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Manejo del agua

El consumo del agua en la agricultura está en este momento generando


grandes tensiones en el mundo. Además del continuo incremento de la población
mundial, los países emergentes están mejorando su nivel de vida, están
consumiendo mayores cantidades de alimentos y por lo tanto necesitan
cantidades crecientes de agua para su producción. Por otro lado, las
regulaciones agrarias y medioambientales están limitando la producción agraria
en los países desarrollados, generando un flujo de superficies dedicadas a la
producción agraria hacia los países emergentes. Finalmente, los nuevos usos no
alimentarios de los productos agrarios (energía, productos de síntesis) implican
una presión adicional importante sobre la agricultura y sobre el agua que la nutre.
Estos factores anuncian una presión creciente para racionalizar el consumo del
agua en el regadío, que exigirá mejores políticas de gestión y más tecnología
para poder alimentar a la creciente población mundial.

El consumo del agua no explica por completo la problemática del regadío.


Cuando se riega un cultivo, se aplica una cantidad de agua superior a la que éste
consume. Esto es así porque los sistemas de riego nunca son completamente
eficientes. Además, es necesario que una cierta cantidad de agua circule a través
del suelo y arrastre sales y otros compuestos. Así se evita la acumulación
excesiva de contaminantes, naturales o antrópicos, en el suelo. Por lo tanto, el
regadío siempre usa más agua que la que consume, y el agua aplicada y no
consumida vuelve al río o al acuífero (lo que se llama “aguas de retorno del
riego”), y lo hace con una pérdida de calidad. La contaminación de las masas de
agua por sales, fertilizantes y pesticidas provenientes del regadío es un problema
creciente en muchas áreas del mundo, y el seguimiento y remediación de esta
contaminación agraria es un objetivo científico de primera magnitud.
Medidas para lograr un uso eficiente del agua en Agricultura
 Tener en cuenta la eficiencia en el uso del agua de los distintos cultivos a
la hora de seleccionar el cultivo a implantar en la superficie disponible.
 Elegir el sistema de riego más eficiente y adecuado para satisfacer las
necesidades del cultivo. Los sistemas de riego por goteo o por aspersión,
consumen mucha menos agua que el riego de superficie ("a manta")
lográndose los mismos rendimientos.
 Ajustar las dosis de riego a las necesidades reales del cultivo en cada
momento, para lo que se requiere un conocimiento preciso y una atención
permanente por parte de los agricultores y técnicos para no dilapidar el
agua de riego.
 Ajustar las dosis de riego a las necesidades reales del cultivo en cada
momento, para lo que se requiere un conocimiento preciso y una atención
permanente por parte de los agricultores y técnicos para no dilapidar el
agua de riego.
 Elegir el momento de efectuar los riegos para evitar la evaporación del
agua, sobre todo cuando se utiliza el riego por aspersión. Es preferible
efectuar el riego a primera hora de la mañana o a última de la tarde, o
incluso por la noche, antes que hacerlo al mediodía.
 Evitar las pérdidas de agua por escorrentía e infiltración fuera del alcance
de las raíces.
 Ajustar el empleo de fertilizantes a las necesidades reales del cultivo y
administrarlos adecuadamente para que no se produzcan pérdidas por
lixiviación.
 Permitir la recarga de los acuíferos en las zonas en que éstos estén
sobreexplotados mediante la alternancia de los cultivos de regadío
tradicionales con cultivos de secano o de demanda reducida de agua
 Procurar utilizar cultivos adaptados a las condiciones del clima
mediterráneo en los que el agua aportado con el regadío sea un
complemento al agua de lluvia, en lugar de basar toda la producción en el
agua de riego.
 Utilizar aguas depuradas para riego en condiciones seguras.
Uso de las aguas residuales en la agricultura

Mediante el uso de aguas residuales en la agricultura es posible disponer de


mayores recursos hídricos para otras necesidades, como las
medioambientales o los usos domésticos. Si la calidad del agua regenerada
se gestiona adecuadamente, las aguas residuales depuradas pueden ofrecer
una alternativa eficaz para satisfacer la demanda de agua en la agricultura.

El uso de aguas residuales depuradas para la agricultura ya está aportando


sustanciosos beneficios en materia de gestión hídrica a algunos países
europeos. Por ejemplo, en Chipre, los objetivos en materia de agua reciclada
para 2014 equivalen aproximadamente al 28 % de la demanda de recursos
hídricos en el sector agrícola durante 2008. En Gran Canaria, el 20 % del
agua utilizada en todos los sectores procede de aguas residuales depuradas,
incluida la irrigación de 5 000 hectáreas de tomates y 2 500 hectáreas de
plantaciones de banana.

El riego significa alrededor del 70% del uso mundial del agua. Las
necesidades de riego podrían incrementarse en un futuro cercano, debido a
la combinación del calentamiento global con el crecimiento de la población.
Por lo tanto, mejorar la eficiencia de los regadíos es un imperativo en la
actualidad.

Los regadíos pueden mejorarse utilizando la tecnología adecuada. En


principio, debería considerarse el método de riego más adecuado. Por
ejemplo, cambiar de riego por superficie a sistemas presurizados o por goteo
puede ahorrar miles de litros de agua. No obstante, esta transformación
puede implicar gastos excesivos de energía y requiere un cuidadoso estudio
antes de proceder a la inversión.
También ayudamos a perfeccionar el manejo del riego. Las necesidades hídricas de
los cultivos se pueden determinar diariamente a partir de los datos meteorológicos.
Las estaciones automáticas registran todas las variables necesarias en el cálculo de
la evapotranspiración de Penman-Monteith, así como la precipitación. La
información se procesa remotamente y se envía a los usuarios.

Poseemos todo el equipamiento necesario para medir las propiedades del


suelo. Ofrecemos regularmente mediciones de textura, densidad, materia
orgánica, capacidad de campo y punto de marchitez que son las propiedades
básicas para un manejo de riego personalizado, según las características del
suelo.

Utilizamos las más modernas funciones de Pedotransferencia para la


estimación de propiedades hidráulicas, tanto en muestras alteradas como
inalteradas.

En Zeta Amaltea somos expertos en simulaciones agrohidrológicas. Los


modelos actuales permiten simular todos los procesos hidrológicos
relacionados con el riego. Esos modelos agro-hidrológicos pueden emplearse
para mejorar los regadíos, manteniendo buenas condiciones ambientales en
suelos y aguas.
sensor4Sensores de humedad - Descarga de datossensores5Las
simulaciones se calibran y se validan en campo, con la ayuda de sensores
de humedad, situados en parcelas y profundidades selecionadas.
https://www.eea.europa.eu/es/articles/el-agua-en-la-agricultura

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