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VALORACIÓN DE MONTES ARBOLADOS (PARTE II)
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externalidades positivas. Siguiendo a Baz- ,1997), se ha optado por realizar una clasi-
zani et al. (1993), se puede comprobar que ficación ecléctica, enfocada hacia la realidad
subyace una condición de no-valoración forestal.
en su existencia: el efecto que producen no En primer lugar, conviene distinguir
está siendo valorado o compensado con entre valor de uso, referido a aquellas pre-
una indemnización justa. ferencias de un individuo a la hora de parti-
El otro concepto económico que es pre- cipar de una actividad (e.g., visita a un
ciso introducir es el de excedente del consu- monte, senderismo, etc.) y valor de no-uso,
midor. Ya se han citado ejemplos de funcio- que englobaría una valoración de un bien o
nes de los bosques que no son valorados servicio sin participar directamente del
monetariamente. Este hecho no excluye que mismo (e.g., la existencia de selvas tropica-
la sociedad no aprecie o estime estas utilida- les). Dentro del valor de uso, se suele dife-
des que proporcionan los bosques. Siguien- renciar entre aquellas preferencias asociadas
do a Pearce & Turner (1995), una forma a algún tipo de actividad que implica el con-
sencilla de identificar este aprecio sería el sumo de un recurso, es decir, el valor con-
conocer la disposición a pagar por la exis- suntivo (e.g. caza, pesca, camping, etc.),
tencia de dichos bienes y servicios. Esta dis- frente al valor no consuntivo, que sería aquel
posición a pagar será diferente para cada que está asociado con actividades que no
individuo, y se puede comprobar que afectan al recurso (e.g., contemplación del
muchos de ellos pagarían por encima del paisaje, o de la fauna). Los valores de uso se
precio de mercado establecido. Si esto es derivan del uso real del monte. También se
así, el beneficio que reciben dichos indivi- pueden incluir, dentro de este epígrafe los
duos supera al precio de mercado, y este llamados valores de uso indirecto: aquellos
superávit se denomina excedente del consu- beneficios derivados básicamente de los ser-
midor. Este concepto se ha revelado de gran vicios funcionales, que el medio ambiente
utilidad a la hora de proceder a valorar acti- suministra: protección de cuencas hidrográ-
vos ambientales ficas, captura de carbono, protección de
Una vez introducidas estas nociones, se suelos, etc. Para algunos autores, sin embar-
va a proceder a desglosar los diferentes valo- go, estos valores pueden ser incluidos en
res económicos que, de manera general, otros apartados.
pueden darse en un bosque, excluyendo los Dentro de los valores de no-uso, se sue-
relativos a aquellos bienes y servicios fores- len citar, como los más importantes, los
tales que dispongan de precios de mercado. siguientes. En primer lugar, es preciso
Es decir, se va a tratar de estimar el valor de hablar de un valor de existencia, o valor que
las externalidades positivas proporcionadas para un individuo tiene la existencia de un
por los bosques y anteriormente precisadas. bien o servicio, aunque no esté disfrután-
El procedimiento suele ser el definir una dolo con su uso (e.g., la presencia del uro-
serie de valores económicos para, a conti- gallo en ciertos montes españoles). Otro
nuación proceder a su suma en lo que se tipo de valor sería el valor de opción, valor
conoce como valor económico total (4). Dado que para un individuo tiene no cerrar la
que tanto la terminología como la taxono- posibilidad de una futura utilización del
mía empleada para caracterizar a estos valo- bien (e.g., el pago de una cantidad por el
res difiere según la fuente consultada (e.g. futuro acceso a un monte, parque natural,
Sarker & McKeeney, 1992; Pearce & Tuner,
1995; Kramer et al., 1995; Azqueta, 1996a;
Field ,1995; Kengen ,1997; Gregersen et al. (5) Generalmente suele definirse como la diferen-
cia entre la cantidad máxima que un consumidor paga-
ría por tener una opción de disfrutar en el futuro de ese
(4) En Campos (1994) se pueden encontrar la recurso, y los beneficios esperados de dicha actividad
aplicación de este método a ejemplos forestales recreativa.
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otros. Muchos bienes y servicios forestales valor de ciertos bienes y servicios a partir
presentan unas interrelaciones explícitas. informaciones existentes en el mercado. Es
Hay una interacción en el espacio y en el decir, es posible inferir, a través de ciertos
tiempo entre los diversos usos de esos bie- precios de mercado, el valor de otros bienes
nes y servicios (e.g.: la corta de árboles para y servicios.
aprovechamiento de la madera puede El uso del precio de mercado de la
degradar (o mejorar) el hábitat de determi- mejor alternativa descartada da alguna idea
nadas especies). del valor mínimo de un bien o servicio. Se
trata de un coste de oportunidad aplicado a
aquellos bienes y servicios objeto de la
Técnicas para valorar valoración. Por ejemplo, el valor mínimo de
bienes y servicios que un parque natural se calcula sobre la base
no disponen de un precio de los precios de mercado de los bienes y
servicios a los que se renuncia, tales como
de mercado extracción de madera, minería, pastos, etc.
Una vez descritos los distintos valores Siguiendo a Gregersen et al. (1997), puede
que pueden encontrarse en un ecosistema deducirse un coste de oportunidad utili-
forestal, el siguiente paso consiste en descri- zando ciertos precios de mercado para
bir las técnicas que suelen emplearse para deducir un valor mínimo para ciertos bie-
valorar estas externalidades. Como se podrá nes y servicios.
apreciar en este apartado, algunos de los Por último, también se pueden utilizar
métodos se basan en el concepto anterior- los precios de mercado correspondientes a
mente introducido del excedente del consu- aumentos en la producción para el cálculo
midor. Aunque dentro de la economía indirecto del valor de algunos insumos. Así,
ambiental se suele precisar mucho más este la diferencia entre el valor de mercado de
concepto (se distingue entre la disposición a una cosecha protegida por un cortavientos
pagar por la conservación de un bosque y la respecto al que habría tenido sin dicho cor-
disposición a aceptar una compensación tavientos proporciona el valor mínimo del
económica por ser privado de una determi- mismo.
nada cualidad del mismo), no se ha creído
conveniente profundizar en esta dirección. Métodos directos
A continuación, se exponen los diferen-
tes métodos existentes para la valoración de Durante los últimos años se han desa-
dichas externalidades. Los métodos de valo- rrollado diversos métodos de valoración
ración se pueden clasificar en aquellos basa- para intentar derivar medidas monetarias de
dos en el valor de mercado real, los que posibles cambios en la cantidad y/o calidad
intentan obtener un valor de mercado a tra- de diversos activos ambientales.
vés de procedimientos indirectos (método Los métodos directos intentan reflejar
del coste del viaje, método de los precios explícitamente las preferencias del consumi-
hedónicos) y los que intentan conocer el dor ante posibles cambios en el activo
valor a través de métodos directos a través ambiental considerado. Generalmente, se
de la construcción de un mercado artificial intenta, a través de encuestas o entrevistas el
(valoración contingente). establecimiento de un mercado artificial
que, partiendo de la base que los consumi-
dores consultados presentan un conoci-
Métodos basados en
miento sobre el bien en cuestión, permita
el valor de mercado real
obtener valoraciones individuales sobre los
Aunque no suele ser lo más habitual, a bienes y servicios objetos de dicha encuesta.
veces se pueden obtener estimaciones del Aunque se cita en la literatura algún método
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adicional, nos vamos a centrar en el más esa misma información a través del uso de
ampliamente difundido, el método de valora- cierta información existente en los mercados
ción contingente. reales. Estos métodos asumen una cierta
complementariedad entre los bienes y servi-
Método de Valoración cios ambientales y ciertos bienes que dispo-
Contingente nen de un valor de mercado. Dentro de los
métodos indirectos, cabe resaltar los
Este procedimiento, basándose en que siguientes:
los individuos son capaces de responder
cuestiones para revelar sus preferencias en Método de los Costes Evitados
cuanto a ciertos bienes y servicios, utiliza o Inducidos
encuestas para conocer el deseo de pagar
por ciertos outputs que no disponen de Se basa en el uso de precios de mercado
mercado. Es decir, el objetivo sería conocer de un sustitutivo cercano para el cálculo
el excedente del consumidor de las personas indirecto del valor de los bienes y servicios
encuestadas. objeto de la valoración. El procedimiento de
Hoy en día los métodos de valoración los costes evitados se puede utilizar en el
contingente están en pleno auge, y se utili- caso de bosques protectores determinando
zan tanto en áreas ambientales (calidad del el costo de aterramiento de embalses, la
aire, paisaje, uso social de montes, bosques defensa de vías de comunicación o de culti-
o playas, mantenimiento de la biodiversi- vos agrícolas, etc. En esta línea, si se quisie-
dad, etc.) y no ambientales (sanidad, pre- ra valorar la función protectora que realizan
cios de supermercados, programas de asis- los bosques al evitar la erosión, se podría
tencia a la tercera edad) (Field, 1995). utilizar como subrogado el coste de drenar
Una gran ventaja de este procedimiento los sedimentos que se pudieran depositar en
es su gran flexibilidad y facilidad de aplica- un embalse aguas abajo que se acumularían
ción a un amplio rango de bienes ambienta- si no existiera la masa forestal.
les. Asimismo, hay que decir que a diferencia Por otro lado, si se quiere estimar el
de otros métodos, permite tener en cuenta valor de la función de captura de carbono
los beneficios de uso y de no uso. Aunque se que realizan los bosques, se podría utilizar
ha producido en los últimos años una evolu- como subrogado el impuesto con el que se
ción en cuanto a la presentación de las grava su emisión, o el coste que deberían
encuestas debido a diversos sesgos en las res- introducir ciertas centrales térmicas para
puestas, la valoración contingente ha sido y mejorar su tecnología y reducir así sus emi-
está siendo habitualmente utilizada en siones.
muchos países. Por ejemplo, en Estados Uni-
dos se acepta desde julio de 1989 por los tri- Método del Coste del Viaje
bunales para como un procedimiento válido
estimar los daños causados al medio ambien- Este método es uno de los más emple-
te por vertidos tóxicos (e.g., las indemniza- ados, y de los más antiguos, ya que fue
ciones por el vertido del «Exxon Valdez»). En propuesto por Hottelling (1947) para esti-
España, cabe destacar los trabajos de Riera mar los beneficios de recreo suministrados
(1994, 1995); Riera et al. (1994); León por ciertos parques nacionales americanos
(1996a, 1996b), Pérez et al. (1996). con el fin de poderlos comparar a los
beneficios procurados por usos alternati-
Métodos indirectos vos como la explotación maderera del bos-
que.
En contraposición a los métodos direc- La idea central es que el bienestar obte-
tos, los métodos indirectos intentan obtener nido de la visita debe alcanzar un nivel que
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Cuadro 2
Clasificación de las técnicas de valoración
Métodos Tipos Tipo valor Aplicaciones
Valor mercado real Valor de uso Valor mínimo parque natural,
existencia de cortavientos, etc.
Directos Valoración contingente Valor de uso y de no uso Uso social, mantenimiento de la
biodiversidad, paisaje, etc.
Indirectos Costes evitados Valor de uso Aterramiento de embalses, captura
de CO2
Coste del viaje Valor de uso Uso social, fauna
Precios hedónicos Valor de uso Calidad ambiental
Fuente: Elaboración propia.
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parece que está recibiendo una mayor aten- psicológico, cultural, educativo, o emoti-
ción en situaciones forestales. Generalmente vo, encuadrados dentro de lo que genéri-
su mayor número de aplicaciones se puede camente se denomina uso social, aunque
ver en zonas urbanas o periurbanas: valora- en algunos trabajos se denomina como
ción del ruido en el mercado de viviendas, aspectos recreativos. Aunque en algunos
de la calidad del aire, etc. (Bazzani et al., casos concretos su consumo está regido
1993). por unos precios, que pueden ser de mer-
Recapitulando las ideas contenidas en cado, generalmente no es así, por lo que
este apartado, en el Cuadro 2 se presenta un en este caso nos referiremos a lo que se
resumen no excluyente de estas técnicas y conoce como «aspectos recreativos difu-
algunas de sus características y aplicaciones. sos»: acampada, pasear por el monte,
Antes de finalizar esta sección, es preci- cicloturismo, etc.
so recalcar que todos estos métodos pre- En la valoración del uso social se debe
sentan ciertas limitaciones, fundamen- tener en cuenta diversos elementos entre
talmente de tipo ético y microeconómico. los que se puede destacar: patrones de
En Azqueta (1996b) se encuentran expues- afluencia (temporada, días, horas, moti-
tas dichas debilidades, de una manera clara vos), uso de las distintas zonas (zonifica-
y concisa. ción), censo de visitantes (capacidad de
uso, edades, procedencia, niveles cultura-
les, tipo de actividad, demandas), impactos
Valoración de los distintos sobre el medio, ciudades del entorno,
bienes y servicios de un comunicaciones y distancias y elementos
culturales e históricos.
ecosistema forestal Sin embargo, es preciso señalar que la
Centrándonos en los bienes y servicios existencia de estas externalidades positivas
que no son valorados a precios de mercado acarrea problemas como pérdida de rentas,
(o son gratuitos, o están infravalorados), problemas de regeneración, aumento de
una posible clasificación (entre las muchas gastos, creación de infraestructuras, aten-
que se pueden efectuar), partiría de una dis- ción a los visitantes o impacto sobre el
tinción inmediata: separar por un lado medio.
aquellos outputs que para su uso y disfrute Para medir el valor de este uso social se
es preciso acudir al monte de otros en los emplea alguno de los métodos de valora-
que no es necesario acercarse al ecosistema ción ambiental reseñados en el apartado
forestal para poder disfrutar de algunas de precedente, fundamentalmente los méto-
las funciones que cumple. dos del coste del viaje y de valoración con-
tingente.
Por ejemplo en Campos et al. (1996)
Bienes y servicios consumidos se utilizan ambos métodos para estimar
dentro del monte los aspectos recreativos en el área de
Aunque nos referiremos tan sólo a bie- Monfragüe, obteniéndose un valor máxi-
nes sin valor de mercado, en este apartado mo de 2666 ptas./ha, teniendo en cuenta
también se podrían considerar todas las que la frecuencia de excursionistas es de
actividades extractivas que se realizan en los uno por hectárea. En Garrido et al.(1996)
montes (madera, frutos, etc.). se ha utilizado el método del coste del
viaje para examinar tanto las actividades
Uso Social recreativas como el paisaje del parque
regional de la cuenca alta del río Manza-
Los bosques proporcionan a los ciu- nares. Los resultados, para ambos valores
dadanos multitud de beneficios de tipo muestran mediciones del excedente del
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trabajos en diferentes países y tipos de eco- sustituto, para ciertos economistas, la biodi-
sistemas forestales en los que, en prome- versidad se debe considerar como cualquier
dio, se suele valorar la Tm de carbono cap- otro bien de mercado.
turada por una cantidad que oscila entre Aunque ciertamente puede constituir un
10-30$. Esto puede conducir a unos valo- valor de uso, como sería la visita a un monte
res mínimos por ha que, dependiendo del para contemplar un determinado elenco de
tipo del bosque y la especie a considerar, seres vivos, generalmente se considera a la
puede ir desde los 250 hasta los 4000$/ha. biodiversidad como un ejemplo claro de
Otra forma de estimar esta externalidad valor de no-uso. El ejemplo más evidente
positiva que ofrecen las masas forestales es sería el de las selvas tropicales, o ecosiste-
intentar obtener cuál sería el valor de esta mas paradigma de la máxima diversidad, a
función que realizan los bosques igualan- los que se les suele asignar valores de exis-
do, a través de un subsidio o un impuesto, tencia, opción o de legado.
el óptimo privado y social que subyace en Es preciso hacer constar que ya se empie-
cualquier problema de gestión forestal. En za a hablar de la biodiversidad como un
este caso el óptimo privado sería aquel subrogado del valor total de ciertos bosques
manejo que proporcionara el mayor VAN, (por ejemplo, el valor que para una empresa
mientras que el óptimo social se produciría farmacéutica representaría el descubrimien-
cuando la captura de carbono es máxima. to, gracias a un principio activo de una plan-
Si se introduce ese subsidio Pigouviano se ta o animal que habita un cierto ecosistema
puede llegar a igualar ambos óptimos. Esta forestal, de un nuevo medicamento). Como
metodología se ha aplicado en España, puede fácilmente deducirse, la valoración de
concretamente a masas de hayedos en la pérdida de biodiversidad resulta muy
Navarra, llegándose a unos valores que complicada, ya que en muchas ocasiones no
oscilan entre las 2000-6000 pts/m3, depen- se dispone de un conocimiento global de
diendo de varios parámetros. (Ríos, 1997; todos los recursos, sus interacciones y sus
Romero et al., 1998). posibles usos y aplicaciones.
Algunos autores (Kosonen et al., 1997)
Biodiversidad asumen un valor máximo para un bosque
climácico (en este caso tropical), partiendo
La biodiversidad o diversidad biológica del valor de la madera que se puede obtener
expresa el grado de variedad de la naturale- en dicho bosque. Mediante unos índices de
za, incluyendo tanto el número como la fre- abundancia (aves y árboles) y la compara-
cuencia de ecosistemas, especies o material ción con esa situación inicial, va calculando
genético que se dan en una comunidad. El el valor de la pérdida de la biodiversidad
término biodiversidad es a menudo utiliza- conforme se va degradando el ecosistema.
do en el sentido de presencia/ausencia y
abundancia de especies en una determinada Recursos Hídricos
área. Generalmente, se consideran tres nive-
les distintos: diversidad genética, diversidad Es indudable la influencia que los mon-
de especies y diversidad de ecosistemas tes ejercen sobre los recursos hídricos: tanto
(MOPTMA, 1995). en la calidad como en la cantidad de la
Siguiendo a Gowdy (1997), se puede misma: a través de la manipulación de la
afirmar que el valor total de la biodiversidad vegetación situada aguas arriba de un
es desconocido por la dificultad e imposibi- embalse, se puede variar el aporte de agua a
lidad de medición de algunos valores. Exis- dicho embalse, la infiltración, etc. (a dife-
te una polémica entre algunos científicos rencia de España, en algunos países existe
sobre esta cuestión. Mientras para algunos un precio de mercado para cada m3 de
biólogos, su valor es infinito por carecer de agua).
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Una forma de evaluar esta función sería La valoración del arbolado ornamental
a través del precio de mercado del m3 de se establece a partir: del tamaño característi-
agua para consumo o para riego. Caballer co del árbol (cuyo precio medio en vivero
(1999) aplica esta metodología para calcu- sirve de base para la valoración), del valor
lar el aumento de infiltración que supone básico, standard o tipo (se obtiene de las
la existencia de un bosque, y una vez obte- ecuaciones o funciones tamaño/precio), del
nido este dato, lo multiplica por un hipo- valor de reposición o valor de compra (con-
tético precio del agua y lo actualiza para siderando los costes de trasplante y de man-
obtener el valor de esta función protectora. tenimiento actualizados). Complementa-
La existencia del arbolado genera un incre- riamente, se establecen tres grupos
mento estimado de la infiltración de valoración: frondosas, coníferas y palmeras
90m 3/ha, que con un precio de 450 y similares y se distingue entre árboles sus-
ptas./m3 y actualizado al 4% alcanza un tituibles (son aquellos que se pueden com-
valor de 11.250 ptas./ha. prar y replantar) y no sustituibles (no es
En Desvouges, Smith y McGivney posible conseguirlos en el mercado de los
(1983) se ha utilizado el método de valora- viveros ornamentales).
ción contingente para calcular el valor de En los árboles sustituibles, se busca el
mejoras en la calidad del agua para propósi- precio de compra del árbol en los catálogos
tos recreativos en este recurso natural. de viveros ornamentales. Una vez obtenido
Hallaron que los usuarios de los sitios de el precio de mercado, se le suma los gastos
recreación que tomaron como muestra pre- de plantación y arranque y los gastos anua-
sentaron un promedio de disponibilidad les de mantenimiento, capitalizados con
para pagar de 12,30 $ por persona a fin de interés compuesto durante el tiempo que ha
incrementar la calidad del agua, de «nave- vivido el árbol (considerando la probabili-
gable» a «apta para la pesca», y 29,60 $ para dad de éxito en el trasplante).
pasar de un «agua navegable» a un agua En los árboles no sustituibles a partir de
«apta para nadar». la función logística (caso particular de la
función de Richards), se obtiene el factor
multiplicativo del precio que tendrá el árbol
Caso especial: El arbolado en vivero para sus dimensiones tanto para
urbano y periurbano frondosas (en función de su perímetro a
1,30 metros sobre el suelo) como para coní-
Debido a su creciente importancia y a feras (en función de su altura) que multipli-
sus especificidades en cuanto a su valora- cado por el valor característico de vivero
ción se ha creído conveniente dedicar un proporciona el valor básico. En el caso de
apartado a la valoración del arbolado urba- palmeras y similares se utiliza la relación
no y periurbano. entre la altura en centímetros del tronco y
Como es conocido, la valoración del una constante de crecimiento que se
arbolado ornamental se ha concretado en encuentra tabulada.
España en la denominada Norma Granada Una vez determinado el valor básico se
(por haberse aprobado en dicha ciudad). introducen unos índices correctores en
En su redacción se tuvieron en cuenta mul- función de factores intrínsecos (propios de
titud de estudios y trabajos anteriores (Aus- la especie y del individuo: tamaño fotosin-
tralian Institute of Horticulture, Inc. 1977; téticamente activo, estado sanitario,
Caballer, 1989; López Arce, y Del Alamo, expectativa de vida útil) y de factores
1975; Union Suisse des Services des Parcs extrínsecos (correspondientes al medio
et Promenades, 1974; Bernatzky, 1978; que le rodea: estético y funcional, repre-
etc.) que están recogidos en sus anejos sentatividad y rareza, situación y factores
(AEPJP, 1990). extraordinarios).
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