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3. SUSTANCIAS TRANSPORTADAS
EN EL FLOEMA
La naturaleza de las sustancias que se transportan en el
floema se ha dilucidado analizando su contenido. Como las
sustancias son arrastradas en el lumen del tubo criboso por
un flujo de agua, toda sustancia en solución será transportada. Para
determinar su composición, es necesario
disponer de un volumen suficiente de fluido de floema no
contaminado.
3.1. El fluido del floema se obtiene cortando
los tubos cribosos
Como el contenido de los tubos cribosos se encuentra sometido a
una presión positiva, se libera cuando aquéllos se cortan. De este
modo es posible obtener un volumen apreciable
de fluido del floema en Fraxinus sp., Ricinus sp., diversas
cucurbitáceas y muchas palmas, en las que tal exudación se
mantiene durante algunas horas o incluso días (Fig. 5-9). En
otros casos, el volumen de fluido obtenido es muy escaso,
88 FUNDAMENTOS DE FISIOLOGÍA VEGETAL
debido al sellado rápido de los tubos cortados por la acumulación
de proteínas P y la síntesis de calosa. Este sellado
puede evitarse aplicando un agente quelante (p. ej., EDTA)
en la superficie de corte, ya que la síntesis de calosa precisa
iones calcio. De este modo, el volumen de exudado obtenido
aumenta considerablemente.
El principal inconveniente de este procedimiento de obtención es
que el fluido recolectado está contaminado por el
contenido de otras células que resultan también afectadas
por el corte. Además, el corte del tubo criboso causa la
extravasación rápida de su contenido y, como consecuencia
de ello, una disminución abrupta de la presión de turgencia,
lo cual provoca la entrada de agua desde las células vecinas
y la dilución de su contenido, y posiblemente el arrastre de
componentes y orgánulos que, en condiciones de flujo normales,
permanecen fijos, anclados en las paredes laterales.
3.2. Los áfidos permiten obtener fluido
del floema sin contaminar
Es posible obtener fluido del floema no contaminado por
el contenido de las células vecinas gracias a la colaboración
involuntaria de los áfidos. Estos insectos insertan su
estilete (piezas bucales) directamente en el interior del
elemento criboso, y se alimentan del fluido del floema
que circula pasivamente por su tubo digestivo. Si se corta
el estilete evitando que el áfido se mueva, el extremo del
estilete continúa exudando durante varios días, obteniéndose así
fluido sin contaminar de un único elemento criboso (Fig. 5-10). La
inserción del estilete no desencadena
el mecanismo de sellado de los tubos cribosos. El volumen
de fluido que se obtiene de este modo es de hasta 5 μL
por hora, cantidad muy pequeña desde el punto de vista
analítico, pero considerable desde el punto de vista celular.
Representa unas 50 000 veces el volumen de un elemento criboso,
lo que significa que éste se rellena nada
menos que diez veces por segundo. Este valor demuestra
la eficacia de los elementos cribosos para el transporte de
un fluido en sentido longitudinal.
3.3. Composición del fluido del floema
La composición del fluido del floema es muy variable, dependiendo
de la especie, la edad y el estado fisiológico del
Figura 5-10. Extremo del canal maxilar de un áfido en el lumen de
un tubo criboso (A) y exudación en el extremo de un estilete cortado
(B). (Tomado de Zimmermann y Milburn, 1975. Transport in Plants.
I. Phloem Transport, Berlin, Springer-Verlag, Encyclopedia of Plant
Physiology, New Series, Vol. 1; y Kollmann y Dörr, 1966. Zeitschrift
Pflanzenphysiology, 55:131-141.)
AB
CAPÍTULO 5: TRANSPORTE EN EL FLOEMA 89
tejido que se analiza. Presenta, sin embargo, una serie de
características comunes en todos los casos: un pH próximo a
8, superior al pH del citosol de las células del parénquima y
mucho mayor que el pH del fluido de xilema, que oscila entre
5 y 6; un elevado contenido en materia seca, normalmente
entre el 10 y el 25 %; un bajo peso molecular de las sustancias
disueltas, que determina un potencial osmótico muy
negativo de la solución, entre –1 y –3 MPa; y una viscosidad
elevada, hasta dos veces superior a la del agua.
Los azúcares son el componente mayoritario del fluido
del floema, ya que normalmente representan entre el 80
y el 90% de la materia seca total. En proporciones menores se
encuentran proteínas, aminoácidos y amidas,
ácido málico y diversos aniones y cationes inorgánicos.
También se encuentran fosfatos de nucleótidos, fundamentalmente
ADP y ATP y, en concentraciones muy bajas,
diversas hormonas vegetales, entre ellas auxinas, citoquininas,
giberelinas y ácido abscísico. (Cuadro 5-1). El
marcado isotópico ha permitido demostrar que la mayor
parte de estas sustancias se transporta realmente en el
lumen de los tubos cribosos, pero en algunos casos son
componentes que se movilizan como consecuencia del
corte del tubo criboso.
3.3.1. Los azúcares del floema no tienen
carácter reductor
La sacarosa es, por lo general, el azúcar más abundante (en
ocasiones el único) del fluido del floema. Se encuentran,
asimismo, cantidades variables de azúcares de la serie de rafinosa
(rafinosa, estaquiosa y verbascosa; Fig. 5-11). Desde
el punto de vista estructural y biosintético, estos azúcares
derivan de la sacarosa por la adición de moléculas de galactosa, y
son particularmente abundantes en las plantas
con células intermediarias en las venas de las hojas; en las
cucurbitáceas, la estaquiosa es el azúcar predominante en
el floema. En algunas familias, junto a la sacarosa se transportan
alditoles como el manitol (en la familia Oleaceae),
el sorbitol (en especies leñosas de la familia Rosaceae) o el
dulcitol (en Celastraceae).
Una característica de estos compuestos es su carácter no
reductor, ya que los carbonos anoméricos (grupos aldehído y
cetona) están combinados formando un enlace glucosídico.
No se encuentran azúcares reductores, y se considera que las
pequeñas cantidades de fructosa y glucosa detectadas en
ocasiones en el fluido del floema proceden de la contaminación de
la muestra o de la hidrólisis de la sacarosa durante la