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Resumen
El sufijo quechua de derivación verbal –pu “benefactivo”, no ha sido descripto
suficientemente para el dialecto de Santiago del Estero. La primera mención a este
sufijo corresponde a Domingo Bravo (1953), quien lo define como un infijo
correspondiente al pronombre enclítico “le”. Por su parte, Ricardo Nardi (1985 [2002])
afirma que indica tercera persona objeto directo o indirecto singular. En la gramática de
Alderetes (2001), –pu es definido como el morfema de 3ª persona objeto cuando el actor
es cualquiera de las otras personas (1ª,2ª o 3ª)..
En este trabajo, hacemos una revisión de las características de este sufijo, al que
consideramos como un orientador actancial, que desvía la orientación de la acción hacia
el tercer actante (diferente al sujeto y al objeto del verbo), y permite indicar que la
acción se realiza en provecho o en perjuicio de algún otro. Mostramos ejemplos de los
diversos casos que pueden presentarse según la valencia verbal y las situaciones que se
plantean al combinarse –pu con los sufijos transicionales.
Introducción
En nuestras primeras investigaciones sobre el sufijo verbal –pu habíamos
advertido que su comportamiento era dependiente de alguna manera, de ciertas
características de los verbos involucrados. Más precisamente, habíamos observado que
su capacidad combinatoria se ejercía de manera restrictiva con determinados verbos,
pero no intentamos una clasificación de los mismos que permitiera explicar de manera
satisfactoria la función o las funciones de este sufijo. En la búsqueda de un modelo
didáctico para la enseñanza de los procesos de derivación verbal, Albarracín (2011:
137-154) postula que es la valencia de un determinado verbo la que define el
comportamiento de –pu. A partir de dicho enfoque, en este trabajo haremos una puesta
al día del resultado de nuestras últimas pesquisas relacionadas con este tema.
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El benefactivo –pu. Este sufijo indica que la acción verbal se efectúa en beneficio de
la persona involucrada, aunque a veces, dependiendo del contexto, no siempre indica
una acción en provecho de alguien sino que también puede conllevar cierto aire
malefactivo.
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La descripción de Domingo A.Bravo
La primera descripción del sufijo –pu para el quichua de Santiago del Estero fue
realizada a mediados del siglo pasado por Domingo A.Bravo (1956: 210-211). De
acuerdo con este autor, –pu sería un infijo correspondiente al pronombre enclítico le y
cita los siguientes ejemplos: ckaparípuy (gritarle o grítale), ckaparipus (gritándole),
muyúpuy (girarle o gírale), ichápuy (derramarle o derrámale), churápuy (ponerle o
ponle), etc., en los cuales hemos mantenido la forma de escritura utilizada por Bravo.
Luego proporciona la conjugación del verbo ckaparípuy:
Bravo (1956:210) concluye: “De esta manera se conjugan los verbos compuestos
con este infijo, en todas las personas, tiempos y modos”. A continuación define al sufijo
–pucu como: “infijo correspondiente al pronombre enclítico: les (plural de -le). Con
estas funciones entra en la composición de los verbos sig.: nipúcuy (decirles o díles),
nipucus (diciéndoles), ckasquipúcuy (quitarles o. quítales), huackaychapúcuy
(guardarles o guárdales), huajtapúcuy (golpearles o golpéales), etc.”.
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churapuy! “ponele!”
choqapuychis! “tírenle!”
churapunankunapajj “para que ellos le pongan”
nipuy! “decile!”
En general, las descripciones citadas para los otros dialectos son breves y en
los ejemplos ofrecidos los contextos de uso son muy diversos, pudiéndose advertir
que existen diferentes matices en la interpretación del uso de –pu de acuerdo a cada
contexto. A su vez, las descripciones citadas para el dialecto de Santiago del
Estero, son ambiguas e incluso erróneas, ya que en esta lengua la marca de 3ª
persona objeto es cero.
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La necesidad de especificar el uso correcto de este sufijo condujo a
relacionar (Albarracín 2011: 137-154), la capacidad de combinación de –pu con
ciertas bases verbales según la valencia del verbo involucrado y de este modo
intentar una clasificación de las situaciones posibles. A la luz de nuestras últimas
investigaciones, hemos intentado formular una revisión de esta vía de análisis
introduciendo algunas correcciones a la propuesta original.
Debido a los diversos nombres que se aplican a este sufijo: ‘benefactivo’,
‘regresivo’, ‘interpersonal’, ‘translocativo’, etc., nos hemos inclinado por mantener
la denominación ‘benefactivo/ malefactivo’, ya que una característica común a los
dialectos QII-C, es que este sufijo es un indicador de que la acción no es en beneficio
del actor.
Definiremos entonces al sufijo verbal –pu ‘benefactivo/malefactivo’ como un
orientador actancial, que desvía la orientación de la acción hacia otra instancia
diferente al sujeto y al objeto del verbo, es decir, hacia un tercer actante. En términos
generales permite indicar que la acción se realiza en provecho o en perjuicio de algún
otro y se traduce por ‘le, la, lo’. Cuando ese tercer actante es plural, necesitamos
adicionar el pluralizador –ku. La secuencia resultante –puku se traduce por ‘les’.
A continuación, analizaremos el comportamiento de –pu según la valencia del
verbo al cual se sufija.
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rimay ‘hablar’, no es posible agregar directamente el sufijo –pu, por cuanto no hay un
tercer actante hacia el cual redireccionar la acción, de allí que una forma como
*rimapuni (para decir ‘le hablo’) es incorrecta. Este ejemplo muestra claramente que –
pu no puede ser considerado como una marca general de 3ª persona objeto ya que en el
caso mencionado, la solución que adopta la lengua es incrementar la valencia del verbo
mediante otro sufijo, el causativo –chi: rimachini ‘le hablo’.
Como señala Alderetes (2001: 196), hay una segunda excepción con el verbo
tiyay ‘estar’. Por ejemplo, flexionado para la 3ª persona del singular: tiyapun, se
traduce por ‘él tiene’. En otros dialectos, esta estructura se realiza con el verbo
copulativo kay ‘ser’, aunque en el quichua de Santiago también parece haber sido
conocida antiguamente, ya que quedan algunos vestigios como, por ejemplo, en la
chacarera “La Arunguita” de mediados del siglo XIX (Grosso, 2008: 120-121).
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c) El benefactivo con verbos bivalentes
En el caso de los verbos bivalentes (valencia 2) que requieren dos actantes (uno en
función de sujeto y otro en función de objeto), para poder incorporar un tercer participante,
en función de objeto indirecto, y que semánticamente cumpla el rol de
beneficiario/destinatario de la acción, el único modo de hacerlo es agregando el
orientador actancial –pu, el cual desviará la orientación de la acción hacia este tercer
actante que está explicitado fuera de la morfología del verbo. Es decir, en el caso de los
verbos bivalentes, el sufijo –pu se comporta como progresivo ya que su presencia
supone aumento actancial.
Consideremos el siguiente caso, con el verbo wachiy ´flechar’, en donde el
primer actante es la 1ª persona noqa ‘yo’ en función de sujeto y el segundo actante un
paciente challwas ‘peces’ en función de objeto:
Es decir, el sufijo –pu que en el interior del verbo está indicando un objeto
indirecto, nos avisa que fuera de la morfología del verbo hay un tercer actante que en
este caso cumple el rol semántico de beneficiario (pay ‘él’). Y como está explícito, está
marcado con el sufijo de caso benefactivo –paq.
En el siguiente ejemplo, con el verbo niy ‘decir’, –pu orienta la acción hacia un
tercer actante, 3ª persona objeto indirecto que cumple el rol semántico de destinatario y
que está fuera de la morfología del verbo marcado con el sufijo –ta.
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noqa pay–ta chay–ta ni- –pu –ni
yo él a eso decir le yo
S OI acus OD acus V OI 1ª
Vemos entonces que para poder incorporar a gringu como el tercer participante,
se hace necesaria la presencia del sufijo –pu para incrementar la valencia verbal a 3.
En este otro ejemplo, la acción recae sobre el caballo, de propiedad del tercer
actante, en este caso, de la 3ª persona objeto (pay), indicada en el verbo con –Ø.
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paypa sutisninta yacha-pu–Ø–nki le sabrás todos sus nombres (de él)
yachacheqta leccionta yacha-pu–Ø–nki le sabrás (decir) la lección al maestro
En este tipo de verbos, –pu no puede sufijarse a menos que vaya acompañado
de un sufijo de persona objeto (los llamados sufijos transicionales –wa y –su y sus
variantes). Si se produce alguna de estas combinaciones, es decir –pu–wa o –pu–su, la
función de –pu ya no sería la de un aplicativo (o sea, agregar un actante), sino la de un
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benefactivo puro. No hay, en consecuencia, incremento de la valencia verbal y en estos
casos, la función de –pu es sumar, al sentido de destinatario, el de beneficiario o de
perjudicado por la acción verbal, como en los siguientes ejemplos:
En este ejemplo los actantes son cuatro: “alguien que envía = tatay”; “algo que
es enviado = qollqe”; “alguien que recibe el envío = mamay” y, finalmente, “alguien o
algo a través de lo cual se hace el envío = wawqey”.
Conforme a este ejemplo, pareciera que en este verbo tetravalente la presencia
de –pu no es necesaria, es decir, una situación similar al caso de los trivalentes. Sin
embargo, los siguientes ejemplos contradicen esta hipótesis:
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del verbo kachay 'enviar, mandar' y a poner en duda su condición de tetravalente,
cuestión que será objeto de un estudio posterior.
Pero el caso más común con cuatro actantes se produce cuando el causativo –chi
es aplicado a un verbo trivalente como por ejemplo qoy ‘dar’. Este sufijo aumenta la
actancialidad del verbo, por lo que el verbo derivado qochiy ‘hacer dar’ supone cuatro
actantes: “alguien que hace que alguien dé (el instigador)”, “alguien que da (el actor)”,
“algo que es dado (el objeto)” y, finalmente, “alguien que recibe lo dado (el
destinatario)”.
payqa warminta mana aykappas tukuy chusaqninta qocheq kasa kara
él a su mujer nunca le hizo dar todo lo que le faltaba
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Esta secuencia puede pluralizarse como –chi–pu–ku e indica que el sujeto
obliga a alguien a realizar la acción expresada por el verbo en beneficio o perjuicio de
otras personas.
Angelitusta tantachipukoq rera
A los angelitos fue a hacerlos reunir
Conclusiones
Según nuestro análisis, el sufijo verbal benefactivo –pu del dialecto quechua de
Santiago del Estero, puede combinarse sin restricciones con los verbos bivalentes y su
presencia supone un incremento de la valencia verbal. No ocurre lo mismo con verbos
de otras valencias, produciéndose algunas situaciones en donde la capacidad
combinatoria de este sufijo puede ser nula (como con algunas bases intransitivas) y
otras en donde la capacidad de ajustar la valencia verbal depende del valor inicial de la
misma y del valor que puede alcanzar en los casos que intervienen simultáneamente
sufijos causativos. Adicionalmente, esta vía de análisis nos ha permitido hacer una
revisión crítica de las estructuras argumentales tradicionalmente asignadas a algunos
verbos. Nuestro agradecimiento a Marisa Censabella por sus sugerencias.
BIBLIOGRAFÍA
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Compiladores: Albarracín Lelia, Tebes M., Alderetes J.. Buenos Aires: Dunken.
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