras y, teniendo en cuenta que φn − φn−1 = φn−2 ,
volvemos a obtener la misma sucesión
. . . , φ−2 , φ−1 , 1, φ, φ2 , φ3 , φ4 , φ5 , φ6 , φ7 , φ8 , φ9 , . . . , φn , . . .
Evidentemente, lo mismo ocurre si calculamos las diferencias segundas, terceras,
etc.
Relaciones “trascendentes” de φ
Vamos a analizar si el número de oro tiene alguna relación con los dos números
trascendentes más importantes de las matemáticas: e y π. Para ello vamos a recor-
dar algunos desarrollos de estos últimos:
i) e = 2,71828128. . . .
ii)
1 n
e = lim (1 + ) .
n→∞ n
iii)
1 1 1 1 1
e=1+ + + + + ... + + ...
1 2! 3! 4! n!
38 2. La Divina Proporción
iv) 1
e=2+
1
1+
1
2+
1
1+
1
1+
1
4+
1
1+
1
1+
1
8+
1 + ...
v) π = 3,14159265. . . .
vi) 22 × 42 × 62 × 82 × . . .
π= .
32 × 52 × 72 × 92 × . . .
vii) Recuerdo especial Xn
π2 1
= lim .
6 n→∞
k=1
k2
viii) π2 1 1 1 1
= 2 + 2 + 2 + 2 + ...+
8 1 3 5 7
ix) 4 1
=1+
π 32
2+
52
2+
72
2+
92
2+
112
2+
132
2+
2 + ...
Relaciones con e
• Una primera similitud es que en los desarrollos de estos números irracionales
se ven aparecer “cortejos rimados” de números naturales.
39
Como consecuencia,
c c b p
= φ; = = φ = 1, 272 · · ·
a b a
Es decir, el único triángulo rectángulo cuyos
√ lados están en progresión geométrica
es (esencialmente) aquel cuya razón es φ. En este triángulo rectángulo ABC el
ángulo en B vale 51◦ 50’. . . .
Volvemos a Egipto
En 1840, el general Howard Vyse midió el ángulo en la base del triángulo me-
ridiano de la gran pirámide del Gizeh y obtuvo que ese ángulo es precisamente 51◦
50’, es decir, el semitriángulo “central” de la gran pirámide es semejante al triángulo
“aúreo”. Piazzi-Smyth9 encontró la aproximación 148,208 m para la altura de la
gran pirámide y 232,805 m para el lado de la base.
1.- “es una sola y no más” (unidad supremo epíteto de Dios mismo);
2.- “una misma proporción se encontrará siempre entre tres términos, y nunca de
más o de menos” (como la Santísima Trinidad);
3.- “no puede nunca determinarse con un número inteligible ni expresarse me-
diante cantidad racional alguna” (Dios no puede definirse propiamente);
4.- “es siempre la misma y siempre invariable y de ninguna manera puede cam-
biar” (Dios no puede cambiar);
5.- “confiere, según Platón, el ser formal al cielo mismo” (Dios confiere el ser a
la virtud celeste).
No quiero acabar sin comentar alguna curiosidad, que me parece interesante.
En el Capítulo I de La divina Proporción, el autor agradece al Duque de Milán su
mecenazgo sobre las artes y la ciencias y, entre otras cosas, escribe: . . . Vuestra
Alteza dijo, con sus áureas y melifluas palabras, que es digno de grandı́sima
consideración de Dios y del mundo aquel que, estando dotado de alguna vir-
tud, la comunica a los demás de buen grado, cosa que es caridad para con el
prójimo y alabanza y honor para él mismo, imitando el sagrado dicho quod
ne sine figmento didice et sine invidia libenter comunico . . . . . . grandemente
excitado por las mencionadas palabras recobré aliento en la solitaria pendiente
43
para preparar este breve compendio y utilı́simo tratado titulado La Divina Pro-
porción. . . . . . como afirman Aristóteles y Averroes, nuestras matemáticas son
las más verdaderas de las cosas verdaderas, en el primer grado de la certeza,
y a ellas siguen todas las demás ciencias naturales. . .
Por último, creo que, una vez que ha aparecido el fútbol, hay que finalizar el
tema poéticamente, con un soneto que Rafael Alberti dedicó a la Divina Proporción:
44 2. La Divina Proporción
Existen muchísimas páginas web que tratan del número de oro. el lector tiene
toda internet disponible para encontrarlas. Igualmente, hay muchísima bibliografía
que trata los temas de los que hemos hablado; doy tres referencias que son básicas.
Bibliografía
[1] Ghyka Matila C. El Número de Oro I y II, Poseidón, 1968.
[2] Ghyka Matila C. Estética de las proporciones en la naturaleza y en las
artes, Poseidón, 1977.
[3] Pacioli Luca. La Divina Proporción, Ediciones Akal, S.A. 1991. Traduc-
ción del original de 1509.
1
UNIDAD IZTAPALAPA
LA PROPORCÍON ÁUREA
Proporciones estáticas.
Proporciones dinámicas.
√
El número áureo es un número irracional, el cual se define como 1+ 5 ∼
=
2
1,6180339887..., este número ha sido tema de estudio de matemáticos, fı́sicos,
filósofos, arquitectos, pintores y músicos desde la antigüedad.
La primera aparición del número áureo, fue alrededor del año 2500 A.C.
dentro de la cultura egipcia, la gran pirámide que forma parte de la tri-
ada de pirámides de Giza fue construida con esta proporción. Al parecer,
además de ser la tumba del faraón, la intención de sus constructores era la
levantar un enorme observatorio astronómico, un gigantesco reloj. De he-
cho, sus cuatro caras laterales están perfectamente alineadas con los cuatro
puntos cardinales, y el corredor que lleva a la cámara interior está orientado
con la estrella polar. Con ella se podı́an medir los dı́as, meses, calcular los
equinoccios y solsticios para precedir el cambio de estaciones, etc.
El hecho es que, el área total de la pirámide y el área lateral se encuentran
en proporción áurea, y también lo están el área lateral y el área de la base,
lo que se comprobará enseguida:
AT AL
= = 1,618
AL AB
Es decir, el número áureo ya aparece hace 4 500 años.
1. Historia del número áureo 7
Cabe notar que este problema también esta resuelto en Libro II, Proposi-
ción 11
Dividir una recta dada de manera que el rectángulo comprendido por la
(recta) entera y uno de los segmentos sea igual al cuadrado del segmento
restante.
A lo largo de la historia esta proporción ha recibido distintos nombres al-
gunos ejemplos son, divina proporción por Luca Pacioli y sección divina por
1. Historia del número áureo 9
√
1+ 5
La construcción geométrica del número áureo φ = 2 , es muy simple.
2. Se toma el punto medio m de uno de sus lados (en este caso lado ab).
Entonces:
√ √
1 5 1+ 5
ab = 1 ac = am + mi = 2 + 2 = 2 =φ
am = mb = 12
√ √ √
5 5 1 1− 5
mi = mc = 2 bc = mi − mb = 2 − 2 = 2 = − φ1
ac ab
= =φ
ab bc
Ahora bien
ac = 1 + bc
entonces
1 + bc 1
=
1 bc
por lo tanto
x2 = x + 1
Rectángulo áureo
El rectángulo áureo es aquel que se construye de forma tal que la
rázon entre las longuitudes de los lados es igual al número áureo.
Triángulo áureo
3. Entonces a0 t = at = φ
ta0 ta ba bd ba0
= = = = =φ
aa0 aa0 aa0 aa0 aa0
ta0 te ba bi bd bg ta th da0 di
= 0 = = = = = = = = =φ
te ea bi ia bg gd th ha di ai
3. NÚMEROS DE FIBONACCI, EL NÚMERO ÁUREO Y LA
FÓRMULA DE BINET
a+c
a−b=b−c ⇒ b=
2
a b √
= ⇒ b= ac
b c
3. Números de Fibonacci, el número áureo y la fórmula de Binet 22
Por otra parte una progresión geométrica o sucesión geométrica está cons-
tituida por una secuencia de elementos en la que cada uno de ellos se
obtiene multiplicando el anterior por una constante, denominada razón
o factor de la progresión, si an es una progresión geométrica se cumple
la fórmula recursiva an+1 = ran en particular an = rn a0
alrededor del año 1200 por Leonardo de Pisa (Fibonacci) como solución
al problema de los conejos, el cuál dice lo siguiente: En un patio cerra-
do, se coloca una pareja de conejos, recién nacidos, para ver cuántos
descendientes produce en el curso de un año, y se supone que cada mes
a partir del segundo mes de su vida, cada pareja de conejos da origen
a una nueva pareja.
Esta sucesión tiene númerosas aplicaciones en la ciencia de la com-
putación, matemática y teorı́a de juegos. Antes que Fibonacci escirbiera
su trabajo, la sucesión de números de Fibonacci habı́a sido descubier-
ta por un matemático hindú llamado Hemachandra (1089 − 1173) en
1150, habı́a estudiado los patrones rı́tmicos que se forman con sı́labas
o notas de uno o dos pulsos, el número de tales rı́tmos, teniendo juntos
una cantidad de “pulsos” era Fn+1 .
1, −1, 2, −3, 5, −8, 13, −21, 34, −55, 89, −144, . . . (3.4)
Además F0 = 0.
sn+2 = λsn+1 = λ2 sn
y
sn+2 = sn+1 + sn = λsn + sn .
1, φ, φ2 , φ3 , φ4 , φ5 , . . .
φ2 − φ = 1 de aquı́ que φ2 = φ + 1
φ3 = φ2 φ = (φ + 1)φ = φ2 + φ
φ4 = φ3 φ = [(φ + 1)φ]φ = (φ + 1)φ2 = φ3 + φ2
Probar para k + 1
φk+3 = φk+2 φ = (φk + φk+1 )φ
= φk+1 + φk+2
1 1 1
Corolario 1. φn
= φn−1
+ φn−2
∀n ≥ 2
y se demuestra análogamente a la anterior.
Por otra parte, si utilizamos la expresión aditiva para esta sucesión
tenemos los valores:
1, φ, φ + 1, 2φ + 1, 3φ + 2, . . .
. . . , −3φ + 5, 2φ − 3, −φ + 2, φ − 1, 1, φ, φ + 1, 2φ + 1, 3φ + 2, . . . (3.10)
2φ − 3 = φ−3
−φ + 2 = φ−2
φ − 1 = φ−1
1 = 1
φ = φ
φ + 1 = φ2
2φ + 1 = φ3
Ası́, las potencias del número áureo pueden escribirse como:
φn = Fn φ + Fn−1 , (3.11)
1 1 1
. . . , −φ3 , φ2 , −φ, 1, − , 2 , − 3 , . . . (3.12)
φ φ φ
y, en términos de la recursión aditiva, esta elección de valores da lugar
a la sucesión:
2 1 1 1 1 2 3
. . . , −3 − , 2 − − 1 − , 1, − , 1 − , 1 − , 2 − , . . . (3.13)
φ φ φ φ φ φ φ
3. Números de Fibonacci, el número áureo y la fórmula de Binet 29
de donde
Fn
Fn+1 + = φn
φ
obteniéndose ası́ una ecuación algebraicamente equivalente a (3.11).
Como − φ1 también es solución de la ecuación λ2 = λ + 1 en forma
análoga podemos demostrar que
1 1
(− )n = Fn (− ) + Fn−1 (3.14)
φ φ
Otra relación interesante que encontramos entre los números de
Fibonacci y el número áureo es la siguiente:
Fn
lı́m =φ
n→∞ Fn−1
Demostración. Si este lı́mite existe y es L 6= 0 entonces
Fn
L = lı́m
n→∞ Fn−1
Fn−1 + Fn−2
= lı́m
n→∞ Fn−1
Fn−2
= lı́m 1 +
n→∞ Fn−1
1
= 1 + lı́m
n→∞ Fn−1
Fn−2
1
= 1+ L
Por lo tanto
1
L=1+ ası́ L2 = L + 1
L
3. Números de Fibonacci, el número áureo y la fórmula de Binet 30
1 1
Analogamente, como 2
= 1 − , entonces
φ φ
r s r
1 1 1
= 1− = 1− 1− ,
φ φ φ
1
I = a0 +
1
a1 +
1
a2 +
a3 + . . .
Este tipo de fracción se denomina fracción continua y puede es-
cribirse en forma continua como I = [a0 , a1 , a2 , a3 , . . .].
3. Números de Fibonacci, el número áureo y la fórmula de Binet 31
1
x =
1
1+
1+x
y en forma continua tenemos
1
x =
1
1+
1
1+
1 + ...
y como la solución positiva de la ecuación es 1/φ, tenemos que
1 1
=
φ 1
1+
1
1+
1 + ...
y como φ = 1 + φ1 , se obtiene
1
φ=1+ 1
1+ 1
1+ 1+...
n
X n
X
F2k = (F2k+1 − F2k−1 ) = F2n+1 − F1 = F2n+1 − 1
k=1 k=1
n−1
X
F2k+1 = F2n − 1
k=1
n−1
X n−1
X
F2k+1 = (F2k+2 − F2k ) = F2n − F2 = F2n − 1
k=1 k=1
Xn Xm m−1
X
(−1)k Fk = (−1)2k−1 F2k−1 + (−1)2k F2k
k=1 k=1 !k=1
m−1
X
= − F2k+1 − F1 + F2(m−1)+1 − 1
k=1
= (−(F2m − 1) − 1) + (F2m−1 − 1)
= (−F2m + F2m−1 ) − 1
= (−Fn+1 + Fn ) − 1
= −Fn−1 − 1
= (−1)n Fn−1 − 1
Proposición 5.
Fn Fn+1 − Fn Fn−1 = Fn2
3
X
Fk Fk−1 = F2 F1 + F3 F2 = 1 + 2 = 3 = 22 − 1 = F32 − 1,
k=2
3. Números de Fibonacci, el número áureo y la fórmula de Binet 36
n+3
X n+1
X
Fk Fk−1 = Fk Fk−1 + Fn+2 Fn+1 + Fn+3 Fn+2
k=2 k=2
2
= Fn+1 − 1 + Fn+1 Fn+2 + Fn+2 Fn+3
= (Fn+1 (Fn+1 + Fn+2 ) + Fn+2 Fn+3 ) − 1
= Fn+1 Fn+3 + Fn+2 Fn+3 − 1
= (Fn+1 + Fn+2 )Fn+3 − 1
2
= Fn+3 − 1.
n+3
X n+1
X
Fk Fk−1 = Fk Fk−1 + Fn+1 Fn+2 + Fn+2 Fn+3
k=2 k=2
2
= Fn+1 + Fn+1 Fn+2 + Fn+2 Fn+3
= Fn+1 (Fn+1 + Fn+2 ) + Fn+2 Fn+3
= Fn+1 Fn+3 + Fn+2 Fn+3
= (Fn+1 + Fn+2 )Fn+3
2
= Fn+3 .
Probar para k + 1
Fk+1 = Fk + Fk−1
= √1 (φk − (− φ1 )k ) + √1 (φk−1 − (− 1 )k−1 )
5 5 φ
= √1 (φk + φk+1 ) − 1 1 1
√ [(− ) + (− )k−1 ]
k
5 5 φ φ
1 1 1
φk+1 = φk + φk−1 , y (− )k+1 = (− )k + (− )k−1
φ φ φ
de donde
1 1
Fk+1 = √ (φk+1 − (− )k+1 )
5 φ
2 2
Fn+2 Fn − Fn+1 = (Fn+1 + Fn )Fn − Fn+1
2
= Fn+1 Fn − Fn+1 + Fn2
= Fn+1 (Fn − Fn+1 ) + Fn2
= Fn+1 (−Fn−1 ) + Fn2
= −(Fn+1 Fn−1 − Fn2 )
= −(−1)n
= (−1)n+1
para cualquier n ≥ 0
Fn+(k+1) = F(n+k)+1
= Fn+k + Fn+k−1
= (Fk Fn+1 + Fk−1 Fn ) + Fk−1 Fn+1 + Fk−2 Fn
= (Fk + Fk−1 )Fn+1 + (Fk−1 + Fk−2 )Fn
= Fk+1 Fn+1 + Fk Fn
Proposición 9.
2
Fn+1 + Fn2 = F2n+1
F22 + F12 = 12 + 12 = 2 = F3 .
2 2
Fn+2 + Fn+1 = (Fn+1 + Fn )2 + (Fn + Fn−1 )2
2
= (Fn+1 + Fn2 + Fn+1 (2Fn + Fn+1 )
= F2n+1 + Fn+1 (Fn + Fn+2 )
= F2n+1 + Fn Fn+1 + Fn+1 Fn+2
= F2n+1 + F2n+2
= F2n+3
Fn(k+1) = Fnk+n
= Fn Fnk+1 + Fn−1 Fnk
= Fn Fnk+1 + Fn−1 (dFn )
= Fn (Fnk+1 + dFn−1 )
de donde Fn | Fn(k+1) .
Fn+2 = 1Fn+1 + Fn
Fn+1 = 1Fn + Fn−1
Fn = 1Fn−1 + Fn−2
.
.
.
F4 = 1F3 + F2
F3 = F2 + F1 = 2F2
y el último residuo no es cero es F2 = 1, por lo que el máximo común
divisor de Fn+2 y Fn+1 es igual a 1, luego entonces Fn+2 y Fn+1 son
primos relativos.
3. Números de Fibonacci, el número áureo y la fórmula de Binet 42
r0 = q1 r1 + r2 0 ≤ r2 < r1
r1 = q2 r2 + r3 0 ≤ r3 < r2
r2 = q3 r3 + r4 0 ≤ r4 < r3
.
.
.
rn−3 = qn−2 rn−2 + rn−1 0 ≤ rn−1 < rn−2
rn−2 = qn−1 rn−1 + rn 0 ≤ rn < rn−1
rn−1 = qn rn
Nótese que aquı́ hemos utilizado n divisiones. Además cada uno
de los cocientes q1 , q2 , ..., qn−1 es mayor o igual a 1 y qn = 2 ya que
rn < rn−1 . De donde,
rn ≥ 1 = F 2
rn−1 ≥ 2r2 ≥ 2F2 = F3
rn−2 ≥ rn−1 + rn ≥ F3 + F2 = F4
.
.
.
r2 ≥ r3 + r4 ≥ Fn−1 + Fn−2 = Fn
b = r1 ≥ r2 + r3 ≥ Fn + Fn−1 = Fn+1
Por lo que, si se utilizan n divisiones en el algoritmo de Euclides
debemos tener b ≥ Fn+1 . Ahora mostramos por inducción el siguiente
teorema.
3. Números de Fibonacci, el número áureo y la fórmula de Binet 43
Fn−2 + Fn+1
Fn =
2
Proposición 13.
2 2
Fn+2 − Fn+1 = Fn Fn+3
2 2
Fn+2 −Fn+1 = (Fn+2 +Fn+1 )(Fn+2 −Fn+1 ) = (Fn+2 +Fn+1 )Fn = Fn+3 Fn .
Proposición 14.
2
Fn+2 − Fn2 = F2n+2
2
Fn+2 − Fn2 = (Fn+2 − Fn )(Fn+2 + Fn )
= Fn+1 (Fn+2 + Fn )
= Fn+1 Fn+2 + Fn+1 Fn
= F(n+1)+(n+1)
= F2n+2
3. Números de Fibonacci, el número áureo y la fórmula de Binet 45
2
Fb+1 Fb+1 − Fb Fb+2 = Fb+1 − Fb+2 Fb = (−1)(b+1)−1 = (−1)b F1 .
gcd(Fn , Fm ) = Fgcd(n,m)
tenemos
gcd(Fa , Fb ) = Fgcd(a,b) .
Para estudiar una sucesión y sus propiedades suele ser útil estudiar
su función generadora asiciada.
f (x) = a0 + a1 x + a2 x2 + ...,
P∞
F (x) = F0 + F1 x + Fk xk
Pk=2
∞
= F0 + F1 x + k=2 (Fk−1 + Fk−2 )xk
= x + k≥2 Fk−1 xk + k≥2 Fk−2 xk
P P
= x + xF (x) + x2 F (x)
3. Números de Fibonacci, el número áureo y la fórmula de Binet 49
φx − cos(πx)φ−x
F (x) = √ .
5
La cual tiene las mismas caracterı́sticas que la sucesión de Fibonacci:
F (0) = 0, F (1) = 1 y F (x) = F (x − 1) + F (x − 2) para cualquier
número real, o complejo x.
4. NÚMERO ÁUREO Y SU RELACIÓN CON LAS BELLAS
ARTES
Pintura y escultura
Con la llegada del Renacimiento a Italia, apareció una nueva e in-
fluyente clase social constituida por los humanistas. Hasta entonces, la
Iglesia habı́a condicionado toda la vida cultural, pero ahora la ciencia
llegaba directamente al ciudadano, gracias al aristotelismo, en boga
durante los comienzos del Renacimiento. Ésta filosofı́a fue cediendo te-
rreno al platonismo y el arte empezó a basarse sobre la propia ciencia.
La geometrı́a y otras ramas de las matemáticas ocuparon un lugar esen-
cial en la nueva concepción de la cultura, se desecho el arte puramente
lineal y se busco con ahı́nco la forma tridimensional.
La pintura italiana de los comienzos del siglo XV es todavı́a narra-
tiva y escoge los muros de las Iglesias. La técnica, en especial el fres-
co, es de gran sencillez. Sin embargo, con la pintura al óleo, el artista
abandona la limitada temática religiosa y se complace en mostrar el es-
plendor de la forma, la luz y el espacio infinito. En pintura, temprano
amanecer del realismo de Giotto, sus figuras tridimensionales ocupando
un espacio racional, y su interés humanista en expresar la personalidad
individual en lugar de los modelos góticos tardı́os, fue seguido por un
retroceso a las convenciones conservadoras de finales del gótico.
El renacimiento italiano en pintura se considera que comenzó en
Florencia con los frescos de Masaccio, luego las pinturas sobre panel
y frescos de Piero della Francesca y Paolo Uccello. Todos ellos comen-
4. Número áureo y su relación con las bellas artes 51
Arquitectura
Superficies largas
1
Diapasón diapente 3
(3/6/9)
3
Diapasón diatesarón 8
(3/6/8)
√ √ √
en rectángulos dinámicos 2, 3, 5, φ, ası́ como algunos ejemplos de
descomposiciones armónicas del cuadrado en términos de φ.
√
Fig. 4.3: Rectángulo 2 descomposiciones armónicas
4. Número áureo y su relación con las bellas artes 61
√
Fig. 4.4: Rectángulo 3 descomposiciones armónicas
4. Número áureo y su relación con las bellas artes 62
√
Fig. 4.5: Rectángulo 5 descomposiciones armónicas
4. Número áureo y su relación con las bellas artes 63
Fig. 4.9: El Nacimiento de Venus. Galeriá Uffizi, Florencia. Témpera sobre lienzo,
172.5 x 278.5 cm.
Cronos y arrojados al mar. Sus largos cabellos rubios cubren sus partes
ı́ntimas mientras que con su brazo derecho trata de taparse el pecho,
repitiendo una postura tı́pica en las estatuas romanas de las Venus
Púdicas.
Técnicamente, Botticelli ha conseguido una figura magnı́fica aunque
el modelado es algo duro, reforzando los contornos con una lı́nea os-
cura, como si se tratara de una estatua clásica. De esta manera, el
artista toma como referencia la antigüedad a la hora de realizar sus
trabajos. Los ropajes se pegan a los cuerpos de los personajes, desta-
cando todos y cada uno de los pliegues y los detalles para demostrar
su formación como orfebre en su juventud. El resultado es sensacional
pero las pinturas de Botticelli parecen algo frı́as e incluso primitivas.
Análisis del cuadro
1. “Es una y nada más que una”. Pacioli compara el valor único
de la Proporción Áurea, al hecho de que la unidad “es el epı́teto
supremo de Dios”.
Fig. 4.11: La Última Cena. Museo: Santa Maria delle Grazie. Fresco, 480 x 880 cm.
4. Número áureo y su relación con las bellas artes 78
Fig. 4.12: Melancolı́a I. Biblioteca Nacional de Francia. Grabado, 23.9 x 16.8 cm.
Sólido de Durero
sólido de 8 caras, Schreiber (1999) notó que este parecı́a una especie
de cubo distorsionado, el cual primero se estira, dando ası́ las caras
rombales con ángulos de 72◦ , y luego trunca la parte superior e inferior
para producir las caras triangulares cuyos vértices se encuentran en la
circunsfera a los vértices del cubo azimutal.
s
23 1
h= √ −
5 4
Entonces el sólido resultante tiene seis caras pentagonales (126◦ −
108◦ − 72◦ − 108◦ − 126◦ ), de la cuales dos son triángulos equiláteros y
la longitudes de los lados tienen la proporción.
√ √
r
1 1
1 : (3 + 5) : (5 + 5)
2 2
a continuación:
BE BG
G corte áureo de BE ası́ BG
= GE
=φ
H punto medio de F E ası́ F H = HE
I punto medio de AB ası́ AI = IB
EH EJ
J corte áureo de EH ası́ EJ
= JH
=φ
K punto medio de HJ ası́ HK = KJ
L punto medio de AI ası́ AL = IL
M punto medio de AL ası́ AM = M L
N punto medio de IB ası́ IN = N B
O punto medio de HE ası́ HO = OE
BG BP
P corte áureo de BG ası́ BP
= PG
=φ
EG EQ
Q corte áureo de EG ası́ EQ
= QG
=φ
EO ER
R corte áureo de EO ası́ ER
= RO
=φ
S punto medio de BE ası́ BS = SE
BS BT
T corte áureo de BS ası́ BT
= TS
=φ
BT BU
U corte áureo de BT ası́ BU
= UT
=φ
BU BV
V corte áureo de BU ası́ BV
= VU
=φ
UV UW
W corte áureo de UV ası́ UW
= WV
=φ
Z punto medio de BV ası́ BZ = ZV
BZ BA1
A1 corte áureo de BZ ası́ BA1
= A1 Z
=φ
RE RB1
B1 corte áureo de RE ası́ RB1
= B1 E
=φ
4. Número áureo y su relación con las bellas artes 89
RE RB1
B1 corte áureo de RE ası́ RB1
= B1 E
=φ
C1 punto medio de EQ ası́ EC1 = C1 Q
BA BD1
D1 corte áureo de BA ası́ BD1
= D1 A
=φ
D1 A D1 E1
E1 corte áureo de D1 A ası́ D1 E1
= E1 A
=φ
QC QF 1
F 1 corte áureo de QC ası́ QF 1
= F1C
=φ
4. Número áureo y su relación con las bellas artes 90
S1 R1 S1 G2
G2 corte áureo de S1 R1 ası́ S1 G2
= G2 R1
=φ
U1 F 2 U 1 H2
H2 corte áureo de U 1 F 2 ası́ U 1 H2
= H2 F 2
=φ
U1 V 1 U 1 I2
I2 corte áureo de U 1 V 1 ası́ =
U 1 I2
=φ I2 V 1
Para continuar con la construcción, tómese los puntos J2, K2, L2, M 2,
N 2, O2, P 2, Q2, R2, S2, T 2 y U 2 como se muestra en el diagrama:
C1 E C1 A3
Sea A3 el corte áureo de C1 E, esto es C1 A3
= A3 E
Se trazan los segmentos de recta y de circunferencia como indica la
figura (4.15)
Finalmente, se borran los trazos auxiliares, quedando el análisis final
de luz y sombra de Balmori.
Fig. 4.19: Las Modelos. Instituto de Arte de Chicago. Óleo sobre lienzo, 207.6 x
308 cm.
Fig. 4.20: Ası́ pues la mujer situada de frente y de pie, sobre el eje del cuadro se
inscribe rigurosamente en una banda vertical entre el borde de La Grande
Jatte y el de los marcos . Las otras mujeres a uno y otro lado, obedecen
a triángulos isóceles. El de la derecha es el más esticto: a la derecha por
la lı́nea de las piernas, a la izquierda por la del quitasol; la cabeza se
encierra en el ángulo agudo. A la izquierda, la geometrı́a es más discreta:
sobre el triángulo del grupo de La Grande Jatte, se superpone el de la
mujer de espaldas, sentada sobre una especie de taburete, sobre el cruce
de un quitasol y la perpectiva del muro subrayada por un abanico.
4. Número áureo y su relación con las bellas artes 101
cita histórica para situar la época del principio del liberalismo mexicano
y también la del liberalismo católico en contraste con la intolerancia
inquistorial de la colonia española expresado en el mural con el martirio
de la familia Carvajal, los primeros judios constructores de la industria
en la Nueva España. Si esta frase hiere, si molesta a mi pueblo, para
el que vivo, sueño y lucho, salga de ahı́ en buena hora.
Diego Rivera
4. Número áureo y su relación con las bellas artes 104
Fig. 4.21: Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central, fresco sobre tablero
transportable, 1947, Museo Mural Diego Rivera, INBA
4. Número áureo y su relación con las bellas artes 105
Fig. 4.23: Cristo de San Juan de la Cruz. Museo Kelvingrove, Reino Unido. Óleo
sobre lienzo, 205 x 116 cm.
Fig. 5.2: Proporciones de la cabeza humana (1488 h.). Leonardo da Vinci. Royal
Library, Windsor Castle. Dibujo, 21.3 x 15.3 cm.
El “Método Triángular”
El “Metodo Circular”
Fig. 5.4: Izquierda; hombre de ocho cabezas de longuitud. derecha; mujer de ocho
cabezas de longuitud
5. Cuerpo Humano 122
Proporción progresiva
Construcciones esterométicas
Fig. 5.8: Rocio Lafuente, Taller Coreográfico de la UNAM. Fotografı́a: Luis Angel
Hidalgo Solı́s.
6. PERSPECTIVA LINEAL
Fig. 6.1: La forma general del diagrama muestra los tres tipos de rayos, OC representa
el rayo céntrico, en ángulo recto con cualquier lı́nea sobre la superficie. Las
lńeas OE representan los rayos extrı́nsecos, los cuales van hacia los puntos en
la frontera de la superficie. Las lı́neas OM corresponden a los rayos medianos,
mismos que se dirigen hacia puntos dentro del contorno
6. Perspectiva lineal 127
A una gran distancia una cantidad parece ser no mas grande que
un punto.
Fig. 6.2: DE ha sido trazada paralela a BC. Los triángulos ABC y ADE son semejantes.
Ésta es una consecuencia inmediata de las proposiciones 6 y 3 de los Elementos,
si bien ahı́ no se encuentra demostrada.
Las partes del triángulo usual son los ángulos y los rayos, los
cuales son iguales en las cantidades proporcionales y desiguales en
6. Perspectiva lineal 129
Fig. 6.3: La pirámide visual es OAC. Los planos A’B’C’ y A”B”C” son intersecciones de
ella (es decir, posibles pinturas). Lo que Alberti señala es que las proporciones
entre magnitudes paralelas al objeto permanecen constantes. Por ejemplo, la pro-
porción entre las longuitudes A”B” y B”C” es la misma que la que corresponde
a AB y BC y la de A’B’ con B’C’.
Fig. 6.4: Objeto colineal con un rayo visual. Si un objeto está colocado a lo largo de
un rayo visual sus dos extremos no pueden formar los vértices de un triángulo
cuyo otro vértice se encuentre en O y por ende el objeto no ocupa espacio en la
pintura (o intersección).
6. Perspectiva lineal 130
Fig. 6.5: AB no es colineal con un rayo visual. Conforme aumenta el ángulo α más pequeño
se hace q’.
Los espacios paralelos son los espacios entre dos lineas equidistantes de
la que ya habı́amos hablado anterirmente, es trazar una diagonal de
cuadrángulos contiguos en el punto.
6. Perspectiva lineal 133
Mecanismo de la visión.
De óptica.
120.- Los rayos de los cuerpos luminosos crecen tanto más cuanto más
1
alejados de su origen.
121.- Los objetos no envı́an su imagen al ojo con arreglo a las pro-
porciones reales. La convergencia de los rayos rectos experimentan una
inflexión al penetrar en el ojo.
Acerca de la perspectiva, escribe del enunciado 124 al 142
124.- Entre los estudios de las causas y razones naturales tiene prefe-
rencia por sus muchos adeptos, el estudio de la luz; entre las grandes
cosas matemáticas, la certidumbre de la demostración regocija, muy
especialmente, el espı́ritu de los investigadores. La perspectiva preside,
pues, todos los tratados y disiplinas humanas allı́ donde las lı́neas se
complican con los modos de la demostración, encontrando la gloria de
la matemática y, aún más, de la fisica, floridas la una y la otra.
125.- La pintura se cimenta con la perspectiva, que no es sino el arte
de representar lo que se ve, o sea de hacer objetos parecidos a los que
contemplamos con los ojos.
Aunque la primera , que está más cerca del ojo, esté más baja que la
otra, parecerá más alta, conforme
se demuestra trazando la lı́nea per-
pendicular AN que corta la pirámide
del rayo visual; en la MA, para que la
parte que corresponde a la nube más
baja, y en NM, que está debajo de la
MA, en lo que respecta a la segunda.
140.- Entre las figuras de un mismo cuadro tendrá más relieve aquella
que esté más cerca del espectador.
142.- Entre dos objetos de la misma magnitud, pero a distancias diver-
sas, el más alejado se nos aparece bajo un ángulo menor. En la figura
adjunta, BD es igual a CE, pero CE llega al ojo mediante un ángulo
más pequeño que BD cuando está a mayor distancia de A según puede
verse en el ángulo CAE con relación al ángulo BAD.
6. Perspectiva lineal 138
Fig. 6.8: Proposición 14, Libro I. muestra la divisı́on del cuadrado por ortogonales
Fig. 6.9: Proposición 15, Libro I. muestra el procedimiento para completar el pavi-
mento
Fig. 6.10: Proposición 30, Libro I. detalle de la parte superior izquierda del diagra-
ma original
6. Perspectiva lineal 143
Tr
onc
o
Nudos
QC P C RB
= .
QA P B RA
Fig. 7.2: El diagrama para el teorema de Menelao, con triángulo ABC y transversal
P QR.
AB · AH = AC · AG = AD · AF.
Fig. 7.3: (a) Árbol donde el punto A separa cada par B, H; C, G; D, F (b) Árbol
donde A no separa cada par B, H; C, G; D, F .
todos con el mismo orden cuyo lı́mite es K, estos tres pares de ramas
pertenecen a un orden llamado las ramas de un árbol, y para cualquier
otra recta cb ubicada en el mismo plano, cada una de ellas determina
tres pares de nudos en involución gh, df, cg.
Fig. 7.5: Diagramas que muestran que seis puntos en involución es una propiedad
proyectiva
Se dice que dos figuras están en perspectiva, si todas las lı́neas rectas
que unen puntos correspondientes de las dos figuras son concurrentes.
El punto por el cual pasan estas rectas es llamado centro de perspec-
7. Los Inicios de la Geometrı́a Proyectiva 152
BQ CC 0 OB 0
= −1.
QC C 0 O B 0 B
Y del triángulo CAO con ACR como transversal que
CR AA0 OC 0
= −1.
RA A0 B CC 0
El producto de estas tres ecuaciones nos da
AP BQ CR
= −1.
P B QC RA
Que demuestra que P, Q y R son colineales. Ahora sean dados,
P, Q y R colineales, y consideremos los triángulos AAR y BBQ. Estos
triángulos están en perspectiva con P como centro de perspectiva. Más
aún O, C y C son los puntos de interseccin de sus pares de lados corre-
spondientes. Entonces estos tres puntos son colineales; es decir, la lnea
CC pasa por el punto de intersección de AA y BB. Esto establece el
inverso. La lı́nea en que están P, Q y R es el eje de perspectiva de los
triángulos ABC y ABC.
Veamos ahora la versión tridimensional del teorema, cuando los
triángulos están incluidos en planos distintos no paralelos, es sencilla.
Las rectas determinadas por A y B, y por A0 y B 0 , pertenecientes al
plano determinado por O, A, B, A0 y B 0 , se cortan en un punto que
está situado sobre la recta r de intersección de los planos Π1 y Π1 (se
trata del punto de intersección del plano determinado por los puntos
7. Los Inicios de la Geometrı́a Proyectiva 154
O, A, B, A0 , B 0 con la recta r). Lo mismo sucede con los otros dos pares
de rectas. (Si uno de los lados de los triángulos es paralelo a la recta r,
la intersección de las prolongaciones de los dos lados serı́a el punto del
infinito de la recta r, y el resultado sigue siendo válido).
Fig. 7.9: Tres puntos colineales son enviados en tres puntos cualesquiera por medio
de una sucesión de dos proyecciones.
h1 h
sin ∠OAC = , de donde h1 = AC sin ∠OAC = AC ,
AC OA
h1
sin ∠AOC = , de donde h1 = OC sin ∠AOC,
OC
y
h2 h
sin ∠OBC = , de donde h2 = CB sin ∠OBC = CB .
CB OB
De donde,
h1
AC sin ∠OAC
=
CB h2
sin ∠OBC
h1 sin ∠OBC
=
h2 sin ∠OAC
OC sin ∠AOC sin ∠OBC
=
OC sin ∠COB sin ∠OAC
OC sin AOC h/OB
= ·
OC sin COB h/OA
OA sin ∠AOC
=
OB sin ∠COB
[9] Euclides,Óptica
LA DIVINA PROPORCIÓN Y EL PENTAGRAMA PITAGÓRICO
La Sección áurea o Divina Proporción es uno de los capítulos más curiosos de la Geometría
pitagórica, donde se entremezclan los aspectos propiamente matemáticos con otros de
naturaleza mística y esotérica. Como tópico pitagórico aparece a lo largo de Los Elementos de
Euclides en los Libros II, IV, VI y XIII. En los Libros II y VI aparece la cuestión en relación con la
propia construcción geométrica de la «división de un segmento en media y extrema razón»,
que así llamaban los griegos a la subdivisión de un segmento en forma áurea, en el ámbito de
la Aplicación de las Áreas del Álgebra Geométrica, es decir, la resolución geométrica de
ecuaciones. En el Libro IV, la sección áurea se aplica a la construcción del triángulo áureo
vinculado a la inscripción del pentágono regular en un círculo. En el Libro XIII, tras el estudio
del propio pentagrama místico pitagórico, se demuestran bellísimas propiedades que vinculan
de forma áurea los lados de polígonos inscritos en un mismo círculo.
Además de sus hermosas propiedades geométricas, la Divina Proporción tiene mucha relación
con los números de Fibonacci, de donde surge su valor en la explicación de la belleza en la
naturaleza. Pero donde su aplicación es omnipresente es en la creación artística. Allí donde
haya una especial intensificación de la belleza y la armonía de las formas, se encontrará la
Divina Proporción, empezando por la naturaleza, de donde muchos artistas extraen su
inspiración. Por todo lo dicho, la Divina Proporción ha fascinado, cultura tras cultura, y ha
propiciado importantes especulaciones filosóficas, teológicas, científicas, estéticas e incluso
mágicas, desde que la humanidad empieza a reflexionar sobre las formas geométricas que
conforman el universo, siendo el Pitagorismo el sistema de pensamiento que empieza a dar
consistencia racional a toda esta doctrina, hasta llegar a Gaudí y Dalí, en nuestro tiempo.
75
76
La Sección áurea o Divina Proporción
La Sección áurea o Divina Proporción es uno de los tópicos de la Geometría pitagórica más
fascinantes por la decisiva influencia que ha tenido sobre el Arte, la Mística, la Biología e
incluso la Magia.
Aunque Euclides realiza una construcción equivalente a la Sección Áurea en la Proposición
II.11. de Los Elementos, introduce la noción en la Definición VI.3:
«Se dice que un segmento está dividido en media y extrema razón cuando el
segmento total es a la parte mayor como la parte mayor es a la menor».
A C AC BC
=
B BC AB
Esta subdivisión de un segmento era tan familiar y habitual para los antiguos griegos que no
sintieron la necesidad de darle un nombre concreto para designarla, se la llamaba «división
de un segmento en media y extrema razón» o de forma sucinta y lacónica «la sección».
Desde los tiempos de Luca Pacioli se la denomina «la Divina Proporción» y Leonardo da
Vinci y Kepler (para quien era «una piedra preciosa de la Geometría») la llaman «la Sección
Áurea».
Tomando AB=1, BC=x, la razón áurea se escribirá: (x+1)/x = x/1. Al número x se le llama el
«número de oro». Tradicionalmente se le representa por la letra griega φ, que es la inicial del
nombre del artista griego Fidias, escultor y arquitecto del Partenón. Así pues, φ es la
solución de la ecuación: φ2-φ-1=0, cuya raíz positiva es:
RP1 RP2
Así pues, = , es decir, R,P2,P1, están en proporción áurea.
RP2 P2 P1
77
La Sección áurea en Los Elementos de Euclides
Como tema importante de la Geometría pitagórica, la Sección áurea aparece de forma
notable en Los Elementos de Euclides en los Libros II, IV, VI y XIII.
En orden a acercarnos a la forma pitagórica original de la resolución de ecuaciones (lo que
se llama, según el término acuñado por Zheuthen, el «Álgebra Geométrica» de los griegos,
que nutre el Libro II de Los Elementos de Euclides, de origen totalmente pitagórico), veamos
la construcción geométrica de la Sección Áurea.
La construcción de la sección áurea requiere la resolución de una ecuación cuadrática. En
efecto, sea el segmento AB=a, dividido por el punto H de forma áurea, siendo AH=x el
segmento mayor de la división; la propiedad áurea se escribe:
a/x = x/(a-x), de donde se obtiene la ecuación: x2=a2–ax, cuya resolución algebraica
Pitágoras debió aprender de los babilonios. No obstante es plausible que Pitágoras la
resolviera por un procedimiento análogo al que encontramos en Los Elementos de Euclides
II.11 y VI.30 :
Euclides II.11: «Dividir una recta en dos partes de modo que el rectángulo comprendido por
la recta entera y por una de sus partes sea equivalente al cuadrado de la otra parte».
Euclides VI.30. «Dividir un segmento en media y extrema razón».
Para dividir un segmento AB en media y extrema razón,
F G Euclides construye en la Proposición II.11 el cuadrado ABCD
de lado AB, divide el segmento AC en dos partes iguales
mediante el punto E, traza el segmento EB y extiende el
segmento CEA hasta F de manera que EB=EF. Por último
A H B obtiene el punto H buscado completando el cuadrado AFGH.
Se comprueba que H resuelve el problema mostrando
fácilmente que AB/AH = AH/HB.
En efecto: hay que probar que AH2=AB·HB, equivalente a que
E el cuadrado de lado AH sea igual en área al rectángulo de
lados BD y HB, equivalente a su vez a que el rectángulo de
lados FC y FG sea equivalente al cuadrado de lado AB.
Ahora bien según Euclides I.47 (Teorema de Pitágoras), se
C D tiene:EB2 = AE2+AB2 . Además, se verifica:
EB2 = EF2 = (AF+AE)2 = AF2+AE2+2AE·AF = AF2+AE2+AC·AH = AE2+FC·FG.
Simplificando AE2 de ambas expresiones resulta: AB2 = FC·FG, lo que había que probar.
La Proposición II.11 de Los Elementos de Euclides en la edición de E.Ratdolt (Venecia, 1482). Este
ejemplar procede de la Biblioteca Monástica de Yuso del Monasterio de San Millán de la Cogolla.
Esta proposición euclídea contiene el fundamento geométrico de la Seción Áurea mediante la
solución geométrica de la ecuación cuadrática ax+x2=a2 por el método de Aplicación de las Áreas.
78
LA DIVINA PROPORCIÓN EN LOS ELEMENTOS DE EUCLIDES
79
El número áureo y los números de Fibonacci
A partir de la relación φ2-φ-1=0 que verifica el numero áureo, se obtienen las expresiones:
1
φ = 1+ φ ,φ = 1+ , de donde por aplicación reiterada de las mismas obtenemos las
φ
siguientes expresiones infinitas para φ:
1
φ = 1+ 1+ 1+ 1+" , φ = 1+
1
1+
1
1+
1
1+
1+"
Por otra parte, calculando las sucesivas potencias de φ, se obtiene:
φ0=0+1=1+0, Busto de Leonardo de
Pisa, conocido por
φ1=0+φ=1+(1/φ), Fibonacci, en una estatua
de Pisa.
φ2=1+φ=2+(1/φ), Fibonacci es uno de los
matemáticos medievales
φ3=1+2φ=3+(2/φ), más importantes. A él se
φ4=2+3φ=5+(3/φ), debe la famosa sucesión
que lleva su nombre: {1,1,
φ5=3+5φ=8+(5/φ), 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, ...},
aplicada al estudio del
φ6=5+8φ=13+(8/φ), crecimiento armónico en
la naturaleza e
φ7=8+13φ=21+(13/φ), íntimamente vinculada a
la Proporción Áurea.
φ8=13+21φ=34+(21/φ),
de donde se advierte la relación entre el número de oro y la sucesión de Fibonacci definida
mediante Fn+1= Fn+Fn-1, n≥1, F1=1, F2=1.
Fn+1 1 Fn
Ya que = 1+ , se deduce que el límite Lím n→∞ es igual al número de oro φ,
Fn Fn Fn−1
Fn−1
resultado que expresa la propiedad que publicó en 1753 el matemático escocés R.Simpson
en la revista Philosophical Transactions:
«La razón de un término y el siguiente, en la sucesión de Fibonacci, se acerca al
número de oro, a medida que se avanza en ella.»
1 1 + 5 1 − 5
n n
1 1 n +1 n
Fn = − = n + ( −1) φ .
5 2 2 5 φ
A partir de esta fórmula se obtiene una expresión para el cociente del límite anterior:
Fn 1 + ( −1)n+1 φ2n
=φ .
Fn+1 1 + ( −1)n+ 2 φ2n+ 2
80
El rectángulo áureo y las espirales áureas
Un rectángulo AFGD se llama áureo cuando las dimensiones guardan las proporciones
áureas. La Proposición II.11 de Euclides nos permite realizar la construcción de un
«rectángulo áureo» a partir de un cuadrado ABCD.
A E B F
En la construcción AE=EB y EF=EC.
Observamos que si AE=EB=1, al ser BC=2, por el
Teorema de Pitágoras EC= 5 , por tanto
AF=1+ 5 . Luego efectivamente los lados del
rectángulo AFGD están en proporción áurea:
AF 1 + 5
= = φ.
AD 2
D C G
La constatación del carácter áureo del rectángulo AFGD AF/FG=FG/BF determina que los
rectángulos AFGD y BFGC son semejantes y por tanto éste último también es áureo. Esto
muestra el carácter auto-reproductivo del rectángulo áureo.
En efecto, si partimos de un rectángulo áureo ABCD, sustrayendo el cuadrado AEFD de
lado la dimensión menor AB del rectángulo, resulta que el rectángulo EBCF es áureo. Si
ahora de éste sustraemos el cuadrado EBGH, el rectángulo resultante HGCF es áureo. Este
proceso se puede reproducir indefinidamente, obteniéndose una sucesión de rectángulos
áureos encajados que convergen hacia el polo O de una espiral logarítmica.
La espiral logarítmica vinculada a los rectángulos áureos gobierna el crecimiento armónico de muchas
formas vegetales (flores y frutos) y animales (conchas de moluscos), aquellas en las que la forma se
mantiene invariante. Se trata de un crecimiento gnomónico cuyo ejemplo más visualmente representativo
es la concha del Nautilus.
81
La Divina Proporción en la Belleza y el en el Arte
Importantes especulaciones filosóficas, teológicas, naturales y estéticas han surgido en
torno a la Divina Proporción desde que la humanidad empieza a reflexionar sobre las formas
geométricas que conforman el mundo, siendo el pitagorismo quien comienza a dar
consistencia racional a toda esta doctrina. La Sección Áurea está presente en el arte sacro
de Egipto, la India, China y el Islam, domina el arte griego, persiste, aunque oculta, en la
Arquitectura gótica de la Edad Media y resurge para su consagración en el Renacimiento.
Puede decirse que donde haya una especial intensificación de la belleza y la armonía de las
formas, ahí se encontrará la Divina Proporción, por ejemplo en muchos aspectos de la
naturaleza, de donde muchos artistas extraerán su inspiración.
La Divina Proporción, sobre todo en forma de rectángulo áureo, constituye uno de los
métodos canónicos de composición para obras de arte más utilizados por toda clase de
artistas a lo largo de toda la Historia del Arte. Mencionemos a título de ejemplo algunas
obras, que según numerosos estudios, son emblemáticas de la utilización de las
proporciones áureas:
• Arquitectura: la gran Pirámide de Keops, el Partenón, la Tumba rupestre de Mira, el
templo de la Concordia de Agrigento, El arco de Septimio Severo, la gran muralla china,
la Puerta de la muralla de Bagdad, San Pablo de Londres, El Castillo de Windsor, Santa
María de las Flores de Florencia, Palacios de la Plaza de la Concordia de París, la
fachada de la Universidad de Salamanca, etc.
• Pintura: el Bautismo de Cristo de P. della Francesca, la Primavera de Boticelli, la Santa
Cena y la Anunciación de Leonardo, San Miguel abatiendo al demonio y la bella
Jardinera de Rafael, La Creación de Miguel Ángel, Los Pastores de la Arcadia de
Poussin, las Meninas de Velázquez, Saturno devorando a sus hijos de Goya, el Cristo
(Corpus Hipercubicus ) y «Leda atómica (el famoso cuadro representando a Gala),
ambos de Dalí, etc.
En cuanto a escultura son legión las obras que guardan las proporciones áureas ya que es
precisamente en el cuerpo humano donde podemos descubrir el significado físico y
metafísico del número de oro, tal y como lo expresa el aforismo de Heráclito y de
Protágoras: «El hombre es la medida de todas las cosas». Numerosos trabajos a caballo
entre el Arte y la Anatomía establecen que la Divina Proporción interviene en el canon ideal
de la belleza humana, en particular en las dimensiones del rostro y de la mano.
Quizá sea Vitrubio en su obra De Architectura quien más explícitamente trata estas
cuestiones, en relación con proporciones medias e ideales del cuerpo. Según Vitrubio, los
escultores griegos habían estudiado con profundidad las proporciones del cuerpo humano,
esculpiendo sus obras según las dimensiones áureas como lo habían hecho los arquitectos
en los templos y monumentos. Para Vitrubio mientras los órganos sexuales dividen en dos
mitades exactas el cuerpo humano, el ombligo divide al cuerpo de acuerdo con la sección
áurea. No obstante, al nacer, el ombligo divide al niño exactamente en dos, y en el curso de
la maduración el ombligo se traslada al punto de la división áurea. La descripción que con
todo detalle realiza Vitrubio es plasmada por la genialidad artística de Leonardo da Vinci en
su diseño más conocido sobre la figura humana: «El Hombre de Vitrubio».
La proporción de oro es una razón que desde sus orígenes pitagóricos ha fascinado cultura
tras cultura. A partir del Renacimiento se convirtió en la proporción utilizada por arquitectos,
pintores, escultores, impresores y diseñadores y en nuestra época las múltiples
proporciones áureas presentes en el cuerpo humano influyeron sobre el arquitecto Le
Corbusier en muchos de sus proyectos. Duckworth encontró en Princeton en 1940 que la
Divina Proporción presidía la longitud de los parágrafos de La Eneida de Virgilio y Lendvay
ha demostrado que Bela Bartok usó la razón áurea en sus composiciones. También ciertos
estudios musicales (alguno publicado en revistas tan prestigiosas como American Scientist)
han establecido el uso de la proporción de oro en algunas composiciones de Mozart,
Beethoven, Schubert, Debussy y Satie. Todo ello ha llevado a plantearse si los artistas han
usado la Divina Proporción de forma consciente como una referencia para su trabajo
creativo o inconscientemente debido a la ubicuidad de esta razón en el mundo que nos
rodea ya que vivimos en un mundo proporcionado por la razón áurea.
82
PROPORCIONES ÁUREAS
EN LA PIRÁMIDE DE KEOPS
El área total de la pirámide y el área lateral se encuentran en proporción áurea, y
también lo están el área lateral y el área de la base.
Demostración :
La altura de la
pirámide es de 146
metros, y tiene por
base un cuadrado de
230 metros de lado
sobre el que se
apoyan 4 triángulos
equiláteros.
Para calcular el área de cada triángulo hay que conocer su altura, ya que se conoce
su base que es 230.
Se forma un triángulo rectángulo con la altura de la pirámide(146), la altura de
cada triángulo(h) y la mitad de la base (115).
83
LA DIVINA PROPORCIÓN EN
EL PARTENÓN DE ATENAS
84
LA DIVINA PROPORCIÓN EN
SANTA MARÍA NOVELLA DE FLORENCIA
La Divina Proporción en
su forma de rectángulo
áureo está presente en
buena parte de la
geometría de la fachada
de Santa María Novella
de Florencia.
85
EL HOMO CUADRATUS DE LEONARDO
86
LAS PROPORCIONES ÁUREAS EN
MONUMENTOS EMBLEMÁTICOS
Comprobación empírica mediante el compás áureo de las proporciones áureas que guardan
algunas dimensiones de magníficas construcciones como la Puerta de Bagdad, la Gran Muralla
China, El Castillo de Windsor y San Pablo de Londres.
Comprobación empírica mediante el compás áureo de las proporciones áureas que guardan algunas
dimensiones de tallos con hojas, flores, insectos y pájaros. La Divina Proporción es un componente
matemático de la belleza natural.
Comprobación empírica mediante el compás áureo de las proporciones áureas que guardan
las dimensiones de algunos objetos.
La Divina Proporción o Sección Áurea se encuentra por doquier, con tal de que se la quiera
buscar. Y en la actualidad, donde el diseño juega un papel esencial en el consumo, la
Divina Proporción incide decisivamente en la conformación de muchos objetos.
88
La obra de Luca Pacioli La Divina Proporción
La Divina Proporción de Luca Pacioli (Venecia, 1509) es una de las obras más significativas
del ambiente científico y artístico de la Italia de finales del siglo XV, convirtiéndose en uno de
los puntos de partida de los numerosos estudios dedicados a las proporciones en el cuerpo
humano y en el Arte que se escribieron a lo largo del Renacimiento. La obra responde a la
visión filosófica, teológica y estética del neopitagorismo y neoplatonismo que interpretaban
la imagen del universo como un macrocosmos concebido armónicamente, en el que el
hombre y su visión a través del Arte sería un microcosmos reflejo del supremo orden
universal. En el tratado la razón áurea es concebida como
principio universal de la belleza y como modelo de
evolución de las formas que conservan la imagen de
perfección de la unidad divina original, como manifestación
de la afinidad del mundo creado con la perfección de su
fuente divina y de su potencial evolución futura.
En los primeros capítulos de su obra, La Divina
Proporción, Luca Pacioli se refiere a las propiedades y
«singulares efectos» de la sección áurea, para pasar
después a estudiar de forma muy profunda, con
argumentos teológicos y filosóficos, las propiedades
geométricas y místicas de los poliedros regulares bajo una
orientación totalmente inspirada en la cosmogonía
platónica del Timeo.
Previamente, Luca Pacioli escribe un auténtico panegírico
sobre la concepción y el supremo grado de certeza de las
diversas ciencias matemáticas, alude a los beneficios que
producen en el estudio de todo tipo de disciplinas desde la
Filosofía y la Teología a las Leyes y la ciencia militar, al
La Divina Proporción de Luca Pacioli, contener sus propios fundamentos, y pone como hitos
Akal, Madrid, 1991.
De esta edición se toman las
históricos fundacionales de la Matemáticas los trabajos de
referencias, con indicación de página. Pitágoras, Platón, Euclides y Arquímedes.
En el Capítulo II de La Divina Proporción, Luca Pacioli escribe (Akal, Madrid, 1991, p.33):
Proemio del presente tratado llamado La Divina Proporción
«Las Matemáticas son el fundamento y la escala para llegar al conocimiento de cada una
de las demás ciencias, por encontrarse en el primer grado de certeza, como afirma el
filósofo cuando dice “Mathematicae enim scientiae sunt in primo grado certitudinis et
naturales sequuntur eas”. Como se ha dicho, las ciencias y disciplinas matemáticas se
encuentran en el primer grado de certeza y las siguen todas las ciencias naturales; y sin el
conocimiento de aquellas se hace imposible. Igualmente está escrito en la sabiduría que
“omnia consistunt in numero, pondere et mensura”, es decir, que todo aquello que se
encuentra distribuido por el universo inferior y superior se reduce necesariamente a
número, peso y medida.»
89
LA DIVINA PROPORCIÓN DE LUCA PACIOLI
A LA DIVINA PROPORCIÓN
A ti, maravillosa disciplina,
media, extrema razón de la hermosura
que claramente acata la clausura
viva en la malla de tu ley divina.
A ti, cárcel feliz de la retina,
áurea sección, celeste cuadratura,
misteriosa fontana de mesura
que el universo armónico origina.
A ti, mar de los sueños angulares.
flor de las cinco formas regulares,
dodecaedro azul, arco sonoro.
Luces por alas un compás ardiente.
Tu canto es una esfera trasparente.
A ti, divina proporción de oro.
90
LA DIVINA PROPORCIÓN Y LOS ATRIBUTOS DE DIOS
SEGÚN LUCA PACIOLI
El propio nombre que acuña Luca Pacioli –Divina Proporción– sintetiza las
correspondencias que guarda la razón áurea con los atributos de la Divinidad,
relacionados en el Capítulo V de la obra (Akal, Madrid, 1991, pp. 41–42) :
91
92
El Pentagrama místico pitagórico. Geometría y mística
Buena parte de la Geometría pitagórica en relación con los
poliedros y con la sección áurea, tuvo que ver con el pentágono
regular.
La figura de la estrella de cinco puntas que se forma al trazar las
cinco diagonales de una cara pentagonal de un dodecaedro
regular, llamado pentágono estrellado, Pentacle, Pentalfa o
pentagrama místico, parece haber sido una especie de símbolo
esotérico de identificación, a modo de anagrama, de la Escuela
Pitagórica (según Jámblico en su obra, Vida de Pitágoras). Por eso
los pitagóricos estudiaron exhaustivamente la construcción y propiedades del pentagrama.
El Pentagrama místico fue uno de los tópicos geométricos más importantes de la Escuela
pitagórica por sus bellísimas propiedades geométricas de las que nace su simbolismo
místico que será ampliamente desarrollado en el capítulo quinto. Además, según veremos,
el Pentagrama místico pudo estar en la base del más importante hallazgo científico de los
pitagóricos: el descubrimiento de las magnitudes inconmensurables, una de las causas de la
profunda crisis que arruinó a la cofradía pitagórica.
De momento digamos que una de las curiosas propiedades del Pentagrama, que imponía
respeto a los pitagóricos era su «unicursalidad»: «la estrella pentagonal puede ser trazada
por el movimiento de un punto sin pasar dos veces por el mismo lado»
Una segunda propiedad profundamente aritmológica en su esencia inspiraba a los
pitagóricos un entusiasmo místico, relacionando el pentagrama con la palabra salud
(υγιεια =higieia, de donde deriva higiene). Aunquela
υ palabra υγιεια tiene seis letras, a veces se producía
una contracción que hacía desaparecer la primera
(como atestiguan algunas inscripciones) quedando
entonces con cinco letras υγεια, que se situaban
α γ sobre cada uno de los vértices del Pentagrama, que
de esta forma se convertía en el anagrama supremo
de la salud. Al ser el Pentagrama, a su vez, el
símbolo de reconocimiento de los pitagóricos, de aquí
podría provenir el término ¡Salud! como saludo ante el
ι ε encuentro de dos personas.
EL HOMBRE–MICROCOSMOS
91
SIMBOLISMO DE LOS ATRIBUTOS MATEMÁTICOS
EN LA COMUNIDAD PITAGÓRICA
92
El triángulo áureo
El pentagrama místico pitagórico se obtiene a partir de tres triángulos isósceles iguales (por
eso al pentagrama pitagórico se le llama también «tripletriángulo») que tienen los ángulos
iguales dobles del ángulo desigual. Este tipo de triángulo se construye en la Proposición 10
del Libro IV de Los Elementos de Euclides, cuyo contenido es de raíz pitagórica en su mayor
parte. En la siguiente Proposición, la IV.11, se construye efectivamente el pentagrama a
base de inscribir en un círculo un pentágono regular y trazar las diagonales, las cuales de
forma sorprendente se cortan determinando segmentos que están en proporción áurea
siendo el segmento mayor igual al lado del pentágono (Euclides
A XIII.8). En efecto:
Por otra parte el triángulo isósceles ABG cumple una propiedad muy especial: los lados
iguales están en proporción áurea con el lado menor ya que φ = EH/HB = AB/GB.
A un tal triángulo que es el que construye Euclides en la Proposición IV.10 de Los
Elementos se le llama «triángulo áureo»; tiene ángulos en la base de 72º y en el vértice de
36º, y al igual que el rectángulo áureo es «auto-reproductivo»:
Partiendo del triángulo ABC, la bisectriz
del ángulo B corta a AC in D de forma
áurea. El triángulo BCD siendo
semejante al original ABC resulta ser un
triángulo áureo. La bisectriz del ángulo C
corta a BD en el punto E de forma áurea
y el triángulo CDE resulta ser áureo. Este
proceso, que es otra forma del
crecimiento gnomónico, es indefinido,
obteniéndose una sucesión de triángulos
áureos que convergen hacia el polo de
una espiral logarítmica que pasa por los
sucesivos vértices de los triángulos.
Además, es fácil advertir las siguientes
relaciones:
Si tomamos HG como unidad de longitud
se verifica:
HG = 1
FE = 1φ + 1
ED = 2φ + 1
DC = 3φ + 2
CB = 5φ + 3
BA = 8φ + 5
...........
donde nuevamente aparece la relación con la sucesión de Fibonacci.
93
EL TRIÁNGULO ÁUREO
EN EL LIBRO IV DE LOS ELEMENTOS DE EUCLIDES
94
LA DIVINA PROPORCIÓN Y EL PENTAGRAMA MÍSTICO EN
EL LIBRO XIII DE LOS ELEMENTOS DE EUCLIDES
Fragmentos de las Proposiciones XIII.8, XII.9, XII.10 de Los Elementos de Euclides sobre
propiedades muy curiosas, hermosas e interesantes acerca de relaciones entre los lados de
polígonos inscritos en el mismo círculo y que constituyen la base de los teoremas posteriores sobre
las construcciones de los poliedros inscritos en una esfera.
En la Proposición 8 Euclides demuestra que las diagonales de un pentágono se cortan en razón
áurea –un resultado pitagórico de presunta trascendencia sobre el descubrimiento de los
inconmensurables–. De la Proposición 9 resulta que los lados del hexágono y el decágono se
yuxtaponen de forma áurea; y de la Proposición 10 que los lados del pentágono, hexágono y el
decágono inscritos en un mismo círculo forman un triángulo rectángulo. He aquí los enunciados
de estas proposiciones:
• XIII.8. Si en un pentágono equilátero y equiángulo, unas rectas opuestas subtienden dos
ángulos consecutivos, se cortan entre sí en media y extrema razón y sus segmentos mayores son
iguales al lado del pentágono [las diagonales de un pentágono regular se cortan en media y
extrema razón, siendo el segmento mayor igual al lado del pentágono].
• Proposición XIII.9. Si se unen el lado de un hexágono y el de un decágono inscritos en el
mismo círculo, la recta entera resultante queda dividida en media y extrema razón, y su
segmento mayor es el lado del hexágono.
• Proposición XIII.10. Si se inscribe un pentágono equilátero en un círculo, el cuadrado del lado
del pentágono es igual a los cuadrados de los lados del hexágono y del decágono inscritos en el
mismo círculo [Teorema de Ptolomeo].
En esta edición de Ratdolt (Ejemplar de la Biblioteca del Monasterio de San Millán de Yuso), las
Proposiciones 8 y 12 ocupan el lugar 11 y 8, respectivamente.
95
El simbolismo del pentagrama místico pitagórico
El simbolismo del pentagrama místico no es privativo de la Escuela pitagórica como
muestran las siguientes ilustraciones:
Pentagrama mesopotámico (2600 a.C.), pentagrama judío (500 a.C.) y pentagrama romano (78 a.C.).
Monedas griegas con simbología pitagórica pentagonal halladas en Metaponto (440 a.C.),
Melos (420 a.C.) y Pitane (350 a.C.).
Pitágoras debió recoger en su viajes de juventud la tradición mesopotámica y a su vez la
doctrina pitagórica se trasmitió a otros pueblos mediterráneos como judíos y romanos. La
cuestión es que el pentagrama místico de Pitágoras fue un diagrama simbólico esencial del
esoterismo geométrico de los pitagóricos, trasmitido desde la antigüedad hasta el siglo XVIII,
y bajo la forma ideológica que adquirió en el Timeo de Platón, recogida por Vitrubio, forma
parte de dos tradiciones culturales importantes: los trazados de los arquitectos y las estrellas
pentagonales del simbolismo mágico europeo, corrientes subterráneas que emergen a la luz
a través de la obra de Luca Pacioli La Divina Proporción, que con finalidad teológica
racionaliza los arcanos del misticismo geométrico pitagórico, exhumando una ciencia
geométrica en cuyas fuente beberán Alberti, Durero y otros muchos artistas del
Renacimiento.
Las cofradías de constructores, albañiles y artesanos medievales trasmitieron de generación
en generación un ritual iniciático en el que la Geometría pitagórica desempeñaba un papel
preponderante, interviniendo en la construcción de las grandes catedrales góticas donde
encontramos toda una enciclopedia gráfica en los trazados de rosetones donde el místico
símbolo pitagórico irradia luminosa magnificencia a través de los vitrales. Ejemplos
bellísimos del pentagrama encontramos en Notre-Dame de París, en Saint-Ouen de Rouen,
en el magnífico rosetón norte de la Catedral de Amiens, en Santa Catalina de Estrasburgo,
en la abadía de Westminster, en la iglesia de Santa María de Lemgo, etc. En España uno de
los más elegantes, aunque muy modesto es el de la Iglesia de San Juan de Castrogeriz
(Burgos) en el Camino de Santiago.
96
EL SIMBOLISMO DEL PENTAGRAMA MÍSTICO
EN LA ARQUITECTURA RELIGIOSA
98
El aspecto geométrico de la metafísica de los números introducido por el pitagorismo en la
Filosofía de la Estética aparece en multitud de signos lapidarios y se incorporó a la Magia
europea, en lo que se ha llamado la Magia Gótica, que en sus técnicas y supersticiones
adoptó muchas fórmulas pitagóricas obtenidas a través de la Gnosis, el Hermetismo y la
Kábala. El carácter geométrico del esoterismo de esta magia la distingue de sus
compañeras de Asia, África y América. El pentagrama es la figura, por excelencia, que se
utiliza en los conjuros y que confiere, al que sabe servirse de ella, el conocimiento supremo,
aunque mal empleado a propósito, sobre todo como pentagrama negro o maléfico, invertido,
con dos puntas para arriba (como la cabeza de un macho cabrío) puede desencadenar la
furia de los demonios.
El célebre mago Cornelio Agrippa (a quien Descartes estudió con interés) publicó un
importante tratado de magia De Occulta Philosophia, que contiene un libro sobre la Kábala
de evidente influencia pitagórica. En su obra (donde aparece la famosa ilustración que
presenta a un hombre inscrito en el pentagrama como símbolo del Microcosmos) Agrippa
escribe: «Las Ciencias matemáticas son parientes de la magia,... porque todo cuanto pueda
existir en las fuerzas naturales esclavas no consiste más que en número y armonía».
Siguiendo a Pitágoras Agrippa vincula el pentagrama con las virtudes del número cinco,
aclamándolo como «símbolo de la felicidad y de la gracia, sello del Espíritu Santo y vínculo
que todo lo enlaza».
Paracelso, gran experto en talismanes y símbolos mágicos, reduce a dos todos los signos a
que obedecen los espíritus: el Hexagrama o Sello de Salomón, representación del
Macrocosmos y el Pentagrama representación del Microcosmos humano, que es «el signo
más poderoso de todos». Paracelso aplica el Pentagrama en una Teoría armónica de la
Fisiología y considera que todo estado patológico se debe a la ruptura de la armonía interior.
φ2 φ2
φ φ
φ 1 φ
1 1
φ
φ φ
φ2 1 1 φ2
φ φ
φ φ
φ2
100
ESPIRALES ÁUREO–PENTAGONALES
101
FRACTALES ÁUREO–PENTAGONALES
102
REMINISCENCIAS PITAGÓRICAS
EN OBRAS DE GAUDÍ Y DALÍ
La estrella pentagonal pitagórica (Pentagrama místico) en tres mosaicos del Parque Güell de Barcelona.
103
EL SIMBOLISMO DEL PENTAGRAMA MÍSTICO PITAGÓRICO
El Pentagrama pitagórico, tal vez utilizado como símbolo de poder, forma parte de la parafernalia
militar, sobre todo en los distintivos de los mandos. También el Pentágono es el símbolo y la forma
física de la más importante institución militar de los EEUU.
Probablemente de aquí puede provenir el hecho de que la estrella pentagonal aparezca en numerosas
banderas (Argelia, Burkina Faso, Burundi, Cabo Verde, Camerún, Rep. Centoaficana, Chile, China,
Comores, Corea, Cuba, Djibuti, EEUU, Filipinas, Ghana, Granada, Guinea-Bissau, Honduras, Irak,
Liberia, Marruecos, Mauritania, Micronesia, Mozambique, Paquistán, Panamá, Papúa, Puerto Rico,
Salomón, Samoa, Santo Tomé, Senegal, Singapur, Siria, Somalia, Surinam, Togo, Túnez, Turquía,
Uzbequistán, Venezuela, Vietnam y la Unión Europea).
En la ilustración las banderas de Cuba y la Unión Europea.
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PITÁGORAS FILÓSOFO Y MATEMÁTICO
Pitágoras filósofo. Grabado de History of Philosophy.
Thomas Stanley, 1660.