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UNIDAD 2 SISTEMAS DE REPRESENTACIÓN REFERIDOS A UN SISTEMA DE

COORDENADAS CARTESIANO ORTOGONAL

2.1 Fundamentos del proceso de visualización y de los sistemas de representación


2.1.1 Transformación del mundo real al mundo geométrico plano.
Representar un objeto es un proceso que requiere dos etapas diferentes: el modelado y la
proyección (figura 2.1):

OBJETO Modelado MODELO Proyección IMAGEN


REAL GEOMÉTRICO PLANA (2D)
(3D)

Figura 2.1. Proceso de representación geométrica.

El modelado es la etapa en la que la infinita complejidad de un objeto real se reduce, de forma


arbitraria, para considerar solo un conjunto finito de aspectos que incluyan las características del
objeto que más influyen en el estudio que se pretende realizar, o en la información que se
pretende transmitir.
En el campo del dibujo técnico, el primer objetivo es transmitir información sobre la geometría de
los objetos. Por tanto, el modelo considerado debe contener una información completa y no
ambigua de la geometría (forma) del objeto. Otros aspectos del objeto real (color, textura, etc.),
pueden ser eliminados para economizar esfuerzos.
La segunda parte del proceso de representación de un objeto es una transformación, que permite
obtener una figura geométrica plana (en dos dimensiones, o 2D), a partir del modelo geométrico
tridimensional (3D):
Ф(X, Y, Z) → Ф’(x, y)

De las posibles transformaciones, se elige la proyección porque de su aplicación resultan


“imágenes planas” de los objetos. Es decir, que se obtienen figuras planas que, al ser observadas,
recuerdan al modelo tridimensional del que proceden.
2.1.2 Proceso de proyección-sección
La operación de proyección, indicada en el apartado anterior, consta en realidad de dos
operaciones: la proyección y la sección.
Proyectar un conjunto Ф = (P1, P2, …, Pn) de n puntos situados en el espacio (figura 2.2), es trazar
el conjunto de n “rectas proyectantes” (p1, p2, …, pn) que pasan, respectivamente, por cada uno de
los puntos de Ф y por un punto fijo V, elegido arbitrariamente y denominado centro de proyección
(o punto de vista). Al cortar un conjunto de rectas proyectantes por un plano π, denominado plano
de proyección (o plano del cuadro), se obtienen los n puntos transformados que forman Ф’ = (P’1,
P’2, …, P’n).
Proyectar un conjunto Ф = (s1, s2, …, sm) de m rectas situadas en el espacio (figura 2.3), es
obtener el conjunto de los m planos “proyectantes” (σ1, σ 2, …, σ m) que contienen,
respectivamente, a cada una de las rectas de Ф y al centro de proyección V. Al cortar el conjunto
de los planos proyectantes por un plano π, se obtienen las m rectas que forman la proyección Ф’ =
(s’1, s’2, …, s’m).
Figura 2.3. Proyección-sección de rectas.
Figura 2.2. Proyección-sección de puntos.

La proyección es, en general, una transformación homográfica que transforma puntos en puntos y
rectas en rectas, lo que la hace apropiada para representar modelos definidos a partir de aristas y
contornos. Además, el proceso es semejante a la visión humana, por lo que permite obtener
figuras planas que, al ser observadas, evocan al modelo tridimensional del que proceden.

2.1.3 Clases de proyección


El centro de proyección puede ser un punto propio o impropio. En función de la posición de este
centro de proyección se pueden dar los siguientes casos:
PROYECCIÓN PERSPECTIVA O CENTRAL. El centro de proyección está situado en una
posición arbitraria pero de coordenadas finitas respecto al plano de proyección, siendo por
tanto un punto propio. Es el caso de las figuras 2.2 y 2.3. Tiene el inconveniente de no
poder proyectar el propio centro de proyección ni los puntos de un plano paralelo al del
cuadro que contiene al centro de proyección V.
PROYECCIÓN PARALELA OBLICUA. El centro de proyección está situado en el infinito
(punto impropio), de forma que las rectas proyectantes son todas paralelas entre sí, y
oblicuas al plano de proyección (figura 2.4 a).
PROYECCIÓN PARALELA ORTOGONAL. El centro de proyección está situado en el
infinito de forma que las rectas proyectantes son todas paralelas entre sí, y perpendiculares
al plano de proyección (figura 2.4 b).

(d)
(d)

a) b)

Figura 2.4. Proyecciones paralelas o cilíndricas


2.1.4 Invariantes de la proyección

Son propiedades que se conservan. En función del tipo de proyección de que se trate, se tiene:

Proyección perspectiva o central (figura 2.5):

1. Pertenencia. Si un punto (M)


pertenece a una curva, su
proyección m pertenecerá a la de la
curva. En particular, si un punto (K)
pertenece a una recta, su proyección
k pertenecerá también a la de la
recta.

2. Intersección. Si una recta corta a


una curva, su proyección cortará a la
de la curva en puntos que son
proyecciones de los de intersección
de aquellas. En la figura, si la recta
(s) corta a la curva (c) en los puntos
(A) y (B), su proyección s corta
también a la curva c proyección de
Figura 2.5. Invariantes métricos.
(C) en a y b, puesto que, por ser (A) y (B)
comunes a la recta y a la curva, sus proyecciones también pertenecerán a las
proyecciones de ambas.

3. Tangencia. Si una recta r es tangente a una curva en un punto (T), su proyección r es


también tangente a la proyección de la curva en la proyección t del punto de
tangencia.

4. Razón doble, polaridad, separación y ordenación dentro de las invariantes


proyectivas.

Proyección paralela oblicua. Al ser un caso particular de la anterior se conservan la


pertenencia, intersección y tangencia. Además, la proyección paralela posee otras
invariantes:

1. Paralelismo. Dos rectas paralelas en el espacio (s1) y (s2) se proyectan según dos
rectas paralelas s1 y s2 (figura 2.6). Según esto la proyección de cualquier recta (r)
paralela al plano π de proyección, se producirá siempre según una recta r paralela a
la (r).

Figura 2.6. Invariante de paralelismo.


2. Proporcionalidad de segmentos tomados sobre una recta (razón simple). Dos
segmentos tomados sobre una recta se proyectan según otros dos, de manera que la
razón entre los dos primeros es igual a la razón entre los dos últimos
K=(A)(C)/(B)(C)=ac/bc (figura 2.7 a). Además se cumple que la proyección paralela
de cualquier figura plana contenida en un plano paralelo al de proyección es otra
figura idéntica a ella (figura 2.7 b)

b)
a)

Figura 2.7. Proporcionalidad de segmentos.

Proyección paralela ortogonal. Al ser un caso particular de la anterior se conservan la


pertenencia, intersección, tangencia, paralelismo, proporcionalidad de segmentos y la
propiedad de proyectar figuras contenidas en planos paralelos al de proyección según
figuras idénticas a ellas. Además, la proyección paralela ortogonal se cumple:

1. La proyección de un segmento es
siempre menor o igual a dicho
segmento. En la figura 2.8 se puede
observar que ab = (A)(B1) = (A)(B)
cos α y como el coseno puede
adoptar, en valor sobsoluto, valores
entre 0 y 1, ab será siempre menor,
o a lo sumo igual, que (A)(B).

2. Teorema de las tres


perpendiculares Figura 2.8. Proyección de un segmento.

Si dos rectas son perpendiculares en el espacio (cruzándose o cortándose), y una de


ellas es paralela a un plano de proyección, las proyecciones ortogonales de ambas
rectas sobre dicho plano, son también perpendiculares entre sí.

2.1.5 Reversibilidad de la proyección: sistemas de representación proyectivos.

La misión fundamental de los sistemas de representación consiste en permitir representar sobre


una superficie plana formas tridimensionales previamente concebidas, y viceversa, permitir la
construcción tridimensional (restitución) de un objeto a partir de su representación en un plano.
Como consecuencia, para que un sistema de representación sea válido será condición esencial la
biunivocidad de la relación espacio-plano, que en él se establezca. Es decir, que a cada punto del
espacio le corresponda una única representación en el plano (del dibujo) y que a cada
representación de un punto en el plano (dibujo) le corresponda un único punto del espacio.

En definitiva, la validez de un sistema de representación, conllevará la existencia de una relación


biunívoca entre el espacio a representar (3D) y el plano de representación (2D).

2.1.6 Principales sistemas de representación en la técnica

1. SISTEMA CÓNICO

Queda definido por el plano de proyección π (plano del cuadro) y el centro de proyección (V)
(propio) (figura 2.9 a). En este sistema un punto(M) queda determinado conociendo su proyección
central M, intersección de su rayo proyectante (M)(V) con el plano π, y para garantizar su
restitución al espacio, conociendo además su proyección ortogonal m’ sobre π. Existe un punto
notable, que es la proyección del centro de proyección (V) sobre el plano del cuadro. Este punto
recibe el nombre de punto principal P, y la condición que has de cumplir los puntos M (proyección
central) y m’ (proyección ortogonal) es que la recta m’M pase por el punto P.

b)

a)
Figura 2.9. Sistema cónico.

Si se hace coincidir el plano de proyección π, en el que está representado el punto principal P y la


distancia D del centro de proyección a dicho plano π, con el del dibujo (figura 2.9 b), en este plano
estarán representados los puntos M y m’, proyección central y ortogonal, respectivamente, del
punto (M) del espacio, quedando la biunivocidad del sistema garantizada

Existen otras modalidades este sistema: sistema cónico con plano geometral y sistema cónico con
plano geometral y plano del cuadro inclinado.

2. SISTEMA DE PLANOS ACOTADOS

En este sistema se consigue la representación de un punto (P) obteniendo su proyección


ortogonal sobre un plano de proyección π, punto p, pie de la perpendicular trazada desde (P) al
plano. Para conseguir la condición de reversibilidad, se anota entre paréntesis al lado de p, un
número que indica la distancia del punto (P) al plano de proyección, o sea su cota h p, que tendrá
signo positivo o negativo, según se encuentre en una región o en otra con relación al plano de
proyección, el cual divide al espacio en dos semiespacios, de los que uno de ellos se afecta de
cotas positivas y el otro de cotas negativas (figura 2.10 a).

a) b)

Figura 2.10. Sistema de planos acotados.

La comprobación de biunivocidad de este sistema es inmediata, puesto que, dada la


representación de un punto (P) por su proyección y su cota (figura 2.10 b), bastará trazar por p la
perpendicular a π y llevar sobre ella, a partir de p, el valor de la cota, para restituir el punto (P) en
el espacio.

3. SISTEMA DIÉDRICO

En este sistema la representación de un punto (P) se consigue proyectándolo ortogonalmente


sobre un plano horizontal H, dando lugar a su proyección horizontal p’, y sobre un plano vertical V,
obteniendo su proyección vertical p’’ (figura 2.11 a). Se hace coincidir el plano H con el V (plano
del dibujo) haciéndolo girar alrededor de recta de intersección (denominada línea de tierra, LT).
Así, p’ y p’’ ocupan una posición tal que ambas se encuentran en la misma perpendicular a LT
(figura 2.11 b).

b)
a)

Figura 2.11. Sistema diédrico.


La distancia h que separa la proyección vertical p’’ de LT, será la altura del punto (P) sobre el
plano H, es decir la magnitud del segmento (P)-p’; del mismo modo, la distancia d que separa la
proyección horizontal p’ de LT, es igual a la magnitud del segmento (P)-p’’, es decir la distancia
existente entre el punto (P) y el plano V.

Restituir el sistema es inmediato: a partir de LT se coloca perpendicularmente al plano del dibujo,


es decir a V, el plano H. Desde p’ se levanta la perpendicular a H, y desde p’’ la perpendicular a V.
Estas dos perpendiculares se cortarán en el punto (P).

4. SISTEMA AXONOMÉTRICO

La representación en este sistema se consigue proyectando ortogonalmente en el espacio (figura


2.12 a) el objeto a representar sobre los tres planos coordenados de un triedro de referencia
trirrectángulo, obteniendo unas proyecciones que se denominan previas. A continuación se
proyecta el objeto, los ejes del triedro y las proyecciones previas, oblicua u ortogonalmente sobre
el plano π del cuadro. Como resultado de esta segunda proyección sobre el plano del cuadro (o
del dibujo) el objeto quedará representado por su proyección directa sobre π y por las tres

b)
a)

Figura 2.12. Sistema axonométrico.

proyecciones sobre π de las proyecciones previas, que reciben el nombre de proyecciones


laterales.

En función de que la proyección paralela sea oblicua u ortogonal, se tendrá un sistema


axonométrico oblicuo u ortogonal.

Para representar un punto (P) del espacio, en primer lugar se proyecta ortogonalmente este punto
sobre las tres caras del triedro trirrectángulo, obteniendo las proyecciones previas (p’), (p’’) y (p’’’),
de modo que los segmentos (P)-(p’’’), (P)-(p’’) y (P)-(p’), serán iguales, respectivamente, a las
coordenadas (x), (y) y (z) del punto (P) en el espacio.

A continuación se proyecta (oblicua u ortogonalmente) el conjunto del espacio sobre el plano del
cuadro (que se hace coincidir con el plano del dibujo), constituido por el punto (P), sus
proyecciones (p’), (p’’) y (p’’’), y los ejes (X), (Y) y (Z) sobre el plano del cuadro, obteniendo una
proyección directa P del punto (P) del espacio, tres proyecciones laterales p’, p’’ y p’’’ de las
previas (p’), (p’’) y (p’’’), y las proyecciones X, Y y Z de los ejes (X), (Y) y (Z) del espacio.
En esta nueva proyección están reunidas las proyecciones de las tres coordenadas del punto (P);
es decir, los segmentos P-p’’’, P-p’’ y P-p’ (figura 2.12 b).

La relación numérica entre dichas coordenadas y sus proyecciones se expresa en función de unos
coeficientes ei, que, en virtud del carácter invariante de la proporcionalidad de segmentos en
proyección paralela, son de aplicación general para cualquier segmento (coordenada) tomado
paralelamente a un eje.

Los segmentos P-p’’’, P-p’’ y P-p’ y las coordenadas (x), (y) y (z) de cualquier punto del espacio (P)
guardarán, por tanto, una relación de proporcionalidad que, de ahora en adelante, se expresará
mediante los coeficientes eZ, eY y eX.

El valor de eX, eY y eZ, el de los ángulos ZOX, ZOY, XOY que forman las proyecciones de los ejes
entre sí, así como la existencia o no de relación entre los coeficientes y dichos ángulos, depende
del ángulo que forma la dirección de proyección con el plano del cuadro y de la orientación del
triedro de referencia con relación a este último

Para que un punto esté representado en este sistema bastará conocer dos de sus cuatro
proyecciones, pues a partir de ellas se obtienen las otras dos trazando paralelas a las
proyecciones de los ejes hasta completar la proyección del paralelepípedo de la figura 2.12 b.

Para comprobar la reversibilidad del sistema


consideremos el punto (M) representado, por ejemplo,
por sus proyecciones directa M y lateral m’, en un
sistema axonométrico dado por el plano de
(m’)
proyección (plano del cuadro) π y una dirección de
proyección (d) (figura 2.13).

Es evidente que el punto (M) del espacio estará en la


recta (s) paralela a (d) que pasa por M. Además, la
proyección previa (m’) será el punto de intersección
de la recta paralela a (d) que pasa por m’ con el plano
Figura 2.13. Reversibilidad sistema axonométrico. coordenado XOY del sistema. Finalmente, el punto
(M), único en el espacio, será el resultado de
intersectar la recta (s) con la perpendicular (r) al plano XOY, que pasa por (m’). Obsérvese que
ambas rectas se han de cortar necesariamente al estar los segmentos (M)(m’) y Mm’ contenidos
en un mismo plano proyectante.
2.2 Sistema diédrico
2.2.1 Conceptos básicos y nomenclatura. Triedro de referencia
En el capítulo anterior se definió el sistema de representación de Monge como sistema de
proyección paralela ortogonal sobre dos planos perpendiculares entre sí, llamados uno horizontal y
otro vertical.
En él, una figura cualquiera del espacio se representa mediante sus dos proyecciones ortogonales
sobre los dos planos de proyección. La proyección ortogonal sobre el plano horizontal se
denomina PROYECCIÓN HORIZONTAL o PLANTA y la proyección sobre el vertical
PROYECCIÓN VERTICAL o ALZADO (figura 2.14 a).

b)

a)

Figura 2.14. Sistema diédrico.

Para reunir la planta y el alzado de dicha figura en un mismo plano se hace girar el plano
horizontal alrededor de la recta intersección de ambos planos (LT) hasta hacerlo coincidir con el
vertical que, a su vez se hace coincidir con el del Dibujo (figura 2.14 b).
Los planos horizontal P.H. y vertical P.V. de proyección dividen al espacio en cuatro regiones.
Para denominar los dos semiplanos de cada plano de proyección y las cuatro regiones diédricas,
tomando a los planos efectivamente uno como horizontal y otro como vertical, se supone colocado
al espectador en uno de los diedros. El semiplano horizontal sobre el que se apoya se llama
horizontal anterior y el otro horizontal posterior, haciendo referencia estos dos calificativos de
anterior y posterior a su situación con respecto al otro plano de proyección. El semiplano vertical
que está por encima del horizontal se llama vertical superior y el otro vertical inferior. Se llama
PRIMER DIEDRO al limitado por el horizontal anterior y el vertical superior en el que se supone
situado el observador; SEGUNDO DIEDRO al limitado por el vertical superior y el horizontal
posterior; TERCER DIEDRO al limitado por el horizontal posterior y el vertical inferior, y CUARTO
DIEDRO al limitado por el vertical inferior y el horizontal anterior (figura 2.15).
Figura 2.15. Regiones del espacio resultantes

CONSIDERACIONES SOBRE LA LÍNEA DE TIERRA

En el plano del dibujo la línea de tierra, que divide en dos zonas a éste, se subraya en sus
extremos mediante dos trazos, de manera que la zona superior corresponde al semiplano vertical
superior y al semiplano horizontal posterior, y la zona inferior corresponde al semiplano horizontal
anterior y al semiplano vertical inferior.
Debe observarse (figura 2.16) que si las dos proyecciones de un objeto, alzado y planta,
permanecen fijas en el plano del dibujo y se traslada paralelamente a si misma a la línea de tierra,
ello indica, únicamente que ha tenido lugar una traslación conjunta de los dos planos de
proyección. Para estudiar las propiedades de un objeto por medio de sus proyecciones, una
traslación de esta clase carece de importancia. Por este motivo, muy frecuentemente, la línea de
tierra no se dibuja, ya que cada objeto queda determinado por su planta y alzado, sin necesidad
de la línea de tierra. Este es el fundamento del denominado sistema diédrico directo.

Figura 2.16. Consideraciones sobre LT.

En la práctica, a pesar de la suficiencia (reversibilidad) del sistema diédrico, cuando las


proyecciones horizontal y vertical de un objeto no resultan suficientemente exhaustivas para su
correcta interpretación, se introduce un tercer plano de proyección para completar el sistema
referencial y facilitar la situación de puntos por los valores numéricos de sus coordenadas Este
plano perpendicular a la línea de tierra y, por lo tanto, al horizontal y al vertical, se denomina
PLANO DE PERFIL.

El plano de perfil forma, con los dos planos de proyección, un triedro trirrectángulo (figura 2.17)
cuyas aristas pueden ser tomadas como ejes de un sistema de coordenadas cartesianas
ortogonales, siendo el origen del mismo el punto común a los tres planos.

Figura 2.17. Triedro de referencia.

El conjunto de los tres planos coordenados Horizontal, Vertical y de Perfil dividen el espacio en 8
octantes. Un punto cualquiera del espacio se referirá a dichos planos a través de sus distancias a
ellos.

El triedro trirrectángulo quedará integrado por los ejes:


- OX: intersección de los planos Horizontal y Vertical
- OY: intersección de los planos Horizontal y de Perfil
- OZ: intersección de los planos Vertical y de Perfil.

Para dar numéricamente puntos, se utiliza este sistema de coordenadas proporcionándo como en
Geometría Analítica por la terna de tres números (x, y, z) correspondientes a su:

(x) Desviación o Referencia: distancia al plano de Perfil.


(y) Distancia o Alejamiento: distancia al plano Vertical.
(z) Altura o Cota: distancia al plano Horizontal.
La coordenada "x" adquirirá valores positivos cuando el punto se encuentre a la izquierda del
plano De Perfil, la coordenada "y" será positiva cuando el punto se encuentre delante del plano
vertical y la coordenada "z" será positiva cuando el punto se encuentre por encima del plano
Horizontal.
De este modo, al girar el plano horizontal, PH, alrededor del eje X (LT) y el plano de perfil, PP,
alrededor del eje Z, para hacerlos coincidir con el plano vertical, PV (plano del dibujo), se obtiene
una representación como la de la figura 2.18.

z z

ALZADO PERFIL
IZQUIERDO
Desviación Alejamiento

A'' A'''

Cota

Cota
x Y x Y
PLANTA

Alejamiento

A'
Y Y

Figura 2.18. Triedro de referencia. Proyecciones.

Como nomenclatura se adopta:


Puntos: serán designados con letras mayúsculas, preferentemente de la primera mitad del
alfabeto: A, B, C, …. Así, el punto A, tendrá en A’ su proyección horizontal, en A’’ su
proyección vertical y en A’’’ su proyección de perfil o tercera proyección.
Rectas: se designarán con letras minúsculas: r, s, t, etc., y se seguirá el mismo criterio
para los superíndices.
Planos: se designarán con letras griegas: α, β, γ, etc. o bien con letras mayúsculas de la
segunda mitad del alfabeto: P, Q, R, etc. Se seguirá el mismo criterio para los
superíndices que en casos anteriores.

2.2.2 Sistema multivista (Sistema Europeo y Sistema americano)


A la planta y alzado de la representación de un objeto se pueden añadir, además del perfil (objeto
visto por la izquierda), otras proyecciones: las proyecciones obtenidas sobre otros tres planos
PH1, PV1 y PP1 paralelos al Horizontal, Vertical y de Perfil, respectivamente.

La disposición de estos planos se efectúa de manera que los planos PH, PV, PP y los nuevos
planos de proyección formen las caras laterales de un ortoedro en cuyo interior se encuentra el
objeto (figura 2.19 a). Obtenidas las proyecciones sobre las caras del ortoedro, al desarrollar éste
sobre el plano del dibujo (plano Vertical) se obtienen las seis vistas que constituyen la
representación multivista de dicho objeto (figura 2.19 b).

Las proyecciones sobre los planos PP1, PV1 y PH1, que corresponden a puntos de vista situados
a la derecha, detrás y abajo del objeto, se distinguen de la planta, alzado y perfil en que en las
primeras unas partes del objeto se presentan visibles mientras que en las segundas no lo son y
viceversa. Esta es precisamente la ventaja de este conjunto de "proyecciones opuestas": las
aristas que en una son visibles y en la opuesta son ocultas, se pueden suprimir en esta última y
obtener, por tanto, dibujos más claros en la representación de objetos complicados (Eliminación de
las Líneas Ocultas).

b)
a)

Figura 2.19. Sistema multivista.

Se denominan vistas antipódicas a aquellas que siguen la misma dirección y sentidos opuestos
(“delante y detrás”).
En función del cuadrante en que se sitúe el objeto a representar y de la posición relativa entre
observador-objeto-plano de proyección, se obtienen dos sistemas multivista diferentes,
normalizados en Europa y en América respectivamente.
SISTEMA MULTIVISTA EUROPEO

En este sistema: El Objeto a representar se sitúa en el Primer Diedro (figura 2.20 a) y está situado entre el
Observador y el Plano de Proyección (figura 2.20 b).

b)

a)

Figura 2.20. Sistema Multivista Europeo (I).


Obtenidas las seis proyecciones ortogonales sobre los planos PH, PV, PP, PH1, PV1 y PP1, los
planos PH, PP, PH1 y PP1 se abaten sobre el PV (plano del dibujo). Por su parte el plano PV1 se
superpone al PV mediante un doble abatimiento, siendo arrastrado en el primero por el plano PP
(figuras 2.21 y 2.22).

Figura 2.21. Sistema Multivista Europeo (II).

Figura 2.21. Sistema Multivista Europeo (III).


De este modo en la disposición de vistas que se obtienen (figura 2.22), en relación al Alzado
(Proyección sobre el PV / Objeto visto por delante):
La Planta Superior (Proyección sobre PH / Objeto visto por arriba) queda: Debajo del
Alzado.
La Planta Inferior (Proyección sobre PH1 / Objeto visto por debajo) queda: Arriba del
Alzado.
El Perfil Izquierdo (Proyección sobre PP / Objeto visto por la izquierda) queda: A la
derecha del Alzado.
El Perfil Derecho (Proyección sobre PP1 / Objeto visto por la derecha) queda: A la
izquierda del Alzado.
Alzado Posterior (Proyección sobre PV1 / Objeto visto por detrás) queda: A la derecha del
Perfil Izquierdo.

PH1

PLANTA INFERIOR

PP1 PV PP PV1

PERFIL DERECHO ALZADO PRINCIPAL PERFIL IZQUIERDO ALZADO POSTERIOR

PH PLANTA SUPERIOR

Figura 2.22. Sistema Multivista Europeo (IV).

La orientación del desarrollo del ortoedro que forman los planos de proyección (diferente en los
Sistemas Europeo y Americano), es suficiente para reconocer inmediatamente si el objeto en
cuestión se encuentra representado en sistema Europeo o Americano. Sin embargo, si para la
representación se omite el alzado posterior, los desarrollos de los planos de proyección en ambos
sistemas no presentan diferencias a primera vista.

El alzado posterior puede ser colocado indistintamente a la derecha del perfil izquierdo o a la
izquierda del perfil derecho.

Para que el acceso al sistema empleado sea inmediato se dispone de un símbolo que consiste en
el alzado y perfil izquierdo de un tronco de cono (figura 2.23) que se adjunta a la representación
del objeto. Naturalmente, en el caso del sistema europeo la disposición entre el alzado y el perfil
izquierdo del tronco de cono es coherente con este sistema.
En la práctica del Dibujo Técnico la arista intersección de los seis planos de proyección no se
representan, siendo la presentación habitual de las vistas la de la figura 2.23.
Figura 2.23. Sistema Multivista Europeo (V).

Si además, se desea representar las proyecciones de los ejes del triedro de referencia, el
resultado es el de la figura 2.24:

x
z z z z

Y x Y x
x

Figura 2.24. Sistema Multivista Europeo (VI).


SISTEMA MULTIVISTA AMERICANO

El Objeto a representar se sitúa en el Tercer Diedro (figura 2.25 a) y el Plano de Proyección está situado
entre el Objeto y el Observador (figura 2.25 b).

b)

a)

Figura 2.25. Sistema Multivista Americano (I).

Obtenidas las seis proyecciones ortogonales sobre los planos PH, PV, PP, PH1 y PP1, se abaten
los planos PH, PP, PH1 y PP1 sobre el PV (Plano del dibujo). El plano PV1 se hace coincidir con
el PV mediante un doble abatimiento, siendo arrastrado en el primero por el plano PP1 (figs. 2.26 y
2.27).

Figura 2.26. Sistema Multivista Americano (II).


Figura 2.27. Sistema Multivista Americano (III).

De este modo en la disposición de vistas que se obtienen (figura 2.28), en relación al Alzado
(Proyección sobre el PV / Objeto visto por delante):

La Planta Superior (Proyección sobre PH / Objeto visto por arriba) queda: Arriba del
Alzado.
La Planta Inferior (Proyección sobre PH1 / Objeto visto por debajo) queda: Debajo del
Alzado.
El Perfil Izquierdo (Proyección sobre PP1 / Objeto visto por la izquierda) queda: A la
Izquierda del Alzado.
El Perfil Derecho (Proyección sobre PP / Objeto visto por la derecha) queda: A la Derecha
del Alzado.
El Alzado Posterior (Proyección sobre PV1 / Objeto visto por detrás) queda: A la Izquierda
del Perfil Izquierdo.

El símbolo identificador del sistema Americano lo proporciona la representación de un tronco de


cono mediante su alzado y perfil izquierdo en sistema americano (figura 2.29).

PH

PLANTA SUPERIOR

PP1 PV PP PV1

PERFIL IZQUIERDO ALZADO PRINCIPAL PERFIL DERECHO ALZADO POSTERIOR

PH1 PLANTA INFERIOR

Figura 2.28. Sistema Multivista Americano (IV).


Al igual que en el sistema Europeo, en el sistema Americano las intersecciones entre los seis
planos de proyección no se representan, siendo la presentación habitual de las vistas la de la
figura 2.29.

Figura 2.29. Sistema Multivista Americano (V).

Si además, se desea representar las proyecciones de los ejes del triedro de referencia, el
resultado es el de la figura 2.30:

-Y

x
-Y x -Y x

-z -z -z -z
x

-Y

Figura 2.30. Sistema Multivista Americano (VI).


2.2.3 Posición del objeto a representar. Elección de vistas
En primer lugar, se debe situar el objeto de forma que resulte más fácil interpretar su
representación en el contexto en que ésta vaya a ser utilizado (puede ser su posición de uso, de
montaje, de fabricación, etc.). Hay que recordar que la orientación de la imagen respecto al
observador viene condicionada porque el ser humano, cuando explora e interpreta el espacio,
tiene tendencia a atribuir a su constitución orgánica un papel preponderante. Se constituye a sí
mismo en sistema de referencias: lo alto y lo bajo, la derecha y la izquierda, la parte anterior y la
parte posterior. En particular, la horizontal y la vertical están ligadas a la condición humana: al
peso y a la búsqueda constante de equilibrio.

El siguiente paso es elegir como vista principal (alzado) a aquella que de una información más
clara de la geometría del objeto representado. Puesto que, en general, la geometría será
compleja, se debe intentar definir primero aquellas partes de la misma más significativas, los
"elementos dominantes" de la geometría del objeto.
A continuación, se deben utilizar tantas vistas más como sean necesarias para definir
completamente al objeto, pero sin incluir vistas superfluas (vistas que no aporten nueva
información). Este criterio se suele denominar de "vistas mínimas", ó de "economía de vistas".
Debe destacarse que el objetivo de simplificar la ejecución, se alcanza reduciendo al mínimo las
vistas necesarias para definir un objeto, pero este criterio solo afecta a quien realiza la
representación. No debemos olvidar que el objetivo de dicha representación es transmitir
información sin ambigüedad, por lo que simplificar la interpretación puede requerir más vistas
de las estrictamente necesarias para definir el objeto. En definitiva, la economía de vistas debe
entenderse como la eliminación de vistas superfluas para interpretar, no como una minimización
del número total de vistas a realizar.
Por último, cuando se pueda elegir entre diferentes representaciones, que aporten la misma
información y que cumplan los criterios anteriores, se preferirá aquella que minimice el empleo de
aristas ocultas y la repetición de detalles.

En la representación multivista la distancia relativa entre las vistas es función de la distancia del
objeto representado a las caras de los planos coordenados PH, PV y PP y a los planos auxiliares
PH1, PV1 y PP1.
En la práctica se pueden dar dos situaciones:
a) Que el objeto esté referido de antemano a un triedro de referencia, a través de una
posición y una orientación dadas. En este caso, la separación entre el alzado y la planta y
el alzado y el perfil, vienen impuestas. La separación entre el resto de las vistas es función
de la distancia a que situemos los planos PH1, PV1 y PP1 respecto del objeto. A fin de
conseguir un cierto orden en la disposición global de las vistas, se colocan los planos PP1,
PH1 y PV1 separados la misma distancia de la pieza que los planos PP, PH y PV
respectivamente (figuras 2.31 a y b).
b) Que el Objeto no lo tengamos inicialmente referido a un triedro de referencia. En este caso
orientaremos el objeto dejándolo con sus caras principales (si las tiene) paralelas a los
planos del triedro y lo situaremos equidistante (a una distancia conveniente) de los planos
PH, PV, PP, PH1, PV1 y PP1. De manera que, tras el desarrollo de los mismos, las vistas
queden equidistantes entre sí.
A'' A'''

A'

a)
Z

O
A'
A
Y
X

A'' A'''

b)

Figura 2.31. Posición relativa entre las vistas.


2.3 Sistemas axonométricos: axonometría ortogonal
2.3.1 Triedro de referencia y plano del cuadro
De acuerdo con lo expuesto en la sección 2.1.6, la representación en axonométrico la
obtendremos refiriendo el objeto a un sistema de tres ejes coordenados en el espacio, procurando
que las direcciones principales del mismo coincidan con las de los ejes, y proyectando
paralelamente a continuación el objeto, sus proyecciones ortogonales sobre los planos
coordenados (proyecciones previas) y los ejes sobre el plano del cuadro (figura 2.32).

Figura 2.32. Triedro de referencia (I).

El triedro de referencia O(X)(Y)(Z) se supondrá, de ahora en adelante, trirrectángulo y orientado


positivamente. Es decir, de manera que situados en el semieje positivo O(Z) el eje O(X) gire en
sentido antihorario sobre el O(Y) (Norma DIN 5).

En la sección 2.1.6 se indicó cómo se podía situar fácilmente un punto por medio de sus
coordenadas, observando que los segmentos correspondientes a cada coordenada, se proyectan
con valores proporcionales a las relaciones que existen entre segmentos cualesquiera tomados
sobre los ejes y sus proyecciones (invariante de proporcionalidad de la proyección paralela). Estas
relaciones de proporcionalidad reciben el nombre de coeficientes de relación o deformación, eX, eY
y eZ, de modo que (PX) = eX PX, (PY) = eY PY y (PZ) = eZ PZ.

Los distintos valores que pueden tomar los coeficientes eX, eY y eZ, así como las diferentes
posiciones relativas que pueden adoptar las proyecciones de los ejes son función, por un lado, de
la orientación del triedro de referencia respecto del plano del cuadro y, por otro, de la relación que
existe entre la dirección de proyección y el plano del cuadro (figuras 2.33 a y b).
a) b)

Figura 2.33. Triedro de referencia (II).

En particular, cuando la dirección de proyección es ortogonal al plano del cuadro diremos que la
Axonometría es Ortogonal (figura 2.33 b), en el resto de los casos diremos que la Axonometría es
Oblicua (figura 2.33 a).

2.3.2 Proyecciones previas y directa


En 2.1.6 se indicó como se obtiene la representación en este sistema: proyectando
ortogonalmente en el espacio (figura 2.12 a) el objeto a representar sobre los tres planos
coordenados de un triedro de referencia, obteniendo unas proyecciones que se denominan
previas. A continuación se proyecta el objeto, los ejes del triedro y las proyecciones previas,
ortogonalmente sobre el plano π del cuadro. Como resultado de esta segunda proyección sobre el
plano del cuadro (o del dibujo) el objeto quedará representado por su proyección directa sobre π y
por las tres proyecciones sobre π de las proyecciones previas, que reciben el nombre de
proyecciones laterales.

2.3.3 Coeficientes y escalas axonométricas


Se llaman coeficientes de reducción eX, eY y eZ, de una axonometría ortogonal, a las relaciones
numéricas entre tres segmentos
cualesquiera tomados sobre los ejes (Y)
coordenados y sus proyecciones.
(Z)
Dado un sistema de ejes trirrectángulo,
un plano del cuadro π y definida una l
proyección ortogonal sobre π, si
Y (X)
tomamos un segmento I sobre cada
uno de los ejes, éstos se proyectarán l ly l
según tres segmentos lX, lY y lZ (figura Z
2.34). La relación que existirá entre
O

estos últimos y I será:


lz
lx
lX = l cos α, lY = l cos β y lZ = l cos γ, πp X

siendo α, β y γ los ángulos que


forman los ejes (OX), (OY) y (OZ) con π. Figura 2.34. Coeficientes de reducción.

Por tanto: eX = cos α, eY = cos β y eZ = cos γ


Como el coseno de un ángulo toma valores, en valor absoluto, comprendidos entre 0 y 1, eX, eY y
eZ serán siempre menores o iguales que la unidad y son, por tanto, de reducción.

Existe una relación que liga los coeficientes de reducción. Consideremos el sistema axonométrico
de la figura 2.35 a, y en él un plano π1 paralelo al del cuadro π (no dibujado), que como es sabido
pasa por el origen (O) del triedro. Tracemos (O)(M) perpendicular a π1.

(Z)

(M)
(O)

(Y)
(X)
(M)

b)
a)

Figura 2.35. Relación que liga los coeficientes de reducción.

Las coordenadas del punto (M) (figura 2.35 b) cumplirán:

MX = (O)(M) cos θ1, MY = (O)(M) cos θ2, MZ = (O)(M) cos θ3, por lo que:
2 2 2 2 2 2 2 2
M X +M Y +M Z = (O)(M) = (O)(M) (cos θ1 + cos θ2 + cos θ3), de donde:
2 2 2
cos θ1 + cos θ2 + cos θ3 = 1.

Como (O)(M) es perpendicular al plano del cuadro (por serlo a π1) θ1, θ2 y θ3 son complementarios
de α, β y γ, con lo que:

cos θ1 = sen α, cos θ2 = sen β y cos θ3 = sen γ.

Por tanto:
2 2
sen α + sen β + sen
2
γ = 1, es decir, 1 - cos2 α + 1 - cos2 β + 1- cos2 γ = 1
o sea:
2
cos α + cos β + cos
2 2
γ =2 o bien e
2
X + e
2
Y + e
2
Z =2 (1),

lo que permite afirmar que en toda axonometría ortogonal, la suma de los cuadrados de los
coeficientes de reducción vale siempre 2.
Las escalas axonométricas, EX, EY y EZ, son valores enteros o fraccionarios proporcionales a los
coeficientes de reducción:

Teniendo en cuenta (1), se pueden determinar analíticamente los coeficientes de reducción


conociendo las escalas:
La determinación de los coeficientes de reducción a partir de las escalas axonométricas se puede
efectuar gráficamente como sigue (figura 2.36):

Se construye un triángulo OAB, de forma que OA y AB sean proporcionales EX y EY. Sobre la


hipotenusa OB, y con la misma proporcionalidad, se traza BC = EZ perpendicular a OB. Se tiene:

OA = t EX, AB = t BY, BC = t EZ, con t = coeficiente de proporcionalidad.


C

Por el punto medio E de OC se traza la perpendicular


B
ED a OC y la semicircunferencia de radio hasta OE.
E
En el triángulo ODC, rectángulo en D, se verifica:
D

es decir:

A O
Figura 2.36. Coeficientes de reducción.
Determinación gráfica.

Teniendo en cuenta las relaciones (2):

De igual forma:

2.3.4 Relación entre las proyecciones de los ejes y las escalas axonométricas: problemas
directo e inverso (Teorema de Schlömilch)
Se denomina triángulo las trazas de un plano π1.paralelo al del cuadro π al triángulo que se
origina al intersectar el plano π1.con los planos coordenados del triedro de referencia. Los vértices
A, B y C de este triángulo son los puntos de intersección de los ejes (OX), (OY) y (OZ) del triedro
con π1 (figura 2.37 a).
Al ser π1 paralelo a π el triángulo de las trazas se proyectará sin deformar sobre el plano del
cuadro. Por el mismo motivo, la imagen de cuantos elementos proyectemos sobre π1 será
coincidente con la que ofrezcan al proyectarlas sobre π.
b)

a)

Figura 2.37. Triángulo de las trazas.

El eje (O)(Z) es perpendicular al lado AB del triángulo de las trazas, por serlo al plano coordenado
(X)(O)(Y) en el cual está contenido AB. Además, al estar AB contenido en π1 por aplicación del
teorema de las tres perpendiculares, las proyecciones ortogonales de (O)(Z) y AB sobre π1 se
producen según dos rectas perpendiculares. De donde se concluye que la proyección ortogonal
sobre π del eje (O)(Z) es perpendicular a la del lado AB del triángulo de las trazas. Análogamente
se deduce que la proyección del eje (O)(Y) es perpendicular al lado AC y que la del eje (O)(X) lo
es al lado BC. Por tanto, en, una, axonometría ortogonal, las proyecciones de los ejes, son
siempre perpendiculares a los lados del triángulo de las trazas de cualquier plano paralelo al del
cuadro (figura 2.37 b).
PROBLEMA DIRECTO DE LA AXONOMETRÍA ORTOGONAL

Si de un sistema axonométrico ortogonal conocemos las proyecciones de los ejes, los coeficientes
de reducción respectivos los podremos hallar si conseguimos contrastar, en el plano del dibujo, la
verdadera magnitud de tres segmentos tomados sobre los ejes y sus respectivas proyecciones.

Para ello es preciso abatir los planos coordenados. Supongamos que se abate el plano
coordenado (X)(O)(Y). La figura formada por los puntos OABC (figura 2.38) es la proyección plana
de la pirámide triangular formada por el triedro trirrectángulo de vértice (O) y el plano π1. La cara
(O)AB abatida sobre π1 es un triángulo rectángulo por lo que el punto OXY (considerado
perteneciente al plano coordenado (X)(O)(Y)) se encontrará en la circunferencia de diámetro AB
(figura 2.39). Además el vértice abatido se encontrará en la perpendicular a la charnela (recta AB)
trazada por la proyección ortogonal, O, de (O), luego la intersección de dicha perpendicular con la
1 2
circunferencia fija las dos posibles posiciones abatidas de (O), [O] XY y [O] XY, posiciones que se
obtienen según el sentido de abatimiento.

Los ejes abatidos [X] e [Y] se han trazado sabiendo que han de pasar por [O]XY y por A y B
respectivamente. Análogamente se ha procedido en los abatimientos de los planos (X )(O)(Z) e
(Y)(O)(Z) (figuras 2.40 y 2.41).
Figura 2.39. Posiciones abatidas del vértice del triedro (I).

Figura 2.38. Abatimiento de las caras del triedro (I).

Figura 2.40. Abatimiento de las caras del triedro (II).


Figura 2.41. Posiciones abatidas del vértice del triedro (II).

Z
Siguiendo el procedimiento anterior, en la figura
[O] xz
C 2.42 se han abatido los planos (X)(O)(Y) y
l
l [O] yz
(X)(O)(Z). El primer abatimiento ha permitido
l obtener los valores de eX y eY, y el segundo el de
l eZ, además de comprobar el de eX. Por su parte, el
O abatimiento del plano (Y)(O)(Z), ha permitido
comprobar los valores de eZ y eY. Obsérvese que
en las construcciones de la figura los extremos de
X B
A Y los segmentos tomados sobre los ejes y las de sus
proyecciones correspondientes, definen
e x = l x/l l alineaciones perpendiculares a las charnelas de
l
e y = l y/l abatimiento.
e z = l z/l [O] xy

Figura 2.42. Problema directo axonometría ortogonal.


PROBLEMA INVERSO DE LA AXONOMETRÍA ORTOGONAL

Contrariamente al apartado anterior, si de una axonometría ortogonal conocemos los valores de


los coeficientes de reducción o los de sus escalas, las proyecciones de los ejes axonométricos las
podremos obtener haciendo uso conjunto de la relación que existe siempre entre el triángulo de
las trazas y su triángulo órtico y el Teorema de Schlömilch-Waisbach.

a) Relación entre el triángulo de las trazas y su triángulo órtico.


EL triángulo órtico de uno dado ABC es aquel cuyos vértices son los pies de las alturas del
ABC. Se verifica que las alturas del triángulo de las trazas son las bisectrices interiores de
su triángulo órtico. Así en la figura 2.43 AM, BN y CP (proyecciones de los ejes del triedro)
son las bisectrices interiores del triángulo MNP, órtico del ABC.

Figura 2.43. Relación entre el triángulo de las trazas y su triángulo órtico.

b) Teorema de Schlömilch-Waisbach.
Los lados del triángulo órtico del triángulo de las trazas son proporcionales a los
cuadrados de las escalas axonométricas o los coeficientes de reducción. Es decir:

Como consecuencia de lo anterior, conocidos los valores de los coeficientes eX, eY y eZ, o los de
las escalas axonométricas, EX, EY y EZ, o, en general, los de tres valores proporcionales a éstos,
siempre podremos a partir de ellos construir un triángulo órtico MNP del sistema axonométrico
correspondiente, las bisectrices del cual serán las proyecciones de los ejes.
Da d os los valores de EX, EY y EZ, para averiguar las proyecciones de los ejes tendremos que
construir un triángulo cuyos lados sean proporcionales a . Los valores de dichos lados
los podremos obtener analítica o gráficamente. Procediendo del segundo modo, si tomamos un
segmento arbitrario OS (figura 2.44) mayor que la mayor de las escalas, trazamos la
semicircunferencia de diámetro OS y con centro en O llevamos sobre la misma las cuerdas OD ,
OE y OF iguales respectivamente a EX, EY y EZ y bajamos las perpendiculares DD', EE' y FF',
teniendo que en todo triángulo rectángulo los catetos son media proporcional de la hipotenusa y
de sus proyecciones sobre ésta se cumplirá:
D E
F

D’ E’ F’
O S

Figura 2.45. Obtención de las proyecciones de los ejes.

Figura 2.44. Aplicación T. Schlömilch.

Resultando que:

por lo que a = OD’, b = OE’, c = OF’ son segmentos proporcionales a los cuadrados de las escalas
y por tanto con ellos se puede construir un triángulo órtico del de trazas, siendo las bisectrices del
mismo las proyecciones de los ejes del sistema axonométrico definido inicialmente a través de sus
escalas (figura 2.45).
Naturalmente cualquier triángulo semejante al obtenido permitirá obtener las proyecciones de los
ejes. De hecho si partiéramos de cualquier terna de valores numéricos proporcionales a los
coeficientes de reducción obtendríamos triángulos semejantes al de lados a, b, c. Por ello, con
carácter genérico a estos triángulos se les denomina, "de reducción".

Este método de obtención de las proyecciones de los ejes tiene el inconveniente de que éstas no
quedan en una posición conveniente en el dibujo, para lo cual, ordinariamente se prefiere que la
proyección del eje Z resulte vertical. Ello se consigue utilizando el método que a continuación
vamos a explicar:

Z Conocidas las escalas se construyen


analítica o gráficamente (figura 2.45)
longitudes proporcionales a sus cuadra-
dos y con ellas el triángulo OQR de
O reducción, de modo que la base QR
tenga la dirección perpendicular a la
que queremos sea la del eje vertical
A Q R B
(figura 2.46). Entonces con centro Q y
X a c b Y
radio QO trazamos un arco de
Figura 2.46. Construcción de ejes. circunferencia que corta a QR en A, y
con centro R y radio RO trazamos otro
arco de circunferencia que corta a QR en B. Uniendo O con A y O con B, tenemos los ejes X e Y;
el eje Z se obtiene trazando por O la perpendicular al lado RQ.
2.3.5 Axonometrías ortogonales normalizadas
Las axonometrías ortogonales normalizadas son:
a) Dimétrica (figura 2.47). Sus características son:
XOY = XOZ = 131º25’ YOZ = 97º10’
eX = 0,471 eY = eZ = 0,942.
Se admite la simplificación eY = eZ = 1 eX = 0,5

Figura 2.47. Axonometría ortogonal dimétrica.

b) Isométrica (figura 2.48). Sus características son:


XOY = XOZ = YOZ = 120º
eX = eY = eZ = 0,816.
Se admite la simplificación eY = eZ = eX = 1

Figura 2.48. Axonometría ortogonal isométrica.


c) Trimétrica (figura 2.49). Se suelen usar proyecciones de ejes que formen entre sí ángulos
múltiplos de 15º. En la figra 2.49 se ha representado la misma pieza que en casos
anteriores con:
XOY = 135º, XOZ = 120º, YOZ = 105º
eX = 0,65 eY = 0,86 eZ = 0,92.

Figura 2.49. Axonometría ortogonal trimétrica.


2.4 Sistemas axonométricos: axonometría oblicua
2.4.1 Teorema de Pohlke: licitud del croquis
“Tres segmentos de longitudes cualesquiera, origen común y direcciones arbitrarias no
coincidentes las tres, pueden considerarse como proyecciones paralelas de tres aristas
concurrentes de un cubo”. Por tanto, estos segmentos de longitud L pueden considerarse
proyecciones paralelas de los tres segmentos iguales tomados a partir del origen sobre los tres
ejes coordenados de un sistema axonométrico (figura 2.50).

Figura 2.50. Teorema de Pohlke.

Lo que viene a expresar este teorema es que las rectas OX, OY y OZ elegidas arbitrariamente son
las proyecciones de unos ejes axonométricos y los coeficientes eX, eY y eZ, igualmente elegidos
arbitrariamente, son los coeficientes de relación para dichos ejes, y simpre existe un sistema
axonométrico oblicuo que responde a estas características.
Además justifica teóricamente la posibilidad de croquizar, como se hace de hecho en la práctica,
tomado tres ejes y tres escalas arbitrarias.

2.4.2 Perspectiva caballera y perspectiva militar

La ventaja fundamental de la perspectiva axonométrica es que en ella se obtienen fácilmente las


representaciones de segmentos de longitudes dadas sobre rectas paralelas a los ejes, lo que
permite efectuar con facilidad la representación de puntos por sus coordenadas con respecto a los
ejes del espacio. Al mismo tiempo, como estos tres ejes, que se hacen coincidir con las
direcciones principales de las líneas del objeto a representar, se proyectan sobre el cuadro según
tres rectas no coincidentes, sobre el plano del dibujo tenemos en una sola proyección una imagen
en la que aparece representado el objeto en sus tres dimensiones. Sin embargo, este sistema
tiene el inconveniente de que los planos coordenados están inclinados con respecto al cuadro y,
por lo tanto, cualquier figura en ellos contenida se proyectará deformada y, en general, la razón de
semejanza o coeficiente de deformación entre las rectas de dichos planos y sus proyecciones
variará de una a otra recta de distinta dirección.

Para remediar, en parte, este inconveniente, podemos elegir un sistema axonométrico en el que el
plano del cuadro sea uno de los planos coordenados, o en general uno paralelo a él, por ejemplo,
el (X)(O)(Z). Entonces, las figuras planas situadas en ese plano y en todos sus paralelos se
proyectarán paralelamente en verdadera magnitud y sin deformación, coincidiendo la proyección
que de ellos se obtenga con la que obtendríamos en un sistema diédrico en el que ese plano fuera
uno de los de proyección, en nuestro ejemplo, el vertical, es decir, obtendremos para esas figuras
su vista en alzado (figura 2.51).

Figura 2.51. Perspectiva caballera (I).

Naturalmente que tal sistema axonométrico no podrá ser ortogonal, puesto que en tal caso la
proyección del tercer eje (Y), perpendicular al plano coordenado tomado como del cuadro, se
reducirá a un punto. La proyección deberá ser oblicua y por tanto el sistema axonométrico será
oblicuo. El que la proyección sea oblicua y no ortogonal, en general supone alguna mayor
complicación en las construcciones. Pero dentro de las axonometrías oblicuas, ésta de cuadro
paralelo a un plano coordenado presenta, por esta particularidad, notables simplificaciones que
compensan la dificultad general de las axonometrías oblicuas.

Pasando, pues, a considerar los elementos fundamentales del sistema de perspectiva caballera
supongamos que el plano (X)O(Z) coincida con el plano del cuadro, por lo que los ejes (X) y (Z)
están situados sobre el mismo, viniendo dados en verdadera magnitud todos los segmentos y
ángulos situados en dicho plano y en los paralelos a él. Dichos ejes, por lo tanto, quedan situados
en el cuadro, en el que aparecen como dos rectas perpendiculares.

El eje (O)(Y) se representa por medio de su proyección OY, que puede ser una recta cualquiera
pasando por O, según sea la dirección de proyección. Pero esta proyección de O(Y) no basta para
determinar completamente la dirección de proyección, pues considerando el eje O(Y) en el
espacio (figura 2.52) perpendicular por O al plano del cuadro, para una cierta recta OY que
tomemos como proyección del eje (Y), cualquier recta del plano O(Y)Y, que es el plano
proyectante del eje (Y), puede ser tomada como dirección de proyección, ya que con cualquier
dirección proyectante contenida en ese plano obtenemos para O(Y) la misma representación, la
recta OY. Esta indeterminación desaparece al fijar la escala axonométrica, o lo que es lo mismo, el
coeficiente de relación eY correspondiente al eje OY, siendo en este sistema el único coeficiente
de relación que se ha de fijar, por venir dados los correspondientes a los otros ejes, ya que e X = eZ
= 1.

Figura 2.52. Perspectiva caballera (II).

El coeficiente eY es la relación existente entre cualquier segmento del eje O(Y) proyectado y la
verdadera magnitud de éste. Esta relación, como hemos visto, es constante en todo sistema
axonométrico, por tratarse de proyecciones paralelas, y en este caso resulta igual a la cotangente
del ángulo que forma la dirección de proyección con el plano del cuadro. En la figura 2.53 se
observa que:
eY = lY / l = cotg θ

Como la cotangente de un ángulo puede adquirir valores, en términos absolutos, comprendidos


entre 0 e ∞, el coeficiente eY, y en general los coeficientes de relación en axonometría oblicua,
pueden ser mayores que la unidad. Motivo por el que no cabe denominarlos "de reducción".
Figura 2.53. Perspectiva caballera (III).

En la figura 2.53, conocidas las proyecciones de los ejes y el valor de eY, se ha obtenido el ángulo
θ que forma la dirección de proyección con el plano del cuadro π. Para ello se ha abatido el plano
que determinan el eje O(Y) y su proyección OY, sobre π.

Anteriormente se ha visto como una misma proyección OY podía obtenerse con diferentes
direcciones de proyección (figura 2.52) y por tanto quedar establecidos distintos sistemas de
perspectivas caballeras con las mismas proyecciones de ejes pero diferentes coeficientes e Y. En
la figura 2.54 se comprueba como también se pueden obtener diferentes sistemas de P.
caballeras con proyecciones de ejes diferentes y el mismo coeficiente e Y. Ambas constataciones
demuestran la independencia que existe en caballera, como caso particular de axonometría
oblicua, entre las posiciones relativas de las proyecciones de los ejes y los coeficientes de relación
(Teorema de Pohlke).

Figura 2.54. Perspectiva caballera (IV).

La perspectiva militar o a vista de pájaro (figura 2.56) es una perspectiva caballera en la que el
plano del cuadro coincide con el plano XOY.
Otra perspectiva oblicua también empleada, es la perspectiva a vista de rana (figura 2.57) en la
que de nuevo el plano del cuadro coincide con el XOY, pero con la que se pretende conseguir el
efecto contrario a la anterior.

2.4.3 Axonometrías oblicuas normalizadas


Dentro de las axonometrías oblicuas normalizadas, se distinguen las siguientes:

1. Perspectiva caballera (figura 2.55). Sus características son:


XOZ = 90º, XOY = YOZ = 135º
eY = 0,5 eX = eZ = 1

Figura 2.55. Perspectiva caballera normalizada.

2. Perspectiva militar o a vista de pájaro (figura 2.56). Sus características son:


XOY = 90º, XOZ = YOZ = 135º
eZ = 1/3 ó 1/4 eX = eY = 1

3. Perspectiva a vista de rana (figura 2.57). Sus características son:


XOY = 90º, XOZ = YOZ = 135º
eZ = 1/3 ó 1/4 eX = eY = 1

Obsérvese que en las perspectivas militar y a vista de rana, las posiciones de los ejes X e Y están
intercambiadas de una a otra perspectiva. En la militar, el objeto aparece visto por arriba, mientras
que la de a vista de rana el objeto está visto por debajo.
Figura 2.56. Perspectiva militar.

Figura 2.57. Perspectiva a vista de rana.


2.4.4 Obtención de perspectivas rápidas. Método de Eckhart
Tanto en axonometría ortogonal como oblicua, existe afinidad entre un plano coordenado (por
ejemplo el XOY) y el del dibujo, lo que permite obtener siempre en axonometría oblicua una planta
auxiliar semejante a la planta verdadera afín a la proyección lateral horizontal correspondiente, con
dirección de afinidad paralela a la proyección del eje Z (dirección que, al ser la proyección oblicua,
no resulta perpendicular al eje de afinidad).
En la figura 2.58, definida la axonometría
mediante las proyecciones de los ejes y los
coeficientes de relación eX, eY y eZ, dicha
planta auxiliar se ha obtenido del siguiente
modo:
1. Sobre los ejes OX y OY se han
determinado dos puntos I y J
equidistantes en el espacio una
distancia l de O. Por tanto:
OI = l eX y OJ= l eY
2. Por I y J se trazan paralelas a OZ y
por un punto [O] de OZ una
perpendicular es éste.
3. Resueltas las intersecciones de
estas tres rectas (puntos 1 y 2), se
han llevado a partir de estas
intersecciones las distancias [O]2 y
[O]1 sobre las rectas I1 y J2,
respectivamente, obteniéndose los
puntos [I] y [J]. Los triángulos [O]1[I]
y [O]2[J] resultan congruentes y por
tanto el ángulo [I][O][J] es de 90º.
Asimismo [O][I] = [O][J].
4. Los ejes [X] = [I][O] e [Y] = [J][O]
corresponden a una planta
semejante a la verdadera (a escala
E = [O][I]/l = [O][J]/l), afín del plano
XOY, siendo la dirección de afinidad
Figura 2.58. Obtención de una planta auxiliar.
paralela a OZ.
A partir de dicha planta, teniendo en cuenta la escala E, en la figura se ha obtenido la proyección
lateral horizontal de un objeto del que se conoce su alzado y planta en diédrico. La proyección
directa del objeto se ha completado transportando a la axonometría las coordenadas Z, sfectadas
de eZ, de cada uno de sus vértices.
Del mismo modo, en una axonometría oblicua se pueden obtener también un alzado y un perfil
auxiliares (figura 2.59) semejantes a los verdaderos y afines de las proyecciones laterales
correspondientes según direcciones paralelas a las proyecciones de los ejes OY y OX,
respectivamente.
A partir de dicha planta, alzado y perfil auxiliares, la proyección directa de un punto P cualquiera
puede obtenerse como intersección de rectas paralelas a las proyecciones de los ejes trazados
por los puntos [p’], [p’’] y [p’’’] correspondientes a las proyecciones de dichos puntos en la planta,
alzado y perfil, respectivamente. Obviamente O resulta determinado por el corte de dos
cualesquiera de estas tres rectas, por lo que dos de dichas vistas auxiliares bastan para obtener la
perspectiva axonométrica oblicua de cualquier objeto.
Debe remarcarse que las escalas, EXOY, EXOZ y EYOZ, de las tres proyecciones auxiliares son, en
general, distintas unas de otras y distintas de la de la perspectiva. En la figura 2.59, resultan:

Siendo la escala de la perspectiva E = 1:1.

Figura 2.59. Obtención de una planta, alzado y perfil auxiliares.


Este hecho, unido a la libertad de elección que proporciona la axonometría oblicua a la hora de
fijar la disposición relativa de las proyecciones de los ejes (teorema de Pohlke), permite enunciar
que:
“Dos proyecciones ortogonales (vistas diédricas) dibujadas a escalas cualesquiera y dispuestas en
posiciones relativas cualesquiera, permiten obtener una axonometría oblicua sobre el plano del
dibujo, como resultado de la intersección de rectas paralelas a dos direcciones arbitrariamente
elegidas trazadas por los puntos que definen dichas proyecciones ortogonales.
Las perspectivas así obtenidas reciben el nombre de PERSPECTIVAS RÁPIDAS dada la facilidad
con que se pueden obtener a partir de las proyecciones diédricas de un objeto. De este modo, el
enunciado anterior permite obtener la perspectiv rápida de un objeto dado por su alzado y planta
figura 2.60) sin más que elegir las direcciones de afinidad aprovechando la disposición relativa de
las proyecciones ortogonales que proporciona el propio sistema diédrico.
En este caso las dos vistas de partida (vistas auxiliares en la obtención de la exonometría) estarán
obviamente a la misma escala, que, en general, resultará distinta de la de la perspectiva y de la
tercera vista auxiliar (figura 2.60). En esta figura se han obtenido los valores de E YOZ, eX, eY y eX.

Figura 2.60. Obtención de perspectivas rápidas.

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