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Se conoce como “frente de llama” la zona en que tiene lugar la reacción de la combustión.
Este frente de llama separa en cada instante los gases quemados de la mezcla sin quemar.
Durante el proceso de combustión del motor, las presiones a ambos lados del frente de llama
coinciden debido a que la propagación de la llama es subsónica (deflagración). Sin embargo, no
ocurre lo mismo con las temperaturas, como puede verse en la figura 1. El sistema resulta, por
tanto, “homogéneo en presión y no homogéneo en temperatura”.
Se han desarrollado muchas teorías para explicar la naturaleza de la propagación del frente
de llama, de las cuales la más ampliamente aceptada es la que postula que se trata de “una
reacción en cadena”.
Que la mezcla sea homogénea quiere decir que el dosado en cualquier parte de la mezcla,
por pequeña que sea, debe ser el mismo.
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Para que el encendido de una mezcla inflamable tenga lugar, no es bastante con suministrar
una cantidad de energía suficiente, sino que es necesario, también, hacerlo en un volumen
suficientemente grande y en tiempo suficientemente corto, de forma que dicho volumen la
temperatura de combustión. Unas vez que se alcanzan dichas condiciones iniciales, la llama se
propaga a través de la cámara de combustión.
Conviene observar que una explicación puramente termodinámica no justifica los valores
reales de las velocidades normales de propagación observada.
La transición térmica del frente de llama a las capas próximas de la mezcla sin quemar crea
elementos activos (radicales libres), denominados “portadores de cadena” que al reaccionar
generan a su vez otros elementos activos además de los productos finales, multiplicando así el
número de reacciones hasta que la combustión es completa, o por el contrario, hasta que se
alcanza un punto en el que las reacciones rompedoras de cadena superan a las de propagación.
Las reacciones en que intervienen los radicales libres siguen la ley de la paridad de las
variaciones del número de estos radicales: la diferencia entre el número de radicales formados y
desaparecidos en una etapa elemental es igual a un número par o cero. Esta regla se puede
observar que se cumple en el caso hipotético, propuesto por Lewis y Von Elbe, siguiente:
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birradical pues tiene dos electrones de valencia ( O•• ).
Cuando la propagación del frente de llama se realiza en régimen laminar el espesor del
frente de llama “e” es del orden de décimas o centésimas de milímetro.
La velocidad con la que se desplaza el frente de llama con respecto a la mezcla fresca, en la
dirección normal a la superficie, se denomina velocidad de combustión o velocidad de la llama. En
el caso de propagación laminar es del orden de 2 a 4 m/s y, si se trata de propagación turbulenta,
del orden de 35 m/s (velocidad media).
Como el proceso de combustión en motores resulta afectado por el movimiento del pistón,
por la forma más o menos irregular de la cámara, por la presencia de gases del ciclo anterior, y por
el movimiento muy turbulento de los gases, consideraremos primeramente la propagación del
frente de llama en una atmósfera confinada de volumen constante así como el desarrollo de la
presión con la posición del mismo.
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Podemos afirmar que la contracción, en volumen, de la masa sin quemar estará producida
por el avance del frente de llama sobre ella, menos el volumen de la misma que ha pasado a
convertirse en productos quemados. Así pues:
− dV = S X dx − S X CC dt
Teniendo en cuenta que la perturbación de presión originada por la compresibilidad del gas,
supuesto el proceso adiabático, responde a la ecuación:
dV 1 dp
=−
V γ p
Vdp dx
= − CC
γpS X dt dt
dx
con lo que teniendo en cuenta las expresiones: CF = y C A = C F − CC
dt
V dp
podemos concluir que: CA =
γpS X dt
Esta ecuación permite afirmar que si la velocidad del frente de llama CF puede también
hacerse depender de la curva de variación de la presión con el tiempo, la velocidad de combustión
se podrá poner igualmente en función de ese parámetro. Tal afirmación hace posible realizar un
análisis iterativo de la velocidad de combustión, partiendo de unas condiciones iniciales en el
interior de la cámara de combustión del motor, que nos determine la curva de variación de presión
del motor con el giro del cigüeñal durante el proceso de combustión.
y consecuentemente:
CFL - velocidad del frente de llama laminar.
CFT - velocidad del frente de llama turbulento.
mq
Sean: f = - fracción de productos quemados existente en un instante dado.
m
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CVsq
a= - cociente de los calores específicos a volumen constante de la masa sin
CVq
quemar y de los productos quemados.
ni
b= - cociente entre el número de moles existente al comienzo de la combustión
nf
(toda la masa sin quemar) y el número de moles al final de la misma (toda
de productos quemados).
Supondremos que el frente de llama tiene un espesor despreciable y que en él existe una
discontinuidad térmica, así mismo se considerarán los calores específicos constantes con la
temperatura.
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masa inicial más la química de la masa quemada será igual a la suma de las energías internas
sensibles de la masa sin quemar y de la quemada de la 2ª configuración. Así pues:
Tomando como origen de las energías internas el mismo que el de las temperaturas
absolutas, podemos escribir:
p
podemos escribir: b Ti = b(1 − f )Tsq + fTq
pi
p
a(Tsq − Ti ) − bTsq + b Ti
pi
Despejando “f Tq” y sustituyendo en (1) resulta: f =
a(Tsq − Ti ) − bTsq + Tf
γ −1
p Tsq γ
Dividiendo por Ti numerador y denominador y sabiendo que: =
Ti pi
γ −1
pγ p
(a − b) + b −a
Tf np p pi pi
y que, = i f =b f , queda definitivamente: f = γ −1
Ti nf pi pi
pγ p
(a − b) + b f − a
pi pi
La proximidad de los valores de a y b para los combustibles normalmente usados, hace que
la anterior ecuación pueda expresarse aproximadamente de la forma:
p
−1
mq p − pi pi
f = = =
m pf − pi pf
−1
pi
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Esta ecuación representa el aumento fraccional de presión en este instante, respecto a la
presión que se alcanza al final de la combustión. Esta relación también ha sido validada
experimentalmente por diversos investigadores.
Vq Vsq pf nsqTsq 1− f
= 1− = 1− = 1− 1
V V pnf Tf
pf γ
f
− 1 + 1
pi
Con el fin de conocer la influencia de la forma del recipiente y de la situación del punto de
encendido, consideraremos dos casos extremos: una esfera de radio “R” con encendido central y
un cilindro largo de longitud “L” con encendido en el extremo. El primer caso nos da la máxima
relación Vq/r y el segundo caso la mínima.
4π r
3
Vsq =
4π 3
3
(
R −r =
3
)
1 −
3 R
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transversal del cilindro y “L” su longitud total.
Para estos dos modelos de cámara de combustión, suponiendo un frente de llama esférico
(centrado en el punto de encendido) y plano (normal al eje del cilindro) respectivamente, se han
representado, con parámetros adimensionales, en la figura 4 la presión en la cámara en función
del recorrido del frente de llama.
Obsérvese que el incremento de presión es muy pequeño hasta cerca del final del recorrido
de la llama. En la esfera, aproximadamente, sólo el 2% del aumento total ha tenido lugar cuando la
llama está al final del recorrido. Incluso en el cilindro la fracción análoga es sólo del 11%.
Los valores límites del dosado para los cuales la llama no progresa, se denominan “límites
de inflamabilidad”. Cuando de aumenta la temperatura inicial el límite pobre disminuye su valor y el
límite lo aumenta (figura 6)
El límite pobre varía con la composición del combustible, diseño del motor y condiciones
operativas del mismo, pero suele estar entre 0,6 y 0,8, a plena admisión. Estos límites aumentan
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cuando se reduce el grado de admisión, debido esencialmente al incremento de la relación de
dilución por los gases residuales, cuando la presión de admisión disminuye.
b) Naturaleza del combustible. La velocidad de la llama varía muy poco con la composición del
combustible. La influencia del tipo de hidrocarburo nunca llega a ser importante, al menos con los
constituyentes usuales de los combustibles comerciales (aromáticos y olefinas). Sería necesario
utilizar productos muy particulares para percibir una variación importante de esta velocidad. Los
aditivos usuales de los carburantes, para aumentar el NO, no ejercen ninguna influencia sobre el
proceso de propagación que caracteriza la combustión normal.
c) Presión. Estudios realizados por Lewis sobre la velocidad de la llama laminar ponen de
manifiesto que dicha velocidad es proporcional a “pn”, observando que:
En los motores las velocidades de llama son superiores a 100 cm/s, por lo que un aumento
de la presión conlleva un incremento de las mismas.
d) Temperatura. Influye muy poco dentro de los límites usuales de funcionamiento del motor.
Las velocidades relativas respecto a la velocidad media del flujo no son debidas a la acción
de presiones, como en un flujo potencial, sino a fuerzas de cizalladura. En un flujo turbulento, la
velocidad local del flujo sufre fluctuaciones desordenadas alrededor de un valor medio.
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• El espesor del frente de llama aumenta y también la superficie real de combustión.
• Los límites de inflamabilidad parecen sufrir un estrechamiento.
• La velocidad de propagación de la llama aumenta sensiblemente debido al incremento de la
transmisión de calor y la mejora del proceso de difusión en el frente de llama.
• La corriente de ionización, que se puede medir por medio de sondas sumergidas en el frente
de llama, son muy superiores a las medidas en el caso de propagación laminar.
Por lo que respecta al comportamiento del motor, el aspecto más importante del desarrollo
de la llama es su influencia sobre la presión del cilindro. La relación entre el desarrollo de la llama
y la presión es cualitativamente parecida a la de bombas de volumen constante, excepto, como ya
se comentó anteriormente, en lo relativo a la influencia de la turbulencia y la posición del pistón.
A cada una de estas tres fases y principalmente a las dos primeras corresponde, como se ha
descrito, una fracción del ángulo del cigüeñal. Así pues:
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α C = α C1 + α C 2 + α C 3
L1 C m
con lo que se concluye que: α C1 = π
S CCL
L2 C m
Para la segunda fase se obtiene igualmente: αC2 = π
S CCT
dp dp
Gradiente de presión, ó , relacionado con la marcha más o menos dura del motor.
dα dt
Presión máxima de combustión, relacionada con los esfuerzos máximos a que está
sometido el motor.
Es evidente que todos los factores que influyen en la velocidad de la llama afectarán al desarrollo
de la presión y si bien éstos ya han sido estudiados, existen otros no ligados directamente a la
velocidad de combustión que pueden afectarle. Haremos aquí un repaso de todos los factores de
funcionamiento y de diseño del motor. Estos son:
Variables de funcionamiento:
Variables de diseño.
o Relación de compresión.
o Forma de la cámara de combustión, número de bujías y posición de las mismas.
o Relación carrera/diámetro.
o Turbulencia
o Tamaño del cilindro.
Primera fase αC1: A medida que aumenta el número de vueltas en un motor dado,
manteniendo constantes las demás variables operativas, la velocidad de combustión CC1,
correspondiente a esta fase aumenta menos que proporcionalmente a la velocidad lineal
media del pistón Cm, por lo que el ángulo correspondiente a esta fase aumenta.
Segunda fase αC2: En esta fase tiene una notable influencia la turbulencia creada por el
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movimiento del pistón, por lo que la velocidad de combustión CC2, correspondiente aumenta
prácticamente proporcionalmente a la velocidad del pistón Cm, por lo que el ángulo
correspondiente a esta fase permanece constante.
Tercera fase αC3: También tiene cierta tendencia a aumentar este ángulo, pero su influencia
en el ángulo ocupado por la combustión es muy pequeña.
Resumiendo, podemos decir que el ángulo de giro del cigüeñal, ocupado por la mayor parte
de la combustión (αC2), es casi constante al variar el número de vueltas del motor, lo cual es uno
de los hechos más importantes en relación al tiempo de combustión. Sin esta característica, los
motores de encendido provocado no podrían funcionar a las muy altas velocidades de pistón que
se utilizan en la actualidad.
f) Dosado. La variación del ángulo de combustión con el dosado está representada en la figura 9.
Puede observarse que para mezclas ricas, y en los márgenes usuales de variación del dosado de
los motores de encendido provocado (1 < FR < 1.2), la variación del ángulo de combustión no es
muy importante, obteniéndose el valor mínimo para mezclas ligeramente ricas que dan, como ya
se dijo, una temperatura de combustión más alta. Para mezclas pobres, o ricas por encima del
margen antes indicado, los ángulos de combustión aumentan en forma apreciable.
g) Punto de encendido. Cualquier variación del punto de encendido modifica la cantidad de masa
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de mezcla quemada antes y después de PMS; el punto de encendido óptimo será aquél que con-
siga que el rendimiento del motor sea máximo.
El avance neumático, como se dijo variable con la carga, actúa fundamentalmente en el paso
del motor de ralentí a carga. Una vez que la mariposa del acelerador está totalmente abierta, el
avance neumático no actúa a no ser cuando el motor gira a un régimen muy elevado, ya que en
esta situación la presión en el colector se reduce.
Finalmente, para cada motor, hay que fijar lo que se conoce como avance estático, que es el
ángulo de avance al encendido a motor parado o en la marcha al ralentí, y que lo fija el diseñador
en función del tipo de motor.
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bien, con el empleo de los sistemas clásicos de encendido, esto no es posible. Sin embargo,
debido a las crecientes exigencias en la optimización del punto de encendido para poder reducir la
contaminación y mejorar el rendimiento, cada día se hace más necesario el empleo de sistemas
que, tomando como variables los factores que influyen sobre la velocidad de combustión, den una
ley de avance al encendido óptima. Actualmente, se están empleando, cada vez en mayor
proporción, los microprocesadores para resolver el problema.
h) Temperatura del agua refrigerante. Influye muy poco dentro de los límites de variación de la
misma.
Numerosos son los ensayos realizados sobre el número y posición de las bujías en la
cámara de combustión, en general podemos decir:
La posición que haga mínimo el recorrido de la llama es la que hará mínimo el ángulo de
combustión.
l) Turbulencia. Con el fin de crear una cierta turbulencia que mejore el proceso de combustión, se
puede recurrir a utilizar válvulas de admisión con deflectores, lo que tiene el inconveniente de
disminuir el rendimiento volumétrico debido a las pérdidas de carga que introduce. Otro sistema,
ideado por Ricardo, es crear turbulencia al final de la carrera de compresión en unas zonas
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llamadas de “laminación” entre el pistón y las paredes de la cámara de combustión. Este sistema
es el más utilizado en la actualidad.
m) Tamaño del cilindro. La relación entre la velocidad de la llama y la del pistón es casi igual en
cilindros semejantes de tamaños diferentes. Las deducciones de esta relación incluyen:
Para una velocidad dada del pistón Cm, el tiempo de combustión tC será casi directamente
proporcional al diámetro del cilindro y, como las r.p.m. son inversamente proporcionales al
diámetro, el ángulo de combustión αC resultará prácticamente independiente del diámetro:
L1 Cm C
α1 = π = πK m
s1 CC 1 CC 1
L C C Cm1 = C m 2
α 2 = π 2 m = πK m ⇒ α1 = α 2
s2 CC 2 CC 2 CC1 = CC 2
L1 L2
= = K ( por semejanza)
s1 s2
A unas r.p.m. dadas, la velocidad media de la llama será casi proporcional al diámetro y el
ángulo de combustión será también independiente del diámetro:
C m1 Cm 2 2s n 2s n s1 s2 s L
≈ ⇒ 1 = 2 ⇒ ≈ ⇒ 1 tC 1 ≈ 1 t C 2 ⇒ tC 1 ≈ t C 2 ⇒ α 1 ≈ α 2
CC 1 CC 2 CC 1 CC 2 L1 / tC 1 L2 / tC 2 s2 L2
Una característica muy importante del proceso de combustión de los motores de encendido
provocado, y por tanto, de su diagrama presión-ángulo de giro del cigüeñal, es la dispersión
cíclica; es decir las variaciones que sufre este diagrama en los sucesivos ciclos.
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explicada considerando la posición del torbellino cuando salta la chispa; si la chispa salta en el
centro de un torbellino, la velocidad inicial de propagación de la llama será menor que si salta en
su periferia, figura 11. La influencia del dosado no ha sido hasta ahora suficientemente explicada,
aunque probablemente es debida a variaciones en la inflamabilidad por efecto de pared y
turbulencia principalmente. La mezcla estequiométrica es la que presenta menores dispersiones
cíclicas.
Es evidente que la pérdida mínima de tiempo y, por lo tanto, el máximo rendimiento, tendrá
lugar con el tiempo más corto de combustión. Por otra parte, cuanto más corto es el tiempo de
combustión, mayor debe ser la velocidad del aumento de presión en el cilindro.
Grandes gradientes de presión (dp/dα) producen ruidos sordos en el motor, causados por
vibraciones de ciertas partes del motor (600 a 1200 Hertz). Este fenómeno recibe el nombre de
“marcha dura” o “Rumble” y puede ser reducido o eliminado disminuyendo “dp/dα” durante la
combustión o bien haciendo más rígida la estructura del motor.
La tendencia actual es a hacer compactas las cámaras de combustión, acortar los recorridos
de la llama con el fin de controlar la detonación y a aumentar la turbulencia, evitando el “Rumble”
mediante una estructura más rígida del motor.
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autoinflamación es suficientemente rápida, se propaga a través de la cámara de combustión por
ondas de presión, haciendo vibrar el gas con una frecuencia dependiente de la velocidad de las
ondas y del tamaño y forma de la cámara de combustión. Las vibraciones del gas inducen
vibraciones mecánicas en los elementos que configuran la cámara de combustión, dando origen al
ruido característico que frecuentemente se denomina picado.
Es importante señalar que prácticamente todos los motores actuales presentan algo de
autoinflamación en determinadas condiciones operativas, aunque, por tener lugar ésta en una
fracción de masa sin quemar muy pequeña, sus efectos son inapreciables.
A temperatura y presión ambientales, una mezcla de aire y combustible tiene una velocidad
de reacción muy pequeña. Para que una mezcla se auto inflame, es decir, se produzca una rápida
reacción, hace falta alcanzar una temperatura mínima para una determinada presión, o viceversa,
una presión mínima para una determinada temperatura.
Por otra parte, la autoinflamación aparece un cierto tiempo después de que se alcancen las
condiciones necesarias para que ésta se produzca. A este periodo de tiempo se le conoce con el
nombre de tiempo de retraso o tiempo de inducción.
El fenómeno de la autoinflamación se explica, a pesar de no ser bien conocido, por la teoría de las
reacciones en cadena, según la cual la generación continuada de radicales activos o portadores de
cadena, y de productos quemados, aceleran fuertemente el proceso de combustión. En la figura 12
aparece una reacción de este tipo de una mezcla de oxígeno e hidrógeno.
Durante el tiempo de retraso tienen lugar las Prerreacciones que dan origen a los primeros
radicales activos, en una etapa que se puede definir como de iniciación. La teoría de la reacción en
cadena postula que determinadas condiciones de presión, temperatura, sustancias presentes, etc.,
propician la formación de radicales activos, y otras, como el efecto de pared, tienen una influencia
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totalmente opuesta, es decir, favorecen la destrucción de los mismos.
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Cada combustible presenta una curva de presión-tiempo característica, pudiéndose dar el
caso de que la autoinflamación no venga acompañada de combustión detonante.
b) Dosado. Las mezclas con dosados próximos al estequiométrico son las que presentan mínimos
retrasos.
τ = Ap − n e B / T
3,4017
NO
A = 0,01869
100
n = 1,7
B = 3.800
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velocidad de la llama, y por tanto la compresión progresiva de la mezcla sin quemar, se realiza con
una velocidad sensiblemente inferior a la que tiene lugar en la máquina de compresión rápida, por
lo que las prerreacciones durante el proceso de compresión de la mezcla sin quemar reducen el
tiempo de retraso respecto del valor que se obtendría, para la misma temperatura alcanzada
después de la compresión, en la máquina de compresión rápida.
Integrando entre el estado inicial (x =0, t = 0) y el estado final, que es cuando se produce la
autoinflamación (x = xf, t = tr), siendo tr el tiempo de retraso en el motor tenemos:
xf tr tr
1 dt dt
xf ∫ dx =
0
∫0 τ ⇒ 1= ∫
0
τ
donde τ será una función de la presión y de la temperatura, que a su vez son funciones del tiempo.
El valor de la primera integral es evidentemente la unidad, por tanto tr será el valor que haga
la integral del segundo miembro de la ecuación igual a la unidad tal y como ha sido expresado.
Fig. 16.- Esquema para la determinación del tiempo Fig. 17.- Esquema para la determinación del
de retraso. Variación del NO del combustible. tiempo de retraso. Variación de la velocidad de la
llama.
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El recorrido de la llama L y la velocidad media del frente de llama CF son conocidos. Se
opera en este caso con una velocidad media, pero el procedimiento sería igualmente válido
si se utilizara la velocidad instantánea de la llama.
Para una posición del frente de llama, se conocen los valores de la presión y de la
temperatura de la mezcla sin quemar. La no suposición de proceso adiabático sería una
dificultad adicional en la determinación de estos parámetros.
Con estas consideraciones, podemos dibujar las figuras 16 y 17, de las que se pueden
obtener las siguientes conclusiones:
Los factores que aumentan el tiempo de retraso en la máquina de compresión rápida sin
modificar la velocidad de la llama, por ejemplo la elevación del NO del combustible,
aumentan el tiempo de retraso en el motor (curva de trazos de la figura 16).
Los factores que afectan casi exclusivamente a la velocidad de la llama, como por ejemplo
la turbulencia, conducen a tiempos de retraso en el motor menores. Sin embargo, al
reducirse más fuertemente el tiempo de combustión te que el tiempo de retraso tr, el frente
de llama se encuentra más avanzado, cuando tiene lugar la autoinflamación, caso de que
ésta tenga lugar, reduciéndose la masa que se autoinflama y por tanto la intensidad de la
detonación. Las líneas de trazos de la figura 17 representa la situación indicada en la que la
velocidad de la llama aumenta, pasando de CF a CF’.
Si tC - tr ≤ 0, no habrá detonación.
Como hemos visto anteriormente, la condición básica para que no exista detonación es que
el tiempo de combustión sea menor que el tiempo de retraso. Cuando por el contrario el tiempo de
combustión es mayor que el de retraso, la intensidad de la detonación dependerá del valor de la
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diferencia tC - tr, o lo que es lo mismo, de la posición del frente de llama en el momento de la
autoinflamación, así como de la mayor o menor masa sin quemar que exista en dicho volumen.
- Inyección de agua-alcohol.
b) Factores de funcionamiento
- Régimen.
o El aumento del régimen conlleva un aumento de las temperaturas internas del motor, y por
tanto de la fracción final de la mezcla sin quemar, que reduce más el tiempo de retraso que
el de combustión.
De los dos factores anteriores, que son contrapuestos, tiene mayor peso el primero, por lo
que los motores presentan en la práctica una menor tendencia a la detonación con el número de
revoluciones.
- Grado de carga.
El aumento, por otra parte, de la densidad de la fracción final de la mezcla sin quemar,
conduce, incluso con un frente de llama más avanzado cuando tiene lugar la autoinflamación, a un
aumento de la detonación. El aumento de carga incrementa por tanto la tendencia a la detonación.
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A elevados regímenes y cargas sostenidos, como ocurre en la utilización de un vehículo en
autopista, se puede presentar una detonación prácticamente inaudible, y por tanto difícil de
detectar, con consecuencias especialmente graves.
- Presión exterior.
- Temperatura exterior.
Cuando aumenta la temperatura exterior crece la temperatura final de compresión y por tanto
la de la fracción final de la mezcla sin quemar. El aumento de temperatura conduce a una fuerte
reducción del tiempo de retraso, fundamentalmente por el efecto directo de la temperatura,
reduciéndose algo el tiempo de combustión. El resultado final es un apreciable aumento de la
tendencia a la detonación con el incremento de la temperatura exterior.
La humedad del aire aumenta el tiempo de retraso, por la menor reactividad de la mezcla,
así como el tiempo de combustión por ser menor la velocidad de la llama. La influencia del primer
factor predomina, reduciéndose consecuentemente la tendencia a la detonación con el aumento de
la humedad del aire.
- Depósitos en el motor.
c) Reglajes
- Punto de encendido.
- Dosado.
Las mezclas con dosados próximos al estequiométrico tienen máxima temperatura de llama.
A medida que nos separamos de este dosado, ya sea hacia mezclas más pobres o más ricas,
aumenta el tiempo de retraso y el de combustión, disminuyendo la tendencia a la detonación por
predominar el primer efecto sobre el segundo.
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d) Factores de diseño
- Turbulencia.
o Pistón. Buscando geometrías adecuadas que favorezcan la turbulencia, como por ejemplo
ubicando parte de la cámara de combustión en la cabeza del pistón, y produciendo, con
esta geometría, corrientes radiales centrípetas por efecto .del laminado del gas existente
entre periferia del pistón y la culata.
- Relación de compresión.
Por otra parte, como la detonación se produce con cargas elevadas, se puede aumentar la
relación de compresión a cargas parciales, controlando la detonación a elevadas cargas
retrasando el encendido. Por este procedimiento se penaliza el consumo en alta, en beneficio del
consumo a carga parcial que es especialmente alto en los motores de encendido provocado.
Todo lo que conduzca a reducir la temperatura de la fracción final de la mezcla sin quemar,
incrementará el tiempo de retraso y por tanto reducirá la detonación.
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Los sistemas encaminados a conseguir que la temperatura de la fracción final de la mezcla
sin quemar sea menor son, entre otros, los siguientes:
o Tamaño del cilindro. Como ya se ha visto al estudiar las pérdidas de calor del motor, el
aumento del tamaño del cilindro lleva a temperaturas medias del gas más elevadas con la
consiguiente reducción del tiempo de retraso.
Por otra parte, como el recorrido de la llama crece con el tamaño del motor, el aumento
del tiempo de combustión por esta circunstancia, unido a la reducción del tiempo de retraso
por el aumento de la temperatura antes señalado, conduce a un sustancial incremento de
la tendencia a la detonación con el tamaño del cilindro. De ahí que muy pocos motores de
explosión tengan cilindros con diámetros superiores a 150 mm.
- Recorrido de la llama.
Todo lo que reduzca el recorrido de la llama reduce el tiempo de combustión y por tanto la
tendencia a la detonación.
El encendido superficial puede darse antes o después de que salte la chispa en la bujía, y se
denominan preencendido y post-encendido superficiales, respectivamente. En particular es
importante el preencendido, ya que el post-encendido conduce simplemente a más fuertes
gradientes de presión con el giro de cigüeñal, que se producen en forma más o menos errática.
Los puntos calientes más frecuentes que originan el encendido superficial son el electrodo central
de la bujía y las deposiciones carbonosas en la culata y cabeza del pistón.
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de los elementos que configuran la cámara de combustión. El preencendido producido por la
detonación puede realimentar e intensificar la detonación, conduciendo, incluso, a un
preencendido de avance creciente con una detonación extrema más o menos errática de efectos
desastrosos, denominada wild ping.
El wild ping y el rumble son fenómenos que normalmente se presentan cuando se extrema la
relación de compresión del motor.
Parece ser que son los aditivos organo-metálicos de la gasolina y del aceite los que
provocan la aparición de depósitos capaces de generar el encendido superficial, ya que los
depósitos simplemente carbonosos del combustible y lubricante se destruyen a temperaturas
superiores a los 1000°C y no son capaces de produci r puntos de encendido permanentes.
Del análisis de los factores que afectan al proceso de combustión, podemos resumir una
serie de características que deben poseer las cámaras de combustión de los MEP, que son entre
otras:
• Alta turbulencia de la cámara, que podrá ser favorecida por la válvula, el pistón o por su
propia geometría. Particularmente interesante es esta turbulencia en la fracción final de la
mezcla sin quemar.
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• Pequeña relación entre el recorrido de la llama y el diámetro del pistón. Es decir la cámara
de combustión deberá ser compacta.
Por otra parte, las cámaras de combustión deberán reunir otras cualidades que se resumen
en:
- Formas que favorezcan una buena disposición constructiva de las válvulas y de la bujía.
- Geometrías que faciliten importantes secciones de paso para las válvulas.
- Cámaras que favorezcan el buen rendimiento del motor.
Fig. 18.- Cámaras de combustión en los MEP. a) En cuña b) Hemiesférica c) Labrada en el pistón
1: Vál. admisión. 2: Vál. escape. 3: Bujia.
Si bien históricamente han sido muchas las formas de las cámaras de combustión utilizadas,
en el momento actual las más empleadas son:
Tiene la ventaja de que concentra la mayor parte de la masa de mezcla en las proximidades
de la bujía. Por otra parte, la fracción final de la mezcla sin quemar transmite calor a las
paredes debido a la favorable relación superficie-volumen. Estas dos cualidades hacen que
sea una buena cámara de combustión desde el punto de vista de la detonación.
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b) Cámara de combustión hemiesférica (18 b)
Si bien el acciona miento de las válvulas resulta más complejo, ya que las válvulas de cada
uno de los cilindros quedarán situadas en V, presenta entre otras las siguientes ventajas:
- La sección de paso de las válvulas puede ser grande, ya que se dispone de gran
superficie.
- Es una cámara de combustión muy compacta con un recorrido pequeño de llama.
Presenta la ventaja de simplificar la culata y por otra parte es una cámara de combustión de
elevada turbulencia, ya que lamina el fluido que se encuentra entre la culata y la zona plana
del pistón.
Siendo como es una cámara compacta de alta turbulencia tiene buenas cualidades
antidetonantes.
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