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LA NATURALEZA DE LA CULTURA
Estilo de vida total, socialmente adquirido, de un grupo de personas, que incluye los
modos pautados y recurrentes de pensar, sentir y actuar.
Ese todo complejo que comprende conocimientos, creencias, arte, moral, derecho,
costumbres y cualesquiera otras capacidades y hábitos adquiridos por el hombre en
tanto que miembro de la sociedad.
Subcultura: grupos de personas cuyos estilos de vida no son compartidos por el resto
de la sociedad.
Creencia de que nuestras propias pautas de conducta son siempre buenas y mejores, y
que los extraños, por el hecho de actuar de manera diferente, viven según patrones
repugnantes o irracionales.
Los antropólogos no precisan rechazar sus valores para llevar a cabo un estudio
objetivo de los fenómenos culturales. Pueden estar en contra y aun así mantener la
objetividad científica respecto a esos temas. La objetividad científica no se obtiene por
la ausencia de prejuicios, sino impidiendo que éstos influyan en el resultado de la
investigación.
Las pautas replicadas no son el resultado de una programación que una generación
experimenta por obra de otra. Muchas pautas son replicadas porque las sucesivas
generaciones se ajustan a condiciones similares en la vida social de formas similares.
La programación recibida puede incluso diferir de las pautas reales; la gente puede ser
endoculturada para comportarse de cierta manera y verse obligada a comportarse de
otra.
Hace algún tiempo, era considerada por muchos antropólogos como la explicación
más importante de las diferencias y semejanzas socioculturales. No obstante, n los
últimos años ha perdido fuerza como principio explicativo.
Sin duda, cuanto más próximas están dos sociedades, tanto mayores serán sus
semejanzas culturales. Pero estas semejanzas no se pueden atribuir a una tendencia
automática a la difusión de rasgos. Es probable que sociedades próximas en el espacio
ocupen ambientes similares y sus semejanzas puedan deberse a la adaptación a
condiciones parecidas.
La difusión no puede explicar muchos casos notables en los que gentes que se sabe
nunca han tenido medio alguno de contacto inventaron útiles y técnicas bastante
similares y desarrollaron formas de de matrimonio y creencias religiosas
notablemente parecidas.
Implica convivir con una población por un período largo de tiempo y participar lo más
posible en sus actividades cotidianas: charlar, escuchar o simplemente mirar.
4. Las culturas no solo poseen reglas para la conducta, sino también para romper las
reglas de la conducta.
Etic: estudia la cultura desde la perspectiva del observador. Capacidad generar teorías
fructíferas desde un punto de vista científico sobre las causas de las diferencias y
semejanzas socioculturales. El antropólogo emplea categorías y reglas derivadas del
vocabulario de la ciencia. Pueden implicar la medida y yuxtaposición de actividades y
acontecimientos que los nativos encuentran inadecuados o carentes de significado.
Sin embargo, las descripciones emic y etic no son siempre necesariamente tan
distintas.
TEXTO 2: SAUSSURE
·19 INMUTABILIDAD
·20 El significante con relación a la comunidad lingüística que lo emplea, no es
libre, es impuesto. A la masa social no se le consulta, ni el significante elegido
por la lengua podría tampoco ser reemplazado por otro. Es decir, la masa está
atada a la lengua tal cual es.
·21 Si se quiere demostrar que la ley admitida en una colectividad es una cosa que
se sufre y no una regla libremente consentida, la lengua es la que ofrece la
prueba más concluyente de ello.
·22 Ninguna sociedad conoce ni jamás ha conocido la lengua de otro modo que
como un producto heredado de las generaciones precedentes y que hay que
tomar tal cual es.
·23 Un estado de lengua dado siempre es el producto de factores históricos,y esos
factores son los que explican por qué el signo es inmutable, es decir, por qué
resiste toda sustitución arbitraria.
·24 Es el factor histórico de transmisión lo que domina enteramente s la lengua,
excluyendo todo cambio lingüístico general y súbito.
·25 La lengua no está ligada a la sucesión de generaciones que, lejos de
superponerse unas a otras como los cajones de un mueble, se mezclan, se
interpenetran, y cada una contiene individuos de todas las edades.
·26 Otras razones por las que la lengua es innmutable: la suma de esfuerzos que
exige el aprendizaje de la lengua materna; la reflexión no interviene en la
práctica de un idioma; los sujetos son, en gran medida, inconscientes de las
leyes de la lengua; los hechos lingüísticos apenas provocan la crítica, en el
sentido de que cada pueblo está generalmente satisfecho de la lengua que ha
recibido.
·27 Las razones más elementales son:
·28 1. El carácter arbitrario del signo: lo arbitrario mismo del signo pone a la
lengua al abrigo de toda tentativa que pueda modificarla.
·29 2. La multitud de signos necesarios para constituir cualquier lengua: un sistema
de escritura compuesto de veinte a cuarenta letras puede en rigor
reemplazarse por otro. Lo mismo sucedería con la lengua si encerrara un
número limitado de elementos; pero los signos lingüísticos son innumerables.
·30 3. El carácter demasiado complejo del sistema: la lengua es un mecanismo
complejo y no se le puede comprender más que por la reflexión; hasta los que
hacen de él un uso cotidiano lo ignoran profundamente.
·31 4. La resistencia de la inercia colectiva a toda innovación lingüística: la lengua
es tarea de todo el mundo; extendida por una masa y manejada por ella, es
una cosa de que todos los individuos se sirven a lo largo del día entero. Por lo
tanto, hay una imposibilidad de una revolución.
·32 La lengua aparece ante todo como un factor de conservación.
·33 Este carácter de fijeza no es sólo porque esté ligada a la gravitación de la
colectividad, sino también porque está situada en el tiempo.
·34 En todo instante la solidaridad con el pasado pone en jaque a la libertad de
elegir. Decimos hombre y perro porque antes que nosotros se ha dicho
hombre y perro.
·35 El signo es arbitrario, no conoce otra ley que la de la tradición, y precisamente
por fundarse en la tradición puede ser arbitrario.
·36 MUTABILIDAD
·37 El tiempo, que asegura la continuidad de la lengua, tiene otro efecto, en
apariencia contradictorio con el primero: el de alterar más o menos
rápidamente los signos lingüísticos
·38 El signo está en condiciones de alterarse porque se continúa. Lo que domina
en toda alteración es la persistencia de la materia vieja; la infidelidad al pasado
sólo es relativa.
·39 Es por esto que el principio de alteración se funda en el principio de
continuidad.
·40 La alteración en el tiempo adquiere formas diversas, por ejemplo cambios
fonéticos sufridos por el significante, o cambios de sentido que atañen al
concepto significado
·41 Sin embargo, sean cuales fuesen los factores de alteración, siempre llevan al
desplazamiento de la relación entre el significado y el significante.
·42 Una lengua es radicalmente incapaz de defenderse contra los factores que
desplazan minuto tras minuto la relación entre significado y significante. Es
una de las consecuencias de lo arbitrario del signo.
·43 Las otras instituciones humanas están todas fundadas, en grados diversos, en
la relación natural entre las cosas. La lengua, por el contrario, no está limitada
por nada en la elección de sus medios, pues no se adivina qué sería lo que
impidiera asociar una idea cualquiera con una secuencia cualquiera de sonidos.
·44 Para hacer ver bien que la lengua es pura institución, Whitney ha insistido con
toda razón en el carácter arbitrario de los signos. Pero Whitney no vio que ese
carácter arbitrario separa radicalmente a la lengua de todas las demás
instituciones.
·45 Situada a la vez en la masa social y en el tiempo, nadie puede cambiar nada en
ella; y, por otra parte, lo arbitrario de sus signos implica teóricamente la
libertad de establecer cualquier posible relación entre la materia fónica y las
ideas.
·46 La lengua se altera, o mejor, evoluciona, bajo la influencia de todos los agentes
que puedan alcanzar sea a los sonidos sea a los significados.
·47 La continuidad del signo en el tiempo, unida a la alteración en el tiempo, es un
principio de semiología general; y su confirmación se encuentra en los sistemas
de escritura, en el lenguaje de los sordomudos, etcétera.
·48 ¿En qué se funda la necesidad del cambio?
·49 Las causas de la continuidad están a priori al alcance del observador; no pasa
lo mismo con las causas de alteración a través del tiempo. Sin profundizar
mucho en esto, podemos afirmar que el tiempo altera todas las cosas; no hay
razón para que la lengua escape de esta ley universal.
·50 El Lenguaje posee dos factores: la lengua y el habla.
·51 La lengua es el conjunto de los hábitos lingüísticos que permiten a un sujeto
comprender y hacerse comprender.
·52 Hace falta una masa parlante para que haya una lengua; en momento alguno
existe la lengua fuera del hecho social, porque es un fenómeno semiológico.
·53 En estas condiciones la lengua es viable, no viviente; no hemos tenido en
cuenta más que la realidad social, no el hecho histórico.
·54 Como el signo lingüístico es arbitrario, parecería que la lengua, así definida, es
un sistema libre, organizable a voluntad, dependiente únicamente de un
principio racional.
·55 Su carácter social no se opone a este punto de vista
·56 La psicología colectiva no opera sobre una materia puramente lógica; haría
falta tener en cuenta todo cuanto hace torcer la razón en las relaciones
prácticas entre individuo e individuo.
·57 Sin embargo, no es eso lo que nos impide ver la lengua como una simple
convención modifícable a voluntad de los interesados: es la acción del tiempo,
que se combina con la de la fuerza social; fuera del tiempo, la realidad
lingüística no es completa y ninguna conclusión es posible.
·58 Si se tomara la lengua en el tiempo, sin la masa hablante, no se registraría
ninguna alteración; el tiempo no actuaría sobre ella. Si se considerara la masa
parlante sin el tiempo, no se vería el efecto de fuerzas sociales que obran en la
lengua.
·59 La lengua no es libre, porque el tiempo permitirá a las fuerzas sociales que
actúan en ella desarrollar sus efectos, y se llega al principio de continuidad que
anula a la libertad. Pero la continuidad implica necesariamente la alteración, el
desplazamiento más o menos considerable de las relaciones.
TEXTO 4: GEERTZ
trata de su cultura. De manera que son ficciones, en el sentido de que son algo
"hecho", "formado", "compuesto", no necesariamente falsas o inefectivas. Los
antropólogos no siempre tuvieron conciencia de este hecho. Darse cuenta de
esto significa comprender que la línea que separa el modo de representación y
el contenido sustantivo no puede trazarse en el análisis cultural. Ese hecho a su
vez parece amenazar la condición objetiva del conocimiento antropológico al
sugerir que la fuente de éste es, no la realidad social, sino el artificio. Pero se
trata de una amenaza superficial. El derecho de la relación etnográfica a que se
le preste atención no depende de la habilidad que tenga su autor para recoger
hechos primitivos en remotos lugares, sino del grado en que ese autor sea
capaz de clarificar lo que ocurre en tales lugares, de reducir el enigma al que
naturalmente dan nacimiento hechos no familiares que surgen en escenarios
desconocidos.
·75 Debemos medir la validez de nuestras explicaciones, no atendiendo a un
cuerpo de datos no interpretados y a descripciones superficiales, sino
atendiendo al poder de la imaginación científica para ponernos en contacto
con la vida de gentes extrañas.
·76 Existe un pensamiento que dice que no necesitamos atender a la conducta en
forma muy detallada y profunda. Dice que la cultura se aborda del modo más
efectivo entendida como puro sistema simbólico, aislando sus elementos,
especificando las relaciones internas que guardan entre sí esos elementos y
luego caracterizando todo el sistema de alguna manera general. Aunque
represente un claro mejoramiento respecto de la noción de cultura como
"conducta aprendida" o como "fenómenos mentales", este enfoque hermético
hace correr el peligro de cerrar las puertas del análisis cultural a su objeto
propio: la lógica informal de la vida real. Es decir, está despojando a la cultura
de los defectos del psicologismo para hundirlo inmediatamente en los del
esquematismo.
·77 Contrario a este enfoque, sí hay que atender a la conducta y hacerlo con cierto
rigor porque es en el fluir de la conducta, específicamente de la acción social,
donde las formas culturales encuentran articulación. Cualesquiera que sean los
sistemas simbólicos tenemos acceso empírico a ellos escrutando los hechos, y
no disponiendo entidades abstractas en esquemas unificados. Si la
interpretación antropológica es realizar una lectura de lo que ocurre,
divorciarla de lo que ocurre es divorciarla de sus aplicaciones y hacerla vacía.
·78 El etnógrafo "inscribe" discursos sociales, los pone por escrito, los redacta. Al
hacerlo, se aparta del hecho pasajero que existe sólo en el momento en que se
da y pasa a una relación de ese hecho que existe en sus inscripciones y que
puede volver a ser consultada.
·79 ¿Qué fija la escritura? "No el hecho de hablar, sino lo 'dicho' en el hablar, esa
exteriorización intencional que constituye el objetivo del discurso gracias a la
cual el decir tiende a convertirse en enunciación, en lo enunciado. Lo que
escribimos es el pensamiento, el contenido, la intención del hablar. Se trata de
la significación del evento de habla, no del hecho como hecho.
·80 ¿Qué hace el etnógrafo?": escribe. Lo que inscribimos no es discurso social en
bruto, al cual, porque no somos actores, no tenemos acceso directo, sino que
sólo la pequeña parte que nuestros informantes nos refieren Esto hace parecer
relativamente imperfecta la concepción del análisis antropológico como
manipulación conceptual de hechos descubiertos, como reconstrucción lógica
de una realidad.
·81 El análisis cultural es (o debería ser) conjeturar significaciones, estimar las
conjeturas y llegar a conclusiones explicativas partiendo de las mejores
conjeturas, y no el descubrimiento del continente de la significación y el
mapeado de su paisaje incorpóreo.
·82 De manera que la descripción etnográfica presenta cuatro rasgos
característicos: primero, es interpretativa; segundo, lo que interpreta es el flujo
del discurso social; tercero, la interpretación consiste en tratar de rescatar "lo
dicho" en ese discurso de sus ocasiones perecederas y fijarlo en términos
susceptibles de consulta; y cuarto, es microscópica. Esto último no quiere decir
que no haya interpretaciones antropológicas en gran escala de sociedades
enteras, de civilizaciones, de acontecimientos mundiales, etc. Quiere decir
simplemente que el antropólogo de manera característica aborda esas
interpretaciones más amplias y hace esos análisis más abstractos partiendo de
los conocimientos extraordinariamente abundantes que tiene de cuestiones
extremadamente pequeñas.
·83 El problema de cómo llegar, partiendo de una colección de miniaturas
etnográficas a la descripción de los paisajes culturales de una nación, de una
época, de un continente, o de la civilización, ha llegado a ser un importante
problema metodológico que por lo general fue mal manejado. Los modelos
que los antropólogos elaboraron para justificar su paso desde las verdades
locales a las visiones generales fueron en verdad los responsables de debilitar
toda la empresa antropológica en mayor medida que todo cuanto fueron
capaces de urdir sus críticos. Los dos principales fueron: el de Jonesville como
modelo "microcósmico" de los Estados Unidos, y el de la isla de Pascua como
caso de prueba y modelo de "experimento natural"
·84 La idea de que uno puede hallar la esencia de sociedades nacionales, de
civilizaciones, de grandes religiones en las llamadas pequeñas ciudades y
aldeas "típicas" es palpablemente un disparate. Lo que uno encuentra en las
pequeñas ciudades aldeas es vida de pequeñas ciudades o aldeas. El lugar de
estudio no es el objeto de estudio. Los antropólogos no estudian aldeas
estudian en aldeas.
·85 El concepto de "laboratorio natural" ha sido igualmente perjudicial, no sólo
porque la analogía es falsa (no existe un laboratorio en el que no se puede
manipular ninguno de los parámetros), sino porque conduce a la creencia de
que los datos procedentes de los estudios etnográficos son más puros o más
importantes o más sólidos o menos condicionados (elementales) que los datos
derivados de otras clases de indagación social. Los hallazgos etnográficos no
son privilegiados, son sólo particulares. Considerarlos algo más (o algo menos)
los deforma y deforma sus implicaciones.
·86 Lo importante de las conclusiones del antropólogo es su complejo carácter
específico y circunstanciado. Esta clase de material producido en largos plazos
y en estudios principalmente cualitativos, con amplia participación del
estudioso y realizados en contextos confinados y con criterios casi
obsesivamente microscópicos, es lo que puede dar a los megaconceptos con
los que se debaten las ciencias sociales contemporáneas esa clase de
actualidad sensata que hace posible concebirlos no sólo de manera realista y
concreta sino, lo que es más importante, pensar creativa e imaginativamente
con ellos.
·87 El problema metodológico que presenta la naturaleza microscópica de la
etnografía no es un problema que pueda resolverse mirando una remota
localidad como si fuera el mundo metido en una taza de té, sino que ha de
resolverse comprendiendo que las acciones sociales son comentarios sobre
algo más que ellas mismas.
·88 El vicio dominante de los enfoques interpretativos consiste en que tienden a
resistir la articulación conceptual y a escapar así a los modos sistemáticos de
evaluación. La interpretación es presentada como válida en sí misma o, lo que
es peor, como validada por la supuestamente desarrollada sensibilidad de la
persona que la presenta; todo intento de formular la interpretación en
términos que no sean los suyos propios es considerado una parodia. En el caso
de este campo de estudio no cabe semejante actitud. No hay razón alguna
para que la estructura conceptual de una interpretación sea menos formulable
y, por lo tanto, menos susceptible de sujetarse a cánones explícitos de
validación que la de una observación biológica o la de un experimento físico,
salvo la razón de que los términos en que puedan hacerse esas formulaciones
son casi inexistentes. Nos vemos reducidos a insinuar teorías porque
carecemos de los medios para enunciarlas.
·89 Existe una serie de características de la interpretación cultural que hacen el
desarrollo teórico mucho más difícil de lo que suele ser en otras disciplinas:
·90 La primera es la necesidad de que la teoría permanezca más cerca del terreno
estudiado de lo que permanece en el caso de ciencias más capaces de
entregarse a la abstracción imaginativa. Esta es la primera condición de la
teoría cultural: no es dueña de sí misma. Como es inseparable de los hechos
inmediatos que presenta la descripción densa, la libertad de la teoría para
forjarse de conformidad con su lógica interna es bastante limitada. Las
generalidades a las que logra llegar se deben a la delicadeza de sus
distinciones, no a la fuerza de sus abstracciones. En lugar de seguir una curva
ascendente de comprobaciones acumulativas, el análisis cultural se desarrolla
según una secuencia discontinua pero coherente de despegues cada vez más
audaces. Los estudios se realizan sobre otros estudios, pero no en el sentido de
que reanudan una cuestión en el punto en el que otros la dejaron, sino que,
con mejor información y conceptualización, los nuevos estudios se sumergen
más profundamente en las mismas cuestiones. Todo análisis cultural serio
parte de un nuevo comienzo. Se movilizan hechos anteriormente descubiertos,
se usan conceptos anteriormente desarrollados, se someten a prueba hipótesis
anteriormente formuladas; pero el movimiento no va desde teoremas ya
demostrados a teoremas demostrados más recientemente. Es esta razón, entre
otras, la que hace del ensayo el género natural para presentar interpretaciones
culturales y las teorías en que ellas se apoyan. Las grandes contribuciones
teóricas están no sólo en estudios específicos, sino que son difíciles de separar
de tales estudios para integrarlas en algo que pudiera llamarse "teoría de la
cultura" como tal, no porque no sean generales, sino porque enunciadas
independientemente de sus aplicaciones, parecen vacías. Puede uno adoptar
una línea de ataque teórico desarrollada en el ejercicio de una interpretación
etnográfica y emplearla en otra, procurando lograr mayor precisión y amplitud;
pero uno no puede escribir una Teoría General de la Interpretación Cultural.
·91 Generalizar dentro de casos particulares se llama generalmente inferencia
clínica. Esa inferencia comienza con una serie de significantes e intenta
situarlos dentro de un marco inteligible.
·92 La segunda condición de la teoría cultural: no es predictiva. Esta limitación ha
sido en general mal interpretada y además exagerada porque se la tomó como
que significaba que la interpretación cultural es meramente post facto. La
conceptualización se endereza a la tarea de generar interpretaciones de hechos
que ya están a mano, no a proyectar resultados de manipulaciones
experimentales o a deducir estados futuros de un determinado sistema. Pero
eso no significa que la teoría tenga que ajustarse a solamente a realidades
pasadas también debe contemplar -intelectualmente- realidades futuras. El
marco teórico dentro del cual se hacen dichas interpretaciones debe ser capaz
de continuar dando interpretaciones defendibles a medida que aparecen a la
vista nuevos fenómenos sociales. En cada estudio no se crean de nuevo
enteramente las ideas teóricas; como ya dije, las ideas se adoptan de otros
estudios afines y, refinadas en el proceso, se las aplica a nuevos problemas de
interpretación.
·93 La distinción que se da en la ciencias experimentales entre "descripción" y
"explicación", se da en nuestro caso como una distinción entre "inscripción"
("descripción densa") y especificación" ("diagnóstico"), entre establecer la
significación que determinadas acciones sociales tienen para sus actores y
enunciar, lo más explícitamente que podamos, lo que el conocimiento así
alcanzado muestra sobre la sociedad al que se refiere y, más allá de ella, sobre
la vida social como tal.
·94 Doble tarea: descubrir las estructuras conceptuales que informan los actos de
nuestros sujetos, lo "dicho" del discurso social, y construir un sistema de
análisis en cuyos términos aquello que es genérico de esas estructuras se
destaque y permanezca frente a los otros factores determinantes de la
conducta humana. En etnografía, la función de la teoría es suministrar un
vocabulario en el cual pueda expresarse lo que la acción simbólica tiene que
decir sobre sí misma, es decir, sobre el papel de la cultura en la vida humana.
·95 La meta es llegar a grandes conclusiones partiendo de hechos pequeños pero
de contextura muy densa, prestar apoyo a enunciaciones generales sobre el
papel de la cultura en la construcción de la vida colectiva relacionándolas
exactamente con hechos específicos y complejos. No es solamente
interpretación lo que se desarrolla en el nivel más inmediato de la observación;
también se desarrolla la teoría de que depende conceptualmente la
interpretación.
·96 El análisis cultural es intrínsecamente incompleto. Y, lo que es peor, cuanto
más profundamente se lo realiza menos completo es. Abrazar un concepto
semiótico de cultura y un enfoque interpretativo de su estudio significa
abrazar una concepción de las enunciaciones etnográficas "esencialmente
discutibles". La antropología interpretativa, es una ciencia cuyo progreso se
caracteriza menos por un perfeccionamiento del consenso que por el
refinamiento del debate. La vocación esencial de la antropología interpretativa
no es dar respuestas a nuestras preguntas más profundas, sino darnos acceso a
respuestas dadas por otros y así permitirnos incluirlas en el registro
consultable de lo que ha dicho el hombre.
TEXTO 5: FOUCAULT
PSICOANÁLISIS, ETNOLOGÍA