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Modelización de columnas de grava

Conference Paper · October 2016

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Jorge Castro Cesar Sagaseta


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Modelización de columnas de grava
Jorge Castro1, César Sagaseta, Almudena Da Costa, Jorge Cañizal
Universidad de Cantabria, Santander

RESUMEN: En el presente artículo se revisan las principales técnicas de modelización de columnas de grava, tanto para
columnas convencionales como columnas ensacadas con geotextil. Se ha tratado de recoger los avances y recomendacio-
nes más recientes en este sentido. En cuanto al modelo geométrico, las principales alternativas son la celda unidad, zan-
jas longitudinales de grava en deformación plana, anillos equivalentes de columnas en simetría axial, terreno mejorado
equivalente o modelos tridimensionales. Se presenta un análisis específico para grupos de columnas bajo zapatas, anali-
zando la influencia de la posición y número de columnas en el grupo. En el caso de terreno homogéneo y columnas flotantes,
se estudia la longitud crítica de las columnas, que es del orden de dos veces el ancho de la zapata y algo superior para co-
lumnas ensacadas. Por último, se analizan algunos aspectos relativos a la modelización de columnas como son la in-
fluencia de los efectos de la instalación, los parámetros a emplear para el material de las columnas y la modelización del
revestimiento con geotextil para el caso de columnas ensacadas.

PALABRAS CLAVE: Columnas de grava, columnas ensacadas, métodos numéricos, soluciones analíticas, longitud óptima.

1. INTRODUCCIÓN cia (Dhouib et al., 2004) de que en 1836 el coro-


nel Burbach empleó en Bayona (Francia) colum-
Las columnas de grava constituyen uno de los nas de arena como cimentación profunda para
métodos habituales de mejora del terreno para sustituir a los pilotes de madera, muy comunes
la cimentación de terraplenes o estructuras en por aquel entonces pero que se degradan rápi-
suelos blandos. Son perforaciones verticales en damente en terrenos sometidos a fluctuaciones
el terreno, que se rellenan en sentido ascen- del nivel freático. Sin embargo, no ha sido hasta
dente con grava introducida mediante un vibra- los años 50 del pasado siglo cuando las colum-
dor, que va realizando su compactación. nas de grava empezaron a utilizarse. Surgieron
El concepto de emplear inclusiones granu- al intentar emplear la vibrocompactación clá-
lares para mejorar un suelo blando es relativa- sica en suelos no granulares, en los cuales la
mente antiguo. Por ejemplo, se tiene constan- cohesión e impermeabilidad del terreno no per-

1
castrogj@unican.es E.T.S. Ing. Caminos, C. y P. Avda. de los Castros 44, 39005 Santander.

MODELIZACIÓN DE COLUMNAS DE GRAVA 567


mite el reordenamiento instantáneo de las par- avances recientes más significativos en este
tículas en configuraciones más densas. aspecto. También se revisan someramente
Las columnas de grava actúan como inclu- algunos aspectos particulares relacionados con
siones con una mayor rigidez, resistencia y per- la modelización de las columnas como son los
meabilidad que el terreno natural. Por tanto, parámetros a utilizar para las columnas de
permiten mejoran los siguientes aspectos: grava y el geotextil que encapsula a las colum-
- capacidad portante nas, los efectos debidos a la instalación de las
- estabilidad al deslizamiento columnas y la longitud óptima de las columnas.
- asiento final La palabra modelización se entiende en senti-
- tiempo de consolidación do amplio, abarcando aspectos geométricos,
- potencial de licuefacción mecánicos, constructivos y geotécnicos.
Esta revisión se considera útil y de interés
La reducción del potencial de licuefacción debido a que la profusión de los métodos numé-
está fuera del alcance de la presente comuni- ricos permite análisis más detallados, pero
cación (para más información ver Seed y Boo- requiere una concepción clara de las técnicas de
ker, 1977 o Kirsch y Kirsch, 2010), limitándose modelización. Además, como se verá más ade-
a los otros cuatro aspectos, en especial a la lante, en algunas ocasiones existe cierta confu-
reducción de asientos. El estudio de las colum- sión sobre los modelos y aspectos a estudiar, por
nas de grava y su modelización está condicio- ejemplo, se utilizan resultados válidos para una
nado a cuál de los aspectos anteriores se pre- única columna para estudiar un gran grupo de
tende estudiar. columnas sometido a carga repartida.
En suelos muy blandos que no proporcionan
un adecuado confinamiento lateral, las colum- 2. MODELOS PARA COLUMNAS
nas de grava no son apropiadas, ya que no se
puede garantizar su propia estabilidad, forma Para simplificar y poder abordar el estudio de
geométrica… Generalmente, se suele tomar un tratamiento de mejora del terreno mediante
como valor límite para poder ejecutar columnas columnas de grava, se suelen utilizar las si-
de grava una resistencia al corte sin drenaje del guientes técnicas:
terreno (cu) en torno a 5-15 kPa (Wehr, 2006). - “Celda unidad” en simetría axial. Se estu-
Para mejorar el confinamiento lateral de las dia una única columna con el suelo cir-
columnas en esas situaciones, rodear o ensa- cundante correspondiente (Figura 1b). Es
car las columnas de grava con geotextiles u habitual estudiar únicamente una rebana-
otros geosintéticos es una de las soluciones más da horizontal de la “celda unidad”.
habituales en los últimos años (Alexiew y Rai- - Zanjas de columnas longitudinales. Las
thel, 2015). Otra alternativa es el uso de inclu- columnas se transforman en zanjas longi-
siones rígidas o semirrígidas (p.ej., Montejano y tudinales para estudiar el problema en
Pérez Rodríguez, 2012) deformación plana (Figura 1c).
Un tratamiento de mejora del terreno con - Anillos de columnas. Las columnas se
columnas de grava (o columnas ensacadas) transforman en anillos de columnas o zan-
implica la utilización de un número considera- jas cilíndricas para estudiar el problema en
ble de columnas o al menos un grupo de colum- simetría axial (Figura 1d).
nas. Esto conlleva un complejo proceso de - Terreno homogéneo equivalente. Las
modelización del problema para su estudio. El columnas de grava y el terreno circundan-
objeto de la presente comunicación es la revi- te se transforman en un terreno homogé-
sión de las principales técnicas de modelización neo equivalente con propiedades mejora-
de las columnas de grava y el análisis de los das (Figura 1e).

568 SIMPOSIO SOBRE RECONOCIMIENTO, TRATAMIENTO Y MEJORA DEL TERRENO


- Modelo tridimensional de una rebanada de se utiliza en pruebas experimentales en campo
columnas (Figura 1f). por sencillez.
- Modelo tridimensional total (Figura 1a). De forma introductoria, se resume en la
- Modelos específicos para grupos de Tabla 1 la idoneidad de algunos de los modelos
columnas bajo zapatas. anteriores para estudiar las principales mejo-
- Celda unidad con presión lateral constan- ras proporcionadas por un tratamiento median-
te (condiciones triaxiales). te columnas de grava en la cimentación de un
- Una única columna o columna aislada. terraplén.
Todos los modelos mencionados anterior-
Asiento final Consolidación Estabilidad mente son válidos para columnas de grava con-
vencionales (sin ensacar). Sin embargo, para
Celda unidad *** ***
columnas ensacadas, no existe hasta el momen-
Zanjas long. ** ** ** to ninguna propuesta satisfactoria que permita
transformar el geosintético que rodea las
Homogéneo ** * *
columnas en el caso de los modelos de zanjas
Rebanada 3D *** *** *** longitudinales y anillos de columnas.
Tabla 1. Idoneidad de los principales modelos para estu-
diar diferentes aspectos de la mejora mediante columnas 3. CELDA UNIDAD
de grava en la cimentación de un terraplén.

El modelo de “celda unidad” es el más amplia-


mente utilizado para estudios teóricos y se en-
cuentra comentado en detalle, por ejemplo, en
Barksdale y Bachus (1983). Se basa en que es
habitual emplear un gran número de columnas
distribuidas de forma uniforme en un área ex-
tensa y con unas condiciones de carga homogé-
neas. Esto se cumple, por ejemplo, en la parte
central de un terraplén. De esta forma, el com-
portamiento de todas las columnas es idéntico y
se puede estudiar una única columna con el
área tributaria o suelo circundante correspon-
diente. Debido a las condiciones de simetría, en
el contorno exterior de la celda unidad se per-
miten desplazamientos y flujo de agua única-
mente en la dirección vertical.
Las columnas de grava se suelen distribuir
con espaciamientos constantes y en mallas uni-
formes de forma triangular o cuadrada. Así, el
Figura 1. Principales modelos para el estudio de columnas área tributaria que corresponde a cada columna
de grava: (a) Modelo tridimensional completo; (b) Celda uni-
dad; (c) Zanjas de columnas longitudinales; (d) Anillos de es un hexágono o un cuadrado. Para poder estu-
columnas; (e) Terreno equivalente mejorado; (f) Rebanada diar el problema en simetría axial es habitual
tridimensional de columnas.
trasformar el área tributaria en un cilindro con
Los dos últimos casos o modelos no suelen la misma área. De esta forma, el diámetro de la
aparecer en problemas reales, pero sí que se celda unidad es de=1.05-1.13s para mallas trian-
han empleado en ensayos de laboratorio. Ade- gulares y cuadradas respectivamente, donde s
más, el modelo de una única columna también es la separación entre ejes de columnas (Figu-

MODELIZACIÓN DE COLUMNAS DE GRAVA 569


ra 2). Esto permite obtener un modelo de celda
unidad con simetría axial que se puede analizar
de forma bidimensional (Figura 3).
Este es el modelo utilizado por gran parte de
las soluciones analíticas existentes (Priebe,
1995; Pulko et al., 2011). Estas soluciones, ade-
más, se basan en una simplificación adicional Figura 4. Condiciones de equilibrio y compatibilidad en el
revestimiento de una columna ensacada.
que consiste en estudiar de forma independiente
diferentes rebanadas horizontales de la celda Las soluciones anteriores se limitan al aná-
unidad, despreciando las tensiones tangencia- lisis del asiento. Para estudiar el proceso de
les. No obstante, el valor e influencia de estas consolidación de forma independiente al asien-
tensiones tangenciales es insignificante (Castro to, se pueden utilizar las soluciones habituales
y Sagaseta, 2011; Pulko et al., 2011). Existe una para drenes verticales (Barron, 1948; Hansbo,
excepción a la hipótesis anterior que es la solu- 1981). Han y Ye (2001) y Castro y Sagaseta (2009)
ción propuesta por Balaam y Booker (1985). Sin han demostrado que el proceso de consolida-
embargo, requiere de integración numérica y, ción con columnas de grava es ligeramente dife-
por tanto, hace compleja la utilización de esta rente debido al reparto de tensiones entre el
solución. suelo y la columna y han propuesto métodos
específicos para estudiar el proceso de conso-
lidación radial con columnas de grava.
La extensión de las soluciones analíticas
para columnas de grava convencionales a
columnas de grava ensacadas (p.ej., Castro y
Sagaseta, 2013) es un proceso relativamente
directo. Las condiciones de equilibrio y compa-
tibilidad del revestimiento de la columna ensa-
cada, popularmente conocido como calcetín, son
Figura 2. Simplificación de la celda unidad a simetría axial. las de un tubo de pared delgada, o mejor dicho,
de una membrana, ya que no soporta compre-
siones, sometido a una presión interna (rc) y a
una presión externa (rs) (Figura 4). Así, para
incluir la contribución del geotextil en el con-
tacto radial entre columna y suelo blando sim-
plemente es necesario combinar estas dos con-
diciones de equilibrio y compatibilidad:

donde sr es el desplazamiento radial de la co-


lumna y del revestimiento, Jg es la rigidez cir-
Figura 3. Celda unidad para soluciones analíticas. cunferencial del geosintético y Tg es la fuerza
circunferencial soportada. Las unidades de Jg y

570 SIMPOSIO SOBRE RECONOCIMIENTO, TRATAMIENTO Y MEJORA DEL TERRENO


Tg son fuerza por longitud [F/L] debido a que el mientos debidos al punzonamiento de las
espesor del geosintético se considera despre- columnas en el estrato inferior (Priebe, 2005).
ciable. Combinando las condiciones de equili- El modelo de celda unidad es válido únicamen-
brio (Eq. 1) y compatibilidad (Eq. 2) se obtiene la te en aquellos casos en los que la carga aplica-
ecuación que relaciona la tensión radial en la da sea suficientemente extensa respecto al
columna (rc) y el suelo blando (rs) y que per- espesor del estrato blando. En caso contrario,
mite tener en cuenta la contribución del reves- se producirá un reparto aproximadamente tra-
timiento con un geostintético de la columna: pecial de la carga aplicada, disminuyendo la ten-
sión vertical media con la profundidad. En esos
casos, el modelo de celda unidad sobreestima
los asientos.
Por último, como se indica en la Tabla 1, el
En cuanto a análisis numéricos, el empleo modelo de celda unidad permite estudiar de
de la celda unidad también tiene su utilidad forma fiel el asiento y su evolución con el tiem-
debido a que permite considerar de una forma po en el centro de un terraplén, pero, por razo-
sencilla diferentes aspectos que las soluciones nes obvias, no permite estudiar las condiciones
analíticas no consideran como, por ejemplo, un de estabilidad del mismo.
terreno estratificado y modelos de comporta-
miento avanzados para el terreno (p.ej., Carva- 4. ZANJAS LONGITUDINALES
jal et al., 2013). En la actualidad y debido a que
los métodos numéricos tridimensionales son Gran parte de los problemas geotécnicos obe-
cada vez más habituales, existen algunos auto- decen a condiciones de deformación plana. Así,
res que estudian los modelos de celda unidad cuando las columnas se emplean en uno de es-
de forma tridimensional, considerando el pris- tos casos, por ejemplo, para la cimentación de
ma hexagonal o cuadrangular. No obstante, las un terraplén de una infraestructura lineal, es in-
diferencias con el modelo en simetría axial son teresante poder estudiar el problema en defor-
generalmente despreciables como muestran, mación plana. Para ello, es necesario transfor-
por ejemplo, Tan et al. (2008) o Khabbazian et al. mar las columnas en zanjas longitudinales
(2015). La relativa sencillez del modelo de celda equivalentes (Figura 5). La anchura y separación
unidad en simetría axial permite también aná- entre zanjas forma parte de los parámetros a
lisis numéricos avanzados como los realizados determinar en la transformación. Además, tam-
recientemente por Indraratna et al. (2015), en bién suele ser necesario variar los parámetros
los que se utilizan técnicas de elementos dis- de la grava de estas zanjas longitudinales equi-
cretos bidimensionales para representar las valentes y, para reproducir adecuadamente el
partículas de grava de la columna. Estos análi- proceso de consolidación, modificar la perme-
sis tienen carácter meramente exploratorio y de abilidad del terreno natural.
investigación.
El modelo de celda unidad o una rebanada de 4.1. Asiento
la celda unidad también se ha utilizado en estu-
dios de laboratorio (p.ej., Cimentada et al., 2011). La propuesta más clásica para el análisis del
Por otra parte, el modelo de celda unidad asiento utilizando este modelo se debe a Van
permite también estudiar columnas que no atra- Impe y De Beer (1983), que a su vez desarrolla-
viesan totalmente el estrato blando (columnas ron una solución analítica basada en este mo-
flotantes). En este caso, es necesario añadir el delo. La propuesta de Van Impe y De Beer (1983)
asiento debido a la deformación de la capa infe- consiste en mantener las propiedades (drena-
rior no mejorada con columnas y los desplaza- das) del suelo y la columna y transformar cada

MODELIZACIÓN DE COLUMNAS DE GRAVA 571


fila de columnas en una zanja longitudinal equi- para mantener ar. Un valor razonable puede ser
valente con la misma área. hacer el ancho de las zanjas igual al diámetro
El parámetro más determinante en el aná- de las columnas.
lisis de tratamientos con columnas de grava es El segundo aspecto provoca que el ajuste del
el área o factor de sustitución que representa asiento no sea correcto, especialmente cuando
el porcentaje de terreno blando sustituido o des- la carga es suficientemente elevada como para
plazado por las columnas: provocar deformaciones plásticas en las colum-
nas, situación que es muy habitual. Tan et al.
(2008) realizaron dos propuestas analíticas al
respecto, pero tampoco son totalmente satis-
La propuesta de Van Impe y De Beer (1983) factorias. Modificando el módulo elástico de las
parece razonable ya que permite conservar ar, zanjas de forma analítica (Castro y Sagaseta,
y además, conserva los parámetros del suelo y 2010) se puede obtener el mismo valor del
las columnas. Sin embargo, presenta dos incon- asiento, pero esto sólo es válido en el rango
venientes: elástico. De forma general, lo más adecuado es
- El ancho de las zanjas equivalentes suele calibrar los parámetros de las zanjas (por ejem-
ser pequeño en proporción y, en conse- plo, el valor de su ángulo de rozamiento) utili-
cuencia, las zanjas son esbeltas. zando modelos de celda unidad tanto de las
- Las condiciones de confinamiento lateral columnas como de las zanjas longitudinales
radial de las columnas no son las mismas para obtener los mismos resultados (Castro y
que las condiciones de confinamiento de Sagaseta, 2010) (Figura 6). Una vez que se han
las zanjas longitudinales (p.ej., Sopeña y calibrado estos parámetros, éstos se pueden
Estaire, 2001; Tan et al., 2008). utilizar para el modelo en deformación plana.
No obstante, esta calibración es específica de
cada caso y varía por ejemplo con la carga apli-
cada (Weber et al., 2009).

4.2. Consolidación

Figura 5. Transformación de (a) las columnas individuales Para reproducir adecuadamente el proceso de
en (b) zanjas longitudinales equivalentes (Zhang et al.,
2014). consolidación en el modelo en deformación plana
es necesario ajustar el coeficiente de permeabi-
lidad horizontal del suelo natural, kh. Basándose
en drenes verticales y soluciones analíticas para
el caso de simetría axial y deformación plana, Hird
et al. (1992) e Indraratna y Redana (1997) propo-
nen expresiones analíticas para modificar kh.
Cuando se empleen métodos numéricos,
siempre se puede realizar una última calibración
de kh comparando el modelo de celda unidad en
Figura 6. Calibración de los parámetros de las zanjas longitu-
dinales utilizando la celda unidad como problema auxiliar.
simetría axial y el de deformación plana (Figura 6).

En cuanto al primer aspecto, no existe nin- 4.3. Estabilidad


gún impedimento para poder aumentar el ancho
de las zanjas longitudinales, aumentando con- Cuando se pretenda analizar la estabilidad al
secuentemente la separación entre las zanjas deslizamiento, por ejemplo, de los taludes la-

572 SIMPOSIO SOBRE RECONOCIMIENTO, TRATAMIENTO Y MEJORA DEL TERRENO


terales de un terraplén, el ajuste de las pro- bución de tensiones entre el suelo y la grava,
piedades del modelo en deformación plana se teniendo en cuenta que la tensión en un punto
debe realizar de tal forma que se mantenga la es directamente el peso de la rebanada corres-
resistencia al corte media del modelo. Es ne- pondiente (Figura 7). Otra alternativa es modi-
cesario en este punto distinguir entre análisis ficar de forma artificial el ángulo de rozamien-
tenso-deformaciones (p.ej., análisis por ele- to de la grava para ajustar la resistencia al corte
mentos finitos o diferencias finitas) y análisis media (Barksdale y Bachus, 1983; Ortuño,
mediante equilibrio límite (p.ej., método de las 2003).
fajas o rebanadas). Uno de los aspectos más difíciles de evaluar
Los métodos tenso-deformacionales son en estos casos es la concentración de tensiones
capaces de reproducir la concentración de ten- en las columnas, ya que ésta depende de las
siones en la columna. Así, con tal de que se condiciones de drenaje (situación a corto plazo,
reproduzca adecuadamente el valor de esta con- drenaje parcial o largo plazo), de la profundi-
centración de tensiones en la columna en el dad e inclinación de la superficie de desliza-
modelo en deformación plana y se mantenga el miento, de la posición de las columnas en el
factor de sustitución, ar, y las propiedades resis- talud y de la carga aplicada. Recientes investi-
tentes del suelo y la grava, se obtienen resulta- gaciones (Zhang et al., 2014) muestran que en
dos satisfactorios (Zhang et al. 2014). situaciones próximas a rotura la concentración
En algunos casos se plantea mantener el de tensiones es nula (misma tensión vertical en
producto EcAc, manteniendo constante Ec, lo el suelo y la columna). De esta forma, no se
que es equivalente a mantener ar. Otra alterna- debiera considerar concentración de tensiones
tiva es conservar el momento de inercia (EI) alguna en las columnas, y, en cualquier caso, es
(Carreiro, 2007). Sin embargo, esto último sólo una hipótesis del lado de la seguridad (Vukotic
parece adecuado para columnas capaces de et al., 2009).
soportar momentos flectores (Melentijevic y
Morilla, 2014). 5. TERRENO HOMOGÉNEO MEJORADO

En algunos casos, por ejemplo, cuando se igua-


la la resistencia al corte media, las hipótesis re-
alizadas para obtener los parámetros equiva-
lentes de las zanjas longitudinales son tales que
es similar a utilizar directamente un terreno ho-
mogéneo con parámetros mejorados que ocu-
pe toda la zona tratada con columnas (Figura 8).
Esto simplifica notablemente el modelo geo-
métrico y permite, por ejemplo, análisis de com-
plejas geometrías en las que la zona mejorada
es simplemente una parte más del problema a
Figura 7. Modelo para analizar la estabilidad del talud de un estudiar. El análisis tridimensional del Muelle
terraplén mediante técnicas de equilibrio límite (Priebe, 2005).
Prat (Font Pujulà, 2010) es un buen ejemplo de
Para los análisis por equilibrio límite, es esta última situación. Además, la utilización de
necesario reproducir de forma artificial la con- esta técnica es útil para el diseño de un trata-
centración de tensiones en las zanjas de grava, miento ya que permite variar el área de sustitu-
utilizando, por ejemplo, la propuesta de Prie- ción sin necesidad de variar el modelo geomé-
be (2005). En este modelo, el perfil real del trico.
terraplén se modifica para reproducir la distri-

MODELIZACIÓN DE COLUMNAS DE GRAVA 573


de los parámetros basándose en la compara-
ción entre la celda unidad con la columna y con
el terreno homogéneo (Figura 8). Ng y Tan (2015)
han realizado esta calibración para diferentes
casos y tabulado sus resultados a modo de refe-
rencia. La precisión que se puede alcanzar en
los resultados se muestra en la Figura 10, com-
parando las presiones intersticiales en un
modelo de zanjas longitudinales en deformación
Figura 8. Calibración de los parámetros del terreno homo- plana y un modelo con terreno homogéneo equi-
géneo equivalente utilizando la celda unidad como pro-
blema auxiliar.
valente (Figura 10a). También se compara la
evolución de los asientos con el tiempo en 3 pun-
tos de la base del terraplén (Figura 10b). Se
puede comprobar que, aunque lógicamente el
ajuste de las presiones intersticiales en la zona
tratada con columnas no se puede conseguir
con la técnica de homogeneización, las presio-
nes intersticiales en el exterior de la zona tra-
tada y la evolución de los asientos con el tiem-
po se puede reproducir adecuadamente tras una
correcta calibración de los parámetros del terre-
no mejorado equivalente.
Figura 9. Fundamento teórico de la técnica de homogenei-
zación (Gueguin et al., 2015).
5.2. Modelo constitutivo especial
5.1. Parámetros equivalentes
La idea de desarrollar un modelo constitutivo
La propuesta más directa y sencilla es obtener avanzado que represente el sistema periódico
los parámetros del terreno mejorado como me- de una columna y el suelo circundante corres-
dia ponderada con ar de los parámetros del sue- pondiente fue inicialmente formulada por
lo y de la columna, por ejemplo, para el módulo Schweiger y Pande (1986). El modelo constitu-
de elasticidad: tivo supone que tanto la columna como el sue-
lo sufren las mimas deformaciones unitarias, es
decir, no se produce deslizamiento entre el sue-
Sin embargo, esto se puede considerar simple- lo y la columna e incluye un criterio interno que
mente como una primera aproximación (Castro, garantiza la continuidad de tensiones radiales
2008). Un análisis más detallado del problema entre el suelo y la columna. Este modelo cons-
rápidamente muestra que el terreno homogé- titutivo permite a su vez utilizar internamente
neo equivalente tiene que ser por naturaleza modelos constitutivos avanzados para la co-
anisótropo (Hassen et al., 2010). De Buhan y sus lumna y el suelo. Posteriormente, Lee y Pande
colaboradores (Gueguin et al., 2015) han plan-
(1988) mejoraron algunos aspectos de la imple-
teado de forma teórica esta transformación ba-
sándose en teorías de homogenización para mentación numérica del modelo constitutivo an-
medios periódicos (Figura 9). No obstante, su terior. Recientemente, se han desarrollado mo-
aplicación práctica es compleja. delos basados en el mismo concepto para
columnas de suelo-cemento, utilizando mode-
Al igual que para las zanjas longitudinales, los avanzados para el suelo y la columna y con la
el método más sencillo es realizar la calibración posibilidad de utilizarlo en modelos tridimen-

574 SIMPOSIO SOBRE RECONOCIMIENTO, TRATAMIENTO Y MEJORA DEL TERRENO


sionales (Becker y Karstunen, 2013). Sin em-
bargo, su estabilidad numérica y rango de apli-
cación son todavía limitados.

Figura 11. Transformación de las columnas en anillos equi-


valentes (Elshazly et al., 2008).

Mitchell y Huber (1985) parecen ser los pri-


meros autores en haber utilizado este modelo
para analizar mediante elementos finitos prue-
bas en campo realizadas para un caso real
(cimentación de una depuradora). A diferencia
del modelo de zanjas longitudinales, en este
(a) caso las condiciones de confinamiento lateral
parecen ser equivalentes y es suficiente con
mantener el área de sustitución y las propieda-
des drenadas del suelo y las columnas (Ng,
2013; Castro, 2014).

7. MODELO TRIDIMENSIONAL DE UNA


REBANADA DE COLUMNAS

Para aquellos problemas que puedan analizar-


(b) se en deformación plana a excepción del trata-
miento con columnas de grava, por ejemplo, un
Figura 10. Comparación de resultados con zanjas longitudi- terraplén de una infraestructura lineal, es útil
nales (PS) y la técnica de homogeneización (ECM): (a) Exce-
analizar una rebanada de columnas mediante
sos de presión intersticial a la finalización de la construcción
del terraplén (20 días); (b) Evolución del asiento con el tiempo un modelo numérico tridimensional (Figura 12).
en tres localizaciones A, B y C en la base del terrapén (Ng y Debido a la potencia computacional actual y di-
Tan, 2015).
fusión de códigos numéricos tridimensionales,
6. ANILLOS DE COLUMNAS resulta muy ventajoso analizar una rebanada de
columnas, ya que el modelo es relativamente
La transformación de las columnas de grava en sencillo y no es necesario realizar ninguna
anillos o zanjas cilíndricas sigue el mismo con- transformación ni equivalencia sobre el trata-
cepto que las zanjas longitudinales (Sección 4), miento de mejora con columnas de grava
pero para aquellos casos en los que el proble- (Kirsch y Sondermann, 2003; Castro, 2008; Chen
ma presenta simetría axial, por ejemplo, terra- et al., 2015). Por ello, este modelo permite ana-
plenes circulares o tanques circulares de alma- lizar con precisión todos los aspectos a estudiar
cenamiento. La transformación se basa en como asiento, consolidación, estabilidad… (Ta-
mantener el área de sustitución y transformar bla 1). Además, este modelo es válido tanto pa-
cada grupo de columnas en un anillo equivalen- ra columnas de grava convencionales como pa-
te (Figura 11). Al igual que las zanjas longitudi- ra columnas ensacadas.
nales, este modelo no es aplicable al caso de co- En el caso de una malla cuadrada, por con-
lumnas ensacadas. diciones de simetría es suficiente con analizar
la mitad de una rebanada de columnas (Figura

MODELIZACIÓN DE COLUMNAS DE GRAVA 575


12). Para el caso de una malla triangular es que se abomba (que más se expande radialmen-
necesario analizar al menos dos mitades de dos te) corresponde aproximadamente a 2-3 veces el
filas de columnas (Figura 13). diámetro de la columna. Hughes y Withers (1974)
demostraron lo anterior mediante ensayos de
laboratorio pero esto sólo es cierto para el caso
de una columna aislada como se puede observar
en la Figura 10. Además, sería más exacto, como
se verá más adelante, referirlo al ancho de la
zapata o zona cargada, que en este caso parti-
cular coincide con el diámetro de la columna.
Otra situación que puede llevar a equívoco
es la máxima tensión vertical que soporta una
columna:



  (6)

Figura 12. Modelo numérico de una rebanada de columnas Esta es la expresión propuesta por la Guía
(Chen et al., 2015).
de Cimentaciones (GCOC, 2002) que se basa en
que la columna se encuentra en un estado acti-
vo (kac=1/3) y el factor para la expansión radial
de la columna es del orden de 6-8 (p.ej., Mitchell,
Figura 13. Modelo numérico de una rebanada de columnas 1981). Sin embargo, la Eq. 6 es válida estricta-
para una malla triangular.
mente para el caso de columna aislada (Figura
14a). Para otros casos (Figura 14b, c y d), es
8. COLUMNA AISLADA necesario tener en cuenta el incremento de la
tensión radial en la columna debido a la carga
Por simplicidad, en algunas pruebas experi- vertical aplicada (Sagaseta, 2006).
mentales de campo o laboratorio (p.ej., Hughes
y Withers, 1974; Hughes et al., 1975), se analiza
una única columna sometida a carga única-
mente sobre el área de la columna, es decir,
ar =100% (Figura 10a). Sin embargo, esta situa-
ción no se da en la realidad, ya que las dimen-
siones de la zapata suelen ser mayores (Figura
10b) y es más eficiente, como se verá más ade- (a) (b)

lante, que el área cargada sea superior


(ar 100%). Esto se debe a que la carga vertical
aplicada alrededor de la columna provoca un
aumento de la tensión horizontal y mejora las
condiciones de confinamiento lateral de la co-
lumna (Sagaseta, 2006).
Este modelo provoca algunas confusiones, ya
(c) (d)
que, conclusiones y análisis válidos únicamente
Figura 14. Deformación de las columnas para diferentes
para esta situación se utilizan de forma no del configuraciones (Kirsch y Kirsch, 2010): (a) Columna ais-
todo correcta en otros casos. Por ejemplo, en oca- lada; (b) Columna individual bajo zapata; (c) Grupo de co-
lumnas bajo zapata; (d) Malla de columnas bajo terraplén.
siones se menciona que la zona de la columna

576 SIMPOSIO SOBRE RECONOCIMIENTO, TRATAMIENTO Y MEJORA DEL TERRENO


9. GRUPOS DE COLUMNAS BAJO suelo y las columnas sea elástico (Elástico); el
CARGA RÍGIDA caso en el que sólo existen deformaciones plás-
ticas en las columnas (Elasto-plástico); y el ca-
La revisión de los diferentes modelos geométri- so en el que tanto en las columnas como en el
cos realizada en las secciones anteriores, ex- suelo hay deformaciones plásticas (Plástico).
cepto la Sección 8 sobre una columna aislada,
$)*'
se ha centrado en casos con un gran número de !

   $  


 $*
columnas y cargas extensas, casos en los que '
$)*#
 $*

tradicionalmente se empleaban los tratamien-


tos de mejora con columnas de grava. Sin em- $)**
bargo, en la actualidad, también es habitual que
las columnas se empleen bajo zapatas cuando *)(%

las cargas no son elevadas (Watts et al. 2000).


*)(& 
En estos casos, la técnica de homogeneización 

y el modelo de anillos de columnas - cuando la
*)('
zapata se pueda transformar en una zapata cir- * $ # " ' !

cular- son adecuados (Ng, 2013; Castro, 2014).    

No obstante, se presenta a continuación un aná- Figura 15. Variación del asiento con la posición de las co-
lumnas en un grupo.
lisis que justifica la validez de estos modelos y
algunos aspectos relevantes. &+
 $#"
&+
  # # 
  

#"
' )
9.1. Influencia de la posición y número &+
de columnas en un grupo
(

Análisis numéricos en grupos de columnas con ) &


)
diferentes espaciamientos entre columnas y nú-
mero de columnas (Castro, 2014) han mostrado *

que el número de columnas, si se mantiene


+
constante el área de sustitución, no influye en el + +%* +%) +%( +%' &%+ &%*
asiento del grupo de columnas. Además, la po-     # # 
 **

sición de las columnas tiene simplemente una Figura 16. Influencia de la separación entre columnas en la
ligera influencia como se puede observar en la distribución de tensiones verticales.
Figura 15. En esta figura se analiza para un ca-
so de referencia (suelo homogéneo) el asiento
 "

"'(%

de un grupo de 4 columnas con separaciones de  "(
entre 1 y 4 m entre ejes de columnas. Nótese "'(! %
"(
que en este caso variar el espaciamiento entre
"'((
columnas no significa modificar el área de sus-
titución, ar (área de las columnas entre el área ('&#
de la zapata). Los asientos de los grupos de co-

lumnas se normalizan con el asiento que ten- ('&$ "(((
dría la misma zapata con una única columna !((
('&%
central (Figura 14b) con el área equivalente pa- ( " ! % 
ra mantener ar. Se puede observar que las di-
 
ferencias son inferiores al 6%. Se analizan tres
Figura 17. Variación del asiento con la posición de las co-
casos: el caso en el que el comportamiento del lumnas en un grupo de columnas ensacadas.

MODELIZACIÓN DE COLUMNAS DE GRAVA 577


En el caso estudiado se ha tomado un valor presentados por Wood et al. (2000) (Figura 18) y
suficientemente bajo (ar =10%) para poder tener Black et al. (2011) (Figura 19).
un amplio rango de variación del espaciamien- De esta forma, la escasa influencia del núme-
to entre columnas. ro y posición de las columnas justifica el uso de
Un análisis detallado de las pequeñas dife- técnicas de modelización como el terreno homo-
rencias en el valor del asiento muestra que géneo y los anillos de columnas (Figura 20).
el asiento es algo menor cuando las colum-

  
nas están en los bordes de la zapata para el %*

caso Elástico mientras que para el caso Plás-
tico se produce la situación contraria (Figura &

15). Ello se debe a que los dos factores que ' "#*
controlan la influencia de la posición de las
"%**
)  "%**
columnas son: (   "#**
- Cuando las columnas están cerca del
"&$! ")&
)
borde de la zapata, tienden a soportar una
" $ "%!$'
tensión vertical mayor debido a que las *
* *$% *$) *$#
tensiones verticales en el borde de una

zapata rígida son mayores.
- Cuando las columnas están en el centro de
 
 
  

la zapata, están mejor confinadas lateral- $)



mente.
%

Los dos fenómenos anteriores se pueden & !('


!$&)
observar en la distribución de tensiones verti- !$))
' !"))
cales bajo la zapata para los dos casos Elásti-
co y Plástico (Figura 16). La situación es simi- (
!%# !"$#
lar para el caso de columnas ensacadas (Figura
!#!$#%

17). En el caso de columnas ensacadas, ade- )


) )#$ )#( )#"
más de conservar ar es necesario conservar el
  
  
factor Jg /rc. Se puede observar que, a mayor
Figura 18. Influencia del número de columnas bajo una za-
rigidez del geotextil, mejor confinadas están pata. Ensayos de laboratorio (datos tomados de Wood et al.,
las columnas, y se reducen ligeramente los 2000).
asientos cuando están cerca del borde de la
zapata. Para los casos comunes, los dos efec-
tos anteriores tienden a compensarse uno con "'''
!%'!!'$&

 ! !!

el otro y por eso la posición de las columnas #''


tiene poca influencia.
$''
El análisis presentado se limita al asiento
$'!
final drenado, no considerando el proceso de %'' %''!
consolidación, ni otros aspectos como los "! 
&''
momentos flectores en la zapata, los efectos de ! 
la instalación de las columnas… '
' & % $ # "' "& "% "$
La pequeña o nula influencia del número y

 !!
posición de las columnas en un grupo bajo carga
rígida también se ha observado analizando los
resultados en modelo reducido en laboratorio

578 SIMPOSIO SOBRE RECONOCIMIENTO, TRATAMIENTO Y MEJORA DEL TERRENO


"''' sayos de laboratorio de Wood et al. (2000) tam-
!%'!!"

 ! !!
bién confirman esta situación.
#''
Por el contrario, cuando se trata de la capa-
$'' cidad portante de la zapata, las columnas situa-
$'! das fuera de la zapata, pero en la zona donde
%'' %''!
se desarrollarían las superficies de desliza-
&'' "! 
!  miento que provocarían el hundimiento de la
' zapata, sí contribuyen claramente a mejorar la
' & % $ # "' "& "% "$
capacidad portante de la zapata (Figura 22). La

 !! mejora de la capacidad portante se muestra
Figura 19. Influencia del número de columnas bajo una za- como factor de reducción de las propiedades
pata. Ensayos de laboratorio (datos tomados de Black et al., resistentes del terreno (c y tan ) necesario para
2011).
provocar el hundimiento de la zapata.




 
    



 

Terreno 
mejorado




(a) (b) (c) (d)

Figura 20. Modelización de grupos de columnas: (a) mo-    
delo tridimensional; (b) anillo de columnas (c) terreno ho-
mogéneo mejorado; (d) columna central. 
    

El empleo de una columna central equiva- Figura 21. Variación de la reducción de asientos con el área
de sustitución para un grupo de columnas.
lente (Figura 20d) también proporciona buenos
resultados (Figura 15 y Figura 17) y permite aná- 
lisis analíticos (Castro, 2016a). Además, para el
 



caso de columnas ensacadas es una buena


alternativa, ya que el modelo de anillos de 
columnas (Figura 20b) no es posible.

9.2. Influencia del factor de sustitución 


Utilizando el modelo de columna central equi- 
   
valente, Castro (2014) ha analizado la influencia
del factor de sustitución en un grupo. Se puede  
  

observar en la Figura 21 que para valores de ar Figura 22. Mejora de la capacidad portante de una zapata
superiores al 100%, la reducción del asiento es sobre un grupo de columnas para diferentes áreas de sus-
titución.
pequeña, especialmente cuando la columna al-
canza un sustrato rígido. Esto se puede genera- 9.3. Longitud óptima de las columnas de grava
lizar y concluir que las columnas que no están
situadas bajo la zapata contribuyen en menor En el caso de grupos de columnas, parece exis-
medida a reducir el asiento de la zapata. Los en- tir una longitud óptima o crítica de las columnas

MODELIZACIÓN DE COLUMNAS DE GRAVA 579


(p.ej., Wood et al., 2000). Esto significa que, a
#()
partir de esa longitud óptima, la capacidad por-

      


 #)

tante o la reducción de asiento de la zapata no ')

mejora o mejora de una forma despreciable, )($ ")


aunque se incremente la longitud de las colum- 


nas. )(% 
Un análisis detallado mediante métodos
numéricos de la longitud óptima de las colum- )(& '(" 
nas para la reducción de asientos muestra que #) 

"))) 
es del orden de 2-3.5B (Figura 23). )('
Se puede observar que la longitud óptima es ) )(" #() #(" '() '(" !() !(" &()

ligeramente inferior para columnas no ensa-        
cadas (Figura 23a) y la longitud óptima aumen- Figura 23. Longitud óptima de las columnas de grava: (a)
ta al ensacar la columna (Figura 23b) y cuanto Sin revestir (Castro, 2014); (b) Jg=2000 kN/m; (c) Jg=5000
kN/m.
mayor es la rigidez del geotextil (Figura 23c).
Esto se debe a que, para estos últimos casos, La longitud óptima de las columnas para la
el geotextil que rodea la columna contribuye a reducción de asientos está relacionada con el
que la carga se concentre sobre la columna y se bulbo de tensiones bajo la zapata, y por ello, está
transfiera a profundidades mayores. La longi- directamente relacionada con las dimensiones
tud óptima también depende de otros factores de la zapata. En el caso de que el terreno de
como ar o las propiedades del terreno. cimentación esté mejorado con columnas, el
bulbo de tensiones se alarga y alcanza profun-
%& didades mayores debido a la concentración de








 tensiones en las columnas.
  
&%! Es habitual que la longitud óptima de las
columnas se proporcione como función del diá-
&%" $%
metro de la columna y no en función del ancho
 &
de la zapata (Babu et al., 2013 presentan una
&%#  & recopilación de este tipo de propuestas). Wood
$& et al. (2000), Wehr (2004) y Castro (2014) mues-
&
tran que la longitud óptima depende funda-
&%$
& &% %& % $%& $% %& mentalmente de las dimensiones de la zapata


 
 
 y que la relación longitud/diámetro de las
columnas tiene una influencia despreciable en
$)*
las situaciones habituales. Kirsch y Kirsch
!    ! 

 ! $* (2010) también muestran el papel determinan-


! (* te del ancho de la zona cargada de forma cua-
*)% ! #*
litativa (Figura 14). El uso de la relación longi-

! tud/diámetro de columna para definir la
*)&
longitud óptima parece provenir de la propues-
ta originaria realizada por Hughes y Withers
*)' ()#  (1974), que observaron un valor aproximado de
$* 
(***
 4, mediante ensayos de laboratorio para una
*)( columna aislada – situación en la que el ancho
* *)# $)* $)# ()* ()# ")* ")# ')*
de la carga coincide con el diámetro de la
  !  !!! 
columna (Figura 14a).

580 SIMPOSIO SOBRE RECONOCIMIENTO, TRATAMIENTO Y MEJORA DEL TERRENO


 


   






  

Figura 24. Justificación conceptual de la existencia de una


longitud óptima de columna en un estrato homogéneo: (a)
Reducción de asiento; (b) Aumento de la capacidad por-
tante. Figura 25. Picos de presión intersticial medidos al instalar
columnas de grava en función de la distancia a la columna
Para el aumento de la capacidad portante, ejecutada (McCabe et al., 2009).
la situación es distinta y la longitud óptima es
inferior, en torno a 0.5-1B, ya que está relacio-
nada con la profundidad de los mecanismos de
deslizamiento que provocan el hundimiento de
la zapata (Figura 24b). Sin embargo, se debe uti-
lizar la más crítica que es la relativa al asiento
(Figura 24a). Además, desde un punto de vista
práctico, es habitual que la capacidad portante
se establezca como la carga para la que se
alcanza un asiento elevado.
Para cargas extensas, la longitud óptima es
generalmente mayor que el espesor del estra-
to blando, y por ello, no se utiliza el concepto
de longitud óptima o crítica.
Las conclusiones anteriores relativas a la
longitud óptima de las columnas son aplicables
para columnas en un estrato aproximadamen-
te homogéneo. Para terrenos estratificados, las
conclusiones anteriores pueden no ser válidas
lógicamente.

10. EFECTOS DE LA INSTALACIÓN


DE LAS COLUMNAS

La instalación de las columnas altera el terre-


no circundante, especialmente si éstas se eje-
cutan por desplazamiento del terreno natural.
No obstante, en un tratamiento con columnas,
esta alteración es un efecto de segundo orden Figura 26. Medidas en campo de los efectos de la instala-
en comparación con la mejora provocada por la ción de columnas: (a) Variación de la tensión horizontal;
(b) Variación del módulo elástico (Kirsch y Kirsch, 2010).
inclusión de la grava de la columna. La búsque-
da de diseños más eficiente y una mejor cuanti- propiciado un número creciente de investiga-
ficación de la mejora lograda con columnas han ciones de los efectos de instalación de las co-

MODELIZACIÓN DE COLUMNAS DE GRAVA 581


lumnas (p.ej., Kirsch, 2006; Guetif et al., 2007; sobreconsolidados como, por ejemplo, una cos-
Castro, 2008; Castro y Karstunen, 2010; Carva- tra superficial (McCabe et al., 2009).
jal et al., 2013). Estas investigaciones confirman El incluir la alteración del terreno circun-
que la instalación de las columnas genera unos dante en la modelización de las columnas es una
excesos de presión intersticial (Figura 25). No tarea compleja. Existen algunos intentos utili-
obstante, estos excesos de presión intersticial zando modelos numéricos basados en análisis
se suelen disipar rápidamente en el tiempo retrospectivos de medidas en campo (Kirsch,
(Castro, 2008; Castro y Sagaseta, 2012). La ins- 2006) o basados en análisis numéricos previos
talación de las columnas también provoca un in- que simulan la instalación de la columna como
cremento de las tensiones horizontales, que se expansión de una cavidad cilíndrica (Castro et
suele reflejar a través del coeficiente de empu- al., 2014). De forma general, lo más sencillo es
je, K (Figura 26a). De forma general, el incre- incrementar el coeficiente de empuje en repo-
mento de la tensión media provoca un aumento so del terreno natural. La solución de Priebe
del módulo elástico del terreno (Figura 26b). (1995) considera un valor de 1, y Elshazly et al.
(2008) recopilan diferentes valores publicados,
que varían entre 0.4 y 2.5, con valores medios
ligeramente superiores a 1. Lógicamente, estos
valores debieran depender del tipo de terreno,
del valor inicial del coeficiente de empuje al
reposo y del método constructivo empleado. Por
último, si en el modelo no se considera la varia-
ción del módulo de elasticidad del terreno natu-
ral con la presión media, también sería necesa-
rio modificar su valor (Guetif et al., 2007).

11. PROPIEDADES DE LAS COLUMNAS


DE GRAVA
Figura 27. Evolución de la resistencia al corte sin drenaje
tras la instalación de columnas (tomado de Ortuño, 2003;
original Aboshi et al., 1979). Otro de los aspectos difíciles de evaluar cuando
se modelizan columnas de grava son las pro-
Los excesos de presión intersticial y el piedades de la grava utilizada. Ésta no debe con-
remoldeo causado por la instalación de las tener finos, debe ser preferiblemente de cante-
columnas provoca una disminución instantá- ra y su tamaño de partícula habitual está
nea de la resistencia al corte sin drenaje del comprendido entre 12 y 75 mm, aunque para ali-
terreno pero que generalmente se recupera y mentación por fondo el tamaño máximo se li-
aumenta conforme se disipan las presiones mita a 50 mm para evitar obstrucciones en el tu-
intersticiales y aumenta la presión media bo de alimentación. Barksdale y Bachus (1983)
(Figura 27). proponen usos granulométricos para la grava y
Se debe tener especial cuidado con el remol- también recogen que el árido no debe ser friable
deo causado por las columnas en terrenos sus- y su desgaste en el ensayo de los Ángeles infe-
ceptibles (Watts et al., 2000). Recientemente, rior al 45%.
también se ha observado el efecto perjudicial La densidad relativa de las columnas no se
del “uso excesivo” del vibrador sobre el terreno suele medir y, además, ésta puede variar a lo
natural con continuas repenetraciones y trans- largo de la longitud de la columna, al igual que
misión de energía, incrementando los excesos su diámetro. Barkdale y Bachus (1983) recogen
de presión intersticial y deteriorando estratos que, si la construcción de las columnas es ade-

582 SIMPOSIO SOBRE RECONOCIMIENTO, TRATAMIENTO Y MEJORA DEL TERRENO


cuada, la densidad relativa debe ser superior al 64 15 TX, =17kN/m3
75%. Herle et al. (2007) han medido mediante ex- Dolomía
43 500 TX, =17kN/m3
cavación de columnas valores próximos al 100%.
El ángulo de rozamiento de la grava (c) es 54 15 TX, =15kN/m3
Dolomía
uno de los parámetros de mayor relevancia para 40 500 TX, =15kN/m3
el comportamiento de las columnas. El valor de
DS: Corte directo; TX: Ensayo triaxial
c decrece con la presión de confinamiento (c).
Utilizando muestras densas de grava, Herle et Cu: Coeficiente de uniformidad
al. (2007) han medido valores de hasta 60º para Tabla 2. Ángulo de rozamiento de pico de muestras densas
de grava a utilizar en columnas para diferentes presiones
presiones bajas (c=50 kPa) y valores de 50º
de confinamiento (adaptado de Herle et al., 2007).
para presiones moderadas (c=200 kPa) (ver
Tabla 2). No obstante, es necesario tener en - Los valores recogidos en la Tabla 2 son
cuenta varios aspectos: valores de pico, pero las deformaciones
- Las columnas se encuentran en condicio- plásticas en las columnas suelen ser
nes triaxiales y para suelos granulares importantes por lo que es prudente utili-
densos, el valor del ángulo de rozamiento zar valores inferiores, en torno a un 5-7%
obtenido en ensayos de corte directo es menores (Kirsch y Kirsch, 2010).
ligeramente superior al obtenido en con- - La adecuación de los resultados de algu-
diciones triaxiales (Rowe, 1969). nos métodos analíticos de diseño puede
estar condicionada al uso de valores con-
c c
Tipo de grava Comentarios servadores del ángulo de rozamiento de la
(º) (kPa)
grava.
Machaqueo, 63 50 DS
- En el caso de utilizar métodos numéricos
caliza 54 200 DS sí que parece adecuado utilizar valores del
59 50 DS orden de 40-45º (Tabla 3).
De río
52 200 DS
En cuanto al módulo de elasticidad de la
De río, 57 50 DS, Cu=2.6 grava se suelen tomar valores comprendidos
redondeada 51 200 DS, Cu=2.6 entre 30 y 100 MPa. Hay que tener en cuenta que
el módulo también varía con la presión de con-
De río, 59 50 DS, Cu=2.1
finamiento. En algunos análisis se utilizan leyes
redondeada 53 200 DS, Cu=2.1 hiperbólicas para la variación del módulo con la
De río, 60 50 DS presión de confinamiento, siendo el exponente
angulosa 55 200 DS
habitual para la grava del orden de 0.3 (Tabla 3).

60 27 TX c c d/ sat
Arenisca Ec m
Referencia
37 695 TX (º) (º) (MPa) (-) (kN/m3)
Mitchell & 18.6/
70 8 TX, d50=39 mm 41 - 29.2 0.59
Huber (1985) 21.6
Basalto
51 120 TX, d50=39 mm Schweiger
35 - 67.5 - -
(1989)
72 8 TX, d50=30 mm Sopeña y Estaire
Basalto 40 10 30 - 18
46 240 TX, d50=30 mm (2001)
Kirsch (2006) 45 0 100 - 19/19
51 40 TX, d10=6 mm
Gneis Carreiro (2007) 38 8 50 20/21
34 1000 TX, d10=6 mm
Castro (2008) 40 10 75 0.3 19/21

MODELIZACIÓN DE COLUMNAS DE GRAVA 583


Ng (2013) 40 0 30 - 18/18 se alcanza para deformaciones circunferencia-
les del orden del 5-10%, esto supone tensiones
Alonso Pollán
40 10 30-80 - -/20 máximas del orden de 100-300 kN/m (p. ej., Ale-
(2014)
xiew y Raithel, 2015).
Killeen & También se suele minorar tanto la resisten-
45 15 70 0.3 19/19
McCabe (2014)
cia como el módulo elástico para tener en cuen-
Columnas ensacadas ta fenómenos reológicos en el geotextil, daño
Almeida et al. producido durante la instalación…
38 5 15.5 - -/18
(2013)
En aquellos casos en los que el revesti-
Alexiew &
Raithel (2015)
32.5 0 - - 19/20 miento con geotextil no se modele como un ele-
mento membrana, y se represente como un ele-
m: Exponente de la variación hiperbólica del módulo.
mento continuo de pequeño espesor, es
Presión de confinamiento de referencia para Ec: 100 kPa. necesario asegurarse que este elemento no
Tabla 3. Parámetros utilizados para el material de las co- soporta compresiones y, por tanto, tampoco
lumnas de grava. momentos flectores. El módulo elástico del
medio continuo se debe tomar como el módulo
Para el peso específico de las columnas, se Jg entre el espesor que se considere (Kaliakin
suelen utilizar valores habituales (Tabla 3). Úni- et al., 2012). En este caso, también es necesa-
camente es necesario destacar que en aquellos rio tener en cuenta el comportamiento gene-
casos en los que las columnas se ejecuten por ralmente anisótropo de los geotextiles usados.
vibrodesplazamiento y éstas no alcancen un Un aspecto sobre el que no se suele pres-
sustrato competente, puede ser necesario tener tar mayor atención y tiene consecuencias en los
en cuenta los asientos adicionales del sustrato resultados obtenidos es el coeficiente de Pois-
inferior no mejorado con columnas debido al son del geotextil (g). Cuando el geotextil se
peso añadido de grava. representa como un elemento membrana, se
En cuanto al material empleado en las suelen considerar cada una de las direcciones
columnas ensacadas, generalmente arena, la del geotextil como independientes, sin ninguna
información publicada es mucho más limitada interacción entre ellas, por tanto, g=0.
(Tabla 3) (Alexiew y Raithel, 2015; Mohapatra et
al., 2016). En particular, los autores no conocen
Ty
medidas publicadas sobre la densidad relativa
alcanzada. y

12. MODELIZACIÓN DEL REVESTIMIENTO


CON GEOTEXTIL

Como se ha presentado en la Figura 4, el reves-


timiento con geotextil de las columnas ensaca-
das se suele modelizar como un elemento Ty x
membrana que no soporta compresiones, con
espesor despreciable y comportamiento elásti- Figura 28. Esquema del efecto Poisson bajo tensión unia-
xial y ejemplo de fábrica de un geotextil tejido con dos fa-
co lineal caracterizado por un módulo elástico milias de fibras perpendiculares.
de valor Jg=1000-5000 kN/m. En cuanto a su re-
sistencia máxima, simplemente es necesario Por el contrario, cuando el geotextil se
comprobar que ésta no se alcanza con un cier- modela como un elemento continuo, es nece-
to margen de seguridad. La máxima resistencia sario especificar su coeficiente de Poisson. En

584 SIMPOSIO SOBRE RECONOCIMIENTO, TRATAMIENTO Y MEJORA DEL TERRENO


ocasiones, se especifica el valor por defecto de como son la influencia de los efectos de la ins-
0.3 (Khabbazian et al., 2015). Esto provoca que talación, los parámetros a emplear para el
el geotextil que rodea las columnas, aunque no material de las columnas y la modelización del
soporte compresiones en la dirección vertical, revestimiento con geotextil para el caso de
por el hecho de sufrir deformaciones verticales, columnas ensacadas.
se ensanche en la dirección radial por efecto
Poisson. Este ensanchamiento provoca una pér- AGRADECIMIENTOS
dida de la capacidad de confinamiento por parte
del geotextil (Castro, 2016b). Teniendo en cuen- El Grupo de Geotecnia de la Universidad de Can-
ta que los geotextiles utilizados para ensacar las tabria agradece a todas las personas y entida-
columnas suelen ser tejidos y con dos direccio- des que han participado en la presente investi-
nes de trabajo diferenciadas (Figura 28), pare- gación, en concreto: la financiación recibida por
ce más razonable utilizar valores próximos a 0 parte del Ministerio de Fomento a través del
para el coeficiente de Poisson de estos geotex- proyecto (2003-07): “Tratamiento de suelos
tiles. Soderman y Giroud (1995) proponen valo- blandos mediante columnas de grava para la ci-
res de g=0.1 para geotexiles tejidos y g=0.35 mentación de terraplenes de carretera. Análisis
para geotextiles no tejidos. del proceso y criterios de dimensionamiento”
(Ref.: 03 A634) y del Ministerio de Ciencia e In-
13. CONCLUSIONES novación mediante el proyecto (2009-12) “Pro-
ceso integrado de cálculo de columnas de gra-
En el presente artículo se han revisado las prin- va, con consideración de la influencia del
cipales técnicas de modelización de columnas método de instalación” (Ref.: BIA2009-13602);
de grava, tanto convencionales como columnas de forma especial, la investigación realizada por
ensacadas con geotextil. Se ha tratado de reco- Ana Cimentada y Marina Miranda a través de
ger los avances y recomendaciones más re- sus tesis doctorales; la colaboración interna-
cientes en este sentido. Para análisis numéri- cional con los profesores Helmut Schweiger,
cos, el uso de modelos tridimensionales de una Minna Karstunen y Bryan McCabe; la colabora-
franja de columnas parece el más recomenda- ción de la empresa Keller, a través fundamen-
ble en la actualidad dada la capacidad compu- talmente de Enmanuel Carvajal, Goran Vukotic
tacional actual y que no requiere de hipótesis o y Jimmy Wehr; la colaboración de la empresa
transformaciones adicionales. En el caso de dis- Huesker, a través principalmente de Ignacio
poner únicamente de modelos bidimensionales, Diego; y la colaboración de la empresa Geocisa,
lo más recomendable es la calibración de los especialmente por la ayuda en la instrumenta-
parámetros en modelos de celda unidad para su ción realizada en la variante de Sueca (Valencia).
uso posterior en modelos de zanjas de colum-
nas o terreno homogéneo equivalente. REFERENCIAS
Para grupos de columnas, se ha observado
que la posición y número de columnas no es espe- Alexiew, D., Raithel, M. 2015. Geotextile-Encased Columns:
cialmente importante si se mantiene constante Case Studies over Twenty Years. Embankments with
la relación entre área de columnas y área de la Special Reference to Consolidation and Other Physical
zapata. En el caso de terreno homogéneo y colum- Methods. Butterworth-Heinemann, 451-477.
nas flotantes, la longitud crítica de las columnas Almeida, M.S.S., Hosseinpour, I., Riccio, M. 2013. Perfor-
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