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Fuera de Balance
Fotografias y Firmas
Recuerdos del Pasado
Recuerdos del pasado
Sinopsis
Despedido del trabajo de sus sueños y sin dinero, Bailey Hall vuelve
a casa con el rabo entre las piernas y el ego herido gravemente. Y no ayuda
mucho que el único trabajo que pudo conseguir sea en la guardería de su
hermana mayor. Ahora, en vez de enseñarles a los estudiantes de
secundaria sobre Shakespeare y Keats, está limpiando narices y tropezando
con bloques de construcción. Entonces, una tarde lluviosa, su humillación
toma un giro cuando David Walker, viene a recoger a su sobrino. David no
solo fue el chico más popular de la secundaria, sino que Bailey albergaba
un gran amor secreto por el hombre. Bailey estaba horrorizado y contento
de verlo, aunque hayan pasado nueve años, David sigue tan sexy como
siempre. También es rico y exitoso, dos cualidades que Bailey no posee.
Bailey estaba seguro que si ella se ponía a trabajar allí por un día…
no, una hora en una pequeña habitación con niños de cinco años, sufriría un
caso de fiebre extrema, y tomaría un lápiz para declarar, estamos todos
condenados porque estos mocosos son nuestro futuro.
Para ser justos, no todos los niños eras monstruos. Toma a Billy
Edson por ejemplo. Parecía estar perfectamente contento de sentarse en una
esquina y encontrar algo para ocupar su mente. El hecho que la actividad
que había elegido consistía en su nariz, su dedo y -¡ew!- su boca, no le
importaba a Bailey. Así, hizo una nota extra para incluir una galleta más a
la hora de la merienda para que obviamente, tuviera algo más con que
llenarse.
Para ser sincero, el noventa y cinco por ciento de los niños a su cargo
eran maravillosos. Era el otro cinco por ciento el que hacia que Bailey
reflexionara sobre lo mucho que su vida y su carrera habían cambiado
drásticamente en las últimas semanas.
Ella era más lista que muchos adultos que Bailey conocía, además
nunca acusaba a los otros compañeros. Aprendió el primer día que ayudaba
tener un informante adentro.
Esta bien, si tal vez yo fuera del tipo violento, también le habría
pegado una buena tunda a Kevin. Bailey dejo escapar otro suspiro. —
1 N de C: Es un personaje de ficción en una comedia de situación de la CBS entre los años 1957-1958,
y posteriormente en ABC entre los años 1958 a 1963. Era el arquetipo del clásico adulador.
Thomas, ¿cuántas veces te he dicho que me llames cuando tengas un
problema en vez de tomarlo con tus propias manos?
¿Pies? Bailey tuvo que apretar los labios para no explotar de risa.
Que Dios lo ayude, tal vez no era una perdida después de todo, porque
podía caer fácilmente bajo los encantos de Thomas, con caso de
vandalismo en el baño o sin el. —Thomas, ¿qué te dije que pasaría la
próxima vez que le pegaras a alguien?
—Si, no solo por golpear sino por decir groserías también.—No era
la primera ofensa de Thomas. Él tenía un hermano adolescente quien creyó
que seria divertido enseñarle ese tipo de palabras a Thomas.
Bailey intercambió miradas con Megan para que ella supiera que
realmente la había dejado a cargo. Ella le dio una señal de entendido con su
pulgar arriba antes de regresar a jugar con su PlayDoh. Luego le tendió la
mano a Thomas, el muchacho de mala gana la tomó y lo escoltó a la
oficina. Bailey no se había dado cuenta lo tarde que era hasta que entraron
por la puerta de la oficina y vio que casi era la hora que los padres
comenzaban a recoger a sus hijos. Un hombre con traje estaba en el
mostrador, discutiendo con Mary, la recepcionista. Desde que Mary vivía
para cabrear a la gente, eso no le sorprendió a Bailey, así que solo guió a
Thomas a una silla y le indicó que tomara asiento.
—Podemos usar este tiempo para hablar del club también. ¡Va a ser
genial este año!.
El corazón de Bailey latía con fuerza. Todo lo que había echo era
mirarlo. ¿Se habrá dando cuanta Quinn? —Es un poco difícil pasar por
alto a cualquier deportista ya que todos ellos tienden a vestirse de la
misma forma.
—Su nombre es David y estaba saliendo con una chica del equipo de
animadoras por años antes de que la dejara repentinamente. —Quinn
agregó—: Mi prima me dijo que fue porque salía con un chico de otra
escuela. ¿Puedes imaginarte eso? ¿Dejando a alguien tan linda como
Kimmy Parker? Ella tiene los pechos más grandes de la escuela.
Justo de suerte, Mary apretó sus labios haciendo que parecieran una
delgada línea, terca como ella sola, sacudió la cabeza, su pelo gris se
deslizó un poco de su moño. —Lo siento, pero no te pareces en nada a la
foto de tu identificación.
Mary negó otra vez con la cabeza. —No, necesito que ella este aquí
en persona para identificarte.
David levantó sus manos. —Si ella pudiera hacer eso, entonces
estaría aquí para recoger a su propio hijo. Esa es la única razón de la que yo
este aquí, porque ella no puede.
—Por supuesto que se quien eres —David le dio una sonrisa que no
engañó a Bailey ni por un segundo.
Seguro que me recuerdas amigo. No es que estuviera sorprendido de
que el popular deportista notara a un tímido nerd como él. Mierda, si bien
pudieron haber estado en la misma producción teatral, estaban designados
en distintos lados, y casi no hablaban.
Una oleada de placer pasó por Bailey hasta que se dio cuenta de que
tenía la tarjeta de presentación en su pecho durante la conversación y
David, sin duda, se había limitado a leer el nombre. No esperando seguir
con la conversación, Bailey se dirigió a Mary.
Bailey no sabía que era lo que le molestaba más, si era que ella
realmente pensaba que podía poner a uno de los niños en peligro o el hecho
que haya usado la palabra confabulación en una conversación normal. La
última vez que escuchó algo como eso fue en una vieja película en blanco y
negro que Quinn le había obligado a ver. Dado que no se atrevió a decirle
eso por temor a perder su trabajo, solo le dijo muy serio pero con una
sonrisa. —Porque yo nunca he tenido el habito de llevarme el trabajo a mi
casa.
Thomas que había estado observando la conversación en silencio,
ahora se reía mientras movía las piernas de un lado a otro. Entonces David
soltó una carcajada que rápidamente se ahogo detrás de una tos. Mary hizo
una mueca como si acabara de faltarle algo en el hachazo que le estaba
dando a David.
Mary puso una cara aun peor que la hacia parecer aun mas vieja. —
Bien, tu puedes ayudarlo mientras yo me encargo de Thomas.
2 N de C: Protagonista de una serie de películas. Es una criatura alienígena de ciencia ficción, que se
caracteriza por ser un cazador de trofeos humanos u otras especies alienígenas.
—Solo firma el registro de Brian y te llevare donde esta.
David asintió.
Bailey dejo escapar una pequeña risita y dijo: —Si, siempre es así.
Creo que ve muchos episodios de Dateline3.
David de dio una sonrisa simple, sin darse cuenta del pánico de
Bailey. —Gracias otra vez.
Por favor que no lo note. Por favor que no lo note. Por favor que no
lo note.
—Por supuesto que esta bien —respondió Paxton por él—. Somos
del último año ahora, ¡así que este año va a ser genial!
David le dio una mirada cortante a Paxton. Como de costumbre,
Paxton llevaba una sonrisa arrogante que iba muy bien con su arrogante
personalidad. Con el pelo rubio largo hasta los hombros y sus ojos azules,
tenía su propio club de fans de chicas en las gradas de cada partido de
hockey. Lástima para ellas que Paxton estaba demasiado ocupado mirando
a los chicos del equipo contrario para notar su devoción.
—Estoy bien. Es solo que mi papá sigue molestando para que tome
la especialidad el próximo año para dirigir el negocio familiar, y esta
empezando a llegar a eso —respondió malhumorado Drake.
Paxton negó con la cabeza mientras hacia ruiditos con la boca. —No
puedo creer que te hayas pasado al lado oscuro amigo. Seguramente es la
mezcla de las películas y las ganas de ir a Hollywood.
—Tu nunca eres una molestia para mi. Sabes eso. —Tan pronto
como dijo esas palabras, le llegó una ligera sospecha de que se arrepentiría
de haberlo dicho.
David gimió al pensar una vez más sobre esa ducha caliente y la
forma que se retrasaba aún más. No tenía otra opción, sin embargo, no es
como si pudiera decirle que no a su madre. —Seguro. ¿Qué puedo hacer
por ti?
Negó con la cabeza, seguro que había oído mal. —¿Acabas de decir
Speedway, como la estación de gasolina?
—He oído que esta a punto de perder la casa. —Dijo con su mejor
tono de voz—. Sabía que cuando compró esa cosa no estaba pensando con
la cabeza, ¿pero acaso me escucharon? Ahora, probablemente se va a
declarar en quiebra. No te sorprendas si acude a ti por asesoría legal.
—A menos que decida robar un banco para hacer los pagos de la
hipoteca, no voy a ser de mucha ayuda. Soy abogado penalista. —Le
recordó -no añadió que primero haría frío en el infierno antes de ayudar a
Aden. Aún cuando eran niños, él había sido un imbécil.
David alejó el teléfono de su oreja para que pudiera darle una mirada
confusa, preguntándose que pasaba con ella. —¿Has estado bebiendo
vodka de nuevo u oliendo el pegamento de tu block de notas? —La risa de
su madre fue la única respuesta. David negó con la cabeza. Tal vez hubiera
sido una buena cosa que ella hubiera estado tan ocupada para recoger a
Brian cuando su hermana, Rebeca, había pedido ayuda—. Esta bien, voy a
ser un buen chico y conducir directamente a Speedway cuidadosamente.
¿Cuántas debo comprar?
—¿Cuántas de que?
—No, creo que con la tarjeta será suficiente. Ahora apúrate y ve, son
casi las siete.
Bailey miró hacia debajo de los hot dogs giratorios. Ya no tenía esa
monstruosidad de delantal, en su lugar, tenía puesta una camisa blanca que
cubría su pecho ligeramente musculoso.
—En serio, amigo, esos hot dogs han estado aquí desde esta mañana
—argumentó el cajero. El hombre tenía una bata con varias manchas de un
misterioso salpicado y el pelo demasiado corto en la parte superior y
excesivamente largo en la espalda.
—Wow, después de todos estos años, nos vemos dos veces en un día.
¿Cuáles eran las probabilidades? —Dijo ligeramente David, con la
esperanza de relajar un poco a Bailey. Parecía obvio que el muchacho no
era muy bueno cuando se trataba de las interacciones sociales. En lugar de
molestar a David, ese rasgo hizo a Bailey más atractivo.
4 N de C: Nombre como se conoce al tipo de corte que es corto por la parte superior de la cabeza y más
largo por detras.
Bailey se encogió de hombros. —Los como casi todas las noches y
no me ha dado una intoxicación por alimentos todavía.
—Solo porque has sido increíblemente afortunado. Esas cosas
parecen que podrían ser utilizados como misiles tóxicos en tiempos de
guerra.
David esperaba que la noche entera no fueran hey y esta bien o sería
difícil avanzar. Tenía que encontrar una manera de romper el cristal de
protección de Bailey. Mientras que ya conocía el humor y la compasión del
muchacho, David anhelaba conocer al Bailey de verdad sin el cristal. Abrió
la puerta e invitó a Bailey a subir.
Bailey dejo escapar un silbido cuando pasó los dedos por el tablero.
—Nunca pensé que estaría sentado en uno de estos.
—Penal, y antes de que preguntes, sí, eso significa que defiendo a los
malos a veces —David puso en marcha el auto y salieron de la gasolinera.
Bailey dejo escapar una pequeña carcajada. —¿A los malos? Suenas
como uno de los niños de la guardería mientras ven una película.
Sin saber que decir, David soltó sin pensar la típica frase hecha. —
Lo siento, eso apesta.
—Solías usar una camiseta de The Red Hot Chili Peppers todo el
tiempo —afirmó David.
—Estoy seguro que muchos chicos en la escuela tenían una de esas.
—La que tenías tu era negra y con las letras grises e imágenes. En la
parte posterior tenía un circulo que decía Californication y había un pato en
el centro de ella.
El calor del muslo de Bailey tentó a David como ninguna otra cosa.
Anhelaba mover la mano más arriba, hacer todo el camino. David se
contuvo. Este era Bailey y no una mierda de una noche rápida. Lo último
que quería era apresurar las cosas.
—No hice nada mas que verte en mi ultimo año. —Confesó David.
Ahora que había llegado tan lejos, bien podía poner todo allí.
—¿Y ahora?
Estaba seguro de que con cinco minutos más, habría tenido la mano
de David exactamente donde quería. —Supongo que no puedes conducir
alrededor de una manzana un par de veces más. —Bromeó Bailey.
—Si, solíamos salir hace mucho. Ella aun sale conmigo, y Paxton,
Sammy, Drake, Marc y Hayden.
Bailey sonrió con alivio. —Ya veo. No puedo creer que aun estes tan
unido con los chicos. No puedo recordar la última vez que hablé con mis
viejos amigos.
David se inclinó sobre la mesa y puso una mano sobre los dedos de
Bailey. —Ellos también solo son buenos amigos.
Bailey luchó por dar una buena respuesta para eso. Nunca había
tenido una buena relación con su padre. Además, él y Brock, no parecían
tener nada en común con él, y cuando pasaban tiempo juntos, solo consistía
en silencios incómodos. Al final, decidió ir por la respuesta positiva. —Mi
madre realmente me apoya. Incluso va a PFLAG5, a las reuniones y todo
eso.
—Mi madre también va. Ella siempre trata de ligarme con chicos que
conoce allí.
Bailey dejo caer el brazo mientras sonreía con ganas de reírse con
David. —¿Cómo puedes pensar que esto es divertido?
—¿De verdad?
Enojado y un poco más que herido, Bailey se sentó más recto. —No
me habría importado lo demás. No si eso significaba poder estar contigo.
—Eso es fácil para ti decirlo ahora, pero en aquel entonces solo eras
un niño tímido y yo sabía que los comentarios de los demás y la difamación
te habrían comido por dentro. No hubiera podido vivir conmigo mismo si
tu sufrías, mientras que yo no podría estar ahí para protegerte —dijo David
con firmeza.
—Yo no quería tu protección, yo necesitaba… —Bailey se quedo sin
palabras, no estaba seguro de que era lo había necesitado. Volvió a pensar
en la forma confusa y pérdida en la que se encontraba cuando se dio cuenta
de que no tenía sentimientos hacia las niñas como su hermano y sus amigos
si tenían. Que solo se había sentido. Se le habrían helado los huesos si
todos se hubieran enterado de que era diferente. ¿Habría sido más fácil si
David hubiera estado allí para acompañarlo por ese camino?
Bailey no se estremeció por el toque, solo cerró los ojos. —No sólo
besos espero.
Bailey le dio una sonrisa. —Entonces, ¿esto significa que podremos salir en
una segunda cita?
—Como dijiste, hemos esperado nueve años por esto. Creo que es
más que suficiente —Bailey se agachó un poco y comenzó a acariciar el
pene de David.
—¿Yo?
—Si, tu. Don parecía listo para patearme el trasero cuando se dio
cuenta de que íbamos a ir a cenar.
Eso dejo abatido a David. Con solo mirar a Bailey se dio cuenta que
no se había explicado bien. David quería aparcar a un lado de la carretera
para patearse en el culo por ser tan tonto. Tan pronto como Bailey se había
graduado de la escuela secundaria, David debió de haber encontrado al
muchacho y confesarle sus verdaderos sentimientos. En cambio, había sido
un idiota y siguió viendo la misma burbuja de protección que se había
formado alrededor de su corazón la primera vez que se había obligado a
renunciar a Bailey.
Mientras pensaba en eso, recordó que Don siempre había sido muy
amable con él.
Una vez que el lugar estaba vacío, Bailey se dirigió a una pared
grande, con el dibujo de una casa y comenzó a pintarla con cuidado. El
auditorio se había tornado un poco espeluznante por el silencio, por lo que
Bailey recitó algunas de sus partes favoritas de la obra.
Alzó la mirada una vez más, preocupado de que David había sido
testigo de la metedura de pata, solo para ver que… oh Dios, oh Dios, oh
Dios, estaba subiendo las escaleras laterales hacia el escenario. Bailey
rápidamente puso sus manos en la espalda. Por supuesto, como era él, se
le olvidó por completo que el pincel todavía estaba en sus manos. Sintió
algo en su camisa y sabía que ahora tendría una buena mancha de pintura
en la parte posterior de una de sus camisetas favoritas.
David levantó una ceja y una pequeña sonrisa curvó sus labios.
Bailey se dio cuenta de que no había respondido a la pregunta.
Lamiéndose los labios dijo: —Nunca me ha gustado estar frente a un gran
grupo de personas.
—Que lastima, porque en verdad que tienes talento. Mucho más que
yo.
Bailey sintió que sus ojos se abrían como platos. Hasta ese
momento, no había pensado siquiera que David supiera que existiera,
mucho menos que sabía su nombre. David se inclinó hacia delante y
agarró el brazo de Bailey y le obligó a mostrar sus manos. Emociones
lucharon en el interior de Bailey, el horror al saber que David sabía que
había hecho un lío con sus manos, y la otra emoción que era realmente
conmovedora.
David miró hacia abajo, una mirada extraña en sus ojos hizo que el
estómago de Bailey se sintiera extraño, entre miedo y felicidad. En ese
momento, Bailey no podía estar seguro. David se inclinó un poco más, y
por un alucinante segundo, Bailey se preguntó si lo besaría.
Bailey le dio una sonrisa. —Si ese es el plan, entonces fue bueno que
viniéramos aquí en vez de mi apartamento. Con la excepción del baño, el
resto es básicamente un cuarto.
Bailey lo miró con los ojos entrecerrados, con una mirada de pura
hambre dijo: —No sabía que fueras tan agresivo.
—¿Te molesta?
Bailey hizo una mueca con una pequeña risita. —Nah, solo soy
aburrido, normal.
Una vez que Bailey llegó al borde del sofá, vaciló, como si estuviera
inseguro de que hacer a continuación. Justo cuando David comenzó a
acercarse para guiarlo, Bailey por fin decidió el próximo movimiento por si
mismo. Se sentó en el regazo de David con las piernas abiertas, quedando
cara a cara con David.
David puso sus caderas un poco más arriba, poniendo su pene contra
Bailey. Al mismo tiempo, empujó su lengua para probar y probar. Bailey
dejo escapar un suave gemido y David sintió que se derretía por el
muchacho. Maldita sea, los sonidos que Bailey hacia eran simplemente
adictivos y excitantes.
Deslizó sus manos hacia abajo, hasta el culo de Bailey. Hasta ahora,
Bailey había estado moviendo sus caderas, frotándose lentamente. David
sabía que habían avanzado mucho, pero quería más. Interrumpiendo el
beso, levantó su mano y puso sus dedos al frente de la boca de Bailey. —
Chupalos —ordenó.
Eso era todo lo que David necesitaba escuchar. Deslizó una mano
por la parte trasera de los pantalones de Bailey. David encontró el apretado
agujero. Lo rodeó un par de veces antes de deslizar lentamente un dedo. El
cuerpo de Bailey se estremeció inmediatamente, la sensación de calor llenó
los dedos de David. El pene de David dio un tirón por esa reacción, casi
como si estuviera celoso.
Después de unos momentos, David agregó otro dedo. —Se siente tan
bien. Tan caliente y apretado.
—Si quieres podemos tomarnos las cosas con calma. Nadie dice que
tenemos que joder esta misma noche. Podemos simplemente juguetear por
ahora.
Bailey negó con la cabeza. —No. He esperado esto tanto tiempo que
voy a ser condenado si espero un solo día más. Te necesito, ahora.
David le dió otro beso fuerte y liberó sus dedos. Dándole una
nalgada a Bailey, le ordenó—: Termina de desnudarte y tumbate en el
suelo. Cuando vuelva, quiero encontrarte apoyado en tus manos y rodillas.
Bailey agachó la cabeza, pero no antes que David alcanzara a ver una
sonrisa. —Si, David.
Solo tomó unos minutos más y Bailey se vino, su grito fue tan fuerte
que resonó en la sala. Después de dar un par de empujones más al culo de
este, David se vino también. Cerró los ojos y llenó el condón mientras
decía el nombre de Bailey. Oleada tras oleada de disparos vinieron desde su
pene, llegó un punto en el que David se preguntó si alguna vez terminaría.
Incluso vio estrellas como los amantes de esos libros ñoños que a su
hermana le gustaba leer. Incluso después de que todo había terminado,
todavía no se movía, todavía estaba atrapado por esa maravillosa sensación
de hormigueo que se produjo después de tener sexo duro.
Puesto que sabía que no podría quedarse así para siempre, salió del
agujero de Bailey y se sentó sobre de rodillas. —Dime que mañana no
tienes que trabajar y que te quedaras a pasar la noche aquí —le rogó.
—¿Quién?
—Tu hermano.
David vio como Bailey se iba a lavar las manos y a recoger sus
cosas. Una parte de él quería ir a buscarlo, para seguir hablando. Ahora que
había conseguido hablar con Bailey finalmente, David quería saberlo todo
sobre el estudiante de primer año.
Brock dejó escapar un gruñido de ira. —Me importa una mierda por
quien Bailey se sienta atraído. Gay o no, él es mi hermano y yo lo amaré
siempre. Nada puede cambiar eso.
A pesar de que era lo más difícil que había hecho, dejaría a Bailey
solo y no se acercaría de nuevo. David sabía que iba a matarlo, sin
embargo, sabía que no podrían estar juntos.
David le dio una sonrisa triste. —Si, se preocupa mucho por ti.
Bailey se lamió los labios mientras se esforzaba por luchar contra sus
nervios. —¿Y que tal ahora?
No fue sino hasta que todos terminaron su cena y el postre que David
se armó de valor. Se aclaró la garganta, le tomó las manos a Bailey y le
dijo: —Hay algo que he esperado por preguntarte.
—No se tu, pero estos últimos tres meses han sido los mejores de mi
vida —comenzó diciendo David.
Fin
Coordinación de Proyectos
Pervy
Traductora
Fram
Corrección
Isolde
Diseño y Formato
Pervy