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Durante más de medio siglo se han dado por buenas las estimaciones de Kinsey, según
las cuales el 10 por ciento de la población es homosexual y un porcentaje muy superior
(hasta el 40% de los varones) ha tenido algún tipo de experiencia homosexual a lo
largo de su vida adulta. En este trabajo se analizan diversos estudios cuyos resultados
conjuntos rebajan sustancialmente esas cifras y las reducen a la categoría de leyenda
urbana.
Hay que reconocer que el colectivo gay es muy visible, y que en el lapso de una
generación se las ha apañado para pasar de no existir a no faltar, sobre todo en la
hiperrealidad de la pequeña pantalla, que es la referencia absoluta y el timón de la
opinión pública. Tal vez esa excepcional visibilidad ha hecho que se acepten y den por
buenas las cifras sobre población homosexual establecidas en los años 50 por Alfred
Kinsey, que registró porcentajes del 20% para las personas que habían tenido alguna
experiencia homosexual a lo largo de su vida, y del 10% para las personas
manifiestamente homosexuales. Aunque los resultados obtenidos por Kinsey carecen
hoy de crédito científico, en particular por la escasa representatividad de las muestras
utilizadas, la cifra del 10% ha arraigado profundamente en la opinión pública y hasta
parece haber cobrado tintes de oficialidad.
Así que empecé a tirar del hilo de internet. Más abajo presento, en forma de tabla, los
resultados de los estudios consultados sobre el tema. Como las bibliografías vienen
enganchadas unas a otras como racimos de cerezas, creo que en la recopilación no falta
ninguna de las encuestas más citadas y recurrentes, y además he añadido algún trabajo
del campo de la violencia doméstica en el que se ha reflejado la orientación sexual de
los encuestados. En sentido estricto, esos estudios y sus resultados parecen alejados del
centro de interés de este sitio web, pero tal vez sirvan a su debido tiempo para hurgar un
poco en las costuras de la teoría de género.
Otras veces las preguntas son excesivamente vagas o generales, se refieren a cualquier
clase de experiencia homosexual y abarcan toda la vida. En la encuesta nº 22 (American
National Health Interview Survey) se plantean cinco preguntas (sobre la existencia de
problemas de coagulación sanguínea, prácticas de homosexualidad masculina en los
últimos 15 años, consumo hipodérmico de drogas, recurso a prostitutas y relaciones
sexuales con personas que reuniesen alguna de las características anteriores). Las
respuestas afirmativas a todo el bloque de preguntas (es decir, para responder
afirmativamente bastaba con que el individuo se hallase en una de las cinco situaciones
descritas) representaron sólo el 4% de la muestra. En la encuesta nº 21 (Analyse des
Comportements Sexuels en France (ACSF)), el 4,1% de los encuestados declararon que
habían tenido, como mínimo, un contacto homosexual en su vida, pero eso no significa
que sean homosexuales. En la encuesta nº 8 (Sexual diversity in urban Norwegians) se
formulan preguntas excesivamente vagas sobre bisexualidad que no permiten saber
hasta qué punto la bisexualidad es frecuente, ocasional o excepcional. Con frecuencia,
los porcentajes de bisexualidad engloban también los de homosexualidad, en virtud de
preguntas del tipo: Durante el último año, ¿ha tenido usted contacto sexual con
personas de su mismo sexo o de ambos sexos? En cambio, en el estudio múltiple de
Finlandia (nº 6 en la tabla: Sexual Trends in the Baltic Sea Area), las preguntas sobre
homosexualidad exclusiva y bisexualidad están claramente diferenciadas, pero hay otra
opción (Sexualmente interesado sobre todo por el otro sexo) que deja margen para
cierto interés por la homosexualidad y se ha omitido en la tabla por su difícil ubicación;
en conjunto, el promedio (para las seis encuestas) de respuestas afirmativas a esa
pregunta fue del 5,5 por ciento.
En general, no parece razonable considerar homosexuales a todas las personas que han
tenido "algún tipo de experiencia homosexual a lo largo de su vida". Muchas personas
han podido tener alguna experiencia adolescente o juvenil de ese tipo y, sin embargo,
decantarse después rotundamente por la heterosexualidad. Sin duda, también hay
personas que han hecho el camino inverso . Por eso creo que las encuestas mejor
concebidas son las que preguntan directamente a la persona por su orientación sexual y
le reconocen suficiente capacidad de discernimiento para responder adecuadamente, en
lugar de valorar esa orientación en función de que el encuestado recuerde o no alguna
lejana experiencia ocasional.
Aunque el promedio global de la tabla es del 2,1%, si excluimos esas vagas preguntas
sobre experiencias de "toda la vida" y nos centramos en las vivencias de los últimos
años, las cifras más reiteradas se mueven en el intervalo del 1% al 3%; y fuera de ese
intervalo, abundan más los porcentajes inferiores que los superiores. Un factor difícil de
cuantificar es la renuencia de los encuestados a desvelar su condición de homosexuales,
aunque algunas encuestas en las que no se utilizó el método de entrevista personal
pueden servirnos para sopesar la importancia de ese aspecto. La encuesta francesa de
2007 (nº 1) se realizó mediante marcado telefónico aleatorio y automático y con
suficientes garantías de anonimato. La número 4 (Washington State University Survey
of Campus Safety) se realizó de forma anónima a través de internet. Es decir, en ambas
encuestas se identificó previamente a los individuos de la muestra, pero los
encuestadores no tuvieron posibilidad de conocer posteriormente a qué individuos
correspondieron las distintas respuestas; y en ambas se dio a los encuestados la opción
de no responder a las preguntas que considerasen incómodas. Los cuestionarios del
número 8 (Sexual diversity in urban Norwegians) se devolvieron anónimamente por
correo. En la National Survey of Sexual Attitudes and Lifestyles (Reino Unido, 2001) (nº
10), los encuestados eligieron entre respuestas múltiples a un cuestionario en un
ordenador portátil. A pesar de estas garantías de total anonimato, las declaraciones de
homosexualidad se mantuvieron, en las encuestas citadas, por debajo del 2% (salvo en
el caso inglés, 2,6%).
Vistas así las cosas, parece justificado atenernos a ese intervalo del 1% al 3% como
estimación de la población homosexual. Tal vez, en atención al factor de renuencia a
declarar la condición de gay, podríamos dar una mayor credibilidad a la cifra más alta
del intervalo y admitir, como conclusión razonable, que el porcentaje de personas de
ambos sexos exclusivamente homosexuales se sitúe en torno al 3% de la población
total. ¿Menos de los que parecen, verdad? Ya veis, el enigma del armario es… que no
hay armario.
12 meses 1,3
2. Sexual Behavior and Selected Health EE.UU., 12.571
Measures: Men and Women 15-44 Years of
Age, United States, 2002 (CDC - National 2005 toda la 8,5
Center for Health Statistics) [2002 National vida
Survey of Family Growth (NSFG)] (ver) 1,4 3,6
12 meses
3. Massachussets Youth Risk Behavior EE.UU.
Survey (Massachussets Department of 2005 3.522 4
Education) (ver 2005, 2004, 2001)
2004 3.624 4
2001 4.204 3
4. Washington State University Survey of EE.UU., 2.668 2 2
Campus Safety (S. Swindell, G. Liebniz y T.
Brigham) (ver) 2005
5. Canadian Community Health Survey Canadá, 135.000
(Statistics Canada) (ver) 18-59 años 1 0,7
2003
6. Sexual Trends in the Baltic Sea Area (Elina Finlandia, Fin71- 0,7 3,3
Haavio-Mannila y Osmo Kontula) 2.152
(Publications of the Population Research 2003 Fin92- 0,7 1,1
Institute,Series D 41/2003) [Estudios sobre 2.250
Finlandia (1971, 1992 y 1999), Suecia (1996), Fin99- 1,2 1,0
San Petersburgo (1996) y Estonia (2000)] (ver) 1.496
Su96- 0,5 0,1
2.810
SP96- 1,6 1,2
2.085
Est-1.031 1,4 1,9
7. Sex in Australia: Sexual identity, sexual Australia, 19.307
attraction and sexual experience among a
representative sample of adults (Australian and 2003 hombres: 1,6 0,9
New Zealand Journal of Public Health, vol. 27
nº 2) (ver) mujeres: 0,8 1,4
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