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Mito la Misteriosa Luna Llena

Autor: Santiago Mendoza Ramirez


luna llena una pareja encuentra a un perro estaba todo lastimado y decidieron
llevárselo a su casa para curarlo, el hombre se quitó el cinturón y se lo colocó al
perro en el cuello, la mujer comienza a limpiar las heridas que tiene el perro, al
agacharse el perro ve una cruz que tiene la mujer en su cuello y de inmediato el
perro comienza a morderla y corre por toda la casa. El perro se lanza por una
ventana sin saber que están en el piso 13 de un edificio, la pareja queda
sorprendida y evita asomarse a la ventana ya que sabían que el perro moriría.

El día siguiente se presenta un agente de la policía en su casa, el agente le


pregunta si escuchó un ruido extraño la noche anterior, ellos dijeron que no, el
policía dice: “encontramos un enano corriendo por la calle desnudo y con un
cinturón en el cuello”. A partir de ahí nadie sabe que sucedió con el perro y con el
enano.

Leyenda
La ajorca de oro:

Autor: Gustavo Adolfo Bécquer


La trama versa sobre una pareja de Toledo que se profesa un gran amor pero ella
es muy caprichosa y esto le ocasiona un problema a él que era valiente y
supersticiosa como todos los personajes de la época. Ella se encaprichó de una
ajorca de oro que tenía la virgen en sus brazos, y el hombre decidió responder a
los deseos de una amada yendo a la catedral una ida de fiesta para la Virgen y
aprovechando que todos los fieles se habían marchado intenta coger la ajorca.
Pero estaba muy nervioso y todo ello le hacía ver cosas que en realidad no
existían (las estatuas se movían, hablaban, la catedral temblaba…..) Ante esto
Pedro, que así se llamaba el joven decide devolverle la ajorca a la virgen temeroso
del pecado que había cometido.
Esta leyenda cuenta con dos partes bien diferenciadas, una sería cuando la
amada le cuenta a Pedro su problema y la segunda, cuando sucede toda la acción
narrada. La cronología es lineal y se lee fácilmente con un inicio y un desenlace
más o menos previsibles.

Cuento
El ruiseñor y la rosa

Autor: Oscar Wilde


Un ruiseñor vivía en el jardín de una casa.Todas las mañanas una ventana se
abría y un joven comía su pan…mientras miraba la belleza del jardín.
Siempre caían migajas de pan en el antepecho de la ventana.
El ruiseñor comía las migajas creyendoque el joven las dejaba a propósito para él.
Así, creció un gran afecto por aquel que se preocupaba en alimentarlo…aunque
sea con migajas.Un día el joven se enamoró.
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Pero al declararse, su amada impuso una condición para retribuir su amor: Que a
la mañana siguiente él le trajese la más linda rosa roja.
El joven recorrió todas las florerías de la ciudad, pero su búsqueda fue en vano.
Ninguna rosa…mucho menos roja.
Triste, desolado, fue a pedir ayuda al jardinero de su casa. El jardinero declaró
que él podría obsequiarla con petunias, violetas, claveles.
Cualquier flor menos rosas. Ellas estaban fuera de temporada; era imposible
conseguirlas en aquella estación.

Fabula
Autor : Bernard Mandeville

La fábula de las abejas (fragmento)

"Un gran panal, atiborrado de abejas


que vivían con lujo y comodidad,
mas que gozaba fama por sus leyes
y numerosos enjambres precoces,
estaba considerado el gran vivero
de las ciencias y la industria.
No hubo abejas mejor gobernadas,
ni más veleidad ni menos contento:
no eran esclavas de la tiranía
ni las regía loca democracia,
sino reyes, que no se equivocaban,
pues su poder estaba circunscrito por leyes.

Estos insectos vivían como hombres,


y todos nuestros actos realizaban en pequeño;
hacían todo lo que se hace en la ciudad
y cuanto corresponde a la espada y a la toga,
aunque sus artificios, por ágil ligereza
de sus miembros diminutos, escapan a la vista humana.
Empero, no tenemos nosotros máquinas, trabajadores,
buques, castillos, armas, artesanos,
arte, ciencia, taller o instrumento
que no tuviesen ellas el equivalente;
a los cuales, pues su lenguaje es desconocido,
llamaremos igual que a los nuestros.
Como franquicia, entre otras cosas,
carecían de dados, pero tenían reyes,
y éstos tenían guardias; podemos, pues,
pensar con verdad que tuviera algún juego,
a menos que se pueda exhibir un regimiento
de soldados que no practique ninguno. "
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Crónica
Autor: Jean Froissart

Crónica (fragmento)
"Con el Sultán parado

el otomano Beyezid el Cruzado vio su posibilidad. Marchó al rescate de la ciudad,


escogiendo una posición defensiva que se sentaba a horcajadas sobre el camino
a la ciudad con sus flancos protegidos por barrancos. Sigismund aconsejó un
acercamiento cauteloso, pero los cruzados occidentales no tendrían nada de eso.
En cambio, culparon directamente a los otomanos. Lanzaron la caballería ligera
turca, y persiguieron directamente una pared de Janisseries protegido por estacas.
Finalmente, rompiendo su camino por la infantería, los cruzados desordenados
fueron atacados y destruidos por la caballería otomana pesada que esperaba. "

versos
José Martí
(1853—1895)

ESTOS SON MIS versos. Son como son. A nadie los pedí prestados. Mientras
no pude encerrar íntegras mis visiones en una forma adecuada a ellas, dejé volar
mis visiones: ¡oh, cuánto áureo amigo que ya nunca ha vuelto! Pero la poesía
tiene su honradez, y yo he querido siempre ser honrado. Recortar versos, también
sé, pero no quiero. Así como cada hombre trae su fisonomía, cada inspiración trae
su lenguaje. Amo las sonoridades difíciles, el verso escultorico, vibrante como la
porcelana, volador como un ave, ardiente y arrollador como una lengua de lava. El
verso ha de ser como una espada reluciente, que deja a los espectadores la
memoria de un guerrero que va camino al cielo, y al envainarla en el Sol, se rompe
en alas.

Poesía estructurada
Autor: Cecilio Gómez Gómez

I - Complicaciones arduas del corazón humano


Misterios insondables de la naturaleza
la vida es un misterio, la vida es un Arcano
y por el mundo agitan su vuelo soberano
dos aves de rapiña, la muerte y la tristeza.

II - Olvidos, desengaños, desilusiones crueles,


incompasivas almas, emponzoñados seres,
por todas partes luchas, por todas partes hieles
vasos en cuyos bordes hay delicadas mieles
y en cuyo fondo hay llantos, acíbar y veneno.
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III - Yo todo lo perdono con voluntad de acero


apuro hasta las heces mi vaso de acritud
mas perdonar no puede mi corazón sincero
a un monstruo abominable, aterrador y fiero
que habita entre los hombres, se llama INGRATITUD!

IV - Perdono al orgulloso y aunque con lengua insana


reputaciones hiere, virtudes y honras trunca
perdono en sus mil formas a la perfidia humana
perdono al que se vende como una cortesana
perdono al asesino! pero al ingrato? NUNCA!

Pesia popular
Autor: Jorge Luis Borges: Los Espejos

Yo que sentí el horror de los espejos


no sólo ante el cristal impenetrable
donde acaba y empieza, inhabitable,
un imposible espacio de reflejos

sino ante el agua especular que imita


el otro azul en su profundo cielo
que a veces raya el ilusorio vuelo
del ave inversa o que un temblor agita

Y ante la superficie silenciosa


del ébano sutil cuya tersura
repite como un sueño la blancura
de un vago mármol o una vaga rosa,

Hoy, al cabo de tantos y perplejos


años de errar bajo la varia luna,
me pregunto qué azar de la fortuna
hizo que yo temiera los espejos.
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Tragedia
Autor. william Shakespeare

Romeo y Julieta
Romeo y Julieta (1597) es una tragedia de William Shakespeare. Cuenta la
historia de dos jóvenes enamorados que, a pesar de la oposición de sus familias,
rivales entre sí, deciden luchar por su amor hasta el punto de casarse de forma
clandestina; sin embargo, la presión de esa rivalidad y una serie de fatalidades
conducen al suicidio de los dos amantes.

Tragedia
Autor: Miguel de Cervantes Saavedra

PRÓLOGO AL LECTOR
No puedo dejar, lector carísimo, de suplicarte me perdones si vieres que en este
prólogo salgo algún tanto de mi acostumbrada modestia. Los días pasados me
hallé en una conversación de amigos, donde se trató de comedias y de las cosas
a ellas concernientes, y de tal manera las subtilizaron y atildaron, que, a mi
parecer, vinieron a quedar en punto de toda perfección.
Tratóse también de quién fue el primero que en España las sacó de mantillas, y
las puso en toldo y vistió de gala y apariencia; yo, como el más viejo que allí
estaba, dije que me acordaba de haber visto representar al gran Lope de Rueda,
varón insigne en la representación y en el entendimiento. Fue natural de Sevilla y
de oficio ba[t]ihoja, que quiere decir de los que hacen panes de oro; fue admirable
en la poesía pastoril, y en este modo, ni entonces ni después acá ninguno le ha
llevado ventaja; y, aunque por ser muchacho yo entonces, no podía hacer juicio
firme de la bondad de sus versos, por algunos que me quedaron en la memoria,
vistos agora en la edad madura que tengo, hallo ser verdad lo que he dicho; y si
no fuera por no salir del propósito de prólogo, pusiera aquí algunos que
acreditaran esta verdad.

Tragedia
Autor: EDUARDO HARO TECGLEN

El prestigio

Por eso es difícil de llenar el vacío -volvamos al tópico- que deja Peter Weiss. Era
un autor que todavía se izaba sobre un enorme prestigio, y por una valentía
considerable al abordar a veces temas directos de su tiempo, de nuestro tiempo,
aun sabiéndolos erimeros. Había comenzado en una época y en un lugar donde el
teatro era aún una parte de la literatura; vivió el tránsito, pero ya tenía prestigio
suficiente para dominarlo (aunque todavía pequeños directores le conviertan en
caricatura de sí mismo). Hay algunos motivos, algunos datos para suponer que
vamos hacia lo que se llamaría -y no sería exacto- un regreso: una vuelta al teatro
de texto y al teatro de auitor; es decir, al teatro de literatura dramática, y, por tanto,
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de reflejo social y de calidad cultural. En este supuesto regreso no se van a dejar


atrás los descubrimientos de esta era.

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