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Siglo XX - Segunda Guerra Mundial

Esteban: Un gran capítulo de la historia, Salvador, es el de las guerras y hemos tenido


de todos los colores; pero hoy queremos focalizarnos en una de ellas.

Salvador: Sí, focalizarnos en la guerra más importante que ha tenido la humanidad, que
es la Segunda Guerra Mundial. El hombre siempre ha vivido en guerras; son
muy pocos los años que se pueden computar en el mundo donde puede llegar
a pensarse (porque nunca se tiene la certeza completa) de que en ninguna
parte del globo el hombre estaba levantándose contra el hombre. Pero la
guerra siempre ha sido una constante, y una constante lamentable pero que
está siempre presente y que marca los libros de historia. Y la Segunda Guerra
Mundial es particular en este sentido y es particular por las consecuencias que
tuvo, por el alto nivel de la beligerancia y de la participación de gente en esa
guerra, y por las consecuencias posteriores, por la forma tan brutal en que la
Segunda Guerra Mundial terminó. Pero quisimos mirar un poco la historia, es
decir, buscar a un especialista en historia del siglo XX para que nos hablara
acerca de la Segunda Guerra Mundial, de los alcances, de lo que significa la
Segunda Guerra para la humanidad. Y creo que es bueno analizar esta cosa
que nos ha pasado y de la cual somos un poco testigos aunque hayamos
nacido posteriormente, pero somos testigos de las consecuencias de esa
guerra, somos testigos de lo que ha dejado esa guerra como secuela, secuela
que todavía la estamos sufriendo. Y por eso qué mejor que entrar en la historia
y analizar eso, porque tal vez reflexionando sobre la Segunda Guerra y
mirando cómo sucedió y lo que sucedió, puede ser que empecemos también
a reflexionar sobre cómo evitar que en el futuro vuelva producirse. Así que
este es el tema de hoy.

Esteban: Y tenemos un invitado especial. Lo escuchamos.

COMIENZA ENTREVISTA

Salvador: Estamos nuevamente en Tierra Firme con el profesor Claudio Nava, profesor
de historia, que nos ilustró en programas pasados acerca de los totalitarismos
del siglo XX, y hoy vamos a hablar un poco acerca de la segunda mitad del
siglo XX. Vamos a hablar de la Segunda Guerra Mundial y de los resultados de
ésta. Bienvenido al programa Tierra Firme.

Claudio: Bueno, nuevamente gracias por haberme invitado. Creo que es un tema
importante la Segunda Guerra Mundial. Hay infinidad de películas sobre este
tema, libros, y creo que valió la pena aclarar sus causas, su desarrollo y las
consecuencias graves que se produjeron en esta guerra.

Salvador: Y ¿cuáles serían las causas que llevan a la Segunda Guerra Mundial?

Claudio: Tienen que ver con programas que hicimos anteriormente. Los que provocaron
la Segunda Guerra Mundial básicamente son Alemania seguida por Italia, pero
el expansionismo alemán, con ese ideal de crear un tercer imperio que iba a
durar mil años. El avance alemán de Hitler sobre Austria, Checoslovaquia,
Polonia, desembocó finalmente en que Gran Bretaña y Francia le declarara la
guerra. La causa básica es esa, pero digamos que en el fondo es el descuido
de las potencias occidentales hacia un régimen marcadamente totalitario. Es
decir, Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos, ¿qué hicieron mientras Hitler
crecía, crecía y crecía? Creo que hubo un cierto descuido; no quisieron
intervenir. Me parece que eso generó la Segunda Guerra Mundial.

Salvador: Ahora, ésta es una característica (parece) de occidente que siempre llega tarde
a entender la violencia desatada y las agresiones; porque hoy estamos
viviendo algo parecido.

Claudio: Sí, el hombre occidental a veces hace muchos cálculos políticos, y en ese
entonces el cálculo políticos decía que había que estar más preocupados por
lo que pasaba con Stalin en la Unión Soviética, que el comunismo no avanzara,
y como un tapón permitir el mal menor que era Hitler y Alemania. Entonces
los cálculos políticos que se realizan a veces son equivocados, y es como se
tolera el mal y no se frena a tiempo por intereses públicos. Y cuando algo
está mal hay que decir que está mal, y hay que frenarlo a tiempo. Creo fue
ese el error de occidente.

Salvador: Bueno, Churchill llevó a Inglaterra adelante y no tenía mucha ayuda porque la
ayuda le vino después. Ellos tuvieron que hacer punta (por así decirlo) en la
Segunda Guerra Mundial porque fueron los primeros, y eso le costo muchísimo
a Inglaterra por los bombardeos que tuvo Londres y todo eso, hasta que
después otras potencias se vinieron adicionando y entonces la guerra fue
mucho más efectiva, la defensa fue mucho más efectiva. El pueblo Ingles
sufrió al principio muchísimo ¿no?

Claudio: Gran Bretaña sufrió pero al mismo tiempo tuvo la ventaja de ser isla; es una
isla y entonces estuvo protegida. Pero es cierto: fue el único bastión de
resistencia porque Francia fue ocupada, el resto de Europa también, otros
países como España (el régimen franquista era también simpatizante de
Alemania y del fascismo), así que realmente la única que estaba resistiendo
firmemente era Gran Bretaña. Pero cambió la historia con la intervención de
Estado Unidos y de la Unión Soviética. Recordemos que Estado Unidos entra
a mitad de la guerra por el ataque que hace Japón en Pearl Harbor, esta base
naval que Estados Unidos tenía en el Pacífico y cuando entró en la guerra allí
si hubo provisión de armas, alimentos, hombres, y allí sí se pudo hacer frente.

Salvador: ¿Cuáles fueron las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial?

Claudio: Justamente por eso elegí este tema: no es solo una guerra más (y que sucedió
hace poco, relativamente poco); es una guerra devastadora, porque en medio
de más de sesenta millones de muertos hubo un genocidio (el holocausto judío
que fue aplicado por el régimen Nazi), también se utilizaron las bombas
atómicas en Hiroshima y Nagasaki. Así que creo que es una guerra
devastadora. Nosotros de pronto aquí habitualmente, el hombre occidental ve
las películas, ve a los héroes norteamericanos, cómo salvan ciudades y triunfan
en las guerras, y los ve desde un punto de vista heroico, pero fue una guerra
terriblemente maléfica, que permitió un genocidio y la aplicación de bombas
nucleares atómicas en Nagasaki e Hiroshima. Murieron ese año un cuarto de
millón y la mayoría civiles en esas ciudades, así que fue realmente desastrosa
esta guerra. No es una guerra más, no es una guerra sencilla, sino que es una
guerra devastadora realmente.

Salvador: Hablemos del genocidio porque ese es un tema interesante, doloroso por
supuesto para la cultura y para todo nosotros, pero es un tema interesante de
ver. Porque esto que se comete, un genocidio como cometió Alemania en su
momento, es preocupante realmente porque no era solamente una guerra: es
que se estaba matando gente en los campos de concentración en una forma
sistemática. ¿Cómo se interpreta eso que paso con los genocidios en la
Segunda Guerra Mundial?

Claudio: Hoy en día hay una corriente historiográfica que estudia mucho este tema
porque no es el único genocidio. Si bien fue terrible y el más grave pero ya a
principios de siglo tenemos el genocidio de los Armenios y también en
Camboya hubo un genocidio “Khmer Rouge” del ejército rojo; allí mato más
de un millón y medio de camboyanos. Tenemos la guerra civil en Yugoslavia...
En realidad yo creo que esto tendría que ser tema de otro programa: “Los
genocidios durante el siglo XX”. También en Ruanda (recuerdo ahora)... Es
sorprendente que en el siglo XX, racional, donde han avanzados los derecho
humanos, las democracias, donde el hombre conoce ciencias, tecnología,
medios de comunicación, se organicen así grandes masacres. No solo en el
caso Alemán, sino que son una marca del siglo XX los genocidios, y que los
pueblos se sumen a esto; porque no es solo un líder político iluminado, sino
que los pueblos acompañan en esto de creer que hay un enemigo común que
quiere dañarnos y que nosotros tenemos que destruirlo. Realmente esto
manifiesta que hay una gran maldad tanto en los líderes como en el corazón
del ser humano, como para cometer semejantes barbaridades.

Salvador: Ahora, nosotros conocemos bastante del genocidio de Hitler porque fue el más
difundido ¿no cierto? El genocidio armenio no fue tan difundido, incluso los
armenios están todavía luchando para que algunos países reconozcan ese
genocidio. Pero éste fue, digamos, más conocido, más publicitado; no sé
porque está más cerca de nosotros. Ahora, ¿qué paso con el pueblo judío
justamente? ¿Por qué Hitler tenía esa visión de que hay que destruir al pueblo
judío?

Claudio: Cuando Hitler empezó su predica (porque era un gran orador) y comenzó a
ascender en su carrera política y llegó al gobierno (ya en su libro publicado
también), le fue sencillo decirle al pueblo alemán que el culpable de sus
fracasos era el pueblo judío y no ellos mismos. Es siempre muy simpático no
asumir nuestras responsabilidades, nuestras propias culpas, y echarle las
culpas al otro. Entonces Alemania había quedado destruida por la Primera
Guerra Mundial, había fracasado, y en vez de asumir las responsabilidad de
ese pueblo alemán era más sencillo decir “el pueblo judío, estos fueron los
responsables, los culpables, los que conspiraron contra nosotros”. Siempre es
más fácil para el ser humano echarle las culpas a otro, alguien ajeno. Entonces
Hitler hizo esa prédica constante año tras año y llegó hasta practicar este
genocidio bien armado (sabemos: campos de concentración, cámaras de gas).
Pero cuando uno ha cometido una falta tiene que reconocer su
responsabilidad. El pueblo alemán tiene que haber reconocido que participó
en la guerra y que está mal la guerra, no echarle las culpas de su fracaso a un
pueblo. Así que fue el chivo expiatorio y el pueblo alemán quiso creer en esto.

Salvador: Claro, siempre se manejan chivos expiatorios en la política y se juega con la


ignorancia de la gente, porque indudablemente el pueblo alemán tuvo que
decir “!No, pero me están engañando!” cuando dicen que toda la culpa es de
ellos, porque hay otra serie de factores que son los que produjeron el
problema. Lo realmente preocupante de esto es la forma (¿cómo podríamos
decir?) industrializada de matar, porque era una industria matar allí. Y se
mataba no a gente armada, no era una guerra; era gente que la levantaban
de sus pueblos, de sus ciudades, la llevaban y la mataban. Es decir, ¿llega a
tal grado de inhumanidad (como decimos a veces) el hombre?

Claudio: Sí, lamentablemente no es inhumanidad porque somos seres humanos y la


han hecho seres humanos. Pero sí, lamentablemente se llega a eso. El tema
es que nos engañamos a veces porque yo que me dedico a la enseñanza de
la Historia, habitualmente señalamos que el Imperio Romano, el Imperio
Persa, los Sirios eran sanguinarios, vengativos, destruían ciudades, pero eso
no pasa en la Modernidad. Pero realmente cuando llegamos a la Modernidad,
al siglo XX, vemos que al contrario ahora se aplica también la tecnología para
aniquilar pueblos, ciudades. Entonces yo creo que tenemos que entender que
estas actitudes no son excepcionales; son inherentes al ser humano y al mal
que tiene el hombre en el corazón, y por lo tanto tenemos que cuidarnos
justamente de que no se vuelvan a repetir porque no son cosas excepcionales,
no son cosas extraordinarias. Yo he mencionado genocidios que han pasado
en Europa pero también en Asia, en África, aquí también con el caso de los
indígenas en colonia... Es decir, es una característica del ser humano el ser
destructivo, dañino y no velar por su prójimo.

Salvador: Al margen de esto que es uno de los aspectos de la Segunda Guerra Mundial
está el otro aspecto que a veces se lo trata menos, porque es que también se
hizo algo así como un genocidio con las bombas atómicas. Porque se mató a
una cantidad de gente en un momento. ¿Cuánta gente fue la que murió en
Hiroshima y Nagasaki?

Claudio: Es difícil precisarlo porque se sabe que el tema de la energía nuclear deja
secuelas y hay que seguir los rastros en los años posteriores de cuántos
murieron. Pero se calcula que en ese año 1945 (las bombas fueron lanzadas
en agosto de 1945), al término de ese año aproximadamente 250.000.
Alrededor de esa cifra de personas había muerto y habría que sumar
posteriormente todos los que fueron lamentablemente muriendo con el
transcurrir de los años. Pero sí, ese es un hecho que en la historia también ha
quedado sin suficiente análisis. ¿Cómo se puede lanzar semejantes bombas
sobre una ciudad y sobre civiles y que no se haya juzgado convenientemente
eso? Ese es un tema que realmente no figura en los libros, no se analiza, no
se asumen responsabilidades, porque no es que se atacó una base militar;
fueron ciudades arrasadas en un instante. No sé si el calificativo es un
genocidio, pero evidentemente es una matanza indiscriminada, una
barbaridad. Se adujo que mediante este mecanismo si se resolvía la guerra
rápidamente se evitaban más muertes; pero matar un cuarto de millones en
un año, meses, para finalizar una guerra tampoco era una solución
interesante.

Salvador: Sí, algunos de los científicos que trabajaron en el desarrollo de la bomba


atómica se negaban a que la tiraran sobre poblaciones; le sugirieron a Estado
Unidos que la tiraran en una isla cercana para mostrar el poderío que tenía y
asustar a Japón para que retrocediera. Pero algunos en Estados Unidos dijeron
que Japón no iba a retroceder de ninguna forma, que no iba a resultar efectivo
eso y la lanzaron directamente sobre la gente. Ahora, el hecho de que no se
los haya juzgado es los vencedores siempre tienen razón.

Claudio: Sí, exactamente. En la Historiografía, en el estudio histórico, quedó como que


al contrario, los vencedores impusieron la libertad, liberaron, derrotaron a los
grandes imperios y son héroes. Pero creo hay que juzgar lo que se ha hecho
mal de ambos bandos. Lo que está mal está mal, eso es invariable. Semejantes
atrocidades de bombas atómicas sobre población civil, familias, gente que no
participaba en la guerra es totalmente nefasto. Así que yo creo que sea
lanzado por un país que es democrático, que está luchando contra los
regímenes totalitarios, igual está mal, es totalmente nefasto lo que se hizo.

Salvador: Llegamos al final de nuestro diálogo y pienso en lo que hemos hablado:


totalitarismos, militarismos exacerbados, genocidios, masacres. ¿Esto es lo
que deja como saldo el siglo XX? ¿Qué podemos hacer en el siglo XXI para
que no pase eso?

Claudio: Digamos que tenemos que analizar; en realidad habría que analizar bien por
qué el hombre del siglo XX llegó a esos desastres. Y creo que llegó a esos
desastres por seguir ideologías, filosofías o creencias equivocadas; seguir lo
que le dictaba su propia razón, el poder político, el poder económico. Y el
hombre no puede seguir regímenes, partidos políticos o ideologías o lo que
dice un líder; el hombre tiene seguir principios trascendentes, eternos, y tiene
que respetar esos principios como respeto a la vida. todo lo que hemos
hablado de los regímenes totalitarios y la Segunda Guerra Mundial tiene que
ver con que no se respetó la vida, y es un principio que está en los Diez
Mandamientos: “no mataras”. Aquí en el siglo XX, ¿qué ha pasado? No se ha
respetado ese principio; es decir, el siglo XX justamente fue un quiebre: no se
respetaron las leyes establecidas por Dios. Creo que lo que deberíamos hacer
en el siglo XXI es retomar esos principios, esas leyes establecidas mas allá de
las que estableció Dios, la cultura hebrea, el cristianismo; esos principios tiene
que respetarlos Occidente porque si no se producen genocidios, guerras,
masacres. Hay que ver cuáles son los principios sobre los cuales fundamos
nuestra sociedad; eso tiene que reverlo el hombre del siglo XXI, porque sino
lamentablemente se van a producir guerras y otra vez grandes desastres.

Salvador: Muchas gracias, profesor, por haber ilustrado a los que estamos aquí y a toda
nuestra audiencia con su conocimiento. Tierra Firme le agradece mucho la
colaboración y esperamos que en alguna otra oportunidad podamos tenerlo
con nosotros.

Claudio: Espero que nuevamente me convoquen, y el agradecido soy yo por poder


participar y discutir estos temas que quizás todavía merecen una discusión
más amplia; mucho más de lo que hemos hablado para continuar discutiendo.
Pero gracias por haberme invitado.

TERMINA ENTREVISTA

Esteban: ¡Cuántas enseñanzas debemos sacar cada uno en forma personal y colectiva,
Salvador, de estos episodios que han involucrado toda la humanidad!

Salvador: Y creo que el profesor Nava dejo bien explicitado cuál es la respuesta final:
Necesitamos volver a los principios que Dios ha establecido, necesitamos
volver a leer los Diez Mandamientos, necesitamos volver a leer el Sermón del
Monte, y tenemos que volver a ello. Porque si no volvemos a Dios (que es lo
que nos está pasando) volvemos a la jungla. Y en este momentos estamos
volviendo a la jungla, y será que estamos todavía a tiempo para dar la vuelta,
para volver a Dios y para encontrar el camino realmente de la bendición de
Dios al respecto, y no este camino de muerte, de desolación, de angustia y de
destrucción que hemos vivido y que ninguno (estoy seguro) desea que
volvamos a vivir.

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