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1.- Materiales
Grafito
Lápices de grafito
Grafito en polvo
Carboncillo
Carboncillo natural
Carboncillo comprimido
Lápices de carbón
Lápiz de grasa
Carbón en polvo
Pastel
Pasteles puros
Pasteles blandos
Pasteles duros
Lápices pastel
Pasteles al oleo
Sanguina
Sepia
Cretas
Lápices de colores
6.- Difuminado
Recuperación de un difumino
7.- Claves tonales
Clave mayor alta
Clave mayor intermedia
Clave mayor baja
Bodegón en clave mayor alta
Bodegón en clave mayor intermedia
Bodegón en clave mayor baja
Clave menor alta
Clave menor intermedia
Clave menor baja
Bodegón en clave menor alta
Bodegón en clave menor intermedia
Bodegón en clave menor baja
Proporción
Proporciones estéticas
Proporciones estéticas objetivas
Proporciones estéticas técnicas
Proporciones estéticas expresivas
Canon
Canon natural
Canon histórico
Canon antropométrico
Canon antropométrico estándar
Canon antropométrico óptimo
Canon antropométrico heróico
Canon artístico simbólico
Canon artístico modular
El apunte
El apunte por dibujo de contornos
El apunte por dibujo de tanteo
El apunte por dibujo de garabateado
El apunte por dibujo móvil
El boceto
Dibujo en negativo
Goma maleable
Lápiz carbón
Luz directa y luz difusa
Sombra, penunbra y antumbra
Lápiz borrador
Colores primarios
Color negro
Color gris
Colores secundarios
Círculo cromático
Obtener colores secundarios
Colores terciarios
Obtenener colores terciarios
Contraste de colores
La técnica lineal
Afilado del lápiz
Apuralápices
Modos de tomar el lápiz
Punta de lápices
Lijas
Dibujo a manchas
Corregir puntos oscuros y claros
La técnica tonal
Posiciones relativas de dos circunferencias
Triángulos
Cuadriláteros
La técnica de grisalla
Plantillas
La técnica del matizado
La técnica del bruñido
El tablero
Escala
Escala natural
Escala de ampliación
Escala de reducción
Cuadriculado
Reproducción al mismo tamaño
Reproducción ampliada
Adaptando el papel a las medidas del modelo
Adaptando la escala a las medidas del papel
Traslado de dibujo a otro soporte
Tipos de retrato
CUBO
ILUMINADO CON LUZ ARTIFICIAL
Iluminación con reflector lateral
Iluminación sin reflector lateral
CILINDRO
ILUMINADO CON LUZ ARTIFICIAL
Iluminación con reflector lateral
Iluminación sin reflector lateral
Comparación de entonaciones
ESFERA
ILUMINADA CON LUZ ARTIFICIAL
Iluminación con reflector lateral
Partes de la sombra proyectada
Conceptos básicos
Iluminación sin reflector lateral
RECORDATORIO
1. Materiales
Es muy importante tener las cosas claras para poder experimentar y elegir el
material de acuerdo con el procedimiento técnico que más nos guste o mejor se
adapte a nuestra capacidad o estilo.
Así que voy a tratar de aclarar al menos lo más básico sobre los materiales para
el dibujo en general. Espero que sirva para eliminar dudas.
Grafito.-
Antiguamente se creía que el grafito era una variedad del plomo, de ahí que a
los lápices se les llamase de plomo. Pero en realidad el grafito es una variedad
del carbón. Es carbono natural que se produce por la acción simultánea del calor
y la presión de la tierra sobre el carbón, lo que provoca su cristalización.
Se fabrica en lápiz o en polvo.
Lápices de grafito.
Son la mezcla de grafito puro y arcilla. Son tanto más duros y claros cuanto
más arcilla contengan y más oscuros y blandos cuanto más grafito.
Grafito en polvo.
Se aplica con brocha o trapo y se obtienen difuminados extraordinariamente
delicados y sutiles. Y se abren luces por medio de gomas moldeables con gran
facilidad y resultados muy bellos.
CARBONCILLO NATURAL.
CARBONCILLO COMPRIMIDO.
Es carbón en polvo pero con aglutinante, es menos frágil que el natural pero
más difícil de borrar.
LÁPICES DE CARBÓN.
LÁPIZ DE GRASA.
CARBÓN EN POLVO.
Se aplica con los dedos o trapo (muñequilla) y es ideal para cubrir grandes
extensiones.
Pueden ser pasteles puros (o secos) o pasteles al óleo. A su vez los pasteles
puros pueden ser blandos, duros o lápices de pastel.
Pasteles puros.-
Son pigmentos puros en polvo, mezclados con goma de tragacanto o resina para
aglutinarlos. Se fabrican como barras de sección redonda o cuadrada y también
como lápices recubiertos de madera.
Existe gran variedad de durezas, formas y colores. Los más duros contienen más
aglutinante pero son menos brillantes. Los más blandos son más
luminosos pero más inestables, se desprenden fácilmente del soporte.
Pasteles blandos.-
Son más ricos en pigmento y con el aglutinante mínimo necesario. Son más
luminosos. Permiten aplicar claros sobre oscuros. Se pueden fundir y difuminar.
Se pueden combinar con carboncillos. Tienen una gama de colores más amplia
que los duros. Hay cajas de 12 colores hasta 500 colores. Su inconveniente es
la fragilidad.
Pasteles duros.-
Contienen menos pigmentos y más aglutinante. Su color es menos brillante.
Apenas tienen blanqueantes así que generalmente son colores oscuros.
Son más adecuados, por ser menos frágiles, para las primeras fases de la obra
y para los toques definitivos y para los detalles.
Lápices de pastel.-
Son pasteles embutidos en madera (como los de grafito) conteniendo cera.
Pueden afilarse para trazar líneas muy finas. Son más limpios que las barras. Se
pueden combinar con pasteles blandos y duros, aunque si tienen mucha cera se
mezclan mal con los pasteles en barra. Los hay también de distintas durezas. La
gama de colores es tan amplia como el pastel en barra.
Pasteles al óleo.-
En realidad son tizas con pigmentos poco molidos, con aglutinante de aceite o
de cera de hidrocarburos y grasa animal. Son muy duros y resistentes. Son
pastosos y recuerdan a las pinturas al óleo. Tienen colores vivos y brillantes. No
se pueden aplicar claro sobre oscuro. Son más parecidos a los crayones de cera
que a los pasteles blandos.
Se pueden disolver con alcohol o trementina para conseguir efectos más suaves,
más parecidos al óleo o acuarela. No se combinan con pasteles puros. Son más
baratos que los pasteles puros. Se ensucian menos y no necesitan fijativo. Son
muy resistentes a la luz.
Sanguina.-
La sanguina es una variante del pastel, es decir pigmentos secos en polvo. Lo
que la diferencia del pastel es el origen de los pigmentos. Está hecha
exclusivamente de óxido de hierro. Los matices de esta piedra, llamada
hematite, van desde el escarlata al carmesí, del rojo al castaño o rojo muy
oscuro. Está mezclado con caolín, que es un tipo de arcilla de altísima finura y
calidad con la que se fabrica la porcelana.
Sepia.-
Es otra variante del pastel. Es caolín coloreado Se llama así por que su color
antiguamente se obtenía de la tinta de la sepia o jibia un cefalópodo parecido al
calamar. Actualmente este color se sintetiza, es marrón o terracota oscuro. No
rojizo como la sanguina. Es muy resistente a la luz y se fabrican en tonos claros
y oscuros.
Cretas.-
Son pigmentos de colores comprimidos con arcilla. Son más duras que el
carboncillo, el pastel, la sanguina y la sepia. Generalmente se fabrican en colores
blanco, negro, los colores de la sanguina y de la sepia. Son muy luminosas y
permanentes, difíciles de borrar. Aunque se difuminan relativamente bien.
Se fabrican en barras cuadradas o en lápices con carcasa de madera.
Lápices de colores.-
Aunque modernamente se ha mejorado mucho son poco resistentes a la luz, con
el tiempo pueden perder luminosidad.
El grafito es una variedad del carbón cristalizado, pero los lápices de grafito son
una mezcla de grafito puro y arcilla.
A mayor porcentaje de arcilla más dureza y menos oscuridad.
A mayor porcentaje de grafito más oscuridad y menos dureza.
Para establecer el grado de dureza/oscuridad los lápices de fabricación europea
(los americanos usan otro código) llevan impreso en la caña o carcasa de
madera unas letras y números.
Para los que empiezan con esto del dibujo y no terminan de comprender la
terminología trataré de explicarlo de una forma ordenada y sencilla. Los que ya
tienen experiencia pueden ahorrarse la lectura por que no voy a decir nada que
ya no sepan.
La valoración tonal de una obra puede ser en clave mayor o en clave menor de
acuerdo al grado de contraste. Es mayor cuando además de los grises están
presentes los extremos de la escala que son el blanco y el negro puros.
La clave es menor cuando está presente el blanco o el negro (sólo uno de ellos)
además de los grises.
Y cuando sólo están el negro y el blanco puro se llama escala en alto contraste.
La mayoría de los artistas utiliza una escala de nueve tonos distintos de gris más
el blanco y el negro, como se puede ver en la foto que sigue, aunque hay algunos
que utilizan escalas de 16 tonos e incluso de 30 pero no es frecuente por que
tampoco es necesario para hacer una buena obra.
Los que tenemos menos experiencia normalmente usamos escalas mucho más
reducidas generalmente formada por blanco puro, blanco con ¼ de negro, blanco
con ½ de negro, blanco con ¾ de negro y el negro puro.
Escala alta
Escala intermedia
Escala baja
Para los que no están muy acostumbrados al dibujo dejo aquí algunas
muestras de los trazos más frecuentes que se suelen hacer.
En su “contra” está que es más difícil de borrar, penetra tanto en el poro del papel
que es prácticamente indeleble. De hecho tampoco se puede borrar totalmente
ni el carboncillo ni los lápices blandos, pero la creta mucho menos.
Por ello debe manejarse con más cuidado pero cuando se adquiere cierta
práctica los resultados son mucho más satisfactorios que con el grafito o carbón.
Hasta este momento sólo hemos empleado la creta blanca para los brillos, la
creta blanca mezclada con carboncillo para los tonos gris claro y el carboncillo
solo para el tono gris oscuro, aún no hemos utilizado la creta negra.
Ya se puede ver que tanto la olla como las frutas están tomando
cierto volumen aunque el modelado esté todavía un poco en bruto y la
entonación aún no esté bien ajustada, pero estamos en la fase de valoración y
hay que poner los tonos más oscuros y dar a cada tono el valor que le
corresponde.
En esta fase no hay que preocuparse por los detalles pero hay que procurar que
no se desdibuje la obra. No obstante tenemos la ventaja de que disponemos de
las fotografías de etapas anteriores lo que nos permite recuperar las líneas del
dibujo en caso de que se pierdan con el modelado.
En esta fase he añadido las sombras, es decir los tonos más oscuros, esta
intensidad de negritud no se consigue con el carboncillo, sólo se puede alcanzar
con el lápiz de carbón o con la creta negra.
He utilizado creta por que es más permanente y luminosa que el lápiz carbón y
más limpia. Pero hay que tener la precaución de no hacer “escapadas” que
luego es difícil de borrar. Las escapadas son esas rayas o manchas que se salen
del espacio que les corresponde, con grafito o carboncillo son fáciles de quitar
pero con lápiz carbón o creta siempre dejan su huella. No obstante la goma
moldeable hay que tenerla siempre a mano para corregir estos fallitos.
Y hablando de corregir tengo que corregir la elipse de la boca de la olla por el
lado de la derecha. Ha perdido la simetría con relación al lado izquierdo, más
trabajo para el próximo paso.
Como se puede ver he difuminado, principalmente con los dedos, y en sitios muy
pequeños con un difumino, todos los tonos para hacer degradados y los tonos
contiguos los he fundido para dar continuidad a la superficie de los elementos.
Veréis que en la manzana junto a la olla se me fue la mano, mejor dicho el dedo,
y entre el brillo y la joroba de la sombra me ha quedado “plana” por que falta la
penumbra o sea el tono gris oscuro, sólo está la zona de luz es decir el gris claro.
He dibujado el asa simulando que es de hierro fundido. Primero por que en negro
contrasta mejor con el cuerpo de la olla y segundo por que este tipo de utensilios
se fabricaba antiguamente y aún ahora con asas de hierro. El brillo del asa sigue
su curvatura pero es un brillo de bordes irregulares por que la textura del hierro
es algo rugosa y eso no provoca brillos con bordes cortantes.
Bien, así está de momento la obra. Tanto el caldero como las piezas de frutas
las doy por acabadas. A menos que más adelante advierta algún fallo no creo
que deba trabajarlas más.
Ahora atacaré el recipiente que contiene las frutas. Como en el modelo tampoco
se puede apreciar el tipo de material del que está fabricado por que lo mismo
puede ser de plástico azul o de loza coloreada, he pensado hacerlo de barro
para que haya coherencia entre los elementos que componen el bodegón y que
quede todo en un ambiente rústico.
En esta imagen se puede ver el borde de la boca del caldero ya terminado. He
intentado simular algunas irregularidades en la textura como pequeños golpes o
mordidas debido al uso para darle mayor realismo.
También hice la sombra del asa, aumenté el contraste entre zonas de luz,
penumbra y sombra con lo que consiguió mayor curvatura y por tanto más
volumen. Y terminé la reproducción de la textura del cobre.
He empezado con el plato que como dije será de barro y utilizaré como modelo
uno propio que tengo en casa iluminándolo tal como aparece en la foto del
bodegón modelo.
Está todavía en un estado muy primario pero ya he marcado las zonas de luz y
sombra. Hay mucho por hacer así que me pongo a trabajar.
La principal observación que tengo que hacer es que finalmente decidí eliminar
la sombra que se proyectaba sobre la mesa y encima de las frutas de la izquierda
procedente de un objeto desconocido que se encuentra fuera del encuadre en la
foto del bodegón que estamos utilizando como modelo. No aportaba nada y
distraía la atención sobre el tema, o sea que sobraba.
La cinta de pintor tiene poco pegamento así que se adhiere poco al papel y es
fácil quitarla (está fabricada así para que sea fácilmente “despegable”) no
obstante al ponerla no presionaremos demasiado sobre ella por que no es
necesario y al despegarla lo haremos suavemente para no perjudicar el papel.
El borde lejano de la mesa lo haré inclinado por que como el fondo será mucho
más oscuro que la mesa quiero evitar una horizontal entre ambos tonos para que
no se produzca el efecto “ficha de dominó”.
En la zona de oscuridad total puede haber un negro casi puro (de creta negra)
por la ausencia de luz pero en las zonas más claras (mezcla de creta negra y
blanca) como las sombras son casi transparentes los tonos no deben ser planos
sino que tendrán ligeras variaciones tonales que hace que vibre la luz.
Para que el plano de la mesa no quede reducido a una mancha clara he dibujado
un veteado suave simulando madera tomando como modelo mi propia mesa de
trabajo, pero lo he hecho sencillo para no sobrecargar el dibujo y por que la mesa
no tiene protagonismo.
6.-Difuminado
El difuminado (con difumino o dedos) lo que pretende es que los trazos de grafito
o carbón se integren y se consiga una superficie homogénea y presente un
aspecto pulido, que es el más parecido a una imagen real. En una cara no hay
sombreado “a rayas” sino que son más bien manchas mas o menos oscuras y
eso es lo que se pretende obtener cuando se dibuja a “manchas” a diferencia del
dibujo a lineas.
Muchos artistas profesionales utilizan únicamente los dedos para difuminar. Las
ventajas de difuminar con los dedos son dos: los dedos son blandos y esa
blandura hace que se adapten a las rugosidades del papel entrando en ellas y
llevando el grafito o carbón hasta lo más recóndito de ellas. El difumino también
es blando pero no resulta tan funcional.
La segunda ventaja es que los dedos son húmedos con una cualidad ligeramente
grasienta debido a la transpiración natural lo que facilita que el grafito o
carboncillo se diluya fijándose mejor al papel y con mayor poder cubriente.
Mientras se hace la valoración tonal del dibujo lo normal es dibujar con el lápiz y
difuminar con los dedos, repitiendo esta operación de forma insistente hasta
conseguir el tono deseado. Para ello se alterna dibujo y difuminado sin soltar el
lápiz trabajando de forma automática
Estas son las cinco posiciones básicas de la mano para difuminar. Se utiliza la
yema de los dedos de forma plana y los dedos más gruesos en sitios donde los
perfiles no son demasiado determinados. Los dedos más pequeños se usan en
los sitios más delicados.
Generalmente los dedos más utilizados son el medio y el anular.
Para difuminar en zonas muy pequeñas utilizamos un lado del dedo usando la
parte de la yema que toca la uña. En estos casos los dedos más utilizados son
el meñique y el anular y a veces el dedo medio.
Por el contrario en zonas amplias se puede difuminar con el metacarpo del
dedo pulgar es decir con la parte móvil más ancha de la palma de la mano.
Los cinco dedos de la mano, unos más que otros, se utilizan para difuminar.
En la siguiente foto se puede ver con detalle que partes se usan.
Para zonas muy amplias, como por ejemplo el fondo, usamos la parte plana de
la palma de la mano.
La yema de los dedos en su lado plano la usamos para zonas medias y alguna
pequeña.
Y el lado de la yema que toca la uña se usa en zonas pequeñas.
Recuperar un difumino
Para limpiar un difumino debería bastar frotarlo sobre una lija, yo uso lija del
Cero, este número que indica el poder abrasivo de cada hoja de lija viene
impreso en el reverso de la hoja. Después de lijado sería suficiente con limpiar
la punta del difumino con un trapo.
Se afila como si se desnudara la mina de un lápiz (sacar punta) hasta que quede
a la vista la parte interna del difumino y dándole la forma cónica que corresponde.
Una vez que el difumino ha quedado afilado y con la forma adecuada, la punta
suele quedar con una forma inapropiada para su función.
A continuación se corta la punta para eliminar las barbas sobrantes.
Para lijar difuminos o lápices de grafito, carbón etc. se puede hacer sobre un
trozo de papel de lija o para mayor comodidad sobre una rasqueta.
Esta herramienta, que es una madera plana con papel de lija pegado, la venden
en tiendas de BB AA pero como es un instrumento muy simple lo podemos hacer
nosotros mismos. En la foto 4 se puede ver una rasqueta fabricada por mi mismo.
Recortamos un trozo de papel de lija, con la misma forma que un pequeño listón
de madera de 1,5 cms. de grosor por unos 4 cms. de ancha y por unos 12 de
larga y la pegamos a la madera con cola de carpintero u otro pegamento o bien
la grapamos con la misma grapadora que usamos para grapar un lienzo al
bastidor y listo.
7.- Claves tonales
Escala tonal 1 a 10
Y a su vez dependiendo de que los grises estén en la escala alta, media o baja,
las claves pueden ser clave mayor alta, clave mayor intermedia, clave mayor
baja, clave menor alta, clave menor intermedia y clave menor baja.
Blanco (0), gris claro (3), gris intermedio (5), gris oscuro (7) y negro
Estos que siguen son unos bodegones en las tres claves y escalas ya explicadas.
Los tres son de mi autoría así que ruego que me disculpéis por utilizar mis
propias obras como ejemplo.
Naturalmente en las obras, bodegones, paisajes, retratos etc. los tonos no tiene
que estar distribuidos necesariamente en la forma y proporción de los esquemas
que he puesto de ejemplo, lo que importa es que en las obras se incluyan los
tonos de las escalas alta, intermedia o baja y los no-colores blanco o negro.
En realidad este ejercicio pretende demostrar que con una gama tan limitada se
puede hacer un bodegón con resultados bastantes dignos aunque esté muy lejos
de la calidad pictórica y plástica que se consigue con los pasteles. Pero de
pasteles ya hablaremos otro día.
Para este dibujo he elegido papel Canson, Mi-teintes color Siena por ser un color
que se integra perfectamente en el color general de la obra.
Comenzamos por hacer un dibujo a líneas muy simple sin detalles ni sombreado.
Encajamos en el papel comenzando con un trazo vertical que será el eje de la
botella, a cada lado de este eje dos líneas verticales que limitarán el ancho de la
botella y luego unas horizontales que marcaran la base, la altura, el punto en
que las líneas curvas se cierran ascendiendo hacia el cuello, y otra horizontal
donde terminan su ascenso las lineas curvas y empieza el cuello de la botella.
Una vez definidas las líneas del dibujo, aunque no es imprescindible, borramos
las líneas que nos han servido para encajar el dibujo así como también
los trazos de tanteo y repasamos con un lápiz sepia las líneas definitivas.
A continuación con creta blanca y amarilla destacamos las que serán las zonas
más iluminadas y los brillos.
En este paso difumino el fondo en sepia por ser un color y tono intermedio en el
conjunto, sin degradado ni matices, se trata sólo de oscurecer un poco el fondo
para valorar mejor los elementos que componen el bodegón.
Con creta negra hago un rayado en la botella y vaso para señalar lo que serán
las zonas más oscuras del bodegón.
Y finalmente con creta ocre amarilla hago otro difuminado bastante uniforme
para el plano de la mesa.
Ahora he matizado algo más el fondo, con cambios de color y valor pero sin
trabajarlo demasiado, solo pretendo dale un poco de “atmósfera” a la escena.
Puesto que el volumen de un objeto dibujado viene dado por las sombras que su
iluminación produce en el objeto y en su entorno, es imprescindible tener una
idea básica del efecto de luces y sombras conocido comúnmente como
claroscuro.
Es lo que intentaré explicar con el siguiente ejercicio.
He elegido esta manzana en Internet por ser la más sencilla para dibujar.
Como podéis ver la manzana se inscribe en un rectángulo formado por las líneas
rojas. Pero este rectángulo no es cuadrado por que sus lados verticales son más
largos que los horizontales.
Para cuadrarlo he trazado la horizontal verde más baja y vemos que la manzana
se “sale” un poco por abajo pero prácticamente toda ella está en el interior del
cuadrado.
Además su contorno casi coincide con el de la circunferencia de color azul claro
inscrita en el cuadrado.
Como se puede apreciar las diagonales (azules) son más largas que las
mediatrices (negras)
Bien, pues considerando que la mediatriz mide 10 cm. la mitad de cada mediatriz
mide 5 cm. es decir el radio del círculo que vamos a inscribir. Pues sobre cada
diagonal y a 5 cm. del centro del círculo (centro de la cruz negra) marcamos los
puntos A, B, C y D
Naturalmente el que prefiera otro tipo de papel con el que se encuentre más
cómodo no hay problema pero que sea de color ya que en nuestra obra
usaremos carboncillo pero también tiza blanca.
Pues ahora tomando como referencia la foto de arriba, dibujamos el perfil de la
manzana completando aquellos contornos que quedaron fuera del círculo, sin
olvidarnos del pedúnculo (o pedículo o pedicelo) que es esa ramita que une la
manzana a la rama del árbol.
Y ya que tenemos las mediatrices y diagonales que nos pueden servir de guía,
aprovechamos para insinuar donde irán las sombras y brillos.
Una vez hecho esto borramos todas las líneas auxiliares que sirvieron para
hacer el dibujo a líneas de nuestra manzana, que quedaría así:
Ahora lo que toca es darle volumen a esta figura plana. Recordad la regla: la
luz “dibuja” el contorno y la sombra “pinta” el volumen. Por lo tanto lo primero
que tenemos que hacer es preparar nuestra paleta de grises para pintar la
manzana. ¿Qué grises?
Pues comparamos los tonos de los colores del modelo con la escala de grises
que ya conocemos. (Ver “Escala tonal” en el apartado 3 de “Técnicas de dibujo”)
Impresos sobre la manzana he puesto los números de la escala que más se
parecen y a partir de aquí aplicaremos esos tonos a nuestro dibujo,
convenientemente difuminados.
Con cinco grises distintos más el blanco y negro es posible representar toda la
gama que ofrece el modelo.
Como veis he elegido el tono 8 mucho más bajo que en la foto, por que pienso
que cuando sustituyeron el fondo de la foto por un fondo blanco se comieron la
sombra verdadera. No es creíble que un objeto tan iluminado como esta
manzana produzca sombras tan débiles.
Es conveniente disponer de una lija muy fina para afilar la barra de carbón y la
tiza para obtener una punta fina para algunos detalles.
Una goma de tipo moldeable para borrar las “escapadas” que es el nombre que
se le da a esas manchas o rayas (de carbón o tiza) que se salen de los límites
que les corresponde, o para aclarar en donde nos hayamos pasado con el
carbón.
Foto 5
Y dos trapos, uno seco para limpiar las manchas grandes en el papel y otro trapo
húmedo para limpiarnos (constantemente) los dedos y manos de carbón o tiza
ya que difuminaremos con los dedos tanto los grises claros como los oscuros.
El difumino es mejor dejarlo para el grafito por que arrastra demasiado
el carbón y casi lo borra. El dedo lo funde mejor y lo deja más adherido al papel
debido a su ligerísima humedad que el difumino no tiene.
Antes de empezar con el carbón, borraremos ligeramente el dibujo a grafito para
que quede lo mínimo imprescindible para que “se vea”. Usaremos la goma
moldeable pero no restregando con ella sobre el papel sino “empapando” como
cuando se utiliza una bola de algodón para limpiar una herida y utilizando
siempre una parte limpia de la goma. Como ya sabéis este tipo de goma a
diferencia de las plásticas no produce virutas de goma por lo tanto no es
necesario limpiar después de borrar.
La luz reflejada (4), no es la luz directa procedente del foco que ilumina la
manzana sino la que reflejándose en la mesa “rebota” contra la parte posterior
de la manzana produciendo en ella una ligera iluminación, o para ser más
preciso, una sombra más transparente.
Cuando a una parte de un objeto no le llega luz, esa zona no iluminada tiene
una sombra opaca, pero cuando le llega “suficiente” luz su sombra es
transparente por que permite ver el color de ese objeto. Esa es la razón de que
las sombras sean de colores, ni mucho menos son siempre “negras”, sino del
que corresponda en cada caso.
También he bajado un poco los dos brillos arriba a la derecha que competían
con el brillo principal de arriba a la izquierda y ahora están en su tono correcto.
Para este ejercicio he elegido esta pareja de loros. Los loros son en general
monomórficos, es decir, que no presentan diferencias entre sexos, a excepción
de los periquitos, las ninfas y los loros Eclectus que tienen un acentuado
dimorfismo sexual.
Su esquema cromático es el doble triádico: los tres primarios: amarillo (pico del
loro verde) rojo (cabeza del loro rojo) y azul (nuca del loro rojo) y tres colores
terciarios: verde-amarillo (cuerpo del loro verde) y dos adyacentes del rojo que
son el azul-violeta (espalda del loro rojo) y rojo-naranja (cuello del loro rojo)
Bien, pues vamos a la faena.
Un dibujante profesional haría directamente el dibujo pero como estas notas van
dirigidas a principiantes que aún no dominan el dibujo lo haremos cuadriculando
el modelo que es el método clásico de reproducción en la técnica del dibujo y
que históricamente han utilizado los más grandes maestros.
Si dibujásemos de inicio con el lápiz azul no podríamos corregir los errores sin
ensuciar el papel, dibujando con lápices de color la goma no se utiliza, ensucia
y no borra totalmente el color. Por eso conviene estudiar bien los colores que se
van a utilizar y hacer las pruebas de color en papel aparte. De modo que en
cuanto empecemos con el color nos olvidamos de la goma.
Tanto al dibujar con grafito como al repasar con azul el trazo debe ser muy suave
para evitar el “esgrafiado” posterior consecuencia de los surcos creados en el
papel por la presión ejercida con el lápiz. En las fotos de mi dibujo el trazo está
oscurecido con un programa de tratamiento de imágenes ya que apenas se veía.
Empezamos por la cabeza cubriendo el blanco del papel con una capa de
amarillo suave sobre la que superponemos otra de rojo, se trata de obtener un
rojo anaranjado por mezcla óptica, equivalente a lo que en óleo sería una
veladura, por lo tanto el color rojo debe aplicarse sin “matar” el amarillo hay que
dejar que este “respire” a través del rojo.
En la parte anterior del cuello (debajo del pico) dejamos que predomine el
amarillo para reproducir un naranja claro. El pico lo pintamos con negro sobre
amarillo. Y el blanco del ojo es el color del propio papel que previamente hemos
dejado en reserva, ya que el lápiz blanco “apastela” el color y además elimina el
“efecto grano” del papel, pero no tiene utilidad como tal blanco.
Y la nuca de azul claro sobre la que hacemos un rayado ligero de azul oscuro.
Con el mismo azul oscuro sombreamos entre el ojo y el pico y en la zona de
solapamiento entre la cabeza roja y la nuca azul.
He dibujado con azul (el mismo que el oscuro de la nuca) las sombras entre las
plumas superpuestas que en la etapa anterior marqué con rojo claro. Con el
mismo azul he dado una primera capa a la zona oscura de las patas y extremo
de la cola.
Esta capa, y todas, debe ser muy suave, por que si apretamos el lápiz sobre el
papel sobrecargamos esa zona de la cera que contiene el lápiz provocando dos
resultados negativos, primero creamos una zona pulida y de brillo que afea el
dibujo y segundo las capas de color rojo y verde oscuros que vamos a
superponer no se fijarán bien por tener ya cubierto todo el granulado del papel
con el azul y lo que queremos es una mezcla óptica que produzca una sombra
oscura sin tener que utilizar el negro de forma tan masiva sino los mismos colores
(rojo, azul y verde) que forman parte del esquema cromático general y de paso
evitamos ese tono carbonero y sucio del color negro.
Sobre la base amarilla sobreponemos otra de verde claro, recordad que con
lápices de colores se pinta de “menos a más”, es decir de claro a oscuro, y una
vez más dejando respirar el amarillo de base.
Con azul insinuamos ligeramente las sombras del plumaje, siempre siguiendo el
volumen del cuerpo y con los pequeños trazos en la misma dirección en cada
grupo de ellos evitando los cruces, tramados y cambios de dirección caprichosos.
De esta forma con el verde y el azul vamos modelando el volumen del cuerpo.
Intensificamos el color con verde más oscuro pero de modo que se aprecien los
tres tonos, el claro del amarillo, el intermedio del verde claro y el oscuro del
verde oscuro lo que define mejor el volumen.
Y las sombras más profundas, entre el cuerpo y el ala, con azul oscuro para que
cuerpo y ala queden bien separados.
Para evitar que se ensucie el dibujo con el roce y el calor de nuestra mano
utilizaremos un papel limpio sobre el que apoyaremos la mano evitando que el
papel se desplace sobre el dibujo y este frotamiento lo emborrone.
Bien, pues ya está casi terminado el loro macho. Recordaréis que está pintado
sólo con tres colores: amarillo claro, verdes claro y oscuro y azul oscuro. El loro
hembra, con amarillo claro, rojos claro y oscuro y azules claro y oscuro.
Y esta es la obra acabada. Espero que os guste y que este ejercicio os haya sid
Leer más: http://valero7.webnode.es/tecnicas/a10-pintando-con-lapices-de-
colores/
11.- Dibujando con grafito
Como modelo para este ejercicio he elegido mi propia mano, haciendo un chiste
fácil por que era el modelo que tenía más a mano.
Normalmente uno de sus extremos lo usamos para tonos claros y el otro para
fundir tonos oscuros. Al cerrar los poros del papel se consigue un sombreado
uniforme, esto acentúa el efecto volumétrico y suaviza las transiciones entre
sombras y luces.
Difuminos de 10, 8 y 4 milímetros.
En esta fase en el dedo medio, corazón ó dedo tercero, que de las tres maneras
se le puede llamar, he hecho una base rayada con lápiz 2B muy suave ya que
estos trazos deberán desaparecer con el difuminado o esfumado,
dejando reservas para luces. Estas líneas de base se pueden dibujar paralelas,
en zig-zag ó en ovillo para facilitar su fusión.
Con relación a los lápices en general recomiendo los de carcasa hexagonal, ya
que los cilíndricos suelen rodar sobre la mesa de trabajo y caer al suelo. Estos
golpes rompen la mina en su interior y cuando sacamos punta se desprenden
fácilmente lo segmentos de mina lo que ocasiona un bajo aprovechamiento del
lápiz que si es de calidad suele ser algo caro.
Y ya que hablamos de sacar punta al lápiz, comentaré algo básico sobre las
formas de afilar un lápiz. Hay tres clases de afilado:
En esta última fase queda terminado el dedo medio una vez hechos los acentos
de las sombras más oscuras con un lápiz 4B. Con la goma maleable he hecho
los realces de luz. La sombra se acentúa, la luz se realza.
La idea más común es que la goma sirve para borrar las líneas o manchas
sobrantes en un dibujo, pero también sirve para dibujar por que el lápiz dibuja la
sombra pero la goma dibuja la luz. En la práctica se dibuja con lápiz, difumino y
goma. Me atrevo a afirmar que los tres instrumentos en la misma jerarquía. La
goma como instrumento de dibujo está a la orden del día.
Hay muchas marcas y tipos de goma, incluso borradores eléctricos. Las más
populares son la plástica, muy suave, no abrasiva y no daña el papel; la de miga
de pan, de caucho sintético muy apropiada para grafito; pero mi favorita es
la maleable que es la que he usado para este dibujo.
Estas son las gomas mencionadas la 430 plástica, la 612 de caucho sintético y
la goma maleable con la forma en la que más habitualmente la uso, puntiaguda,
para borrar muy pequeñas zonas de grafito, creando “manchitas” claras o
“trazos” claros.
En esta imagen se puede ver como abro pequeñas luces en una zona de sombra
creada previamente con un rayado de grafito y pulida posteriormente con
difumino. El punteado con la goma es la operación final.
Y así es como está hasta este momento el dibujo de una mano hecho según el
procedimiento explicado para el dibujo del dedo medio. Es decir, rayado con
lápices grafito de los tonos que convenga, difuminado con el grosor de difumino
que interese y posteriormente apertura de luces con goma maleable.
Para este trabajo es preferible pinceles de pelo corto, más o menos ancho según
el trazo o la mancha que queramos hacer. Usando pinceles distintos para tonos
distintos vamos modelando el claroscuro y reservando blancos aunque luego
usemos la goma para las luces y brillos.
Ahora dibujamos el fondo en una gradación de gris claro a negro desde abajo
hacia arriba. Lo haremos con un lápiz de tono muy bajo, es decir un 8B. Como
el campo a rellenar es relativamente grande y para evitar sacar punta al lápiz
constantemente utilizamos una barra de grafito y con un difumino fundimos los
trazos de grafito.
Una barra de grafito, como se puede ver en la fotografía, es una mina de grafito
pero sin la carcasa de madera que tienen los lápices de modo que para cubrir
extensiones grandes resulta muy práctica ya que no hay que sacar punta, toda
la barra es "punta". Se fabrican en diversos tonos como los lápices de grafito y
se identifican por el mismo código de número y letra.
Y ya doy por finalizado este ejercicio de dibujo al grafito con lápiz de grafito, barra
de grafito, polvo de grafito, difumino (o esfumino), pincel y borrador. Espero que
haya servido de ayuda.
Si vamos a dibujar un pie no puede ser un pie cualquiera, así que he elegido un
pie de oro en sentido literal de la palabra. Nuestro modelo será la reproducción
en oro del pie de un personaje famoso aunque no diré quién es para evitar
polémicas ajenas al arte.
Los pies y manos son las partes de una persona más difíciles de dibujar, ahí es
donde la mayoría de estudiantes se traba, pero con algo de práctica se puede
superar esta dificultad. La clave está en entender la estructura ósea del pie y la
forma de construirla de manera esquemática.
En este paso tenemos que ajustar lo más posible las direcciones de los trazos y
las proporciones entre las diferentes partes que componen el pie, este es el
momento de corregir todo los errores tomando las referencias con respecto del
modelo que sean necesarias hasta estar seguros de que el modelo encajaría en
nuestro esquema. Lo que dejásemos pendiente de ajuste sería más tarde
incorregible sin que el dibujo se viese seriamente afectado.
Utilizando como guía los trazos del encajado, dibujamos el contorno del pie
procurando que el perfilado se aproxime al modelo lo mejor posible para evitar
deformaciones.
Marcamos con un punto suave el punto de destino de la línea que vamos a trazar
y desde el punto que determinemos como origen ensayamos varias veces el
movimiento de la mano en el aire sin que el lápiz roce el papel simulando que
estamos trazando la línea desde el punto de origen al de destino.
Tomando como modelo la fotografía del pie de oro o el boceto a grafito, ya que
lo tenemos, repetimos el dibujo del contorno del pie en papel apropiado para el
tipo de lápiz sanguina, yo he elegido papel Canson.
Esta forma de dibujar con la goma es lo que se llama dibujar en “negativo” por
similitud con el negativo de una fotografía “analógica” cuando se abren luces
con goma en un dibujo al carbón.
Si no tenemos goma maleable para dibujar líneas finas de “luz” se puede utilizar
un lápiz-goma, que como su nombre indica es un lápiz que en lugar de grafito
contiene una “mina” de goma, es decir que en lugar de escribir borra.
Cuando la goma que está a la vista se acaba se afila como cualquier lápiz,
aunque aconsejo que se utilice un afilador o sacapuntas de tipo escolar, ya que
con la cuchilla es difícil conseguir una punta fina pues la goma se dobla con el
empuje de la cuchilla.
Con el lápiz pastel blanco realzamos las luces abiertas anteriormente con la
goma maleable. Con esto aumentamos el contraste entre luces y sombras con
lo que conseguimos tres cosas, dar mayor sensación de volumen, definir las
formas e insinuar algo mejor la textura de la piel.
Llegados a este punto podríamos dar por acabado este ejercicio de dibujo de un
pie a la sanguina pero avanzaremos otro paso más.
4.-La composición es el modo en que el pintor dispone los elementos del modelo.
La composición es tan importante que es preferible un dibujo sencillo pero con
buena composición que uno muy complejo pero con una composición mala.
Aunque en el apartado de "Composición" ya vimos algunos aspectos sobre este
tema en el futuro lo volveremos a tratar más en profundidad, ahora no toca.
La distancia entre la punta del lápiz y nuestro dedo será la medida de referencia
con la que compararemos las siguientes que haremos. Conviene hacer esta
operación con un ojo cerrado para evitar la doble imagen que puede
confundirnos.
Medimos el alto aparente de la botella
Siguiendo el mismo procedimiento explicado anteriormente medimos la altura
aparente de la botella. Es imprescindible que esta segunda medida se haga
desde el mismo sitio en que se hizo la primera, tomarlas desde puntos de vista
distintos invalidará la comparación entre ambas.
Como se puede ver he improvisado un “fondo infinito” con una hoja de papel
blanco barato, del que se utiliza para dibujar borradores y bocetos, de 100 x 70
cm, para que sirva de contraste para la botella y el instrumento de medida.
Aunque todas las fotografías están tomadas desde el mismo punto de vista y
distancia al modelo, al recortarlas para adaptarlas al espacio gráfico de esta
página Web el modelo ha quedado de tamaños diferentes.
Por lo que concluimos que la altura de la botella es algo más de dos veces y
media lo que mide de anchura. Esta relación entre el ancho y el alto es la primera
proporción analizada.
Estas medidas que hemos trasladado al papel tenían por objeto explicar
mediante una forma gráfica como “calcular” la proporción entre el ancho y el alto
del objeto que vamos a dibujar, cuando se tenga experiencia no será necesario
dibujarlas por que la estimación la haremos “a ojo”. Al no tener que trasladarlas
al papel tampoco será necesario el compás, se puede utilizar un lápiz u otra
varilla.
Recordareis línea B (o sea altura) es igual a A+A+X (o sea dos veces el ancho
más el segmento X) De modo que si a la base le damos 8 centímetros la altura
tendrá 8 + 8 + 5. Este cinco, algo más de la mitad de 8, es estimativo ya que no
se trata de hacer una reproducción de la botella mediante un dibujo técnico de
alta precisión.
Como vemos la medida A (la unidad de medida) cabe una vez dentro de la
medida C y sobra un segmento X que comparado con la unidad de medida A es
equivalente a su tercera parte. Por lo tanto la medida C (distancia entre la base
de la botella y el borde superior de la etiqueta) es igual a la medida A (ancho de
la botella) más un tercio.
Medimos la distancia entre el nivel del vino y el borde superior del tapón.
Llevamos esta medida al papel y la llamaremos medida D
En una fotografía no se puede obtener con la misma nitidez dos objetos que se
encuentran en tan diferentes planos espaciales. Se si enfoca uno (el compás) el
otro (la botella) queda fuera de foco, esta es la razón de que la botella se vea tan
borrosa pero al natural este problema apenas existe por lo que la “medida” con
el compás se ve claramente.
Podemos ver que el ancho del cuello de la botella cabe tres veces en el
ancho del cuerpo y sobra un poco, o lo que es lo mismo el ancho del cuello
mide algo menos que la tercera parte del ancho de la botella.
He ampliado la foto de estas medidas para que se vean mejor pero ambas
mantienen las mismas proporciones en relación al resto de medidas.
Trazamos las curvas, simétricas al eje vertical, de los hombros de la botella que
son la parte en que el cuerpo de la botella se estrecha subiendo hacia el cuello.
Dibujamos el reborde del tope del tapón italiano algo más ancho que el cuello de
la botella y biselamos sus ángulos. Trazamos las dos líneas horizontales
paralelas que definen el anillo o doble gollete de la boca de la botella y que
deforman ópticamente el cuerpo del tapón.
Para el que no lo tenga muy claro el bisel es el corte en oblicuo del borde de una
plancha o lámina, que no hay que confundir con el canteo que es el labrado
redondeado del borde de una pieza.
A la izquierda de la imagen se puede ver los distintos tipos de biselado y
a la derecha de canteo.
En este paso trazamos la elipse que representa el nivel del vino en torno a la
botella Paralelas a la curva de esta elipse trazamos las curvas que limitan los
bordes superior e inferior de la etiqueta.
Este tipo de triángulos son los que resultan de unir tres puntos de la superficie
de la esfera (por ejemplo una pelota de fútbol) o de un elipsoide (por ejemplo una
pelota de rugby) pero eso pertenece a la geometría esférica y elíptica que nos
enseña entre otras cosas que la distancia más corta entre dos puntos de una
esfera no es la línea recta sino obligatoriamente una línea curva.
He dibujado estos ejemplos de triángulos curvilíneos.
En la geometría plana estudiamos los triángulos rectilíneos formados por tres
líneas rectas pero en la geometría esférica se estudian los triángulos curvilíneos
formados por tres líneas curvas y los mixtilíneos formados por rectas y curvas.
Bien, continuemos con el dibujo. Lo primero, tal como hicimos con la botella, es
hacer la caja en la que “meteremos” el vaso, para ello necesitamos puntos de
referencia.
Comenzamos midiendo la distancia entre el nivel del vino de la botella y el punto
más alto del borde de la boca del vaso (1) medida que resulta ser ligeramente
mayor que la mitad del ancho de la botella (2) Recordad que el ancho de la
botella es “la unidad de medida” que habíamos determinado como patrón de
comparación de todas las demás.
A la altura calculada trazamos una horizontal.
Medimos la altura total del vaso que es exactamente la misma que el
ancho de la botella.
A la altura del borde inferior del vaso trazamos otra horizontal por tanto paralela
a la anterior que entre ambas delimitan la altura del vaso.
Medimos la distancia entre los dos perfiles más alejados del modelo que son el
perfil derecho de la botella y el borde izquierdo de la boca del vaso, cuya longitud
equivale al ancho de la botella más la mitad del ancho de la botella, es decir el
ancho de la botella multiplicado por 1,5
De acuerdo a la medida tomada en el paso anterior trazamos una vertical
que limita la caja por el que será el lado izquierdo del vaso.
Siguiendo el procedimiento habitual medimos el ancho de la boca del vaso
y comparándola con nuestra “unidad de medida”, es decir el ancho de la
botella, resulta que su longitud equivale a los tres cuartos de dicha unidad
de medida.
Este ancho de la boca del vaso es lo que determina el ancho de la caja que
estamos construyendo trazando la vertical derecha.
Medimos también el ancho de la base del vaso, que equivale a algo menos
de los dos tercios del ancho de la botella. Llevamos esta medida sobre el
lado inferior de la caja centrándola sobre el mismo. De momento dejamos
sólo las marcas.
Trazamos una paralela por debajo del lado superior de la caja del vaso y a
una distancia de este igual al eje menor de la elipse dibujada en la botella.
En este rectángulo dibujaremos otra elipse que será el borde de la boca del
vaso.
Tal como dijimos, en esta imagen se puede ver la elipse dibujada en el vaso.
También dos rectas inclinadas que unen los extremos de la elipse con los
puntos marcados en la base del vaso en pasos anteriores.
Llegados a este punto recordemos lo que hemos hecho.
En rojo he marcado las medidas que hemos tomado y que nos han servido
de referencia para trazar las líneas de encaje del vaso.
En la tercera el mismo disco visto desde una perspectiva con un punto de vista
más bajo lo que aumenta la excentricidad de la elipse.
e=c/a
e = excentricidad
c = semidistancia focal
a = semieje mayor
Eje mayor = A – H
Eje menor = L – V
E = 4/5
Este es un ejemplo de elipse con excentricidad de 3/5
Cuanto menor sea la excentricidad, es decir cuanto más se aproxime a cero,
menos achatada estará la elipse o lo que es lo mismo más se parecerá a un
círculo cuya excentricidad es cero.
Cuanto mayor sea la excentricidad, es decir cuanto más se aproxime a uno, más
achatada estará la elipse o lo que es lo mismo más se parecerá a una línea recta
(achatamiento total) cuya excentricidad es uno.
Y este es el resultado final del proceso de encuadre y encaje del dibujo una
vez rematados algunos detalles como el gollete de la botella, distorsión del
perfil de la botella visto a través del vaso, etc. y después de borrar las líneas
de encaje y de tanteo.
Y hasta aquí hemos llegado. Como siempre, espero que haya servido de
ayuda a los que se inician en este oficio de dibujante.
En esta ocasión vamos a dibujar un retrato. Aprovechando que tengo que hacer
un retrato por encargo mostraré aquí el proceso paso a paso.
La foto del modelo, Sergio un niño de nueve años, entregada por el cliente es
esta.
Como el formato del soporte (papel Canson Mi-teintes, de 50 x 65 cm.) no es
muy grande si hago el dibujo tal cual es la foto (casi media figura) el rostro
quedaría muy pequeño así que he decidido modificar el encuadre (“recortando”
la foto) para que el rostro aumente su tamaño en el papel haciendo de paso más
cercano al niño. El modelo definitivo será este.
Este es el dibujo en el primer paso.
Una vez terminado el dibujo a líneas, que no es necesario que sea detallado ni
hay que preocuparse demasiado por el parecido exacto porque eso ya lo
haremos con los pasteles, lápiz de carbón y lápices de pastel, eliminamos las
líneas sobrantes de encaje y tanteo con una goma maleable.
Pero antes de seguir con el trabajo, debemos repasar algunos conceptos básicos
sobre el dibujo de retratos.
Si tomamos como referencia el ancho de la frente, es decir desde las cejas hasta
el nacimiento del cabello (distancia entre las líneas B y C) podemos comprobar
que es igual a la distancia entre las cejas y el final de la nariz (distancia entre las
líneas C y D) y también es la misma distancia que hay entre el final de la nariz y
el perfil del mentón (distancia entre D y E)
Sobre el eje vertical se sitúan la nariz y la boca. Este eje es el centro simétrico
del rostro, de manera que ambos lados del mismo, derecho e izquierdo, son
duplicados invertidos.
Si dividimos el ancho de la cabeza en cinco partes iguales (líneas verdes) se
puede ver que los ojos tienen la misma anchura que cada una de estas cinco
partes, es decir un ojo mide la quinta parte del ancho total de la cabeza.
Además la distancia entre los ojos mide igual que el ojo, lo mismo sucede con el
ancho de la nariz y el ancho de la barbilla. Es decir que tanto ojo, separación
entre ojos, nariz y barbilla, miden cada uno la quinta parte del ancho total de la
cabeza.
Para finalizar hay que decir que el perfil del labio inferior coincide con la
horizontal que divide en dos partes iguales la “unidad de medida patrón” inferior
de la cabeza.
Todo lo comentado anteriormente se refiere al canon de la cabeza de un
adulto/a, pero como en este trabajo vamos a realizar el retrato de un niño
conviene recordar lo más básico sobre el canon de la cabeza del niño.
En el caso de los niños/as el canon varía como puede apreciarse en las figuras
de arriba con imágenes de niños de dos, seis y doce años en comparación con
la imagen de un adulto de 25 años.
Los ojos.
En los niños los ojos se encuentran situados por debajo del eje horizontal de la
caja. Son las cejas no los ojos los que están sobre el eje horizontal. Al aumentar
la edad el desarrollo craneal hace que los ojos vayan acercándose a ese eje.
Además los ojos están más separados que lo indicado en el canon para adultos.
También los ojos del niño son más redondeados, menos rasgados que en un
adulto.
Las orejas se sitúan más abajo que en los adultos. También la nariz es más corta
y la boca más estrecha cuanto más pequeño es el niño.
La caja.
Como se puede apreciar en las imágenes el canon del niño de seis años está
aún cercano al del niño de dos años mientras que el del niño de doce años ya
se aproxima al canon adulto.
Por ello si situamos la masa tonal, es decir la cabeza, cuello, hombros y escote,
en el centro real del papel o lienzo, el dibujo aparecerá como descentrado hacia
abajo, por lo tanto conviene que la cabeza esté situada algo por encima del
centro visual. Esto es en lo que se refiere a la altura de la cabeza en el formato,
pero en sentido horizontal la cabeza debe quedar situada en el centro del ancho
del papel cuando la pose es frontal como en el retrato que nos interesa ahora.
Cuando la pose es en tres cuartos de perfil la cabeza estará algo descentrada
dejando más espacio por delante de ella que por detrás para evitar la sensación
de agobio por falta de espacio.
Si la pose es de perfil deberá dejarse aún más espacio por delante que por
detrás.
Resumiendo, las dos normas básicas del encuadre de una cabeza son: en
altura, la cabeza por encima del centro visual. En anchura, cabeza centrada en
pose frontal y más espacio por delante que por detrás en poses de tres cuartos
de perfil o perfil.
No voy a extenderme más con estos conceptos básicos pues no se trata ahora
de impartir un curso sobre el dibujo de la cabeza humana, de lo que habría que
hablar mucho, sino que he tratado de dar algunas indicaciones elementales
relacionadas con un retrato de niño en pose frontal.
Bien pues retomo el trabajo. Como norma general siempre que empiezo una
obra nueva resuelvo primero la parte más difícil, en el caso de un retrato lo
habitual es comenzar por los ojos.
Con lápiz carbón redibujo los ojos comenzando primero por el iris con un gris
medio en el que destaco con negro las pupilas y realzo los brillos con lápiz pastel
blanco quedando de esta manera establecido el mayor contraste tonal de toda
la obra, ninguna sombra en el dibujo tendrá un valor tonal más bajo que las
pupilas (negro) y ninguna zona iluminada tendrá mayor realce que sus brillos
(blanco). Entre estos dos tonos extremos se desarrollará una gama de grises,
llamada valoración tonal, que servirá para modelar el personaje y hará que
adquiera volumen.
Al dibujar los ojos, con iris, pupilas y brillos, hay que procurar que ambos “miren”
en la misma dirección para evitar el efecto “bizqueo” tan frecuente en los
dibujantes novatos.
Sigo con el borde de los párpados y quiero recalcar que en un ojo abierto la curva
del párpado superior es más cerrada que la del párpado inferior que es más
“plana”, por lo tanto debemos tener cuidado de no dibujar el borde de los
párpados con dos curvas iguales, superior e inferior, que es un error típico de
principiantes.
A continuación dibujo las cejas que son muy importantes pues contribuyen
decisivamente en la expresividad del personaje. Al dibujarlas hay que tener en
cuenta que tiene luces y sombras, es decir diferencias tonales que se
representarán mediante cortos trazos que a la vez marcarán la dirección de su
curvatura.
Para finalizar esta primera fase dibujo la nariz colocándola en su lugar correcto
y con su proporción y forma adecuada.
En esta segunda fase del modelado doy un avance de “calidad”. Sombreo el
entorno de párpados, cejas, ojos y espacio entre ellos. También aclaro las zonas
iluminadas.
Dibujo las pestañas, más densas siempre en el párpado superior lo que provoca
una sombra sobre la esclerótica que sigue la curva del borde del párpado,
sombra que también dibujo en sus extremos. De este modo quedan los ojos
configurados en sus tres características
principales: forma exacta, tono (equivalente al color del iris) y luz.
Para terminar esta segunda fase, trabajo la nariz que generalmente vista de
frente presenta una gran dificultad. Una nariz de perfil o de tres cuartos es
relativamente fácil de dibujar.
Una nariz vista de frente no se dibuja con líneas sino con manchas, es decir con
variaciones tonales que reproducen sombras, penumbras, luces y brillos. Se
trata de ir modelando una figura plana hasta conseguir su anchura, longitud y
profundidad correctas, o sea su relieve dado que la nariz es la parte más
sobresaliente de un rostro.
Para acabar esta fase defino el perfil de los labios y dejo ligeramente insinuados
sus sombras con un semitono general y sus brillos sin demasiado realce.
También hago las sombras producidas en las comisuras, igualmente en un tono
intermedio, y en el filtrum labial, que es ese surco existente entre el final de la
nariz y el centro del borde del labio superior.
Aumento la sombra del labio superior en el lado derecho del tubérculo central
que es la parte prominente del centro del labio, también en el lado izquierdo pero
menos intensa de modo que el tubérculo quede más iluminado.
Dibujo la sombra que el labio superior proyecta sobre los dientes y que sigue
todo el perfil del labio oscureciéndose en ambos extremos.
La separación entre dientes debe ser muy suave, dibujarla con trazos agresivos
hace muy fea la dentadura.
Acentúo la sombra del filtrum labial y la luminosidad de las columnas del filtrum
especialmente la del lado izquierdo según lo vemos. Dibujo una línea de luz
sobre el arco de Cupido que es esa curvita en el centro del perfil del labio
superior que cierra por abajo el filtrum labial. Esta línea de luz, llamada “línea
blanca del labio” debe prolongarse por todo el borde del labio superior y también
del inferior.
En esta etapa ataco la oreja. Sobre un fondo claro con lápiz carbón redibujo la
oreja para definir mejor los detalles. Luego “relleno” todo con sombra oscura y
con lápiz pastel blanco destaco las luces y brillos. Los trazos de luz y sombra
deben dibujarse con determinación, esto es importante porque no es por lo
blanco por lo que vemos mejor sino por las medias tintas y las fuertes sombras.
Por lo tanto hay que observar bien los límites de la sombra, del medio tono y de
los claros. Esta oreja está dibujada solamente con estos tres valores.
En este paso he modelado todo el rostro desde la raíz del cabello hasta
la barbilla y desde la oreja terminada hasta la que dibujaré en el próximo paso.
Aunque el modelo está iluminado con una luz difusa frontal, de ahí las pocas
sombras que proyecta la nariz, también se puede apreciar una luz de relleno
lateral baja dirigida en diagonal ascendente (que apenas llega hasta el cabello)
procedente del lado derecho cuyos efectos más significativos son dos. Por un
lado produce un perfil de la cara fuertemente iluminado por ese lado mientras
que el lado izquierdo tiene un sombreado de gran contraste con relación al fondo.
Sobre la capa de carboncillo anterior y con creta negra, de mayor poder cubriente
y negritud más intensa que el carbón, difumino otra capa procurando que la zona
de la raíz del cabello y de la parte superior queden con la capa subyacente
anterior que es más clara.
Esto tiene por objeto que el encuentro entre la frente y el cabello no presente un
borde cortante, sino que sea suave y sobre el que posteriormente dibujaremos
el nacimiento de los cabellos.
Igualmente en el borde superior de la cabeza ya que en este el pelo debe dejar
paso a la luz para que no parezca una cabeza compacta de muñeco de goma.
Antes de seguir trabajando el cabello recupero el trazado del perfil superior que
estaba algo desdibujado, es conveniente para que no se
produzcan escapadas que desproporcionen la masa del pelo en relación al resto
de la cabeza.
En este paso y sobre un fondo claro casi blanco, con un lápiz carbón bien afilado
dibujo las puntas de los cabellos ascendiendo desde la oreja por el perfil superior
del cabello hasta aproximadamente la mitad de la cabeza.
Posteriormente dibujo el nacimiento del cabello subiendo desde la oreja hasta la
sien izquierda, según lo vemos. En esta unión entre el cabello y la frente
debemos conseguir la mayor suavidad posible de modo que apenas se aprecie
los trazos del lápiz para que el nacimiento del cabello no parezca el clásico “pelo
de muñeca” tan habitual en los retratos de aficionado.
Al mismo tiempo y desde la raíz del pelo trazo curvas direccionales con
lápiz blanco que servirán más adelante como referencia para los brillos.
No quiero finalizar estos comentarios sin hacer una referencia a algo muy
importante de lo que apenas he hablado a lo largo del desarrollo de la obra: el
fondo.
Una cosa es un retrato dibujado y otra un retrato pintado. Todos los autores
coinciden en que un retrato pintado debe tener un fondo pintado y gran número
de autores consideran que el fondo de un retrato dibujado debe ser el propio
papel virgen, es decir fondo blanco si el papel es blanco, gris si este es su color,
etc. esto suele ser lo más corriente, quizá por la influencia actual de la fotografía.
Yo prefiero los fondos pintados en los retratos pintados y los fondos dibujados
en los retratos dibujados.
Los fondos, siempre tan difíciles, sirven para crear contrastes provocados que
realzan las partes iluminadas y las partes en sombra del modelo. Crean
un espacio que separa al personaje del fondo y un ambiente atmosférico que
envuelve al modelo evitando que parezca una imagen recortada y pegada a un
soporte, lo que me da pie para recordar que en cualquier retrato hay que resolver
el equilibrio entre la masa-modelo y la masa-fondo.
El fondo es una masa tonal en competencia con la masa tonal del modelo, por lo
tanto la masa tonal de un fondo monocolor (aún más si es blanco) provoca un
desequilibrio perjudicial en tono y en masa, y todas las partes de una obra,
incluido el fondo, deben estar al servicio del motivo principal. Para obtener un
buen equilibrio de masas hay que huir tanto de una igualdad excesiva modelo-
fondo como de una disparidad absoluta.
En esta obra he decidido hacer un fondo cuyos tonos altos y bajos lo son menos
que los del modelo. En el fondo no hay ningún tono que sea tan oscuro como el
más oscuro del modelo y tampoco hay ningún tono tan claro como el más claro
del modelo. Es decir el mayor contraste tonal se encuentra en el modelo y no en
el fondo. Se podría decir que para el fondo he elegido los tonos intermedios
(blanco con ¼ de negro, blanco con ½ de negro y blanco con ¾ de negro) de
la escala acromática de grises neutros lo que en la práctica se traduce en un
“alejamiento” del fondo con respecto al modelo.
Para dibujar líneas se utiliza la arista del pastel en barra de sección cuadrada.
Para manchas degradadas se pinta con la superficie plana de un lado y luego se
funde con los dedos. Como el pastel tiene un gran poder cubriente se pinta claro
sobre oscuro.
Para corregir se borra fácilmente con un trapo y si hay que borrar pequeños
detalles se utiliza la goma maleable y luego se pinta encima. Como no es
conveniente mezclarlos mucho se fabrica en una amplísima gama de colores.
Combina bien con carboncillo, lápices de carbón blando, sanguina o creta, que
se usan para líneas, brillos, puntos etc.
Los mejores resultados en pastel se consiguen con papel de color de grano
medio o grueso. Los papeles de color claro realzan los brillos y luces.
Para este ejercicio he elegido papel Canson Mi-teintes, color 448 Vert océan. La
razón es que siendo el color dominante de la obra un color cálido con matices
ocres, naranjas y tierras lo conveniente es utilizar un fondo del color
complementario que potencie la figura armonizando con ella.
Comenzamos haciendo un ligero apunte con una barrita de carboncillo muy fina
de entre 2 y 3 mm. de grosor. Este apunte lo único que pretende es encajar las
líneas principales en el formato del papel, por lo tanto no debe ser un dibujo
detallado pues el verdadero dibujo lo haremos con pastel. Ahora sólo nos
preocupamos de que los ojos nariz y boca del animal mantenga las proporciones
correctas y estén situados en el centro visual del formato que está algo más
arriba del centro geométrico como ya vimos en el apartado de “Retrato dibujado
paso a paso” pues lo que vamos a hacer en definitiva es el retrato de un león.
Si en el primer paso sólo dibujamos unos cortos trazos en este dibujaremos unas
ligeras manchas que servirán de orientación sobre las zonas oscuras,
intermedias y claras del dibujo.
Una vez hecho esto fundimos, con los dedos, tanto los trazos de carbón como
los de pastel marrón sin preocuparnos mucho de los contornos de esos fundidos,
simplemente procuramos que desparezcan los trazos anteriores.
Tal como hago con los dibujos en general y especialmente con los retratos de
personas, también en este empiezo por la parte más difícil de la obra que son
los ojos y su entorno.
Con pastel marrón un par de tonos más bajo (más oscuro) que el usado
anteriormente acentúo las sombras profundas en la frente, eje y laterales de la
nariz y párpados y lo fundo muy suavemente para que el pastel no pierda
demasiada luminosidad al mezclarse con los cortos trazos de carbón. Cuanto
más fundido menos luminoso.
Con lápiz negro redibujo los ojos acentuando su negritud especialmente de las
pupilas y con un lápiz pastel de un color beige muy claro dibujo la parte casi
blanca bajo los párpados inferiores. Aunque en la foto parezca blanco en el
dibujo real no lo es.
Finalmente con una barra afilada o con un lápiz pastel cubro con trazos muy
cortos de color naranja las zonas de papel que quedaron en reserva sin manchar,
y sobre esta capa superpongo otra de trazos igualmente cortos y finos de color
ocre claro dejando que “respire” (es decir sin cubrir totalmente para que se pueda
ver) la capa subyacente de naranja. Estos trazos cortos no deben fundirse ni
difuminarse, deben quedar a “trazos de lápiz visto”. Lo que se pretende con estos
trazos cortos y finos es reproducir el pelaje corto de la cara del león.
Con estos tonos marrón oscuro, naranja y ocre claro queda modelado el entorno
de los ojos y principio de la nariz adquiriendo ya volumen.
Siguiendo el mismo procedimiento avanzamos en el modelado de la nariz
Primero los tonos más oscuros y sobre estos los más claros. Los trazos de esta
mitad inferior de la nariz, la caña nasal, deben ser muy cortos pues en esta zona
es donde el pelo es más ralo, de hecho debería ser como un moteado de los
diferentes colores ya utilizados en el paso anterior
Finalmente para dibujar los pelos de la barba, con un color gris claro de un lápiz
pastel o barra con la punta afilada o utilizando una arista de un trozo pequeño de
una barra de sección cuadrada de pastel, hacemos trazos de diferentes
longitudes, direcciones y curvaturas. Dejamos entrever el color oscuro del fondo
para que se aprecie la separación entre los pelos y realzamos con blanco los
brillos de los pelos anteriormente dibujados con gris. No olvidemos oscurecer la
parte en la que se proyecta la sombra del labio superior.
En esta fase, ya cercana al final de la obra, fundimos muy suavemente con los
dedos los rayados de diferentes colores y tonos practicados en el paso anterior.
Esa suavidad pretende que los diferentes colores no se mezclen demasiado para
que se mantenga los distintos tonos bien separados y además para que el pastel
no pierda luminosidad y frescura. Esta fase intermedia puede apreciarse en la
parte derecha de la melena que aún no está acabada.
Excepto en los extremos el pelo en general debe tratarse como masas de color,
no hay que caer en la tentación propia de principiantes de pintar el pelo, o el
cabello en caso de las personas, como un conjunto de pelos individuales porque
aunque sepamos que el pelo es así en la realidad se aprecia como una masa.
Finalmente para terminar este paso, dibujamos los bigotes de este lado, que son
largos, bien diferenciados, con una ligera inclinación hacia abajo y de forma
irregular, no se deben dibujar como una simple raya tiesa sino con ligeras curvas
en su trazo.
Todos los trazos que se han dibujado en esta etapa pueden dibujarse también
con lápices pastel en lugar de barras muy afiladas. Tiene la ventaja de que el
lápiz es más fácil de afilar que la barra, que además tiene el inconveniente de
que se desgasta antes que el lápiz, pero los lápices tienen el pequeño
inconveniente de que si no son de muy buena calidad pueden contener más cera
de lo conveniente lo que hace que el pigmento se adhiera peor sobre las capas
del pastel en barra.
En esta último paso y siguiendo el mismo procedimiento explicado en el paso
anterior hacemos el lado derecho de la melena. Debemos procurar que tanto los
tonos, colores, trazos y estilo sean coherentes con lo aplicado en el lado
izquierdo desde el punto de vista de ejecución técnica, pero también debemos
conseguir que no sean una repetición simétrica entre sí, cada lado debe
presentar sus propias características en cuanto a formas, modelado (sombras y
luces) y contornos.
No quiero terminar este ejercicio sin advertir que los dibujos a pastel no deben
fijarse, porque el fijador hace que el pastel pierda su luminosidad, opacidad y su
capacidad de adherencia al soporte que ya de por sí no es demasiada.
Como se puede ver aunque la técnica del pastel normalmente se considera
dibujo (esta es una vieja discusión) también puede conseguirse calidades
pictóricas. La producción de verdaderos maestros pastelistas alcanza esta
categoría sin ninguna duda, como ya demostraron Quentin de La Tour, Jean
Baptiste Chardin, Édouard Manet o Edgar Degas.
Y esto ha sido todo, espero que haya servido de ayuda a los que
comienzan a trabajar esta técnica.
PROPORCIÓN
Proporción es la relación comparativa de una cosa con respecto a otra o de una
parte con el todo.
Las proporciones estéticas son aquellas que se utilizan con fines
antropométricos o artísticos.
Las proporciones estéticas objetivas son las utilizadas para representar
elementos de la naturaleza. Estas relaciones proporcionales se obtienen de la
observación directa del modelo.
Las proporciones estéticas técnicas son aquellas que deducidas de las
proporciones estéticas objetivas se establecen como norma (canon) para la
reproducción artística del cuerpo humano.
Las proporciones estéticas expresivas son relaciones antinaturales
(deformación de la figura) en función del carácter simbólico que se le otorga al
objeto representado.
CANON
El canon por tanto es la norma que establece las proporciones ideales del cuerpo
humano con vista a su reproducción. El canon es un sistema de medidas que
cumple la regla de la justa relación, es decir que tomando una parte se puede
deducir el todo y a la inversa, de la totalidad se puede deducir una parte.
1.- Bailarina de Harappa (India) 2.- Estatuilla Fang (Guinea Ecuatorial) 3.-
Bailarina de Tlatilco (México) 4.- Estatuilla de las Islas Kiriwina (Papúa y Nueva
Guinea)
El otro Genio del Renacimiento, Miguel Ángel, también nos legó su canon de la
figura humana. Su “David” haciendo referencia directa a la antigüedad logró
superar toda la estatuaria antigua conocida alcanzando la cima del clasicismo.
Profesores de anatomía han corroborado que es un modelo de precisión
anatómica que supera cualquier prueba científica a excepción de una pequeña
imperfección en la espalda debido a un defecto del bloque de mármol que ya
había sido rechazado por otros escultores.
“Adán y Eva” 1507.- Alberto Durero.- Dos tablas separadas.
El último Genio del Renacimiento, en este caso del norte de Europa, Alberto
Durero el artista alemán más importante de todos los tiempos, aportó sus figuras
canónicas síntesis del germanismo e italianismo. Su canon de nueve cabezas
alarga los cuerpos y por lo tanto lo hace más gótico que renacentista. Las obras
a las que aplicó el resultado de sus trabajos teóricos sobre las proporciones
humanas son “Adán” y “Eva”, en realidad inspiradas en un Apolo-Venus del
clasicismo-gótico-renacimiento.
Durero un gran teórico escribió su “Instrucción para la medición” (1525) que junto
con “Teoría de la fijación” (1527) y “Teoría de las proporciones”
(1528), constituyen un hito en la teoría del arte y son el origen de la
antropometría científica moderna.
Bien, pues hecho este repaso por la historia, he dibujado unas figuras muy
esquemáticas sobre un campo gráfico de alta densidad de cuadrículas para
facilitar el “cálculo” de las proporciones de una figura según el canon actualmente
más común de ocho cabezas desde los pies hasta la parte superior de la cabeza
sin contar el pelo.
Las líneas rojas son los ejes vertical y horizontal de la figura que queda dividida
en dos partes iguales tanto en altura como a lo ancho. El cruce entre ambas
líneas señala el centro geométrico de la figura que coincide con el pubis.
La distancia entre las líneas azules es el “módulo” es decir la medida de la
cabeza.
Se puede ver que las piernas contienen cuatro módulos es decir que su longitud
es la mitad de la altura total del cuerpo.
El ombligo está a tres módulos (cabezas) contando desde arriba. Los pezones
están a dos cabezas.
Las clavículas a una cabeza y un tercio de cabeza. Los codos a tres cabezas. La
longitud de los brazos es de casi tres cabezas.
Las rodillas están en la mitad de las piernas. Es decir a seis cabezas contando
desde arriba.
La anchura de los hombros es de dos cabezas y un tercio, desde los extremos
exteriores. La anchura de la cintura es de una cabeza y casi un tercio. La longitud
de la mano es de casi una cabeza, más exactamente la longitud de la cara desde
la barbilla hasta el nacimiento del pelo.
El canon para niños es básicamente el mismo que para adultos pero con las
diferencias propias de la edad dado que el cuerpo aún no está completamente
desarrollado.
La imagen de la derecha es de un niño de 12 años y como se ve su canon
corresponde a 7 cabezas (la longitud de su cabeza, naturalmente) Su centro
geométrico está por encima del pubis. La longitud de las piernas es
proporcionalmente más corta que en el adulto, algo más de tres cabezas.
La figura del centro corresponde a un niño de seis años. Su canon es de seis
veces su cabeza. El centro geométrico esta también por encima del pubis. La
longitud de sus piernas es de dos cabezas y dos tercios de cabeza. Sus rodillas
están ligeramente por encima de la mitad de sus piernas, a una cabeza y media
de los pies.
La figura de la izquierda corresponde a un niño de 2 años. Su canon es de 5
cabezas, como siempre consideradas desde los pies hasta la parte superior de
cráneo sin contar el pelo. Su centro geométrico coincide con el ombligo. La
longitud de las piernas es de dos veces su cabeza.
Como se puede apreciar a medida que el niño crece el rectángulo en el que se
inscribe su figura pierde su cuadratura, es decir aumenta su desproporción entre
la altura y la anchura, o sea que al crecer el cuerpo el niño se estiliza.
Bien, pues esto ha sido todo. Ya sé que son unas ideas muy básicas, pero
esta web está pensada principalmente para principiantes. Espero que os
resulte útil.
EL APUNTE
EL BOCETO
Vamos a hacer este boceto dibujando según la técnica conocida como “dibujo
en negativo”. Podríamos emplear el método tradicional (dibujo a líneas, tonos
claros, medios tonos, tonos oscuros y detalles) pero así aprovechamos para
conocer un procedimiento diferente.
Con una barra gruesa de carbón y usándola no por su punta sino frotándola
sobre el papel por su lado manchamos todo el campo gráfico que vamos a
utilizar. Como la barra es cilíndrica al principio mancha poco pero según la vamos
arrastrando sobre el papel se vuelve plana con lo que el carbón en contacto con
el papel es mayor y se nota un trazo más consistente.
El “manchado” de carbón deberá ser más intenso por unas partes que por otras
según las zonas de sombra y luz que presenta la modelo. Como en este caso la
modelo está más iluminada por el lado derecho según la vemos esta zona del
papel no necesita un tono muy bajo.
Con una barra de carbón más fina o con la misma que ya hemos usado pero
utilizando el borde afilado de sus puntas hacemos un dibujo a “líneas” muy
simple sin preocuparnos demasiado por los detalles, pero si deberemos acentuar
las zonas donde las sombras son más profundas. Y en las partes más iluminadas
quitamos, utilizando los dedos como si fuesen pinceles secos, parte de la
mancha de carbón preexistente. Todavía ni las sombras ni estas luces deben
tener de momento mucha precisión pues sólo se trata del encaje y de una
primera valoración tonal.
Una vez que ya estamos seguros de que las líneas básicas son las
correctas, las proporciones entre las diferentes partes de la figura son las
adecuadas y las sombras y luces están donde corresponde lo que toca
es acentuar las sombras haciéndolas más profundas y realzar las luces tanto
de la figura como del fondo.
La segunda ventaja es que, como su nombre indica, podemos darle la forma que
nos interese según el lugar y la extensión que queramos borrar, de modo que lo
mismo podemos “moldearla” en forma cónica para trazar finas líneas de luz
eliminando el carbón de base, como darle una forma más gruesa para partes
más iluminadas e incluso darle una forma plana para borrar grandes extensiones
que deben ser más luminosas.
Para el “ajuste fino” del boceto utilizaremos o bien una barra de carbón muy fina
y afilada o bien un lápiz carbón. La ventaja de la barra es que es más fácil de
eliminar en caso de error pero tiene el inconveniente de que al ser muy blanda
nos obliga a afilarla constantemente para evitar que un mismo trazo tenga
diferentes grosores. La ventaja e inconveniente del lápiz son justamente los
contrarios.
Como este es un boceto sencillo y no es muy probable que cometa errores he
preferido usar el lápiz, porque tiene además la ventaja de que produce un negro
más intenso y permanente (se adhiere mejor al papel) que la barra de carboncillo.
Con el lápiz he definido mejor los rasgos de la cara, pezones, dedos de la mano
y pliegues de la falda principalmente.
Si queremos hacer un boceto más “acabado” tenemos que trabajar dos cosas:
una mejor definición de los perfiles, es decir de los contornos interiores y
exteriores de la figura, y un modelado en el que
las sombras (oscuro) luces (claro) penumbras(claroscuro) y brillo (altas luces)
consigan dar sensación de volumen, es decir de la tridimensionalidad que da
profundidad a la escena y al mismo tiempo que la transición entre unos tonos y
otros se produzca suavemente, sin “cortes” o sea sin saltos bruscos.
Cualquier cuerpo u objeto opaco que recibe una luz proyecta una sombra. La
llama de una vela, por ejemplo, no proyecta sombra. En las fotos se puede ver
como la sombra proyectada por la vela es la misma apagada que encendida, a
pesar de que para ambas fotos utilicé el mismo foco. Esto se debe a que la llama,
el fuego en general, no es opaco. Es un gas ardiendo resultado de la reacción
química que como consecuencia del calor experimenta el pábilo (la mecha) de
hilos de algodón recubierto por cera o parafina.
Ya hemos visto anteriormente algo sobre la sombra y la penumbra.
La sombra o umbra es la parte más intensa, oscura, de la sombra. Si nos
situásemos dentro de la sombra no veríamos la fuente de luz porque estaría
completamente tapada por el cuerpo de ocultación.
En el dibujo que he hecho, más arriba, se entiende mejor esto que he explicado.
El efecto de las luces y sus sombras se puede entender todavía mejor en esta
fotografía aérea de las pirámides de Egipto. Podemos ver claramente la
diferencia de tonos entre la sombra y la penumbra y la de los tonos de la luz
directa y una luz lateral difusa.
Las caras Este de las pirámides están iluminadas por una luz difusa, por que los
rayos del Sol no llegan a las pirámides en la dirección Sur-Norte, sino como se
puede observar por las sombras proyectadas por las pirámides, la luz viene del
SSE (Sur-Sureste) hacia al NNO (Norte-Noroeste)
Para los que no conocen todavía esta Web recomiendo que lean los apartados
“3-Escala tonal” y “9-Volumen y claroscuro” (en “Técnicas de dibujo”) y también
“Iluminación” en los que hablé con más detalle de valores tonales, luces y
sombras.
Si queremos que los perfiles iluminados queden mejor trazados y con la goma
moldeable no lo conseguimos podemos utilizar un lápiz con mina de goma. De
este tipo de borrador ya hablamos en el tutorial “12-Dibujando a la sanguina”.
Básicamente es una mina de goma dentro de una carcasa de madera, como los
lápices de grafito, que lógicamente en lugar de trazar líneas sirve para borrar con
precisión. En este caso en que borramos sobre grandes manchas de carboncillo
lo que hacemos es trazar líneas de “luz” Su goma es un poco dura por lo que
hay que manejarlo con cierto cuidado. Sirve incluso para borrar tinta china. Si no
tenéis un lápiz goma se puede usar una goma plástica cortada en bisel.
En esta imagen podemos ver que por efecto del lápiz de carbón y la intervención
con la goma la figura ha alcanzado mayor contraste tonal y más nitidez sin tener
un acabado muy preciso en los detalles que tampoco interesa demasiado puesto
que estamos haciendo simplemente un boceto.
Como paso final, para ampliar la gama de grises podemos utilizar una barra
de cretablanca o una simple tiza blanca de uso escolar no olvidemos que se
supone que esto es sólo un trabajo preparatorio para una obra mayor, un óleo
por ejemplo.
Para conseguir tonos más altos en el fondo y por tratarse de una gran extensión
usamos la barra frotándola sobre el papel con toda la superficie de cualquiera de
sus caras, como hago en la fotografía.
Para obtener variedad de tonos intermedios dentro de la figura utilizaremos la
punta de la barra y fundiremos el blanco con el carboncillo hasta lograr el tono
deseado.
Por último daremos algunos toques puntuales de blanco puro en los sitios de
mayor brillo.
Después de media hora de trabajo este es el aspecto final del ejercicio que casi
ha traspasado el nivel de boceto aunque no alcanza el de Dibujo como tal obra
artística.
Esto ha sido todo por hoy, espero que haya servido de ayuda y hasta la próxima.
18.- Técnica de los lápices de colores.- 1ª Parte
COLORES PRIMARIOS
Primero debemos saber que hay tres colores
llamados PRIMARIOS (denominación debida a Isaac Newton) porque no se
obtienen por mezcla de ningún otro y además porque a partir de ellos se pueden
obtener prácticamente todos los demás colores como ya demostró en 1731
Jacob Christoph Le Blon operando con pigmentos para reproducir obras de arte
en su imprenta. Tampoco el color blanco puede obtenerse por mezcla de otros
pero a este lo consideramos como un no-color.
Estos colores primarios son el amarillo, el azul cyan y el magenta. Para nuestras
prácticas utilizaremos un amarillo medio, un carmín y un azul medio por tratarse
de los colores más comunes en cualquier producto comercial de lápices de
colores.
En la imagen de abajo podéis ver los tres colores primarios que he dibujado con
un ligero degradado.
COLOR NEGRO
Con la mezcla a partes iguales de los tres primarios se obtiene el negro. En la
foto que sigue se puede ver tres manchas de amarillo, carmín y azul. En la
superposición o transparencia del azul y el amarillo vemos un color verde medio,
en la del amarillo sobre el carmín vemos un naranja intenso y en la del carmín
sobre el azul vemos un violeta oscuro.
Y en el centro donde se superponen los tres colores recién obtenidos es decir
verde, naranja y violeta, se puede ver un color muy cercano al negro.
La “mezcla” de lápices de colores se conoce como mezcla óptica ya que no se
trata de una mezcla física de pigmentos o tintas sino de una percepción visual
debido al efecto “transparencia” producido por la superposición de capas de
colores.
COLOR GRIS
Mezclando los tres colores primarios en proporciones iguales (negro) y
añadiendo blanco se obtiene el color gris, en realidad es el equivalente a la
mezcla de colores complementarios. Como estamos trabajando con colores
secos y el lápiz blanco no tiene prácticamente ningún poder cubriente no lo
podemos utilizar para conseguir el gris.
En lugar de eso mezclaremos los tres primarios a partes iguales pero con muy
baja intensidad, es decir color muy claro, poco saturado, de modo que sea el
color blanco del papel el que haga la función de “color” blanco.
Como se puede ver en la foto siguiente he dibujado el color gris en dos tonos. El
claro lo conseguí superponiendo capas de colores carmín, azul y amarillo (en
ese orden) en la misma proporción pero muy suaves es decir frotando el lápiz
sobre el papel con extrema delicadeza para que el pigmento que se adhiera al
papel sea mínimo y además para que a través de los colores “respire” el blanco
del papel.
El color gris oscuro se obtiene con el mismo procedimiento pero aplicando los
tres colores en capas más oscuras que no significa apretando más el lápiz sobre
el papel sino aumentando el número de capas hasta oscurecerlo lo suficiente.
Estos grises obtenidos por mezcla de los colores primarios se llaman
grises CROMÁTICOS porque como es muy difícil, casi imposible, de mezclar los
“cuatro” colores, carmín, azul y amarillo y blanco-papel, exactamente en la
misma proporción el resultado suele ser un gris que vira ligeramente hacia
cualquiera de los tres primarios dependiendo de que la capa de ese color sea
más intensa que la de los demás. De manera que se pueden conseguir grises
cálidos o fríos si predomina el amarillo o el carmín o el azul, o bien dos de ellos
sobre el tercero.
Para producir un gris verdaderamente neutro habría que mezclar un blanco puro
con un negro puro y dependiendo de la proporción de cada “no-color” (blanco y
negro) en esa mezcla se consigue una gama muy amplia de grises. Estos grises
neutros se llaman ACROMÁTICOS porque al no tener un componente de “color”
no figuran en el círculo cromático.
En el tema “3.- Escala tonal” del apartado de “Técnicas de dibujo” podéis ver una
escala de grises acromáticos o neutros que está entre el blanco y el negro. Y en
el tema ”Esquemas armónicos de colores” se puede ver el círculo cromático al
que me refiero.
La gama de grises, como casi todos los colores, se encuentra con frecuencia en
la naturaleza. La Naturaleza hace poco uso de los colores puros, las áreas más
amplias son siempre de suaves pardos, grises y colores neutralizados, sus
colores más intensos los reserva para los pequeños acentos de flores,
mariposas, etc. Las aves y particularmente los pájaros son una auténtica carta
de colores. En la foto que sigue se puede ver a la izquierda una Collalba gris que
vira a matices ligeramente pardos. Es por tanto un ejemplo de gris cromático.
A la derecha una Motacilla Alba, conocida popularmente como Pitita. Es un
magnífico ejemplo de escala (acromática) de grises neutros desde el blanco al
negro.
COLORES SECUNDARIOS
Cuando explicaba cómo obtener el color negro a partir de los
primarios mencioné el verde, naranja y violeta. Estos tres colores se
llaman SECUNDARIOS, este nombre o también “Compuestos” se debe a Moisés
Harris, 1766. Se obtienen por la mezcla al 50% de dos de los primarios y de ahí
que también se les conozca como BINARIOS. Estos son: naranja = carmín +
amarillo, verde = azul + amarillo, violeta = carmín + azul.
Con la adecuada mezcla de los tres primarios se puede conseguir una gama de
colores que se aproxima razonablemente al espectro resultante de la refracción
de la luz blanca (luz solar) cuando ésta atraviesa un prisma de cristal o si se
prefiere los colores del arco iris. Fue Newton quien demostró que todos los
matices del espectro se hallan presentes en la luz blanca y realizó a partir de
estos el primer círculo cromático.
En la imagen siguiente podéis ver una gama que va desde el violeta al morado
pasando por el carmín, naranja, amarillo, verde y azul.
CIRCULO CROMÁTICO
Si hacemos que ese rectángulo de colores junte sus extremos violeta y morado
obtendremos una corona circular llamada círculo cromático como este que he
dibujado que es el convencional de doce colores.
Los colores 1, 5 y 9, es decir amarillo, azul y carmín, son los primarios
Los colores 3, 7 y 11, es decir verde, violeta y naranja, son los secundarios.
Todos los demás se llaman colores INTERMEDIOS, o lo que es lo mismo colores
primarios que viran hacia los secundarios adyacentes, y son:
Intermedio Amarillo anaranjado (12) = Primario amarillo (1) + Secundario naranja
(11)
Intermedio Amarillo verdoso (2) = Primario amarillo (1) + Secundario verde (3)
Intermedio Carmín anaranjado (10) = Primario carmín (9) + Secundario naranja
(11)
Intermedio Carmín violáceo (8) = Primario carmín (9) + Secundario violeta (7)
Intermedio Azul verdoso (4) = Primario azul (5) + Secundario verde (3)
Intermedio Azul violáceo (6) = Primario azul (5) + Secundario violeta (7)
Aquí dejo unas muestras de verdes por superposición de capas de amarillo sobre
azul con seis intervalos de saturación. Cuanto menos blanco contiene más
saturado está el color. Para “desaturar” un color basta mezclarlo con blanco,
negro, gris o su complementario.
Ogden Rood en 1879 identificó las tres variables principales que determinan las
diferencias entre los colores como pureza o SATURACIÓN (es la medida de la
intensidad relativa o brillo de un color), luminosidad o VALOR (es el grado de
oscuridad o claridad de un color) y MATIZ (es la cualidad que distingue un color
de otro, como rojo, azul, ocre, siena, etcétera, también llamada tinte, croma o
color propiamente dicho).
Según Eva Heller existen 115 matices distintos de amarillo, 111 de azul, 105 de
rojo, 100 de verde, 45 de naranja, 41 de violeta, 67 de blanco, 65 de gris y 50 de
negro.
COLORES TERCIARIOS
Lo colores secundarios obtenidos hasta ahora los hemos conseguido mezclando
al 50% dos de los tres colores primarios, pero mezclando los tres colores
primarios en las proporciones adecuadas podemos obtener otros colores
llamados TERCIARIOS o TERNARIOS por necesitar tres colores, conocidos
popularmente como colores QUEBRADOS.
Esta gama de colores quebrados son básicamente los ocres, sienas, caquis y
pardos a los que también se les suele llamar colores TIERRA.
Un bellísimo Cernícalo Primilla, de cabeza azulada y plumaje con casi todos los
registros de ocre desde el más claro al más oscuro casi sombra tostada.
Como ya dije en la gama de colores quebrados o colores tierra hay que incluir
los colores siena.
Para obtener este color también he partido de un violeta y un amarillo. Pero las
proporciones de los colores primarios son diferentes. El violeta lo consigo
mezclando azul con carmín pero en esta ocasión con mucho más carmín, por lo
que resulta un violeta muy rojizo. De manera que si los colores ocres viran hacia
el amarillo, los colores siena viran hacia carmines azulados, ya que los ocres
contienen más amarillo y los sienas menos amarillo y más carmín.
En la muestra se puede ver un “siena de tierra natural” y a la derecha un “siena
de tierra quemada” también llamada “siena tostada”. Como se puede apreciar el
siena natural contiene algo más de amarillo y el siena tostada algo más de
carmín.
Una Piranga Flava, también conocida como Tángara Roja o Fueguero, habita en
toda América. Su color rojo oscuro con matices sienas le da una gran calidez
En la foto se puede ver tres pájaros con su plumaje en los colores primarios
puros.
Como ya vimos se dice que los colores son puros cuando no están
contaminados de ningún otro color y alcanzan su máximo grado de saturación,
pero cuando se mezclan con blanco, gris o negro (o su complementario) los
colores saturados pierden su luminosidad que no hay que confundir con claridad.
Un color agrisado, es decir menos puro, puede ser claro u oscuro en función del
valor tonal del gris con el que se le mezcló. Es lo que resulta cuando una pintura
en grisalla se cubre con una veladura de un solo color.
De manera que mezclando un color puro con una gama de grises desde el blanco
al negro se obtiene un contraste de claros y oscuros para un mismo color. Es
decir que el color puro a medida que se va “desaturando” varía su valor tonal.
Como se puede apreciar en la muestra que he hecho el carmín sobre fondo claro
parece más oscuro que el mismo carmín sobre fondo negro.
Pero este matiz a su vez puede estar más o menos saturado. La saturación de
un matiz es la cualidad del color que expresa su grado de pureza según sea la
mayor o menor “contaminación” que ese matiz tenga de otros matices. Por
ejemplo un rojo puro (es decir saturado) “contaminado” de algo de azul virará a
un rojo violáceo (es decir rojo insaturado)
Veamos:
Más ejemplos
Si contaminamos este rojo de cadmio oscuro con cada vez más cantidad de
blanco la saturación va desapareciendo hasta convertirse en blanco. Se dice que
tintamos el color, es decir pierde intensidad cromática, se va haciendo rosa.
Por ejemplo el verde y el rojo tienen la misma luminosidad por lo tanto para que
estén equilibrados sus tamaños debe ser también iguales.
Para compensarlo hay que aumentar el tamaño del azul menos luminoso y
reducir el del naranja más brillante.
Y con la última pareja de complementarios, amarillo y violeta, el amarillo es aún
más luminoso que el naranja y el violeta más oscuro que el azul, por cual el
desequilibrio entre ellos es aún mayor.
Como ambos tienen el mismo tamaño se produce una tensión entre ellos porque
los dos compiten entre sí en claro-oscuro.
Debería completar este tema hablando sobre la armonía de colores pero como
ya hay en esta web un tema sobre “Esquemas armónicos de los colores”
podemos dar por cerrada estas nociones básicas sobre el color.
DIFERENTES TÉCNICAS
Existen diferentes técnicas para dibujar con lápices de colores. Las más usuales
son la lineal y la tonal, pero también se utiliza el blanqueado, el matizado, el
frotagge, el grattage y el esgrafiado.
Recupero estas muestras de tramas que hice ya hace años. En la 1, una trama
derayado en diagonales de poca densidad. La 2 y la 3, son tramas de rayados
diagonales de mayor densidad lo que hace bajar el tono. La 4 es un achurado
dediagonales cruzadas lo que provoca que baje aún más el tono. La 5 es una
trama o achurado de diagonales cruzadas y sobre ellas un rayado de trazos
horizontales. La 6 es la trama anterior pero sobreponemos un rayado de
verticales, lo que en definitiva es un rayado reticular sobre un rayado de
diagonales cruzadas. Y la 7 y 8 son la misma trama 6 pero con una densidad
más alta de los rayados, rayados cruzados múltiples, consiguiendo así tonos
muy bajos. Es decir que con simples rayados hemos hecho una escala tonal de
ocho valores.
El recurso del achurado nos permite crear volúmenes. Como puede verse en la
esfera que he dibujado, con pequeñas tramas muy densas se consiguen zonas
de sombra profunda, de penumbra y zonas iluminadas. El punto de brillo casi no
tiene trazos y el realce es la reserva del papel. También se puede representar
las luces reflejadas en la izquierda y debajo de la esfera producidas por la
superficie en la que se encuentra la esfera disminuyendo la concentración del
achurado. Como se deduce fácilmente lo que crea el volumen de la bola no es
el contorno, que es una simple línea curva cerrada (circunferencia), sino que es
la correcta distribución de luces y sombras.
Además las tramas se utilizan también para obtener efectos de color por
superposición de líneas partiendo de colores ya disponibles en lápices.
Los tres primeros ejemplos son rayados de diagonales paralelas de un solo
color, amarillo, rojo y azul, en trazos finos y juntos. Los rayados 4, 5 y 6 son
rayados de amarillo y rojo, amarillo y azul, y rojo y azul con huecos del blanco
del papel. Los rayados 7, 8 y 9 están compuestos por diagonales de amarillo y
rojo, rojo claro y rojo oscuro, y azul claro y azul oscuro sin dejar espacios en
blanco. Los achurados 10, 11 y 12 son rayados cruzados compuestos por
diagonales paralelas en sentido opuesto de rojo sobre amarillo, azul sobre
amarillo y rojo sobre azul. Conviene que estos trazos sean rectos y paralelos
pero no demasiado perfectos pues darían la impresión de dibujo técnico
perdiendo la espontaneidad del gesto del artista.
Este es uno de mis dibujos más antiguos que conservo que realicé en 1978 con
técnica lineal a muy pequeños trazos para simular el pelaje del perro y el fondo
también está hecho a trazos pequeños para no perder la unicidad de ejecución
del conjunto.
La técnica del matizado es otra variante del dibujo lineal y también del tonal,
sobre cualquiera de ellos se aplica alcohol con un cotonete y al diluirse
ligeramente el trazo o la mancha el efecto resultante es similar al que produce el
lápiz soluble. Generalmente se utiliza como técnica mixta combinado con el
dibujo a líneas.
La técnica del frotagge consiste en colocar el papel sobre una superficie rugosa,
como por ejemplo una tabla de madera, y frotando el lápiz sobre el papel se
reproduce la textura de la madera o del material que hayamos colocado debajo.
AFILADO DE UN LÁPIZ
Aunque parezca algo simple es conveniente saber sacar punta a un lápiz, los
lápices deben estar bien afilados. Dibujar con un lápiz con la punta roma,
desigual o torcida es como pretender hacer buena música con una guitarra con
las cuerdas flojas, sonará desafinado, pues lo mismo ocurre cuando se hace un
trazo con un lápiz “desafinado”.
En la serie de fotos que sigue podéis ver el procedimiento que utilizo.
A unos tres centímetros de la punta apoyo el borde cortante de la hoja del cutter.
Con el dedo pulgar de la mano con la que sujeto el lápiz empujo al cutter para
que profundice en la madera. De esta manera controlo mejor el corte que si
empujara el cutter con la misma mano con la que lo agarro. La hoja del cutter no
debe incidir perpendicular al eje del lápiz sino casi paralelo para no pasarnos en
la profundidad del corte.
En esta foto puede verse como el cutter levanta una astilla de la madera que
llega hasta el borde de la parte cubierta de color.
Y ahora podemos ver el lápiz afilado, con la mina compartiendo el eje del lápiz
para que no quede torcida. Una mina de aproximadamente entre 8 mm. y un
centímetro. La forma cónica de la madera, de unos dos centímetros, distribuida
uniformemente en torno a la mina. Esto es importante porque al dibujar iremos
girando el lápiz para que la mina se desgaste por igual en todo su contorno. Si
utilizamos el lápiz siempre en la misma posición terminaremos despuntando la
mina y transformándola en un corte a bisel lo que hará que el grueso del trazo
varíe.
APURALÁPICES
Cuando los lápices estén tan gastados que no puedan manejarse correctamente
no hay que abandonarlos en cajas que luego se olvidan y se desperdician. Para
aprovecharlos se puede utilizar un “apuralápices” como el que muestro en la
fotografía de arriba.
En la foto 1 se puede ver un lápiz con el que debido a su pequeño tamaño no
resulta fácil dirigir el trazo convenientemente, en la 2 un “apuralápices” que es
un mango de madera con una virola metálica en la que se aloja el lápiz y en la
foto 3 el conjunto que convierte el lápiz en un instrumento tan manejable como
un lápiz nuevo.
Modo espátula
La otra manera de sujetar el lápiz es conocida como “modo espátula” por
semejanza a la forma en que sujetamos la espátula cuando pintamos con óleos.
Esta modalidad se utiliza cuando dibujamos sobre tableros en vertical, con
formatos algo mayores y a cierta distancia del soporte y también cuando
hacemos trazos largos que requieren de rapidez y decisión.
RECOMENDACIONES
Cuando dibujamos con lápices de color hay que seguir ciertas recomendaciones.
1ª.- Debido a que la corrección, o borrado, de los trazos del lápiz de color es
poco satisfactoria porque generalmente la goma deja marcas en el papel es muy
conveniente conocer el efecto que produce la superposición de trazos de
diferente color, por ello es aconsejable que se utilice siempre un papel auxiliar
para las pruebas de color antes de aplicarlo sobre el dibujo. Los lápices de
calidad elevada son más fáciles de borrar que los de baja calidad.
2ª.- Cuando se comienza el dibujo los trazos deben ser muy suaves, es decir sin
“matar” el papel, porque si tapamos los poros del papel podremos tener dos
problemas: dificultamos el borrado si fuese necesario y sobre todo si hay que
superponer capas de otro color al estar ya los poros sellados el nuevo color no
se adhiere bien. Además si dibujamos presionando mucho el lápiz el resultado
es que la zona dibujada queda cubierta por la cera, goma arábiga o resina que
como aglomerante contiene el lápiz lo que la convertirá en una pátina resbaladiza
que impide el agarre del nuevo trazo. Si se quiere conseguir un color más denso
hay que aplicar capa sobre capa pero siempre con la misma suave presión.
3ª.- Debido a que la mezcla de colores no es matérica sino óptica y por lo tanto
un lápiz de color blanco no tapará otro color aplicado anteriormente, es inevitable
hacer lo que se llama “reserva de blancos”, que son esas zonas que finalmente
serán de colores muy claros o mismamente blancas, y por lo tanto el papel debe
dejarse sin pintar. Es decir que un color obtenido por mezcla de otros no podrá
ser más claro que los colores que se aplicaron. Esto significa que no se debe
improvisar sino que debemos tener la obra ya pensada antes de comenzar
porque sobre un color oscuro no es práctico aplicar colores claros. En
consecuencia hay que trabajar empezando con claros y superponiendo oscuros.
Acentuamos las sombras con color violeta azulado para aumentar el contraste
tonal y el efecto de volumen. Uso el violeta azulado porque el violeta es
complementario del amarillo verdoso de la pera y el azul del rojo anaranjado por
lo cual el violeta azulado es el que mejor armoniza con ambos matices.
Finalmente con color marrón muy oscuro coloreamos los pedúnculos y
profundizamos algo más las sombras en la zona de contacto de las peras entre
sí. Y para terminar este ejercicio, sobre una base de amarillo para armonizar el
conjunto, dibujamos la sombra de las peras reflejada sobre la mesa con el
violeta.
Aquí podemos ver el proceso del color en todos sus pasos.
En esta imagen se puede ver los lápices utilizados y la gama de colores: dos
amarillos (limón y anaranjado) dos rojos (cadmio y carmín) dos verdes (claro y
oliva) un violeta azulado y un marrón oscuro.
Puntas de lápices
El lápiz amarillo tiene una mina muy afilada para dibujar detalles, trazos muy
finos y limpios o achurados muy densos. Esta punta es preferible en lápices de
mina dura.
El azul tiene una punta fina que produce el trazo más habitual para el dibujo tanto
a líneas como tonal, es decir trazos simples y pequeñas manchas.
El lápiz morado tiene una punta redondeada o roma que se utiliza
generalmente en la técnica tonal para hacer fundidos y degradados de
superficies relativamente grandes.
Y finalmente el lápiz ocre tiene la punta lijada en bisel para trazos gruesos, que
“rellenen” rápidamente superficies que hayan de ser “difuminadas” para obtener
manchas homogéneas. Esto sería si lo utilizamos por la parte biselada si
utilizamos la propia arista conseguiremos un trazo fino y recto para reforzar
perfiles.
También suele utilizarse la punta en “cincel” es decir plana por ambas caras de
la mina lo que permite hacer trazos finos.
Una vez que con la cuchilla hemos sacado la mina del lápiz, para obtener la
punta que nos convenga podemos utilizar una lija. La que se ve en la foto de
arriba se puede adquirir en tiendas de BB. AA. Básicamente es una tabilla de
madera sobre la que van grapadas tiras finas de papel de lija superpuestas y a
medida que pierden su poder abrasivo, o se ensucian, se arrancan y van
quedando a la vista las nuevas que están debajo. La parte verde que se ve
debajo de las lijas es una esponja para limpiar la punta del polvillo que produce
el lijado.
Como esta herramienta es muy simple no es necesario comprarla, la podemos
hacer nosotros mismos como esta que me he hecho yo. Es conveniente usar
una lija muy fina pues el poder abrasivo de la lija reduce rápidamente la mina
que suele ser blanda. Frotando suavemente la punta del lápiz sobre la lija
conseguimos una muy afilada, redondeada, en bisel o en cincel. Al final del
tema “6.-Difuminado” ya hablé de cómo hacer esta lija.
Dibujando manchas
Esta es una mancha hecha a partir de tupidos trazos en ovillo, trazados como
pequeños círculos irregulares de diferente grosor y tamaño pero debemos
conseguir que el conjunto de la mancha presente un aspecto homogéneo tanto
en su tono como en su textura. También se le conoce como mancha
por garabateado. Es más práctico hacerlas con punta redondeada.
Esta es una mancha por rayado, en la que como se puede apreciar no se dejan
rastros ni de trazos ni de ovillo. El aspecto es de color plano, es una mancha de
valor tonal uniforme, también conocido como tono plano.
Bien, con estos ejemplos creo que han quedado claros los conceptos básicos
acerca de las manchas. Rayado base o de trazo repetido, rayado en zig-zag o
de trazo quebrado, rayado en ovillo, mancha con tono uniforme, mancha con
tono degradado, mancha con tono uniforme difuminado, mancha con tono
degradado difuminado y mancha sucia.
A veces suele ocurrir que no se consigue una mancha con una perfecta
uniformidad de tono, quedando pequeñas zonas más oscuras o más claras que
el tono general y eso se debe y se puede corregir.
En la foto de arriba se puede ver una mancha oscura en el centro del cuadrado
magenta que “desentona” por ser algo más oscura que el resto y en el cuadrado
violeta también en el centro una ligera zona más clara que el valor general. Esto
es fácil de corregir con un poco de práctica y sobre todo con mucho cuidado para
no estropearlo aún más.
En el primer caso con una goma maleable a la que damos forma puntiaguda y
usándola sin frotar sobre el papel sino “empapando” con ella como hacemos con
una bola de algodón para limpiar una herida (presionando y levantando) y
aplicando sólo en aquel lugar en el que está la zona afectada conseguiremos
que el pigmento sobrante se adhiera a la goma rebajando así el tono hasta
igualarlo con el resto. Repetimos esta operación hasta que todo quede igualado.
Si nos pasamos eliminando pigmento y ahora queda más claro que el tono
original pasamos a la foto siguiente.
En este caso el violeta presenta una zona más clara que el resto, esto es de más
fácil solución, simplemente cubrimos esa zona haciendo suaves trazos en ovillo
procurando no invadir la zona de alrededor ya que quedaría más oscurecida. Si
nos pasamos de tono y la parte corregida queda con un valor más bajo pues
volvemos a repetir la operación que ya vimos en el color magenta.
Y este es el resultado de las correcciones practicadas, como se ve los tonos han
quedado uniformes en ambos colores.
La técnica tonal
Para comprender fácilmente como plantear las sombras en esta esfera, sin
recurrir a la Geometría Descriptiva, podemos considerar un punto de máxima
luminosidad rodeado de circunferencias interiores tangentes en un mismo punto.
A medida que esas circunferencias se alejan del punto de máximo brillo su tono
va bajando, es decir la oscuridad de la sombra aumenta.
Para los que ya hace tiempo que dejamos la escuelita y no recordamos qué son
circunferencias interiores tangentes dejo aquí un resumen de las posiciones
relativas de dos circunferencias. Esto es interesante recordarlo porque los
contornos exteriores e interiores de muchos objetos se dibujan basándose en las
figuras geométricas más elementales, entre ellas las circunferencias, como ya
vimos en la 2ª Parte.
En este cuarto paso acentuamos la sombra más oscura con el lápiz de verde
más oscuro. Y seguimos el mismo criterio que en el paso anterior, es decir
degradamos la transición de verde oscuro a verde semitono para que no haya
saltos bruscos de un tono al otro.
Finalmente con un color verde azulado oscuro cubrimos la sombra profunda
dejando respirar la zona de luz reflejada y quedando bien determinados el brillo,
la zona luminosa la zona de sombra intermedia y finalmente como se puede ver
a una luz intensa corresponde una sombra muy oscura.
Este es el proceso para el dibujo de luces y sombras con el que se obtiene el
volumen de la esfera partiendo del simple contorno y trabajando con la técnica
tonal, es decir a manchas. Y como ya he recomendado en otras ocasiones
siempre que dibujemos con lápices de color vamos de claro a oscuro.
Con amarillo medio damos una primera capa por las zonas donde el rojo del
pimiento es menos intenso y tiende hacia el rojo cadmio, incluyendo la sombra
proyectada, que será la mezcla de varios matices, y los pedúnculos.
Con rosa ligeramente violáceo marcamos algunas zonas luminosas que no
reciben una luz directa.
Con rojo cadmio claro cubrimos la mayor parte de los pimientos respetando las
zonas más oscuras que de momento dejamos en reserva así como los puntos
más brillantes casi blancos.
Con rojo carmín terminamos de manchar las zonas más oscuras. También
añadimos una capa ligera a la sombra proyectada. Y con verde claro luminoso
dibujamos suavemente los pedúnculos.
Con estos cuatro pasos de esta segunda fase del dibujo hemos establecido el
color base sobre el que trabajaremos profundizando sombras, realzando luces y
brillos y añadiendo los detalles finales.
Y estos son los pasos de color de esta segunda fase. Como siempre que
trabajamos con colores transparentes (lápices o acuarelas) el proceso es de
claro a oscuro.
LA TÉCNICA DE GRISALLA
La técnica del dibujo a la grisalla es básicamente pictórica pero no hay regla que
impida usarla también en el dibujo. Es una técnica conocida desde el siglo XIV
que se inició con grises por su similitud con la piedra ya que se pretendía hacer
pinturas monocromas con efectos escultóricos.
Luego siguió utilizándose como medio para la valoración tonal de una obra previa
a la aplicación del color en temple u óleo y se usaba tanto el gris como
pinturas monocromas en diferentes matices, marrones, pardos, verdes, azules,
en general preferiblemente colores neutros sobre los que se aplicaban suaves
veladuras de color.
Cuando se prepinta una obra en “grisalla” hay que evitar los tonos muy oscuros
por que los colores velados que se han de superponer son los que dan el
acabado final. Una de las ventajas de la grisalla es que al ser un color base
proporciona unicidad cromática a la obra ya que todos los colores superpuestos
participan de un mismo color que los armoniza.
Y vuelvo a dibujar una esfera para explicar gráficamente esta técnica. En esta
ocasión he elegido papel de color ya que para esta demostración utilizaré
también el lápiz blanco. Con lápiz azul hago una valoración tonal de la esfera de
modo que las zonas de brillo, luminosidad y sombra queden bien diferenciadas
para por medio de este modelado obtener el efecto de volumen de la esfera.
Como siempre el trazo debe ser muy suave para no sellar los poros del papel
que estoy utilizando por su lado más rugoso.
He evitado usar el negro o grises porque al mezclarse con el color suele producir
un efecto de suciedad que quita plasticidad a la obra y porque no interesa para
el resultado final de este dibujo.
Sobre el rayado azul anterior practicamos un nuevo rayado con la misma
suavidad. En este caso esta nueva capa de color rojo cadmio debe ser uniforme
en su tono ya que la luces y sombras están ya determinadas por el azul aplicado
en primer lugar. En realidad es como si aplicásemos una veladura tal como se
suele hacer en la técnica del óleo. Con esto simplemente aumentamos la
variedad cromática del dibujo haciendo que por contraste se potencien ambos
colores.
En este paso utilizamos el lápiz blanco para realzar el brillo de la esfera
expandiendo ligeramente la luminosidad sobre los colores anteriores. Se puede
ver que en la zona en la que apliqué el color blanco no se notan los poros del
papel y el color en el entorno del brillo ha quedado apastelado, que es el efecto
que produce el lápiz blanco sobre los colores de los lápices.
Finalmente para enriquecer el cromatismo de la esfera y matizar el brillo blanco
aplicamos una nueva capa de tono uniforme en todo el círculo del dibujo con un
lápiz de color amarillo cálido obteniendo así una bola de aspecto broncíneo.
Este es el recordatorio del proceso que hemos seguido para esta práctica.
Grisalla monocroma en azul, capa de color rojo cadmio que sobrepuesto al azul
presenta un color violáceo, realce del brillo con lápiz blanco y finalmente capa de
color amarillo.
Si queremos dibujar círculos pero sin utilizar el compás para no pinchar el papel
con la aguja del compás y a la vez queremos rellenar de color esos círculos pero
sin salirnos del contorno podemos recortar una plantilla con cartulina gruesa o
cartón fino y colocándola sobre el papel del dibujo con el lápiz recorremos el
contorno interior de la plantilla y rellenamos todo el espacio, como se ve en la
foto 1. Una vez terminado se puede ver el resultado en la foto 2
También podemos hacer el proceso contrario, es decir dejar en reserva el blanco
del papel y utilizando como plantilla un círculo recortado dibujamos en su
contorno exterior, como vemos en la foto 3. Una vez acabado se puede
comprobar el resultado en la foto 4.
Estas plantillas podemos hacerlas con figuras geométricas o con el perfil de
cualquier figura que es una técnica que se utiliza mucho en la pintura por
aspersión con aerógrafo o spray, tanto para obras artísticas como trabajos
industriales.
Es otra variante del dibujo tonal, se aplica alcohol con un cotonete y al diluirse
ligeramente el trazo o la mancha el efecto resultante es similar al que produce el
lápiz soluble. Generalmente se utiliza como técnica mixta combinado con el
dibujo a líneas.
Comenzamos haciendo una valoración tonal de la esfera pero en este caso
utilizamos un lápiz de grafito HB.
Con un cotonete humedecido con alcohol disolvemos el grafito cuidadosamente
para no hacer escapadas, es decir salir de los límites del contorno del dibujo, ya
que al ser ésta una técnica “húmeda” no es posible borrar las manchas. También
debemos tener cuidado de no arrastrar el grafito húmedo invadiendo zonas más
claras pues hay que mantener el tono de cada zona de la esfera. Aconsejo utilizar
un extremo del cotonete para los tonos oscuros y el otro para los claros. En
realidad es como si practicásemos la técnica del dibujo con lápices solubles o
acuarelables.
En esta imagen podemos ver la esfera matizada con alcohol. El alcohol seca
muy rápido y el papel mantiene su consistencia normal por lo que se puede
dibujar con los lápices sobre la zona matizada tal como hacemos habitualmente
ya que el grafito ha quedado fijado al papel y se puede pasar los dedos por
encima sin que manche ni se desprenda polvillo tal como si hubiésemos utilizado
tinta o acuarela. Es decir que el gris del grafito no se mezcla con el pigmento del
lápiz de color, es una mezcla óptica como si pintásemos sobre papel color gris
pero con una valoración tonal previa.
Sobre la capa de grafito ya seco aplicamos una capa de color granate pero en
tono uniforme ya que el claroscuro quedó definido por el grafito matizado.
Respetamos naturalmente la zona de brillo dejándola “en reserva”.
En este paso ya se puede observar el efecto resultante del uso del alcohol. No
se aprecia ni el granulado ni los poros del papel ya que el grafito diluido ha
rellenado todos los huecos y el aspecto es el de una superficie completamente
pulida y lisa.
Finalmente como hicimos en el ejercicio de grisalla aplicamos una nueva y suave
capa de color amarillo también uniforme para conseguir un efecto de iluminación
cálida y aspecto de bola de bronce.
Este es el proceso seguido para la ejecución del ejercicio. Entonación con
grafito, matizado del grafito con alcohol, capa de color granate y capa de color
amarillo.
Como ya adelanté en el comentario del tercer paso del dibujo a grisalla la técnica
del blanqueado es una derivada de la tonal, como lo que se pretende es
conseguir el efecto del dibujo a pastel se aplica sobre el dibujo intensamente el
lápiz blanco que “apastela” el color, pero como el lápiz blanco se aplica con
intensidad hace desaparecer los rastros que pudiera haber de los trazos
originales fundiéndolo con las “manchas” y elimina el efecto del granulado del
papel produciendo una textura aparente más uniforme y pulida que es lo que se
conoce como bruñido.
Y finalmente también los mismos colores y la misma práctica pero con lápiz color
gris claro.
Para este ejercicio he elegido esta taza de cerámica que por sus colores
apastelados de la mitad inferior la hacen adecuada para explicar la técnica del
blanqueado y la textura brillante de la parte superior para explicar la técnica del
bruñido, ya que un dibujo no tiene obligatoriamente que estar ni apastelado ni
bruñido en su totalidad sino solamente allí donde convenga para su mayor
plasticidad.
Para dibujar debemos colocar el papel sobre una superficie dura y lisa para que
no afecte a la limpieza de los trazos o manchas, normalmente se utiliza
un tablero o cartón duro y rígido.
Conviene disponer de varios tableros de diferentes medidas para utilizar el que
mejor se adapte al formato del dibujo que vamos a realizar. Dependiendo del
tamaño de la obra así será la inclinación que daremos al tablero. Para trabajos
que sobrepasen los 40 x 50 centímetros es conveniente colocar el tablero en
posición vertical y por tanto lo adecuado es usar el caballete y trabajar en un
espacio grande que nos permita acercarnos y alejarnos cómodamente para
apreciar la obra en su conjunto.
ESCALA
Lo que significa que hemos reproducido el modelo al 100 por 100, es decir que
lo que en el modelo mide 100 en el dibujo también mide 100 ya sea hecha la
medida en milímetros o centímetros pero en ambos casos, dibujo y modelo, las
medidas deben hacerse en las mismas unidades métricas.
Segundo caso, que el tamaño del dibujo sea mayor que el tamaño del modelo,
supongamos que el doble entonces el factor de escala se expresaría como E=2:1
y se llama Escala de Ampliación
Lo que quiere decir que hemos reproducido el modelo al 200 x 100, o sea que
lo que en el modelo mide 100 en el dibujo mide 200.
Y finalmente que el tamaño del dibujo sea menor que el tamaño del modelo
supongamos que la mitad entonces se expresaría como E=1:2 y se llama Escala
de Reducción.
CUADRICULADO
La técnica más común que se practica para reproducir una imagen es la conocida
como cuadriculado. Esta es una técnica muy antigua que han utilizado grandes
artistas, como ejemplo citaré este estudio cuadriculado hecho por el
extraordinario Rafael Sanzio (1483-1520) para su obra “Traslado de Cristo”
(1507), que se conserva en la Galleria degli Uffizi (“Galería de los Oficios”) de
Florencia, que le sirvió como modelo para copiarlo en la versión definitiva,
aunque con algunas variaciones, en óleo sobre tabla de 176 cm. x 184 cm.
Abajo la obra final que se conserva en la Galería Borghese, Roma, Italia.
Otro famoso pintor, conocido por sus bailarinas, que cuadriculaba sus dibujos
para pasarlos a lienzo fue Edgar Degas (1834-1917)
Otro pintor más reciente como Alfons Mucha (1860-1939), nacido en Moravia,
República Checa, también es un buen ejemplo del uso del cuadriculado para
reproducir imágenes, de hecho con frecuencia partía de fotografías que tomaba
él mismo como en el caso del cartel publicitario para la gira europea de la
violoncelista checa-americana Zdenka Cerná.
Este es el método de cuadriculado más simple, hay otros más complejos que
veremos más adelante. Naturalmente cuanto mayor sea la dificultad del dibujo
mayor debería ser la densidad de cuadrícula para poder reproducir con mejor
precisión los detalles del modelo es decir mayor número de verticales y
horizontales que producirían mayor cantidad de cuadrados o celdas de menor
tamaño.
Aquí podemos ver la foto-modelo en formato A4 (210 mm. x 297 mm.) que voy a
reproducir en una hoja de block escolar de dibujo de formato exterior A4+ (230
mm. x 325 mm.) pero de márgenes internos A4. Es decir que mi dibujo tendrá
las mismas dimensiones que la fotografía, o sea la voy a reproducir a escala
natural (1:1)
Lo más práctico para este tipo de trabajos es escanear la foto modelo y después
imprimirla sobre papel corriente de impresora para cuadricular sobre esta
impresión. Eso es lo que he hecho en este ejercicio. En caso de no disponer de
PC, escáner o impresora se puede utilizar una lámina de acetato
transparente sobrepuesto sobre la foto original y trazar la cuadrícula sobre el
acetato, de esta manera no estropeamos la fotografía.
Reproduzco en el papel la misma cuadrícula de la foto. Naturalmente como esta
cuadrícula será borrada una vez terminado el dibujo conviene trazarlas con un
lápiz duro, un HB por ejemplo. Hay que evitar presionar el lápiz sobre el papel
para que no queden surcos ni huellas y así resulte más fácil de eliminar.
Una vez cuadriculada la foto-modelo marcamos los puntos en los que el perfil
exterior de la botella y del vaso (contorno) se cruza con las rectas verticales y
horizontales.
Marcamos en la hoja los puntos de cruce del contorno con las líneas de la rejilla
siguiendo el modelo anterior.
Sólo hay que unir las marcas anteriores para obtener una línea continua que
define el perfil exterior.
En esta fase marcamos los puntos de cruce de los perfiles internos (dintornos)
con las rectas del cuadriculado.
Por último marcamos en el papel los puntos de cruce de los perfiles interiores.
Finalmente utilizando las nuevas marcas como guía completamos este dibujo a
líneas
Y para terminar este ejercicio borramos la cuadrícula, corregimos posibles
errores y redibujamos los perfiles, quedando de este modo acabado el dibujo.
Cuando se tiene mejor dominio en el dibujo a mano alzada y más práctica en el
uso del cuadriculado se puede “cuadricular” sólo aquellas partes del modelo que
interese y en la forma que más nos convenga.
REPRODUCCIÓN AMPLIADA
Cuando original y copia tienen el mismo tamaño las cuadrículas del original y la
copia deben tener el mismo tamaño. Pero si el modelo y nuestro dibujo han de
ser de diferente tamaño las cuadrículas de nuestro dibujo serán mayores o
menores que las del original pero proporcionales a estas.
A su vez puede presentarse dos casos diferentes, que las medidas del papel
sobre el que vamos a dibujar se adapte a las medidas ampliadas o reducidas del
modelo o por el contrario que la escala utilizada deba adaptarse a un tamaño ya
predeterminado del papel o soporte, por ejemplo una tabla o lienzo.
Si quisiéramos ampliar el modelo una vez y media o dos veces y media por
ejemplo, las medidas de altura y anchura del modelo serían multiplicadas por 1,5
(escala 1,5:1) o 2,5 (escala 2,5:1) para reproducirlas en el papel y la separación
entre verticales y horizontales también serían multiplicadas por 1,5 o 2,5
respectivamente.
Para los que no lo conozcan cuando hablo de los formatos A, me refiero a los
estándares basados en la norma ISO 216 (International Organization for
Standardization) que a su vez se basa en la antigua norma alemana DIN 476
(Deutsches Institut für Normung) que define el tamaño del papel más utilizado
por la industria de la mayor parte del mundo, aunque en algunos países se sigue
utilizando la norma anglosajona.
Pero nuestro modelo tiene unas dimensiones de 105 x 148 mm., por lo que
debemos calcular la proporción en que debemos ampliarlo. La relación entre las
alturas es de 297 mm. : 105 mm. = 2,829 y la relación entre anchuras es de 420
mm. : 148 mm. = 2,838. Lo que en la práctica significa que ni la fotografía ni el
papel pueden ser divididos en un número exacto de cuadrados perfectos, por lo
que hay que adoptar una solución de compromiso.
Si dividimos la anchura del formato A3 (42 cm.) entre 2,8 cm. resulta un número
de 15 cuadrados lo que nos obliga a trazar 14 cuadrados en el formato A6 de 1
cm. cada uno más el último que sólo podrá tener 0,8 cm. lo cual no afectaría al
dibujo ya que estaría fuera de la zona de interés.
Si dividimos la altura del formato A3 (29,7 cm.) entre 2,8 cm. resulta un número
de 10 cuadrados más el número once que tendría 1,7 cm. Dividiendo la altura
del formato A6 (10,5 cm.) en cuadrados de 1 cm. resultaría 10 cuadrados más el
último que tendría 0,5 cm. En ambos casos esta diferencia sería irrelevante ya
que quedarían fuera del dibujo.
Bien ya hemos visto como reproducir una imagen por el método del cuadriculado
y cómo ampliarla si fuese necesario. Este sistema ya explicado facilita un dibujo
a líneas con bastante precisión aunque tiene el inconveniente de tener que crear
una cuadrícula que luego ha de ser borrada con la posibilidad de ensuciar el
papel o lienzo si la cuadricula es muy densa y el formato muy grande.
Para realizar un dibujo limpio sobre el soporte definitivo ya sea papel, cartón,
madera, lienzo o una pared puede utilizarse un método de traslado de un
boceto previo al soporte definitivo que aunque es muy antiguo y algo laborioso
es también muy simple y efectivo.
Este redibujado debe hacerse manejando el lápiz con la suficiente presión para
que el grafito o carbón se fije en el papel pero no demasiada presión para que
no deje surcos en el papel definitivo.
Paso 5.- Una vez redibujado el dibujo completo retiramos el papel transparente
y sobre el soporte queda “impreso” el boceto sobre el cual trabajaremos
corrigiendo errores, perfeccionando el dibujo, definiendo los detalles y
desarrollando luces y sombras.
Y esta es la obra en su estado final realizada con cretas blanca y negra.
Como ya adelanté en el comentario del tercer paso del dibujo a grisalla la técnica
del blanqueado es una derivada de la tonal, como lo que se pretende es
conseguir el efecto del dibujo a pastel se aplica sobre el dibujo intensamente el
lápiz blanco que “apastela” el color, pero como el lápiz blanco se aplica con
intensidad hace desaparecer los rastros que pudiera haber de los trazos
originales fundiéndolo con las “manchas” y elimina el efecto del granulado del
papel produciendo una textura aparente más uniforme y pulida que es lo que se
conoce como bruñido.
Y finalmente también los mismos colores y la misma práctica pero con lápiz color
gris claro.
Para este ejercicio he elegido esta taza de cerámica que por sus colores
apastelados de la mitad inferior la hacen adecuada para explicar la técnica del
blanqueado y la textura brillante de la parte superior para explicar la técnica del
bruñido, ya que un dibujo no tiene obligatoriamente que estar ni apastelado ni
bruñido en su totalidad sino solamente allí donde convenga para su mayor
plasticidad.
Para dibujar debemos colocar el papel sobre una superficie dura y lisa para que
no afecte a la limpieza de los trazos o manchas, normalmente se utiliza
un tablero o cartón duro y rígido.
Conviene disponer de varios tableros de diferentes medidas para utilizar el que
mejor se adapte al formato del dibujo que vamos a realizar. Dependiendo del
tamaño de la obra así será la inclinación que daremos al tablero. Para trabajos
que sobrepasen los 40 x 50 centímetros es conveniente colocar el tablero en
posición vertical y por tanto lo adecuado es usar el caballete y trabajar en un
espacio grande que nos permita acercarnos y alejarnos cómodamente para
apreciar la obra en su conjunto.
En esta ocasión vamos a practicar un retrato con lápices pastel, (ver “1.-
Materiales” en “Técnicas de dibujo” de esta Web) pero antes veremos algo sobre
retratos en general.
TIPOS DE RETRATO
Hay siete formas de encuadrar un retrato. La primera sería una figura completa
o retrato de cuerpo entero en el que aparece el modelo completo de pies a
cabeza, este es el tipo de retrato en que el modelo resulta más lejano. Los
sucesivos encuadres nos acercan progresivamente al modelo. El segundo es
el retrato de tres cuartos, es decir la figura desde la cabeza hasta las rodillas e
incluso algo más abajo de las rodillas.
Los seis primeros encuadres se han utilizado en dibujo y pintura desde los
tiempos más antiguos. El encuadre de detalle se utiliza también en dibujo y
pintura pero desde más recientemente debido a la influencia de la fotografía y
sobre todo a la moda de utilizar fotografías de este tipo como modelos para
dibujos y pinturas.
A continuación dejo ejemplos de los encuadres ya comentados.
PRIMERA PARTE.
ENCAJE DE LA FIGURA
El personaje que he elegido como modelo para este ejercicio es la actriz Ava
Lavinia Gadner, considerada, en su época y aún hoy, como la mujer más bella
del mundo
El modelo que utilizaré es esta fotografía impresa en papel normal tamaño A4,
es decir 210 x 297 mm. Como se puede apreciar la altura de la cabeza es de
12,5 cm. Como quiero dibujarla a un tamaño próximo al natural, o sea con una
separación entre pupilas de aproximadamente seis centímetros que suele ser lo
normal, resultaría que la altura dibujada de la cabeza, desde la barbilla al perfil
del cabello, vendrá a ser de 26,5 cm. por lo que la escala de ampliación será
de E=2,1:1, es decir 26,5 dividido entre 12,5. (Ver en esta web el tema “22.-
Escala, cuadriculado y traslado de dibujos”) Eso significa que cualquier distancia
entre dos puntos del modeló será multiplicada por 2,1 para reproducirla en el
papel del dibujo.
Como podemos ver esta fotografía se hizo en retrato de busto. Con el rostro en
tres cuartos de perfil y el busto de perfil.
Comenzamos marcando los puntos de máximo interés, es decir el punto 1 que
es el más alto de la imagen, que es el perfil alto del cabello. Después el 2 que es
el extremo inferior de la cara, que es el perfil de la barbilla. Y finalmente el 3 que
determina cuánto del cuerpo queremos que forme parte del retrato. Esta opción
que he elegido en mi opinión resulta la más estética por darle a la “cabeza” un
soporte incluyendo cuello y parte del torso y brazo, sin que la cara deje de ser el
motivo principal.
Hacemos un pequeño trazo 1 en la parte alta del papel, dejando un espacio con
respecto al borde superior para que la figura quede rodeada de “aire” y no se vea
agobiada contra el “techo”. La marca 2 es la que decide la altura total que
queremos darle a la cabeza, incluido el cabello, por lo tanto indicará el perfil de
la barbilla. Y finalmente la distancia 2-3 señalará la altura del cuerpo que
dibujaremos desde la barbilla. La distancia entre las marcas 1 y 2 es la que en
definitiva será la medida patrón en base a la cual se calcularán todas las demás.
La distancia 2-3 es aproximadamente igual a la 1-2, con lo cual entre cabeza y
busto hay un equilibrio de masas.
En el siguiente paso marcaremos cuatro trazos. La recta 4 es
ligeramente oblicua siguiendo la inclinación de la cabeza, constituyéndose en
el eje de la cara. A la altura de los ojos y de la boca trazamos las rectas 5 y 6
que serán perpendiculares con el eje. Y finalmente la línea superior de la frente
en la que comienza el cabello, trazo también una recta perpendicular al eje. En
consecuencia las líneas 5, 6 y 7 son paralelas y están separadas entre sí por la
misma distancia.
Naturalmente estos “trazos” son imaginarios, quiero decir que no es necesario
marcarlos realmente en la fotografía modelo, pero si hacerlo puede ayudar a
calcular mejor las distancias y por tanto las proporciones no hay inconveniente
en marcarlos realmente, al menos hasta que tengamos práctica en ver en qué
lugar deben trazarse, ya que retratar consiste básicamente en saber ver las
“líneas” claves en base a las cuales se construye el dibujo.
Llevamos al papel las marcas mencionadas anteriormente. Estos trazos deben
dibujarse muy suavemente para que no queden surcos en el papel y porque
como sólo son líneas guía luego deberán ser borrados. En mi dibujo real apenas
se aprecian pero para que se puedan ver bien en las fotos los he oscurecido un
poco con un programa de tratamiento de imágenes. Estos primeros trazos
procuramos situarlos en el imaginario eje vertical del papel de modo que la figura
quede centrada.
TIPOS DE RECTAS
1.- Una recta es una sucesión de puntos en una misma dirección, o sea sin
curvas. O si se prefiere es la línea más corta entre dos puntos.
2.- Dos rectas son coincidentes si todos sus puntos son comunes.
3.- Si sobre una recta marcamos un punto la recta queda dividida en
dos semirectas.
4.- Un segmento es la parte de una recta comprendida entre dos puntos.
POSICIONES RELATIVAS DE DOS RECTAS
5.- Líneas paralelas son las que no se tocan en ningún punto y mantienen
siempre la misma distancia entre sí.
Las rectas secantes son las que se cortan en un punto.
Las rectas secantes pueden ser perpendiculares u oblicuas.
6.- Dos rectas son secantes perpendiculares cuando se cortan o tocan formando
ángulo recto.
7.- Si una perpendicular se traza sobre el punto medio de un segmento recibe el
nombre de mediatriz del segmento.
8.- Dos rectas son secantes oblicuas cuando al cortarse o tocarse no forman
ángulo recto.
VERTICAL Y HORIZONTAL
Las dos rectas básicas son la vertical y la horizontal. Para no perdernos en
complicadas teorías de sistemas de coordenadas cartesianas aceptaremos que
la vertical viene determinada por la dirección de la plomada en cada lugar en que
nos encontremos y que a su vez es perpendicular a la recta horizontal que es la
que sigue la línea del horizonte terrestre y que resulta determinada por el nivel
de burbuja de aire.
La dirección marcada por el hilo de la plomada es una recta vertical.
La posición centrada de la burbuja de aire del nivel indica que la superficie sobre
la que se encuentra es un plano horizontal.
SEGUNDA PARTE.
DIBUJO A LÍNEAS.
Dibujo con líneas de tanteo
Apoyándonos en las líneas guía que trazamos en el Paso 2 esbozamos el perfil
de la nariz, la línea del filtrum labial, que es el canal que se encuentra entre la
nariz y el labio superior, las cejas, los ojos, el ancho de la nariz, y finalmente los
labios. Estas líneas de tanteo deben hacerse mediante pequeños trazos más o
menos rectos, que servirán para más tarde perfilar las curvas con mayor
precisión, por lo tanto en un estado tan temprano del retrato no hay que
preocuparse si el parecido no es del todo exacto, eso ya lo iremos elaborando.
Siguiendo igualmente las líneas de contorno del cabello que hicimos en el paso
3 perfilamos con líneas de tanteo, ahora con más aproximación, el perfil del
cabello, también con cortos trazos rectos que marquen el cambio de dirección
de la línea del perfil. También definimos un poco más el perfil izquierdo de la
cara.
Dibujo de detalle
En este paso borro las líneas de encaje y líneas guía y sobre las líneas de
tanteo vistas en el paso anterior dibujo ya con mayor precisión las cejas, ojos,
nariz, boca y perfil de la cara procurando esta vez conseguir el mayor parecido
posible aunque como éste es todavía un dibujo a línea sin valoración tonal el
parecido es todavía aproximado. También preciso un poco más las principales
líneas del cuerpo.
De este modo hemos dejado nuestro dibujo preparado para recibir el color. Como
ya dije anteriormente todos estos trazos están hechos muy suavemente y con un
color claro en la gama de colores “carne”, pero para que pueda verse en la foto
he oscurecido un poco los trazos con un programa de tratamiento de imágenes.
TERCERA PARTE
APLICACIÓN DEL COLOR
Comienzo por los ojos, generalmente marcando los dos puntos brillantes que
establecen la distancia entre ojos y a continuación las pupilas con lo cual se
juntan el máximo brillo (blanco puro) y la máxima oscuridad (negro puro) de toda
la obra. Luego perfilo los bordes del párpado superior, y la
casi circunferencia que delimita la córnea. Relleno de verde, con reflejos claros,
y ocre la córnea, que es el verdadero color de los ojos de la modelo. Sigo con
una ligera capa base de ocre muy claro y rosa pálido en el entorno de los ojos y
con malva señalo las sombras. Con marrón oscuro sombreo las cejas.
En la imagen se puede ver el ojo derecho en la primera fase y el izquierdo en
una fase intermedia a falta de remates.
En este paso avanzo sobre el ojo derecho y su ceja, perfilo la nariz con una ligera
valoración tonal y finalmente amplío la capa base de parte del rostro en el
entorno de los ojos y nariz, utilizando ocre muy claro y rosa pálido con algunos
toques de malva y ocre naranja.
Estos son los colores y lápices utilizados para pintar los ojos.
En este paso mezclo suavemente las capas de diferentes colores aplicados
anteriormente para obtener un color base de la piel que en pasos posteriores se
completará con matices, realces de luz, brillos y sombras para que no resulte tan
plano como se ve todavía.
Estos son los lápices y muestras de color utilizados para pintar el rostro.
Aquí he perfilado el contorno de la cara y con color sombra he rayado el cabello
y con negro he oscurecido el lado izquierdo para comprobar el contraste de
tonos entre cabello y piel.
Con un lápiz bermellón redibujo los labios y relleno el interior obteniendo así una
primera capa de color sobre la que trabajaré los brillos y las sombras.
Para terminar el rostro, doy unos brillos en los labios y una sombre ligera en la
línea en que se juntan. Dibujo la oreja y el perfil de la barbilla y la mandíbula.
Difumino el color sombra del pelo y con ocre marco los que serán los brillos.
Con estos lápices pinté los labios.
Cubro de negro el cabello excepto las zonas de brillo que anteriormente marqué
en ocre. Como esta mancha es demasiado grande para cubrirla a lápiz utilizo
carbón o creta negra y luego difumino con los dedos. Ver el tema “6.-
Difuminado” en “Técnicas de dibujo” de esta misma web.
Antes de continuar con el cabello coloreo el fondo de azul turquesa.
Con pastel en barras pinto el fondo.
Difumino el fondo algo mezclado con blanco para suavizarlo un poco. Y con el
mismo azul turquesa doy algunos reflejos en el pelo sobre el ocre que reservé
en los pasos anteriores.
Con los colores sombra oscura, ocre, negro y azul claro resolví el cabello.
En este paso ataco el vestido. Con verde claro, para las luces, y oscuro, para
las sombras, comienzo por la asilla y continúo con el primer volante del escote.
Con negro el segundo volante y con negro y blanco haré el resto.
Con lápices blanco y negro hago sendos rayados que delimitarán las partes de
cada color y luego los fundo por separado procurando que ningún color se
contamine del otro.
TIPOS DE TRAZOS.
En el dibujo ejecutado con lápices, u otro material de dibujo, los posibles trazos
son casi ilimitados pero la mayoría de los trazos utilizados para dibujar derivan
de nueve tipos básicos.
Cuatro son para dibujar los perfiles de un objeto bidimensional o plano y el resto
para aplicar a ese dibujo plano los distintos tonos que producen la
tridimensionalidad o volumen del objeto dibujado.
Los trazos para dibujar perfiles son: trazo uniforme A, trazo caligráfico B, trazo
quebrado C y trazo repetitivo D.
A.- Trazo uniforme. Es una línea limpia de grosor invariable con la que se
resuelven perfiles muy definidos.
B.- Trazo caligráfico. Se caracteriza por la variación del espesor. Es una técnica
útil para cuando se desea acentuar un detalle.
C.- Trazo quebrado. Son líneas cortas seguidas una tras otra varias veces. El
efecto es más delicado que el que se consigue con A y B.
D.- Trazo repetido. Son líneas irregulares sobrepuestas unas a otras utilizadas
para tratamiento abocetado y suelto.
Un cutter o cuchilla bien afilada. Una lija para dar la forma que convenga a la
mina del lápiz. Un borrador, preferiblemente una goma de tipo maleable. Un
lápiz pastel blanco. Un difumino. Lápices de diferentes tonos. En este caso para
los dibujos que he hecho utilicé el 2B, 3B, 4B, 6B y 8B.
El 2B y el 3B son barras de grafito y el resto son lápices con carcasa de madera.
No hay ninguna razón especial para elegir barras, simplemente es lo primero que
pillé, lo que sí interesa es el tono.
Los trazos para dibujar tonos, es decir sombras, son: paralelas regulares E,
paralelas distanciadas F, rayas cruzadas G, rayas a conveniencia H y punteado
I.
E.- Paralelas regulares. Son líneas paralelas más o menos a la misma
distancia entre sí. Cuanto más juntas se dibujen más bajará el tono del rayado,
es decir más oscura será la sombra reproducida pero uniforme.
F.- Paralelas distanciadas. Son líneas paralelas que aumentan progresivamente
la distancia que las separa de modo que producen el efecto de una mancha
degradada, es decir con una variación tonal progresiva.
G.- Rayas cruzadas. Son series cruzadas de rayas (achurados) más o menos
paralelas que reproducen diferentes superficies irregulares.
H.- Rayas a conveniencia. Son series de rayas cruzadas o paralelas o mezclas
de ambas a conveniencia según la textura que se quiera reproducir.
I.- Punteado. Es un conjunto de puntos o pequeños trazos punteados que se
aplican como sombra y que proporciona mayor libertad para expresar lo que se
desea.
Bien, una vez hecho este repaso sobre los distintos tipos de trazos, rayados,
achurados y difuminados vamos a comparar las diferentes técnicas de
utilización del lápiz con cuatro apuntes de retrato de una misma modelo que
acabo de dibujar ahora mismo.
Los dos primeros bocetos están realizados en técnica a línea y las dos siguientes
en técnica a tonos. En los primeros no se pretende conseguir volumen sino
simplemente fijar las líneas básicas que construyen el retrato.
En la imagen de arriba a la izquierda se ve un boceto ejecutado con trazo
suelto con un lápiz 4B, con gran libertad y espontaneidad en el trazo. Es un
boceto a punta de lápiz que sólo pretende captar lo esencial de la modelo sin
detalles ni demasiada precisión.
A la derecha hice un boceto en técnica de trazo perfilado con un lápiz HB, que
permite líneas finas que resaltan el perfil de la modelo y es por tanto un boceto
más cuidadoso.
En los dos siguientes ya intentamos esbozar las zonas de luz y sombra que dan
cierto volumen a la modelo.
Y como demostración de bocetos con técnica a tonos hice estos dos retratos. A
la izquierda con un lápiz 6B empleé una técnica de trazos tonales, es decir que
la valoración tonal se consigue sólo con trazos más o menos intensos y con
rayados más o menos densos para conseguir los diferentes tonos más claros o
más oscuros.
A la derecha utilicé una técnica de trazo y tono, es decir una combinación de
línea y mancha. Estas manchas se obtienen difuminando, con los dedos o con
un difumino, los trazos previos ejecutados con un lápiz 8B.
Finalmente difumino las sombras con lo que se potencian los tonos y también
fundo aunque muy suavemente los trazos a lápiz pastel blanco. De este modo
hemos conseguido un boceto que se encuentra a mitad de camino entre un
dibujo a trazos y un dibujo a manchas.
Termino el ejercicio precisando con más detalle los perfiles de ojos y labios con
un 2B.
Este es el recordatorio del trabajo realizado.
Leer más: http://valero7.webnode.es/tecnicas/a24-retratos-rapidos-apuntes-y-
bocetos/