El Cuero

Lo que contaré me sucedió hace ya mucho tiempo, pero siento que se repite todos los
días de mi existencia.

Con mi padre acostumbrábamos salir a cazar. Recorríamos extensas praderas y una que
otra vez nos internábamos en los bosques para atrapar perdices o alguna que otra tórtola,
que tan apetecibles nos eran. En nuestras partidas de caza siempre nos acompañaba
nuestro querido perro Newen (Fuerza en mapudungun), quien nos aseguraba uno o dos
conejos en cada salida y nos protegía de cualquier fiera que pudiese salir por el camino.

Un día de Julio del año 1964 decidimos con mi padre salir a cazar, por lo que arreglamos
todo lo necesario en la mochila, incluida municiones para nuestros rifles. Newen se puso
muy contento cuando nos vio realizar las preparaciones, sabía que saldría con nosotros,
pero no presentí que aquel día sería el último de mi pobre Newen.

Caminamos unos 5 kilómetros desde nuestra casa, internándonos en los milenarios

bosques australes. Avanzábamos por la espesura del bosque cuando Newen comenzó a
ladrar desesperadamente y como un rayo se lanzó hacia el interior. Debido a su rapidez
perdimos su rastro y por más que lo llamamos no regresó. Buscamos y buscamos por
todas las direcciones pero no encontramos ningún indicio de su paradero. A mi padre se
le ocurrió que quizás Newen se había acercado a un pequeño lago que se encontraba en
el centro del bosque. Nos dirigimos lo más rápido posible a aquel lugar, ya que
comenzaba a caer la tarde y pronto estaría muy oscuro para encontrar a Newen.

Llegamos al lago, el que parecía una pequeña isla dentro de ese mar de árboles.
Rodeamos el lago y no encontramos indicios de que Newen hubiese estado ahí. Me
desanimé al pensar que no lo volvería a ver nunca más, ya me había resignado a la
posibilidad de nunca encontrarlo. Mi padre decidió que ya debíamos volver a casa, pero
antes de abandonar el lago observé un reflejo que venía desde la profundidad de las
aguas. Me acerqué a la orilla y estiré mi brazo lo más posible para alcanzar ese objeto
reluciente. Lo tomé y lo saqué a la superficie. Era una correa, la correa de Newen, con su
nombre inscrito en la pequeña placa de metal con forma de hueso. A pesar de encontrar
su correa, no veía a Newen por ningún lado ¿Cómo podía haber llegado su correa a aquel
lugar? Mientras tanto una bruma había comenzado a rodear el lago y mi padre insistía en
que volviéramos a casa, ya estaba suficientemente oscuro y me aseguró que volveríamos
al día siguiente. Hice caso a lo que dijo y nos disponíamos a partir cuando de repente un
movimiento brusco proveniente del agua nos paralizó. El lago comenzó a sacudirse,
salpicando agua hacia todas las direcciones. No tuvimos tiempo para explicarnos lo que
estaba sucediendo cuando desde la orilla del lago apareció una especie de piel estirada,
algo con la apariencia de una mantarraya pero mucho más grande y delgada, con garras
en los bordes y ojos semejantes a los de los caracoles emergiendo de la parte superior de
aquel monstruo. Su movimiento abominable me infundió un gran terror que me dejó sin
reacción. Mientras se acercaba a nosotros emitía un sonido gutural que hoy me es
imposible replicar, pero que en mi mente se repite con frecuencia. Cuando esa cosa
estuvo más cerca pude apreciar que una parte del monstruo tenía los colores de Newen y
se notaba aquella mancha característica que tenía en su lomo. De alguna forma, esa

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criatura incorporó la piel de Newen a su cuerpo. Al ver aquella escena me desvanecí y lo
último que pude apreciar fue a mi padre arrastrándome mientras intentaba disparar a ese
ser.

Al otro día de los sucesos descritos desperté en mi habitación. Mis padres se encontraban
en la sala de estar y no se dirigían palabra alguna. Me senté al borde de mi cama y lloré
como nunca lo había hecho en mi vida. Nunca hablamos de esto con mi padre, sentía que
no era necesario, que el miedo que nos carcomía por dentro era suficiente martirio.

Años más tarde supe que aquel monstruo recibía el nombre de Trülke por parte de los
mapuches, que en nuestro idioma significa Cuero, ya que se compone de los cueros de
animales u hombres que atrapa, tal como sucedió con mi Newen, mi fiel y querido Newen

Índice

Prefacio .................................................................................................. 7
Poemas .................................................................................................. 11
A mi hijo ausente............................................................................... 13
La bebita ........................................................................................... 14
A mis nietos ...................................................................................... 15
La niña feliz ....................................................................................... 16
A Valeria ............................................................................................ 17
Cristian .............................................................................................. 18
Mis nietos .......................................................................................... 19
A mis nietas ...................................................................................... 20
Ilusión ................................................................................................ 21
María ................................................................................................. 22
Les solté las alas ............................................................................... 23
Otoño ................................................................................................. 24
Madrugada ……………………………………………………………….. 25
Amalia …………………………………………………………………….. 26
Gracias a la vida ................................................................................ 27
Te ofrezco mi dolor ............................................................................ 28
Si tuviera que volver a criar a mis hijos ............................................. 29
Prosa ....................................................................................................... 31
A Cristian, mi hijo ............................................................................... 33
En memoria de mi madre Marta Bravo Flores ................................... 34
Carta a una amiga ……………………………………………………….. 35
21 de julio ........................................................................................... 36
Cuentos .................................................................................................... 39
La tempestad ...................................................................................... 41
Las gitanas ......................................................................................... 42
Amor de primavera ............................................................................. 43
Acrósticos ................................................................................................. 49
Daniel ................................................................................................. 51
Arnoldo ............................................................................................... 52
Francisco ............................................................................................ 53
Pensamientos ........................................................................................... 55