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ROCAS ÍGNEAS
Rocas ígneas
Las rocas ígneas son rocas que se crean a partir del enfriamiento y la solidificación del magma.
Esta sustancia, formada por rocas fundidas y otros elementos, se encuentra en el interior del
planeta.
Esto quiere decir que las rocas ígneas tienen su origen en la masa en fusión que se halla en el seno
de la Tierra. Cuando se produce el enfriamiento del magma y éste se solidifica, surgen las rocas
ígneas.
Las rocas ígneas intrusivas, como el pórfido y el granito, también se conocen como rocas
plutónicas. Estas rocas se pueden ver cuando la erosión hace que se produzca el afloramiento y la
corteza terrestre ascienda.
Por otra parte, las rocas ígneas extrusivas o rocas volcánicas, entre las cuales se encuentran la
obsidiana y el basalto, suelen aparecer después de la erupción de un volcán, ya que la lava
expulsada se solidifica.
Las rocas ígneas volcánicas podemos determinar, además, que se pueden clasificar en tres tipos
fundamentales como son: las holocristalinas, que tienen un 100% de cristales; las hipolianas, que
mezclan vidrios y cristales; y las hololianas, que están compuestas íntegramente por vidrios.
Además de los datos otorgados hasta el momento sobre estas rocas ígneas, tenemos que exponer
otros igualmente importantes que vienen a dejar constancia del valor y las características que
poseen las mismas:
-No sólo se pueden dividir en plutónicas y volcánicas. Existe un tercer tipo que engloba a las
llamadas filonianas, que son las que surgen cuando los magmas cristalizan en el interior de las
grietas en las que ni las temperaturas ni las presiones son tan elevadas ni tampoco son tan bajas.
En este grupo se encontrarían, por tanto, las pegmatitas y los pórfidos.
-Existen diversas teorías o ideas de cómo debe llevarse a cabo la clasificación y categorización de
las rocas ígneas que ahora nos ocupan. En concreto, una de las más extendidas es la que apuesta
por determinar la citada clasificación en base a dos criterios fundamentales: la abundancia de
elementos químicos, basándose en el sistema o diagrama TAS, y la abundancia de las especies
minerales principales.
Los expertos estiman que casi el 95% de la superficie de la corteza terrestre está compuesta por
rocas ígneas. Estas rocas, sin embargo, se encuentran escondidas debajo de una capa de rocas
metamórficas y rocas sedimentarias. De acuerdo a la composición química y la textura, es posible
diferenciar entre distintas clases de rocas ígneas.
Ultramaficas plutónicas
Cuando M > 90, los minerales máficos son dominantes, las rocas son muy ricas en MgO
y FeO y pobres en SiO2, y denominándoserocas ultramáficas. Se utilizan los
siguientes diagramas, donde se indican los nombres de las rocas.
Clasificación de las rocas ígneas plutónicas. M > 90. Rocas ultramáficas (Le
Maitre et al 2002; imagen tomada de Tutor de Petrología).
Clasificación de las rocas ígneas plutónicas. M > 90. Rocas ultramáficas con
anfíbol (hornblenda) (Le Maitre et al 2002; imagen tomada de Tutor de
Petrología).
1a cuarzolita o silexita
1b granitoides ricos en cuarzo
granito de feldespato
2 alcalino; con bajo índice
de color: alaskita
3a sienogranito
3b monzogranito, adamellita
4 granodiorita
tonalita,
cuarzodiorita; con bajo
5
índice de color:
trondjemita
cuarzo-sienita de
6*
feldespato alcalino
sienita de feldespato
6
alcalino
sienita feldespatoidal de
6' feldespato alcalino;
pulaskita
7* cuarzosienita
7 sienita
sienita feldespatoidal;
7'
miaskita
8* cuarzo-monzonita
8 monzonita
8' monzonita feldespatoidal
cuarzo-monzodiorita,
9*
cuarzo-monzogabro
monzodiorita,
9
monzogabro
monzodiorita o
9' monzogabro
feldespatoidal
10* cuarzodiorita, cuarzogabro
gabro (%An en plagioclasa
> 50%)
10
diorita (%An en
plagioclasa < 50%)
gabro o diorita
10'
feldespatoidal
sienita nefelínica, foyaita,
11
lujavrita
12 plagifoyaita
13 essexita
theralita, teschenita si
14
tiene analcima
15 foidolita
Clasificación de las rocas ígneas plutónicas. M < 90. Rocas máficas,
intermedias y félsicas (Le Maitre et al 2002; imagen tomada de Tutor de
Petrología).
La distinción entre gabros y dioritas (campo 10) y otras rocas relacionadas (campos 9',
9, 9*, 10', 10* y 14) se hace con base al contenido molar de anortita de la plagioclasa
(determinado por propiedades ópticas o mediante microscopía electrónica):
An ≥ 50 Gabro
An < 50 Diorita
Si no se puede determinar el contenido de An (por alteración o maclas mal definidas) se
utiliza el valor de M:
M ≥ 30 Gabro.
M < 30 Diorita.
Clasificación de las rocas ígneas plutónicas. M < 90. Rocas máficas,
intermedias y félsicas (Le Maitre et al 2002).
Para las rocas máficas (gabroicas) se utilizan también los siguientes diagramas:
Clasificación de las rocas ígneas plutónicas gabroicas (Le Maitre et al 2002; imagen
tomada de NASA).
Clasificación de las rocas ígneas plutónicas gabroicas (Le Maitre et al 2002; imagen
tomada de NASA).
Volcánicas piroclásticas
Las rocas volcánicas piroclásticas (explosivas) deben contener fragmentos
volcánicos no retrabajados (i.e., transportados por agentes externos como viento,
agua,...) en una proporción mayor de 75%. Para estas rocas, se utiliza el diagrama:
Clasificación de las rocas ígneas volcánicas piroclásticas. (imagen tomada
de NASA).
Brechas piroclásticas, Cabo de Gata
Características texturales
De los cinco tipos texturales básicos, las rocas ígneas pueden presentar texturas
secuenciales, vítreas y clásticas. Las clásticas son exclusivas de las rocas volcánicas
fragmentales, las vítreas de las rocas volcánicas lávicas y las secuenciales de las rocas
plutónicas, subvolcánicas y volcánicas lávicas. Una vez establecido el patrón textural
básico, hay que describir las características geométricas y morfológicas de los
componentes. Estas se describen a continuación.
Cristalinidad
Proporciones relativas de vidrio y cristales. Los términos aplicables son los siguientes:
Holocristalina: Compuestas del 100% de cristales.
Holohialina: Compuestas del 100% de vidrio.
Hipocristalina, hipohialina o hialocristalina: Compuestas por proporciones
variables de vidrio y cristales. Debe indicarse las proporciones relativas de
ambos.
Típicamente, las rocas holohialinas e hipohialinas son volcánicas, mientras que las
holocristalinas son todas las plutónicas y subvolcánicas y parte de las volcánicas.
Granularidad
Tamaños absolutos y relativos de los cristales. Esta propiedad abarca tres tipos de
conceptos distintos:
a) Qué se puede distinguir o no de visu. En función de esto, se diferencian dos
grandes grupos:
Faneríticas (generalmente > 0.1 mm): Todos los cristales y
componentes pueden distinguirse de visu.
Afanítica (generalmente < 0.1 mm): No todos los cristales pueden
distinguirse, ni siquiera con una lupa de mano, debiendo recurrir al
microscopio. Existen dos subtipos, microcristalina, cuando los cristales
son reconocibles al microscopio, y criptocristalina, cuando no lo son.
b) Tamaños absolutos de los cristales y componentes. Se diferencian los
siguientes tamaños:
Muy grueso: > 16 mm
Grueso: 16-4 mm
Medio: 4-1 mm
Fino: 1-0.1 mm
Muy fino: 0.1-0.01 mm
Ultra fino: <0.01 mm
c) Tamaños relativos de los cristales. Se diferencian dos grupos:
Equigranulares: Los cristales de los distintos minerales son
aproximadamente de mismo tamaño de grano.
Inequigranulares: Los cristales presentan tamaños variados. Existen
distintas variedades de este tipo de texturas, siendo una de las más
comunes la textura porfídica, que supone cristales relativamente
grandes (denominados fenocristales) englobados en una matriz de
grano más fino. Esta textura además da nombre a un tipo de roca
ígnea, los pórfidos.
Las rocas ígneas plutónicas son por definición holocristalinas, esto es, sus
componentes son todos minerales (no existe vidrio) que generalmente pueden
observarse visualmente sin ayuda del microscopio (faneríticas). Las texturas
presentes son muy variadas, desde tamaño de grano muy grueso (>30 mm), grueso
(5-30 mm), medio (1-5 mm) a fino (<0.1-1 mm), y de equigranulares (los cristales
de los distintos minerales son aproximadamente de mismo tamaño de grano) a
fuertemente inequigranulares (e.g. porfídicas), etc.
La clasificación de las rocas plutónicas se basa en las proporciones relativas de sus
componentes principales (que son función de la composición original del magma). De
una manera muy simple, los grandes grupos son los siguientes:
Acidas e intermedias. Rocas compuestas por minerales de colores claros, ricos
en sílicio y/o sin Fe-Mg (denominados leucocráticos o félsicos), como cuarzo,
feldespato potásico y plagioclasas más bien sódicas. Los tipos más comunes
son el granito, la granodiorita, y la tonalita. Estas rocas se caracterizan
pues por presentar colores claros, en general en tonos de grises, pudiendo
distinguirse el cuarzo y los feldespatos como minerales fundamentales. Otros
minerales presentes en cantidades variables, pero siempre subordinadas
respecto de los anteriores, son moscovita, biotita, anfíbol, óxidos (magnetita,
ilmenita), apatito, zircón...
Básicas. Rocas compuestas por minerales de colores oscuros, en general pobres
en silicio y ricos en Fe-Mg (denominados melanocratos, máficos o
ferromagnesianos), como biotita, anfíboles, piroxenos, olivino y oxídos de Fe-
Ti. El tipo más común es el gabro. Estas rocas se caracterizan por ser de
colores oscuros, en general negras o en tonos de verde, no soliendo presentar
cuarzo en abundancia (a veces ni siquiera existe) ni feldespato potásico. El
único mineral de color claro que puede distinguirse es la plagioclasa, que será
de composición cálcica.
Ultrabásicas. Rocas compuestas exclusivamente por minerales
feromagnesianos (olivino y piroxenos esencialmente), muy oscuras. El tipo
más común es la peridotita. Son rocas muy oscuras, negras o verdosas, no
presentando minerales claros excepto pequeñas cantidades de plagioclasa
cálcica. Este tipo de rocas suelen presentarse en la naturaleza relativamente
transformadas. Los minerales primarios (olivino y piroxenos) se alteran a
minerales de tipo serpentina (filosilicatos hidratados) durante procesos que
afectan a la roca una vez formada, transformándola en una roca metamórfica
(serpentinitas).
Las rocas ígneas volcánicas pueden ser holocristalinas (100% de cristales),
holohialinas (100% de vidrio) o hipohialinas (mezcla de cristales y vidrio). Cuando
presentan cristales, suelen ser rocas con texturas porfídicas, pudiendo observarse los
fenocristales con tamaños y formas variadas inmersos en la matriz de grano fino a
muy fino (o afanítica: microcristalina si se pueden distinguir cristales con el
microscopio o criptocristalina si no es así).
La clasificación petrográfica de las rocas volcánicas se basa igualmente en las
proporciones relativas de los minerales más abundantes. Sin embargo, el hecho de
presentar matriz cripto- o microcristalina y/o vidrio dificulta su clasificación
petrográfica, por lo que más frecuentemente que en las rocas plutónicas se utilizan
clasificaciones de tipo químico. En cualquier caso, los criterios son los mismos,
estableciéndose grandes grupos equivalentes composicionalmente a los definidos en
las rocas plutónicas.
Acidas. Son rocas rocas constituidas por minerales claros, leucocratos (cuarzo,
feldespatos), que en el caso de ser una roca no holohialina suelen presentarse
como fenocristales. Los tipos más comunes son las riolitas y dacitas. El color
de estas rocas puede o no ser claro, ya que la matriz puede imprimirles un
color más o menos oscuro.
Básicas. Son rocas constituidas por minerales oscuros máficos (olivino,
piroxenos, anfíboles) y plagioclasas cálcicas. Estos minerales suelen
encontrarse como fenocristales. La matriz suele ser de color oscuro debido a
la presencia de abundantes microcristales de óxidos. Los tipos más
abundantes son basaltos y andesitas.
Por otra parte, un grupo importante de rocas volcánicas ácidas son rocas fragmentales
(llamadas piroclásticas), formadas a partir del material proyectado violentamente
al exterior durante eventos explosivos. Este tipo de rocas se denominan en
general tobas volcánicas. En general, las rocas volcánicas suelen ser muy porosas
y a veces muy permeables (sobre todo las piroclásticas), por lo que se presentan más
o menos transformadas debido a los procesos volcánicos tardíos que las afectan, tales
como circulación de gases volcánicos, aguas termales etc, formándose minerales
secundarios, como ceolitas (tectosilicatos hidratados), que frecuentemente se
localizan en las vacuolas.
Procesos sedimentarios
Básicamente, corresponden a erosión (mecánica, química y biológica) en áreas
fuente continentales, transporte por corrientes de agua (ríos), hielo
(glaciares), o atmósfera (viento), depósito en cuencas deprimidas (lagos,
deltas, estuarios, plataformas marinas relativamente someras, fosas y
cuencas abisales), y compactación y diagénesis durante la formación en
estas cuencas de pilas sedimentarias estratificadas que pueden llegar a tener
miles de metros de espesor.
Ciclo de las rocas sedimentarias
Componentes de las rocas sedimentarias
Los procesos erosivos, de transporte, sedimentación y biológicos asociados a la
formación de las rocas sedimentarias producen una gran cantidad de
componentes constitutivos. Los componentes principales son:
Componentes Terrígenos o Clásticos: Cristales sueltos, fragmentos
de cristales o fragmentos de rocas procedentes de rocas preexistentes
por procesos de alteración y disgregación. Su morfología y tamaño
están directamente relacionadas con el transporte sufrido desde el área
fuente al área de depósito.
Componentes Ortoquímicos: Materiales formados por precipitación
química o bio-química directa en la propia zona de sedimentación,
durante o inmediatamente después del depósito.
Componentes Aloquímicos: Materiales de origen químico o bio-
químico formados en la propia cuenca de sedimentación pero que se
incorporan al sedimento como clastos. Estos materiales han podido
sufrir un leve transporte dentro de la cuenca, pero su origen está muy
relacionado con el de la roca sedimentaria donde se encuentra.
La distinción entre precipitación química o bioquímica (para componentes
ortoquímicos y aloquímicos) es a veces dudosa ya que el metabolismo de
formas de vida macro y microscópicas implica el aprovechamiento de
sustancias en disolución que finalmente acaban fijadas como o en precipitados
directos o como sustancias sólidas en los esqueletos o partes duras de los
seres vivos implicados. Esto aplica, sobre todo, al carbonato de calcio (calcita
y/o aragonito) de los sedimentos. Por ello, es conveniente hablar de
componentes procesos bio-geo-químicos para aludir a estos precipitados.
Texturas
Rocas detríticas
Todas las rocas detríticas presentan textura clástica, esto es, formadas
por clastos embutidos en una matriz de grano más fino, y pueden estar
cementadas o no por material ortoquímico y/o diagenético (formado con
posterioridad al depósito del sedimento). El cemento suele estar formado por
material carbonatado, silíceo o ferruginoso como casos más generales.
Las características que definen la textura de las rocas sedimentarias detríticas se
tratan brevemente a continuación.
Madurez
Matriz y cemento
Todas las rocas sedimentarias detríticas presentan, además de clastos (fragmentos
de minerales y/o rocas erosionadas), una matriz de grano más fino y un
cemento que dan cohesión al sedimento. Así, es normal que las ruditas
presenten una matriz de tamaño grava y/o fango, y las areniscas una matriz de
tamaño fango. La composición de los granos de la matriz suele ser similar a la
de los clastos que sustenta, ya que su formación es contemporánea con la
sedimentación de los clastos, excepto cuando el tamaño es de tipo fango, en
cuyo caso está compuesta por minerales de la arcilla y oxhidróxidos de Fe. La
abundancia de matriz, no obstante, es muy variable, pudiendo en algunos casos
ser prácticamente inexistente. Esto implica que las propiedades físicas y
mecánicas de las rocas puedan variar bastante para un mismo tipo de roca.
El cemento es un material formado con posterioridad al depósito de los clastos
y la matriz, resultante de procesos de precipitación a partir de soluciones
acuosas iónicas o coloidales que circulan e interaccionan con las rocas. Los
cementos pueden tener un tamaño de grano variable, mayor o menor que el
de los clastos y/o matriz, según sea su naturaleza y el proceso genético que
los formó. Su existencia en las rocas detríticas es uno de los factores que
producen una reducción en su porosidad y, en general, un mayor grado de
resistencia mecánica y de cohesión entre sus componentes clásticos y matriz
siempre que la naturaleza del cemento se adecuada. Por lo tanto, los cementos
ejercen una función de consolidante natural.
Los cementos más abundantes son carbonáticos, silíceos o ferruginosos:
Los cementos silíceos están constituidos por cuarzo microcristalino,
sílice microcristalina o criptocristalina (chert), o material amorfo
opalino. Las rocas cementadas por las variedades de sílice suelen
presentar características mecánicas que le imprimen alta resistencia a la
deformación (son rocas muy duras y resistentes a los procesos de
alteración), siempre que todos los poros estén rellenos y no exista una
matriz fina de carácter arcilloso.
Los cementos carbonáticos suelen estar compuestos por calcita (ver
cementos en el apartados de rocas carbonatadas).
Los cementos ferruginosos están compuestos por óxidos y
oxhidróxidos de Fe (y algo de Mn). Las variedades mineralógicas
mayoritarias presentes son una combinación de hematites (Fe 2O3),
goetita (HFeO2), lepidocrocita (FeO(OH)) y limonita (Fe(OH) 3). La
cementación con materiales ferruginosos suele ser incompleta.
Aunque la fracción arcillosa de las rocas detríticas es considerada
generalmente como matriz, en algunos casos puede considerarse cemento
cuando su origen no es detrítico (en general, diagenético).
Morfológicamente, los cementos se pueden clasificar en:
Cementos de contacto: Una pequeña película de material mineral que
envuelve y une los granos entre ellos en los puntos de contacto. La
porosidad de las rocas sedimentarias con este tipo de cementos es alta,
a menos que el empaquetamiento sea completo o suturado.
Cementos de poros: El cemento rellena los poros entre los granos y
matriz, independientemente de que exista un cemento de contacto
previo entre los granos.
Cementos basales: El cemento de poros se puede denominar basal si
ocupa grandes volúmenes de la roca con empaquetamientos flotantes de
los granos. En estos casos, lo normal es que la roca haya sufrido un
proceso de cementación postdeposicional que ha afectado a toda o parte
de la matriz (como es común en algunas rocas carbonatadas).
Porosidad y empaquetamiento
Características importantes de las rocas detríticas son la porosidad y el
empaquetamiento de los clastos.
La porosidad es el volumen total de la roca ocupado por espacios vacíos
(rellenos de aire), y se expresa en porcentajes en volumen:
Porosidad: (Volumen de poros)/(Volumen total) * 100
Desde un punto de vista práctico, la porosidad que se mide es la porosidad
abierta, esto es, aquella fracción de la porosidad total definida por poros
intercomunicados entre sí. Esta porosidad da una idea de la permeabilidad del
material a soluciones fluidas (líquidas y gaseosas).
El empaquetamiento de los clastos se define como la proporción de espacios
vacíos o rellenos por cemento o fracción arcillosa fina existentes entre los
granos o clastos. Esta característica controla (en parte) la porosidad de la roca
y la distribución del tamaño de poro, aspectos que son esenciales al evaluar
el transporte de agua por el interior del sistema poroso de las rocas de
construcción y ornamentación. El empaquetamiento se mide por la densidad
de empaquetamiento, definida en relación con una línea hipotética trazada
en la roca (generalmente en lámina delgada) como la longitud de la línea que
está ocupa por clastos partido por la longitud total de la línea. Los tipos de
empaquetamientos son flotantes (clastos suspendidos), puntual (clastos
parcialmente suspendidos y parcialmente con contactos
puntuales), tangente (clastos en contactos puntuales y lineales pero con
espacios entre ellos),completo (clastos totalmente en contacto)
y suturado (clastos totalmente en contacto e interpenetrados, desarrollado
por procesos diagenéticos).
Esquema representando los grados de empaquetamiento y su
nomenclatura
Rocas intermedias
Existen rocas sedimentarias intermedias entre las detríticas y las de precipitación
bio-geo-química. Entre ellas, las más abundantes son las margas, en sentido
general. Estas rocas están compuestas por carbonatos y material detrítico
arcilloso en proporciones variables, pero en general en torno al 50 %
respectivamente. Son rocas generalmente poco compactas, formadas en
ambientes sedimentarios variados pero en general más profundos que los
correspondientes a las rocas carbonatadas.
Tipos de Metamorfismo
Los tipos de metamorfismo más importante son metamorfismo regional y
de metamorfismo de contacto. Las rocas del primer tipo de metamorfismo se
forman en áreas orogénicas amplias, a lo largo de cientos de km, soliendo presentar
foliaciones e importantes deformaciones. Las del segundo tipo se forman en torno a
los contactos entre cuerpos magmáticos intrusivos y las rocas encajantes, en
respuesta al incremento de temperatura que sufren las rocas adyacentes al ponerse
een contacto con los cuerpos ígneos. Este tipo de rocas no sufre esfuerzos dirigidos
especialmente intensos durante la blastesis mineral, por lo que suelen ser rocas no
foliadas (exclusivamente blásticas). Existen, no obstante, otros tipos de
metamorfismo.
Texturas
Las texturas principales que pueden encontrarse en las rocas metamórficas son cuatro,
que se describen a continuación.
Textura granoblástica. Los cristales forman un mosaico de granos más o
menos equidimensionales. Los contactos entre granos tienden a formar 120º
en puntos donde se juntan tres de ellos (denominados puntos triples). Esto
se debe a que esta disposición morfológica en más estable, ya que se minimiza
la superficie total de contactos entre granos y por ende la energía de
superficie, por comparación con otras disposiciones que implican contactos al
azar. Esta textura es común en rocas monominerálicas como cuarcitas y
mármoles, así como en rocas de grado metamórfico muy alto como granulitas.
Textura lepidoblástica. Está definida por minerales tabulares (en general
filosilicatos, normalmente micas y cloritas) orientados paralelamente según su
hábito planar. El hecho de que esta textura presente orientación preferente de
sus componentes minerales supone que las rocas con esta textura presentan
fábrica planar (o plano-lineal), lo que confiere a la roca una anisotropía
estructural (foliación) según la cual tiende a exfoliarse. Estas rocas presentan,
por tanto, comportamientos mecánicos contrastados según las direcciones
perpendicular y paralela a la superficie de foliación. Esta textura es la típica
de metapelitas (pizarras, micacitas, esquistos y gneises pelíticos).
Textura nematoblástica. Está definida por minerales prismáticos o
aciculares (e.g., inosilicatos, normalmente anfíboles) orientados
paralelamente según su hábito elongado en una dirección. Las rocas con esta
textura presentarán fábrica lineal (o plano-lineal), lo que igualmente les
confiere una anisotropía estructural (lineación) según la cual las rocas tienden
a escindirse. Esta textura es típica de anfibolitas y algunos gneises y mármoles
anfibólicos.
Textura porfidoblástica. Está definida por la presencia de blastos de tamaño
de grano mayor (i.e., porfidoblastos) que el resto de los minerales que forman
la matriz en la que se engloban. La matriz por su parte puede tener cualquiera
de las texturas anteriores (grano-, lepido- o nematoblástica), o una
combinación de ellas. Cualquier tipo de roca metamórfica puede tener textura
porfidoblástica, y los porfidoblastos pueden ser de cualquier mineral que la
forme.