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ÍNDICE DE LA OBRA.-
1.- INTRODUCCIÓN
9.- LA DECISIÓN
11.- EPÍLOGO
12.- BIBLIOGRAFÍA
ESTE VOLUMEN SE HA ESCRITO CON LA INTENCIÓN DE PROVEER DE LOS CONOCIMIENTOS ADECUADOS PARA LA FORMULACIÓN DE PERFUMES Y FRAGANCIAS. LOS AUTORES
NO SE HACEN RESPONSABLES DEL MAL USO QUE SE PUEDA HACER ASÍ COMO DEL POTENCIAL INCUMPLIMIENTO DE LA LEGISLACIÓN VIGENTE EN EL MOMENTO DE SU
PUBLICACIÓN.
LOS DERECHOS DE COPIA SE REGIRÁN BAJO LA LICENCIA CREATIVE COMMONS PERMITIENDO EL USO COMERCIAL Y LA REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL DEL PRESENTE
LIBRO CON LA MENCIÓN EXPRESA A L@S AUTOR@S. LAS IMÁGENES GRÁFICAS UTILIZADAS EN EL LIBRO, PORTADA Y CONTRAPORTADA SON PROPIEDAD CREATIVE
COMMONS, SALVO LAS REFERENCIADAS COMO PROPIEDAD DE LA BIBLIOTHEQUE NATIONALE DE FRANCE (BNF) A LA CUAL SE DEBERÁ SOLICITAR PERMISO EXPRESO DE
REPRODUCCIÓN SI TIENE FINALIDAD COMERCIAL, SIENDO LIBRE SU REPRODUCCIÓN CON FINES NO COMERCIALES NI LUCRATIVOS.
C/ UNIÓN, 60
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c/ UNIÓN, 60
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BEE FLOWER´S
PARFUMARIÈ
Escribir un libro.... los sueños que conforman el futuro amanecen un día hechos realidad, es habitual
soñar con escribir un libro, parece una tarea sencilla, no tan sencillo es dotar a la nueva creación literaria
de originalidad y novedad.
En este volumen, nos adentramos en el mundo de la perfumería desde múltiples perspectivas, desde la
creatividad, la versión artística, la profesión, la naturaleza, el medio ambiente, la legislación.
La cultura no tiene puertas, será un honor que este volumen sea utilizado para cualquier fin lícito y
honesto, y destacamos que los fines lucrativos muchas veces esconden oportunidades de futuro... un
sueño...
Tal vez sus progenitores debieran regalarle este volumen, y con el transcurso de los años y el amarilleo
de sus páginas sirvan de un recuerdo a esas ilusiones que surgieron en la infancia. Nosotros, los autores,
quedaremos eternamente agradecidos.
Suele ser habitual en los prólogos realizar una lista de agradecimientos, por supuesto que también
tenemos personas a las que agradecer mucho. El principal agradecimiento es al lector@, las personas
que quieren aprender, las personas que tienen curiosidad e interés.
1.- INTRODUCCIÓN
Por definición, en un volumen de perfumería escrito en pleno siglo XXI, debe primar el
escrupuloso respeto a los derechos de las personas y de los animales, por lo que los autores no
haremos mención a productos o materias primas aromáticas que hayan sido extraídas de
animales.
Sólo haremos referencia al “ámbar gris”, procedente de las “potas” de los cachalotes como
gran homenaje a la metafórica respuesta del mundo animal y la naturaleza a la vergonzosa
actuación de la especie humana a lo largo de toda su historia. La prepotencia del ser humano y
explotación de los recursos naturales, la degradación del medio ambiente en todas sus
manifestaciones deben tenerse en cuenta para que los futur@s perfumist@s sean conscientes
de las grandes consecuencias de nuestra ambición desmedida.
En este volumen tan sólo se utiliza un compuesto químico procedente de síntesis, las materias
primas originarias de nuestra versión sintética del “CHAPAPOTA” proceden del mundo vegetal
y se han obtenido de forma sostenible y una modificación biotecnológica de otro activo
vegetal procedente de especies botánicas tradicionales.
No todos los conceptos asociados a la perfumería están contaminados por las multinacionales
y sus prácticas, la perfumería está asociada a la creatividad, al medio ambiente, al equilibrio
interespecies, a las sensaciones y emociones.
El título de la obra no está elegido al azar, Beeflower´s Parfumariè, ya que estas pequeñas son
las verdaderas conocedoras de los aromas procedentes del mundo vegetal.
Son las abejas, pues, desde mi humilde punto de vista la primera especie, junto con otros
insectos ( mariposas ) los primeros perfumistas en los ecosistemas, se vieron atraídas por los
aromas de las flores, muchas de ellas con olores que la especie humana califica de agradables
para la mayoría. Desconocemos si estos aromas provocan el bienestar de las obreras de la
especie de Apis Mellifera y especies relacionadas, pero desde hace 7 millones de años estos
pequeños seres vivos comenzaron a visitar las flores atraídas por sus aromas participando de
forma activa en la biodiversidad y en la evolución.
El ser humano, apareció sobre la faz de la tierra primigenia, hace unos 2 millones de años, las
abejitas estuvieron disfrutando a lo largo de 5 millones de años de los aromas, de una forma
sostenible y contribuyendo a la diversidad vegetal y animal, además de múltiples interacciones
interespecies. Tras la llegada de los seres humanos y durante muchos miles de años
convivieron con el equilibrio natural de los ecosistemas.
Tan atraídos se sentían por los aromas como las abejitas... pero a partir de 1850 se produjo el
gran cambio en la estructura del conocimiento humano y su transmisión generacional. Surgió
el pensamiento científico que ha conllevado grandes logros a la humanidad y a su capacidad de
supervivencia como especie. No todos los logros fueron positivos, y en el siglo XXI estamos
pagando la prepotencia y el dominio del ser humano sobre los ecosistemas, ya que se han
producido gravísimas e irreversibles consecuencias ambientales.
Es prioritario, pues, retomar el camino primigenio donde los aromas formaban parte de la
cultura de la creatividad, servían como complemento de comidas, aderezos, perfumes, y todas
las posibles utilidades de los olores, por supuesto que incluimos la atracción sexual.
La atracción sexual mediante el olor, el aroma embriagador que seduce, con grandes
fundamentos científicos plenamente contrastados y efectos que han supuesto uno de los
motores históricos del mundo de la perfumería, nadie recuerda la cara del/la perfumista pero
cuando hablamos de perfumes todos recordamos algún olor y una situación, en la que la
seducción formaba parte del mismo recuerdo.
Hoy en día, vemos los aromas y resulta destacable la observación de los mismos en los medios,
a pesar que hasta el momento, el ser humano no puede reproducir olores, el mundo
publicitario se encarga de recordarnos las sensaciones que producen desde la seducción, el
poder, la familia, las emociones, la ternura.
Luego se afirma que los olores no tienen la capacidad de generar sensaciones, tan sólo los
autores invitan a los lectores a que huelan un sabroso plato de comida cuando se sientan con
hambre, desde ese mismo momento, su estómago empezará a gritar “tengo hambre”. Lo
mismo sucede con los perfumes, desde el mismo momento que nuestro cerebro lo capta
desde las células olfativas ubicadas en las fosas nasales y son interpretadas por el hipotálamo,
el cerebro envía las órdenes incluso antes de que seamos conscientes de haber percibido un
olor.
En la naturaleza, los olores también han servido como medio de atracción y defensa, no sólo
de atractores de miembros de la misma especie con fines reproductivos, también para atraer
presas que son devoradas.
El mundo de los aromas, las fragancias, los perfumes, demasiado mundo y demasiada historia
para ser recluida en un libro. Por eso, este volumen debe ser una llave a la libertad creativa del
ser humano, a descubrir los aromas que nos rodean, los agradables y los que no lo son, a
distinguir entre unos y otros y los mensajes que conllevan.
Otra de las finalidades de este libro es abrir las puertas al campo, vivimos en un mundo
regulado que nos dice todo lo que se debe hacer y no se debe hacer, la sociedad vive en un
cambio continuo y ahora disponemos de más tiempo libre debido a la ausencia o precariedad
en las actividades profesionales que resultan ser actividades non gratas. Es por eso, que el ser
humano necesita de sentirse libre y fomentar la creatividad, ir a la naturaleza y disfrutar de
ella, puede ser incluso la naturaleza urbana con sus peculiaridades. Esta creatividad innata y
satisfactoria en el entorno natural complementa el bienestar existencial del ser humano.
Debemos recuperar el tiempo, el disfrute, los aromas, las actividades al aire libre rodeados del
medio natural, reconocer las especies aromáticas y las que no lo son, preguntarnos porqué
unas generan unos agradables aromas y otras no, cuáles son las que interaccionan con otras
especies y podemos incluso determinar su hábitat, y así, mientras disfrutamos de la naturaleza
no consumimos recursos.
Leyendo al famoso biólogo Paul Ehrlich, que dedica su actividad profesional como entomólogo
al estudio y comportamiento de las mariposas, nos indica que su trabajo es demasiado bonito
y le toca trabajar en sitios preciosos, sintiéndose muy afortunado por ello. Nosotros
pretendemos que nuestros lectores sientan lo mismo, disfrutar y trabajar sin estar condenado
ni obligado a la maldición de los domingos por la tarde. Intentamos enseñar a disfrutar de los
“Lunes al Sol” fuera de la dictadura corrupta de nuestros políticos de turno y de los
empresarios explotadores, redescubriendo los conceptos de economía sostenible integradas
de una forma efectiva en el medio ambiente de los ecosistemas que nos rodean y que
podamos generar recursos necesarios para la supervivencia con dignidad y suficiencia.
Iniciamos este capítulo con el ingenuo esfuerzo de describir el mundo de la perfumería. Para
realizar un primer paso de la descripción del mundo de la perfumería deberíamos realizar el
análisis descriptivo de qué tipo de mundo nos referimos, es decir, debemos localizar,
identificar aquel espacio que queremos describir, en nuestro caso, obviamente no vamos a
tratar de describir el mundo de los aromas en las poblaciones de los indios nativos de
norteamérica y su evolución histórica porque resulta obvio que no disponemos de los
conocimientos ni datos suficientes.
Este mundo, nuestro mundo ha sufrido grandes cambios a lo largo de los siglos, influencias de
las culturas árabes, mediterráneas, americanas etc que han configurado con el paso del tiempo
una evolución en el paisaje de nuestro mundo de la perfumería, por supuesto las aportaciones
de los grandes centros neurálgicos, los hot spots (puntos calientes) del mundo de la
perfumería deben pasar por Paris, London, New York, Barcelona, Venice, Milano y los entornos
rurales de Grasee, la campiña inglesa, la Alcarria de Guadalajara y Cuenca, los pirineos, la zona
mediterránea de Calabria, del Levante, del entorno mediterráneo de África y las influencias del
medio y lejano oriente.
Vemos que nuestro pequeño gran mundo de la perfumería es muy rico y diverso... tal vez nos
quedemos alejados un poco de la cultura oriental del perfume ( Japón, Nepal, Sureste Asiático,
poblaciones aborígenes de Australia e indígenas de América del Sur ). Muchas veces nos han
llegado influencias en forma de nuevos aromáticos que debido a su excepcional calidad hemos
incorporado de forma inmediata mediante el concepto moda o de forma gradual como
reconocimiento a su calidad itemporal.
Mis influencias creativas provienen del mundo árabe con sus notas amaderadas, florales,
ambarinas y quedan mezcladas con el entorno de las notas agrestes del mediterráneo
(lavanda, romero, tomillo, orégano...) y forman una mezcla explosiva, tal vez una disrupción
aromática que caracteriza las composiciones del autor, creaciones transgresoras del
establishment perfumístico con ruptura de los modelos, la negación a los aromáticos sintéticos
salvo el Chapapota, ya haremos mención al origen del término. Toda una declaración de
principios ambientales que se reiterarán a lo largo del desarrollo del libro.
Nuestro mundo y nuestro ambiente, o mejor dicho nuestro medio ambiente, porque nos
queda mucho menos de la mitad.. desde el punto de vista de la perfumería.
Entendemos la perfumería como arte creativo, no como negocio, libre y accesible a todo el
mundo como un derecho fundamental del ser humano como la pintura, la música, la cultura y
por más que se esfuercen los dirigentes sin escrúpulos que se enriquecen en su propia
negligencia no nos van a doblegar denominando economía sumergida o economía paralela la
actividad creadora de aromas y perfumes, intentado denostar que nos expresemos mediante
el arte de los olores, que nos comuniquemos, que compartamos experiencias con nuestra
sociedad, que volvamos a sentir una comunicación real. A diferencia de las comunicaciones
con el móvil que nos tiene totalmente atontados y con la TV ( programas de corazón, cotilleos,
fútbol y telediarios ) que nos llevan a la idiotez mientras que nuestra postura es defender una
comunicación ancestral, la de la palabra escrita, la de la conversación, la música, los colores y
por supuesto la cultura de los olores.
Es una leyenda urbana la comunicación olfativa que se recoge en los transportes públicos, en
particular en autobuses y líneas de metro y cercanías, el autor recuerda con agrado algunas
ocasiones en las que la obligada proximidad con las personas le permitían captar matices
aromáticos que ni las narices más agudas eran capaces de apreciar, desde la mujer recién
duchada, hasta la mujer ovulando y creando a su alrededor un polo de atracción sexual... los
lenguajes no escritos de los olores corporales, los matices de los jóvenes trabajadores que
regresaban a casa tras un día en la obra y una pequeña ducha bajo una manguera que dejaban
el rastro aromático de los “macho man” para deleite de mujeres y de hombres. Obviamente,
no hacemos discriminación por orientación sexual, y defendemos la libertad de los individuos a
la hora de elegir sus preferencias.
También se recuerda los olores asociados a la pérdida de salud, el famoso olor a hospital, la
ausencia de salud, la comunicación odorífera de la enfermedad y del miedo del enfermo, no es
objeto de estudio en este libro pero si queremos hacer llegar un mensaje de solidaridad con
los enfermos, con el bienestar que produce la sensación aromática del baño, de la higiene, de
la recuperación momentánea tras un fregado corporal por parte del personal de enfermería,
desde aquí nuestro pequeño homenaje a l@s auxiliares que alivian la enfermedad con friegas
que hacen que te acuerdes de todos sus parientes pero cuando terminan y te quedas aliviado,
respiras profundamente el aroma a limpio, el breve placer de sentirse vivo y consigues un
poquito de vitalidad y dignidad a través de los olores.
Inicio contundente para un libro formativo de perfumería, podemos pensar que todos los
criterios anteriores pudieran estar fuera de lugar, pero como veremos a lo largo del desarrollo
del libro nos encontramos que la propia razón de ser de la perfumería es la necesidad de
comunicación personal, el sentirnos y hacernos sentir en todas nuestras facetas vitales, en
todos los momentos, desde aquellos que vivimos en la soledad hasta los que compartimos en
sociedad, pasando obviamente por los momentos de compartir sensaciones personales de
carácter íntimo donde el olor y su naturaleza sustituyen con creces a cualquier dialéctica
posible, convirtiendo los vínculos vernáculos, olor, sonido, sabor, tacto y aspecto en el canal
de comunicación primario entre los seres humanos.
Por consiguiente, cualquier análisis que hagamos del mundo de la perfumería resultará
incompleto y parcial, no sólo debido a que nuestro enfoque y cualquier enfoque que
propongamos siempre será subjetivo, de la misma manera que el arte puede ser interpretado
de mil maneras, la historia de la perfumería puede ser contada desde cada nariz capaz de
captar una nota olfativa.
Estos criterios descriptivos del mundo de la perfumería de ámbito universal no deben hacerse
desde el análisis detallado de las sensaciones personales, ni desde los éxitos comerciales de
determinadas composiciones ni desde la descripción de los millones de aromas procedentes
de la naturaleza, ni de la lectura de toda la bibliografía relacionada con los perfumes.
Los ejemplos anteriores reflejan la biodiversidad de los olores, por tanto, si utilizamos un
esquema descriptivo de la percepción sensorial de los olores y su aplicación en perfumería
podremos tener una pequeña perspectiva del mundo de la perfumería desde la ecología. Este
enfoque es nuevo, claramente, la perfumería y su estudio desde la ecología.... el
comportamiento de una especie abordado desde su capacidad para reconocer olores,
pautasde comportamiento en la percepción olfativa sin entrar en los grandes mitos que
abundan en el mundo de la perfumería.
Los autores, van a derrumbar en los siguientes párrafos varios de los mitos creados
artificialmente y con intenciones sibilinas por partes interesadas, varios de estos mitos son:
Las falacias asociadas a este mito se caen por su propio peso, si comparamos un perfumista de
prestigio con un niñ@ de 10 años estamos seguro que ambos reconocerán de forma innata
miles de olores, principalmente aquellos relacionados con la comida, con la higiene, con su
entorno, con la naturaleza, con los animales, con las plantas.... la única diferencia es que el
perfumista gana mucho más dinero que el niño de 10 años por mezclar olores. Obviamente,
estamos siendo injustos con nuestro perfumista, debido a sus obligaciones profesionales no
puede crear fragancias y aromas libremente, en cambio nuestro niñ@ es completamente libre
en sus facetas creativas, es capaz de coger aquellos aromas que le gustan, disfrutar de los
aromas que le rodean, sentir atracción por olores familiares e incluso tener la libertad de decir
que tal persona no le gusta porque “huele mal”.
No queremos dar mucha caña porque luego nos llueven ostias por todos los lados, pero
considerar que determinada composición aromática fabricada por determinada multinacional
que engorda hasta límites insospechados sus arcas y las ambiciones desmedidas de sus
dirigentes (CEO´s) de enriquecimiento indicando “erre que erre” que el perfume X es un signo
de status social es llamarnos idiotas a toda la sociedad hasta la saciedad y encima desde hace
decenas de años utilizando como medio de difusión de mensajes los denominados “mass
media” ( TV, prensa, radio, etc ) y los lugares de culto al consumo por antonomasia como son
los centros comerciales.
En un ratito, dos de los grandes mitos han quedado hechos añicos, entonces qué es la
perfumería, cual es el entorno que creemos de describe objetivamente el mundo de la
perfumería y dónde se ubica ese mundo.
económico y de materias primas aromáticas ( Paris, New York, London, Venice, Barcelona,
Roma, Milano, etc).
El mundo de la perfumería es cultura e integración con la naturaleza. Desde los indios nativos
de Norteamérica ( los autores quieren destacar la revista Journal of Ethnopharmacology por
su valiosa aportación en los novedosos puntos de vista de esta obra ) hasta las culturas
orientales asiáticas de hace miles de años o la cultura ancestral de los primeros pobladores de
áfrica.
Se dice, y estudios científicos demuestran que los seres humanos olemos de forma diferente
según nuestra procedencia, todos hemos oído opiniones despectivas acerca del olor corporal
de determinados colectivos sociales que son totalmente injustos e inmerecidos, ya que esas
mismas culturas son las propietarias intelectuales de la mayoría de los aromas que conocemos
en nuestra sociedad actual, fueron los comerciantes que llegaron a las lejanas tierras de
oriente y se trajeron especies, aromas, y fragancias que nos deleitan incluso hoy en día. Por
tanto, desde aquí pedimos disculpas por este inmoral desprestigio por parte de un segmento
de nuestra sociedad que no ha evolucionado lo suficiente en tolerancia, multiculturalidad y
sobre todo educación.
Otra cualidad inherente al concepto de olor es su capacidad de ser transmitida, al igual que la
palabra puede ser reproducida, la imagen captada, mantenida y visionada, el olor permite ser
transmitido mediante la impregnación, el acercamiento de la fuente emisora de olor y la
fuente de captación, por tanto, responde a un sistema abierto que interacciona con su
entorno, siendo el receptor el que en función del estímulo recibido actúe en consecuencia.
Esta transmisión de olor se puede traducir en una transmisión de información, por tanto el
olor y sus formas de emisión y captación son una forma de comunicación no verbal, al igual
que otros tipos de comunicación escrita y no escrita. Este enfoque nos permite evaluar la
perfumería como parte inherente a la comunicación humana, siendo esta comunicación de
carácter universal y poseedor del derecho fundamental a ser expresado. Estos matices
apuntan a la libertad de los seres humanos a crear, compartir, recrear, impregnar de olores de
la misma manera que existe la libertad creativa en la cultura, en el arte, en todas las facetas de
la existencia.
No pretendemos filosofar sobre libertades y derechos, pero estos matices nos demuestran que
la comunicación olfativa no puede ni debe ser regulada, nadie nos puede decir cómo debemos
oler, y por consiguiente, tampoco qué debemos hacer y no hacer para reproducir olores, desde
una sencilla recolección floral en primavera hasta la recogida de un tronco húmedo con olor
amaderado y combinado con notas de musk. Somos libres para ser perfumistas, debemos ser
libres para expresarnos.
Sobre el fundamento anterior queda patente que al ser el olor y sus cualidades un concepto
transmisible puede ser utilizado como una fuente de transmisión de conocimiento, pero como
conocimiento podemos identificar varias fuentes primarias, distinguir entre el conocimiento
innato y el conocimiento adquirido. Las diferencias entre ambos conocimientos no son
relevantes a la hora de evaluar la educación adquirida por parte de la especie humana, ya que
las señales procedentes de los datos aprendidos como de los datos adquiridos de forma innata
son procesados de la misma manera, produciendo unos y otros las respuestas fisiológicas
correspondientes.
Podemos diferenciar entre los olores adquiridos aquellos como los aprendidos por la
experiencia vital de cada persona y que pueden ser comunicados de forma intergeneracional,
como el cocido de la abuela o la tortilla de patatas de mamá. Existen otros, como los olores
asociados a la comunicación sexual que pertenecen a un ámbito innato pero de carácter no
transmisible en tanto que se puede emitir señal odorífera pero puede no recibirse la respuesta
esperada y la respuesta generada en una generación no puede ser interpretada de la misma
manera que en generaciones posteriores.
perfumistas sin fronteras. Sin tener ánimo de chanza, la evaluación de la idea anterior no
resulta descabellada desde un aspecto educativo, aprovechar los olores para la educación y el
respeto al medio ambiente, el reconocimiento de nuestro ecosistema, el reconocimiento de
las especies que nos rodean... todos, creo, podemos reconocer el olor a cerdo, ese famoso
animal de bellota de aroma inconfundible y con unas pautas de higiene y cuidado de la piel
extraordinaria a través de los famosos baños de fango que disfrutan como gorrinitos libres. Al
igual, todos somos capaces de reconocer el aroma de una rosa. Una educación ambiental, de
carácter vital, libre y universal sobre los ecosistemas que nos rodean, independientemente de
que captemos fragancias procedentes del mundo animal, vegetal, ecosistemas, residuos
orgánicos e inorgánicos, etc.
El desarrollo de los argumentos de este tratado de perfumería van tomando forma, va siendo
hora tras la descripción del mundo del perfume desde el punto de vista ecológico o ambiental
de pasar página y empezar a describir las tareas del/la perfumista.
Como individuos de la especie anterior, debemos conseguir de los recursos necesarios para la
supervivencia nuestra y de nuestra prole, tanto los individuos de sexo masculino como los de
sexo femenino.
Observando, esa sociedad rural, en íntimo contacto con la naturaleza nos encontramos que la
perfumería formaba parte del acervo cultural de las sociedades, independientemente del lugar
de ubicación, es decir independientemente del ecosistema habitado siempre existía un vínculo
de relación aromática con determinadas especies vegetales ( vetamos las menciones al uso de
las especies animales en perfumería ) como parte inherente a los usos y costumbres
ancestrales, los ritos de nacimiento, de boda, de defunción, los religiosos, los mágicos, los
místicos, los de cortejo siempre iban asociados a determinados aromas y cualquier persona era
apta para poder recoger la información odorífera o aromática en cualquier soporte para la
comunicación interindividuos de los mensajes, aún hoy en día en los entornos rurales y
urbanos se puede ver en determinadas fechas especies aromáticas en las puertas de las casas
con finalidades místicas o de carácter religioso, e incluso la recolección de especies aromáticas
propias de la estación, siendo muy habitual la recogida de especies florales aromáticas para
regalar, para aromatizar comidas, lugares e incluso como remedios a determinadas dolencias o
situaciones de falta de salud.
Podemos analizar el otro lado de la sociedad, aquella parte que perdió el contacto directo con
la naturaleza, nos referimos a las sociedades urbanas, entonces nos preguntamos cómo se
podrían satisfacer unas necesidades fundamentales de retomar el contacto con la naturaleza...
la respuesta es obvia, si la sociedad abandona la naturaleza y el medio ambiente, será la
naturaleza en determinadas formas de presentación la que se acerque a la sociedad, surge el
concepto de aroma, esencia, fragancia, olor, sobre multitud de soportes, surge una fuente de
generación de recursos por el traslado de estos fragmentos aromáticos de los ecosistemas a
las ciudades con la finalidad de transmitir los mensajes implícitos.
Nos vamos acercando al concepto de perfumista, de forma intuitiva podemos definirlo como
Arte u oficio, sencillamente da lo mismo, la finalidad es diferente pero los procedimientos son
exactamente análogos, en el primer caso se realiza para la satisfacción espiritual y en el
segundo para la obtención de recursos económicos que permitan la supervivencia, ya que
independientemente, l@s artistas reconocidos por una sociedad reciben de ésta el retorno a
su conocimiento o arte mediante la satisfacción por parte del colectivo de las necesidades
básicas y vitales del artista, además de satisfacer su ego o inquietudes.
Entonces la diferencia entre perfumista como artista o como oficio parece resultar cuestión de
egos, inquietudes o cualquier tipo de motivación. No queda bien trivializar una división tan
importante de una manera tan sencilla, parece una falta de respeto a nuestros ancestros. Para
ello y con todo el reconocimiento a todos nuestros ancestros es necesario no distinguir entre
arte u oficio, simplemente respetar el derecho de todos los individuos a conseguir los recursos
básicos de carácter vital mediante las herramientas que nos ha otorgado la naturaleza y seguir
la dinámica de competencia de poblaciones intraespecies, estamos en competencia y debemos
distinguirnos de nuestros competidores para poder sobrevivir y procrear ( los que quieran ).
Esta finalidad de supervivencia es una elección personal, basta con la decisión de elegir el
camino de ser perfumista y aprender las técnicas para poder sobrevivir como artista o como
currit@, depende de nosotr@s.
Interesantísmo punto de inflexión, un curro que depende de nosotr@s, tan sólo tenemos que
aprender unas “cosillas” y traducir nuestro conocimiento adquirido o innato en recursos
alimenticios o herramientas de diferenciación para la supervivencia o procreación.
Aparece el concepto de legislación y de propiedad (pública y privada) que por ahora no vamos
a abordar y ni siquiera a debatir, tan sólo apelamos al derecho innato a la supervivencia del
individuo. Si nos impiden la supervivencia por medio de reglas existentes que nos excluyen de
un sistema, la solución es muy sencilla o cambiamos el sistema ( no nos preocupemos, que
este modelo de sociedad se derrumbará solito, es cuestión de tener paciencia ) o pasamos del
sistema mediante la desobediencia a los líderes no reconocidos o mejor dicho claramente
reconocidos por su mal hacer, mala gestión, y aprovechamiento en beneficio propio de los
bienes materiales e inmateriales propiedad de la especie humana.
En conclusión, todos llevamos un perfumista en nuestro interior, que nos permite reconocer
especies aromáticas, frutales, agrestes, y empezamos a captar utilidades para generar recursos
o comunicar mensajes. Unas flores a un ser cercano con intenciones sexuales, emocionales o
las que sean.
Apelamos a nuestro conocimiento innato. Con una finalidad sexual a nadie se le ocurre coger
una boñiga de vaca y regalarla ya que nos podemos llevar una sonora bofetada o no..., pero si
nuestro deseo es regalar unas flores con plena y libre intencionalidad, sea cual sea ,
simplemente es necesario ir a un entorno natural, observar la naturaleza, elaborar una
composición floral sobre 2 parámetros básicos: el color y el olor y combinarlos. Realizamos de
forma intuitiva el ensayo organoléptico de calidad: tiene buen aspecto, color y olor. Entonces
concluimos que nuestro regalo puede ser bien aceptado con el consiguiente mensaje.
Si el ramo de flores anterior es para un individuo mismo, queda patente que la finalidad ha
sido la satisfacción personal o de su entorno, el deseo de encontrar bienestar y si es para otra
persona queda claro que la finalidad ha sido la comunicación no escrita de una emoción,
sensación o deseo.
Concluimos este capítulo con el argumento irrefutable que la actividad del perfumista es una
actividad sostenible, éticamente aceptable, respetuosa con el medio ambiente y beneficiosa
para las generaciones futuras por su capacidad de transmitir mensajes intergeneracionales.
Bienvenidos, sean pues, todas aquellas personas que decidan ser perfumistas,
independientemente de sus motivaciones ya que de forma implícita se recogen los aspectos
ambientales anteriores, pero hemos de ser cuidadosos con la práctica de la perfumería como
actividad profesional o artística, la línea de separación entre la ética, y la explotación irracional
de los recursos naturales puede no quedar perfectamente definida.
Observamos que el / la perfumista puede operar a cualquier escala, creemos que es mucho
más sencillo la escala a nivel ecosistema próximo que tener en cuenta un ecosistema global, a
pesar de la globalización y de la falsa creencia de la ausencia de distancias en este mundo,
hemos de decir que las distancias existen y que la propia intención de satisfacer las
necesidades de un mundo global supone el incremento de la huella ecológica con la
consiguiente presión y degradación de los ecosistemas.
Observando otras especies animales y vegetales, apreciamos que obtienen la mayoría de los
recursos necesarios para su supervivencia y procreación en un territorio físico delimitado.
Hemos descrito un panorama bucólico, con matices infantiles en la descripción del perfumista,
con un sano deseo de respeto al medio ambiente y a los derechos de los seres humanos y con
intenciones de solidaridad intergeneracional hacia el futuro.
Y encima nos presentamos de forma ingenua, nosotros no somos los responsables, los
responsables son las grandes corporaciones esas grandes corporaciones que se crearon para
satisfacer nuestras necesidades reales o ficticias. Todos hemos visto la publicidad asociada a
los perfumes, esos magníficos coches deportivos que inducen a pensar en indómitos y
valientes aventureros con una capacidad de seducción irresistible por el uso de la fragancia XX,
también hemos visto espectaculares modelos femeninas que se contonean con movimientos
con gran contenido erótico que estimulan las mentes en la creencia de que usando el perfume
XY nos permitirá seducir a ese ser que tanto nos atrae.
Bueno, hasta aquí no describimos nada nuevo, la publicidad y sus técnicas artificiosas de
generar mensajes sobre conceptos de atracción, de sentimientos, etc.
¿Dónde perdimos nuestra ingenuidad como individuos pertenecientes a una sociedad global?
postrimerías del siglo XVIII y principios del XIX no responden sino al concepto ecológico de
dinámica de poblaciones y competencia intraespecies.
Como resultado de este enfoque, podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que no somos
una especie respetuosa con nuestros semejantes, al igual que otras muchas especies estamos
sometidos a la lucha por la supervivencia, incluso a costa del sacrificio, explotación de otros
miembros de nuestra especie. Ni que decir tiene que este criterio de supremacía de la especie
humana se traduce en una explotación cruenta que está provocando la desaparición de
millones de especies y de ecosistemas, de la desaparición de culturas indígenas, del
conocimiento vernáculo y del medio ambiente.
El ser humano es especialista en echar balones fuera por eso los autores creen que a la
sociedad le apasiona tanto el fúmbol, siempre son los demás los responsables, todos los
hechos ocurren siempre en casa de los vecinos pero no somos conscientes de lo que ocurre en
nuestra propia casa.
Y nos podemos preguntar qué tiene que ver la ingenuidad con un tratado de perfumería,
intentar retomar la ingenuidad del ser humano desde este punto de vista expuesto parece
reflejar una acrobacia extremadamente arriesgada. L@s autores no pensamos que sea muy
complicado, tenemos por un lado esa necesidad de diferenciación basadas en los mecanismos
transmitidos en los genes, asumimos nuestro rol competitivo en la supervivencia como
individuo y como especie y adicionalmente tenemos que sacar adelante una prole. Con los
tiempos que corren el panorama anterior no resulta excesivamente fácil. Debemos simplificar,
podemos hacer un análisis de un problema ambiental de primer orden desde los criterios que
aplican normalmente l@s físic@s, lanzamos un pequeño mensaje a Penny... Penny!!! de parte
de Sheldom ; ) en la serie The Big Bang Theory, como decimos, para resolver un problema
complejo debemos simplificar, esta simplificación debe resultar fácil de aplicar y sencilla de
interpretar:
Si atendemos a las grandes creaciones perfumísticas desde los años 50 del siglo XX,
observamos la presencia creciente de un colectivo denominado “diseñadores de moda”, el
listado puede ser extenso, redundante y aburrido.
Creo, con humildad, que los diseñadores son buenos haciendo su función y el mundo del
perfume es un recurso añadido a su intención de diferenciación de espécimen mediante la
imagen y la comunicación olfativa. Tal como hemos visto antes, parece totalmente ético y
legítimo el derecho a ser megatrendy tanto como por parte de l@s diseñador@s como de sus
acólitos.
Una revolución aromática que transmita el modelo de comunicación entre seres humanos e
incluya un mensaje de respeto al medio ambiente, a los derechos humanos, a la ecología, a la
sostenibilidad, a la biodiversidad, a los derechos de los animales, a la diversidad cultural, a la
creación artísitica, cultural y de cualquier tipo con las finalidades de diferenciarnos para
conseguir nuestro objetivo vital de supervivencia como indivíduos.
Esta nueva generación podemos asignarla a un nombre, ya que somos los primeros en
concebir una revolución aromática desde la perspectiva ecológica nos podemos permitir el
derecho de denominar por vez primera esta perspectiva de la perfumería, la denominación
que proponemos:
“ecoperfumistas”
Hasta ahora este volumen, no ha dejado títere con cabeza, vamos un poquito fuertes,
sobrados tal vez pero no exentos de poderosos argumentos intuitivos.
Cosas peores se han visto, lo importante es saber mediante un análisis riguroso si el ser
ecoperfumista puede sobrevivir en esta sociedad.
Parece una apuesta arriesgada, pero vamos a quitar un poquito de intriga, como lector@s,
creen que este libro no va a tener final feliz? otra cosa obviamente, es que vds sean capaces de
comer con las creaciones.
Nos viene a la mente la historia real de un artista que comercializaba sus propias heces con
gran éxito de ventas y opiniones de la crítica. Si analizamos este caso tan paradigmático con
mayor finura podemos apreciar que si el artista mencionado producía sus creaciones una vez
al día durante toda su existencia, podemos contemplar una pequeña reducción de producción
en la fase final de su existencia o por el contrario un gran incremento de la producción. Lo
importante es el acceso libre a la materia prima odorífera, segundo el soporte que retiene las
fragancias aromáticas, en este caso puede ser cualquier tipo de recipiente y por último una
buena política de márketing y ventas observamos que nuestro artista del ejemplo es un
ecoperfumista, estrictamente hablando bastante bueno ya que reduce los residuos, es
sostenible ambientalmente, su huella ecológica es mínima y su ecosistema de generación de
recursos viene limitada por una capacidad determinada de producción.
El atrevimiento en nuestro ejemplo anterior ha sido extremo, pero si sabemos leer entrelíneas
observamos que conceptualmente, todo lo que hemos escrito anteriormente toma forma real.
“ser humano que obtiene las materias primas de una forma sostenible y respetuosa
con el medio ambiente, les confiere una particularidad personal y las comparte con
una sociedad que demanda personalización y diferenciación”
Hemos salido como hemos podido de la anterior encrucijada con un riesgo evidente de no
haber transmitido la viabilidad de la libre elección de ser un ecoperfumista, la utilización del
ejemplo ha sido con la única intención de revelar o ayudar a ver que nuestras materias primas
básicas de formulación de perfumes están en nuestro ecosistema, en el entorno que nos
rodea, de libre acceso con el respeto al prójimo. Somos, libres, plenamente libres de elegir ser
ecoperfumistas y ahora, creo que podemos pasar al tinglado, a cómo ser un ecoperfumista
propiamente dicho y a desgranar los pasos necesarios, los conocimientos y las técnicas, que
como acabamos de ver no parecen ser muy muy difíciles.
Entramos en el capítulo crítico del presente tratado de perfumería, aquí se nos va a medir con
un rasero exigente, se nos valorará tras el resultado de este capítulo.
Hasta ahora, la redacción del libro nos ha permitido recreaciones literarias, humor, sarcasmo e
ironía, ahora no nos podemos permitir juego alguno.
Según el famoso libro de estrategia “ El Arte de la Guerra “ de Sun Tzu escrito hace 2.500 años
empecemos dando:
la wikipedia!!!
Nuestros críticos se estarán frotando las manos, qué pardillos!!
Uy!! , los pardillos viajan... por internet.. (barato y consumimos pocos recursos ).
dos destinos, una conexión a internet y tenemos bajo nuestro control el acceso directo a la
siguiente información:
2.- Acceso a la base de datos de perfumería y las técnicas asociadas en formatos originales, con
grabados, ilustraciones, etc
Cualquier persona, por muy inteligente que se crea, jamás podrá igualar el contenido del
conocimiento existente en una biblioteca pública, ni siquiera del pueblo más pequeño, por
tanto, nuestra primera fuente de información debe conseguirse en las bibliotecas públicas o
privadas, ya que en estos espacios de almacenamiento del saber se concentra el conocimiento
humano en muchas áreas y obviamente, la perfumería, sus técnicas, sus bibliografías, las
biografías detalladas de los grandes perfumistas.
Hay un dicho, procedente de “El Cisne Negro” de Nassim Nicholas Taleb, que nos indica que
por cada hecho aleatorio que se transforma en un resultado impredecible, por ejemplo, el
éxito de un libro que se convierte en best seller existen del orden de 1.000.000 de libros que
no se llegaron a publicar o no se convirtieron en best sellers, o bien, se quedaron como
borrador en el jardín del olvido.
También debemos hacer referencia a la Biblioteca Nacional de España, aún considerando que
tiene catalogado su fondo bibliográfico con acceso libre no disponemos de acceso a los libros y
obras directamente, es una pena que en pleno siglo XXI nuestros gobernantes no consideren la
difusión del conocimiento como prioridad y sí la difusión de deportes con pelotitas. En fín.
Como indicábamos por cada libro, imagen, documento que nos han legado nuestros ancestros
referentes a la perfumería y todas las áreas de conocimiento que abarcan podemos considerar
de forma cauta que hemos perdido casi un 90% de la información por miles de causas,
supongo que algunas tan triviales como que determinado autor potencial se quedó sin luz
porque la compañía eléctrica le cortó el suministro y tuvo que irse a la cama sin cenar debido
al frío del invierno, no pudiendo documentar ese conocimiento surgido del azar, de la
improvisación o del estímulo que fuese.
Como primera conclusión del análisis de las fuentes del conocimiento en un tratado de
perfumería es que no conocemos ni el 10% de la información potencial, entonces no nos vale
que el director general de tal y tal compañia se considere un experto en éste área, o que
pascual y cual se considere una artista o perfumista de prestigio.
Por tanto, los autores de este libro presentamos nuestras credenciales con plena solvencia,
indicando que contra todo pronóstico nuestras fuentes de información son tan buenas o
mejores que las utilizadas por los grandes nombres de la industria de la perfumería. Puff!! otro
mito derrumbado.
Si partimos de la base que la información es ingente y que a lo largo de toda nuestra existencia
no vamos a ser capaces de interpretar o conocer tan sólo una milmillonésima fracción del
conocimiento perfumístico cómo podemos aventurarnos en este área tan fantástica. Tan
sencillo como eso, aventurarnos y conocer lo desconocido mediante el aprendizaje, como
resultado de un proceso de conocimiento adquirido mediante la observación , la interacción
con nuestro ecosistema, podemos transmitirlo de forma intergeneracional durante los
próximos cientos o miles de años dependiendo de cuánto duremos como especie y que
nuestros descendientes posean el conocimiento vernáculo de nuestras propias creaciones
perfumísticas. Por consiguiente, aquellas personas que se inician en la profesión de
ecoperfumista tal como la hemos descrito anteriormente deben comunicar a su entorno
intergeneracional o intrageneracional su conocimiento o acervo. mi compañera de proyectos y
coautora del presente volumen es la gran beneficiaria del conocimiento adquirido por mi
persona durante los últimos 25 años de ejercicio de la profesión, mi hijo puede disfrutar de los
olores y fragancias recreados y poder transmitirlos a sus hijos y los hijos de sus hijos. Como
decíamos, los autores no se cortan y comparten sus experiencias creativas con la sociedad, la
última creación perfumística la denominamos Mango de Ghana que no es lo mismo que Ganas
de Mango, como bien apreciais querid@s lector@s seguimos en la senda de lo irreverente, lo
transgresor, lo políticamente incorrecto... pero abiertamente el que no haya tenido ganas de
mango en algún momento de su existencia o experiencia vital probablemente tenga algo más
que un pequeño problemilla.
Mango de Ghana, la intuición nos dice que el constituyente principal es el mango ( Magnifera
indica L) y además procedente de Ghana, el apellido a nuestra creación Ganas de Mango nos
puede inducir a pensar mal... o pensar lo que queremos transmitir, los autores cruzan líneas de
una manera caótica, derrumbando pilares ficticios donde los haya, pero cuando estamos
sintiendo el aroma de mango, podemos definirlo como un suave aroma tropical, cálido, frutal,
dulce y extremadamente sensual que interacciona con nuestras emociones despertando algo
más que la imaginación y podemos pensar que nuestro trabajo parece que está bien hecho,
por supuesto que siempre puede mejorar, pero por ahora vamos bien.
Este sencillo ejemplo anterior avala todos los párrafos anteriores, y resumiendo podemos
indicar que la información perfumística de la especie humana es de una magnitud
inconmensurable. Para poder proceder a medir grandes magnitudes podemos utilizar patrones
de medida directamente relacionados a la medida que queremos utilizar o si nos movemos con
múltiples variables y parece que este es el caso, podemos dividir o estructurar nuestras
fuentes de conocimiento en fúnción.
Las respuestas pueden ser múltiples y muy diversas, pueden tener el factor común de la
curiosidad innata ante lo desconocido, de la misma manera que una señal olfativa nueva en un
ecosistema es interpretada por la diversidad de especies de múltiples formas, unas especies
huyen ante la presencia de un olor desconocido, otras especies pueden interpretarlo como
una fuente potencial de alimento y otras especies, curiosas por naturaleza se aventurarán al
análisis de las nuevas notas olfativas que captan del aire o directamente de la fuente emisora
para procesar la información y poder decidir si lo captado es comida, peligro o lo que sea.
Si analizamos la respuesta del ser humano ante un olor nuevo, nos podemos encontrar con
miles de respuestas en función del tipo de olor que se capte, por ejemplo si es un olor floral
agradable probablemente estimule la curiosidad, si por el contrario es un olor con notas
fecales intensas lo más probable es que salga por piernas de forma inmediata y si el olor
procede de un cuerpo en descomposición o putrefacción la respuesta puede ser de lo más
variopinta.
Entonces, cómo se procesa las fuentes de información asociadas a los olores, hemos valorado
que pueden darse múltiples respuestas dependiendo de las personas que capten los olores.
Parece que no hemos avanzado lo suficiente en el análisis de las fuentes de información que
nos permitan entender o conocer cuanto menos el mundo de la ecoperfumería, tan sólo
hemos podido determinar que la captación de un olor nuevo, independientemente de la nota
olfativa que sea puede provocar miles de respuestas en los individuos.
Retomamos nuestro ejemplo del Mango de Ghana, si dispersamos este aroma en un espacio
público en la cantidad suficiente para ser captado por la mayoría de las personas presentes nos
encontramos tantas respuestas como personas, algunas se preguntarán directamente a qué
huele, sin lograr la identificación del aroma debido a su desconocimiento, recordamos que los
aromas se aprenden del ecosistema, se conocen y se transmiten generacionalmente, no
podemos reproducir un aroma, pero si entre las personas que huelen las notas olfativas del
Mango de Ghana hay una persona del áfrica subsahariana, de forma inmediata reconocerá el
El primer objetivo del análisis de las fuentes de información es el procesamiento del dato de
reconocimiento del olor, por familiaridad, proximidad, exposición previa o la razón que sea.
Seguidamente podemos pasar a un análisis botánico de identificación de especie, en lenguaje
coloquial podemos decir: ah! huele a Mango y alguien con conocimientos de botánica decir
que se corresponde con determinada especie, otra persona del grupo expuesto al aroma podrá
decir que los pueblos del áfrica subsahariana basan su dieta en primavera en el fruto del
mango. Surgirá el intercambio de información contínuo, intergeneracional, intrageneracional e
interindividuos, es decir una comunicación real.
Cada persona podrá interpretar el aroma según sus propias sensaciones, a unas les gustará a
otras no, con libertad.
Por tanto, debemos conocer la especie botánica, debemos conocer el origen geográfico,
debemos conocer las características organolépticas y descriptivas del fruto del mango (color,
forma, olor , aspecto, forma, etc )
Sinceramente, creemos que sí... basta con el proceso de aprendizaje gradual basado en el
interés o el conocimiento, esa capacidad de aprendizaje gradual y continuo en el tiempo que
llegado un momento determinado se puede transmitir, entonces, las fuentes de información
válidas para ser un verdader@ ecoperfumista resultan ser todas las fuentes de información
que seamos capaces de asimilar. No necesitamos ser un lumbreras para aprender. Podemos
llegar hasta donde queramos con nuestra curiosidad innata o adquirida.
Creemos que esta descripción mediante el ejemplo de las fuentes de información para
convertirnos en ecoperfumistas son plenamente válidas y también solventes, no creo que haya
ningún atrevid@ que sea capaz de cuestionar de un modo creíble toda la cultura subsahariana
y su relación con la especie botánica de Magnífera indica L.
Nos imaginamos un diseñador de la gran moda mundial diciendo que su aroma fabricado con
productos de síntesis es capaz de igualar las notas olfativas del mango y sus consecuencias en
las personas.
Pero un ecoperfumista debe ser capaz de obtener en su ecosistema las fragancias que le
diferenciarán de sus competidores por los recursos o por la prole o por la procreación como fin
vital, o por el ego.
En este párrafo anterior, hemos abierto el campo de las técnicas de extracción de los aromas,
es decir, los aromas de las plantas, independientemente de su origen y partes utilizadas
pueden ser tratadas con diversas técnicas de extracción de los aromas. En breve pasaremos a
detallar de forma sencilla los métodos de extracción de aromas.
Pero antes queremos dar por finalizado el capítulo de las fuentes de información referentes a
la perfumería y a su validez.
Creemos que queda claro, la libertad de elección de las fuentes de información y la plena
validez de todas, el ejercicio de contraste de información e identificación. Este criterio nos
avala a todos los seres humanos como potenciales ecoperfumistas, tal como hemos venido
afirmando desde el principio de este manual.
Nos hemos encontrado en nuestro ecosistema urbano de un centro comercial una especie
aromática que tiene la capacidad de generar valor añadido y recursos de la manera que hemos
visto.
La gran cuestión que nos planteamos es si toda la labor de recopilación perfumística recogida a
lo largo de la historia puede servir para formar un buen ecoperfumista. La respuesta no es
fácil, dicen los grandes maestros, de mí haz lo que vieres pero termina haciendo lo que
quieras. más o menos interpretamos que la tarea de analizar la información de los grandes
autores en perfumería y sus técnicas: Piesse, Gateffossè, Dior, Mur, Labertelier, Lazennac nos
pueden servir como análisis recopilatorio de las fragancias transmitidas y recopiladas.
Destacamos que esta forma de recopilación de información perfumísitica ancestral ha podido
ser documentada por múltiples fuentes, desde escritos, elixires, perfumes, fragancias,
canciones, e incluso momias perfumadas.
El aval de las miles de fuentes de información si pueden ser válidas si queremos hacer un
álbum recopilatorio, pero en el fondo no satisfará nuestras necesidades de ecoperfumista,
nosotros queremos crear. Sentir que somos capaces de componer una nueva fragancia, que
inicialmente puede ser muy sencilla.
Y cómo empezamos..?
Sabemos que las abejas se comunican mediante mensajes sencillos, bueno no tan sencillos,
porque explicar mediante movimientos, zumbidos de alas dónde se hallan las flores aromáticas
repletas de azúcares y pólenes no tiene que ser nada fácil.
Como decíamos, si nuestra abejita inicia la ruta, qué mecanismos utiliza para identificar las
flores idóneas, la pregunta cuanto menos es muy compleja, el olfato?, la forma de las flores ?,
los colores ? Debemos ser muy cautos a la hora de hablar por las abejas y parece ser una
precaución obligada pensar que no tenemos ni idea de porqué desde hace 7 millones de años
las abejas son capaces de identificar flores que les suministran azúcares y otro alimentos.
Tenemos que decir que las abejitas beben agua, no se si se tomarán una cervecita o vinito pero
sí estamos seguros que se alimentan del néctar de las flores.
Flores, parece que las flores de las plantas son el punto de inflexión en la elección de las abejas
como fuente de alimento,
las flores pueden ser de muchos tipos, formas, colores, olores y lo podemos apreciar mediante
las diversidad de mieles que producen, miel de azahar ( flor blanca ), de romero ( flor morada),
mil flores ( muchos colores ), de espliego ( flor morada ) , tomillo ( for blanca o morada en
función del fenotipo ), de roble, flor blanca, de encina, de castaño, de eucalipto.... es decir
muchos tipos de flores y plantas, pero si analizamos las plantas anteriores vemos que
independientemente de la familia a la que pertenezcan parece ser que las abejas se suelen
acercar a las flores pertenecientes a plantas aromáticas. La apreciación de aromática la
hacemos desde el punto de vista de la especie humana, desde el punto de vista de las abejas
podemos intuir que pueda existir una interacción entre la flor y la abeja
Miles de tipos de flores, miles de aromas y centenares de especies de abejas que han
evolucionado a lo largo de millones de años, y en medio de todo esto está las especie humana
que observó esos pequeños insectos voladores que iban de flor en flor, extendían su trompita
succionadora, atrapaban bolitas de pólen y se lo llevaban a la colmena. Los humanos
primitivos, supongo que intentarían comer las flores, pongamos por ejemplo, las margaritas,
como parece ser que no les gustaron se la dieron a los cerditos que andaban pululando, si por
azar encontraron una colmena ,seguro que el aprendizaje les llevó más de un disgusto, pero
descubrieron la miel, que resultó ser un alimento básico en su supervivencia, si había abejas,
deberían encontrar las colmenas, y dentro de ellas, la miel, alimento excepcionalmente
nutritivo y que podía asegurar su supervivencia como individuo y la de su prole.
Podemos pensar que una vez satisfechos de miel y llenos de picaduras mostrasen curiosidad
por las plantas en las que estos pequeñas se alimentaban, si bien no eran sabrosas ni de buena
digestión algunas de ellas mostraban olores que diferían grandemente de sus olores
corporales, no creemos que “Miguelón” el señor de Atapuerca que el gran investigador
Arsuaga y equipo han hallado en la sima de los huesos de hace 1.5 millones de años fuese un
gran aficionado a la higiene, pero estamos seguros que Miguelón no era tonto y que después
de comer le gustase folgar con una Miguelona juguetona, entonces con gruñidos sugerentes
invitase a la susodicha Miguelona a seguirle a los prados donde abundaban las flores
aromáticas y se encontraban miles de abejitas trabajando, claro que el final de la historia
debemos imaginarlo pero podemos afirmar que si la humanidad ha llegado hasta el 2014 es
porque Miguelón y Miguelona hicieron lo que tenían que hacer entre las flores, y entre
restriego por aquí y restriego por allá, algo del aroma de las flores se quedaría impregnado en
los cuerpos velludos de nuestros ancestros, claro y al volver al chabolo de la sima de los huesos
los demás miguelones y miguelonas se preguntaban dónde había estado porque cotilleos los
ha habido desde siempre, no se sabe si por envidia o por aburrimiento, pero sobre todo se
preguntaban porqué Miguelón siempre venía lleno de picaduras y Miguelona sonriente.
Tal vez el párrafo anterior pueda ser una recreación real del descubrimiento de los aromas por
nuestros ancestros, si empezamos a identificar el aroma de las flores con alimento y
continuidad de la prole, sólo bastaba que una Miguelona cogiese unas flores se las enseñase al
Miguelón de turno que mostrase buenas perspectivas y le dijese, vénte que te voy a enseñar
cómo se coge la miel y como la historia se repite, volviesen impregnados de aromas florales y
picaduras de abeja, pero a fuerza de rascar y alguna picadura las cosas merecían la pena para
la continuidad de la especie.
Como hemos dicho, el olor es una forma de transmisión de información, un olor agradable, por
ejemplo, romero, lavanda, tomillo, espliego puede transmitir una información generacional de
acceso a la comida y a la procreación a través de los olores, y si encima supone la localización
de alimento constante, pues las posibilidades de supervivencia mejoran por momentos, salvo
que tuvieran un azaroso encuentro con un úrsido de 3 metros que se los comiese con patatas,
tal como se ha encontrado en la sima de los huesos de Atapuerca.
Si seguimos con nuestra peculiar historia de la identificación de los aromas por parte de la
especie humana, podemos suponer que los primeros aromas que se debieron identificar
fueron los relacionados con los propios pobladores, es decir los olores corporales, la distinción
entre olores asociados a la procreación y los olores asociados a la eliminación de residuos
metabólicos y a los olores asociados a los restos de especímenes muertos. Ahora les damos
nombres pero hace millones de años, estos olores atractores, fecales y pútridos debieron ser
los primeros en ser identificados, además de la identificación de los olores comunes al grupo.
Pensamos con un toque de humor que los pequeños miembros del grupo que andaban
correteando por la zona podrían tropezar con las heces de Miguelón y reconocerle por su
inconfundible aroma y pensar que Miguelón estaba por las proximidades y que todos conocían
la mala leche que se gastaba el susodicho cuando se peleaba en el “tigre”.
La primera familia olfativa está justificada, y si pasamos a la siguiente familia olfativa podemos
pensar que las flores podrían ser una de ellas, notas dulces, agradables, suaves y asociadas a
un comportamiento que podría terminar en la procreación, tras estas notas, y con los calores
del veranito glacial podrían localizar unos naranjos y disfrutar de unas naranjas o limones y
descubrir los aromas cítricos y así sucesivamente con todas las familias olfativas, los olores
agrestes, los olores del bosque, los olores de la madera, los olores de los animales, que en
ocasiones podrían tener semejanza a los olores corporales de los humanos, y que con las
técnicas de caza y su impregnación corporal en la caza podría conferir atributos adicionales de
diferenciación de los individuos mediante el olor, si además del olor el individuo aprovechaba
la piel del animal cazado o las plumas o lo que sea surgió el concepto de moda y de ahí a Dior
sólo hay un milloncito de años, pero lo que no ha cambiado es el mensaje implícito,
diferenciación para la supervivencia y la procreación.
Entonces las familias olfativas tienen su origen en los ecosistemas y se asocian a determinadas
especies vegetales ( recordamos nuestro veto voluntario a la mención de especies animales ).
Con el transcurso de la evolución del ser humano, el conocimiento vernáculo de las especies
aromáticas se transmitiría de generación en generación y creando vínculos interespecies con
las abejas, con las especies de pájaros que servían de forma de localización de las colmenas
(abejarucos) y con las flores que indicaban proximidad.
Estas familias son reconocidas de forma innata por el 99.99% de la población humana desde la
más tierna edad, suponemos que aquellos que no tuvieron el suficiente olfato no están entre
nosotros debido a que no pudieron sobrevivir y no le encontrarían feeling a la procreación y se
extinguirían.
Tenemos 6 familias aromáticas, por ahora y vamos a empezar, de forma intuitiva a asignar
especies de plantas y flores a cada una de ellas.
1.- familia floral, especies aromáticas tipo rosa, geranio, jazmín con notas dulces, cálidas y
sensuales.
2.- familia agreste, especies aromáticas como el tomillo, la lavanda, el romero, el orégano que
a diferencia del grupo anterior presenta un importante aroma en todas las partes de la planta,
no sólo en las flores.
3.- familia cítrica, especies florales aromáticas dulces que van asociadas a la presencia de
frutos con pericarpio duro (corteza) que al abrir con los dientes o las manos dejan un
persistente aroma de carácter fresco,ácido y volátil.
5.- familia pútrida, olores asociados a restos de especies humanas y/o animales que presentan
similitudes y que también podía suponer el acceso a fuentes de alimentación ( especies
carroñeras )
6.- el aroma de los prados diferiría completamente de los aromas encontrados en los bosques,
su identificación podría servir para la localización de ubicaciones más protectoras para el grupo
como la frondosidad de un bosque o el interior de una cueva.
7.- podemos intuir que no sólo podían existir éstos aromas y pensar que la biodiversidad
olfativa permitiría encontrar nuevas especies mediante el aprendizaje tales como los olores de
frutos secos, carnosos, de plantas, de raíces, de tubérculos, de hongos, etc
Con este viaje a través de la prehistoria hemos intuido las familias olfativas y hemos
comprobado que no necesitamos de conocer mucho de química para identificarlas, tan sólo
hurgamos un poquito en nuestro conocimiento innato y aparecen perfectamente definidos.
Obviamente, no vamos a hacer un recorrido del aprendizaje olfativo a través de las miles de
civilizaciones habidas sobre la faz de la tierra desde los tiempos de Miguelón pero podemos
concluir que ha habido una interacción olfativa de la especie humana con el ecosistema que ha
permitido identificar otras familias olfativas como la resinosa, la ambarina, notas picantes,
irritantes, etc.
El siguiente paso en el conocimiento de las familias olfativas es conocer a qué huelen las
nubes... es decir porqué captamos los olores, la respuesta puede ser tremendamente sencilla o
tremendamente compleja. Volvemos a utilizar un criterio intuitivo para justificar el
conocimiento vernáculo, ya que los procesos de captación de aromas, independientemente de
sus mecanismos de funcionamiento nos sirvieron de herramienta evolutiva, y gracias a la
diferenciación de aromas y la evolución de la fisiología del proceso olfativo hemos podido
llegar hasta los tiempos actuales. De la misma manera que sabemos que el cerebro aumentó
de volumen podemos intuir que aumentó la sensibilidad olfativa y el mecanismo de
reconocimiento de olores gracias al incremento de las capacidades del cerebro.
Y después de 2.5 millones de años, nos presentamos en las postrimerías del siglo XVIII, donde
se asentó la base del conocimiento científico, el descubrimiento de la materia, del éter, de los
compuestos químicos, de los primeros experimentos científicos, de los gases, de los sólidos, de
la transformación de la materia, de las reacciones químicas.
Como decíamos, el avance científico permitió identificar los aromas mediante la descripción de
los compuestos químicos, que por intuición podemos saber que en función del aroma que sean
Antes de proceder a una recapitulación conceptual de los aromas queremos proponer a l@s
lector@s un ejercicio práctico:
Realmente, la imagen anterior no deja impasible a nadie, desde 1866 esta imagen del pintor
francés Coubert genera polémica, controversia y mil sensaciones. Obviamente, los autores la
hemos elegido intencionadamente con una doble finalidad:
1.- en primer lugar, invitar a la reflexión acerca de las sensaciones que provoca en l@s lectores
la observación atenta del cuadro. Consideramos que la imagen genera percepciones o
sensaciones visuales de todo tipo, atracción, rechazo, sensualidad, naturalidad, sexualidad, es
decir a cada persona le genera un estímulo visual que se traduce en una emoción de carácter
positivo o negativo.
2.- en segundo lugar, los autores proponen el siguiente ejercicio, si nos fijamos con detalle
durante unos minutos en la imagen, recorremos el cuadro con la pose de la modelo, nos
fijamos en su vello púbico, los pliegues de su vulva, los senos, el abdomen y los muslos. Tras
una memorización visual con más o menos detalles, invitamos a l@s lectores a cerrar los ojos e
imaginar un olor. Si hacemos una excursión olfativa, independientemente del sexo del
excursionista, ya que podemos imaginar que en mi caso, si el excursiornista soy yo, y en el caso
de mi coautora de libro ella es la excursionista o la excursionada. Da lo mismo,
independientemente de las preferencias sexuales, lo primero que nos llama la atención es tras
esta incursión olfativa que puede iniciarse por ejemplo, en los pechos de la modelo, podamos
ir captando matices aromáticos más o menos imperceptibles que con toda certeza nos guiarán
al sexo de la modelo, en este punto, la emisión de notas olfativas de carácter sexual será
intenso, la presencia del vello púbico actúa como absorbedor de fragancias y el afortunado
captador de los aromas de carácter sexual e íntimo responde de forma inmediata a tan intenso
y explícito estímulo olfativo.
No continuamos la historia porque verdaderamente, esto puede terminar como los “cerros de
la aurora”, ni lo pensamos.
Queremos hacer mención que la excursión olfativa anterior puede generar una sensación
extremadamente desagradable en el caso de mujeres caucásicas de tonos de piel blanca y pelo
rubio, ya que su fisiología y olor corporal, así como los mecanismos odoríferos de
comunicación sexual difieren diametralmente con la mujer expuesta. En este caso, la
respuesta de rechazo explícito, desagrado e incluso puede considerarse por algun@s como
asquerosa puede fundamentarse en la comunicación y reconocimiento olfativo de hembras de
la especie humana pertenecientes a distintos clanes o culturas en competencia clara por la
supervivencia de la prole o la procreación. Creemos que los individuos de sexo masculino no
pondrían muchas pegas a la excursión olfativa anterior independientemente de su raza y / o
origen étnico, ya que como bien sabemos, allá donde pongas la semillita.
Bien, toda la transgresión, controversia o polémica que haya podido generar la imagen queda
anulada desde el mismo momento en que ponemos en marcha nuestra memoria olfativa, ya
que la imagen no transmite olores, salvo el del óleo, nuestro cerebro pone en marcha los
mecanismos de recuerdo de situaciones similares, y activando las correspondientes respuestas
emocionales o fisiológicas, en mi caso, y a efectos ilustrativos podemos pensar que cerrrando
los ojos el autor recuerda pasajes de su existencia de alto contenido emocional y erógeno y
siente un escalofrío de excitación y una erección.
Vemos que la memoria olfativa no tiene moral, nos provoca las sensaciones innatas,
independientemente de nuestra cultura o educación. Por tanto, el concepto de perfumería
desde el punto de vista de la ecología refleja toda su credibilidad y consistencia de argumentos
con el ejercicio anterior.
Entonces, si volvemos a la clasificación de los aromas como eje central del capítulo, los autores
establecen los siguientes patrones de clasificación:
Familia de aromas, olores y fragancias naturales que identificamos como alimentos o fuentes
de alimentos reales o potenciales.
Familia de aromas, olores y fragancias naturales que asociamos a un determinado riesgo, por
ejemplo el del humo, el de la pólvora, etc
AROMAS DE ALIMENTACIÓN:
– Ingredientes alimenticios
– Preparados alimentarios
– Ecosistemas marinos
– Ecosistemas forestales
– Ecosistemas degradados
– Amenazas animales
– Amenazas ambientales
– AROMAS PROPIOS DEL CLAN FAMILIAR: por ejemplo el olor del hogar, el de la
habitación del bebé, de los padres, el olor del cuarto de baño, el olor de los espacios
comunes.
FAMILIA HELECHOS:
– frescos
– amaderados
– ambarinos
FAMILIA ORIENTAL:
– ambarada
– especiada
FAMILIA CHYPRE:
– amaderada
– cuero
– fresca
– cítrica
FAMILIA FLORAL:
– verde
– frutal
– fresca
– floral
– aldehídica
– dulce
FAMILIA ORIENTAL:
– ambarada
– especiada
FAMILIA CHYPRE:
– frutal
– animal
– amaderada
– fresca
– cítrica
Ahora elegimos al azar una nota, por ejemplo de la familia Chypre fresca y la intentamos
identificar con nuestra clasificación, para ello identificamos a qué se refiere con la familia
aromática Chypre, intuimos que se referirá a la Isla de Chypre en el Mediterráneo, observamos
que estamos describiendo un ecosistema en el que se evocan las esencias de las flores, el
cuero, la fruta, el musgo y la madera. También vemos que son notas muy aromáticas y
duraderas, puede haber Chypre floral y Chypre frutal.
Los ejemplos anteriores han validado nuestra clasificación, pero ahora hemos de plantearnos
de una forma más exigente el motivo de la denominación de estas familias aromáticas, en
lugar que la que nosotros proponemos, siendo más intuitiva, próxima y que presenta una
mayor facilidad de aprendizaje.
Entonces nos aparece el lenguaje como elemento diferenciador de la clase social, en este caso
de los perfumistas, cuando nosotros decimos que el mundo está lleno de pij@s qué razón
tenemos!!!!
Al principio del capítulo éramos conscientes de la importancia del mismo en cuanto a solvencia
técnica, pero ahora surge un concepto que, si bien hemos pasado muy por encima, debemos
abordar con cierto detalle.
Hemos comentado que a partir de los años 50 del siglo XX, la industria de la perfumería
cambió sus modelos de creación de fragancias sustituyendo las fragancias naturales por las
fragancias sintéticas. Surgieron nombres como Gatefossè, Givaudan, Haarman & Reiner,
Firmenich y otros que se apropiaron del mercado mundial de las materias primas, en una
especie de lobby selecto y exclusivo. Gracias a estos personajes y las corporaciones
empresariales que crearon se produjo la sustitución de los aromas naturales por aromas
sintéticos, además de controlar el mercado de los aromas naturales, sus departamentos de
síntesis de aromáticos estuvieron décadas creando nuevos compuestos basados en los
aromáticos tradicionales o nuevos compuestos simplemente pero con características
aromáticas. Surgen compuestos como los aldehídicos, presentes de forma natural en algunos
compuestos volátiles de fragancias cítricas y otro tipo.
Aromas que hasta ahora se consideraban exclusivos han pasado a ser del dominio público,
recordamos que nuestra prioridad no es hacer un manual formativo en perfumería sintética.
Creemos que para eso ya están las “grandes escuelas de perfumistas” y cuya existencia parece
justificada a perpetuar la apropiación indebida e inmoral del mundo de los aromas por estas
corporaciones empresariales.
Hemos revisado alguna de las facturaciones del año 2013 de un conocido fabricante mundial
de perfumes y hacen tanto dinero como las grandes multinacionales del sector energético, o
del petróleo, esto parece claramente un reparto del botín entre piratas, banqueros, chorizos y
ladrones.
propios de comunicación ancestral para luego poder vendernos los aromas que comunican los
mensajes de éxito, virilidad, sensualidad, pasión, ternura y lo que les salga del refajo.
El imaginario popular hubiese contado mil leyendas acerca de los orígenes del olor floral que si
la doble vida, que si las extraía de las vírgenes doncellas que secuestraba y vejaba. Todo sea
por mantener los mitos y que perduren en el tiempo, aunque sean mentira, ya que supongo
que en los tiempos de los piratas también existirían esos piratas sensibles y tiernos que
defendían la libertad del individuo y compartían las largas noches de temporal con otro pirata
de su barquito pirata en el mismo camastro acurrucaditos de miedo y frío ante el oleaje y el
temporal, y entretenían sus largas travesías con la afición al cultivo de la gardenia, que hemos
de decir que no soporta bien los aromas marinos por su salinidad.
Todo un panorama perfecto para llevar a cabo la segunda parte de su plan maquiavélico,
denostamos los olores corporales, tenemos en cuenta que llevan más de 100 años haciendo lo
mismo y han obtenido unos resultados más que importantes sobre una población mundial de
7.500 millones de personas, ya que no nos cuentan como individuos, nos cuentan como
clientes potenciales que facturan miles de miles de millones de euros, dólares, y todas las
formas humanas de imaginar el valor ficticio de los dineros.
Incluso para integrarse en una sociedad es necesario oler bien, si atendemos a un “homeless”
con déficit de cuidados higiénicos por cualquier adicción, tiene todas las papeletas para ser
excluido y marginado aún más de nuestra sociedad, también destacamos que la exclusión es
compatible con el origen étnico de las personas, el autor ha tenido la suerte de contar entre
sus amistades a los coleguis del mercadillo y éstas personas procedentes en su mayoría del
África Subsahariana (Nigeria, Ghana, Senegal, etc) presentan notas olfativas propias que el
autor diferencia, pero los matices olfativos captados no son utilizados bajo ningún concepto
como herramienta excluyente ya que forman parte de una cultura ancestral perfectamente
diferenciada y que tal vez fuese la cuna de la humanidad. Debo admitir con cierto sonrojo que
en ocasiones he visto a mis coleguis de mercaillo realizar sus pautas de limpieza e higiene en
las duchas de la playa de mi pueblo con un frío de narices, mientras que al autor del presente
libro le cuesta horrores meterse en una ducha de agua fría.
Como decíamos, nos obligan a la neutralidad olfativa con el abandono y exclusión de los olores
corporales, mediante el uso de anti transpirantes, desodorantes, champús y toda clase de
composiciones aromáticas para que luego, una vez neutralizado nuestro olor corporal, es decir
nuestra identidad olfativa nos puedan vender una nueva identidad llamada X que se
corresponda a la identidad que consideramos apropiada conforme nuestro carácter, o lo que
queramos transmitir.
El autor fue objetor de conciencia en los momentos de la mili obligatoria, como perfumista, no
es que vaya a su bola, pero realmente está obligado a denunciar esta pernada odorífera por
parte de las grandes compañías. Entre estas corporaciones, los ministros de hacienda y las
compañías eléctricas y los bancos se encargan de joder la existencia de miles de millones de
personas que tan sólo desean ser libres, pero libres de verdad.
El resultado de esta campaña realizada por las grandes corporaciones ha dado sus frutos,
mientras se escribe el presente volumen el autor ha realizado tomas de datos aleatorias que
suscriban lo afirmado anteriormente. el resultado ha sido desolador, a la pregunta realizada a
una mujer joven sobre qué recuerda de su infancia en forma de memoria olfativa, la
encuestada respondió que lo que más le agradaba era el olor a Nenuco, esta marca tiene 70
años, y fué creada por un químico llamado Miquel Horta, es decir, colega de profesión y
emprendedor de origen humilde y con un ideario progresista y solidario, por tanto desde aquí
reciba todo mi reconocimiento profesional a una creación cuyo origen etimológico respondió a
su suegra, que era de Cantabria terminaba todas las palabras en “uco”, de ahí Nenuco.
Adicionalmente, destacamos que el autor de Nenuco junto con su hermano Federico
(fallecido) fueron muy solidarios con el deprimido barrio de El Raval de Barcelona ya que
proporcionaron trabajo a numerosas familias muy humildes en los años 50 - 60.
Seguimos desarrollando el capítulo, si echamos un pequeño vistazo atrás nos encontramos con
una clasificación aromática que difiere radicalmente de la clasificación tradicional, los motivos
de esta nueva clasificación aromática es hacerla más familiar.
Con el objeto de familiarizarnos con los aromas de la perfumería, los autores han realizado un
primer listado de aromas siguiendo la clasificación anterior, el ejercicio ha sido sencillo, hemos
empezado por los alimentos y hemos puesto todos los que nos hemos acordado o podríamos
reconocer, luego las plantas, los lugares, las personas, las características de las personas, los
espacios abiertos, los espacios cerrados, el medio ambiente, los olores corporales, las especies,
los olores industriales y cuando hemos llegado a 2.000 hemos parado, identificar o creernos
que podemos identificar de forma innata miles de olores nos garantiza nuestra viabilidad como
ecoperfumistas. La verdad, el ejercicio anterior es más un ejercicio de memoria, ya que si por
ejemplo, cogemos un diccionario, elegimos al azar una letra, por ejemplo la “n” y vamos
marcando las palabras que puedan asociarse a un olor y ponemos en marcha al azar dicha
prueba: jolín qué casualidad la primera que reconocemos es:
nabo!!!
y ahora distinguimos varios tipos, e incluso podemos distinguir varias procedencias. Seguimos
y aparece Nabuconodosor que suponemos tendría un olor a Nabuconodosor, no lo
identificamos pero con certeza podemos afirmar que el susodicho olía a algo, luego aparece
nácar, nacido, nación, nacimiento..nafta, naftaleno, naftoquinona, naftalina, es decir casi 10
palabras por página podemos reconocer como asociadas a olores y en el caso de la n tenemos
del orden de 30 páginas de palabras que empiezan por n, haciendo un somero cálculo,
pensamos 30 páginas por letra, reconocemos del orden de 10 olores por página y como
tenemos 28 letras, que reducimos a 20 porque sabemos que algunas tienen menos palabras
nos salen que un ser humano puede reconocer de forma innata del orden
Este sencillo juego ha demostrado que el olfato es una forma de transmisión de información
por 2 fuentes principales, el conocimiento innato y el conocimiento adquirido, si l@s lector@s
se plantean por qué el autor reconoce el olor a naftoquinona es porque ha estudiado químicas,
y por qué la autora reconoce la naftalina era porque su abuela utilizaba bolitas de naftalina
para evitar las polillas en la ropa.
Tanto uno como otro no nos imaginamos el olor a Nabuconodosor, pero sí podemos identificar
olores asociados a nación, nacimiento y no decimos ninguna burrada al respecto del nabo, que
como bien sabemos a los burrit@s le gustan mucho los nabitos.
También vemos que nuestra clasificación es coherente, natural e innata, nuestro cerebro y
nuestra capacidad olfativa están preparados para reconocer miles de olores, obviamente no es
nada fácil hacer un listado de todos, y menos en separar cuáles son los aromáticos, los
alimentos, los cítricos los etc etc, hemos intentado confirmar nuestra teoría anterior de 20
letras y 10 olores por página pero sólo de la letra “p” tenemos 150 páginas, es decir podríamos
estimar que reconoceríamos del orden de 750 olores sólo con la pé (pocho, ponche, poni....)
revisando a la baja y suponiendo 5 olores por página del diccionario que hemos consultado.
Tras esta prueba de fuego en capacidad de reconocimiento olfativo, hemos de ordenar nuestro
conocimiento, además podemos educarlo y aprender de nuevos olores que descubramos,
jugar a memorizar, por ejemplo alguien puede reconocer el olor a poni?, suponemos que
todos responderemos afirmativamente, de la misma manera que con el ponche ( el de la
abuela ) el patxarán del abuelo patxi y voila!! miles de olores.
Muchos olores familiares y otros olores que nos despiertan recuerdos, por ejemplo pelo,
podemos distinguir entre el olor del pelo de personas familiares, el olor del pelo con distintos
champúes de personas desconocidas, el olor del pelo de distintas especies animales, el olor del
pelo de las distintas partes del cuerpo humano ( cabeza, axilas, pecho, pubis, etc ) es decir
empezamos a identificar múltiples diferenciaciones acerca de un sólo aroma.
De la misma manera que sucede con la palabra pelo, puede suceder con algún olor floral, por
ejemplo de rosa, e identificar distintas variedades o fenotipos de rosas con distinta
procedencia geográfica o de ecosistemas, ejemplo rosa salvaje, rosa de jardín, rosa canina. Los
“maestros perfumistas”
muestran su pedancia y su glamour indicando en sus floridos currícula que trabajaron con
Givenchy, Loewe, Dior, etc y que pertenecen a una saga de reconocidos perfumistas a lo largo
de la historia, verdaderamente suena a clan, un clan cerrado, sólo accesible a algunos
elegid@s, pero no, es una vulgar artimaña de camuflaje como la del pavo que muestra la
colita, los perfumistas nos llenan de palabros y nos dicen que han estado en tal o cual casa y
han preparado tal composición. Obviamente, esto es cierto pero otro pavo cantaría si no
tuvieran el apoyo mediático de corporaciones transnacionales que ponen millones de euros en
publicidad. También suelen ser muy atrevidos con las formulaciones de sus perfumes, l@s
autores han revisado fórmulas originales de perfumes y han observado que más del 80% de
sus componentes son sintéticos y responden a creaciones de los proveedores de materias
primas perfumísticas en las que indican incluso las concentraciones de uso, otra característica
es que de las pocas sustancias naturales que utilizan suelen ser las más baratas, seguramente
esto lo hacen para que los millones de clientes de sus composiciones no se tengan que gastar
mucho dinero en sus composiciones, porque como han demostrado durante los últimos 100
años, los pobrecitos lo hacen para que los comunes de los mortales podamos oler bien, no se
nos ocurre pensar que lo hacen para ganar dinero a espuertas, ya que todos conocemos la
generosidad y la democracia de grandes marcas como el grupo LVMH, L´oreal, etc.
Parece que se nos ve el plumero, un plumero solidario, generoso, sincero. Esto es lo que hay
en el mundo de la ecoperfumería.
Y siguiendo este principio de transparencia podemos hacer lo que se ha estado haciendo hasta
ahora, es decir, mitificar las falsas deidades del perfumismo moderno o por el contrario
romper la farsa y compartir nuestro conocimiento. Los autores nos decantamos por la segunda
opción, con tdo@s vds, destapamos nuestro tarrito de las esencias.......
OBSERVACIONES AL CAPÍTULO:
ARTÍCULO CIENTÍFICO:
Marzo de 2014
1.- la evolución olfativa de los aromas sexuales desde los tiempos de Miguelón pasando por
nuestro “origen del Mundo” y terminando en nuestro mundo actual.
Pues bien, el perfumista que escribe se acaba de convertir en un pez, un Besugo, obviamente y
está tocando con la nariz la pecera de la modelo, inicialmente captará notas ácidas,
correspondientes al ácido úrico procedente de la orina, que posiblemente sean de las más
volátiles, persistiendo en la pecera se podrán empezar a captar otros matices olfativos más
complejos, asociados a las secreciones vaginales, y con la emisión de hormonas, en particular
se podrían captar notas olfativas asociadas a los niveles hormonales, pero no serían
reconocibles como tal por la nariz del pececillo, serían reconocibles por el hipotálamo del
perfumista que activaría la respuesta sensorial al nivel hormonal captado, presumiblemente
incrementando la líbido, incrementando la presión arterial, la frecuencia respiratoria y el
incremento a su vez de las hormonas asociadas al placer sensorial. Más notas olfativas que
capta el perfumista serían notas de fondo con matices almizclados, de carácter dulce, tal vez
asociado a notas florales muy ténues y con un fondo ambarino y matiz fecal con trazas
pútridas, aunque no suene bien el aroma anterior se puede corresponder perfectamente con un
perfume de extraordinaria calidad. La persistencia de las notas de fondo así como su
intensidad y capacidad de fijación aseguran que nuestro pececillo y su nariz quedarán
impregnados en los aromas anteriores durante bastante tiempo, un tiempo lo suficientemente
prolongado para que la naríz del pececillo convierta su colita en la nariz de pinocho y crezca y
crezca.
El año de realización de la obra de Coubert, jamás pensaron los autores que la elección del
ejemplo anterior les pudiera deparar un inédito estudio neurológico, olfativo y sensorial de
carácter universal, como decíamos el año 1866 se correspondía con un momento histórico en
un lugar determinado y lo que desconocía el propio autor es que 150 años después de realizar
su magnífica obra serviría como referencia temporal de la evolución de las señales olfativas
asociadas a la sexualidad femenina. Tal vez uno de los motivos de la capacidad itemporal de
perturbación del cuadro es la inquietud olfativa que provoca, según el Museo de Orsay la obra
es muy significativa por lo explícito de su imagen por los mensajes libertinos que transmite
pero no hace mención alguna al estímulo olfativo. Por tanto, los autores del presente volumen
reivindican la titularidad de dicho estudio por vez primera en la historia de la humanidad.
1.- cómo han evolucionado los olores asociados a la sexualidad femenina desde hace 1.500.000
años?
2.- permanecen inalterados los componentes aromáticos de dichos olores desde hace
1.500.000 años?
3.- Las hormonas, secreciones, composición de los aromas ha variado de forma siginificativa?
4.- qué factores han influido en la variabilidad evolutiva de los aromas asociados a la
sexualidad y su capacidad de comunicación?
Las respuestas a estas preguntas no son sencillas, si partimos del año 1866 hasta la actualidad
tenemos la certeza que los hábitos de higiene femenina han cambiado considerablemente, en
el periodo de estudio los Tampax no existían, de la misma manera los jabones olorosos no eran
accesibles a todo el mundo y menos a las clases menos pudientes, por tanto se puede concluir
que la modelo del cuadro de Courbet presentaba una intensidad y aroma procedente de su
sexo considerablemente mayor que el actual, en la descripción del cuadro se hace mención a
los colores ambarinos, nosotros hacemos mención a los olores almizclados y con notas fecales
Lo que si podemos afirmar también de forma inequívoca es que desde 1866 hasta 2014 se han
sintetizado miles de nuevas sustancias, han cambiado las dietas de manera significativa, los
alimentos incorporan miles de nuevos sabores artificiales o resíduos que no existían antes de
1866, por tanto y por el principio de bioacumulación podemos afirmar que la mujer de ohy en
día presenta la presencia de determinados contaminantes (COP`s) en su organismo, y éstos se
pueden manifestar en el olor corporal de la misma manera que se manifiesta una dieta rica en
grasas o vegetal frutal afectando de forma significativa a las rutas metabólicas de secreción y
excreción de residuos. si nos retrotraemos a los tiempos de Atapuerca evidentemente los
cambios olfativos tendrán que ser intensísimos. En este caso y siguiendo el argumentario del
tratado de perfumería que estamos escribiendo hemos hecho mención a un aumento más que
significativo de la concentración de esencias presentes en las formulaciones de perfumes en los
últimos 100 años, pasando de una media del 18% al casi 45%. Desde este estudio
antropológico que estamos intercalando en nuestro tratado de perfumería podemos proponer
la hipótesis que nuestra capacidad de comunicación olfativa se ha reducido notablemente
desde los tiempos de Atapuerca hasta la actualidad, no sólo por la presencia de compuestos
orgánicos persistentes que afectan al sistema endocrino y hormonal sino porque los hábitos de
vida han marginado los olores corporales hasta unos extremos imperceptibles por factores
culturales y educativos, además de dietéticos.
La segunda de las cuestiones planteadas ha quedado resuelta de forma clara y apelando a los
principios de química podemos afirmar que 2 sustancias diferentes son diferentes en cuanto a
sus propiedades físicas y químicas, si bien podrán darse similitudes en las notas olfativas
podemos concluir que si se han producido cambios hormonales, en las composición de los
fluídos por factores exógenos como la dieta, los contaminantes se concluye que la química de
los compuestos aromáticos ha cambiado inequívocamente.
Obviamente, los olores asociados a Miguelona han cambiado de forma más que significativa e
incluso podemos deducir que su intensidad se ha reducido, ahora intentamos responder a la
cuestión crítica de que si el cambio en las notas olfativas ha supuesto un cambio en las
respuestas fisiológicas de los individuos, la respuesta es compleja, intentemos estudiarla desde
la via de la observación. Por ejemplo, si una mujer actual que esté en periodo fértil y ovulando
sea olida por un mono o gorila, posiblemente el mono o gorila capten matices olfativos
relacionados con la sexualidad y se pongan un poco brutotes.
Pero, y al revés, nos planteamos si un hombre actual pudiera sentir estímulos de excitación
oliendo a una mona o gorila, siendo más que sinceros, pensamos que sí, con rotundidad, no
sólo porque somos conscientes de que todavía hay mucho neardenthal entre nosostros.
Extrapolando el viaje temporal, posiblemente si el autor del presente tratado viajase al prado
con Miguelona pensaría que bueno, Miguelona huele de forma intensa pero que me quiten lo
bailado.
Hasta ahora hemos andado como un elefante por una cacharrería, debemos empezar a cuidar
los aspectos técnicos de las composiciones aromáticas.
Antes de ver con detalles las técnicas y métodos de obtención de aromas podemos hacer un
breve recorrido de cómo se captan los aromas.
El caso más sencillo, por ejemplo una flor fragante que emite señales odoríferas, lo más
natural es que nos acerquemos a la flor y disfrutemos de su aroma, como el ser humano es
muy suyo, y le gusta poseer para sí mismo y con la finalidad de diferenciarse del resto lo más
probable es que arranque la flor aromática para llevarse el olor y poder utilizarlo a su gusto,
compartirlo con la persona que quiera o simplemente por el sencillo motivo de evitar a los
demás el acceso al olor.
No todas las interpretaciones que se obtienen de la flor arrancada tienen estas connotaciones
negativas, por ejemplo podemos pensar en una sencilla abuelita que pasea por el campo, ve
una flor bonita y fragante y la abuela ni corta ni perezosa arrambla con ella, aunque esté en un
jardín público o en una jardinera. Cuidado con determinadas abuelit@s que bajo esa inocente
apariencia de fragilidad esconden choriz@s profesionales. El autor ha observado, a ancianit@s
arrancar flores para sus casitas y al día siguiente quejarse del vandalismo de los jóvenes. Sin
palabras.
Pero pensemos como las abejitas, si reconocemos un olor bonito, hermoso, asociado a un
alimento las abejitas se sienten atraídas y captan el pólen y el néctar de las flores cumpliendo
una importantísima función de dispersar el pólen para la reproducción de la planta, es decir
participar en la biodiversidad de forma sostenible.
Eso es lo que debiéramos hacer los seres humanos, pero no hemos salido tan generosos, nos
apropiamos de las flores, de las plantas, eso sí somos infinitamente mejores que esa
transnacional de las semillas que se apropia de la biodiversidad mediante modificaciones
genéticas de semillas de plantas y cereales básicos para la alimentación humana que no son
fértiles por sí mismas. Con la excusa de mejorar la productividad y la resistencia a las plagas
crean especies nuevas que para más inri necesitan de tratamientos fitoquímicos de prevención
de plagas que se cargan a las abejitas.
Como veis, querid@s lector@s, aprovechamos cualquier huequito para soltar andanadas anti
sistema o mejor dicho andanadas para un mundo mejor, podeis elegir aquello que limpie
vuestras conciencias o por el contrario, hacer un cambio real en nuestro comportamiento
como especie, creemos que por el bienestar de las generaciones futuras es estrictamente
necesario, además no sólo las generaciones futuras, sino también nuestra generación con la
problemática de la dinámica de poblaciones y los fenómenos migratorios, con la intención de
preservar nuestro decadente modelo existencial cerramos nuestro espacio con grandes vallas
para aislarnos de una realidad.
Por ejemplo, essence en francés no tiene el mismo significado que essence en ingles, y
tampoco se corresponde con la correcta traducción esencia en castellano. de la misma
manera extrait en francés no se corresponde con extract inglés y tampoco con el término
extracto en castellano.
essence x esencia
extrait x destilado
eau x composición 2- 5 %
parfum x composición>15%
fragance x olor
scent x olor
Como podemos observar, la cosa no es tan sencilla, si además le sumamos los términos en
castellano tenemos:
aroma: olor
esencia: olor
aceite esencial: aceite obtenido de especie botánica aromática principalmente por el método
de destilación
florentino: recirculación de la parte acuosa del proceso de destilación mediante el sistema del
mismo nombre.
Hemos de decir que la evolución de las concentraciones en los últimos 50 años ha sufrido un
considerable incremento, ya que los perfumes utilizados a principios del S XX tenían de media
una concentración de aceites esenciales, extractos, aromas, etc del orden del 15 - 20 % y hoy
en día es habitual encontrar perfumes en concentraciones mayores del 45% en volumen.
Este dato se puede justificar por la necesidad de destacar en un entorno mucho más
competitivo y por la excesiva utilización de sustancias sintéticas que a diferencia de las
naturales su índice de olor es menor debido fundamentalmente a que su abanico de
componentes responsables del olor y de su intensidad no es igual a los naturales, ya que el
olor de una determinada planta no se puede asociar exclusivamente a un determinado
componente aunque sea mayoritario.
El verdadero objetivo del capítulo es hacer que las esencias, aromas, es decir los distintos
olores de las procedencias más variadas sean accesibles para los ecoperfumistas, es muy
sencillo presentar un listado de aceites esenciales, tinturas, absolutos y todos los componentes
necesarios para un Taller de perfumería (atelier) pero eso nos obligaría a pasar por el aro de
los productores con el consiguiente incremento de costes y dificultad de acceso a
determinadas materias primas, ya que muchas de ellas sólo se comercializan en el circuito
profesional.
Empezaremos con una excursión para localizar los aromas más próximos a nuestro entorno, es
decir nuestro ecosistema:
1 .- naranja
2 .- mandarina
3 .- limón
4 .- lima
5 .- manzana
6 .- piña
7 .- mango
8 .- tabaco
9 .- musgo
10 .- rosa
11.- jazmín
12.- gardenia
13.- patchouly
14.- mirra
15.- romero
16.- salvia
18.- orégano
19.- pino
20.- eucalipto
21.- ylang
22.- humo
23.- cedro
24.- ciprés
25.- enebro
Lima
Bergamota
TINTURAS DE:
Lima
Bergamota
Piña
Mango
Manzana
Cedro
Ciprés
Bayas enebro
Bueno, hemos empezado a tener nuestra primera tanda de aromas / fragancias y aceites
esenciales.
Como podeis ver, se cumplen al pie de la letra las premisas de que la mayoría de los aromas
que se utilizan en perfumería se obtienen de nuestro entorno.
Ese mundo de la perfumería es más accesible, próximo e incluso familiar, hemos destacado el
acceso a determinadas materias primas, por ejemplo los aceites esenciales mediante las ferias
y mercadillos, se podrían proponer otros canales de comercialización como farmacias,
herbolarios pero por empatía queremos recuperar las virtudes del comercio en la calle, la
negociación, el conocimiento, el intercambio de información, la solidaridad cultural, la
diversidad de gentes variopinta. El mundo de los colores, relacionado con el comercio
tradicional, el mundo de la picaresca, así aprenderemos de forma experimental las reglas del
comercio, si nos engañan una vez intentaremos que no lo vuelvan a hacer por segunda y si nos
han engañado y no nos hemos enterado quiere decir que son buenos en su labor mientras que
nosotros disfrutamos de nuestra ingenuidad o desconocimiento.
Esta primera parte del capítulo ha tenido la finalidad de demostrar mediante ejemplos
clarificadores de la proximidad de las materias primas aromáticas, odoríferas, etc.
Debemos empezar a analizar sus procesos de extracción, pero esta vez desde una perspectiva
más técnica.
Vamos a ser sinceros, no se puede pretender tener un imperio empresarial que facture
decenas o centenas de miles de euros sin estar dado de alta en la seguridad social, además de
constituir un delito de fraude contra la hacienda pública constituye una inmoralidad
manifiesta, joder!! querer facturar miles de euros sin pagar nada es tener morro de verdad.
1.1.8 perfumes
Por tanto, nos encontramos en un sector regulado que nos olbiga a cumplir una legislación y
hemos de decir que las responsabilidades adquiridas conllevan sanciones penales, ya que una
mala praxis puede suponer un delito contra la salud pública.
Esto nos obliga a redimensionar nuestra capacidad, insistimos no pretendais ganar para un
buen buga y un buen chalete sin cumplir la ley, las sanciones son duras ( multipllicar por 6 la
cantidad en stock o comercializada fraudulentamente ) pero si hablamos de un padre/madre
de familia que lucha por sacar adelante a su prole o por sobrevivir evidentemente la legislación
queda por debajo del derecho innato a la supervivencia. Legalmente sería de aplicación
obligatoria el principio de dignidad de los derechos humanos, posteriormente el derecho a la
dignidad y libertad de ideología y pensamiento reconocida por la consitución española y
mucho más abajo la legislación cosmética, tras los derechos inalienables de protección a la
Queda claro, por lo menos para los autores, que nos asiste el derecho a ser ecoperfumistas sin
tener que pedir permiso a nadie, pero debemos decir, que una vez cubiertas las necesidades
fundamentales ( alimentación, techo, educación, salud y antes de tener un buen buga
debemos contemplar contribuir a la sociedad mediante los impuestos y obligaciones marcadas
por la legislación, tal como recoge también nuestra constitución.
Para evaluar los distintos métodos de extracción podremos clasificarlos en función de:
• artesanal doméstica
• artesanal profesional
• artesanal social
• artesanal educativa
• empresarial local
• empresarial comarcal
• empresarial autonómica
• empresarial nacional
• empresarial trasnacional.
Es decir, casi 10 tipos de escalas con 10 perfiles diferentes y todas las combinaciones posibles,
creemos que los exentos a los requisitos legales anteriores, es decir la frontera de la ética y
responsabilidad que exime del cumplimiento de la legislación se circunscribe a las siguientes
clases:
• artesanal doméstica
• artesanal social
• artesanal educativa
Las satisfacciones que nos pueden proporcionar las actividades anteriores son una
herramienta de conocimiento y de comunicación. Por supuesto que todos los conocimientos
necesarios para poner en marcha cualquiera de estas 3 escalas son aplicables a las otras, pero
no queremos formar directiv@s, bueno no podemos predecir todas las consecuencias pero
como afrimacmos en la introducción de nuestro libro, si tan sólo un niñ@ soñase con ser
perfumista y si encima fuese un@ perfumista de prestigio internacional..
Antes que nada, creemos que la primera técnica de obtención de aromas es la recolección de
la fuente emisora, o la impreganción tal como hacían Miguelón y Miguelona hace 1.5 millones
de años. Como podemos evaluar las infraestructuras técnicas no son muy complejas,
ecosistemas, las manitas, y ya tenemos los aromas.
Se recogen frutos, plantas, partes de plantas cuyo contenido en principios activos odoriferos,
que pueden ser de distinta naturaleza, es decir aceites esenciales, aceites, extractos, etc se
someten a una compresión mecánica que obtiene un producto líquido que puede ser sometido
a tratamientos posteriores para ser purificado. podemos distinguir:
– expresión de frutos oleosos: obtenemos aceites del tipo aguacate, oliva, almendras,
etc
– expresión de otras partes de la planta: obtenemos así aceites por ejemplo aceite de
girasol, de jojoba, de gérmen de trigo, pepita de uva etc
– expresión de frutos: obtenemos zumos (formados en su mayor parte por agua, pulpas
del fruto, azúcares )etc que dan lugar a mostos por ejemplo de la uva, de la manzana.
Nota.- no estamos distinguiendo los aromas según la intensidad aromática, ya que como
podemos comprobar no es lo mismo el aceite obtenido de la expresión de la corteza de una
naranja que el aceite obtenido de la expresión de una oliva.
Tampoco hacemos, por ahora, mención a parámetros denominados índice de olor, índice de
volatilidad e índice de persistencia.
Es un método muy arraigado a las culturas vernáculas, sobre todo en las zonas de producción
de vino, mostos, aguardientes, cítricos, aceiteras. Es decir en España casi todo el territorio
tiene acceso a estos conocimientos y equipos de extracción de aromas. Preguntemos a
nuestr@s mayores y visitemos el pajar de los bártulos de los abuel@s, a lo mejor nos depara
una grata sorpresa.
La técnica de la destilación fue puesta en marcha por el científico árabe Averroes en el siglo XII.
Es decir lleva casi 900 años con nosotros, consiste en mezclar las plantas aromáticas con agua
en una determinada proporción que impida que las plantas se quemen, se somete a la fuente
de calor directo y se inicia la vaporización que atraviesa la planta o la parte de la planta, que
previamente ha sido troceada para facilitar la extracción. Al pasar el agua caliente arrastra los
aromáticos activos y se recogen tras una condensación en una solución acuosa en la que
queda en superficie las gotitas de aceite esencial, la parte acuosa se denomina agua floral y
puede ser recirculada de nuevo al destilador, este agua se denomina también florentino.
Las infraestructuras necesarias y las técnicas también son muy habituales en los entornos
rurales de toda la geografía nacional.
El principal disolvente utilizado es el alcohol etílico, etanol con distintos grados, siendo el más
habitual el de una graduación alcohólica de 96º.
Es muy sencillo, se pone la planta o la parte de la planta con el alcohol y se deja macerar
durante un periodo variable de tiempo en un lugar fresco, seco y oscuro para evitar las
reacciones de degradación producidas por los rayos solares.
Una vez obtenido el extracto o tintura alcohólica podemos eliminar el disolvente mediante la
técnica de separación por destilación fraccionada que consiste en separar los componentes de
una mezcla en función de los temperaturas de evaporación, dejando un residuo que
normalmente es un aceite o una resina.
En ocasiones, la delicadeza de los aromas que queremos obtener no se pueden alcanzar con
los métodos anteriores dibido a que los activos odoríferos se degradan con la temperatura, en
estos casos utilizamos la técnica del enfleurage que consiste en una impreganción de la
materia prima odorífera, generalmente flores con un aceite o soporte impregando en aceite,
se dejan impreganr con los aromas de las flores y se van renovando cada cierto tiempo, es una
técnica muy laboriosa que puede durar meses, una vez que tenemos el soporte impregando en
el aroma, la pommade, podemos separarla de su soporte y hacer una separación con alcohol y
o disolventes que captan los matices de los aromas florales ( los concretos ) y tras la
eliminación por destilación dan lugar la los absolutos. Esta técnica es la más utilizada en caso
de obtención del jazmín, gardenia, azahar, es decir notas muy delicadas de alto valor añadido y
que requieren de un entrenamiento y cuidado exquisito. Los aceites o absolutos obtenidos son
muy fragantes y desarrollan sus notas olfativasde forma persistente.
En esta ocasión el solvente es un gas que tiene la capacidad de solubilizar los aromáticos de
las plantas de naturaleza oleosa, posteriormente se elimina simplemente por evaporación y no
deja residuos por disolventes. Es una técnica muy eficaz pero no es accesible a la sociedad ya
que el conocimiento está restringido a especialistas. no existen profesionales que desarrollen
equipos de extracción por CO2 a pequeña escala.
querida Diana....
prepárate que si lo deseas nos vamos a dar un paseíto....
vamos a visitar nuestro jardín de flores...
esta parte cítrica se complementa con el toque éxotico de la bergamota,... tan familiar,
tan próxima pero desconocida....
bien... seguimos en la parte inicial de nuestro paseo aromático y descubrimos notas
agrestes....
detrás dejamos las notas florales y nos encontramos con nuevos olores... huele a
ranita... ranita... qué olor es ése? me preguntas.... el agua del estanque es muy rica en
algas y líquenes... además de otros ingredientes secretos... empieza a aparecer el
musgo... que reconoces... como nota... mezclado con algo mágico de duendes....
mmmm cierrras tus ojos y escuchas el aroma del estanque zen... nuestro estanque...
cuando permaneces abstraida.... recibes el aroma intenso de algo que conoces pero
que no sabes el nombre.... patchouly... es muy difícil identificar si está mezclado con
cedro y ámbar.... y es todo natural me preguntas?.. si Diana... simplemente leo la
naturaleza y la escribo en forma de olor... puedo enseñarte a componer aromas...
como si aprendieses el lenguaje de signos....
oohh!! jose, y todo es por mí....? si querida Diana si por tí y para tí.... tú eres la senda
que ha unido todos los aromas... y vendrán muchos más ... pero desde la nada estás
creando algo que no existía.... llámalo paseo floral o como quieras...
pero cada vez que la huelas te estremecerás de emoción... como si fuese un hij@
querido... y sonreirás porque tú eres la musa que lo inspiró.....
José Luis
Por tanto, las apreciaciones de matices olfativos y familias que exponíamos en los
capítulos anteriores se ven confirmados, no captamos determinados aromas, sino que
los mecanismos de reconocimiento olfativo responden a otro tipo de estímulos que no
sólo se deben a la memoria, a la sensibilidad o al arte.
Seguimos sin querer derribar los mitos existentes, pero se caen por su propio peso, el
arte del perfume, si y no, por supuesto que los trabajos bien hechos deben ser
reconocidos, que un@ perfumista cree una fragancia de éxito mundial no quiere decir
que esa fragancia sea una obra de arte o un gran avance técnico, ponemos como
ejemplo el CHANNEL Nº 5, nuestra impresión es que en su tiempo se produjo un
avance técnico significativo, y encima fruto del azar por la equivocación de las
cantidades de un componente sintético, hecho que dió lugar a la familia de los
componentes aldehídicos.
Si es un lenguaje, como hemos dicho, una información transmisible... debe ser este
lenguaje universal?
Otra vez nos vemos obligados a cuestionar el establishment perfumístico, quiere decir
que todos tenemos que hablar inglés? o chino?
Nos volvemos al paseo en nuestro Bee Flower´s Garden´s Trip, evidentemente debe
existir un mínimo de sensibilidad, pero creemos los autores que esa sensibilidad innata
forma parte de todos los individuos, bueno siempre hay alguna excepción.
Nuestra primera conclusión es que deben existir millones de técnicas, con millones de
sensibilidades para mezclar BILLONES de olores disponibles, entonces el desarrollo de
perfumes como arte o técnica es ilimitado e infinito como el universo.
Todos podemos crear perfumes con mayor o menor acierto, esto es cierto porque
todos sabemos que hay personas con unas mejores capacidades en determinadas
áreas que otras, pero ninguna de estas personas debe ocupar un puesto preeminente
en su capacidad, tan sólo habrá tenido la suerte de estar apoyado por alguno de los
intereses económicos del sector, ser una persona con un gran potencial de generación
de recursos, etc.
Por ser una joven sin experiencia en el desarrollo de los perfumes, voy a intentar
ejercer de guia, de aprendiz de maestro que comparte sus limitadísimos
conocimientos, no vamos a tener el apoyo de grandes corporaciones, pero desde
luego, la creación del Perfume de Diana lo compartiremos con vosotr@s, podreis opinar
sobre el perfume creado, podreis reproducirlo para venderlo, para regalarlo, para
modificarlo, como si fuese un software libre que se ha diseñado para el beneficio de la
humanidad.
Esta primera lección es muy sencilla, nos miramos y decidimos expresar una sensación,
emoción, mensaje o lo que queramos transmitir mediante el olor.
Hemos visto que podemos retener en recipientes los aromas, para que se conserven y
se perpetúen en el tiempo. Una de las maneras que hemos estudiado en capítulos
anteriores son las técnicas de extracción de las fracciones aromáticas de las plantas
odoríferas.
Bueno, la primera decisión parece que está tomada, Diana va a crear un olor, hemos
definido como olor a diferencia del encabezamiento del párrafo para hacer constar
que no es un producto cosmético, simplemente es un olor, el cual podremos regalar,
vender, transmitir, ceder, etc.
eau de toilette 2 -5 %
toillete 5-8%
eau de cologne 8 - 10 %
cologne 10 - 14 %
eau de parfum 14 - 20 %
parfum > 20 %
Hasta ahora no hemos hecho mención al soporte en el cual se diluyen las esencias,
puede ser alcohol, puede ser grasas o aceites, pueden ser múltiples, incluso puede ser
un poutpurri de flores secas.
Por tanto, debemos ser muy cuidadosos a la hora de comprar un buen alcohol
( etanol ) para nuestro olor.
El precio varía según el canal de compra y nos podemos encontrar calidades similares
con grandes diferencias de precio, por tanto, busque compare y si encuentra algo
mejor, cómprelo.
todo vale y vale todo, nuestra creatividad es la que hablará mediante el olor.
En este caso, Diana tomará la decisión del mensaje y del destinatario del olor.
Nos enfrentamos al primer reto, de dónde obtenemos los olores que mezclaremos y
conformarán el olor que recree el mensaje.
Desde el principio del Manual, hemos estado diciendo acerca de la universalidad de los
aromas, de su proximidad en los ecosistemas que nos rodean, de las posibilidades de
obtención de los mismos y cúales podemos acceder.
Tras una evaluación detallada de los ecosistemas que forman parte del entorno de
Diana podremos apreciar que tenemos capacidad de acceder a decenas de aromas,
tanto del entorno urbano como del entorno rural.
Elaboramos el listado físico y real de los aromas disponibles, pero ahora queremos
hacer una salvedad técnica, todos somos conscientes que no todos los olores son
iguales, unos tienen mucha intensidad aromática con poca cantidad y otros requieren
de mucha cantidad para dejar un olor persistente.
De la misma manera, unos olores son de una clase odorífera y otros de otra muy
diferente.
En esta lección existe libertad creativa absoluta. no podemos decir ni pío, ya que los
olores son sensaciones subjetivas y a unas personas les pueden gustar y a otras no.
tanto nuestro hombre como nuestra mujer presenten sudoración axilar, como las
sensaciones son agradables y existe un feeling mutuo, esa sudoración incorpora los
componentes de reconocimiento de individuos característicos de cada persona que se
entremezclan entre ellos mediante el contacto físico, la proximidad, etc.
contactos intencionados tipo señal con las manos al pecho del hombre o roces con los
pechos de la mujer una serie de señales indicadoras de la predisposición favorable, por
ahora, al acercamiento. El cénit del acercamiento se produce con el beso, que es
donde se intercambian los aromas concentrados y los propios procedentes de las
comisuras de los labios y captados directamente por las fosas nasales, el contacto
directo de las manos con las axilas, la espalda, la nuca como centros almacenadores de
notas olfativas conforman un “bonito beso” y el inicio de un intercambio de aromas
más profundo. Si retomamos la evolución odorífera de la composición aromática de la
mujer que se aplicó tras la ducha ahora es una mezcla que ha evolucionado
totalmente, tal vez pueda no parecerse, permanecerán las notas de fondo, las notas
propias de la persona, las señales de comunicación olfativa con carácter único.
9.- LA DECISIÓN
Llegados a este punto es lógico preguntarse, ¿por qué hacer mi propio perfume? O dicho en
otras palabras ¿Por qué ser un ecoperfumista, como diría José Luis?
Los motivos pueden ser diferentes dependiendo de cada persona y de las circunstancias que lo
rodean.
Pueden ser porque es un manitas al que le gusta hacerse todo por sí mismo, o simplemente
como un experimento de autorealización (si no puedo escribir un libro pues por lo menos crear
algo para dejar mi propio sello personal), porque en el fondo tenemos un poco de curiosidad
que nos mueve a buscar algo diferente, original o simplemente porque alguien te empuja a
que lo hagas, como es el caso.
Cualquiera de las opciones es válida si nos lleva a un resultado que supone nuestra satisfacción
(ya no digo del todo plena porque las primeras veces cuesta conseguir un resultado óptimo).
En mi caso, aparte de tener motivaciones, lo que la despertó es la sugerencia de alguien (José
Luis) de poner en marcha un proyecto y porqué no, hacerme mis propios perfumes. Si iba a
formar parte de él tenía que empezar por el principio, como es lógico, y ese principio es
conocer la composición de las fragancias, cómo se elaboran, porqué nos llaman la atención y si
hay una fórmula mágica para que éstas tengan éxito entre el público. Algo que yo por lo menos
no sé y nadie me atrevo a decir porque de no ser así muchas no serían retiradas del mercado
por no encontrar consumidores o no harían nuevas versiones mejorándolas porque no
terminan de cuajar.
En fin….
Con esto ya tenemos un esbozo de lo que necesitamos (una motivación sea cual sea). Lo difícil
ahora es decidir qué es lo que realmente quiero crear. Qué fragancia es la adecuada y la que
me apetece probar.
Esto querid@ lector si crees que es fácil no lo es tanto porque aunque al principio pensemos
en fragancias que nos gustarían muchas veces no tenemos los recursos necesarios o
simplemente no es lo suficientemente destacable.
Puede que para usted le resulte fácil y lo tenga todo muy claro, pero para mí por lo menos fue
lo más difícil, dado que el listón estaba alto (yo era el conejillo de indias de lo que
intentaríamos exportar por lo que tendría que hacer algo lo suficientemente significativo).
Las posibilidades como digo pueden ser múltiples y si se tiene tiempo de pensar con calma
seguro que encontramos algo que realmente nos apetezca hacer, porque lo importante de
esto es disfrutar con la preparación y elaboración. Hacerlo sin prisas (pero sin pausas) y darle a
ese perfume que vamos a crear un poco de nosotros, hacerlo personal para que así tenga
nuestra marca y aunque la primera vez no podamos conseguir el resultado que esperábamos
por lo menos que tenga algo de nuestra personalidad que lo haga especial y que tan sólo por
ese hecho nos merezca la pena seguir intentándolo hasta encontrar con esa fórmula mágica
que despertará todos nuestros sentidos y los de los demás.
En mi caso la toma de decisión, como digo, se dilató bastante en el tiempo (por la falta de este
preciado bien) y porque no encontraba ninguna “receta” especial que quisiera destacar (pensé
varias fórmulas, no vaya a pensar que soy una dejada y que no tengo ideas propias pero nada
que considerase lo suficientemente destacable).
Así andaba yo, pensando y casi a punto de estar decidida cuando encontré la fórmula que
podría hacerme feliz a mi y a mi hermana.
La idea que tuve en aquel momento se presentaba de “casualidad” y era lo mejor que podía
hacer.
Esto era el mes de abril y el acontecimiento en cuestión fue la boda de mi hermana.
¿Qué mejor regalo que crear un perfume con los aromas que rodearon la ceremonia? De este
modo sería un bonito recuerdo, ¿no?
Pues manos a la obra. Después de tener las flores del ramo de mi hermana, el siguiente paso
era conservarlas lo mejor posible. Para ello necesitaba un frasco, algo de aceite y un poquito
de paciencia para descapullar la flor.
Si seguimos paso a paso lo dicho, lo primero es quitar todos los pétalos de las flores elegidas (si
no es una flor esto que nos ahorramos) y lo metemos en un frasco con algo de aceite (que las
cubra), se cierra y se conserva en algún lugar oscuro y fresco. De vez en cuando viene bien
agitar el frasco para que se impregne bien de todas las sustancias
Hay que dejarlo macerar en un lugar oscuro durante unos 15 días o un poco más.
Pasado ese tiempo lo volvemos a abrir y si lo que queremos es hacer una fragancia (no una
base de aceites esenciales) tendremos que añadirle alcohol y de esa forma se conseguirá
limpiar del aceite que quedará diluido.
En función del aroma que queramos conseguir tendremos que añadir diferentes bases de
aceites u otras preparaciones de alcohol. Es cuestión de probar para dar con lo que buscamos,
por eso es bueno anotar las medidas utilizadas a la hora de realizar las mezclas además de usar
una muestra y no toda la base que hemos conseguido pues corremos el riesgo de estropear lo
inicial y eso no tiene vuelta atrás.
Como digo es un proceso que requiere algo de dedicación o por lo menos atención a lo que
hacemos. Hay multitud de páginas que explican paso a paso cómo elaborar un perfume y dan
recetas sobre cantidades aproximadas e “ingredientes” a utilizar. Por eso prefiero no aburrir
porque al final cada uno crea una composición diferente en base a sus necesidades y
dependiendo de la materia prima utilizada obtendremos resultados diferentes. Y eso es
porque la naturaleza es así de caprichosa y por más que dos flores, cualesquiera, sean iguales
no tienen porqué desprender el mismo aroma e intensidad. Así también dependerá de la
frescura de las mismas.
Destacó aquí que la mayoría de las veces me refiero a plantas/flores, no es la única base a
utilizar pero sí la más recurrente. Porque también podemos utilizar café, chocolate, frutas,
verduras… en fin todo aquello que desprenda una fragancia y sino véase la película o el libro
de El perfume y la forma tan peculiar que tenía su protagonista, Jean-Baptiste Grenouille, de
conseguir transformar cualquier olor en fragancias.
No creo que sea acertado llegar a tal punto (dado que nuestro protagonista se excede un
poco) pero sí es bueno que investiguéis igual que se hace en la cocina mezclando diferentes
productos y sustrayendo fragancias de todo aquello que se nos ocurra. Total, lo bueno que
tiene con respecto a la cocina es que no debería producir gastroenteritis ni nada por el estilo, a
no ser que a alguien se le ocurra ingerirlo (algo que no debería).
Matizaciones aparte he de decir que probé diferentes cosas, más que nada poruqe el
ingrediente principal eran tulipanes y el resultado inicial daba una fragancia muy intensa por el
propio olor de la flor al macerarla. He aquí la cuestión ¿con qué la combino para que aparte de
quedar bien mantenga la esencia que buscaba? Es decir, que sea lo más original a las
fragancias que se respiraban ese día en la ceremonia.
Respuesta: combinar con aromas que matizaran sin añadir demasiada fragancia, además de
unas gotas de aceite esencial de mandarina, ingrediente en la ceremonia que formaba parte
de la decoración (más bien naranjas pero es más agradable el olor de las mandarinas).
Con esto os digo que lo importante es mantener la esencia de nuestra idea, pero que tampoco
es algo estricto a lo que ceñirse sino que podemos cambiar conforme evoluciona nuestra idea
y nuestros sentidos/sentimientos, porque a la hora de crear algo todo está vinculado y si un
día nos ha ido fatal ya sea en casa, en el trabajo o con amigos, si nos ponemos a crear algo
puede que nos ayude a evadirnos pero también que nos sintamos tan agobiados por todo que
cualquier desviación de lo pensado al principio nos haga sentir que no servimos para esto y
que es mejor abandonar ahora que podemos.
Creo que lo importante es disfrutar, pensar que eso que estamos creando es parte de nosotros
y que aunque no sea algo perfecto, ¿acaso alguien o algo lo es?
Estamos aprendiendo poco a poco, igual que aprendimos a andar o leer. Puede que al principio
cueste un poco, nos falten ideas o ganas de ponernos manos a la obra, pero es lo que siempre
digo, con calma todo puede lograrse porque si queremos correr más de la cuenta puede que
no consigamos ningún resultado, sobre todo en este proceso, que al tratarse de fragancias
naturales hay que darles tiempo tanto para que desprendan sus fragancias como para que se
mezclen las diferentes composiciones que hemos pensasdo y lleguen a buen puerto.
Yo, sinceramente, le dí muchíiiiiiiiisimo tiempo a mi fragancia. Es algo que dejé macerar y que
de vez en cuando me acordaba de agitar de vez en cuando para que todos los ingredientes se
mezclarán bien. Y la verdad hay que decir que tuvo su recompensa.
La primera vez que abrí el frasco después de la última corrección surgió una fragancia que me
hizo sentir bien, que por fin había logrado algo y de la que me sentía orgullosa (y que esperaba
el aprobado de los demás, todo hay que decirlo).
Eso es algo que anima a seguir adelante, a probar con otras cosas y no estancarse solo en
perfumes o colonias sino que podemos ir más allá.
Yo sin ir más lejos reutilicé los pétalos del ramo una vez filtrada la mezcla.
Los metí en papel de periódico y los sequé.
El resultado (aparte obviamente de un montón de pétalos secos) Una bonita composición para
ser utilizada como centro.
Si a eso además le añadía unas gotas de algún aceite esencial, se consigue ambientar la sala
donde estuviera dispuesta, pero eso lo tendría que decidir mi hermana que es a quién se las
regalé. Yo le dí consejos y se las metí en una cajita junto con su frasquito de fragancia.
Además y para cerrar el bucle, todo llegó a tiempo para su cumpleaños, algo que no me había
planteado en un primer momento y que agradecí porque lo primero que piensa una al hacerlo
es tenerlo cuanto antes para que pase mucho tiempo la magia del momento boda, pero que
fue mucho mejor pues ayuda a recordarlo unos meses después y además le llegó un regalo por
anticipado, original y totalmente inesperado.
¡Las casualidades existen por algo! Sólo tenemos que aprovechar el momento y saber leer
entre líneas el mensaje que se nos lanza. Seguro que si lo tenemos en cuenta podremos llegar
a hacer más cosas de las que nos imaginamos.