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Este documento discute las perspectivas objetiva y subjetiva para determinar cuándo una vía ordinaria puede considerarse "igualmente satisfactoria" a la vía de amparo constitucional. Desde la perspectiva objetiva, se analiza la estructura y protección otorgada por la vía ordinaria. Desde la perspectiva subjetiva, se considera el riesgo de irreparabilidad del daño y la necesidad de tutela urgente. La vía ordinaria solo será igualmente satisfactoria si cumple con estos elementos de manera copulativa y no existe
Este documento discute las perspectivas objetiva y subjetiva para determinar cuándo una vía ordinaria puede considerarse "igualmente satisfactoria" a la vía de amparo constitucional. Desde la perspectiva objetiva, se analiza la estructura y protección otorgada por la vía ordinaria. Desde la perspectiva subjetiva, se considera el riesgo de irreparabilidad del daño y la necesidad de tutela urgente. La vía ordinaria solo será igualmente satisfactoria si cumple con estos elementos de manera copulativa y no existe
Este documento discute las perspectivas objetiva y subjetiva para determinar cuándo una vía ordinaria puede considerarse "igualmente satisfactoria" a la vía de amparo constitucional. Desde la perspectiva objetiva, se analiza la estructura y protección otorgada por la vía ordinaria. Desde la perspectiva subjetiva, se considera el riesgo de irreparabilidad del daño y la necesidad de tutela urgente. La vía ordinaria solo será igualmente satisfactoria si cumple con estos elementos de manera copulativa y no existe
La vía igualmente satisfactoria en los procesos de amparo
EXP. 02383-2013-PA/TC JUNÍN ELGO RÍOS NÚÑEZ
12º Sistematizando la jurisprudencia vigente de este Tribunal, puede afirmarse que existen dos perspectivas para entender cuándo una vía puede ser considerada "igualmente satisfactoria": una objetiva, vinculada al análisis de la vía propiamente dicha (vía específica idónea); y otra subjetiva, relacionada con el examen de la afectación al derecho invocado (urgencia ius fundamental). 13º Desde la perspectiva objetiva, el análisis de la vía específica idónea puede aludir tanto: (1) a la estructura del proceso, atendiendo a si la regulación objetiva del procedimiento permite afirmar que estamos ante una vía célere y eficaz (estructura idónea)', o (2) a la idoneidad de la protección que podría recibirse en la vía ordinaria, debiendo analizarse si la vía ordinaria podrá resolver debidamente el caso ius fundamental que se ponga a su consideración (tutela idónea). Este análisis objetivo, claro está, es independiente a si estamos ante un asunto que merece tutela urgente. 14º De otra parte, desde una perspectiva subjetiva, una vía ordinaria puede ser considerada igualmente satisfactoria si: (1) transitada no pone en grave riesgo al derecho afectado, siendo necesario evaluar si transitar la vía ordinaria puede tornar irreparable la afectación alegada (urgencia como amenaza de irreparabilidad). Situación también predicable cuando existe un proceso ordinario considerado como "vía igualmente satisfactoria" desde una perspectiva objetiva; (2) se evidencia que no es necesaria una tutela urgente, atendiendo a la relevancia del derecho involucrado o a la gravedad del daño que podría ocurrir (urgencia por la magnitud del bien involucrado o del daño). 15º Queda claro, entonces, que la vía ordinaria será "igualmente satisfactoria" a la vía del proceso constitucional de amparo, si en un caso concreto se demuestra, de manera copulativa, el cumplimiento de estos elementos: Que la estructura del proceso es idónea para la tutela del derecho; Que la resolución que se fuera a emitir podría brindar tutela adecuada; Que no existe riesgo de que se produzca la irreparabilidad; y Que no existe necesidad de una tutela urgente derivada de la relevancia del derecho o de la gravedad de las consecuencias. En sentido inverso, la ausencia de cualquiera de estos presupuestos revela que no existe una vía idónea alternativa al amparo, por lo que la vía constitucional quedará habilitada para la emisión de un pronunciamiento de fondo (salvo que se incurra en alguna otra causal de improcedencia). 17º Las reglas para determinar cuándo una vía ordinaria alterna resulta igualmente satisfactoria son las establecidas en esta sentencia, y conforme a ellas se interpretará el inciso 2 del artículo 5, resultando aplicables a todos los procesos de amparo, independientemente de su materia. EXP. N° 00465-2011-PA/TC-LIMA MARÍA SALOME ZEBALLOS MEDINA 4º Que teniendo ello presente conviene precisar que dicha causal de improcedencia será aplicada siempre y cuando existan otros procesos judiciales que en la práctica sean rápidos, sencillos y eficaces para la defensa de los derechos que protege el proceso de amparo; en caso contrario el proceso de amparo constituirá la vía idónea y satisfactoria para resolver la controversia planteada. De la misma manera, el proceso de amparo también procederá cuando se pretenda evitar que la agresión o la amenaza se conviertan en irreparables, a pesar de que existan otras vías procedimentales específicas e igualmente satisfactorias. EXP. N.° 00906-2009-PA/TC-LORETO COMUNIDAD NATIVA COCAMA TARAPACÁ 9º Que el amparo es un proceso residual, merced a la regulación dispensada por el artículo 5º, inciso 2 del Código Procesal Constitucional, lo que significa que la demanda planteada en esta vía resultará improcedente si es posible obtener una tutela igualmente efectiva en la vía procesal ordinaria. Ello solo sucederá si el tránsito por la vía ordinaria no acarrea el riesgo razonablemente probable de que el daño producido o por producirse en la esfera subjetiva del demandante se torne irreparable. Siendo la finalidad del proceso de amparo (y de todo proceso constitucional de la libertad), proteger los derechos constitucionales “reponiendo las cosas al momento anterior a la violación o amenaza de violación de un derecho constitucional” (artículo 1º del CPConst.), la vía procesal ordinaria sólo podría considerarse “igualmente satisfactoria” al amparo en la medida en que se encuentre en capacidad de alcanzar de modo efectivo esta misma finalidad. Es la consecución efectiva de esta finalidad el único sentido de “reparación” que resulta relevante en el ámbito de los procesos constitucionales. Y por ello, aludir al riesgo de la imposibilidad de alcanzar esa finalidad es sinónimo de aludir al riesgo de que el daño se torne irreparable en términos constitucionales. En otras palabras, como regla general, es el riesgo de irreparabilidad del daño iusfundamental causado o por causarse a la persona el que determinará que la demanda de amparo resulte procedente. A Contrario sensu, la alta improbabilidad de que el referido riesgo se encuentre presente determinará su improcedencia, habilitándose el tránsito por las vías procesales ordinarias. Y si bien ello merecerá un análisis caso por caso, en principio, dicho riesgo se manifiesta en la prognosis razonable de que en el futuro inmediato no existirá posibilidad de reponer las cosas al estado anterior a aquel en se produjo la alegada violación o amenaza de violación del derecho fundamental. Ahora bien, aunque es cierto que a partir de la interpretación antes sustentada del artículo 5º 2 del Código Procesal Constitucional, las alegadas afectaciones de los derechos fundamentales que no requieran una tutela urgente en amparo deberán ser ventiladas en los procesos ordinarios, es cierto también que una aplicación inflexible de este criterio podría dar lugar a que, en algunos de estos casos, la protección de los derechos fundamentales devenga ineficaz. En efecto, este criterio en nada garantiza que en los casos no urgentes de afectación de los derechos fundamentales se dispense debida protección a su contenido constitucionalmente protegido. Ello podría suceder en razón de que en los procesos ordinarios seguidos ante el Poder Judicial se incurra en una indebida interpretación del contenido del referido derecho, sea porque no se protegen ámbitos que deberían considerarse como pertenecientes a él, o porque, a contrario sensu, se han protegido ámbitos que no debieron considerarse tutelados por la Constitución, o cuando el asunto verse sobre la determinación del contenido constitucionalmente protegido de un derecho que no ha merecido mayor desarrollo jurisprudencial y que, en esa medida, requiere la intervención del Tribunal Constitucional para asegurar su aplicación igualitaria y predecible por parte de la jurisdicción ordinaria