Sie sind auf Seite 1von 7

Absolutismo francés en el siglo XVII

Memorias de Luis XIV

“Me informaba de todo, escuchando las cosas más insignificantes,


averigüando en todo momento el número y la calidad de mis tropas y el
estado de mis plazas, dando incesantemente ordenes para todas las
necesidades, recibiendo y leyendo despachos, redactando yo mismo gran
parte de las respuestas, regulándolos ingresos y los gastos del Estado,
llevando mis asuntos tan secretos como nadie lo haya hecho”

Teóricos del absolutismo europeo

Jacques Bossuet: Francia, 1627-1704

Para Bossuet el poder político proviene directamente de Dios y lo recibe el Rey


que es representante directo de Él. El trono real no es de un solo hombre, el
Rey, sino de Dios mismo.

Francisco de Vitoria: Dominico, España 1485-1546 Inspirador de la Escuela


de Salamanca

Francisco Suárez: Jesuita, España, 1540-1617

Juan de Mariana: Jesuita, España, 1536-1624

Escuela española impregnada de pensamiento teológico para quienes el poder


del Rey llega de Dios pero no directamente al monarca sino a través del pueblo
en quien reside la soberanía. El pueblo entrega el poder al Rey para que lo
administre. El Rey tiene soberanía “per populorum”. Cuando El Rey
desaparece o muere, es el pueblo en quien recae la soberanía. Más aún el
pueblo puede eliminar al monarca si comete actos de tiranía.
Thomas Hobbes: Inglaterra 1588-1679

Autor del Leviatán en 1651. Para Hobbes, racionalista, todos los hombres son
iguales y persiguen los mismos fines, luchando entre sí, todos contra todos. El
hombre es el lobo del hombre. Para vivir en sociedad los hombres deben ceder
parte de sus derechos al Rey a través de un “contrato social” Para que este
pacto se cumpla es necesario un poder fuerte, un monarca quien acumule
todos estos derechos.

.John Locke: Bristol, Reino Unido, 1632-1704

Locke es considerado el padre del liberalismo. Lanzó una ofensiva doctrinal


contra el absolutismo y defendió los derechos de la burguesía. El gobierno
debía estar constituido por el Rey y un Parlamento.

Cromwell y parte de la burguesía inglesa en su proyecto republicano, a pesar


de la derrota sufrida, había dejado una huella imborrable en el equilibrio de los
poderes públicos y en la moderación del absolutismo hasta su transformación
en monarquía parlamentaria.
Interpretaciones historiográficas del absolutismo monárquico

Para el historiador Roland Mousnier, la monarquía absoluta es el resultado de


la rivalidad de dos clases: la burguesía y la nobleza. El rey arbitraba el
conflicto, apoyando a la burguesía y domesticando a la nobleza, conduciendo
ese conflicto a un equilibrio que aseguró su poder personal y la unidad, el
orden y la jerarquía en el gobierno y en el Estado; lo que llevó a la sumisión
total y a la obediencia sin límites.
Por el contrario, según Perry Anderson, el estado absolutista nunca fue el
árbitro entre la aristocracia y la burguesía, ni mucho menos, un instrumento en
la naciente burguesía contra la aristocracia. El absolutismo fue en su esencia
un aparato reorganizado y potenciado de dominio feudal, el nuevo instrumento
de una nobleza amenazada, a la que permitió seguir ostentando el dominio del
poder político, manteniendo a las masas campesinas en la base de la jerarquía
social y a la burguesía emergente fuera de las clases dominantes.
Paradójicamente, según este historiador, si bien el estado absolutista fue un
instrumento para la protección de la propiedad y los privilegios de la
aristocracia feudal, los medios que empleó favorecieron simultáneamente los
intereses básicos de las nacientes clases mercantiles y manufactureras,
posibilitando el desarrollo de las estructuras capitalistas.
Algunos apartados de Anderson tomados del texto El Estado absolutista en
Occidente: "El absolutismo fue esencialmente eso: un aparato reorganizado y
potenciado de dominación feudal, destinado a mantener a las masas
campesinas en su posición social tradicional"
El señor Anderson también cita en su texto a Althusser: "El régimen político de
la monarquía absoluta es tan solo la nueva forma política necesaria para el
mantenimiento del dominio y explotación feudal en un periodo de desarrollo de
una economía de mercado."
"Los estados monárquicos del renacimiento fueron, ante todo y sobre todo,
instrumentos modernizados para el mantenimiento del dominio nobiliario sobre
las masas rurales." P. Anderson.
EL MERCANTILISMO Alicia Polvarini
de Reyes
Historia, economía y
política
del mundo contemporánea
Temas y problemas
(Publicación en proceso)

La época mercantilista.

La época mercantilista1, significó cambios en la organización política de Europa y en


la estructuración de las ideas económicas comprendidas entre los siglos XVI, XVII y
XVIII, desde el final de la Edad Media hasta el advenimiento de la sociedad
liberal…una fase en la historia de las políticas económicas.2

A diferencia de las ideas económicas de la Edad Media, preconizadas por diferentes


individualidades, el mercantilismo se centró en el grupo políticamente organizado de
las monarquías absolutistas y de los imperios coloniales, bajo el signo de la autoridad
absoluta del “Príncipe”. Con frecuencia, el mercantilismo fue considerado un conjunto
de prácticas económicas antes que una teoría.

Nacidos en una etapa de rivalidades entre las naciones europeas colonialistas,


los mercantilistas concibieron el principio del crecimiento relativo de sus
naciones con respecto a las vecinas. Los términos que reflejaron esta noción
fueron: aumentar, acrecentar, fomentar. No excluyeron la idea y el cálculo del
crecimiento obtenido gracias a las guerras y al pillaje. Los pensadores fueron,
por ello, los primeros teóricos de las economías dominantes. Unieron las ideas
de riqueza y poder de los soberanos con los aspectos demográficos de cada
grupo social y el bienestar de los súbditos del reino.

Frente a la dispersión política medieval feudal, el mercantilismo actuó como un


sistema unificador de distintas maneras. En primer lugar, en Inglaterra, Alemania y
Francia, luchó contra la disgregación aduanera, creando sistemas aduaneros
nacionales. En segundo lugar, reorganizando y reunificando los sistemas de pesos y
medidas y el régimen monetario. En tercer lugar, instituyó nuevos reglamentos de las
manufacturas y de los gremios urbanos, otorgando privilegios fiscales, por ejemplo a
ciertas industrias de lujo en Francia. En cuarto lugar, la reglamentación del trabajo y la
ley de pobres. En quinto lugar, la organización del comercio exterior y de las
empresas. Mientras que en los Países Bajos, el comercio era explotado directamente
por el Estado, en Inglaterra fueron grupos privados los que condujeron las empresas
fuertemente reglamentadas por la monarquía.

1 Eli Heckscher (1879 – 1952). Economista e historiador sueco, n. y m. en Estocolmo. Profesor de


economía y estadística de la Escuela de Comercio de Estocolmo. Autor de una tesis sobre el efecto del
comercio exterior en la distribución del ingreso, vigente y releída en la actualidad. Su libro “Mercantilism”,
editado en idioma sueco en 1931, tuvo múltiples traducciones.
2 Heckscher, Eli. La época mercantilista. 1983: 3
El mercantilismo también fue un sistema de poder, cuya esencia estuvo en el interés
político de los estados y de las naciones constituidos en los sólidos bloques de
Estado-Nación-Mercado entre los siglos XVI y XVIII.

Las prácticas proteccionistas

El mercantilismo implementó prácticas proteccionistas desarrolladas en el norte de


Italia -donde existían antecedentes medievales de proteccionismo -, Alemania, Suecia,
Francia, Inglaterra y Países Bajos. El proteccionismo consistía en la prohibición y/o
altísimos aranceles a las importaciones de aquellos bienes extranjeros, cuyos
similares se producían internamente. Además, las políticas proteccionistas evitaban la
salida o exportación de los insumos necesarios para las industrias internas. Más aún,
en Inglaterra, el proteccionismo recayó sobre la exportación de los paños sin teñir y sin
aprestar. Se interpreta esta prohibición como la voluntad de obtener bienes totalmente
terminados con alto contenido de mano de obra inglesa. En este sentido, la política
proteccionista pudo expresar la tendencia a crear empleo o posibilidades de trabajo en
las naciones europeas entre los siglos XVI al XVIII. Sin embargo, un jurista inglés,
conociendo la preferencia de Europa continental de comprar los excelentes paños
ingleses sin teñir ni aprestar, se preguntaba si para dar sustento a 10 mil tintoreros y
aprestadores, no se corría el riesgo de dejar sin trabajo a 100 mil tejedores e
hilanderos.

Otro aspecto de la política proteccionista pudo sintetizarse en que las economías


debían comprar por menor valor y vender por mayor valor en el mercado externo.
Para desalentar las importaciones se gravaban con altos aranceles los productos
extranjeros. El superávit de la balanza comercial redundó en un mayor ingreso de los
medios de pago de la época consistentes en metales preciosos, especialmente oro y
plata.

Las prácticas monetarias de los mercantilismos

Los mercantilismos estructuraron un conjunto de políticas monetarias nuevas en


Occidente.

España ejerció la especial práctica bullonista como consecuencia de la disponibilidad


de abundantes metales preciosos procedentes de sus colonias. El bullonismo no tuvo
una política expresa de producción manufacturera ni de protección de la competencia
externa. España debió importar del resto de Europa prácticamente todo lo que sus
colonias demandaban, ya que su avance industrial fue muy lento y su productividad
muy baja, con excepción de Cataluña, verdadero emporio textil de la época de
transición.

Diversas funciones fueron adjudicadas a los metales preciosos. Las “monedas


mercancía” con valor intrínseco del metal tuvieron los roles de medios de pago
del intercambio, de símbolos y medidas de la riqueza, de capital financiero
para inversión productiva y préstamos a interés y el rol de tesorización. Los
mecanismos del intercambio, como en toda economía, fueron internos y
externos. Internamente tomó importancia la circulación de la moneda y, en
términos generales, el origen tanto de la inflación como de la deflación de
precios. En cuanto al intercambio con el exterior, predominó el principio de
“vender barato” (mayor volumen) y “comprar caro” (para disminuir las
importaciones). La prohibición de exportar plata para retener el metal precioso
en el interior del país tuvo su complemento en la balanza comercial positiva,
donde las exportaciones superaban en valor a las importaciones, y por lo tanto,
incrementaba el flujo de metales preciosos hacia el interior de la economía.

La observación del ingreso del tesoro americano a España y al resto de Europa y el


aumento de los precios dio lugar a diferentes interpretaciones de la realidad. Los
llamados “economistas primitivos” del siglo XVI realizaron ingenuos descubrimientos
cuantitativistas, pero fueron muy agudos en sus observaciones y en la amplitud de los
matices de la realidad. Tal fue el caso de Luis Ortiz, Tomas de Mercado y Martín de
Azpilcueta “el doctor navarro”, sabio nacido en Navarra.

En Francia, Jean Bodin (1530 – 1596) opinó sobre las causas de la revolución de los
precios en el siglo XVI. Atribuyó el alza o inflación de precios en Europa a cinco
fenómenos, a saber: A) La abundancia de oro y plata. B) La práctica de los
monopolios. C) La escasez causada por las exportaciones. D) El lujo del Rey y de las
cortes o gastos suntuarios. E) La adulteración de las monedas3.

El rechazo al mercantilismo, su reglamentación y su proteccionismo, fue una antesala


del pensamiento y de las políticas liberales del siglo XVIII. Las diferencias
conceptuales y de acción entre los mercantilistas y los liberales existieron y se
manifestaron en la mayoría de los pensadores y políticos. Sin embargo, el
mercantilismo presentó dos caras: una que apuntaba al liberalismo y la otra a los
controles, a los reglamentos y a las protecciones.

“Entre los elementos que componían la cara liberal


del mercantilismo, sólo algunos eran actuales en su
periodo de esplendor: el interés por los nuevos

3Bodin, Jean. La Response de Maistre I ean Bodin, advocat en la cour, au Paradoxe de Monsieur de
Malestroit, touchant l’encherissement de toutes choses & le moyen d’y remedier. En: Documents
Economiques. Paris. Prsses universitaires de France. 1968. Tomo II. pp 144 al 147.
empresarios, la emancipación de la moral y de la
religión y de la tendencia a poner la iniciativa privada
al servicio de la política económica”4

Las políticas mercantilistas, ligadas al absolutismo monárquico y al Antiguo


Régimen europeo, tuvieron una especial expresión en Francia de Luis XIV
donde destacó la figura de Jean Baptiste Colbert, Ministro y Contralor
General de Finanzas en 1665. La singularidad del mercantilismo francés de
Colbert radicó en el énfasis puesto en el aumento de la producción agrícola y
en la reglamentación del trabajo industrial.
El siguiente documento demuestra entre otras cosas la preocupación de
Sieur Colbert por lograr el progreso de Francia. A pesar de no haber sido
apreciado por el pueblo ni por el Rey, éste consideró que “…. nadie [como
Colbert] lo había servido con tanta devoción”

¡Error! No se pueden crear objetos modificando códigos de campo.

4 Heckscher, Eli. 1983: 764

Das könnte Ihnen auch gefallen