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A través de este Salmo veremos lo efectos poderosos que Dios produce en la restauración.
I. El primer efecto poderoso lo declara diciendo: “Seremos como los que sueñan”
El pueblo añoraba tener descanso, estar en su tierra traería alivio a todos sus pesares de la
cautividad. Quizás ellos venían en su camino devuelta a su tierra cantando este salmo.
Meditando en la quietud de estar en casa. El descanso de sentirse poseedores de lo que
Dios les había prometido porque lo anhelaban con todo el corazón.
No hay nada mejor que volver a casa. A quien no le ha pasado que estando unos días
fuera de casa se extraña la comida, la comodidad, la familia, el reencontrarse con sus
seres queridos. Hoy es tiempo de decisión es tiempo de volver a casa como el hijo pródigo
que estando lejos se dio cuenta que estaba viviendo perdidamente, que habiendo
malgastado toda su herencia se acordaba de su casa. En su casa tenía de todo, pan,
familia, amigos todo; así también, en casa tienes de todo su palabra que alimenta el
corazón y descanso que tanto el alma necesita.
Es hora de volver a tu lugar! Toda persona en Cristo puede llegar a tener el verdadero
descanso que el alma necesita. Él está llamando en este momento y te dice ¡Venid!
¡Venid a mí todos, Todos los que estáis trabajados y cargados que yo os haré descansar!
Si hay pesar en tu corazón o si lo tienes todo ven a Cristo y te dará descanso.
El pueblo al volver siente la alegría verdadera cuando llega a su tierra. Todos esos años
de esclavitud en tierra extraña con la amargura de la obligación de estar viviendo en
un lugar que no le correspondía. Con un idioma distinto, una cultura distinta, en fin
lleno de dioses e idolatría.
Esta alegría de volver a su tierra simboliza el gozo incomparable que da Dios cuando
las personas se vuelven a Él. Es cuando el hombre se vuelve a Dios donde encuentra el
verdadero sentido de vivir. Se encuentra con El verdadero gozo que Dios da.
Es dejar atrás la tristeza como el pueblo cuando estuvo en cautividad. El hombre preso
de su pecado acarrea y llena de dolor el corazón. Cuando llega a Cristo experimenta la
alegría de estar con Él. Es darse cuenta de Su Presencia es llenarse de Paz, Regocijo.
¡Es algo que no lo da y no lo puede dar el mundo es completamente in com pa ra ble!
III. El tercer efecto poderoso el salmo lo dice así “Nuestra lengua de alabanza”
Imagine al pueblo lejos de su tierra lejos completamente lejos del templo, el lugar
donde acostumbraban a adorar a Dios. Ellos habían perdido la alabanza personal y
congregacional.
Antes de volvernos al Señor hay otro lenguaje, otros cantos llenos de miseria,
sensualidad, vanidad, llenos de dolor. Es solo cosa de colocar una radio cualquiera sea
y analice las letras de las canciones, y se dará cuenta del contenido vano. En cambio
una vez vuelto al Señor Su alabanza está de continuo en la boca del creyente.
Solo en Cristo la persona puede ofrecer una alabanza aceptable, porque tiene el gozo
de haber sido restaurado. Un corazón lavado por la sangre de Cristo de quien ha sido
perdonado se llena de alabanza. Porque viene de alguien que se ha arrepentido de sus
pecados y ahora vive para Él. Es ahora cuando vuelto a Dios ¡dale alabanza a Él!
IV. El cuarto efecto poderoso lo dice en “Entonces dirán … Grandes cosas ha hecho
Jehová con estos”
El pueblo sería visto ahora como un grande, en otras palabras, se asombraran de que
Dios les da otra oportunidad. Dios es tan grande en amor y misericordia que da otra
oportunidad.
Esto es testimonio a las gentes, las naciones en el caso de Israel. En el caso del que es
restaurado por el Señor testifica del poder de Dios. La vida cambiada produce un
efecto de testimonio que engrandece.
Quien es restaurado en Cristo es un testimonio viviente del amor del amor y fidelidad
de Dios. Él te está dando otra oportunidad de volver a su camino y ser su testimonio.
No hay otra fuerza más poderosa que cambie y transforme la vida de una persona
sino el restaurado al propósito original de Dios. Es el lugar de vida, de gozo, alabanza,
de estar donde debe uno estar en casa con una alabanza en la boca que testifica de su
grandeza. ¡Deja que Dios te restaure en Cristo y experimentarás esta gran y
extraordinaria Verdad!
Pamela Cáceres L.