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Cómo hacer el amor a una mujer (43 consejos para hacerlo bien)
Todo hombre quiere satisfacer a su mujer al hacer el amor. Pero a veces, el instinto y lo
que ves en las películas, no basta. ¿A quién recurrir? Cuando todo falla, los hombres,
preguntan a los amigos, que les aconsejan técnicas sexuales que según ellos no fallan.
Pero ocurre todo lo contrario, estos consejos sobre relaciones sexuales en vez de ayudar,
sólo empeoran las cosas.
Ahora puedes conocer los consejos que las mujeres dan a los hombres para hacer bien el
amor.
Sabemos que una relación sexual exitosa no se logra solo con 43 consejos. La sexualidad
femenina es mucho más compleja que eso, pero estamos seguros de que esta Web te
encaminará por la senda correcta para lograr la satisfacción sexual en la mujer.
2. Nunca lo olvides, el clítoris, después del cerebro, es el órgano sexual más importante en
las mujeres. Difícilmente, si este no es estimulado correctamente, al hacer el amor se
logrará satisfacer a la mujer o llevarla al orgasmo. El clítoris es un órgano muy
complejo y especializado. Tiene sólo un propósito, darles el…
4. Los besos son muy importantes para toda mujer, y especialmente durante las relaciones
sexuales. Siempre es una buena idea empezar las relaciones sexuales con un
apasionante beso para acabar haciendo el amor. Los besos sexuales se dividen, según
su localización, en…
5. Los juegos pre-coitales son muy importantes para las mujeres. Al hacer el amor, no
vayas directamente a la penetración, tomate tú tiempo y estimula las diferentes
zonas erógenas de la mujer. Esto permite que la mujer se excite y lubrique,
preparándola para la penetración. El sexo no debe ser reducido solamente a un acto
de penetración y eyaculación. Muchas mujeres expresan que, para hacer el amor, los
juegos pre-coitales pueden ser tan o más importantes que la penetración.
7. Los senos son extremadamente sensibles, no los trates con rudeza, no los aprietes, no
los muerdas con fuerza. Préstale tu atención a todo el seno y no sólo al pezón.
Muchos hombres piensan que sólo la estimulación del pezón excita a la mujer. Los
besos y caricias en todo el seno ofrecen sensaciones muy placenteras y excitantes. Un
error muy frecuente es que muchos hombres, cuando toman el seno de una mujer en
sus manos, actúan como…
10. Si introduces tus dedos en su vagina, asegúrate que la vagina esté bien lubricada, de lo
contrario le vas a causar mucho dolor a tu pareja. Introducir muchos dedos a la vez
puede causar mucho dolor. Como regla, si no estás seguro de cuántos dedos tu pareja
puede aceptar sin causarle dolor, empieza introduciendo uno, y luego pregúntale si
desea que introduzcas otro y así sucesivamente. Asegúrate que tus uñas estén bien
cortadas y que tus dedos se encuentren limpios, de lo contrario puedes causarle
heridas e infecciones.
13. Cuando te esté dando sexo oral, no fuerces su cabeza hacia tu pene, deja que ella
libremente maniobre alrededor de tu miembro. Tampoco realices movimientos de
penetración en su boca, eso sólo descoordinará sus movimientos y en algunos casos
ocasionará que tu pene tenga un encuentro con sus dientes, lo que te puede causar
mucho dolor e inclusive una herida en la piel.
14. Si tu pareja lentamente se está dirigiendo hacia tu zona genital, no empujes su cabeza
forzándola a que su cara esté sobre tu pene. Permite que se tome su tiempo, ella
sabrá cuando llegar a él.
15. Muy importante: no asumas que alguien te debe dar sexo oral si tu pene no se
encuentra en condiciones 100% higiénicas. El pene puede obtener un olor ofensivo y
fuerte, especialmente los penes no circuncidados, ya que en ellos se acumula una
sustancia amarillenta conocida como esmegma. El esmegma, no huele, ni sabe bien.
Antes de recibir sexo oral, asegúrate de que tu pene esté impecable, lávalo con agua
tibia y jabón y concéntrate en las zonas debajo del prepucio.
16. No a todas las mujeres les gusta que le den sexo oral. Si no estás seguro, es mejor
preguntárselo, antes de ponerla a ella y ponerte a ti en una situación incómoda. A
diferencia de los hombres, las mujeres tienen en cuenta una multitud de cosas
mientras están en la cama. Muy probablemente, lo que pasa es que ella está…
17. El clítoris, como ya los hemos mencionado, es muy sensible, y lo mismo aplica para el
sexo oral. Durante el sexo oral no vayas directamente al clítoris, primero besa las
zonas circundantes y gradualmente dirígete a él. Como los senos, el clítoris debe ser
tratado con cariño, no lo muerdas, ni lo estimules con rudeza. La clave es empezar
lento y prestarle atención al lenguaje corporal de tu pareja, a medida que veas que
ella se excita más, puedes estimularlo con un poco más de intensidad y rapidez.
La técnica alfabética: Escribe las letras del Alfabeto con tu lengua en la vulva de tu
compañera. Esto agregara una gran variedad de pases y sensaciones. Esta es una
técnica para calentarla y debe ser usada al principio.
19. Algunas mujeres requieren de mucho tiempo para lograr un orgasmo con el sexo oral,
a algunas, les es imposible. Y como toda zona del cuerpo, tarde o temprano, después
de un estímulo prolongado puede comenzar a causar fastidio o dolor. A veces es
mejor no exagerar y limitar el sexo oral a un tiempo prudencial. Si ella quiere que
sigas te lo hará saber, y si ya tuvo suficiente, es mejor que no fuerces la situación.
20. El clítoris es importante en el sexo oral, pero el estimular los labios vaginales e
introducir tu lengua en su vagina, puede también causar sensaciones muy placenteras
y excitantes. Durante el sexo oral, bríndale tu atención a toda la vulva.
21. Aunque suene como una buena idea, no es recomendable soplar aire en el interior de
la vagina. La acumulación excesiva de aire podría provocar una distensión del fondo
vaginal con complicaciones no deseadas.
22. El sexo oral puede ser complementado con la estimulación manual. Utiliza tus manos
para separar ligeramente los labios vaginales y exponer el clítoris, o introduce un
dedo en su vagina al mismo tiempo que estimulas su clítoris con tu lengua. También,
puedes acariciar sus senos con tu mano, mientras que estimulas su clítoris con tu
lengua.
23. Nunca intentes penetrar a una mujer sin estar 100% seguro de que su vagina se
encuentre lubricada. Toda la excitación de ese momento puede esfumarse con la
sensación de dolor que experimentará tu pareja. Algunas mujeres tardan en lubricar,
mientras que otras tienen dificultad para hacerlo. Si ese es el caso de tu pareja, utiliza
un lubricante artificial, el cual puede ser obtenido en cualquier farmacia.
24. Muchos hombres creen que el éxito del coito se basa en la penetración fuerte y
rápida; a más fuerza, más rápido llegará ella al orgasmo. Falso, el coito no es
introducir y retirar con fuerza tu pene dentro de su vagina. Prueba con distintos
ritmos y profundidades, a veces suave, a veces lento, a veces con profundidad, a
veces sólo introduce la mitad de tu pene, a veces rápido, a veces fuerte, a veces con
movimientos circulares, a veces con movimientos de arriba hacia abajo, a veces con
penetraciones largas y profundas. Todas estas variaciones producen distintas
sensaciones en una mujer. Utiliza tu imaginación. Con el tiempo sabrás qué tipo de
penetración es las que más disfruta tu pareja.
26. Prueba distintas posiciones sexuales para hacer el amor. Existen muchas variaciones, y
éstas, debido al ángulo de penetración,
posición de la vagina o estimulación que
recibe el clítoris, producen distintas
sensaciones en la mujer. Inclusive, algunas
posturas sexuales ayudan a que la mujer
llegue al orgasmo con más facilidad o que
logre varios orgasmos en una noche. No lo
olvides, en la variación está el gusto.
28. No le tires del pelo, no la muerdas, no la sujetes de los brazos, no le des golpes en las
nalgas, en conclusión, no seas rudo con ella a menos que estés 100% seguro de que tu
pareja disfruta de este tipo de estímulos.
31. Si tu pareja es virgen, la mejor posición sexual para su primera vez, es la postura sexual
de mujer arriba. En esta posición ella puede controlar el grado de penetración, y así
retirarse si es que siente mucho dolor. Gradualmente, ella podrá ir insertando tu pene
en su vagina, sabiendo que ella controla el movimiento y la profundidad de la
penetración.
32. Si tu pareja es virgen, la primera vez siempre será difícil, ya que existe el temor de que
ocurra un embarazo, puede tener vergüenza de su cuerpo o miedo al dolor. Si esto
ocurre, sé comprensivo y si ella segundos antes de que se dé la penetración, cambia
de parecer, apóyala y no la recrimines.
33. Muchos hombres se preocupan tanto por satisfacer a la mujer, que se olvidan del acto
en sí de hacer el amor. Disfruta del momento, déjate llevar por la pasión. No le estés
preguntando cada 2 minutos si es que ya llegó al orgasmo. Si deseas hacerlo, hazlo
después de que hayan terminado.
34. Para muchos hombres la relación sexual termina con la eyaculación, después del coito
salen corriendo de la habitación. Sin embargo, a las mujeres les gusta que les den
cariño y atención después de hacer el amor; la relación sexual no termina con la
eyaculación. Esto se conoce como los juegos post-coitales.
36. Utiliza tu imaginación, la cama es quizás el sitio ideal para tener relaciones sexuales,
pero existen otros lugares que pueden ser muy excitantes y divertidos, tales como
una silla, un sillón, parados, en una bañera, en una piscina, al aire libre, etc.
38. ¡No, es no! Por cuestiones morales, religiosas y/o higiénicas muchas personas no
aprueban el sexo anal. Si tu pareja no está de acuerdo, respeta su opinión. Y no trates
de penetrarla analmente si es que ella te ha expresado anteriormente su negación,
excusándote en un "no fue mi intención hacerlo".
39. Si tu pareja está de acuerdo con el sexo anal, hay tres reglas importantes a seguir. La
primera: debes utilizar abundante lubricante a base de agua. En lo que se refiere al
sexo anal, nunca está de más un poco más de lubricante. El recto es un músculo que
no está diseñado para ser penetrado, a diferencia de la vagina, éste no posee
lubricación propia. Sin lubricante o con poco lubricante la penetración será
extremadamente dolorosa. La segunda, es que siempre debes utilizar condón. El recto
está lleno de microorganismos que pueden causar severas infecciones a tu pene y a tu
sistema urinario. Además, a través del sexo anal uno está más en riesgo de contraer el
VIH debido a las micro-heridas que se producen. Tercero: mucha paciencia y
comunicación. El sexo anal, si se hace de forma apresurada, puede ser muy doloroso e
inclusive causarle desgarros musculares a tu pareja, y en algunos casos lesiones a tu
pene. Es recomendable iniciar el sexo anal introduciendo primero un dedo, de esa
manera el recto se va acostumbrando a la penetración. Luego, lentamente introduce
el pene, siempre preguntándole a tu pareja si siente dolor y si puedes continuar. El
sexo anal no es para todas. Algunas mujeres, experimentan mucho dolor, mientras
que otras, sienten un leve dolor al principio, pero después sienten placer.
40. No pienses que el sexo anal se puede lograr en un día. Por lo general toma varias
sesiones hasta que ambos aprenden a hacerlo sin causar dolor. Paciencia.
41. Nunca, pero nunca después de haber penetrado el ano, penetres la vagina. Esto podría
causarle una severa infección vaginal a tu
pareja. Después de haber penetrado el
ano, si deseas continuar con la relación
sexual, lávate con agua y jabón el pene y la
base de éste. Recién después de eso,
puedes penetrar nuevamente la vagina.
43. A veces el pene es demasiado ancho, y por más que uno trate, el sexo anal siempre
será doloroso. En estos casos, se puede sustituir la penetración del pene por la
penetración con un juguete sexual. Asegúrate de que sea un juguete especialmente
diseñado para el sexo anal. Estos por lo general son más pequeños que los juguetes
utilizados para la estimulación vaginal, y poseen una base ancha, que evitará que el
objeto se introduzca por completo dentro del recto.
¿De qué hablamos cuando hablamos de pornografía feminista? ¿Es tal cosa posible? Hay
quien dice que de ninguna manera una industria dirigida a un público casi exclusivamente
masculino y en las manos de hombres puede tener en cuenta el rol emancipado de la
mujer a la hora de diseñar sus productos. Sin embargo, cada vez más actrices –y no
hablamos únicamente de movimientos como el postporno, abiertamente militantes–
intentan afrontar su trabajo desde una perspectiva más feminista.
Muchas veces, esto pasa simplemente por recordar que su labor no es producto de una
infancia traumática, sino una elección consciente que las hace dueñas de su propio
cuerpo, como han reivindicado Sasha Grey o, más recientemente, Asa Akira en su libro de
memorias. Esta postura, criticada como una forma de consentir con los viejos paradigmas
impuestos por el hombre, a veces se ve completada por el diseño de nuevas reglas que
redefinen el papel de la mujer en la pornografía.
Calienta
A veces, nos obsesionamos tanto por satisfacer a la pareja (o, simplemente, por cumplir)
que nos olvidemos de nuestro propio disfrute. Hacemos mal. Cuanto mejor lo pases, más
ganas tendrás de que la otra persona comparta las buenas sensaciones contigo. Por eso,
Knox recomienda comentar a la pareja aquello que más le excita. “Cada chica tiene sus
preferencias. La comunicación es importante en este punto”.
El sexo no sólo se aprende practicándolo, sino también viéndolo y leyendo sobre él.
Aunque siga siendo un fuerte tabú, merece la pena ver pornografía, vídeos educacionales,
acudir a cursos en sex shops o recurrir a otro tipo de productos si queremos mejorar
nuestra actuación en la cama. Lee recuerda que podríamos pasar toda la vida aprendiendo
sobre sexo “y no llegar jamás a saberlo todo”. Para la actriz de origen oriental, el cuerpo
humano está diseñado para el placer, y por ello merece la pena plantarse frente al espejo
y explorar tu cuerpo. ¿Lo más satisfactorio de todo? “Descubrirle a alguien algo que tú has
aprendido”.
El psiquiatra Carlos Chiclana explica las claves del amargo placer de la hipersexualidad.
Hace tan solo unas semanas, Carlos Chiclana, médico especialista en Psiquiatría y autor de
«Atrapados en el sexo» recibió la invitación de un colegio de secundaria para hablar de la
adicción al sexo a un centenar de adolescentes de entre 15-17 años. Cuál fue su sorpresa,
cuando después de la charla le han escrito varios alumnos solicitándole ayuda: «se
encuentran atrapados por su conducta sexual, ni pueden no hacerla, les quita tiempo, les
bloquea el estudio, se sienten desconcertados e insatisfechos», asegura Chiclana.
En nuestra sociedad, cuando se habla de adicción al sexo o «hipersexualidad», como
prefiere denominarla Carlos Chiclana, todo el mundo calla, pone la oreja, escucha y se ríe,
pero como él mismo afirma «el asunto no tiene ninguna gracia, porque una persona que
presenta hipersexualidad suele pensar y tener prácticas sexuales con una frecuencia o
condiciones que le generan distorsión en su vida cotidiana, en su bienestar personal, en
sus relaciones personales, sociales, en su trabajo o en su economía».
Añade que la conducta sexual fuera de control puede haberse desarrollado de forma
adictiva y también como una compulsión, como un hábito aprendido, por impulsividad o
en el contexto de una patología orgánica o psiquiátrica. «Por esto no es una broma ni un
chiste tener este problema».
—Cada persona es un mundo, tiene una historia particular y unas vivencias personales.
Esto es lo importante. Puede estar relacionada con patologías psiquiátricas, estrés y
tensión de la vida cotidiana, cansancio, no tener ocupaciones de disfrute, no saber
descansar, no tener aficiones, aprendizaje vinculado a otras situaciones no sexuales,
desarrollo de hábitos perjudiciales, ausencia de o mala formación y educación sexual,
dificultades en las relaciones interpersonales, alteración en el control de los impulsos,
abusos en la infancia, falta de conocimiento personal, identidad no configurada,
temperamento de características adictivas, afectividad desordenada, mal educada o con
necesidades especiales, falta de enraizamiento familiar con relaciones de apego inseguro
o evitativo.
—¿A qué edad comienza? Perfil de las personas que presentan este problema.
Como se acaba de publicar en una revista científica, la edad más habitual de inicio es la
adolescencia, pero puede comenzar también posteriormente.
He podido ver auténticas historias de amor épico en parejas que se alían para salir de este
problema. El sufrimiento, desconcierto y rabia de la pareja es enorme. Es muy difícil
entender el problema y qué le ha llevado hasta ahí. A veces puede aparecer la culpa que
acusa de no haber estado a la altura y que por eso la otra persona ha necesitado recurrir a
eso. También genera rupturas de parejas, matrimonios y familias. Lo interesante es saber
que se puede solucionar y si se puede contar con la pareja y la familia en el proceso
terapéutico para rechazar las conductas y acoger a la persona, se acelera la recuperación.
El cambio no suele ser milagroso ni de un día para otro. Como cuando quieres adelgazar
es necesario que te lo propongas, que te lo tomes enserio. Con dedicación, esfuerzo,
constancia se aprende un nuevo estilo de vida, se corrigen errores. Esto requiere práctica,
un reciclaje en el modo de vivir la afectividad y la sexualidad.
Es difícil sí y cuesta mucho, vale la pena, genera felicidad, te quitas de muchos líos,
ahorras dinero y ganas en libertad, cuidas mejor de ti mismo y de tu familia. Todo esto es
posible si te lo tomas en serio, si te permites adentrarte en lo que te ocurre realmente y
eres firme y constante, aunque haya problemas, recaídas y sufrimiento a lo largo del
camino.
No tenemos estudios
comparativos que permita
afirmar que nos
caractericemos por ser
hipersexuales. Me parece que
en España tenemos por
delante una tarea muy
interesante y bonita que es
recuperar los valores sexuales de la persona y enmarcarlos como explica el profesor
Montejo, director científico de la Asociación Española de Sexualidad y Salud Mental, en
personas con libertad, rostro y afectos que nos permitan amar y ser amados.
—Los expertos dicen que la crisis, el paro, el estrés… influyen en la falta de deseo sexual,
¿Supone un momento de alivio para los afectados?
Para las personas con hipersexualidad la crisis no supone un parón. Para algunos las
situaciones de estrés o de desocupación pueden aumentar la frecuencia de las conductas.
En mi opinión lo importante no son las estadísticas sino que cada persona pueda atender
sus necesidades y recibir ayuda si la precisa. Ya sea para aumentar el deseo sexual o
disminuir las conductas. Que puedan tener equilibrio y armonía en su vida sexual.
No lo sé, creo que no existe una definición. La OMS propone una definición de salud
sexual que me parece acertada: «la integración de los elementos somáticos, emocionales,
intelectuales y sociales del ser sexual por medios que sean positivamente enriquecedores
y que potencien la personalidad, la comunicación y el amor».
"No existe una postura perfecta, sino una relación en la que dos cuerpos disfrutan. No hay
reglas, no hay bases. Simplemente, hay que dejar libre la imaginación", dice la argentina
afincada en Barcelona Alicia Gallotti, escritora, periodista y una de las mayores expertas
en esto de la sexualidad. Lleva años rastreando en los deseos y en las emociones humanas
y más de una decena de libros publicados sobre el tema, 'Kamasutra para dummies' es su
última publicación. El Kamasutra no se trata de sólo de posturas, sino de algo que va
mucho más allá.
El 'Kamasutra' es un texto hindú que tiene por objetivo divulgar el comportamiento sexual
humano y que entiende el sexo como una unión divina no pecaminosa -a no ser que éste
sea practicado de manera frívola-.
De esta forma lo explica Montse Iserte i Jené, psicóloga sexóloga y terapeuta sexual. "Fue
escrito por el escritor Vatsiaiana en los primeros siglos D.C., que se podría traducir por
algo así como 'Aforismos sobre la sexualidad'. Está compuesto por 36 capítulos, repartidos
entre siete temáticas diferentes, cada una de ellas escrita por un experto en el tema que
Por otra parte, y centrándonos en las famosas 'posturas', advierte esta experta que "no
debemos olvidar que las 64 posturas que surgen de la combinación de ocho maneras
básicas de hacer el amor y ocho posiciones principales, constituyen el motivo por el que
esta biblia del sexo y el erotismo ha perdurado y sigue siendo conocida en nuestros días".
Pero en realidad, afirma que no es más que un capítulo de este completo manual que
contempla el sexo como un arte que debe ser gozado a un nivel mucho más profundo y
relajado, más erótico y sensual donde se deben cultivar todos los sentidos, enfatizando la
importancia del juego con el otro, y el descubrir al otro.
Su legado
Además, recalca de manera especial, el papel crucial que juega el beso. En el Kamasutra
original, asegura, se hace mucho hincapié en el beso, y es que "un beso bien dado, te
puede llevar al umbral del orgasmo". Incluso, es muy importante para mejorar la
lubricación de las mujeres y puede reducir el tener algunas disfunciones como vaginismo -
si éste es causado por factores psicológicos y no orgánicos, aclara-. "Es una danza
En cuestión de sexo, las mujeres tienen la sartén por el mango. Ellas son las que, tras un
minucioso proceso de observación y evaluación, seleccionan a su compañero. ¿Pero
cuáles son las cualidades que ha de reunir un hombre para ser el elegido?
Quienes creen que hombres y mujeres viven el sexo del mismo modo se equivocan. Como
asegura el psicólogo John Gray en su libro Los hombres son de Marte, las mujeres de
Venus, “los hombres y mujeres no sólo se comunican de manera diferente, sino que
piensan, sienten, perciben, reaccionan, responden, aman, necesitan y valoran de manera
totalmente dispares. Casi parecen proceder de planetas distintos, con idiomas distintos y
necesidades también desiguales”. Los neurobiólogos saben ahora que los sexos están
sexualizados: las regiones responsables de la conducta sexual son diferentes en el hombre
y la mujer.
Aseguran algunos antropólogos que ciertas partes de la anatomía masculina actúan como
señales corporales que son valoradas
por las mujeres a la hora de elegir
compañero. Éstos son los puntos claves
del físico masculino:
- Torso con forma de V: los hombros
han de ser más anchos que el talle.
- Estatura por encima de la media.
- Piernas largas y músculos bien
desarrollados, aunque no en exceso,
caso de los culturistas.
- Rostro simétrico, mandíbula y mentón
pronunciados. Ojos más grandes que la
media.
- Cuerpo con vello abundante; hoy la
moda indica todo lo contrario.
- Pene con una longitud por encima de
la media.
También yerran los que proclaman el dominio masculino en la arena erótica. La ciencia lo
ha confirmado: en el amor es ella quien tiene la sartén por el mango. La mujer observa,
evalúa y selecciona el compañero, y luego decide si tendrá hijos con él o con algún otro.
Lo hace sin darse cuenta, pero lo hace. Porque, mal que pese a muchos, la cultura no ha
logrado erradicar, aunque sí tamizar, todos nuestros instintos ancestrales. “Los humanos,
la única especie racional, nos movemos todavía en la irracional esclavitud de los
programas de comportamiento de tipo animal”, asegura el profesor Jared Diamond,
fisiólogo de la Universidad de California en Los Ángeles y autor del libro ¿Por qué es
divertido el sexo?
Las fuerzas de la selección natural forjaron durante millones de años nuestros complejos y
en ocasiones exclusivos comportamientos sexuales que, como se ha mencionado, han sido
anulados o enmascarados por los reparos morales y la educación recibida. Algunos
antropólogos afirman que el sexo femenino, gracias a su capacidad selectiva a la hora de
elegir compañero, fue el motor real de nuestra evolución.
Lejos de cualquier postura androcéntrica, “las hembras humanas, como las de las demás
especies animales, se enfrentan al dilema de seleccionar un macho con el que aparearse,
preferiblemente uno que lleve buenos genes que serán transmitidos a la prole de la
hembra”, dice el profesor Diamond. Y añade: “ésta es una tarea difícil porque, como toda
mujer sabe perfectamente, las hembras no tienen ningún método directo para evaluar la
calidad de los genes de un macho”. El primer criterio de selección está en ciertos rasgos
de la anatomía del varón. En el mundo animal, las señales corporales juegan un papel
trascendental en la comunicación y la elección de pareja. La larga cola del pavo real y el
pájaro tejedor, el pelo plateado de la espalda del gorila y la cornamenta del ciervo
constituyen ornamentos sexuales que cumplen una doble función: atraer a parejas
potenciales del sexo opuesto y disuadir a posibles rivales. ¿Existen estas señales de calidad
en el hombre? No pocos expertos se resisten a aceptar que las mujeres compitan por los
hombres, así como que hayan evolucionado ornamentos corporales en uno y otro sexo
con este propósito.
Otros sin embargo, aseguran que la rivalidad femenina es patente: de forma consciente,
las mujeres decoran y modifican quirúrgicamente sus cuerpos para estar atractivas. Y,
aunque los cánones de belleza culturalmente influidos varían con el tiempo, existe una
serie de señuelos sexuales repartida por la anatomía masculina en la que la mujer centra
su atención. La musculatura y la belleza masculina ocupan un lugar preeminente.
Se podría razonar que la belleza no dice nada acerca de la calidad genética y cualidades
como progenitor del pretendiente pero, como asegura el profesor Diamond, “el rostro es
la parte más sensible a los estragos de la edad, la enfermedad y las lesiones”.
Una faz simétrica y una mandíbula pronunciada son indicadores de un buen equilibrio
hormonal durante la pubertad; y la posesión de una estatura por encima de la media y la
presencia de una buena, pero no exagerada, masa muscular demuestran que la infancia
ha transcurrido sin graves padecimientos. En principio, los hombres con estas
características físicas son los portadores de los mejores genes: tener hijos con ellos resulta
ventajoso, ya que probablemente serán sanos.
Según recientes estudios, este trabajo de selección de pareja a veces está influenciado por
la propia fisiología femenina. Las hormonas, por ejemplo, condicionan a la mujer a la hora
de valorar el atractivo físico. En un artículo publicado hace tres años en la revista Nature,
científicos escoceses y japoneses afirmaban que las preferencias femeninas respecto a la
belleza del rostro masculino varían a lo largo del ciclo menstrual. Durante la ovulación y el
embarazo, las mujeres se inclinan por los hombres con caras muy masculinas, mientras
que durante la menstruación se decantan por rostros afeminados. Todo un misterio.
Como cabría esperar, el físico no lo es todo. La inteligencia del compañero es otro factor
que la mujer tiene presente.
Genial y guapo
Un estudio pone de manifiesto que las preferencias de la mujer por los rasgos faciales
masculinos varían a lo largo del ciclo menstrual. Concretamente en la fase folicular,
cuando la probabilidad de quedarse embarazada es mayor, se decanta por los rostros muy
masculinos que, según los biólogos, son indicativos de buena competencia inmunológica.
Dicho de otro modo, busca una salud de hierro que se pueda trasmitir a los hijos.
¡Qué excitante!
El orgasmo es, sin duda alguna, una experiencia subjetiva cuya calidad varía de una
persona a otra. Ahora bien, cuando en una reunión de hombres sale a la palestra el clímax
masculino la unanimidad de criterios no deja lugar al debate. Casi todos, por no decir
todos, describirán el orgasmo como una descarga explosiva de la tensión sexual que
culmina con la eyaculación. Para el hombre, la emisión del semen es el acuse de recibo de
que ha llegado el orgasmo, a pesar de ser dos cosas distintas.
Un cuerpo en llamas
Durante el juego erótico, el cuerpo femenino experimenta unos cambios que preparan al
organismo para el orgasmo. Éste ocurre a nivel del clítoris.
En teoría, la respuesta sexual de ambos sexos discurre por cuatro fases bien diferenciadas:
excitación, meseta, orgasmo y resolución. A diferencia de los hombres, el goce sexual
femenino resulta algo más complejo y rico en matices. No obstante, los sexólogos
distinguen tres tipos de respuesta sexual femenina que se repiten siguiendo unos
patrones concretos que detallamos a continuación:
Patrón 1. Tras un largo periodo de excitación con pequeñas frenadas, la mujer se dirige
rápidamente al orgasmo, donde permanece un rato entre contracciones de placer,
antes de descender de forma vertiginosa al estado de reposo.
Patrón 2. La excitación discurre de forma lenta y gradual, hasta llegar a la meseta, donde
se entretiene para recuperar energías y encarar el clímax. Aún con las
contracciones orgásmicas, la mujer puede volver a la fase de meseta, para
experimentar un segundo orgasmo.
Patrón 3. La mujer llega con rapidez a la zona de meseta. Una vez aquí, permanece en una
situación de estimulación ondulante, con subidas y bajadas, que culmina con el
orgasmo.
El periodo de resolución es igualmente lento. En estos casos, se puede producir
una congestión pelviana crónica que hace que el coito resulte doloroso.
¿Qué es lo que diferencia a una persona atractiva de alguien que no lo es? Es cierto que
los gustos de cada cual influyen, y nuestra sociedad tiene una cultura de la belleza que
empuja en uno u otro sentido pero, según muchos investigadores, el atractivo viene
marcado en su mayoría por preferencias biológicas. Cuando vemos a otra persona el
cerebro determina de inmediato su atractivo siguiendo unos criterios que no varían tanto
como creemos, al menos en lo que respecta al físico y, por lo general, el atractivo físico de
una persona viene determinado por criterios meramente reproductivos.
Nos gustan las personas fértiles, con buenos genes, y un sistema inmune bien preparado.
Y es el aspecto de las personas que cumplen esos requisitos el que nos gusta, aunque no
nos paremos a pensarlo.
En hombres y mujeres
La simetría
Por naturaleza el rostro humano es simétrico. Si se traza una línea en el centro ambos
lados deberían ser iguales; pero no lo son. Hay muchos factores para que el rostro no sea
simétrico y, por lo general, no se asocian con la belleza. Hay un componente biológico que
explica el porqué nos atraen más las caras simétricas: detrás de éstas suele haber buenos
genes.
Según constataron por primera vez Randy Thornhill y Steven Gangestad, las personas con
un rostro más simétrico son sexualmente activas a una edad más temprana y, por lo
general, tienen más sexo a lo largo de su vida. Un estudio reciente aseguró que la pérdida
de la noción de simetría es lo que hace que, al beber alcohol, veamos a todo el mundo
más sexy.
El papel que cumple el olor corporal en el atractivo sexual es un tema sobre el que no se
ha llegado a un consenso científico. Aunque los humanos no generamos feromonas (las
sustancias químicas que liberan muchos animales para atraer a sus pretendientes) hay
estudios que aseguran que el olor juega un papel importante en nuestro atractivo sexual.
Si bien la importancia biológica de nuestro olor no está del todo comprobada si lo está su
importancia sociológica. Según un estudio publicado en el Personality and Social
En hombres
Hay un estudio que llega aún más allá y asegura que las mujeres saben, con sólo ver a un
hombre que presenta estas características prominentemente masculinas, que tiene más
posibilidades de ser infiel. Y suelen acertar.
La hormona del estrés, el cortisol, es la causante de que los hombres parezcan menos
atractivos a las mujeres, ya que según el estudio anteriormente citado, de la Universidad
de Abertay, las mujeres preferían a aquellos hombres con un menor nivel de cortisol, lo
que estaría relacionado con una mejor configuración genética. Algo que se acentúa
durante la fase fértil del período menstrual. Mostrar un menor estrés, además, implica
que somos más capaces de afrontar las situaciones complicadas.
Según un estudio realizado por Ian Stephen, la piel es uno de los aspectos que más
influyen en las mujeres para considerar a un hombre atractivo. “El color saludable de
nuestras caras es determinado por los pigmentos de carotenoides antioxidantes que
conseguimos de la fruta y de los vegetales de nuestra dieta”, señalaba el profesor del
University College de Londres. La explicación de esto es, de nuevo, biológica: una piel sana
indica que el hombre es sano, y su descendencia será, previsiblemente, más saludable.
En mujeres
Dice el refrán que “tiran más dos tetas que dos carretas”, y no se equivoca. El pecho, la
cadera, los glúteos y los muslos son los principales atributos de una mujer fértil, y por eso
atraen tanto a los hombres. El estrógeno,
la hormona asociada con la fertilidad
femenina, promueve la aparición de
depósitos de grasa alrededor de los
glúteos y los muslos. Por ello unas nalgas
prominentes y una cintura estrecha
envían a los hombres el mismo mensaje
que el rostro ideal: “Estoy llena de
estrógeno y soy muy fértil”.
Es duro, pero es así. Mientras que en el hombre no importa tanto la edad para concebir
(aunque cada vez más estudios se enfrentan a esta creencia popular), en las mujeres es
decisivo, y la naturaleza ha hecho que sean más atractivas las chicas que están en la edad
de fertilidad óptima, que se sitúa de media en los 24,8 años.
Desde la infancia hasta la edad adulta, los rostros crecen a ritmos y proporciones
diferentes, dependiendo sobre todo de nuestras hormonas, y los rostros más atractivos
Bueno, podemos empezar diciendo que no existe un patrón similar para el orgasmo
femenino. Diferentes mujeres experimentan distintas sensaciones, intensidad y duración.
Entonces es difícil describir en definitiva el orgasmo femenino. Sin embargo, podemos
describir en 4 etapas el ciclo de Respuesta Sexual de la mujer, las cuales muestran que
ocurre cuando una mujer se excita durante cualquier acto sexual, ya sea durante la
masturbación o el coito. Estas 4 etapas han sido denominadas como: excitación, meseta,
orgasmo y resolución. Es importante mencionar que estas etapas no tienen un marcado
inicio o final, sino más bien ocurren como un proceso continuo durante la respuesta
sexual. Y en la mujer, este ciclo demora por lo general unos 15 minutos, a diferencia del
hombre que usualmente llega al orgasmo entre 3 y 5 minutos. Por esta razón es que
muchas mujeres no logran llegar al orgasmo.
La primera fase, denominada excitación, puede durar sólo unos minutos o varias horas
después de iniciada la estimulación erótica. Por lo general, esta fase se inicia 10 a 30
segundos después de haberse iniciado la estimulación. Físicamente la mujer experimenta
la lubricación, expansión y crecimiento de la vagina, el hinchamiento de los labios mayores
y menores de la vagina, clítoris y senos. Además, hay un aceleramiento de los latidos del
corazón, de la presión arterial y de la respiración.
También es importante recordar que muchas mujeres, es más, se puede decir que la
mayoría, necesitan que el clítoris sea estimulado directamente para poder llegar al
orgasmo. Es decir, no basta sólo con la penetración para que una mujer llegue al orgasmo.
En muchos casos, durante la penetración vaginal, el clítoris no recibe la necesaria
estimulación, por eso se debe recurrir a la estimulación manual, oral u otras posiciones
que proporcionen estimulación directa y consistente al clítoris.
Por último, para que la mujer llegue al orgasmo es tan importante la lubricación de la
vagina, como lo es la estimulación del clítoris. Una vagina que no está lubricada lo
suficiente resultará en una penetración dolorosa, bloqueando la obtención del placer y,
por consiguiente, evitando que la mujer llegue al orgasmo. Por eso es muy importante que
previo a la penetración, durante la fase de excitación, la mujer reciba el suficiente
estímulo erótico para poder lubricar la vagina y lograr que esta se expanda y crezca para
recibir el pene. Una buena regla a seguir es que la mujer dicte cuando debe ocurrir la
penetración, de esa manera ella se asegura de estar lista para recibir el pene.
El secreto para obtener el mayor placer de una relación sexual es conocer lo que ocurre en
nuestro cuerpo, al igual que en el de nuestra pareja, y mucha comunicación.
Sabemos que no es un mito, las mujeres son multiorgásmicas y pueden alcanzar el clímax
en muchísimas más ocasiones que el hombre. Pero… ¿cuántas? Tal vez te sorprenda, pero
existen auténticas competiciones para demostrar cuántos orgasmos puede alcanzar una
mujer.
Pero si nos vamos a los datos médicos, existe un reciente estudio que nos ofrece un dato
Es posible que hayas puesto una mueca de escepticismo, tal vez de asombro o incluso de
envidia. ¿Realidad o ficción especulativa? Puedes encontrar esta información en la red,
aunque también debemos confiar en lo que siempre nos han dicho los sexólogos al
respecto de esta cuestión: el número de orgasmos de una mujer dependerá de ella misma
y de su pareja, de la fantasía y del nivel de excitación sexual que puedan alcanzar. ¿El
límite? …
Algo que tenemos claro es que el orgasmo en la mujer no tiene una función biológica
como en el hombre. Es decir, pueden quedar embarazadas sin haber alcanzado el clímax.
Un aspecto algo negativo, sin duda, pero en esta diferencia tal vez se encuentre un dato a
tener en cuenta: Tal vez sea ahí dónde empiece la fascinante facultad orgásmica de la
mujer, pueden sentir placer en muchísimas más ocasiones porque su función no es
exclusivamente la de llegar al orgasmo para eyacular y “concebir”. En absoluto. Su función
es simplemente, la de disfrutar. Y más aún, el cuerpo de la mujer incluye un infinito mapa
de rutas para alcanzar a la vez diferentes tipos de orgasmos.
Durante el sexo, se producen increíbles cambios que van a determinar múltiples tipos de
excitación: la circulación sanguínea hace que los genitales femeninos experimenten
cambios, que aumenten, que se eleve el ritmo cardíaco, la circulación, que aparezca la
lubricación vaginal, hasta que al final, aparezca el orgasmo. Pero ¿son todos los orgasmos
femeninos iguales? En absoluto. Los hay de diversas intensidades: orgasmos cortos de
entre tres y cinco contracciones, hasta otros más intensos de hasta diez.
Una vez se alcanza, aparece un tiempo de relajación en el que las mujeres, pueden sentir
que no ha sido suficiente para liberar toda la tensión sexual existente. Es decir, todavía se
pueden alcanzar no uno más, sino muchísimos más siempre que la excitación siga
presente. La estimulación es pues básica y esencial para que esto pueda darse, para que la
mujer multiorgásmica pueda alcanzar esos “226” que establecen aparentemente los
recientes estudios indicados.
El orgasmo suele darse más habitualmente mediante la estimulación del clítoris, pero
también se da en la vagina, ahí donde las mujeres lo sienten como más placentero, y que
normalmente se asocia al llamado el punto G. Pero ¿Dónde se encuentra el famoso punto
G, existe realmente? Desde luego que sí, no es ningún misterio. Se sitúa en el interior de la
vagina, detrás del pubis y alrededor de la uretra. Tiene un tacto esponjoso, mucho más
que el resto de la pared interior. Y si se estimula correctamente esta zona, pueden llegar a
alcanzarse orgasmos verdaderamente intensos, donde en ocasiones, puede llegar a
producirse un fenómeno llamado “squirting”, algo similar a una eyaculación.
Estamos seguros de que el dato de los 226 orgasmos te ha llamado la atención. Pero
insistimos en ser objetivos: el número de orgasmos dependerá siempre de la capacidad de
estimulación de la pareja. Para ello nunca está de más recordar todo ese fascinante mapa
de erógeno de la mujer, ahí donde aprender cada día, tanto en solitario como en pareja.
Por ejemplo, ya conocemos el punto G, pero recientemente también se ha localizado el
llamado punto A, que se halla un poco más profundo del punto G. De alcanzarlo, el
orgasmo puede ser mucho más rápido e intenso que el situado en el punto G. Todo un
reto.
Por su parte, existe también el punto U, denominado la nueva parada del placer
femenino. Es fácil de encontrar, se sitúa entre el clítoris y la entrada de la vagina, de ahí
que pueda ser estimulado manualmente o a través de la lengua. Todo un complejo pero
fascinante entramado de rutas que no todo el mundo conoce a la perfección.
Pero vayamos un poco más allá. Como curiosidad vale la pena saber que la mujer, también
puede alcanzar múltiples orgasmos a través de otro tipo de estimulación, muy alejada de
estos “puntos internos”. ¿Cuáles son esas zonas? Te preguntarás. No es nada complicado
de adivinar: los pechos. El seno es todo un tesoro de zonas a trabajar que pueden
culminar fácilmente en varios instantes de clímax tan intensos como placenteros.
Un universo de posibilidades a descubrir, sin duda, ahí donde tampoco podemos olvidar
un factor indispensable: la fantasía. Por que como ya sabemos, no existe mayor
afrodisíaco que el propio cerebro. Las posibilidades de orgasmo en la mujer son múltiples,
desconocemos si es posible llegar a 226, pero todo intento por alcanzar la cifra, habrá
merecido la pena..
Aquí verás una nueva ruta para llegar al clímax y alcanzar orgasmos. De acuerdo con un
estudio reciente publicado en la revista NeuroQuantology, hay cuatro tipos distintos de
orgasmo femenino (del clítoris, de la vagina, mixto y múltiples orgasmos).
Sabes que el punto externo es muy sensible, gracias a las 8000terminaciones nerviosas
que allí se juntan. Y si eres como la mayoría de las mujeres, el mejor punto de
estimulación. Pero de acuerdo con Sari Cooper, una terapeuta sexual certificada en la
ciudad de Nueva York y columnista de Psychology Today, si te diriges directamente al
clítoris tendrás un orgasmo menos placentero que si lo combinas con toques, caricias y
masajes a otras partes de los genitales antes de que llegues a la zona caliente.
Las técnicas para lograrlo: "Hay que hacer grandes círculos con tus dedos incluyendo el
eje, los labios y la parte superior de la capucha del clítoris", dice Cooper. Se puede hacer
esto como juego previo o mientras que estás en una posición idónea durante el coito. Si
tienes ganas de cambiar a la vía oral, pídele que se acerque a tu clítoris indirectamente, de
forma perpendicular a ti.
Orgasmo vaginal
Aunque todavía hay un cierto debate sobre si existe el punto G, el 30 por ciento de las
mujeres dicen que pueden tener un gran orgasmo estimulado la famosa zona erógena
solo a través de la penetración.
Técnicas para probar: En primer lugar, localizar la zona. En una noche en solitario, explora
la pared frontal de la vagina con el dedo hasta que sientas un área que es de textura
ondulada y esponjosa. Tocada directamente debes sentirse bastante bien. Luego, durante
el acto, haz que tu hombre dirija allí su empuje.
Aumenta tus posibilidades: Alcanzar el orgasmo vaginal es mucho más probable cuanto
más tiempo dure el sexo, según un estudio en el Journal of Sexual Medicine. Trata de
mantenerlo durante unos 15 minutos y si funciona, cambia con frecuencia de posiciones
sexuales. Esto reduce la posibilidad de que tu hombre acabe demasiado pronto y te ayuda
a tu cuerpo a tener experiencias y sensaciones nuevas.
Orgasmo combinado
Los expertos dicen que un orgasmo clitoridiano y vaginal combinado es el final más
potente (ya que puede ser el doble de fuerte e intenso). "Te estás poniendo lo mejor de
ambos mundos", explica Cynthia Lief Ruberg, una terapeuta sexual certificada en
Columbus, Ohio.
Aumenta tus posibilidades: "Un orgasmo combinado es más fácil si la mujer está muy
excitada antes de que tenga relaciones sexuales," dice Ruberg. Utiliza un montón de
besos, caricias, y masaje por todo su cuerpo, y si sientes que su entusiasmo mengua
durante el coito, hay volver a la caricias.
Orgasmos múltiples
Para ser claros, los orgasmos múltiples suceden uno tras otro, no en momentos diferentes
en una sola sesión. Los estudios demuestran que los orgasmos múltiples son posibles para
algunas mujeres si pueden soportar ser estimuladas continuamente después de su primer
orgasmo.
Las técnicas: A partir de los juegos previos, haz que tu chico te lleve a tu primer clímax del
clítoris usando sus manos o su boca (o un vibrador). Inmediatamente después, él debe
seguir estimulando el clítoris de una manera más lenta durante unos 30 segundos, y luego
retomar un ritmo normal para llegar a una repetición. "Está jugando con tu nivel de
excitación de un estado orgásmico elevado al dar su zona erógena un descanso, ya que
puede ser demasiado sensible a la estimulación, y luego aumentar la excitación de nuevo",
dice Amy Levine, una coach de sexo en Nueva York y fundadora de
IgniteYourPleasure.com. A partir de ahí, comenzar las relaciones sexuales, lo que puede
dar lugar a múltiples orgasmos vaginales o mezclados, utilizando la misma técnica de
frenar y acelerar, siempre y cuando mantengas el estímulo y tu excitación altos.
Atrévete a salir de la rutina y prueba estas posturas para hacer el amor con tu pareja.
Sexy medusa
Pídele a tu galán que se arrodille y rodea con tus piernas su cadera frente a él. Pon tus
brazos alrededor de su cuello, así podrán besarse. Está posición permite una profunda
penetración, y el hecho de que estén uno frente a otro lo vuelve más hot.
Anclaje perfecto
Siéntate en alguna superficie donde tus rodillas estén a la altura de su cadera. Tu galán
debe colocarse frente a ti, tú debes colocar tus manos en sus hombros. Después
Travesía sexual
En primera fila
Acuéstate boca arriba y levanta las piernas a una altura en la que puedas rodear su cuello.
Puedes intentar colocar una
almohada bajo tu espalda baja para
que tu cadera se eleve más. En la
medida en que se acerque el clímax el
puede inclinarse hacia a ti para que la
penetración sea más profunda.
¡Sentirás que eres una experta en
acrobacias!
Armario hot
Ponte de pie frente a él, para que te cargue de modo que tus piernas puedan rodear su
cintura. Inclina (lentamente) tu tronco hacia atrás hasta que tus manos se apoyen en el
suelo. Asegúrate de apoyar bien las manos en el suelo para un mejor rendimiento. Es
difícil de llevar a cabo pero si lo logran ¡se volverán adictos a ella!
Este trance que muchas mujeres han sentido, pero no identificado de manera explicable,
lleva al cuerpo en ocasiones a unas condiciones de pacífica e inusual enajenación.
Existe en la mujer una vasta y compleja red erótica constituida por los labios vulvares,
perineo, vagina exterior, la región anal, el punto G y el clítoris -al margen de otras zonas
comunes o específicamente personales- abarcada por un inmenso y tupido grupo de
venas y terminaciones nerviosas que configura una zona altamente sensible, que hace que
el elemental aparato sexual del hombre, parezca más bien una cosa de andar por casa.
Para convertir este inextricable entramado en una fuente de placer, no solo se necesita
habilidad técnica, si no en ocasiones, una fuerte implicación emocional compartida o un
volcánico acceso de pasión, lo que multiplica exponencialmente las posibilidades de un
inusual orgasmo, detonante a veces de un peculiar estado en la mujer, llamado la Petite
mort, que no es otra cosa que la de un intenso periodo refractario que se experimenta
después del orgasmo femenino.
Este trance que muchas mujeres han sentido, pero no identificado de manera explicable,
lleva al cuerpo en ocasiones a unas condiciones de pacífica e inusual enajenación.
La petite mort es un concepto acuñado por Freud que el neurólogo vienés gustaba de
relacionar en una extraña asociación entre el placer y la muerte (Eros y Tanatos ).
Asimismo, el miedo a no recuperar la corporeidad después del clímax, es definido por el
médico austriaco, famoso por su gran percepción e infinita humanidad, Wilhelm Reich, de
forma harto contradictoria, como la “angustia orgásmica “en una clara alusión a la
sensación de extinción del yo que a veces se produce tras un potente orgasmo sostenido.
Hubo un tiempo en que la pérdida de conciencia tras un fuerte orgasmo se asociaba con
una variante de la epilepsia por las contracciones tan violentas y espasmos posteriores
que la mujer experimentaba.
Huelga decir que para obtener esta experiencia, es necesaria una potente estimulación
previa, lo que hace que se produzca un orgasmo más extenso y dilatado, coronado por
esos largos segundos mágicos que se traducen en una sensación de placer interminable
hasta hacer perder la noción de realidad, situación que en similares circunstancias aunque
con notable diferencia de intensidad, se observa en los hombres con un componente
añadido de acusada somnolencia.
Se diferencian claramente de otros orgasmos más cortos y superficiales y en los clímax
más intensos se va literalmente a un trance en el que el cuerpo queda extenuado aún
después de terminado el coito. Durante este periodo la mujer experimenta una miríada de
cambios fisiológicos muy acusados como el aumento de la presión arterial y la frecuencia
cardiaca además de contracciones secuenciales de los músculos de diferentes zonas del
El sexo tántrico nos sigue sonando como algo excesivamente exótico para nuestras
costumbres amatorias. Ya se sabe, algo que sólo los hippies o Sting hacen, y que no cuadra
con nuestra educación sexual.
Sin embargo, cada vez más expertos en dicha disciplina afirman que, aunque no haga falta
llevar al extremo este tipo de enseñanzas –de la postergación infinita del orgasmo a la
ausencia de penetración–, sí se pueden utilizar en nuestra vida sexual algunos de los
principios que este tipo de práctica defiende. Sobre todo, lo que tiene que ver con la
importancia de los sentidos y de la mente a la hora de llegar al orgasmo.
Una de las sexólogas que ha profundizado en mayor grado en este tipo de aplicaciones del
sexo tántrico es Barbara Carrellas, autora de Urban Tantra: Sacred Sex for the Twenty-First
Century (Celestial Arts), que retornó al mercado editorial el año pasado con el interesante
Ecstasy Is Necessary: A Practical Guide (Hay House), en el que proporcionaba una serie de
herramientas para mejorar nuestra vida sexual. Carrellas partía de la idea principal de que
hemos gozado de una educación incorrecta en lo que se refiere al sexo. No
Carrellas señala que nuestras primeras experiencias sexuales determinan cómo nos
comportaremos en el futuro. Como estas suelen tener lugar de manera furtiva, a espaldas
de nuestros padres, damos por hecho que el sexo ha de ser “rápido y silencioso”, por si
nos pillan. Una idea que, incluso cuando somos adultos y tenemos nuestra propia casa,
sigue estando presente. Sin embargo, el mejor sexo es en muy pocas ocasiones rápido y
silencioso.
Para obtener el mejor orgasmo posible, lo primero que debemos preparar es nuestra
mente. Esta es una idea que comparten todos los expertos en sexo tántrico, y que se
encuentra muy relacionado con las prácticas de la meditación y el yoga. Pero, por
supuesto, si tenemos la cabeza puesta en otra cosa, nunca conseguiremos tener
relaciones sexuales plenamente satisfactorias. Las estrategias propuestas por los expertos
son semejantes a las de la meditación. A través de los mantras, señala Carrellas, podemos
vaciar nuestra mente y evitar que esta comience a pensar en la lista de la compra, en lo
que haremos después de salir de la cama o en otras cuestiones que quizá haga que
tardemos más, pero lo pasemos peor.
Una de las preguntas que la escritora suele realizar a las personas con las que trabaja es
“¿por qué tienes sexo?” Encontramos la respuesta a dicha pregunta tan obvia que ni
siquiera somos capaces de responderla, y hacerlo puede descubrirnos nuestro camino en
la cama. No es lo mismo hacer al amor por el puro placer que por costumbre, porque
nuestra pareja nos lo pide, porque queremos mantener una relación más estrecha con ella
o por sentirnos más cerca de lo absoluto.
Lento, lento
El llamado slow sex es una de las prácticas más ligadas con el tantra. Como señala la
sexóloga, la velocidad del mundo moderno ha terminado impregnando también a
nuestras relaciones en la cama, lo que nos lleva a querer terminar cuanto antes para
poder pasar a otra cosa. La respiración tiene mucho que ver con ello. Realizar hondas
inspiraciones a diferentes ritmos es una de las características del sexo tántrico. Abrir los
pulmones y modular nuestra respiración proporciona orgasmos más placenteros.
Todo se reduce al control que tenemos sobre nuestro propio cuerpo. Si estamos
acelerados y nos lanzamos hacia nuestra pareja como otra de las tareas del hogar a llevar
a cabo, apenas seremos capaces de ejercer control sobre nuestro cuerpo. El tantra dice
que hay que sentir, y disfrutar, cada parte de nuestro cuerpo; sin embargo, nuestras
relaciones sexuales suelen estar marcadas por llegar al orgasmo cuanto antes. Además, la
activación del sistema sináptico por el estrés puede, en el caso de las mujeres, inhibir sus
sensaciones placenteras.
En muchas de las terapias realizadas por los expertos de sexo tántricos, los gemidos o
gritos son altamente frecuentes. Es el complemento a esa lentitud a la que no estamos
acostumbrados, y que consiste en dejarse llevar hasta donde el sexo nos lleve y no
preocuparnos por que alguien pueda escucharnos, algo que, aunque sepamos que no va a
ser así, sigue pesando en nuestro inconsciente. El pasado mes de febrero, un estudio
realizado por un grupo de investigadores de la Universidad de Leeds llegó a la conclusión
de que comunicar de manera explícita nuestra satisfacción durante el coito estaba ligado
con un mejor sexo, pero lo segundo era consecuencia de lo primero y no al revés. Una de
las razones que lo explican es que, de esa manera, los amantes sienten que están
haciendo un buen trabajo. Se trata de un círculo vicioso donde la pareja se motiva
mutuamente.
Algunos de los consejos proporcionados por Carrellas se centran en todo lo que rodea al
acto sexual sin hacer referencia a este propiamente. Debemos aprender a estimular
nuestros sentidos, ya no sólo en el dormitorio, sino también en otros aspectos de la vida.
Por ejemplo, la sexóloga recomienda comprar una comida que nos resulte apetitosa y que
preparemos una velada romántica. Esa será la forma de comenzar a excitar nuestros
Otros consejos en la misma línea son utilizar imágenes o novelas eróticas que estimulen
nuestra imaginación. No hay que mirarlas, sino observarlas, detenerse en ellas y descubrir
por qué nos atraen. Pasear por paisajes que consideremos bellos o tomarnos un buen rato
en el que relajarnos en la bañera pueden ayudarnos a descubrir nuestra sensualidad,
señala Carrellas, que en el fondo es de lo que trata todo esto.
Se dice que lo más apropiado sería hablar de: disfunciones eréctiles ¿Por qué? Porque la
impotencia tiene muchas variedades: pueden ser completas, parciales, situacionales,
ocasionales.
Esto último provoca un desempeño sexual inconforme para la mujer, porque después de
la eyaculación, el pene tiende a ponerse flácido, imposibilitando que la mujer llegue al
orgasmo y quede satisfecha.
Aún en estos tiempos modernos, existe el cuarto temor en muchos hombres, sobre el
tamaño de su pene. Esta ansiedad en su mayoría inconsciente, se basa a que asocia el
tamaño del pene con el placer: a mayor tamaño, mayor placer. El Dr. Artidoro Cáceres,
sexólogo peruano reconocido, señala que "en muchas actividades humanas se exalta la
cantidad y se menosprecia la calidad... Si tengo un gran falo soy un gran hombre creen y
dicen los falocráticos... Cada uno se siente Príapo y vocifera su complejo, pero cuando su
situación es de deficiencia lo calla, lo aguanta, lo sufre".
Finalmente diremos, que todo hombre debería comprender, que el tamaño de su pene no
es importante, sino como lo conduzca, según los recursos eróticos y técnicos que
disponga.
Finalmente, el quinto temor se relaciona con la vejez. Biológicamente, con los años, el
interés sexual decrece. Y el temor a ser descartado o superado por la juventud, crea en
muchos casos sentimientos de inferioridad.
Enfrentar la vejez requiere de madurez por parte de todo hombre, porque es un ciclo
natural. Osho dice que "cuando desaparece el sexo, el hombre mayor tiene un amor y una
compasión completamente diferente.
En su amor no hay lujuria, no hay deseos; no quiere sacar nada. Su amor tiene pureza,
inocencia, su amor es alegría".
En la actualidad, tanto hombres como mujeres poco a poco comienzan a entender que
cada persona tiene necesidades sexuales muy personales.
De la misma manera, muchos varones que temen por diversos factores no satisfacer
plenamente las necesidades de su compañera, comprenden que brindar satisfacción no es
una obligación, sino la consecuencia de una relación entre dos. No hay obligaciones, sino
un compartir un acto mutuo entre dos personas, con responsabilidades mutuas.
Tal vez necesites un poco de ayuda en tu vida para tus fantasías sexuales. Aquí verás 10
sugerencias interesantes para empezar. Y recuerda, la fantasía proviene de relajarse y
dejar que tu mente divague.
1/ Sumisión Sexual
A menudo las mujeres se imaginan entregando el control aunque eso no quiere decir que
eso es lo quieres en tu vida sexual real, pero la idea es divertida para entretenerse. Es la
fantasía de alguien sexualmente poderoso contigo. Tal vez hay vendas, esposas o
restricciones. ¡Tal vez seas tomada por sorpresa!
2/ Sexo voyeurista
Estás siendo observada mientras que tienes relaciones sexuales, tal vez te ves obligada a
tener relaciones sexuales frente a otras personas. También podría ser que espíes a otra
persona al tener relaciones sexuales. Cualquier persona, un extraño o alguien que
conoces, puede ser objeto de esta fantasía. Tendría que avergonzarte si alguna vez alguien
se entera. ¡Pero eso es exactamente lo que lo hace tan bueno!
Las mujeres que cumplen con todas las reglas de la vida diaria pueden soñar con sacar a
jugar a la "niña mala". Tal vez disfrutas en una habitación llena de hombres o seduces a un
hombre que acabas de conocer y tienes sexo casual. Eres agresiva, y te vas después de
que consigues lo que quieres sin pedir disculpas
5/ Tomar el control
Muchas mujeres sueñan con hacerse cargo de sus fantasías sexuales favoritas. Podrías ser
una dominatrix que lleva a un hombre de vuelta a su guarida y planificas cómo hacer de él
tu esclavo sexual. Vas a atarlo hasta que te prometa ser sumiso, y luego le dirás cuándo,
dónde, y cómo tocarte.
6/ Sexo con un ex
Fantasear con sexo lésbico es especialmente atractivo para las mujeres que nunca lo
vivieron. Imagínate lo que tu cuerpo va a sentir con otra mujer (tan diferente al sexo con
tu pareja) y cómo os vais a estimular entre las dos.
8/ Sexo en Grupo
Todo, desde una orgía a un trío, entra en esta categoría. Tal vez estás viendo un grupo de
personas que tienen relaciones sexuales. ¿Qué tal tener un trío con dos chicos? ¿Dos
chicas? ¿Un chico y una chica? Besas a una persona, pero tus manos están en otra. ¡Todo
vale!
9/ Sexo en la playa
¿Soñar con algo aún más escandaloso? Es la fantasía acerca de tus deseos más profundos -
los que probablemente nunca compartirías con nadie - pero que te despiertan y te
provocan. Tal vez son deseos que van en contra de todas las costumbres o tabúes sociales.
Usa tu imaginación. Nadie tiene que saber nada.
Algunos estudios muestran que el 80% de los hombres tienen fantasías sexuales. Aquí, en
el mundo real, creo que la mayoría de nosotros podemos estar de acuerdo en que ese
número se encuentra más cerca de 100%.
Las fantasías sexuales son una parte normal y saludable de expresión sexual que puede
conducir a un aumento de la comunicación, de la confianza, de la intimidad y de la
satisfacción dentro de una relación. Si eres curiosa en cuanto a lo que tu pareja está
fantaseando, pregunta. Si no te siente cómoda al abordar el tema, esta lista te dará una
idea. Sin seguir ningún orden en particular, aquí están las diez mejores fantasías sexuales
masculinas:
Voyeurismo
Los hombres son criaturas visuales, no hay duda sobre eso. Si no fuera así, la industria del
porno habría cerrado sus puertas hace mucho tiempo. Él quiere verte dándote placer a ti
misma o quiere espiar a su vecina sexy, siempre quiere ver.
A veces un hombre quiere encontrar a una mujer hermosa y hacer el amor con ella. Para
él es algo emocionante. Hay algo poderoso acerca de la tentación del crudo atractivo
sexual que hace que los hombres quieren vivir en el momento.
La "virgen"
Juego de roles
Nada es más caliente que acostarse con una mujer que es inalcanzable. Ya se trate de su
jefa, su vecina o su mejor amiga, codicia a alguien fuera de su alcance, por la sencilla razón
de que no puede tenerla.
Lugares eróticos
¡Sorpresa! Uno pensaría que las mujeres fantasean más que los hombres sobre lugares
eróticos, pero no es el caso. Cuando un hombre se queda atascado en la rutina, su mente
tiende a divagar. Cuando el sexo comienza a sentirse más como una obligación que como
algo espontáneo, puede
empezar a soñar con
tener relaciones sexuales
en algún lugar que no sea
la cama.
Que te sorprendan en
pleno acto
Dominatrix
Aunque algunos hombres pueden fantasear con látigos y cadenas, la mayoría sólo quiere a
sus mujeres para que tomen el control. Hay momentos en los que él quiere sexo, pero
simplemente no quiere tener que iniciar las cosas. Podría ser tras un largo día de trabajo o
cansado de trabajar en el jardín durante todo el día. Cuando esto sucede, quiere que su
chica se haga cargo y garantice su placer.
Circulan muchos mitos sexuales que no son ciertos y se toman como tales. Es conveniente
aclarar tales mitos sexuales.
1.- Los casados lo hacen menos. Un estudio de la London School of Hygiene and Tropical
Medicine, publicado en la revista médica The Lancet (2006) y realizado en 59 países,
concluye que no es cierto el mito de que las parejas casadas tengan relaciones sexuales
con menos frecuencia que las solteras.
2.- A cierta edad ya no se levanta. No es cierto que un hombre a partir de los 40 esté
desterrado del paraíso sexual. Puede saborear las mieles del sexo igual que cuando era un
chaval, aunque sus encuentros no sean tan intensos. La experiencia en la cama lo
compensa. Eso sí, factores biológicos como la diabetes, hipertensión, obesidad, etc., muy
ligados a la edad adulta, pueden desembocar en trastornos de la erección.
4.- El coito perfecto termina con un orgasmo simultáneo. Si una pareja llega al orgasmo a
la vez, es más por una cuestión de suerte que de experiencia en el arte de amar. Por otro
lado, un orgasmo al unísono no garantiza mayor satisfacción sexual que uno a destiempo.
5.- A ellas siempre les duele la cabeza. Tópico que, injustamente, hace referencia a la falta
de deseo en muchas mujeres. Sin embargo, el apetito sexual y los niveles de excitación
tienen mucho más que ver con la libido de una persona que con su sexo. Nunca está de
6.- Si le gusta el sexo anal, es gay. Muchos hombres heterosexuales tienden a evitar la
estimulación del ano, ya sea de forma oral, manual o con algún juguete erótico, por tener
la creencia de que pueden “convertirse” en homosexuales, o por el “qué dirá” su pareja.
Nada más lejos de la realidad. El ano es una zona erógena en hombres y mujeres, al
margen de sus preferencias sexuales. Explorar otros rincones de nuestro cuerpo, a solas o
en compañía, enriquece y aumenta la diversidad.
7.- Es imposible que un hombre sea anorgásmico. Son una minoría los hombres que
acuden a la consulta del sexólogo por problemas de anorgasmia, pero solo porque creen
que el orgasmo se reduce a eyacular. Está mucho más promocionado el clímax femenino
que el masculino, y parece que nadie se ha parado a pensar que hay varones que
desconocen el componente psicológico del placer. Eyaculación no es igual que orgasmo.
8.- Hay que rematar las relaciones con el coito. Una relación sexual completa es una
relación sexual satisfactoria, independientemente de que haya coito o no. De hecho, la
penetración y el orgasmo no tienen por qué ser la guinda del pastel. Se puede disfrutar
totalmente con caricias, mimos, sexo oral.
9.- Los jóvenes cada vez se inician antes. Según el estudio realizado por la London School
of Hygiene and Tropical Medicine, al contrario de lo que pensamos, nuestros adolescentes
no se inician en la actividad sexual a edades más tempranas que sus padres. Como en
generaciones pasadas, los contactos sexuales comienzan entre los 15 y 19 años. Ellas son
las más precoces.
Por suerte, no a todos nos gusta el mismo tipo de personas. La belleza es subjetiva y quien
resulta atractivo para algunos puede resultar indiferente para otros. Esto no quiere decir
que no haya gente guapa y fea, que la hay, lo que ocurre es que el físico no es el único
componente que configura el atractivo sexual de una persona.
1. Atractivo estático
Poco se puede hacer para mejorar este aspecto del atractivo y, por mucho que nos
empeñemos en lo contrario, se deteriora con el tiempo. El atractivo estático es la parte a
priori inalterable de nuestra belleza: la forma de nuestra cara, nuestra complexión, la
silueta de nuestro cuerpo…
Es la parte del atractivo que viene marcado por preferencias biológicas y estas son las
mismas para todo el mundo. A los hombres les gustan las mujeres con grandes pechos,
cintura estrecha y buenas nalgas, labios grandes, mandíbula pequeña y barbilla estrecha.
A las mujeres les gustan los hombres con mandíbulas pronunciadas, pómulos bien
marcados y un peso correcto. Y no hay nada que hacer contra esto: biológicamente
hablando nos gustan las personas fértiles, con buenos genes, y un sistema inmune bien
preparado. Y es el aspecto de las personas que cumplen esos requisitos el que nos gusta,
aunque no nos paremos a pensarlo.
2. Atractivo dinámico
Hay personas que no son especialmente guapas pero tienen “algo” que les hace
atractivas. Ese “algo”, ya sea la forma de andar, de reír o de gesticular, es lo que se conoce
3. Imagen personal
4. Circunstancias
Dice el refrán que “el roce hace el cariño”, y no le falta razón. La situación que nos rodea
es muy importante y, aunque en un principio no nos atraiga una persona, el tiempo puede
hacer que acabe gustándonos. Si alguien es amable con nosotros, y nos da su afecto,
tendemos a crear un vínculo recíproco, que en muchas ocasiones se convierte en amor.
De forma similar, las experiencias que vivimos junto a otra persona pueden aumentar el
atractivo de ésta. Cuando disfrutamos con nuestra pareja de experiencias satisfactorias su
atractivo aumenta, al igual que disminuye si nuestra convivencia es rutinaria. Y cuando
empezamos a salir con una persona, si experimentamos algo emocionante podemos
atribuir parte de la excitación a la otra persona y sentirnos más atraídos por ella o él,
aunque en realidad no tenga nada que ver
con lo que haya ocurrido
Nuez de Brasil
Un estudio de la Universidad de Padua (Italia) asoció las dietas bajas en selenio con la
esterilidad masculina. El selenio impide la oxidación (el daño) de los espermatozoides, lo
que aumenta tus posibilidades de tener soldaditos sanos.
Cacao
La feniletilamina del chocolate puede provocar euforia mediante la liberación de
dopamina, el compuesto químico que brota del cerebro cuando tienes un orgasmo. El
calcio de la leche favorece la transmisión nerviosa, lo que te hará más sensible al tacto.
Arroz integral
Este cereal contiene gran cantidad
de vitamina B que potencia la
energía. Y es que sin dicha
vitamina no hay libido que valga.
También es una rica fuente de
magnesio, esencial para la
contracción muscular, lo cual es
crucial para hacer jugadas de
campeonato.
Ostras
Si este molusco es famoso por sus cualidades afrodisiacas es por algo: contiene muchísimo
zinc, un componente vital en la producción de testosterona. También contienen ácido
aspártico y aspartato, compuestos efectivos a la hora de liberar hormonas sexuales como
la testosterona y el estrógeno. Pon a enfriar el cava y empezad a sorber.
Pollo
Mantener un nivel elevado de testosterona es importante para todos los aspectos de la
salud sexual, desde la producción de esperma hasta evitar la impotencia y regular el deseo
y la libido. La producción de testosterona depende en gran medida del zinc y de la
vitamina B6, ambas en abundancia en la carne de pollo.
Miel
Para ponerse a tono, las parejas de la antigua Persia bebían aguamiel cada día durante el
primer mes después de casarse (el mes de la miel, o como lo conocemos nosotros, la "luna
de miel" ). Es rica en vitaminas B, necesarias para fabricar testosterona y su fructosa te
Sandía
Científicos de Texas (EE.UU.) han demostrado que comer sandía puede tener efectos
similares a los de la píldora azul milagrosa. Esto se debe a la citrulina y a la arginina, que
disparan la producción de óxido nítrico, un compuesto que relaja los vasos sanguíneos del
organismo. Y lo mejor es que para la sandía no hace falta receta.
Helado de vainilla
Si la vainilla se usa en todo, desde postres hasta ambientadores, será por algo. Según la
Fundación de Investigación y Tratamiento del Olfato y el Gusto de Chicago (EE.UU.), la
vainilla puede aumentar el flujo sanguíneo al pene.
Jengibre
Según un estudio publicado en la revista "Phytomedicine", las ratas machos a las que les
dieron jengibre experimentaron un aumento de peso testicular. Se cree que el jengibre
podría tener un efecto similar de "hinchazón" en los niveles de testosterona humana.
Semillas de calabaza
Tienen una gran cantidad de zinc, un nutriente clave para la sexualidad y la fertilidad. Un
estudio holandés ha revelado que los suplementos de ácido fólico y zinc aumentan el
número de espermatozoides en un 74% en los hombres con problemas de fertilidad.
Palomitas de maíz
Este clásico del cine tiene los niveles más elevados de arginina vegetal, que es el principal
componente del esperma. Numerosos estudios han demostrado la importancia de la
arginina para el conteo espermático, la calidad y la movilidad. Así que prepara una buena
ración y dale al play.
Chile
Todos sabemos que la comida picante acelera el corazón. La capsaicina, el compuesto que
hace que el chile pique, también dispara la liberación cerebral de endorfinas, que te hacen
sentir genial. Los chiles también mejoran el sistema nervioso, lo que favorece la
excitación. Lo mejor para tener una relación muy "picante".
Plátano
El plátano contiene un alcaloide llamado bufotenina, que mejora el estado de ánimo, la
confianza y el impulso sexual. Pruébalos al horno, te sorprenderán.
Arándano
Según la universidad de Texas (EE.UU.), cantidades insuficientes de vitamina C pueden
causar que las células del esperma pierdan la movilidad. Los arándanos están cargados de
vitamina C para que tus espermatozoides naden como Michael Phelps.
Chocolate negro
Científicos del Hospital Universitario de Colonia (Alemania) han demostrado que el
chocolate negro reduce la hipertensión, lo que podría ayudar a los hombres que padezcan
impotencia. Los flavonoides del cacao ayudan a producir óxido nítrico, un compuesto
químico que ayuda a relajar los músculos vasculares del pene y mejora el flujo sanguíneo y
por tanto la erección. Cuanto más oscuro sea el chocolate, mejor.
Solomillo de ternera
Un estudio publicado en "The Journal of Fertility and Sterility" reveló que el solomillo, que
contiene gran cantidad de L-carnitina, mejoraba significativamente la calidad del esperma
en un grupo de hombres con problemas de fertilidad. Parece que cuanto más elevado sea
el nivel de L-carnitina, mejor será el conteo y la movilidad de los espermatozoides. Ahora
levántate y ve a conseguir algo de carne.
Gambas
Estos animalitos marinos contienen grandes cantidades de zinc, lo que mejora la libido y la
producción de esperma. También tienen calcio y magnesio, necesarios para la contracción
muscular que ayuda a regular el impulso sexual, el conteo de espermatozoides y la
fertilidad. Y no acaba ahí la cosa: contienen un océano de fenilalanina, un aminoácido que
ayuda a regular el estado de ánimo y a mejorar el apetito sexual.
Pepino
Dejando a un lado los chistes sobre esta cucurbitácea, un estudio de la Fundación de
Investigación y Tratamiento del Olfato y el Gusto de Chicago (EE.UU.) descubrió que uno
de los aromas que más despiertan la excitación en las mujeres es, lo creas o no, el pepino.
Haz un aperitivo sabroso combinando pepino picado, hojas de menta y yogur.
Granada
Según "The International Journal of Impotence Research", el zumo de granada ayuda a
combatir la disfunción eréctil. Los científicos creen que esto se debe a los potentes
antioxidantes del zumo de granada, lo que impide que esos odiosos radicales libres
interrumpan la función circulatoria. Así que tómate un vaso si quieres subirte la moral.
Semillas de sésamo
El tamaño de estas semillitas no hace justicia a su hercúlea fuerza nutritiva. En la
antigüedad, las novias griegas recibían pasteles de sésamo como símbolo de algo
fructífero (lo que puede interpretarse ampliamente como "suerte en la cama"). Contiene
gran cantidad de selenio y zinc y es rico en calcio, magnesio, vitamina E y grasas
esenciales, todos ellos nutrientes que vienen muy bien para la libido.
Nata
No, no es una errata. Con moderación, la nata es una gran fuente de calcio, necesario para
mejorar la contracción muscular asociada con la erección. También es una buena fuente
de arginina, que se encuentra en niveles elevados en el esperma. Además, es un placer
supremo, lo que añadirá diversión al asunto.
Cacahuete
Este fruto seco te ayuda a mantener el sistema vascular saludable, lo que garantiza un
flujo sanguíneo adecuado a la sala de los trofeos. Los cacahuetes son ricos en ácidos
grasos Omega-3, que reducen el colesterol que bloquea las arterias y por tanto
disminuyen el riesgo de padecer del corazón.
Espinaca
Si la comes cruda, esta versátil verdura es una de las pocas que contienen la coenzima
Q10. Un estudio de "The Journal of Fertility and Sterility" descubrió que la coenzima Q10
puede ayudar a mejorar el movimiento del esperma, lo que son buenas noticias para los
que necesiten una ayuda como la que las espinacas daban a Popeye. Las espinacas
también contienen gran cantidad de hierro, que combaten la infertilidad, según un
estudio de la Universidad de Harvard (EE.UU.).
Ajo
Este "matabesos" contiene un potente ingrediente llamado alicina, que aumenta el flujo
sanguíneo y la libido. Pero no te olvides de llevarte caramelos para el aliento o te
mandarán a casa antes de tiempo.
Trufa
Las cualidades afrodisiacas de la trufa se deben a su aroma intenso, una sustancia llamada
alfa-androstetenol, que imita el olor de las feromonas. Estas son las hormonas que
disparan la atracción física. Sírvelo gratinado sobre huevos revueltos para desayunar en la
cama, pero prepárate para no salir de ella hasta la hora de comer.
Tomate
Conocido como la "manzana del amor", la reputación del tomate se basa desde hace
tiempo en su color y su tacto. Pero su elevado contenido en betacaroteno, que tu
organismo transforma en vitamina A, lo hace vital para mantener una buena salud sexual.
La vitamina A también ejerce un papel relevante en la producción de testosterona.
Atún
Apio
Los romanos ya lo usaban como afrodisíaco. Contiene gran cantidad de las feromonas
llamadas androstenona y androstenol, que se cree que atraen a las mujeres. Además,
mascar apio limpia los dientes, una gran ayuda cuando las feromonas empiecen a hacer su
trabajo.
7 partes del cuerpo femenino que no sabías que existían. Aunque probablemente creas
conocer todas las partes de tu cuerpo, si atendemos a lo que dictan las últimas tendencias
de la moda puede que no sea así.
Aunque probablemente creas que conoces todas las partes de tu cuerpo, si atendemos a
lo que dictan las últimas tendencias norteamericanas es muy posible que no sea así. La
obsesión por la estética y el cuerpo femenino no tiene límites, y cada vez hay más partes
del cuerpo que probablemente no están como deben estar (es decir, como las tiene Kate
Moss). Se acabó el preocuparse sólo por la papada, la nariz, la tripa, el trasero, los brazos,
las piernas, la delantera y la piel. Aquí tienes las nuevas partes del cuerpo que son
veneradas, cuidadas y explotadas al máximo por las famosas más famosas.
1. El sideboob
O, lo que es lo mismo, el lateral de los pechos, la parte que va desde debajo de la axila
hasta la caja torácica. Y es que los americanos tienen nombre para todo. Se ve con
cualquier biquini y con no pocos vestidos, y es una sugerencia a la delantera femenina
más sutil que el escote clásico. Suele requerir, eso sí, de la ausencia de sujetador para
lucirse en condiciones, de manera que es una suerte de prueba del algodón de la
delantera femenina: si la teta en cuestión es turgente, el llamado sideboob también lo
será. La flacidez, en estos casos, no se deja ocultar.
2. El underboob
Como se puede deducir fácilmente, nos referimos ahora a la parte inferior de los pechos
que, lo crean o no, a veces se enseña voluntariamente gracias a un top increíblemente
corto. Como se puede observar echando un vistazo por internet, es notablemente menos
3. Hoyuelos traseros
También conocidos como hoyuelos de Venus, son esas pequeñas muescas que algunas
personas tienen en la parte baja de la espalda. Estos hoyuelos son genéticos y no hay más
que ponerse una camiseta corta para lucirlos. Aunque causan no poca fascinación, las
famosas aún no han iniciado su lucha encarnizada por ver quién los luce mejor. Saben
desde dónde atacar, y han empezado por los pechos.
4. El sidebutt
O, en castellano y literalmente, el lateral del culo. La revista New York proclamaba hace
poco que "el sidebutt es el nuevo sideboob", lo que nos lleva a dos conclusiones
irrefutables: que hay que aprender inglés para estudiar anatomía y que son las famosas las
que deciden qué parte del cuerpo debemos enseñar en cada momento. Porque mostrar
cacha no es algo aleatorio, ni mucho menos. Por más que se ha intentado, no se ha
conseguido hallar diferencia alguna entre el sidebutt y el muslamen de toda la vida. Eso sí,
no se imaginen nada burdo: desde Kate Winslet hasta Gwyneth Paltrow los han lucido
sobre la alfombra roja, pues el quid de la cuestión no es sino abrir una estela transparente
en el vestido epatante de cada cual. Ahora bien, el mensaje que se quiere transmitir es
muy evidente: no llevo ropa interior alguna y quiero que se sepa.
5. El thigh gap
Que no es sino el hueco entre los muslos que se ha puesto tan de moda en cuestiones de
estética femenina, como constataba recientemente El Confidencial. El tan citado hueco ha
de quedar entre la cara interna de ambos muslos, aun cuando los pies se mantengan
juntos. En caso contrario, probablemente estás gorda. Este hueco, tan imposible en la
mayoría de los casos, se ha convertido en el nuevo imperativo para la mujer delgada, y no
ha tardado en ser tildado de machista, misógino y demás calificativos peyorativos. No es
de extrañar, ya que para la mayoría de las mujeres es inalcanzable, y poco tiene que ver
con el peso o la belleza.
Este término se refiere a la parte baja de las nalgas y, al parecer, se está convirtiendo en el
digno heredero del sideboob. Se trata, efectivamente, de la parte baja del trasero, que es
fácilmente visible con minifaldas imposibles o pantalones cortos muy muy cortos.
Visto lo visto, lo único que nos queda es llorar por la imposibilidad de seguir todas las
modas al mismo tiempo: la única manera de enseñar a la vez la parte lateral y baja de los
pechos, al tiempo que el escote, mientras que mostramos la parte baja del culo, pero
también la alta, y la espalda, y también el interior de los muslos... bueno, la única manera
de enseñarlo todo es ir desnuda. Y eso las marcas de moda no lo van a permitir. A este
paso, terminaremos cubriéndonos las orejas y dejando a la vista todo lo demás.
XV. Guía para ser bueno en el amor (tal y como lo exigen ellas)
“Los hombres son como el parchís, se comen una y cuentan veinte”, reza el popular y
extendido dicho. Parece ser, a tenor de las quejas que muchas mujeres manifiestan sobre
el desempeño de los hombres en el dormitorio, que apenas les ha cundido tan amplia
experiencia.
¿Cuáles son las quejas más habituales? Gordon las enumera: que terminan demasiado
rápido, que no se preocupan lo suficiente por los juegos previos, tienen problemas de
higiene (ay) y no son demasiado creativos. Pero, en general, todas las cuitas de las
mujeres apuntan a una concepción bastante diferente de lo que realmente implica el acto
sexual. Mientras que los hombres son más directos y prefieren ir al grano (y lo que no es
el grano), por lo que son el público objetivo de la pornografía, las mujeres tienen una
visión más erótica de las relaciones sexuales.
Ello implica que el guion del cortejo, seducción y posterior consumación tiene mucha más
importancia para las mujeres que para los hombres. “No es una competición”, recuerda el
autor de este blog. “Es su enfoque sobre el cumplimiento lo que, paradójicamente, pone
Los pezones, el clítoris o la vagina son los puntos fuertes de la sexualidad femenina y
consciente de ello, los hombres se abalanzan sobre dichos puntos como si fuesen la llave
que abre la puerta de la satisfacción de sus parejas. En realidad, no se trata de nada más
que de atajos que exigen poco esfuerzo y que, a la larga, no dejan contento a nadie. Los
muslos, el contorno de los pechos, el cuello, la espalda (u otras zonas inexploradas)
también deberían ser objeto de las caricias del hombre.
No te apresures
Como toda buena historia, el coito debe tener un planteamiento, un nudo y un desenlace.
Si dedicamos dos minutos a poner en marcha la acción, otros dos a desarrollarla y cinco
minutos a terminar no estaremos contando más que una anécdota. La sexualidad
femenina es menos física y más psicológica que la masculina, por lo que ir in crescendo,
preocupándose por cada uno de los pasos que se dan, es esencial para garantizar el éxito
amatorio.
Tan perjudicial puede ser darse demasiada prisa como ir lento, tan lento que terminemos
provocando el sueño o el desinterés de la pareja. Como recuerda Madison Moore, algunos
No seas un cobarde
Durante el encuentro sexual, tanto hombres como mujeres adoptan diferentes roles,
tanto de comportamiento como de dominación/sumisión, aunque no haya esposas ni
látigos implicados en el asunto. Es decir, quién da el primer paso, quién dice a la otra
persona qué hacer, etc. Aunque no debemos traspasar ciertos límites sin el beneplácito de
nuestra pareja, una excesiva cortesía puede acabar con todo el morbo de la situación. Es
decir, nada de “¿le importa que le desabroche el sujetador? Gracias”.
Los hombres, en muchos casos, consideran que el sexo consiste en una sucesión de gestos
y comportamientos que, bien ejecutados, nos llevarán a un único objetivo: el orgasmo.
Pero se trata de una concepción anticuada, muy occidental, del acto sexual –ahí está el
sexo tántrico para demostrarlo–. En realidad, cada paso tiene su importancia, y aunque el
orgasmo sea el clímax del encuentro sexual, si no somos capaces de extraer placer de cada
uno de los momentos del proceso, fracasaremos en nuestro intento.
Figurada y literalmente. O, en otras palabras, hay que currárselo un poco. El sexo es algo
que cansa, que te hace sudar, que requiere cierto esfuerzo físico y confianza entre las dos
personas para manifestar sus preferencias. Si no nos sentimos con ganas de hacer todo
eso, es porque seguramente nuestro deseo no es lo suficientemente fuerte como para
proporcionar una buena experiencia sexual a la otra persona, y lo notará.
Cada persona tiene sus preferencias, así como una lista de cosas que no está dispuesta a
hacer. Cuantas más abundantes sean estas últimas, más estrecho será el abanico de
posibilidades que la cama nos ofrezca, por lo que es conveniente mantener la mente
abierta, aprender continuamente y dejarse aconsejar. Un “no” como respuesta en el
dormitorio puede dar lugar a una situación violenta. Mejor responder con un “quizá,
¿cómo lo hacemos?”
Debido a que la sexualidad femenina es más sugerente que explícita, la palabra ocupa un
interesante lugar en la cosmogonía de elementos que configuran la fantasía sexual de una
mujer. No se trata de repetir esos lugares comunes que muchos hombres han aprendido
de la pornografía, sino de pronunciar las palabras correctas que pueden disparar la
excitación femenina, y que sólo conoceremos si entendemos lo suficiente a la otra
persona. Sin embargo, si no somos muy duchos con el lenguaje, es preferible callar antes
de pifiarla.
Mito # 2: No puedes quedar embarazada la primera vez que tengas relaciones sexuales
FALSO. En cualquier momento puedes quedar embarazada si tiene sexo vaginal (pene
dentro de la vagina). Si estás teniendo relaciones sexuales sin métodos anticonceptivos,
puedes quedar embarazada, ya sea la primera vez o la centésima vez. Incluso es posible
quedar embarazada antes de tener el primer período. En resumen: si vas a tener sexo
vaginal, usa métodos anticonceptivos para evitar el embarazo.
SIN EMBARGO, a veces la gente tiene miedo de quedar embarazada por nadar en una
piscina que un hombre ha eyaculado. Eso no va a suceder nunca. El esperma no puede
moverse a través del agua de la piscina, llegar a una vagina y causar un embarazo. Así que
si un chico eyacula cerca, pero no sobre o en una mujer en el agua, no va a quedar
embarazada.
FALSO. Chorros de agua, soda, vinagre o cualquier otra cosa a la vagina después del sexo
no previenen el embarazo... pero podrían ocasionarte una infección. La única cosa que va
a prevenir el embarazo es usar algún método de control de la natalidad cada vez que
tengas sexo vaginal.
Algunos métodos, como el DIU y el implante, son fáciles de usar correctamente, pues
están colocados en tu cuerpo y hacer su trabajo sin la posibilidad de que tú puedas
estropearlo. Otros métodos, como la píldora, son un poco más difíciles porque hay que
acordarse de tomarla todos los días, tratando de no olvidar ninguna pastilla, y seguir
recibiendo tus nuevas dosis a tiempo. Si olvidas tomar las píldoras, estás en riesgo de
embarazo.
Los condones son un 98 por ciento eficaces para prevenir el embarazo cuando se usan
correctamente. Y los condones son la mejor manera de evitar enfermedades de
transmisión sexual. Pero tienes que ponerte el condón antes de comenzar a tener
relaciones sexuales y mantenerlo todo el tiempo que estás teniendo sexo. Aunque los
condones pueden romperse, esto sucede generalmente porque se están usando mal. Usar
Mito # 7: No puede contraer ETS (enfermedad de transmisión sexual) por sexo oral.
FALSO. Aunque la mayoría de las ETS se propagan a través de la vagina y de forma anal, el
sexo oral sin protección también puede ponerte en riesgo de contraer una ETS.
Enfermedades como el VPH, la gonorrea, la sífilis, el herpes y la hepatitis B pueden ser
contagiadas a través del sexo oral. El VIH es menos probable de transmitirse a través del
sexo oral. Para protegerse mutuamente de enfermedades de transmisión sexual, es una
buena idea usar condones para el sexo oral con el pene.
FALSO. La mayoría de las personas que tienen una ETS no presentan síntomas. Así que
sólo porque tú y tu pareja no tengáis síntomas no significa que no debas preocuparte
sobre las ETS. Las personas con enfermedades de transmisión sexual pueden transmitirlas
a otras personas, incluso si se sienten bien. Y si no se tratan, algunas ETS pueden
convertirse en infecciones muy peligrosas e incluso conducir a daños permanentes (como
la infertilidad). La única manera de saber si tienes una ETS es haciéndose una prueba y no
esperar hasta que aparezcan los síntomas. Hacerse la prueba para las ETS es fácil y rápido.
Mito # 10: Si contraes una ETS una vez, puede que nunca la tengas nuevamente.
FALSO. Muchas ETS se pueden curar con antibióticos. Pero una vez que están curados,
puedes contraerlas de nuevo. Así que si recibes un tratamiento para una ETS, tu pareja (s)
se debe tratar también, pues de lo contrario podrían transmitirte de nuevo la infección si
tienes relaciones sexuales. Y debes hacerte la prueba cada vez que tengas relaciones
sexuales sin protección o de comenzar a tener relaciones sexuales con alguien nuevo.
¿Qué pasa si creamos una forma especial de tocar, de hablar, de mirar, que invite al
placer? Consuelo Martínez, experta en PNL, responde cómo aplicar la Programación
Neurolingüística y la Inteligencia Intuitiva en pareja.
En esas palabras que salen del cajón de consejos y propuestas de amor y deseo se hallan
esquemas mentales que logran perturbar o mejorar las relaciones de pareja, desde lo más
íntimo, sin que conscientemente se repare en ello. La ‘inteligencia intuitiva’ es una
manera de interpretar el propósito de la PNL, que se define en lo que describe la sigla:
Programación Neurolingüística, la dinámica entre la mente (neuro) y el lenguaje
(lingüístico) y cómo la relación entre ambos afecta el cuerpo y el comportamiento
(programación). Revista FUCSIA propuso la aplicación de la Programación Neurolingüística
en las relaciones de pareja a la mayor experta en el tema, Consuelo Martínez Pineda,
entrenadora y directora de Afluencia Quántica–Grupo de PNL.
1. ¿Qué es PNL?
Nuestras creencias, lo que sabemos y creemos como cierto. La PNL nos lleva a conocer
cómo funciona nuestra mente, como nos comunicamos y comportamos. Todo lo que
vemos, sentimos y escuchamos está velado por nuestra propia subjetividad.
Sí, la PNL nos hace evidentes los recursos que tenemos dentro de nosotros mismos para
relacionarnos en cualquier campo incluido, obviamente, la relación de pareja. Cuando nos
relacionamos con otros, nos encontramos con dos realidades diferentes, dos estructuras
de creencias, conocimiento, información, fisiología y desarrollo diferentes. En las
relaciones, ayuda a crear sintonía e instalar mecanismos de estados positivos en nuestra
mente, lo que en PNL llamamos ‘anclas’. Nos lleva a enfocarnos en lo que queremos.
Acaso todos los humanos actúan según esos parámetros. ¿Los parámetros son creados
por quién? ¿Ha habido alguna ocasión en la que hayas disfrutado intensamente el estar
con tu pareja y haya sido más fabuloso que un orgasmo? ¡Seguro que sí! Pero lo que nos
hacen creer que “debe ser” nubla estas hermosas vivencias. Nuevamente volvemos a las
creencias, y para ello, sería bueno responderse a sí mismo: ¿qué creencias tengo que sean
realmente mías? ¿Me han sido útiles? ¿Lo que creo ahora de muchos temas me lo he
cuestionado?
8. ¿Cuenta el amor en los mapas mentales de PNL? ¿Hay una técnica para enamorar?
El amor no se tiene, no es una cosa, es un estado que tú creas, que decides vivir. En el
cerebro, en la conexión neuronal, cada pensamiento se traduce en un químico que genera
emociones. Si tu cerebro está cargado con el ‘químico del amor’, digámoslo así, todo lo
que diga esa persona, todo lo que haga es perfecto.
9. ¿Por qué lo que se dice y lo que se desea no fluye a veces en la relación de pareja?
La contradicción aparente sucede porque no nos damos cuenta de lo que el otro nos está
diciendo con su cuerpo, así que no escuchamos al cuerpo, el tono de voz, las miradas y los
gestos y aunque la información está ahí nos volvemos ciegos.
Así las cosas, en materia sexual, ese sin aliento de la frase “la vida no se mide por las veces
que respiras sino por los momentos en que te quedas sin aliento”, la búsqueda de goce,
afecto o del orgasmo puede pasar por periodos de insatisfacción, bloqueo o trauma, que
si sólo busca explicaciones en lo exterior, en el cuerpo, no logra ningún sentido ni una
respuesta placentera para expresar amor, que es lo fundamental en la relación.
Por supuesto existe una programación mental negativa, sobre todo la impuesta
subliminalmente desde el machismo, que presupone que “las mujeres sólo disfrutan
sicológicamente de la sexualidad”. Lo cierto es que el orgasmo es parte de un proceso que
la mujer aprende, mientras el clímax masculino es más automático y precoz. Y de ahí
resulta que haya mujeres que fingen el orgasmo para no desafinar en dúo, o porque llegar
al clímax no les resulta tan importante.
Pero, ¿cómo lograr que las expectativas de tener una relación dulce, profunda, con mayor
contemplación, contacto y caricia se cumplan en la pareja que queremos? A lo mejor,
cambiando, no de pareja, sino de convicciones, reprogramando lo que mentalmente
produce las respuestas negativas en la manera como se entablan las relaciones.
De esta forma, quedan trazos de un mapa para aplicar programación neurolingüística en la
vida de pareja. Consuelo Martínez le da a la sexualidad una mayor dimensión, que no
queda restringida sólo a la genitalidad, sino que pone de manifiesto la importancia que las
estructuras mentales tienen en la afectividad, los deseos y las relaciones.
Los buenos amantes, en definitiva, son los que saben que el mapa no es el territorio. Pero
sí saben cómo llegar al punto “Usted está aquí”.
El amor y el sexo siguen mecanismos mucho menos refinados de lo que nos gustaría, lo
que explica por qué todo el mundo, en algún momento de su vida, se ha enamorado de
una persona que se comportaba con él como un auténtico cretino, ha mirado con deseo
(tratando de reprimir este) a alguien de una edad muy inferior a la suya y ha tenido
pulsiones sexuales que se alejan por completo de lo que la mayoría de gente considera
razonable.
A medida que avanzaban nuestros conocimientos sobre sexo, nos hemos dado cuenta de
que nuestras preferencias reales (y muchos de los comportamientos que se tratan de
ocultar) no tienen nada que ver con lo que la cultura considera apropiado. Estas son seis
realidades, respaldadas por estudios científicos, que solemos negarnos a aceptar.
Este es el típico consejo de la gente que más liga que muchos no suelen aceptar por lo
contradictorio que resulta. Cuanto más caso haces a alguien, menos le atraes, y cuanto
más duro pareces, más gustas. Y no es un lugar común, es algo que cualquiera puede
comprobar, incluidos los científicos.
2. A las mujeres les atraen más los hombres casados que los solteros
Otra leyenda popular que ha acabado refrendando la ciencia. Cuando estás soltero, no se
te acerca nadie, pero en cuanto tienes novia, no dejan de aparecer pretendientes. Dicen
que las mujeres huelen la desesperación, y puede ser cierto: la inseguridad es,
Es bien conocido el atractivo que suscitan los “chicos malos”, un atractivo que es mayor
cuanto más elevado es el nivel de narcisismo del susodicho. Aunque tanto a hombres
como a mujeres les atrae la incertidumbre, sólo las féminas se ven atraídas por aquellas
personas que poseen lo que en psicología se conoce como la tríada oscura: remarcables
rasgos de personalidad basados en el narcisismo, la psicopatía y el maquiavelismo. Esto
incluye una actitud dominante y una concepción de uno mismo grandiosamente
distorsionada.
¿Por qué ocurre esto? Las personas narcisistas emanan una gran confianza en sí mismas y
una enorme seguridad, dos cualidades que resultan muy atractivas. Pero, además, hacen
todo lo necesario para conseguir que su interlocutor se convierta en el admirador que
necesitan: lo que incluye ser técnicamente bueno en la cama.
Mientras que en el hombre no importa tanto la edad para concebir (aunque cada vez más
estudios se enfrentan a esta creencia popular), en las mujeres es decisivo, y la naturaleza
ha hecho que sean más atractivas las chicas que están en la edad de fertilidad óptima, que
se sitúa de media en los 24,8 años.
A todos los hombres le gustan las mujeres en torno a esa edad, y si pueden elegir, tratan
de no ligar con nadie que supere la treintena. Como explica uno de los fundadores de la
página de contactos OkCupid en su último libro, aunque los usuarios de estas páginas
suelen fijar sus filtros de edad para contactar con mujeres de 30 años o más, rara vez se
ponen en contacto con nadie que supere los 29 años.
Hay un estudio que muestra, incluso, que los hombres están dispuestos a gastarse más
dinero en un anillo de novia cuanto más joven sea esta. Y es algo que no cambia con la
edad. Según un estudio publicado en 2009 en la revista Psychological Aging, “a medida
que nos hacemos mayores, los hombres desean a mujeres cada vez más jóvenes que ellos
mismos, mientras que las mujeres desean hombres mayores hasta que alcanzan los 75
años, cuando ya les empiezan a gustar hombres más jóvenes que ellas”.
Triste, pero cierto. Los hombres casados que emplean más tiempo en labores del hogar
tradicionalmente femeninas –como cocinar, limpiar y hacer la compra– tienen menos
relaciones sexuales con sus parejas que aquellos que no las realizan, o las realizan poco. Es
la principal y sorprendente conclusión de un estudio publicado el año pasado en la revista
American Sociological Review y elaborado por el investigador Sabino Konrich.
6. Los hombres son más proclives a ser infieles cuando sus mujeres están preñadas
Parece una barbaridad, y para nuestros estándares morales lo es, pero según un estudio
publicado en el Journal of Family Psychology, cuando una mujer está embarazada
aumentan las posibilidades de que su marido sea infiel. ¿Por qué ocurre esto? No hay una
explicación única, pero el hecho de que durante el embarazo disminuye la frecuencia de
relaciones sexuales –hasta que desaparecen por completo– puede tener algo que ver.