Sie sind auf Seite 1von 5

¿Qué ES INIQUIDAD SEGÚN LA BIBLIA?

Por el
Pastor Raúl Garcia HOMBRES EN LA BRECHA
11 de septiembre de 2013 a las 17:24

La iniquidad es un círculo vicioso de culpa, pecado y castigo.

Es un círculo del cual no podemos salir sin la ayuda de Dios.

Porque Él llevó nuestros pecados e iniquidades, para que fuésemos libres de ella, él murió
por nosotros, y nos justificó delante del Padre.

Cuando el hombre natural, es decir, el que no ha nacido de nuevo, vive mortificado por la
culpa y el castigo de sus actos, es un círculo vicioso, de pecado y castigo.

Hoy en día, la iglesia institucional, hace el rol de Dios, donde el liderazgo hace
masivamente congresos, seminarios, encuentros para “liberar” al hombre de sus
iniquidades. Sin enseñarles las verdades de la Palaba y de la obra de Cristo, les tienen
atados a su pasado, a las maldiciones, y les dicen que deben "mapear sus vidas"

Y aún lo más grave ponen a los hijos de Dios, a los nacidos de nuevo a ser “liberados” por
métodos humanos y sicológicos, los ponen a renunciar de sus pecados, de las maldiciones
generacionales, al fin y al cabo en el tiempo vuelve aflorar sus inquietudes en los no
nacidos de nuevo.

Y a éstos les ponen carga y no les presentan la obra de Cristo que los libertó del pecado,
para que éste no se enseñoree de su vida. Son libres, pero perecen por falta de
conocimiento. Oseas 4:6

Independientemente del pecado, ya que cualquier pecado tiende a esclavizar al hombre. El


pecado quiere reinar y controlar al hombre natural y lo hace. El hombre está controlado por
la parte débil, la parte más vulnerable, la parte más sensible de manipular, las obras de la
carne.
Este efecto es casi inconsciente ya que muchos ni siquiera se dan cuenta que están en este
círculo vicioso. Digo que no importa el pecado porque cualquiera que sea el pecado causara
estos mismos síntomas.

El pecado trae culpabilidad, la culpabilidad trae una serie de pecados recurrentes, a esta
cadena de transgresiones, se le llama iniquidad, y finalmente esta iniquidad se presenta
como castigo.

El castigo puede ser auto castigo, dando origen en muchos casos a enfermedades o
dolencias por su estado de culpa, pueden llegar a depresiones profundas, a un estado
constante de ansiedad y finalmente a suicidios, etc. A veces es demasiado tarde cuando la
persona solicita ayuda.

Hay dos formas para salir de éste círculo:

1. Si no han recibido a Jesús como Señor y Salvador, deben hacerlo, de esta manera
serán libres del pecado, ya el pecado no se va enseñorear sobre ellos, y la obra regeneradora
del Espíritu Santo, la lectura de la Palabra, y la comunión e intimidad con Dios hará que
alcancen la madurez espiritual en sus vidas. Porque Jesús murió por sus pecados e
iniquidades y gozarán de salud espiritual.

2. Si son hijos de Dios, nacidos de nuevo, llevarles al conocimiento de quienes son en


Cristo, y que el pecado de su pasado, Jesús los llevó a la cruz y pagó precio de –sangre, y
ninguna maldición caerá sobre ellos del pasado o del presente, como dice en 1 Juan 5:18 “el
diablo no les puede tocar “ a la vez estamos en las manos del Señor.” y estamos
escondidos en las manos del Señor, Colosenses 3:3 “porque habeis muerto (al pecado),
y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.”

¿Quién contra nosotros? Tengamos confianza en quienes somos en Cristo y dediquémonos


a la lectura y estudio de la PALABRA, Y A LAS ORACIONES DIARIAMENTE, y
tengamos amigos que sean del redil del Señor.
La iniquidad es una tendencia fuerte hacia el pecado es inherente a nuestra naturaleza
carnal. En el hebreo original cuando se escribía con gráficos, la iniquidad era representada
como un pequeño cordón torcido, lo más parecido al símbolo del ADN.

Los hijos de Dios tienen el arma adecuada: La Palabra, la obra de la cruz y el testimonio.

“Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del
testimonio de ellos y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.” Apocalipsis 12:11

La iniquidad ha sido perdonada en la cruz, debemos recordar que Cristo pagó por medio de
Su Sangre, él es el cordero que quita el pecado.

La iniquidad no se enseñorea sobre los hijos de Dios, no hay que ministrarles sanidades
de recuerdos (que se contrapone a la palabra de dios al escudriñar el pasado como lo hemos
enseñado) o interior, la obra del Espíritu es poderosa, por medio de la regeneración que es
un proceso de santificación del Espiritu.

Quiero referirme a los síntomas de la iniquidad y la solución que Dios ha provisto, ya que
un gran número de cristianos "padece de los síntomas de la iniquidad" por permitir que la
ignorancia y la carne gobiernen sus vidas, y si no practican las disciplinas espirituales cada
día, van a ser sujetos a la complacencia de las obras de la carne, del viejo hombre, y su
salvación estará en peligro.

Con el nuevo pacto Cristo aclaró el camino y declara que el pecado está condenado a la
carne.

“El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he
hablado son espíritu y son vida. Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús
sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar”. Juan
6:63-64
El pecado está condenado a la carne, Jesus nos enseñó que las cosas carnales nunca
vencerán las cosas del espíritu.

Cristo a través de este poderoso verso nos dice que la manera de traspasar esta barrera es
creyendo al espíritu.

El pecado se ensañó con Cristo y Cristo lo condenó a la carne, la única manera de salir
de este círculo vicioso de iniquidad es quitándole el poder a la iniquidad a través de creer
las verdades espirituales.

La manera de quitarle el poder a la iniquidad es creer la obra de Cristo en la cruz.

“Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando
a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la
carne; para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a
la carne, sino conforme al Espíritu”. Romanos 8:3-4

Cristo destruyó el poder de la iniquidad y el pecado no tiene poder sobre ti, si tú no le


permites que te condene. Cristo pago el precio y tú no debes aceptar ninguna condenación.
Esto le quita el poder al pecado y desarma el engaño de la culpabilidad, condena y auto-
castigo. (Romanos 8:1)

“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no
andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”. Romanos 8:1

La única manera de salir de este círculo de condenación, de culpabilidad y pecado es


creyendo lo que la palabra dice y actuando sobre ella.
La biblia dice que no hay ninguna condenación para sus hijos y Cristo llevo la condena, la
culpa, la maldición y la enfermedad.

¡Somos libres por su gracia!.

¿Qué merito tiene la carne? Ninguno para que la carne no se sienta orgullosa de gobernar,
eso le quita el poder a la carne y el espíritu comienza a gobernar.

¡Ahora ya no estás en la carne ahora estas en el espíritu!.

NO NECESITAS "LIBERACIONES" volvamos a las viejas sendas que nos enseñó el


profeta Jeremias, a poner nuestros ojos en Cristo Jesús, y caminemos como Jesús caminó
en esta tierra. 1 Juan 2:6

Das könnte Ihnen auch gefallen