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Actitudes sociales
-Influencia política
- El tamaño de la empresa
Fallos de la dirección
- Ausencia de motivación
- Falta de formación
- Mala supervisión
Sobrecarga de tareas
- Actividades ocasionales
El contacto directo con la gente es el alma del servicio al cliente. Ya sea
comprando o vendiendo cacahuetes o centrales nucleares, a la gente les gusta
tratar con gente. Cualesquiera que sean los negocios y sea cual sea la empresa,
en último término serán las relaciones persona-persona entre el suministrador y el
cliente las que los llevarán a efecto o los desharán. Los catálogos, cartas,
teléfonos y otros medios de comunicación pueden servir de ayuda, pero, al final,
las partes necesitarán tratar cara a cara.
Si únicamente se intentan mejorar las técnicas de trato cara a cara, tan sólo
se producirán cambios de corta duración, mientras que las mejoras afianzadas y
duraderas sólo se producen al asegurarse de que cada uno de los factores que
integren el servicio al cliente sirve de apoyo y de refuerzo al trabajo del personal
que está en contacto directo con el cliente, para lo cual hay que estar orientados
hacia el cliente.
NOTA: En este capítulo, examinaremos las razones por las que, a pesar
del hecho de que todos nosotros tenemos experiencia como clientes, los contactos
no funcionan. También se sugerirán algunos puntos de actuación para el
mejoramiento directivo y se dará una lista de lo que se debe y no se debe hacer
para un contacto efectivo con el cliente. Finalmente, en el capítulo siguiente nos
fijaremos en los comportamientos del cliente, cuando son aparentemente difíciles,
y se mostrarán algunas indicaciones para tratar esos casos.
Actitudes sociales
El argumento sexista
Para dar a los clientes lo que ellos consideren como un buen servicio, su
proveedor debe conocer cuáles son las expectativas y los deseos de esos
clientes. Esto podrá conseguirlo tanto más eficazmente cuantos menos prejuicio e
ideas estereotipadas tenga. Puede ser que existan matizaciones relacionadas o no
con el sexo, la tradición, la posición social u otros factores, pero el proveedor hará
mejor en no gastar su tiempo y su esfuerzo buscando unas motivaciones que, en
cualquier caso, pueden ser bastante más complejas de lo que parecen, y más
valdrá que se concentre en los resultados.
Cuando el argumento se aplica a la figura del proveedor, parece que se
defiende que los hombres encuentran inevitablemente incómodos dando servicio
al cliente. Les aburre en todos sus aspectos y solamente lo hacen por obligación y
con objeciones. Sonreír, ser agradable con los extraños o satisfacer sus caprichos,
es trabajo de mujeres.
Otros factores
Es una triste realidad que las empresas de todo tipo, grandes o pequeñas,
públicas o privadas, tienden a oprimir a los que consideran competitivamente más
débiles o a las minorías.
- Cuanto menor sea una empresa, menos debe olvidarse del servicio cara a
cara.
Fallos en la dirección
-Influencia política
- El tamaño de la empresa
Fallos de la dirección
- Ausencia de motivación
- Falta de formación
- Mala supervisión
Sobrecarga de tareas
- Actividades ocasionales
Ausencia de motivación
Falta de formación
Dentro de los fallos del personal está la falta de formación. Dados los
problemas que se generan en la fase de reclutamiento y selección, resulta
absolutamente fundamental dar una formación al personal que tiene que estar en
contacto directo con el cliente. Desgraciadamente, incluso las empresas más
responsables, frecuentemente contratan empleados en puestos que exigen un
amplio trato con clientes sin proporcionarles una formación sobre los
conocimientos necesarios para el desarrollo de esa labor.
La formación metódica en estos aspectos es tan necesaria como en
cualquier otro tipo de conocimientos. Se debe dar formación inicial antes de
asignar las tareas, estímulos educativos y actualización de los conocimientos
durante el período contratado, formación de adaptación, si es necesaria y
formación más amplia, en el caso de que se promocione al individuo a otro puesto
superior.
A no ser que exista una posibilidad razonable de que ocupando los puestos
de servicio cara a cara al cliente se puedan conseguir ascensos progresivos, el
personal cualificado no quiere ocuparlos. Si los directivos se seleccionan entre
gente de fuera y quizás entre personas con títulos académicos, no es probable
que los dependientes tengan grandes aspiraciones
Por el contrario, las empresas que utilizan los puestos de trato directo con el
cliente como base inicial para el ascenso progresivo de su personal, tienen ya
mucho hecho para asegurarse de que el servicio cara a cara con el cliente sea
eficaz.
Mala supervisión
La categoría
Si queremos que nuestro personal sirva bien a los clientes, tienen que
saber que, tanto ellos como el trabajo que realizan, se respeta y se aprecia. No se
trata precisamente de dar de cuando en cuando unas palmaditas en la espalda,
sino algo más importante:
El respeto que ellos le den al cliente será el reflejo del respeto que ellos
reciban.
Puestos conflictivos
Hay otros puestos y otras empresas que pueden tener menos situaciones
conflictivas, aunque de hecho las tengan latentes. Entre ellos puede contarse
cualquier puesto en el que se tenga que estar detrás de una ventanilla, vestir
uniforme, o tener que admitir o rechazar alguna autoridad de los clientes, como
ocurre en los bancos o con los empleados que atienden al público en las oficinas
de Correos.
Los requisitos para cubrir los puestos conflictivos para dar un buen servicio
al cliente son iguales a los de otros casos, aunque con mayor intensidad:
Para los monopolios, ya sean del sector público o privado, existen algunas
situaciones peligrosas.
- Se deben usar todas las técnicas de evaluación que sean posibles para
poder enjuiciar, y preferiblemente medir, los aspectos de la personalidad
relacionados con la capacidad para la prestación de servicio.
- ¿Ha sido alguna vez "confundido" como cliente difícil? Si es así, ¿cuáles
fueron las circunstancias?, y ¿cómo se habría podido evitar de forma razonable?