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Una noche al año la Ciudad de Buenos Aires despierta museos, centros culturales, escuelas,
edificios históricos, institutos, bibliotecas, clubes y los hace trasnochar: “La Noche de los
Museos” es un evento cultural, en que museos y otras instituciones culturales de la ciudad
abren sus puertas por la noche, con nuevas actividades y recorridos diseñados especialmente
para el acontecimiento. Exposiciones, conciertos, visitas guiadas nocturnas, intervenciones
artísticas en el espacio público, talleres y actividades participativas, charlas, proyecciones
cinematográficas, danza, circo y teatro entre otras propuestas. En el presente trabajo nos
proponemos indagar cómo se concibe la cultura en relación a la “Noche de los Museos” y los
cruces y tensiones entre la cultura legítima, la cultura popular, y masiva que son expuestos en
el evento.
Esbozaremos algunos elementos que den cuenta de los vínculos que se establecen entre ésta
práctica cultural y las instituciones participantes, cuánto hay de desvío de aquello
institucionalizado, cuanto de reproducción de la lógica de la cultura dominante en las
experiencias que se desarrollan a partir de dicho evento.
Intentamos acercamos al análisis de las prácticas culturales, rompiendo con las miradas
extremas y pensando desde lo concreto, a partir del ejemplo de “La Noche de los Museos”,
pensar cuales son las relaciones entre las prácticas culturales, la cultura hegemónica, lo
masivo teniendo en cuenta el conflicto y las contradicciones que estas relaciones propician,
ya que “Para algunos es un evento que convoca a un público masivo, y supone una
“democratización de la cultura”. Otros, por el contrario, sin negar la masividad, relativizan
ese “efecto democratizador” al sostener que la convocatoria, se limita a la ciudad de Buenos
Aires, y dentro de ella, a aquellos sectores sociales de mayor poder adquisitivo o bien, que
ya tienen incorporados ciertos hábitos culturales.”(Bialogorsky, 2011)
A partir de 2004, la Ciudad de Buenos Aires se sumo a las ciudades que organizan una
“Noche de los Museos” , desde entonces ha incorporado a la programación del evento, otras
instituciones que no se encuentran bajo la gestión del Gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires, ya sean públicas pero de otra jurisdicción, como el Museo del Banco Nación o de
gestión privada como el MALBA y más cerca en el tiempo, con la finalidad de incrementar y
alcanzar otros públicos ha sumado instituciones que no son museos, las cuales tienen formas
de consumos específicas, con prácticas codificadas, definidas y que marcan un nivel de
pertenencia y conocimiento, una buena parte de ellas emplazadas en la zona sur de la ciudad.
Esas instituciones son mencionadas y expresamente diferenciadas de los museos en la mayor
parte de los discursos oficiales como “espacios culturales”, en principio reforzando jerarquías
propias de la cultura legítima.
A partir de estas modificaciones surge el interrogante: ¿Podemos considerar la “Noche de los
Museos” como una transgresión a las reglas de la cultura de elite o dominante como
institución o una incorporación a su propia lógica?
Como sostiene un especialista, en relación a las variaciones particularmente del Museo: "El
museo fundacional y ejemplar, el decimonónico, actuaba como templo ilustre del arte y
promotor de los mitos hegemónicos. El museo moderno, si bien aísla lo estético en el cubo
blanco, lo pone en tensión con incipientes compromisos democráticos y promueve la
apertura a los grandes públicos. El museo contemporáneo, sin haber logrado superar la
contradicción entre la sociedad del espectáculo y las exigencias del arte ilustrado, a cuya
órbita aún pertenece, asume nuevos desafíos derivados de la digitalización de las industrias
culturales y la exacerbación del consumo masivo de la imagen como entretenimiento”(
Zacharías, María Paula, 2015 )
Entendemos que estas operaciones implican desvíos, variaciones ya que la distancia entre la
lógica de producción y la lógica de consumo genera una apropiación o reapropiación
diferente de la producción original. Por ejemplo, en relación a “La Noche de los Museos”
entendemos que hay una variación y un pasaje que va de lo contemplativo a una lógica que
incorpora otras formas ya que se promueven “nuevas actividades y recorridos diseñados
especialmente: exposiciones, conciertos, visitas guiadas nocturnas, intervenciones artísticas
en el espacio público, talleres y actividades participativas, charlas, proyecciones
cinematográficas, danza, circo y teatro, entre otras propuestas” (La Noche de los Museos en
Patricios y Pompeya, 2017), que no tiene únicamente que ver con “la contemplación” a la que
está vinculado el Museo, sino que se incorporan otras formas que están más ligadas a la
participación del público y al espectáculo.
Según De Certeau: “La estrategia postula un lugar susceptible de circunscribirse como un
lugar propio y luego servir de base a un manejo de sus relaciones con una exterioridad
distinta. La racionalidad política, económica o científica se construye de acuerdo con este
modelo estratégico. Por el contrario, llamo “táctica” a un cálculo que no puede contar con
un lugar propio ni por tanto con una frontera que distinga al otro como una totalidad visible.
La táctica no tiene más lugar que el del otro (…) No dispone de una base donde capitalizar
sus ventajas, preparar sus expansiones y asegurar una independencia…” (De Certau, 1996:
XLIX-L)
Desde esta perspectiva, la estrategia, lo dominante tiene que ver con la propiedad de los
espacios, de institucionalización, el museo como institución es estratégica. La táctica en
cambio, se basa en la apropiación momentánea, efímera de este espacio, como por ejemplo,
“La Noche de Los Museos”, es un evento momentáneo, tiene que ver con aquello que se
instaura en el tiempo, que ocupa cuando puede, pero no deja de estar previsto como una
transgresión por la institución. Es decir, no elimina al museo ni lo reemplaza, sólo corre un
límite, ocupa temporalmente.
De Certeau expresa claramente que el desvío siempre existe en el marco de la línea recta y
del camino trazado. Por lo tanto, según nuestra lectura, el desvío entendido como práctica
popular confirma la existencia de la cultura dominante.
Desde otra perspectiva de análisis, la que centra la atención en los gustos y el estilo que se
ponen en juego al realizar determinadas prácticas culturales, se encuentra Pierre Bourdieu. A
diferencia de De Certau, que plantea analizar los consumos enclave de desvíos, distancias y
reapropiaciones, Bourdieu ve en ellos “Los efectos de la Dominación” (Bourdieu, 2000
¿1979?: 392). El Habitus en los sectores populares es la “necesidad hecha virtud” (Bourdieu,
2000 1979: 379). “Sería fácil enumerar las características del estilo de vida de las clases
dominadas que encierran, a través del sentimiento de incompetencia, de fracaso o de
indignidad cultural, una forma de reconocimiento de los valores dominantes” (Bourdieu,
2000 1979: 393). En este sentido, el director de programación del Centro Cultural Recoleta,
Renato Rita, dice que “el público se relaciona muy bien con la contradicción porque aquello
que no está acostumbrado a ver genera una intensidad en su percepción que le trae una gran
alegría: creo que hay una disposición de elementos y objetos que tienen características
rudimentarias pero su condición formal y estética genera una amabilidad general que hace
que el participante se sienta contenido, abarcado y partícipe de algo”.(Una multitud
participó de La Noche de los Museos en Buenos Aires, 2016).
Al respecto, Bourdieu caracteriza al gusto de los sectores populares como simples y
pragmáticos, no hay en ellos otra lógica que la de la necesidad y en esta lógica se expresa el
efecto de la dominación, la reproducción simbólica de la cultura dominante. (Bourdieu, 2000
1979: 329)
Esto se vería reflejado en relación a los espacios basados en la practicidad, la estética se
vincula con la necesidad y con lo útil. Sin protocolo, ni prácticas distintivas, como pueden ser
las de la cultura dominante vinculada al Museo. No hay estilo en términos de acumulación de
capital cultural, de distinción, hay un gusto de necesidad que implica una resignación a la
situación hegemónica establecida.
Por otro lado, tomamos a Hall para decir en relación a lo popular que: “el principio
estructurador de lo popular son las tensiones y oposiciones entre lo que pertenece al dominio
central de la cultura de elite o dominante y la cultura de la periferia. Son relaciones de poder
que constantemente puntúan y dividen el dominio de la cultura en sus categorías preferidas y
residuales”…“La lucha cultural adopta numerosas formas: incorporación, tergiversación,
resistencia, negociación, recuperación.”(1984:7). En el caso del Museo IMPA, su
participación en la “Noche de los Museos” da cuenta de esas tensiones mencionadas por Hall,
en palabras de uno de sus responsables: “Este año tiene una impronta más ligada al teatro y
a las manifestaciones artísticas pero también toca temas que tienen que ver más con la
identidad, la recuperación histórica de procesos de argentina y el mundo que tiene que ver
con uno de los objetivos que tiene el museo que es la denuncia de lo que aquí aconteció, con
la historia de la fábrica y entender un poco porque se llega a la situación actual”.
Pensar a las prácticas culturales en términos de procesos complejos, nos permite entender su
funcionalidad en distintos contextos, ya que “La lucha cultural, por supuesto, adopta
numerosas formas: incorporación, tergiversación, resistencia, negociación, recuperación.
Raimond Williams nos ha prestado un gran servicio al bosquejar algunos de estos servicios,
con su distinción entre momentos emergentes, residuales e incorporados (…) lo importante
es examinarlo dinámicamente: como proceso histórico” (Hall, 1984:105)
Conclusiones
La Noche de los Museos constituye uno de los eventos culturales organizados por el
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires con mayor convocatoria y mayor presencia en los
medios de comunicación, sólo comparable al Festival de Cine Independiente (BAFICI) o al
Mundial y Festival de Tango, a partir del éxito expresado en cifras, otros sectores vinculados
a la cultura lograron acceder a un lugar en el calendario de eventos como las librerías y las
disquerías, sin alcanzar la misma relevancia. Como mencionamos los números de la Noche
de los Museos, siempre fueron superándose año tras año, ya sea que hablemos de asistentes,
de actividades programadas, de museos y espacios participantes o barrios de nuestra ciudad
alcanzados por el gran evento. La masividad que muestran las estadísticas y la paulatina
participación de todos los barrios, se logró no solo con la participación de museos
tradicionales sino de otras instituciones que poseen aspectos patrimoniales capaces de ser
exhibidos o bien la posibilidad de dar alojamiento a una programación cultural prefabricada o
generar la propia para esa noche. En principio, la política cultural que parece regir la
organización de la Noche de los Museos es la democratización de la cultura, rompiendo
viejos paradigmas sobre los museos y desbordando la cultura legítima. El discurso oficial de
la organización del evento, ya sea a través de la palabra de los principales funcionarios a
cargo del evento, como los diversos dispositivos comunicacionales de que disponen nos
hablan de cifras; sin embargo es poco o nada lo que expresan sobre esos espacios culturales
de carácter popular o de aquello que sucede en los barrios de la periferia. Este fenómeno se
verifica no solo durante la presentación del evento o en los días previos a su realización, sino
que también la misma noche del evento nos muestra en el Timeline del Twitter Oficial de la
Noche de los Museos que solo tiene lugar, aquello que sucede en los museos tradicionales o
bien en una selección delimitada de otros espacios culturales participantes, que casi nunca se
los puede vincular con la cultura popular o los barrios de la zona sur. La excepción en la
edición del año 2016, pareció ser el barrio de La Boca que bajo su resignificación como
“Distrito de las Artes” asumió mayor protagonismo en la programación y difusión del evento,
pero al dar cuenta de las instituciones y actividades más mencionadas, nuevamente nos
encontramos con instituciones con prioridad como La Usina del Arte, Fundación PROA o el
Museo de Arte Contemporáneo frente a otras que parecen transcurrir fuera del Distrito de las
Artes como La Canaleta. Espacio de Arte y Cultura de La Mutual de Desalojados de La Boca
o el Museo Conventillo El Rincón de Lucía. Al analizar una buena parte de los discursos en
los medios de comunicación observamos el mismo recorte: por una parte se pondera la
integración de esos nuevos espacios no tradicionales y la presencia del evento en todos los
barrios de la ciudad; pero al recomendar actividades o lugares a visitar, siquiera son
mencionados y los museos o espacios vinculados a la cultura legítima, ubicadas en la zona
norte de la ciudad, recuperan su sitial de privilegio. Con matices, tanto el Museo IMPA como
el Galpón Cultural Piedrabuenarte son ejemplos del mismo recorte por parte del discurso
oficial como de los medios masivos y deben darse sus propias tácticas para difundir su
participación en la Noche de los Museos. No hay una exclusión concreta de esos espacios o
instituciones culturales más vinculadas a lo popular, no son arrojadas expresamente por fuera
del evento; sino que podríamos pensarlas como “okupas” al interior de La Noche de los
Museos, ubicadas por fuera del foco, difusas pero presentes.
Con Garriga Zucal entendemos que “La clave teórica para analizar estos consumos
culturales no las dan Grignon y Passeron con el concepto de alternancia. Dicen que para
comprender los consumos culturales populares hay que alternar entre una descripción
relativista y otra legitimista”.... “La alternancia permite escapar al esencialismo analítico,
entendiendo que los sentidos de los consumos tienen una dimensión de aceptación a lo
impuesto, al mismo tiempo que tienen un costado contestatario. En una misma práctica o en
una misma representación hay dominación simbólica y producción propia –que no escapa de
la relación de dominación, pero se ajusta a los valores simbólicos del grupo–.”
Para concluir, nos parece central poner en discusión las dificultades con las que nos
encontramos como analistas frente a un objeto de estudio complejo de abordar, la
imposibilidad de encontrar “la voz” de la cultura popular, la que si se encuentra está siempre
mediada o hablada desde la cultura oficial, y lo que implica también poner en discusión
algunos elementos de la subjetividad, como el rol del intelectual, la distancia con el objeto, la
imposibilidad de entender las características propias de la cultura popular.
un intento de síntesis sobre esta discusión:
“De eso trata esta investigación sobre la cultura popular: del valor de recuperar un
significante, la perspicacia para descubrir sus pliegues y sus escondites, el arte de leerlo sin
obturarlo ni sobreponer nuestra voz, la inteligencia para colocarlo nuevamente en nuestro
debate –académico pero necesariamente político- y la astucia para defender su derecho a la
voz. Sólo este juego puede suspender –pero siempre sometido a una exasperada vigilancia-la
función originalmente represiva de nuestros saberes, para recuperar la dimensión ética de
nuestro trabajo intelectual” (Alabarces, 2008:27)
Bibliografía:
● Bialogorsky, Mirtha y Fritz, Paola (2011), “Cómo impacta la Noche de los Museos
en nuestros visitantes. Un estudio de público en la ciudad de Buenos Aires”, Buenos
Aires.
● Video Informes Barricada TV. (2016) Noche de los museos en IMPA: "Recuperar
la historia y el arte es una transformación constante" [Archivo de video] Obtenido de
https://www.youtube.com/watch?time_continue=232&v=Jeyf1YskvdM
● Zacharías, María Paula. (2015). ¿Qué es hoy un museo? De los objetos a las
experiencias. 30/10/2017, de La Nación Sitio web:
http://www.lanacion.com.ar/1822809-que-es-hoy-un-museo-de-los-objetos-a-las-
experiencias
Materiales de Consulta seleccionados:
Videos
https://www.infobae.com/tendencias/2016/10/27/la-noche-de-los-museos-el-arte-porteno-
bajo-las-estrellas/
http://www.villalugano.com.ar/llega-noche-museos-2015-con-participacion-villa-lugano-
h1423
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https://www.cultura.gob.ar/agenda/nuestros-museos-en-la-noche-de-los-museos/
Título tentativo: ¿Los Museos al Barrio? ¿La noche de los museos es un espacio
de democratización de la cultura ????¿Que idea de cultura conlleva?
La Noche de los Museos: ¿Integración o sumisión de lo popular?------
-¿Qué cambio se da con la “Noche de los Museos” en relación con los espacios
tradicionales de la cultura de elite?
Pienso que el objeto que pueden armar es super pertienente, teniendo en cuenta el
recorrido y la biblio de la materia.
Estructura
“..Propongo que lo popular es más que contenidos, razones y éticas unos modos de narrar
(relatos), gozar (experiencia estética) y moralizar (la ética de los de abajo); y que lo popular
no es puro y virtuoso, no es una sola cosa: lo subalterno, la resistencia, el lugar de la
revolución, pero tampoco la masa manipulada ni mucho menos el folclor, o lo que se
denomina pueblo. Lo popular es muchas cosas a la vez: lo popular más que dar cuenta de
una sola manera pura e higienizada de existir, es una experiencia de bastarda.”
“La relación que tenemos los vecinos de la Ciudad con la cultura es muy especial. Los
porteños somos creativos, curiosos y nos gusta expresarnos artísticamente. Y lo más
importante, la cultura la hacemos entre todos, porque la cultura es la Expresión de la
gente”. (Horacio Rodríguez Larreta, 2016, Programa Noche de los Museos 2016)
Más que el lugar que ocupa la noche de los museos (no sé cómo pueden
responder esa pregunta), creo que tienen que interrogar cómo se concibe la
cultura en relación a este evento (porque eso les permite observar ese cruce entre
cultura legitima, cultura popular y cultura de masas). Bourdieu y
Grignon/Passeron son buenos textos para este trabajo (además de otros! Hall,
desde ya).