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HISTORIA DE LA OSTEOPATÍA

La Osteopatía fue estructurada a finales del


siglo XIX, en los Estados Unidos por un
médico y cirujano llamado Andrew Taylor Still.
Fue el primero en poner en evidencia las
interrelaciones que existen, por una parte entre
el sistema músculo-esquelético y los otros
sistemas orgánicos, y por otro lado, entre la
movilidad y la libertad de esos distintos
sistemas y la salud del hombre.

No es, pues, una ciencia nueva. Entre los años


1870 y 1874, Still hace sus primeras
experiencias osteopáticas; después de haber
curado a un niño con disentería, trata y cura a otros 17 pacientes más.

El 22 de Junio de 1874, decide crear una nueva medicina: la Osteopatía.


Still emitió la hipótesis de que el inmenso tejido de sostenimiento del cuerpo
llamado ‘fascia’ -que reúne todos los elementos del cuerpo humano (huesos,
articulaciones, vísceras, glándulas, vasos, nervios)- pudiera ser el tejido más
importante del cuerpo y ser el origen de numerosas patologías del hombre
cuando restringe la circulación de los fluidos (sangre, linfa, líquido
cefalorraquídeo) al ser los lugares de intercambios que permiten a las células
recibir las sustancias que necesitan para vivir y cumplir con sus funciones.

Para difundir su enseñanza, Still fundó en 1892 la American School of


Osteopathy en Kirksville, Missouri. Otros, como W.G. Sutherland, J. Littlejohn,
H. Magoun, V. Frymann continuaron su obra y permitieron dar a la Osteopatía
sus letras de nobleza, gracias a sus trabajos de investigación.

La medicina osteopática se encuentra enclavada dentro del amplio abanico


de las disciplinas fisioterapéuticas, consistente en un conjunto de técnicas
manuales y tratamientos no invasivos como alternativa a los problemas y
dolencias de la salud, evitando la aplicación de métodos farmacológicos para
su tratamiento.La osteopatía es una disciplina cuya máxima reside en la visión
holística del cuerpo humano, entendiendo este como una unidad, y no como un
conjunto independiente de órganos y estructuras. Partiendo de esta premisa,
los tratamientos osteopáticos se encaminan al alivio de la dolencia a través de
la recuperación del equilibrio orgánico general, más que el alivio analítico del
foco del dolor.

A este concepto se suma la aplicación de la homeostasis, es decir, la


propiedad de los organismos vivos para mantener una condición estable
compensando los intercambios internos y externos (metabolismo), como por
ejemplo la autorregulación de la temperatura o de los niveles corporales de pH.

DEFINICIÓN DE LA OSTEOPATÍA

La Osteopatía es la ciencia y el arte de diagnosticar y de tratar las disfunciones


de movilidad de los tejidos del cuerpo humano, que provocan trastornos y
perturban el estado de salud del organismo. Etimológicamente osteopatía
significa en griego osteón (hueso) y patbos (efectos que vienen del interior).

La osteopatía no puede curar cualquier cuadro patológico. Una estructura


tisular completamente destruida en su función es irrecuperable, pero el
tratamiento osteopático puede representar una ayuda significativa para paliar
los síntomas.

¿Cómo funciona la Osteopatía?

Los mecanismos de autorregulación en el organismo están asegurados por el


sistema nervioso, circulatorio y linfático. La pérdida o reducción de estos
mecanismos intrínsecos, puede llevar a estados patológicos. La intervención
osteopática podría incidir sobre todo en estados pre-patológicos, es decir, en
fases de desarreglo funcional, de manifestaciones sintomáticas iniciales, pero
por falta de información o de cultura sanitaria, la mayoría de las veces se acude
a tratamiento osteopático en fases ya avanzadas de la alteración de salud. En
estos casos, la Osteopatía también facilita los mecanismos inherentes de
autorregulación, permitiendo que el cuerpo se recupere y consiga la
normalización de las funciones alteradas, lo que se traduce en disminución de
los síntomas y reencuentro con el estado de salud.

La Osteopatía funciona, por tanto, respetando y facilitando la autorregulación


del organismo en cualquier patología y no tanto en hacerlo dependiente de
soluciones puramente externa o pasivas, como es la utilización, a veces
excesiva, de medicamentos. La Osteopatía, en un contexto de abordaje
holístico, a través de modelos globales bio-médico-psico-sociales, promueve o
recupera la homeostasia o equilibrio mecánico del conjunto de los tejidos
corporales musculoesqueléticos, nerviosos, viscerales, circulatorios etc, y lo
hace con la aplicación de técnicas manuales dirigidas a los tejidos identificados
como patológicos en el diagnóstico funcional osteopático.

La intervención osteopática

realiza un diagnóstico funcional a partir del cual utiliza un conjunto de métodos


y técnicas con finalidad terapéutica y/o preventiva que aplicados manualmente
sobre los tejidos musculares, articulares, conjuntivos, nerviosos etc., obtienen
de forma directa o refleja, reacciones fisiológicas que equilibran y normalizan
las diferentes alteraciones musculares, osteoarticulares, orgánicas y
funcionales, mejorando o resolviendo el cuadro clínico e incidiendo
especialmente en sus manifestaciodos y técnicas con finalidad terapéutica y/o
preventiva que aplicados manualmente sobre los tejidos musculares,
articulares, conjuntivos y nerviosos. Se trata de una terapéutica manual que
ayuda a aliviar, corregir y recuperar lesiones musculo-esqueléticas y patologías
orgánicas. Aunque a la Osteopatía se la relacione fundamentalmente con
problemas que afectan al aparato locomotor, lo cierto es que trata al ser
humano de forma global, como un todo, restableciendo el equilibrio perturbado
mediante técnicas manuales dirigidas a cualesquiera de los tejidos afectados,
sean estos del sistema musculo-esquelético, visceral, nerviosos etc.

PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA OSTEOPATÍA

Los principios descritos en esta sección son fundamentalmente los ideales que
el osteópata intenta buscar en su visión de la salud y de la enfermedad. Debe
tenerse en cuenta que la osteopatía no es una mera combinación de medicina
occidental y de manipulaciones y por tanto, estos principios, no sólo deben ser
aplicados a la manipulación propiamente dicha, sino también al cuidado de la
salud global de paciente.

Los cuatro primeros principios fueron establecidos por el Kirksville College of


Osteopathic Medicine en 1953. El resto, fueron publicados en el Journal of
American Osteopathy en 1981:

1. “El cuerpo es una unidad”

El ser humano no funciona como una serie de partes independientes, sino


como un todo. Dicho todo está obviamente formado por diferentes partes, todas
trabajando para el beneficio del organismo en su totalidad. El mecanismo de
unión entre las diferentes partes viene dado por la fascia (tejido conectivo). Los
sistemas músculo-esquelético y nerviosos contribuyen a la comunicación y a la
locomoción, mientras que los sistemas arterial, venoso y linfático favorecen la
nutrición de los tejidos y la eliminación de sustancias tóxicas.

2. “La estructura y la función están relacionadas”

Cualquier parte del cuerpo cumple una función que viene marcada por su
propia estructura. Así, y a modo de ejemplo, la forma de las costillas, su
relación con las vértebras dorsales o con el esternón, unido a la movilidad de
los músculos de la respiración determina la manera en que la misma funciona.
Por tanto, la estructura gobierna la función. Por otro lado, la función puede
modificar la estructura, ya que por ejemplo un exceso de uso de un
determinado tendón puede acabar comportando cambios en el hueso en el que
se inserta.

3. “El cuerpo posee mecanismos de autorregulación”

El individuo tiende al equilibrio de sus sistemas. Existen numerosos


mecanismos de tipo neuronal, hormonal, vascular, etc. a partir de los cuales el
cuerpo puede regular sus funciones de manera no consciente. Así, por
ejemplo, la liberación de hormonas en el hipotálamo produce liberación de
hormonas en la hipófisis; ésta a su vez libera hormonas que actuarán sobre un
órgano diana, el cual acabará liberando productos finales que podrán ser
detectados. Mediante un mecanismo de feedback que detecta dichos productos
finales se regula la función inicial del hipotálamo sobre la hipófisis. Todo
funciona siguiendo el concepto del cuerpo como unidad.

4. “El cuerpo tiene la capacidad inherente de defenderse y de repararse”

Es sorprendente que la enfermedad no aparezca con más frecuencia si


tenemos en cuenta que en nuestro entorno hay infinidad de elementos
patógenos, irritantes, y muchas sustancias tóxicas. La primera línea de defensa
se encuentra en la piel y en las mucosas, dónde existen sistemas para detectar
y negar la entrada a elementos nocivos para el cuerpo. Si dicha defensa es
superada, el sistema inmune humoral y celular se activa para proteger al
organismo de elementos potencialmente nocivos. Por su parte, el aumento de
la temperatura (regulado por el Sistema Nervioso Central) puede aparecer
como respuesta a la aparición de elementos patógenos y lo hace para inhibir la
reproducción de microorganismos, dando tiempo a la respuesta inmune a
actuar. Por otro lado, hay que tener en cuenta que una temperatura excesiva
(fiebre) puede llegar a ser perjudicial para el individuo.

El cuerpo tiene a su vez la capacidad de repararse y eso lo vemos con


frecuencia en el caso de heridas, esguinces o fracturas y lo realiza de entrada
mediante mecanismos de adaptación. Dicha adaptación es clave en la función
del cuerpo y puede llegar a ser extraordinaria en determinados momentos. Así,
en el caso de una disfunción de un riñón, el riñón sano pasa a cumplir las
funciones del otro doblando prácticamente su carga de trabajo.

5. “Si la capacidad de adaptación y autorregulación de pierde, puede


aparecer la enfermedad”

La enfermedad es una interacción entre la persona y los medio interno y


externo y sucede cuando se superan los mecanismos de defensa o de
adaptación a una situación. La causa puede ser una alteración de la estructura
o de la función que impida dicha adaptación. Además, la suma de factores
lesionales o patógenos multiplica la dificultad para superar los mismos.
6. “Un tratamiento racional debe basarse en los principios anteriores”

El tratamiento manual osteopático no se menciona en estos principios. Cuando


A.T.Still anunció su filosofía en 1874 no mencionó la manipulación y de hecho,
parece ser que no empezó a utilizarlas hasta 5 años después como
herramienta diagnóstica y de tratamiento. La manipulación es sólo un aspecto
de la filosofía osteopática y no necesariamente el más importante. De todos
modos, reconocer la importancia del componente somático de la enfermedad
hará más útil dicha manipulación.

Como añadido a los principios básicos de la filosofía osteopática existen otros


conceptos que ayudan al osteópata en su enfoque del paciente:

• “El movimiento de los fluidos es esencial para el mantenimiento de la


salud”

Las arterias y el resto de estructuras tubulares desempeñan un papel crucial


tanto en el aporte nutricional como en la retirada de las sustancias de desecho.
Una alteración de la circulación en este sentido produce patología ya sea a
modo de inflamación, atrofia, irritación o trauma. Además en dicha situación,
los procesos curativos se ven ralentizados e incluso imposibilitados. El
osteópata debe focalizar su atención en aquellas áreas de disfunción que
puedan influenciar la circulación hacia una zona en lesión o patológica.

• “El sistema nervioso desempeña un papel vital en el control del cuerpo”

El Sistema Nervioso en fundamental en el control del flujo sanguíneo. Una


alteración del control del Sistema Nervioso Autónomo a nivel torácico puede
comportar cambios vasculares en los dermatomas somáticos inervados por
dichos segmentos. Ello conllevará cambios de temperatura, dolor, edema, etc.
El osteópata requiere un gran conocimiento de la anatomía y de la fisiología
para poder detectar y solventar cualquier alteración y corregir la función del
Sistema Nervioso Autónomo de manera precisa.
• “Hay componentes somáticos de la enfermedad que no son únicamente
manifestaciones de la misma, sino factores de mantenimiento de la
enfermedad”

El componente somático de la enfermedad puede ser causado por una lesión


directa en el cuerpo (impacto, traumatismo, etc.) o aparecer como respuesta
visceral a la patología. Así, y a modo de ejemplo en el caso de una apendicitis
podemos observar un espasmo del músculo psoas o de la pared abdominal.
Parece ser que el mecanismo de esta respuesta somática es debido al reflejo
viscero-somático segmentario. En muchas ocasiones, la lesión aparece del
desequilibrio entre el sistema neuromuscular y los sistemas viscerales.

TIPOS DE OSTEOPATÍA

De acuerdo a la parte del cuerpo que se vaya a tratar se han predeterminado


los tipos de osteopatía a saber:

Estructural: Enfocada en revisar todo lo concerniente a los dolores y


enfermedades relacionadas con la estructura del esqueleto y la mala postura
que pueden afectar al individuo. Se centra en los huesos y la posición que
estos deben tener para que los órganos y tejidos tengan la movilidad
adecuada. Se dividen en:

 Cervical
 Ciática
 Hernia Discal
 De pubis

Visceral: Se da a la tarea de mejorar la circulación que afecta los órganos para


que estos puedan cumplir con sus funciones de
manera adecuada, complementando el
beneficio que trae la
disciplina estructural. Dentro de esta categoría,
podemos encontrar: Ginecológica
Craneal: Cuando los síntomas del paciente indican que hay un mal
funcionamiento en el Sistema Nervioso Central del individuo, el especialista se
va a centrar en tratar el área del cerebro y sus ramificaciones. Si está enfocado
a los niños, tenemos:

 Craneal Infantil
 Craneosacal

Emocional: Se trata de un proceso terapéutico en el que libera nuestra mente


y nuestro cuerpo de los efectos de traumas del pasado que se asocian con
reacciones negativas. Dentro de este tipo, podemos encontrar:

 Bioenergética Celular
 Energética
 Integral Energética
 Tibetana
 Fluídica

No debemos olvidar que este método de tratamiento no divide al ser humano


sino que lo enfoca como un todo, donde cualquier mal funcionamiento en los
componentes del cuerpo desencadenará una serie de dolencias que son signo
manifiesto de que el organismo no está debidamente equilibrado.

Por lo que debe considerarse estos tipos como una simple guía a la hora de
determinar en qué parte del cuerpo se está enfocando el tratamiento.
Finalmente, debemos concluir que este método de tratamiento no intenta
suplantar en forma alguna a la medicina tradicional sino que sirve de
complemento a esta para restablecer el bienestar del individuo.

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