Funciones continuas

Generalizando la noción que conocemos para funciones reales de variable real,

vamos a estudiar la continuidad para funciones entre dos espacios métricos
cualesquiera. La definimos de forma que quede claro que se trata de una noción
topológica. Analizamos con detalle el carácter local de la continuidad y comprobamos
que la composición de aplicaciones preserva la continuidad. Como primera propiedad
relevante de las funciones continuas, comprobamos que preservan la compacidad.

Motivación

Para que se comprenda mejor la definición de continuidad, empezamos por

repasar el caso conocido: una función real de variable real. Sea pues f : A → R donde
A es un subconjunto no vacío de R. Recordamos que f es continua en un punto x ∈ A
cuando, para toda sucesión {xn} de puntos de A tal que {xn} → x , se tiene que { f (xn)}
→ f (x) . Es claro que esta misma definición podría usarse para una función entre dos
espacios métricos cualesquiera, pues en ambos podemos usar la convergencia de
sucesiones.
Sin embargo, conviene tomar como definición de continuidad una condición que
se exprese directamente en términos de la topología. La solución la encontramos en
la caracterización (ε − δ) de la continuidad:

∀ε > 0 ∃δ > 0 : y ∈ A , |y − x | < δ ⇒ | f (y) − f (x) | < δ (1)

Usando bolas abiertas en R con la distancia usual, (1) toma la forma:

∀ε > 0 ∃δ > 0 : f B(x,δ) ∩ A ⊂ B f (x),ε) (2)

Como ha ocurrido otras veces, podemos sustituir las bolas abiertas por entornos
arbitrarios. Más concretamente, usando entornos en R con la distancia usual, es claro
que (2) equivale a

∀V ∈ U f (x) ∃U ∈ U(x) : f (U ∩ A) ⊂ V (3)

La última inclusión se escribe en la forma U ∩ A ⊂ f −1(V ) , donde usamos la

notación habitual para la imagen inversa de un conjunto por una función: f −1(V ) = {y
∈ A : f (y) ∈ V }. Finalmente, decir que f −1(V ) ⊃ U ∩ A con U ∈ U(x) , equivale a decir
que f −1(V ) es entorno de x en el espacio métrico A, con la distancia inducida por la
usual de R.
En resumen, si consideramos en R la distancia usual, y en A la inducida por ella,
hemos visto que f es continua en x si, y sólo si, la imagen inversa por f de cada entorno
de f (x) en R es un entorno de x en A. Tenemos así expresada la continuidad de una
forma que sólo involucra entornos en los espacios métricos de partida y llegada de
nuestra función. Esta condición es la que tomaremos como definición de continuidad
para una función entre dos espacios métricos cualesquiera, definición que podríamos
usar también para espacios topológicos.
 Continuidad en un punto

En todo lo que sigue, E y F serán dos espacios métricos arbitrarios, y

denotaremos por d a las distancias de ambos espacios.
Decimos que una función f : E → F es continua en un punto x ∈ E cuando la imagen
inversa por f de cada entorno de f (x) en el espacio F es un entorno de x en E :
V ∈ U f (x) =⇒ f −1(V ) ∈ U(x)

Puede llamar la atención que sólo consideremos funciones definidas en todo el

espacio E y no sólo en un subconjunto suyo, digamos A. La razón es que A también
es un espacio métrico con la distancia inducida, luego no perdemos generalidad
suponiendo que A = E.
Ha quedado muy claro que la continuidad de una función en un punto es una
propiedad topológica. Sin embargo, sustituyendo como siempre entornos por bolas
abiertas, tenemos una caracterización de la continuidad en términos de las distancias
que estemos usando. Además, como no podía ser de otra forma, tenemos una
caracterización secuencial de la continuidad, es decir, en términos de convergencia
de sucesiones:

Para f : E → F y x ∈ E , las siguientes afirmaciones son equivalentes:

(i) xf nes
(iii) ∈ continua
E ∀n ∈ enN, el
{xpunto x.
n } → x
⇒ { f (xn)} → f (x) .
(ii) ∀ ε > 0 ∃δ > 0 : y ∈ E , d(y,x) < δ ⇒ d f (y), f (x) < ε .

(i) ⇒ (ii) . Dado ε > 0 , B f (x),ε es un entorno de f (x) en F luego su imagen inversa por f
δx E existe > 0 tal que B(x, ) f 1 B f(x), .EPara y
será entorno
de en , es decir, δ δ ⊂ − ε ∈
. Para 0 , sea
ε δ 0 dado n N
con d(y,x) < se tiene entonces f(y) B f (x), ) , es decir, d f (y), f (x) < ε .
⇒ { }→ ∈
(ii) (iii) > > por (ii) . Por ser x x , existe m tal que, para