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HUMILDAD, JUSTICIA Y ADORACION.

Jesús creció en Nazaret y aquel pequeño pueblo no estaba bien visto entre los
sacerdotes y fariseos. Aceptaban mejor a los de la capital Jerusalén que al lugar
pequeño y escondido que era Nazaret.

En el corazón está el bien y está el mal y Jesús conoce las partes en las que se
divide nuestro interior.

Jesús es el experto en sanar el alma de los hijos que ha sido dañado por la
incomprensión.

La comprensión es sabiduría.

Jesús no ha levantado a una novia para agradar a los pastores, sino que la ha
creado para que sea su Esposa. Jesús ha creado tres etapas a cumplir:

-El altar de los humildes, vestidos de justicia y vestiduras de adorador

-Cuerpo de la humillación, es el que tiene que ser trabajado para hallar la


justificación y si Dios le concede la entrada, podrá pasar al lugar de la adoración

Una persona espiritual no buscara su propio trance, sino que el Señor les muestra
su propio estado y condición. El pueblo de Israel tentó diez veces seguidas a
Jehová, porque en la prueba que Dios les puso para conocer su corazón,
defraudaron al Rey de reyes.
Lo que recibieron después de salir de Egipto, lo menospreciaron y rápido les fue
quitado ese privilegio. Cuando no hay avivamiento de agradecimiento, entonces
llegan a nosotros espíritus de confusión. La comprensión que enseña Jesús es la
única que entiende la condición del que ha caído en pecado, y después hace lo
imposible para restaurar esa alma caída.

Jesús nos creó con hambre, pero juntamente creo los alimentos necesarios para
saciarnos. Los cristianos no somos medidos ni por el tiempo ni por el espacio si no
que se nos determina por la eternidad. Muchos confunden los años que llevan en
el Señor con una espiritualidad mayor. Pero los maduros en Cristo son los que han
experimentado el arrepentimiento y la comprensión habita dentro de ellos.

Los que no se vacían de maldades imposible que alcancen madurez. A menudo le


traían a Jesús preguntas para hacerle caer con las escrituras de la ley. Pero aquel
que escribió la ley y vino aquí a cumplirla, le añadía la asignatura de la comprensión
y entonces los hacía tropezar con su propia trampa. Con la duda y el
aborrecimiento perdemos el billete del rapto.

Jehová aborrece a aquellos que juegan con la paciencia suya y menosprecian el


juicio enviado al pecador. Fuera del Señor y de la congregación no podemos
encontrar nada nuevo. Amar a Jesús es perderlo todo. Por eso no existe nadie que
tenga su alma vendida al pecado y que alcance un reino en el cielo. En el nivel
paraíso del cielo habrá miles de hijos que estarán lamentándose de no haber
alcanzado una entrega perfecta dentro de la congregación.
cuando queremos ser amigo de alguien grande siempre tendremos
que dejar que el lleve la voz cantante. no importan los años en el
señor, si no las metas que se han alcanzado estando en él. los años
no dan nada, sino lo que de él hemos aprendido. un b ebe es muy
bonito pero lo que ve no es con la dimensión correcta.

1 Samuel 16:13-14saúl perdió el reino y ni aun así se hizo la idea de lo


que tenía. los que ahora están en el infierno si saben lo que han
perdido. no hay que esperar a vivir en escarmient o para darle gloria
al señor. los que están llenos de su gloria no tiene por qué acudir a
otros para recibir alivio. al espíritu santo debemos conocerlo en la
enseñanza que nos imparte en lo personal.

hechos 12: 15-17por solo un tropiezo podemos perder inclu so la


primogenitura. La verdadera sanidad es por la compresión. por
mucho ayuno, oración que practiquemos no conseguiremos
blanquear nuestros vestidos. pero si nos humillamos y practicamos
la comprensión del hijo, entonces seremos alguien que en el reino
de los cielos. yo tengo que separarme de mi mismo y no de los
hermanos. yo debo anhelar los tres tipos de vestuario: vestidos de
humildad, vestidos de justicia y vestidos de adorador.
“EL QUE SE HUMILLA, ALCANZA JUSTICIA Y SERÁ PUESTO EN EL
LUGAR DE UN ADORADOR”
el alma que peca junto al cuerpo de soberbia tiene pánico a la
muerte. los sentimientos son engañosos e incluso se atreven a
juzgar a dios

si amamos más al mundo que al primogénito nos arriesgamos a que


él nos abandone la salvación viene y se va de la misma manera. en el
cielo saben el valor que tiene la salvación. el cuerpo de la
humillación es el que se le da la preeminencia hoy en las iglesias. los
que juegan serán arrebatados por satanás

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