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Introducción:

La alimentación siempre juega un papel muy importante en la salud de las personas,


pues llevar una alimentación saludable significa obtener todos los nutrientes,
vitaminas y minerales. Tengamos en cuenta que durante cada etapa de la vida se
exigen diferentes cambios en la alimentación; cuando somos niños, adultos, adultos
mayores durante el embarazo e incluso después del parto. Dentro de este
documento se le dará énfasis a la importancia de la alimentación durante el periodo
de lactancia de la mujer, así el objetivo de este tema es dar a conocer las
condiciones, tanto físicas como fisiológicas, que hacen de la lactancia una etapa
nutricionalmente diferente. Es de suma importancia saber que la leche materna es
el primer alimento natural de los niños, proporcionando toda la energía y los
nutrientes que necesitan durante sus primeros meses de vida y sigue aportándoles
al menos la mitad de sus necesidades nutricionales durante la segunda mitad del
primer año y hasta un tercio durante el segundo año de vida.

La leche materna promueve el desarrollo sensorial y cognitivo, además de proteger


al bebé de enfermedades infecciosas y crónicas. La lactancia natural exclusiva
reduce la mortalidad infantil por enfermedades de la infancia, como la diarrea o la
neumonía, y favorece un pronto restablecimiento en caso de enfermedad. La
lactancia natural contribuye a la salud y el bienestar de la madre, ayuda a espaciar
los embarazos, disminuye el riesgo de cáncer ovárico y mamario, incrementa los
recursos de la familia.
Los profesionales de Enfermería tienen ante sí uno de los retos más importante de
en la salud de sus pacientes, como es el inicio de su alimentación. Como profesión
que proporciona cuidados desde antes del inicio de la vida, enfermería es un pilar
fundamental de los cuidados de las mujeres y sus familias y, sobre todo, en este
momento tan importante en la vida de sus bebés. Las primeras horas tras el parto
son cruciales para la aparición del vínculo madre padre e hijo y para la instauración
de la lactancia materna. La lactancia materna es un acto natural y un
comportamiento aprendido, por lo que debemos ofrecer un apoyo profesional
proporcionando información correcta y práctica en el momento adecuado,
acompañada por el apoyo emocional necesario para satisfacer todas sus
necesidades. Este apoyo comienza con la difusión de los beneficios de la lactancia
materna antes del parto, mediante la educación maternal prenatal, durante el parto
y continúa en el momento del puerperio inmediato con el contacto piel con piel para
iniciar en los primeros minutos el amamantamiento. Se proseguirá durante el resto
del puerperio, y siempre asegurando que la técnica, la succión y el número de tomas
sean correctos. Todos estos momentos son claves para el desarrollo de una

El embarazo y la lactancia son dos de los periodos de mayor importancia nutricional


en la vida de una mujer, ya que tienen que cubrir las necesidades de nutrientes de
la madre, del feto en crecimiento y del niño en sus primeros meses de vida,
garantizando la salud de ambos. La lactancia es el primer periodo de la vida y
comprende varios meses durante los cuales el recién nacido se alimenta sólo de
leche, la cual le aporta todos los nutrientes necesarios para su normal desarrollo.
Para la mujer, es el periodo de mayores requerimientos nutricionales y la
desnutrición materna afecta significativamente al volumen de leche formado y a la
composición en nutrientes de la misma.

Para asegurar un buen estado nutricional a la madre y que tenga suficiente leche
para amamantar a su hijo o hija, debe consumir alimento que contengan energía,
proteínas, vitaminas como: vitamina A, vitamina C, ácido fólico, así como calcio,
hierro y yodo ya que son minerales que merecen especial atención en esta etapa.
Con la finalidad de que la madre reciba el aporte necesario de los nutrimentos antes
señalados, la mujer que amamanta a u hijo debe tener especial cuidado en u
alimentación diaria, al incluir suficientes verduras y frutas, combinaciones de cereal
y leguminoas, por ejemplo arroz con frijoles y alimentos de origen animal como
leche, queso o carne.

La composición de la leche varía durante la lactancia. Cuando el parto se produce


a término, durante los 4-7 días después del mismo se secreta el calostro, de color
amarillo por su contenido en carotenoides con una alta concentración de lípidos y
lactosa, y menor de proteínas y minerales. Entre los días 7 y 21 tras el parto se
secreta la leche de transición y a partir de entones la leche madura, cuya
composición permanece estable el resto de la lactancia. Es una etapa en la que, por
una parte, normalmente la madre debe perder peso y recuperar el peso anterior al
embarazo, pero, por otra, debe mantener las necesidades nutricionales para
conseguir una buena lactancia. La calidad de la leche materna dependerá de la
nutrición materna, el número de veces y la fuerza de la succión del niño y la edad
gestacional en el momento del parto. El estado nutricional del lactante alimentado
exclusivamente de leche materna está determinado por tres factores: los depósitos
de nutrientes acumulados durante la vida intrauterina, la cantidad y biodisponibilidad
de los nutrientes aportados por la leche y los factores genéticos y ambientales que
modulan la eficiencia en la utilización de estos nutrientes.

Propiedades de la leche materna La leche materna es un producto biológico natural


con numerosos componentes inmunológicos, que posee función protectora y
preserva al lactante de las infecciones. Incluye factores que proveen la inmunidad
específica, como anticuerpos y linfocitos, así como también factores que brindan
una inmunidad no específica, como la lactoferrina, lisozima, oligosacáridos y lípidos.
Sus componentes favorecen la maduración del sistema inmune del lactante, al
amplificar las respuestas humoral y cerebral, y estimular, en forma más temprana,
la producción de anticuerpos de tipo inmunoglobulina tipo A (lg A) en mucosas (de
esta manera protege a nivel local contra Polivirus, Escherichia Coli y Vibrión
Cholerae). La composición de la leche materna varía según las necesidades del
lactante, presentando mayor cantidad de leche en las tomas de la mañana que en
las de la noche. Además, varía su composición a lo largo de la tetada. Al principio
de la misma, la leche está más aguada pero contiene la mayor parte de las proteínas
y azúcares y, al final de la toma, la leche es menos abundante pero con más
calorías, grasas y vitaminas. Propiedades del calostro La primera leche que la
madre produce durante los primeros 3-4 días tras el parto es el calostro (aunque se
forma durante el último trimestre del embarazo). Es un líquido amarillento y espeso
de alta densidad y poco volumen (2 a 20 mililitros - ml- por mamada), cantidad
suficiente para satisfacer las necesidades del recién nacido. En el primer día se
producen unos 100ml, pero esta cantidad varía entre las 36 y 48 horas postparto,
hasta alcanzar los de 500-750 ml diarios a los 5 días de vida. Entre las propiedades
del calostro podemos encontrar, las siguientes: plasma, células, 2 gramos/100 ml
de grasa (gr/ml), 4 g/100 ml de lactosa, 2 gr/100 ml de proteína como la
seroalbúmina, 67 Kilocalorías/100ml (Kcal/ml), betacarotenos, 2-3 gramos de
Inmunoglobulina A, lactoferrina, 20 gr/ Litro de oligosacáridos, linfocitos y
macrófagos (100.000 milímetros cúbicos), vitaminas liposolubles (E, A, K), sodio,
cloro, zinc, hierro, silicio, selenio o manganeso. Contiene menos cantidades de
lactosa, energía, lípidos y vitaminas hidrosolubles y nucleótidos que la leche
madura. El betacaroteno le confiere el color amarillento y el 31 sodio un sabor
ligeramente salado. Mantiene una concentración promedio de Ig A cubriendo el
endotelio del tubo digestivo para evitar la adherencia de patógenos, facilita la
colonización del tracto digestivo por lacto bacilos bífidus, y es rico en factores de
crecimiento para la maduración de los sistemas digestivos; contiene además
antioxidantes que protegen del daño oxidativo. Junto a los oligosacáridos, linfocitos
y macrófagos confieren al recién nacido una eficiente protección contra los
gérmenes del medio ambiente.

lactancia eficaz posterior en sus domicilios, al alta, donde los cuidados deben seguir
(a nivel de la atención primaria o domiciliaria). La Organización Mundial de la Salud
(OMS, 2002) recomienda la alimentación exclusiva con lactancia materna durante
los primeros 6 meses de vida y continuarlo junto con las comidas complementarias
adecuadas hasta los 2 años de edad o más. Esta recomendación ha sido adaptada
por el Comité de lactación de la Asociación Española de Pediatría en el 2005

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