Sie sind auf Seite 1von 9

La Jurisdicción Voluntaria

1. Naturaleza, concepto y generalidades 2. Elementos comunes de la


Jurisdicción Voluntaria 3. Actividad procesal de la Jurisdicción Voluntaria
4. Clasificación de los actos de Jurisdicción Voluntaria.

1. Naturaleza, concepto y generalidades.

La naturaleza de la jurisdicción voluntaria responde a dos


planteamientos fundamentales: la determinación de su carácter jurisdiccional o
administrativo y la distinción necesaria del término voluntario frente al de contencioso.

Con el primer planteamiento debe tenerse en cuenta que la actividad de la


jurisdicción voluntaria se extiende más allá de los actos encomendados a los jueces, a un conjunto
de personas autorizadas para su administración y ejercicio. Por tanto, actividades
semejantes pueden ser desempeñadas por otros funcionarios públicos (Notarios,
Registradores de Propiedad, funcionarios administrativos, etc.) sin que
contradigan los criterios organizativos del Estado. Casi contradictoria resulta la
delimitación de las actividades de esta naturaleza realizadas por los jueces,
delimitación que, además, en lo que concierne al Poder Judicial viene dada por
la Constitución, el CPC y la LOPJ, que junto a la potestad jurisdiccional «stricto
sensu» señalan como otras funciones de los juzgados y tribunales «conocer todos
aquellos procedimientos no contenciosos en la que la ley autoriza su intervención» (arts. 159
Cn, 22 párrafo segundo CPC y 3 LOPJ).

Para sustentar el segundo planteamiento hay que tener presente que la


voluntariedad es algo inherente al proceso civil y no es un elemento exclusivo de la jurisdicción
voluntaria; tanto las actuaciones de la jurisdicción contenciosa como las de la
jurisdicción voluntaria son libres, como corresponde a la acción procesal. Este
segundo planteamiento gira en torno al debate de si la jurisdicción voluntaria es
verdadera jurisdicción o, por el contrario, hay que considerarla administrativa.
Siguiendo esta postura, se concluye que en la jurisdicción voluntaria no es
jurisdicción la actividad (no necesariamente judicial) que se cumple. Por lo tanto,
la materia no entra de manera exclusiva en el Derecho Procesal Civil; empero,
éste no puede desatenderse de ella en tanto es una actividad atribuida en gran
parte a los jueces y tribunales. Otros argumentan que el carácter administrativo
de la jurisdicción voluntaria se manifiesta en la ausencia de cosa juzgada en este
ámbito; la ausencia de este efecto, típico de una resolución judicial en los
procesos contenciosos.


En definitiva, son asuntos de jurisdicción voluntaria los que decide el
órgano jurisdiccional y los notarios públicos, sin que medie contradictorio y sin
que la resolución final produzca efectos de cosa juzgada material, incoados a
petición de persona interesada, en los supuestos limitados para los que la
intervención de éstos venga establecida por la Ley.

2. Elementos comunes de la Jurisdicción Voluntaria.

Los actos de jurisdicción voluntaria tienen, además de una normativa


propia, disposiciones que se aplican con carácter general a todos esos actos,
contempladas en el CPC. Significa entonces que la primera norma a aplicar es
la prevista para cada acto en concreto y, en su defecto, se aplicarían las normas
comunes generales que establece la propia Ley procesal civil (art. 773 CPC).

2.1. Competencia.

La competencia objetiva para conocer de los asuntos de jurisdicción


voluntaria corresponde a los jueces de distrito de lo civil y a los jueces
locales de lo civil. Asimismo, los notarios públicos, según norma expresa
«serán competentes para conocer sólo los actos de jurisdicción voluntaria relativos a
consignación, inventarios, subastas legales o voluntarias no ejecutivas, aposición y
levantamiento de sellos, y aquellos otros asuntos que por ley les sean atribuidos» (art.
774 CPC). A efectos de determinación territorial de la competencia,
habrán de tenerse en cuenta las reglas especiales en el artículo 38 CPC y
las demás normas de aplicación (art. 773 CPC).

2.2. Sujetos intervinientes.

a. Solicitante: El artículo 777 CPC estableceue los «titulares de derechos


o de un interés legítimos sobre determinada materia, podrán
promover actos de jurisdicción voluntaria e intervenir en ellos». En
los actos de jurisdicción voluntaria no será preceptiva la intervención
de abogado (art. 778 CPC).

b. Intervinientes: El artículo 781 CPC, señala que «si quien promueve un


acto de jurisdicción voluntaria solicita que intervenga otra persona,
la autoridad judicial y notaria o notario público, la citará y le
concederá la intervención solicitada». Es decir, son otros
intervinientes en el proceso, aparte del promovente inicial.

c. Procuraduría General de la República: La intervención del representante


de la Procuraduría General de la República viene exigida en los casos
que afecten a los intereses públicos o se refieran a personas o cosas
cuya protección o defensa incumba a la autoridad pública (art. 779


CPC). En estos asuntos deviene obligada la audiencia al
representante de la Procuraduría.

d. Municipalidad: El artículo 780 CPC dispone que «En los actos de


jurisdicción voluntaria se oirá al representante de la municipalidad
que corresponda, a fin de que, cuando proceda, emita su dictamen
en audiencia, para lo cual la autoridad judicial le notificará la
solicitud, entregando las copias de ley. La omisión de dicha
notificación acarreará la nulidad absoluta de la audiencia. La
representación de la Municipalidad, actuará como parte, cuando la
Ley de manera expresa así lo disponga.»

3. Actividad procesal de la Jurisdicción Voluntaria.

a. Audiencia:

Una vez admitida la solicitud de jurisdicción voluntaria, se convocará a


los interesados y a quienes hayan de intervenir a una audiencia que se
celebrará dentro de los cinco días siguientes al de la notificación (art. 787 CPC). La
audiencia se sustanciará conforme al proceso sumario. El juez oirá a las
personas que la Ley disponga y podrá acordar a instancia de la persona
solicitante, la intervención de aquéllos cuyos derechos o intereses
pudieran verse afectados por la resolución del proceso. Si se plantearan
cuestiones que impidan la continuación del proceso, oídos los
comparecientes, se resolverá, en la misma audiencia (art. 788 CPC).

b. Pruebas:

Al no existir contradictorio, la prueba adquiere una configuración y


sentido diferente a las que se adopta en los asuntos contenciosos. Se habla
así, frente a la prueba rigurosa, típica del proceso contencioso, de una
actividad probatoria no formalista del proceso voluntario. En este
sentido, el artículo 782 párrafo primero CPC dispone que los actos de
jurisdicción voluntaria se iniciarán por escrito, haciéndose acompañar
de «los documentos que considere de interés, con las copias correspondientes».

c. Acumulación:

Dada su diversa naturaleza, los expedientes sobre actos de jurisdicción


voluntaria no serán acumulables a ningún proceso de jurisdicción
contenciosa, esto se dispone en el art. 786 CPC.


d. Tiempo:

Para los actos de jurisdicción voluntaria se consideran hábiles todos los


días del año, salvo los domingos, y los que por Ley vaquen los tribunales,
así como los feriados legalmente autorizados (art. 784 párrafo primero
CPC). No obstante, a petición de parte o de oficio, el juez puede habilitar
días y horas inhábiles, para los casos en los que se trate de actuaciones
urgentes cuya demora puede causar perjuicio (art, 784 párrafo dos CPC).

e. Oposición:

Es regla general que los actos de jurisdicción voluntaria se transforman


en asuntos de jurisdicción contenciosa cuando alguien, perjudicado o
interesado, se constituye en parte, mostrando su oposición a la obtención
de la declaración judicial pretendida por aquélla vía.

A esta pauta responde la norma general que establece el artículo 776 del
CPC: «El escrito de oposición en los actos de jurisdicción voluntaria deberá reunir los
requisitos de una demanda. La autoridad judicial mediante auto admitirá a trámite la
oposición en proceso sumario y ordenará el archivo definitivo del proceso voluntario.
Con la sentencia se resolverá la oposición y el fondo del asunto. Cuando la oposición
surja en casos tramitados por notaria o notario público, éste deberá remitir las
diligencias a la autoridad judicial competente».

Conforme a esta regla, la personación del legitimado oponiéndose a la


petición, deducida como acto de jurisdicción voluntaria, impide la
continuidad del expediente, y la prosecución exige la forma contenciosa
por medio del proceso sumario.

f. Caducidad:

Los actos de jurisdicción voluntaria se tendrán por abandonados si a


pesar del impulso de oficio de las actuaciones, los interesados no realizan
ninguna actuación en el plazo de cuatro meses contados desde la última
notificación practicada (art. 792 párrafo primero CPC). Contra la
declaratoria de caducidad sólo cabrá recurso de reposición (art. 792
párrafo último CPC).

g. Suspensión:

El juez o notario público que este conociendo de un acto de jurisdicción


voluntaria podrá acordar su suspensión cuando se acredite la existencia
de un proceso contencioso cuya resolución pudiera afectarle. Dicha
suspensión se levantará cuando finalice el proceso contencioso (art. 791
párrafo primero CPC).


Asimismo, el juez o notario público darán por finalizados los actos de
jurisdicción voluntaria y acordarán su archivo, cuando se acredite la
pendencia de un proceso contencioso con idéntico objeto, o cuando
exista resolución firme en el mismo (art. 791 párrafo segundo CPC).

h. Recursos:

El artículo 790 CPC dispone que «Contra la resolución definitiva denegatoria


cabrá recurso de apelación. Las resoluciones dictadas por notarias o notarios públicos,
serán apelables ante el Tribunal de Apelaciones respectivo, según el domicilio de la
persona solicitante».

i. Cosa Juzgada:

Las resoluciones definitivas que resuelven los asuntos de jurisdicción


voluntaria no pueden gozar, dada la falta de contradicción, de la eficacia
de la cosa juzgada material. Por lo tanto, sus resoluciones no pueden impedir el
planteamiento contencioso de la cuestión, ni esgrimirse como excepción que frustre la
decisión de fondo, a cuyo efecto, el artículo 789 párrafo segundo de la Ley
procesal civil determina que «los autos y sentencias que ponen fin a estos procesos
no adquieren el carácter de cosa juzgada; en consecuencia, no impedirán el inicio de un
proceso contenciosos posterior, con el mismo objeto».

4. Clasificación de los actos de Jurisdicción Voluntaria.

Deber recordarse que un importante número de actos de jurisdicción


voluntaria se encuentran regulados en otros cuerpos legales fuera del CPC, tales
como el Código de Familia, Código Mercantil, Código Civil, entre otros. Este
presenta la clasificación atendiendo únicamente a los actos no contenciosos
recogidos en el CPC. Éste clasifica los actos de jurisdicción voluntaria en
referentes al derecho de personas, al derecho de familia, a los derechos reales, a
los derechos de obligaciones y, por último, referentes al derecho de sucesiones,
en ese orden.

4.1. Actos de Jurisdicción Voluntaria referente al derecho de


las personas:

Estos actos están motivados básicamente por las diversas situaciones a


que puede dar lugar la ausencia de una persona. Con carácter general indica el
artículo 794 CPC que «las disposiciones de este Título se aplicarán a lo previsto en el Código
Civil para la guarda de los bienes del desaparecido o ausente, O a una herencia yacente que no
tenga albacea nombrado y a la parte deudora que se oculte».


Los jueces que conozcan de las mismas están plenamente facultados para
adoptar de oficio, con intervención del representante de la Procuraduría
General de la República, cuantas medidas de averiguación e investigación
consideren procedentes, así como todas las de protección que juzguen útiles al
ausente (arts. 798 y 799 CPC).

4.1.1. Guardador provisional de los bienes del desaparecido o ausente:

La desaparición de una persona de su último domicilio sin haberse tenido


de ella más noticias, obliga a intentar la averiguación de su paradero y
produce una serie de consecuencias de orden jurídico material, que
afectan a la persona misma y a la administración de sus bienes.

Las reglas procesales reguladoras de la tutela provisional se encuentran


en el artículo 804 CPC. Serán competentes para conocer de este asunto
de jurisdicción voluntaria, los juzgados locales o de distrito de lo civil del
lugar en que el ausente o el causante haya tenido su último domicilio y si
lo hubiere tenido en país extranjero, el del lugar de su último domicilio
en Nicaragua, o el del lugar en que tenga la mayor parte de sus bienes
(art. 795 CPC). El procedimiento de guarda provisional de bienes del
desaparecido o ausente se ajusta a los trámites siguientes:

a. Legitimación: Están legitimados para solicitar la guarda de los


bienes, sin orden de prelación: I) El cónyuge o conviviente en
unión de hecho estable; 2) Los herederos presuntos; 3) Los
padres y las madres, 4) Todos aquellos que tengan interés en
la conservación de los bienes y los acreedores y consocios, 5)
El cónsul respectivo, si la persona fuera extranjera; y 6) La
Procuraduría General de la República (art. 803 CPC).
b. Solicitud: El procedimiento se inicia por escrito, donde se
expresará el nombre, domicilio y demás datos de localización
de los parientes más próximos si fueron conocidos, para
hacerla de su conocimiento (art. 804 párrafo segundo CPC).
c. Admisión y audiencia: Admitida la solicitud, «se tramitará conforme
el procedimiento común establecido en este Libro. Para asistir a la
audiencia, se notificará a las o los parientes señalados y a la Procuraduría
General de la República y se ordenará publicar la admisión mediante
edictos, conforme lo dispuesto en este Código señalando que podrá
intervenir en la audiencia quien tenga interés en ei nombramiento de
guardador provisional de los bienes» (art. 804 párrafo tercero CPC).
d. Medidas urgentes: El juez podrá adoptar de oficio o a instancia
del interesado, las medidas urgentes necesarias para la
protección del patrimonio del ausente (art. 804 CPC).


e. Pruebas: Si en la audiencia se propusiera la práctica de algún
medio probatorio o actuación útil para la averiguación del
paradero de la persona de que se trate, el juez podrá acordar
su práctica con posterioridad (art. 804 párrafo quinto CPC).
f. Resolución: En la sentencia la autoridad judicial declarará la
ausencia legal, y nombrará al guardador provisional, a quien
se le aclarará el cargo y recibirá los bienes del ausente para su
administración, la autoridad judicial revocará las medidas
acordadas. El nombramiento podrá recaer con preferencia en
el cónyuge o conviviente en unión de hecho estable, en
cualquiera de los herederos presuntos y a falta de éstos, en
alguno de los que tengan mayor interés en la conservación de
los bienes del ausente (art. 804 párrafo sexto CPC).

4.1.2 Guardador definitivo de los bienes del desaparecido o ausente:

El artículo 56 del Código Civil determina que transcurridos cuatro años desde
el día en que desapareció el ausente sin que de él se tuvieran noticias, o desde la
fecha de las últimas recibidas, podrán las personas reputadas como herederos en
el tiempo de la ausencia o de las últimas noticias, ya sean legítimos o
testamentarios, y una vez justificadas aquellas circunstancias con intervención
de la Procuraduría General de la República, pedirse decrete la guarda definitiva
y reclamada entrega de los bienes del ausente, excepto en el caso de que éste
hubiere dejado poder bastante, pues entonces, únicamente podrá hacerse la
reclamación, desde que hayan pasado seis años a contar del día de la
desaparición o última noticias del ausente.

Los herederos y el cónyuge podrán, sin embargo, una vez pasados tres años, en
los términos ya expresados, pedir que el procurador preste fianza suficiente si
hay justa sospecha de insolvencia; y cuando aquel no pueda o no quiera prestarla
se tendrán por nulos sus poderes. Causa también presunción de fallecimiento, la
desaparición de. cualquiera persona domiciliada o residente en la República que
hubiere sido gravemente herida en un conflicto de guerra o que naufragare en
un buque perdido o reputado por tal, o que se hallare en el lugar de un incendio,
terremoto u otro suceso semejante en que hubieren muerto varias personas, sin
que de ella se tenga noticias por tres años consecutivos.

Los tres años se contarán desde el día del suceso, si fuere conocido, o desde un
término medio entre el principio y el fin de la época en que el suceso ocurrió o
pudo haber ocurrido. En este caso podrán igualmente los herederos reclamar la
entrega de los bienes.


Tiene legitimación de promover e instar la declaración de ausencia definitiva,
sin orden de prelación (art. 803 CPC): 1) El cónyuge o conviviente en unión de
hecho estable, 2) Los herederos presuntos, 3) Los padres y las madres; 4) Todos
aquellos que tengan interés en la conservación de los bienes, y los acreedores y
consocios; 5) El cónsul respectivo, si la persona fuera extranjera, y 6) La
Procuraduría General de la República.

El procedimiento a seguir para la guarda definitiva, es común al de la guarda


provisional, salvo algunas reglas procesales que a continuación se señalaran:

a) Las personas reputadas como herederas testamentarias o legítimas,


podrán solicitar se decrete la guarda definitiva y reclamar la entrega de
los bienes del ausente, expresando el nombre y último domicilio de éste,
justificando aquéllas circunstancias, debiendo acompañar la sentencia en
la que conste el nombramiento del guardador provisional (art. 805
párrafo segundo CPC).
b) Admitida la solicitud, se ordenará el llamado del ausente mediante la
publicación de cuatro edictos, «con intervalo de. cuatro meses en un
periódico de circulación nacional; transcurrido dicho plazo sin que se
haya presentado el ausente, las partes podrán solicitar se señale la
audiencia, conforme el procedimiento común establecido en este Libro,
notificando a las o los herederos y a la Procuraduría General de la
República» (art. 805 párrafo tercero CPC).
c) La sentencia que declare la presunción de fallecimiento, solo podrá
pronunciarse cuando se hayan cumplido los requisitos establecidos en el
numeral anterior, nombrando al guardador definitivo del ausente,
nombramiento que podrá recaer en el guardador provisional si hubiera
sido nombrado. Si la guarda no recae en el guardador provisional, el juez
ordenará el cese de la misma, la rendición de cuentas y la entrega de
bienes (art. 805 párrafo cuarto CPC).

Hay que tener presente que si declarada la ausencia legal o el fallecimiento, se


presentara alguna persona diciendo ser la que fue declarada ausente o fallecida,
el juez convocará a una audiencia citando a dicha persona, a la Procuraduría
General de la República y a quienes hayan intervenido en la declaración de
ausencia; en la audiencia será identificada la persona por los medios adecuados,
y el juez dictará resolución por la que se dejará sin efecto o se ratificará la
resolución de declaración de ausencia o fallecimiento (art. 807 párrafo primero
CPC).

Si el presunto ausente o fallecido no se presentó al proceso, pero se tuvieran


noticias de su supuesta existencia en paradero conocido, se le notificará
personalmente la resolución de declaración de ausencia o fallecimiento,
requiriéndole para que en la audiencia referida en el numeral anterior, aporte
las pruebas de su identidad, citando a los que allí se expresan (art. 807 párrafo
segundo CPC).


Podrá decretarse la suspensión de la actuación del guardador del declarado
ausente, hasta la celebración de la audiencia, si la persona que dijera ser el
desaparecido lo solicitara y presentara identificación documental, que la
autoridad judicial considerara suficiente para ello (art. 807 párrafo tercero
CPC).

Si se tuviera noticia de la muerte del desaparecido después de la declaración de


ausencia o de fallecimiento, previa celebración de audiencia a la que se citará a
los interesados y a la Procuraduría General de la República, y en la que se
practicarán las pruebas pertinentes para la comprobación del fallecimiento, el
juez resolverá sobre la revocación de la resolución, dejando sin efecto las
medidas adoptadas, y archivará las diligencias (art. 807 párrafo cuarto CPC).

Das könnte Ihnen auch gefallen