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1. BRAMONT ARIAS TORRES, Luis Alberto y CARCIA CANTIZANO, María del Carmen. Manual de
Derecho Penal. Parte Especial. 6ta Edición. Editora San Marcos; Lima – Perú; 2013.
2. GALVEZ VILLEGAS, Tomas Aladino y ROJAS LEON, Ricardo César. Derecho Penal. Parte
Especial. (Introducción a la Parte General). Tomo I; Jurista Editores E.I.R.L.; Lima – Perú; 2011.
3. PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso. Delitos contra la Vida el cuerpo y la Salud. Lima – Perú;
Gaceta Jurídica; 2017.
4. SALINAS SICCHA, Ramiro. Derecho Penal. Parte Especial. 6ta Edición. Editora y Librería
Jurídica Grijley. Lima – Perú; 2015
5. VILLAVICENCIO TERREROS, Felipe. Derecho Penal. Parte Especial. Vol. 1; Editorial Jurídica
GRIJLEY; Lima – Perú; 2014.
PROTECCION A LA VIDA
nivel global, la protección se establece en la Declaración Universal de Derechos Humanos (art. 3) y a nivel
regional, en la Convención Americana de Derechos Humanos ("Pacto de San José", artículo 4°, primer
párrafo), también el Pacto Internacional de Derechos Políticos y Civiles (art. 6°) y la Convención Europea
de Derechos Humanos (artículo 2°, primer párrafo). (Villavicencio Terreros)
El bien jurídico en todos los delitos que integran el Capítulo I del Título I del Libro Segundo del Código Penal
vigente es la vida humana o el derecho a la vida. La problemática actual del concepto de vida como objeto
jurídico de protección en el homicidio debe tener en cuenta tres puntos fundamentales: alcance, extensión
y límites del concepto vida humana. Aspectos que deben ser redefinidos sobre la base de avances obtenidos
en las ciencias biológicas y médica que ha modificado los criterios clásicos sobre la vida humana entendida
en sentido natural y han prolongado su existencia artificialmente por medio de la técnica de trasplantes de
órganos. (Villavicencio Terreros)
El Derecho Penal contempla a la vida como un fenómeno biso-psico-social inseparablemente unido y de
carácter dinámico. (Villavicencio Terreros)
la vida "es el conjunto de funciones biológicas y psicológicas propias de la persona natural". (Villavicencio
Terreros)
la vida no se reduce a una realidad naturalística bio fisiológica, sino aquélla sólo conforma su sustrato natural
y complementado a su vez con criterios valorativos como la dignidad humana "una forma especial de vivir".
(Villavicencio Terreros)
Desde la perspectiva del Derecho penal, en el delito de homicidio no sólo se protege de manera única el
bien jurídico vida humana, sino por su propia naturaleza compleja implica la protección de otros bienes
jurídicos como la integridad personal, la dignidad humana o la autodeterminación de la persona
humana. (Villavicencio Terreros)
la vida es el fundamento de todo lo demás bienes jurídicos, sin el que otros derechos no tendrían existencia
alguna (naturaleza compleja) y, es el primer y más importante de los bienes que se reconoce a todo
individuo de la especie humana (naturaleza valorativa), y el derecho a que se respete su existencia le es
inherente a toda persona humana como realidad psicofísica (naturaleza ontológica). (Villavicencio Terreros)
Sólo un concepto de vida humana que contenga su naturaleza compleja, valorativa y ontológica es
compatible con los Derechos Humanos y los Estados Constitucionales de Derecho. (Villavicencio Terreros)
La tendencia mayoritaria se inclina por definir el bien jurídico protegido en el homicidio, tomando en cuenta
tanto el derecho a la libertad y dignidad de la persona, proponiendo una consideración pluralizada del bien
jurídico protegido. Así, el delito de homicidio no sólo protege la vida sino también la dignidad de la persona
como soporte de aquella. (Villavicencio Terreros)
el amparo de la protección constitucional y la protección jurídico penal de la vida se proyecta a la época que
precede al nacimiento de la persona. (Villavicencio Terreros)
el nacimiento da origen al existencia legal de las personas. Por tal motivo, la protección jurídica a la vida no
sólo se dirige a la persona autónoma, sino también se valora positivamente la protección del ser humano en
germen o en su etapa embrionaria o en plena concepción. (Villavicencio Terreros)
Los límites de la protección de la vida humana son muy discutidos. Es evidente que la decisión del inicio de
protección está relacionada al desarrollo natural de la vida. (Villavicencio Terreros)
Gracia Martín, “… Que lo que se protege es el bien jurídico vida como bien jurídico individual y ello sólo se
consigue en el momento en que esa individualidad está plenamente constituida, esto es, con la anidación..
La relación orgánica entre el fruto y el cuerpo materno sólo se da a partir de la anidación, momento de la
simbiosis entre ambos. (Villavicencio Terreros)
La independencia puramente biológica no señala un punto de vista significativo para la valoración jurídica
existen discrepancias sobre el inicio de la vida humana independiente. Así, en la doctrina penal se identifican
principalmente aquellas que señalan que esta se inicia con la “separación del concebido del claustro
materno” con sus diferentes variables como el criterio de la percepción visual, la exteriorización, la
autonomía de vida, la viabilidad, la de los medios directos en su ejecución, la ejecución directa sobre el ser
que están haciendo, la expulsión total o la respiración autónoma, el “criterio de las contracciones” y con la
dilatación previa a la expulsión. (Villavicencio Terreros)
La diferencia entre vida humana dependiente y la independiente “debe ser vista no sólo como límite
normativo entre homicidio y aborto, sino como el marco temporal donde comienza el bien jurídico protegido
en el delito de homicidio”. Así, creemos que el primer criterio es el mas preciso. (Villavicencio Terreros)
Bacigalupo, sostiene que el nacimiento se inicia con las contracciones expulsivas. (Villavicencio Terreros)
en los supuestos de cesárea se afirma que habría homicidio y no aborto, desde la primera incisión que se
realice en el vientre de la madre. (Villavicencio Terreros)
Aún cuando en la actualidad la categoría de bien jurídico en el derecho penal es bastante cuestionada,
pensamos que su utilidad de bienes por constituir un criterio limitador del poder punitivo que tiene el Estado,
y punto de referencia para sistematizar las conductas prescritas como delictivas en el catálogo penal. (Salinas
Sicha)
Entendemos como bien jurídico a todo aquel interés social que se constituye en presupuesto necesario para
el normal desenvolvimiento de la persona humana en sociedad: “los bienes jurídicos son tales no porque el
legislador lo considere merecedores de protección jurídica, sino porque son en sí, presupuestos
indispensables para la vida en común”. (Salinas Sicha)
La vida humana de acuerdo con su naturaleza de desarrollo se protege en dos aspectos: vida humana
independiente que se lesiona con las figuras delictivas de homicidio y vida humana dependiente que se
lesiona con las conductas dolosas rotuladas como aborto. (Salinas Sicha)
Para un sector, la vida comienza con el fenómeno de la fecundación del óvulo(teoría de la fecundación); en
tanto que para otro sector mayoritario, el inicio de la vida se produce desde la implantación del óvulo
fecundado en el útero de la mujer(teoría de la anidación). (Salinas Sicha)
En la doctrina penal peruana actual existe unanimidad en considerar que esta se inicia desde el momento
de la anidación del óvulo fecundado por el esperma en el útero de la mujer. (Salinas Sicha)
Teniendo en cuenta que la anidación en la matriz endometrial se produce al 14º día de la concepción. (Salinas
Sicha)
Desde aquel momento histórico del desarrollo de la vida, el nuevo ser alcanza y cuenta con todos los
elementos biológicos necesarios e indispensables para desarrollarse y comenzar a crecer naturalmente.
(Salinas Sicha)
Bustos Ramírez, Muñoz conde y Buompadre, adoptan la “teoría de la anidación”, debido a que es a partir
del momento de la anidación “que se tiene mayor certeza en el desarrollo de la vida humana”. (Salinas Sicha)
A fin de evitar confusiones, es de precisar qué cuestiones diferentes son el bien jurídico el objeto material
sobre el cual recae la acción delictiva del agente. En efecto, en el homicidio simple, el bien jurídico es la vida
humana independiente, en tanto que el objeto material del ilícito es la persona humana naturalmente, vida
contra quien se dirige el ataque y se produce el resultado letal. (Salinas Sicha)
FIN DE LA PERSONA HUMANA
la determinación del momento muerte o del momento en que culmina el proceso de instauración de la muerte
no es un problema puramente descriptivo, sino que se encuentra determinado normativamente por las
disposiciones que determinan dada la velocidad a la que mueren las células del cuerpo humano. (Villavicencio
Terreros)
los criterios para la determinación de la muerte son médicos, aunque jurídicamente valorados en su conjunto.
(Villavicencio Terreros)
el concepto muerte ha variado con el transcurso del tiempo. (Villavicencio Terreros)
en un determinado momento se admitió de manera general, salvo para caso de trasplante de órganos el
criterio de muerte biofisiológico consistente en el cese irreversible de las funciones vitales
cardiorrespiratorias que por motivo de la medicina intensiva se han visto superadas. (Villavicencio Terreros)
La muerte no se produce de manera instantánea sino progresivamente. (Villavicencio Terreros)
diferente es el criterio neurofisiológico que considera muerta a una persona cuando se demuestre el cese
irreversible de la actividad cerebral. (Villavicencio Terreros)
En doctrina existe consenso al considerar que concluye la vida con la muerte de la persona natural,
entendida ésta como la cesación definitiva e irreversible de la actividad cerebral. (Salinas Sicha)
En nuestra patria, el artículo 3 de la Ley N° 28189, ley General de donación y trasplante de órganos y/o
tejidos humanos, publicada el 18 de marzo de 2004, prescribe que el diagnóstico y certificación de la muerte
de una persona se basa en el cese definitivo e irreversible de las funciones encefálicas
en la misma línea, el artículo 108 de la ley General de salud, Ley N° 26842 del 20 de julio de 1997, establece
que la muerte pone fin a la persona. Se considera ausencia de vida el cese definitivo de la actividad cerebral,
independientemente de que algunos de sus órganos o tejidos mantengan actividad biológica y puedan ser
usados con fines de trasplante, injerto o cultivo
el diagnóstico fundado de cese definitivo de la actividad cerebral verifica la muerte. Cuando no es posible
establecer tal diagnóstico, la conservación de paro cardiorrespiratorio irreversible confirma la muerte.
HOMICIDIO
2) Imputación objetiva
de acuerdo a la teoría del imputación objetiva, no es suficiente la simple comprobación del nexo de
causalidad entre la muerte y la conducta de del agente, sino que se hace necesario que el resultado “muerte”
sea jurídicamente imputable a la conducta del agente, es decir, el acción humana debe producir un riesgo
desaprobado legalmente, el que debe haberse realizado en el resultado y debe encontrarse dentro del fin
de protección de la norma. (Villavicencio Terreros)
Como se puede apreciar, el núcleo duro de la teoría del imputación objetiva se encuentra en el riesgo
desaprobado (típicamente relevante). (Villavicencio Terreros)
lo único que se exige es la idoneidad del medio utilizado para originar el resultado dañoso. Sin embargo,
ello no implica que en materia penal, tales formas, circunstancias y medios resulten irrelevantes, toda vez
que estos devienen en importantes al momento de graduarse la pena imponerse. (Villavicencio Terreros)
el nexo de causalidad entre el resultado de muerte y la acción u omisión no es suficiente para considerar a
una conducta como típica. En efecto, se requiere además la relevancia del nexo causal que permita
comprobar que este resultado puede ser objetivamente imputado al comportamiento del autor. (Villavicencio
Terreros)
a) Riesgo permitido
no todo riesgo es idóneo para la imputación de la conducta. Hay riesgos tolerables como permisibles debido
a la utilidad social que ellos implica. (Villavicencio Terreros)
en la mayoría de los casos el riesgo permitido se encuentra regulado normativamente. (Villavicencio Terreros)
también debe incluirse aquellos casos en los que el elemento preponderante es la “normalidad social” de la
conducta que genera el riesgo. (Villavicencio Terreros)
b) Principio de confianza
no cabe imputación a la conducta cuando el sujeto obra confiado en que los demás actuarán dentro de los
límites del riesgo permitido. (Villavicencio Terreros)
esto es resultado de la necesidad de división del trabajo y la especialización propios de una sociedad
moderna. En importancia práctica ante los constantes contactos anónimos, donde la consecuencia de
nuestras acciones depende de personas que desconocemos y en actividades o trabajos peligrosos que se
basan en un reparto de funciones en beneficio social. (Villavicencio Terreros)
La importancia del príncipe de confianza es que permite limitar la responsabilidad de una persona, como
manifestación del principio de autorresponsabilidad, quedando fundamental en ella. (Villavicencio Terreros)
La atribución de responsabilidad que se busque debe contar con dos requisitos: a) establecimiento de la
posición de garante y, b) comprobación de la afectación del deber de cuidado del deber de cuidado.
(Villavicencio Terreros)
El primero de ellos guardará relación con la figura de la prohibición de regreso, y la segunda, con el príncipe
de confianza, siempre también que se ostente una posición de garante. (Villavicencio Terreros)
Consecuentemente, para que exista la figura del príncipe de confianza, es necesario que: a) exista un ámbito
de responsabilidad ajeno, b) exista una relación negativa con el riesgo, c) esa relación negativa tiene que
extenderse también a su vinculación con las terceras personas, en quien se confía, d) tampoco es necesario
que existan circunstancias especiales que evidencien el comportamiento incorrecto del tercero. (Villavicencio
Terreros)
Es posible que el homicidio se produzca en el marco de decisiones de los miembros de un Consejo directivo
de una entidad, el principio de confianza podría ser, aplicable bajo dos vertientes: a) horizontal y b) vertical.
(Villavicencio Terreros)
En la relación vertical, lo que prima es el principio de desconfianza que “se traduce en la imposición de
deberes de vigilancia a los superiores jerárquicos sobre sus subordinados. El deber de vigilancia se
descompone, en puridad, en dos deberes: un deber de vigilar -en sentido estricto- para obtener el
conocimiento de cuanto lleva a cabo el subordinado (que puede ser de intensidad variable); y un deber de
evitar la actuación del subordinado, neutralizando sus manifestaciones defectuosas una vez conocidas.
(Villavicencio Terreros)
c) Prohibición de regreso
la teoría de prohibición de regreso se proyecta como un criterio de limitador de la imputación de la conducta
que de modo estereotipado es inocua, cotidiana, neutral o banal y no constituye participación en un delito
cometido por otro, suele ser inofensiva, inocua, corriente u ordinaria que de ningún modo constituye forma
de participación alguna en un delito cometido por un tercero. (Villavicencio Terreros)
creemos que los conocimientos especiales (entrenamiento, formación especial) que pueda tener el sujeto
no han de tomarse en cuenta. (Villavicencio Terreros)
en todo caso, subsidiariamente puede surgir una responsabilidad penal para que no actúa neutralmente en
los supuestos que el aporte neutral favorezca una situación de peligro a un tercero o a la colectividad, que
puede entenderse como un una afectación al deber de solidaridad y que puede constituir un delito de omisión
de auxilio (artículo 127 del código penal) u omisión de denuncia (artículo 407 del código penal). (Villavicencio
Terreros)
se puede presentar en el marco del principio de prohibición de regreso los siguientes supuestos:
- casos de contexto caóticos o situaciones de inminencia de riesgos: en ellos, el sujeto que, en principio
realiza el rol, tiene su poder la decisión para impedir una lesión inminente al bien jurídico vida de otra
persona de manera que se convertiría en garante de la situación, esta circunstancia determinaría que
el rol inicial sucumbe ante la inminencia del riesgo, dando paso a otro rol diferente(el de garante), en
caso que realizara una conducta favorecedora de la situación delictiva se haría partícipe de homicidio.
(Villavicencio Terreros)
- caso en que se expresa el sentido eminentemente delictivo: la eminencia del riesgo y la capacidad de
control que adquiere el sujeto activo sobre los hechos eminentemente lesivos, le convierte en garante
de la nueva situación, su conducta ya no sería neutral, con lo cual decaería la prohibición de
regreso(ejemplo: el sujeto visiblemente alterado y que agarra por el cuello a su oponente, solicita la
venta de un cuchillo al ferretero y éste le entrega con lo que causa la muerte, deberá responder por la
muerte el vendedor del cuchillo a título de cómplice necesario). (Villavicencio Terreros)
- caso de aprovechamiento de la prestación de un rol neutral: el mero conocimiento no es suficiente para
imputar responsabilidad; el rol es siempre una garantía para quien lo realiza. Por ello, si al ciudadano
por funcionario público que ejerce su rol se les poseyera de la protección que acarrea el cumplimiento
de su rol por el hecho de que sabía algo por las circunstancias de que su prestación es aprovechada
por otro para cometer un delito de homicidio, esto conllevaría a crear espacio de inseguridad e
inestabilidad jurídica altamente cuestionables(ejemplo: unos magistrados dirigen un proceso en el que
se juzga a un miembro de un grupo terrorista y ellos tienen conocimientos de la amenaza de matar a un
político si siguen adelante con el proceso penal. Lo hacen y un político resulta muerto, ellos no
responderán por la muerte). (Villavicencio Terreros)
Imputación a la víctima
la conducta se podrá imputar a la víctima si ella misma con su comportamiento contribuye de manera
decisiva a la realización de riesgo no permitido, es decir, la imputación no recae en el sujeto activo sino en
el sujeto pasivo. (Villavicencio Terreros)
En este ámbito, quien gestiona un peligro asumiéndolo y creándolo personalmente, ha de soportar el mismo
con las consecuencias de su decisión, aunque esa misma gestión haya intervenido de manera fáctica
también otros sujetos ajenos a ese ámbito organizativo. (Villavicencio Terreros)
Relación de riesgo
se exige la relación objetiva entre la imputación objetiva de la conducta y la del resultado. Es decir, el
resultado causado debe verse como realización del riesgo inherente a la conducta. (Villavicencio Terreros)
Es posible negar la imputación objetiva en supuestos en que a pesar de que el resultado ha sido causado
por una conducta que creó un riesgo prohibido, sin embargo, el resultado final es producto de otro riesgo
ajeno al sujeto (riesgo concurrente). (Villavicencio Terreros)
ejemplo: el que dispara a matar a otro y sólo lo lesiona, y luego producto de un siniestro muere en el hospital.
Consentimiento
en los delitos que protegen intereses públicos y privados, resulta muy discutible la eficacia del
consentimiento y esto ocurre precisamente en los delitos contra la vida en los que el consentimiento es
ineficaz, aunque consideramos posible que la voluntad de la víctima puede influir para la reducción de la
sanción. (Villavicencio Terreros)
El código penal peruano sanciona con pena reducida el homicidio piadoso (artículo 122). (Villavicencio Terreros)
Imputación subjetiva
la imputación subjetiva en el delito de homicidio se realiza a través del dolo presupone conocimiento y
voluntad de realizar las circunstancias que integra el tipo objetivo, es decir, saber que se mata a otra
persona y querer hacerlo. (Villavicencio Terreros)
es el llamado animus necandi. (Villavicencio Terreros)
se tiene que inferir el elemento subjetivo de diversos datos fácticos de entre los que destaca, clase, la
dimensión y características del arma empleada y su idoneidad para causar la muerte y la zona del cuerpo
agredida, su vulnerabilidad y su carácter vital. (Villavicencio Terreros)
la imputación al dolo, al ser un elemento esencial de esta figura, requiere prueba, por lo que en principio,
el resultado muerte es tomado como prueba iuris tantum de dolo. (Villavicencio Terreros)
se acepta el dolo directo de primer grado, dolo directo de segundo grado y dolo eventual. (Villavicencio Terreros)
Para la imputación es suficiente el dolo eventual, es decir, que el autor haya previsto la muerte como una
consecuencia probable y a pesar de ello haya aceptado la probabilidad del resultado. (Villavicencio Terreros)
la prueba del dolo en el delito de homicidio: no puede acreditarse normalmente a través de prueba directa,
es necesario recurrir a un juicio de inferencia (prueba indiciaria) para afirmar su presencia por medio de un
razonamiento inductivo construido sobre datos fácticos debidamente acreditados. (Villavicencio Terreros)
para afirmar la existencia del ánimo propio de los delitos contra la vida debe tenerse en cuenta los datos
existentes acerca de las relaciones previas entre agresor y agredido, del comportamiento del autor antes,
durante y después de la agresión, lo que comprende las frases amenazantes, las expresiones proferidas,
la prestación de ayuda a la víctima; del arma o de los instrumentos empleados, de la zona del cuerpo a la
que se dirige el ataque, de la intensidad del golpe o golpes, de la reiteración de los golpes o de cualquier
otro dato relevante. (Villavicencio Terreros)
Por otro lado, la ausencia del dolo se verifica a través del error de tipo. (Villavicencio Terreros)
el error de tipo puede ser vencible o invencible. Ambos excluyen el dolo. Pero el error de tipo vencible
supone que la infracción será sancionada como homicidio por imprudencia (artículo 111 del código penal).
(Villavicencio Terreros)
el error será vencible cuando la gente observando el cuidado debido, pudo haber salido del error en que se
encontraba y evitar el resultado. (Villavicencio Terreros)
Será invencible cuando la gente habiendo observado el cuidado debido no pudo salir del error en que se
encontraba originando el resultado. (Villavicencio Terreros)
el código penal (artículo 14 primer párrafo) dispone que el error de tipo invencible excluye la responsabilidad
del vencible que la infracción será sancionada como culposo. (Villavicencio Terreros)
se aceptan otras modalidades como el error in persona vel in objetivo, en el que se presentó una confusión
sobre la identidad del objetivo de la acción. (Villavicencio Terreros)
ejemplo el que dispara a matar a Juan, pero se equivoca sobre la identidad y mata al hermano mellizo de
este punto. (Villavicencio Terreros)
el error es irrelevante (no excluye el dolo) si la persona o el objeto sobre los que recae la conducta no hace
cambiar la valoración jurídica del hecho respecto al que se trata de cometer. Los errores también pueden
ser relevantes desarrollarán en el parricidio. (Villavicencio Terreros)
Aberratio ictus (terror en la ejecución, en el golpe). A diferencia del error en el objeto que supone una
confusión del objeto de la acción por otro, en el aberratio ictus, el sujeto cierra la dirección del ataque.
(Villavicencio Terreros)
ejemplo el que quiere matar a otro y contra el apunta su arma, pero apunta mal del aparato de puntería del
arma es defectuoso, de tal manera que mata un tercero que se encontraba cercano. El yerro se produce
en la ejecución. (Villavicencio Terreros)
“dolus generalis” es un error sobre el curso causal, cuando la gente de yerra sobre cuál de los diversos
actos de un contexto de acción causa el resultado perseguido. (Villavicencio Terreros)
ejemplo: el que golpea a otro hasta creerlo muerto y en esa creencia lo arroja al río para ocultar el cuerpo.
Luego, se comprueba que la víctima murió ahogada y que aún vivía hasta antes de ser sumergida.
(Villavicencio Terreros)
en este hecho se ejecutan a la vez dos actos cuya importancia lo estima erróneamente el autor, pues cree
haber conseguido en el primer acto el resultado muerte, pero en realidad dichos resultados se logren el
segundo momento, que había sido pensado para ocultar el cuerpo. (Villavicencio Terreros)
Se pueden diferenciar dos niveles: primero, el sujeto desde el principio tiene la intención de cometer el
segundo acto (luego de matarlo, sumergir el cadáver) en este caso se trata de un homicidio consumado;
segundo, el segundo acto no estaba planeado desde el principio, sino que la gente decidió realizarlo
después de concluido el primer acto(con posterioridad a la presunta muerte, decide sumergir el cadáver y
la víctima muere ahogada. (Villavicencio Terreros)
creemos que se presentó un concurso real entre tentativa de homicidio doloso de homicidio por
imprudencia. (Villavicencio Terreros)
Autoría y participación
si bien el tipo penal del homicidio está redactado en función de un solo agente (“el que”), es posible un
concurso eventual de ejecución plural de conductas. (Villavicencio Terreros)
el autor (artículo 23 del código penal) del homicidio es el que tiene el domino de derecho, el que tiene el
poder de conducción de todos los acontecimientos de forma tal que le es posible encauzarlos hacia la
muerte de una persona. (Villavicencio Terreros)
el autor mediato (artículo 23 del código penal) de homicidio, es el sujeto que se sirve del actuar de un
intermediario quien cometer homicidio pero sólo aquel tiene el dominio del hecho. (Villavicencio Terreros)
Son coautores (artículo 23 del código penal) los que toman parte en la ejecución del homicidio en codominio
del hecho (dominio funcional del hecho). Se admiten diversas formas de coautoría: sucesiva, alternativa,
aditiva. También se admiten coautores que no están presentes durante la ejecución paréntesis coautoría
ejecutiva y no ejecutiva). (Villavicencio Terreros)
También se acepta la instigación (artículo 24 del código penal). La instigación en el homicidio se presenta
cuando dolosamente se hace surgir en el sujeto de la decisión (resolución) de realizar un homicidio.
(Villavicencio Terreros)
la complicidad (artículo 25 del código penal) se presenta cuando se colabora dolosamente con otro para la
realización del homicidio. El aporte puede ser material o psicológico (complicidad intelectual) y el momento
en que se presenta puede ser en la preparación como en la ejecución, pero no después de la consumación
del homicidio. (Villavicencio Terreros)
Se acepta la complicidad primaria y secundaria, dependiendo de la naturaleza de la colaboración.
(Villavicencio Terreros)
para la determinación de la participación es importante tener en cuenta las reglas de la imputación objetiva.
Así, por ejemplo, no se aceptará la participación que se presentan las condiciones de la prohibición de
regreso (conducta cotidiana, neutral, del agente), salvo que el aporte se haya prestado en un contexto
claramente delictivo. (Villavicencio Terreros)
Concurso de imputaciones
la doctrina peruana admite el concurso de delitos. Es posible el homicidio en concurso real (artículo 50 del
código penal) cuando la gente realiza varios hechos punibles que son considerados como otros tantos
delitos independientes. (Villavicencio Terreros)
en caso de concurso real retrospectivo que se aplica cuando si después de la sentencia condenatoria se
descubriera otro hecho punible cometido antes de ella por el mismo condenado, la pena que fije el juez se
sumará al anterior hasta un máximo del doble de la pena del delito más grave (artículo 51 del código).
(Villavicencio Terreros)
también se acepta el homicidio en concurso ideal (artículo 48, código penal) con otro tipo legal, cuando una
misma conducta realiza una pluralidad de resultados típicos (concurso ideal heterogéneo). Quien mata a
otro de un disparo (artículo 106 del código penal) y la bala causa lesión a otra persona (artículo 121 del
código penal. (Villavicencio Terreros)
el tipo legal del homicidio no admite su realización por continuación (delito continuado), pues su naturaleza
no permite tolerar diferentes intensidades de afectación del bien jurídico que se tutela. También se descarta
el delito masa. Creemos que se trata de un concurso de delitos tantos homicidios como muertes
voluntariamente producidas. (Villavicencio Terreros)
se presenta el concurso aparente de leyes (unidad de ley). Ejemplo en el tipo de homicidio artículo 106 del
código penal, que eran consumidas las lesiones que se causen a la víctima (principio de consunción).
(Villavicencio Terreros)
Imputación a la omisión
el delito de homicidio no se presenta por omisión propia, pues se trata de un delito típicamente comisionó
y se configura a partir de la relación de una norma prohibitiva. (Villavicencio Terreros)
por ello, la única forma omisiva es la impropia (comisión por omisión). (Villavicencio Terreros)
en el derecho penal peruano se acepta el homicidio por omisión impropia. Además, se trata de un delito de
infracción del deber impropio, con importantes consecuencias para la imputación de la participación del
sujeto no cualificado (extranei). (Villavicencio Terreros)
los elementos estructurales de la imputación al tipo objetivo en la omisión impropia del delito de homicidio
comprenden la posición de garante y la equivalencia. (Villavicencio Terreros)
esta modalidad delictiva solamente se configura cuando el sujeto activo se encuentra en una posición de
garante con relación al bien jurídico, entendiendo homo el deber de realizar acciones de salvamento y
protección para evitar su lesión o puesta en peligro por situarse el bien jurídico en una relación de
dependencia respecto a quien ostenta dicho deber. (Villavicencio Terreros)
a) Posición de garante
en general, toda persona podrá ser autor -y no sólo unos pocos con un deber especial- de un delito
común de omisión, cuando deba actuar para mantener indemnes las esferas jurídicas ajenas y no
lo haga. (Villavicencio Terreros)
son garantes los individuos que asumen deberes específicos mencionados de acción para evitar
que se genera el resultado típico. (Villavicencio Terreros)
no basta la posición de garantía, sino que el garante debe tener la posibilidad de evitar la muerte
del sujeto con su intervención. (Villavicencio Terreros)
injerencia (hecho precedente). Quien ha creado con su conducta precedente una situación de
peligro para un bien jurídico, tiene el deber de evitar que el peligro se convierta en lesión so pena
de considerar que la producción de esta sería tan achacable al sujeto como su causas John positiva
deberes de aseguramiento. La posición de garante por deberes de aseguramiento se da frente a
fuentes de peligro derivadas de objetos, animales o personas que se encuentran a cargo del Comité.
Se exige prevenir el peligro tomando medidas de seguridad. (Villavicencio Terreros)
deberes de salvación o auxilio. Los peligros creados por el omitente que hayan alcanzado los bienes
de otro o se encuentren próximos a ello, se genera el deber de auxilio o salvamento. (Villavicencio
Terreros)
Aceptación voluntaria de protección. Una persona deposita su confianza en otra y esta última la
secta. Así, el sujeto que decida cumplir la obligación de garantizar la protección o seguridad de un
bien ajeno, determina la confianza en el titular del mismo para dejarlo a su cuidado. Se exige que
exista una decisiva dependencia de quien acepta la protección y quien la recibe. Ejemplo la
enfermera que acepta a través de un contrato laboral atenderá un enfermo durante la noche y lo
abandona. (Villavicencio Terreros)
Relaciones familiares. Se trata de un supuesto de responsabilidad en sentido específico. Se
considera que la relación familiar, como otras instituciones sólo puede ser equivalentes a la
Comisión de la institución es de la misma importancia básica para la existencia de la sociedad que
la libertad de organización y la responsabilidad por las consecuencias. (Villavicencio Terreros)
Especial confianza cuando el titular de un bien jurídico deposita su confianza en otro individuo, quien
acepta, se desplazan en el funciones de seguridad para comer bien o de cuidado de una fuente de
peligro atentatoria de este punto. (Villavicencio Terreros)
la posición de garantía por relación de comunidad. Se refiere a la confianza especial que surge en
el marco de la participación voluntaria de varias personas en una situación de peligro que genera
un deber de auxilio o socorro mutuo. Ejemplo si una expedición de andinistas uno de los accidentes,
los demás encuentran en posición de garante respecto a él. (Villavicencio Terreros)
Deberes estatales. Los deberes estatales expresados en las funciones o labores de los funcionarios
públicos frente a los bienes particulares sometidos a su competencia, pueden también originar
posición de garantes. Así, ellos estarán en posición de garante respecto de las conductas vigiladas
de los daños que se puedan causar. Ejemplo el jefe policial quien conoce torera las conductas
delictivas de torturas a detenidos cometidos por sus subordinados. (Villavicencio Terreros)
b) equivalencia jurídica
la conducta omisiva del agente de impedir un resultado debe equipararse con su realización
mediante una conducta activa. (Villavicencio Terreros)
el autor debe tener la capacidad suficiente de poder realizar la conducta que ha omitido, es decir,
debe existir un nexo de evitación. (Villavicencio Terreros)
El nexo de evitación funciona en la tipicidad omisiva como el equivalente típico del nexo de causas
John, siendo ambos formas típicas de revelar la causalidad para efectos de individualizar la
conducta prohibida. (Villavicencio Terreros)
c) Imputación subjetiva
para imputar el dolo en el delito de homicidio por omisión impropia basta el dolo cognitivo. Es decir,
el autor debe conocer su situación de garante y conocer la posibilidad de evitar el resultado. Es
decir, el sujeto debe conocer el riesgo de muerte que afecta a la víctima, las posibilidades para evitar
la y su obligación de evitar el peligro. (Villavicencio Terreros)
Se admite el error de tipo, al faltar uno de los elementos del dolo cognitivo. Ejemplo: el sujeto que
desconoce su posición de garante, al desconocer que el niño que se ahoga es su hijo
extramatrimonial. (Villavicencio Terreros)
e) Autoría y Participación
en esta clase de delito, autor no es aquel que tenga el dominio del hecho, sino que el autor es aquel
que no ejecuta la conducta ordenada el que tiene el deber de actuar. (Villavicencio Terreros)
dadas las características similares a los delitos de infracción del deber, es posible la coautoría por
omisión, cuando exista un deber. Por el contrario, no se acepta la autoría mediata por omisión.
(Villavicencio Terreros)
en cuanto a la participación, se diferencian dos situaciones: participación por omisión y participación
por acción en un delito de omisión. En el supuesto de la participación por omisión en un delito de
comisión, la teoría predominante no acepta la instigación por omisión, debido a que mediante la
omisión no se crea la decisión de cometer el delito en el autor, sino que sólo nos impide que la
decisión aparezca. En el caso de la participación por acción en un delito de omisión, la instigación
al delito decisivo debe ser más propiamente la llamada disuasión. A través de ella, el interferente
procura, precisamente al contrario de lo que sucede en la inspiración a los delitos de Comisión,
obtener que el obligado no actúe. (Villavicencio Terreros)
desde luego que también se admite la complicidad activa en un homicidio por omisión que se
circunscribe a la complicidad psíquica. (Villavicencio Terreros)
Sujeto activo
El autor del homicidio básico puede ser cualquier persona natural. (Salinas Sicha)
Constituye un delito común, pues para ser sujeto activo no se necesita reunir alguna condición o cualidad
especial, ya sea que actúe por sí mismo o valiéndose de terceros, de medios mecánicos o animales. (Salinas
Sicha)
En los casos de omisión impropia, el sujeto activo sólo puede ser quien está en posición de garante respecto
del bien jurídico lesionado. (Salinas Sicha)
Si en el caso concreto no puede determinarse que el sujeto tenía la posición de garante sobre el fallecido,
resultará imposible atribuirle el resultado letal a título de omisión. (Salinas Sicha)
Sujeto pasivo
Sujeto pasivo puede ser cualquier persona natural y con vida desde el momento del parto hasta la muerte
debidamente determinada. (Salinas Sicha)
Se exceptúa a los ascendientes, descendientes, cónyuges o concubinos del agente, quienes sólo son
sujetos pasivos del delito de parricidio. (Salinas Sicha)
Tipicidad subjetiva
Para configurarse el homicidio simple requisito sine qua non la concurrencia del dolo en el actuar del agente.
El dolo exige el conocimiento y voluntad de realizar las circunstancias del tipo objetivo, es decir, el sujeto
activo debe actuar con conocimiento de dar muerte a su víctima y querer hacerlo. (Salinas Sicha)
Es admisible el dolo directo, el dolo indirecto y el dolo eventual. El dolo directo presupone el gobierno de la
voluntad. En él, las consecuencias que el agente se representado mentalmente fueron voluntariamente
buscadas y queridas. El autor quiere matar, emplea el medio elegido y mata. (Salinas Sicha)
En el dolo indirecto se producen consecuencias que son necesarias al resultado querido directamente.
Además del resultado deseado, el autor se representa la generación de otro, porque está inseparablemente
unido al primero aquí es conocido el ejemplo de la bomba colocada para matar al jefe de Estado(resultado
querido directamente), cuya explosión mata, al mismo tiempo, a los acompañantes(consecuencia necesaria
que no forma parte del propósito original). El autor quiere matar al jefe de Estado, pero, al mismo tiempo,
se representa que con su acción matará necesariamente a sus acompañantes y, frente a esa
representación, actúa. (Salinas Sicha)
En el dolo eventual se requiere, además de la previsibilidad de resultado como posible, que el autor lo haya
aceptado o lo haya ratificado. El agente, a pesar de representarse la muerte como posible, no se detiene
en su actuar, continúa su acción hacia ese resultado, en definitiva, lo acepta. Asume una actitud temeraria.
Se representa el resultado dañoso en la conducta que viene desarrollando, pero en lugar de evitarlo o hacer
algo para evitarlo, lo acepta y asume. (Salinas Sicha)
No se exige que el sujeto activo tengo un conocimiento especial o especializado de los elementos objetivos
del tipo, es suficiente en aquel una valoración paralela a la esfera de un profano es decir, una valoración
que nace del sentido común que manejamos la generalidad de las personas morales. (Salinas Sicha)
Cuando se trata de un acto homicidio, el agente debe conocer particularmente el riesgo de muerte que
corre la víctima, las posibilidades que tiene para evitar la y la obligación de conjurar el peligro. Si no
aparecen tales circunstancias en un hecho concreto, el autor será responsable es el caso, de homicidio por
culpa. (Salinas Sicha)
No deben confundirse los motivos inmóviles que determinaron al agente a dar muerte a su víctima con el
elemento subjetivo del denominado “dolo”. Mientras los primeros son las causas que hacen nacer en el
homicida la intención de quitar la vida a su víctima, el dolo es el conocer y querer quitar la vida a la víctima.
(Salinas Sicha)
El dolo es la consecuencia inmediata de los móviles. Sin embargo, no se requiere necesariamente la
concurrencia de algún motivo o móvil para aparecer el dolo que es totalmente independiente. (Salinas Sicha)
Antijuricidad
Es el segundo elemento o nivel. (Salinas Sicha)
Es decir, entrará a determinar si la conducta es contraria al ordenamiento jurídico o, en su caso, concurre
alguna causa de justificación de las previstas y sancionadas en el artículo 20 del código penal. De este
modo, el operador jurídico analizará si en el homicidio concreto concurre la legítima defensa o el Estado de
necesidad justificante o el agente actuó por una fuerza física irresistible o impulsado por un miedo
insuperable o en cumplimiento de un deber. (Salinas Sicha)
Si se concluye que en el homicidio concurre alguna causa de justificación, la conducta homicida será típica,
pero no antijurídica y, por tanto, será irrelevante pasar a analizar el tercer elemento del delito conocido
como culpabilidad. (Salinas Sicha)
Culpabilidad
En este estadio se analizará si la persona a quien se le atribuye la conducta típica y antijurídica es imputable
penalmente, es decir, goza de capacidad penal, para responder por su acto homicida. (Salinas Sicha)
Luego, determinará si tenía conocimiento que su actual homicida era antijurídico, es decir, contrario a todo
el ordenamiento jurídico. (Salinas Sicha)
Al protegerse la vida de modo riguroso, no es posible invocar el error de prohibición en un caso de homicidio.
(Salinas Sicha)
En cuanto al error culturalmente condicionado previsto en el artículo 15 del código penal, debido a que la
vida humana es apreciada en todas las sociedades y culturas ya sean civilizadas o nativas, sólo puede
servir para atenuar la pena al inculpado en razón de que la comprensión del carácter delictuoso de su acto
se halle disminuida. (Salinas Sicha)
Si se concluye que la gente no tuvo otra alternativa que causar la muerte de la víctima, no será culpable de
la conducta típica y antijurídica. Aquí nos estamos refiriendo al caso del Estado de necesidad exculpante.
(Salinas Sicha)
Consumación
Entendemos que existe consumación de un hecho punible cuando el sujeto activo dar total cumplimiento a
los elementos constitutivos descritos en el tipo penal. En ese sentido, el homicidio simple alcanza su
consumación cuando la gente, actuando dolosamente, ha puesto fin a la vida del sujeto pasivo. Esto es,
haya agotado el verbo matar. (Salinas Sicha)
Aún cuando el tipo penal se refieren forma singular al agente, es perfectamente posible la participación de
varios sujetos en la comisión del hecho criminal. En estos casos, aplicando la teoría del dominio del hecho
se diferenciara entre autores y partícipes (ya sean a nivel primario o secundario). Para ello se tendrá en
consideración lo previsto en los artículos 23,24 y 25 del código penal. (Salinas Sicha)
Tentativa
De acuerdo con el artículo 16 del código penal sustantivo, existe tentativa cuando la gente comienza la
ejecución de un delito que decidió cometer, sin consumarlo. (Salinas Sicha)
Penalidad
Al sujeto activo se le impondrá una pena privativa de la libertad no menor de seis ni mayor de 20 años.
(Salinas Sicha)
La pena variará de acuerdo con la forma, modo, circunstancias y grado de culpabilidad con que actuó el
autor, todo ello probado durante un debido proceso penal. (Salinas Sicha)