Dorsales oceánicas: vulcanismo, hidrotermalismo y yacimientos de metales

de mañana.

El fondo de los océanos está formado por una inmensa cadena volcánica
submarina, este es móvil y de natura basáltica, dicha cadena son las denominadas
dorsales oceánicas, estas constituyen la principal fuente de rocas ígneas y corresponden
el rasgo topográfico de mayor longitud de la superficie terrestre así como también son las
responsables de la creación de nueva litosfera de esta manera se origina la expansión del
fondo oceánico, la cual se mide en cm por año.
El fondo de los océanos se aleja de manera simétrica de las dorsales oceánicas y
se va enfriando y haciéndose mas denso para acabar tarde o temprano por volver a las
profundidades del manto terrestre, la litosfera oceánica se hunde al nivel de fosas
oceánicas que pasan hacia las zonas de subducción.
El vulcanismo submarino de las dorsales está representado por una zona de vidrio
volcánico negro y brillante originado por el contacto entre el magma basáltico a
temperaturas de aproximadamente 1200 °C y el agua del mar a 2°C. También estos
procesos submarinos se caracterizan por: presencia de lavas almohadilladas, lagos de
lava, coladas fluidas y coladas masivas, dependiendo de la fluidez y la voluminosidad de
las lavas.
La interacción entre el agua del mar y las rocas de la costra oceánica produce
profundas modificaciones de las propiedades físicas, químicas y mineralógicas de la
costas, esos intercambios químicos contribuyen en controlar la química del agua del mar
así como también tienen consecuencias métalogénicas de la interacción basalto-agua
dando como resultado sulfuros polimetálicos ricos en hierro, cobre y zinc denominados
furamarolas además de óxidos de hierro y de manganeso. Una característica de las
fumarolas es que están rodeados por una densa fauna hidrotermal, concentraciones de
gusanos tubicolos Riftia son propios de estos lugares.

El agua del mar se infiltra por las grietas y fracturas de la nueva litosfera, desciende y
reacciona con los basaltos atravesados hasta alcanzar la zona de reacción que se encuentra
en el techo de la cámara magmática, aquí ya el agua se ha convertido en un fluido
hidrotermal caliente cargado de metales, que luego asciende a la superficie por tener una
baja densidad creando así corrientes de convección del agua. Al llegar a la superficie el
fluido precipita en forma de sulfuros polimetálicos como pirita, calcopirita, blenda, etc.
Estos depósitos de minerales son los denominados black smokers, que posteriormente
debido a su gran concentración tendrán importancia económica.

Las dorsales oceánicas y todos los procesos geológicos asociados a ellas, tienen un gran
importancia en la formación de yacimientos metálicos, ya que en ellas los depósitos de
minerales tienen grandes concentraciones de cobre, hierro, zinc, plomo, bario, manganeso,
cobalto, oro y plata, ue resultan explotables económicamente.

Las dorsales oceánicas y la expansión del fondo marino son procesos geológicos que no se
detienen, lo que implican la continua formación de depósitos de sulfuros que luego serán
aprovechados por el hombre para su explotación y en caso de que se agoten las reservas en
las minas terrestres, probablemente el hombre creará nuevas tecnologías que le permitan
explorar y explotar los depósitos de minerales que se encuentran en el fondo marino.