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Cita recomendada:
Carricondo, A.; Martínez, P. y Cortés, Y. 2012. Evaluación global de las medidas agroambientales para
aves esteparias en España (2007-2013): Proyecto Ganga (informe completo). SEO/BirdLife. Madrid.
© SEO/BirdLife
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Diciembre de 2012
INFORME FINAL
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Resumen …………………………………………………………………………………………………….. 1
1. Introducción ……………………………………………………………………………………………... 4
1.1. Agricultura, aves y medidas agroambientales …………………………………………………… 4
1.2. El Proyecto Ganga: objetivos ……………………………………………………………………… 5
1.3. Medidas agroambientales analizadas ……………………………………………………………. 6
1.4. Dificultades encontradas …………………………………………………………………………… 10
Índice de figuras
Figura 1.1. Tendencia de las aves comunes ligadas a medios agrarios en España.
Figura 2.1. Localización de las 18 zonas de estudio de la evaluación ecológica.
Figura 2.2. Diferencias en la riqueza de especies y en la abundancia de aves esteparias,
territoriales y totales entre campos donde se aplican medidas agroambientales y campos
control en la época reproductora.
Figura 2.3. Diferencias en la riqueza de especies y en la abundancia de aves esteparias entre
campos donde se aplican medidas agroambientales y campos control en la época estival.
Figura 2.4. Diferencias en la riqueza de especies y en la abundancia de aves esteparias
invernantes entre campos donde se aplican medidas agroambientales y campos control.
Figura 2.5. Tamaños de efecto estandarizados de la efectividad de las medidas
agroambientales para la riqueza y abundancia de aves esteparias territoriales y totales en
primavera en campos focales de las 18 zonas de estudio.
Figura 2.6. Media del tamaño de efecto por CC.AA. (incluyendo significativos y no
significativos), considerando sólo la abundancia de aves esteparias en primavera en las
parcelas focales.
Figura 2.7. Tamaños de efecto estandarizados de la efectividad de las medidas
agroambientales en las 17 zonas de estudio muestreadas en la primavera de 2010, los veranos
de 2010 y 2011 y en el invierno 2010-2011. Los resultados se refieren a abundancia de aves
esteparias totales en campos focales.
Figura 2.8. Relaciones entre el tamaño de los campos focales y la riqueza de especies de aves
esteparias territoriales y totales durante la época de cría en los campos control y con medidas
agroambientales durante los tres años de estudio.
Figura 2.9. Relaciones entre el tamaño de los campos focales y la abundancia de aves
esteparias territoriales y totales durante la época de cría en los campos control y con medidas
agroambientales durante los tres años de estudio.
Figura 2.10. Relaciones entre la longitud de lindes con vegetación seminatural en torno a los
campos focales y la abundancia de aves esteparias totales (territoriales y no territoriales)
durante la época de cría en los campos control y con medidas agroambientales en el año 2010.
Figura 2.11. Relaciones entre la proporción de superficie cultivada en torno a los campos
focales y la abundancia de aves esteparias totales (territoriales y no territoriales) durante la
época de cría en los campos control y con medidas agroambientales durante los tres años de
estudio.
Figura 2.12. Relaciones entre la proporción de prácticas agrícolas que tendrían en cuenta los
requerimientos de las aves esteparias (según Llusia y Oñate 2003) y la abundancia de aves
esteparias totales (territoriales y no territoriales) durante la época de cría en los campos control
y con medidas agroambientales en los años 2010 y 2012.
Figura 2.13. Curvas de fenología de los cultivos de cada una de las zonas de estudio y
porcentaje de aves esteparias totales con comportamientos que indican reproducción segura.
Figura 2.14. Patrón de actividad de las aves durante el período de grabación.
Figura 2.15. Ubicación de las áreas de estudio de Fuerteventura y Lanzarote.
Figura 2.16. Comparación de la abundancia de aves y la diversidad de especies esteparias en
medios agrícolas y esteparios en Lanzarote.
Figura 2.17. Comparación de la presencia de las diferentes especies esteparias en medios
agrícolas y esteparios de Lanzarote.
Figura 2.18. Comparación de la abundancia de aves y la diversidad de especies esteparias en
los distintos tipos de medios agrícolas en Lanzarote.
INFORME FINAL
Figura 2.19. Comparación de la presencia de las diferentes especies esteparias en los distintos
tipos de medios agrícolas en Lanzarote.
Figura 2.20. Periodos de reproducción de las aves esteparias en la isla de Lanzarote.
Figura 2.21: Comparación de la abundancia de aves y la diversidad de especies esteparias en
medios agrícolas y esteparios en Fuerteventura.
Figura 2.22. Comparación de la presencia de las diferentes especies esteparias en medios
agrícolas y esteparios de Fuerteventura.
Figura 2.23. Comparación de la abundancia de aves y la diversidad de especies esteparias en
los distintos tipos de medios agrícolas en Fuerteventura.
Figura 2.24. Comparación de la presencia de las diferentes especies esteparias en los distintos
tipos de medios agrícolas en Fuerteventura.
Figura 2.25. Periodos de reproducción de las aves esteparias en la isla de Fuerteventura.
Figura 3.1. Porcentaje acogido a las medidas sobre la superficie potencial a nivel municipal.
Figura 3.2. Mapa social.
Figura 3.3. Marco de funcionamiento
Figura 3.4 Nivel de formación de los agricultores encuestados
Figura 3.5. Valoración de la efectividad de las medidas
Figura 3.6. Orientación productiva de las explotaciones
Figura 3.7. Tamaño de las explotaciones
Figura 3.8. Interés por la información
Figura 3.9. Fuentes de información preferidas
Figura 3.10. Margen bruto con y sin medida 1.1. Escenario base
Figura 3.11. Impacto en la rentabilidad de la medida 1.1. Escenario base.
Figura 3.12. Margen bruto con y sin medida 1.8. Escenario base
Figura 3.13. Impacto en la rentabilidad de la medida 1.8. Escenario base.
Figura 3.14. Margen bruto con y sin medida 1.1. Escenario precios altos
Figura 3.15. Impacto en la rentabilidad de la medida 1.1. Escenario precios altos.
Figura 3.16. Margen bruto con y sin medida 1.8. Escenario precios altos
Figura 3.17: Impacto en la rentabilidad de la medida 1.8. Escenario precios altos.
Figura 3.18. Función de distribución del margen bruto – Comarca de Zaragoza.
Figura 3.19. Función de distribución del margen bruto – Comarca de Bajo Aragón.
Figura 3.20. Función de distribución del margen bruto – Comarca de Hoya de Huesca.
INFORME FINAL
Índice de tablas
Tabla 1.1. Medidas analizadas en el proyecto y sus principales requisitos
Tabla 2.1. Efectividad ex-ante de las medidas agroambientales dirigidas a la conservación de
las aves esteparias en cultivos de cereal de secano según regiones en las programaciones de
2000-2006 (Llusía y Oñate 2005) y 2007-2013.
Tabla 2.2. Número de pares de campos válidos en las 18 zonas de estudio.
Tabla 2.3. Resultados del GLM considerando la aplicación o no de agroambientales como
factor y la superficie del campo como covariable.
Tabla 2.4. Especies de aves esteparias en las que se ha centrado el estudio.
Tabla 2.5. Grupos bioclimáticos a los que se asignan cada una de las zonas de estudio.
Tabla 2.6. Parámetros de desarrollo de los cultivos considerados.
Tabla 2.7: Resultados de las correlaciones comparando los calendarios de reproducción de las
aves con los valores de NDVI a lo largo del año.
Tabla 2.8. Nº de observaciones registradas para cada una de las especies identificadas.
Tabla 2.9. Comparación de la abundancia de aves y la diversidad de especies esteparias en
medios agrícolas en 2011 y 2012 en Fuerteventura.
Tabla 3.1. Nivel de acogida a las medidas agroambientales de estudio.
Tabla 3.2. Indicadores utilizados para la caracterización del área de aplicación.
Tabla 3.3. Grupos de discusión con agricultores del Proyecto Ganga
Tabla 3.4. Resumen de elementos destacados por comunidad autónoma durante la consulta
social.
Tabla 3.5. Principales diferencias entre los casos de estudio.
Tabla 3.6 Tamaño de explotación de los agricultores encuestados (ha)
Tabla 3.7 Edad de los agricultores encuestados (años)
Tabla 3.8. Nivel de conocimiento de las medidas agroambientales entre los encuestados.
Tabla 3.9. Factores favorables a la acogida.
Tabla 3.10. Factores considerados para no acogerse a las medidas.
Tabla 3.11. Valoración de los atributos de los contratos.
Tabla 3.12. Distribución de los costes de las medidas analizadas
Tabla 3.13. Porcentaje de la muestra representado por cada variable.
Tabla 3.14. Descripción de los atributos de contratos agroambientales utilizados en el
experimento de elección
Tabla 3.15. Porcentaje de la muestra representado por cada variable.
Tabla 3.16. Resultados del modelo logit condicional ampliado.
Tabla 3.17. Disposición a aceptar los atributos de los contratos económicos.
INFORME FINAL
Resumen
Según los datos de seguimiento de aves de SEO/BirdLife, las aves ligadas a medios agrarios
siguen sufriendo el mayor declive en los últimos años, especialmente en el caso de las
especies vinculadas a los sistemas de cereal de secano, para las que España es uno de los
mayores refugios europeos. Esta tendencia, aunque se asocia en gran medida a las dinámicas
de intensificación de estos cultivos, deriva también de los procesos de abandono o
transformación ante la falta de rentabilidad en las zonas menos productivas.
Las medidas agroambientales de la Política Agraria Común (PAC) son una de las principales
herramientas disponibles actualmente para hacer frente a esta situación, pero es necesario
asegurar que su diseño es el más adecuado para equilibrar los beneficios ambientales con el
interés de los agricultores en aplicarlas. Por ello, y ante la nueva reforma de la PAC y los
próximos programas de desarrollo rural para el periodo 2014-2020, SEO/BirdLife decidió en
2009 abordar un proyecto de evaluación de las actuales medidas dirigidas a las aves
esteparias, especialmente focalizado hacia Zonas de Especial Protección para Aves (ZEPA) de
la red Natura 2000.
Los datos obtenidos en los muestreos de campo, realizados en parcelas tanto en primavera
como en verano e invierno, han mostrado que en general estas medidas tienen un efecto
positivo sobre las aves, en particular durante la época reproductora. Dicho de otra forma, las
aves seleccionan preferentemente los campos gestionados según los compromisos
agroambientales. En verano, los resultados son claramente positivos en su mayoría. Sin
embargo, no se observa un patrón claro en invierno, periodo donde pueden afectar otros
factores como los movimientos migratorios de las especies en esta época. El efecto a escala
de paisaje y a largo plazo debe comprobarse con un seguimiento más amplio de las
poblaciones en cada zona de aplicación.
Por su parte, los trabajos realizados para el análisis socio-económico revelan la enorme
importancia de la participación de los agricultores en el proceso de diseño de las medidas para
evitar incoherencias entre los requisitos exigidos y las características regionales de las
explotaciones, así como para garantizar una información eficaz una vez puestas en marcha.
Desde la perspectiva económica, las medidas analizadas tienden a ser más rentables para las
explotaciones menos productivas, teniendo el efecto contrario en regiones de alta
productividad. Estos resultados son más evidentes en aquéllas regiones donde hay una mayor
heterogeneidad de rendimientos, al ser calculadas las primas en base a valores medios.
A la vista de estos resultados, SEO/BirdLife plantea, entre otras, tres propuestas clave para
mejorar la eficacia de las próximas medidas agroambientales: establecer objetivos ambientales
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INFORME FINAL
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INFORME FINAL
En la sección introductoria se expone brevemente la relación entre las aves esteparias y los
sistemas agrarios, su evolución y la situación actual. Tras lo cual se presentan los objetivos del
proyecto y las medidas agroambientales objeto de estudio en el mismo. Dada su relevancia
para el desarrollo del trabajo y el alcance de los resultados obtenidos, se resumen también las
principales dificultades encontradas a lo largo de los años del proyecto.
La otra gran línea de trabajo del proyecto, el estudio socio-económico de las medidas, queda
recogida en la tercera sección. El objetivo en este caso era identificar los factores
determinantes para la participación de los agricultores en las medidas y su correcta gestión, así
como analizar el impacto económico de estas ayudas sobre las cuentas de las explotaciones.
Se describe aquí el nivel de acogida a las distintas medidas, la valoración del funcionamiento
por parte de gestores y beneficiarios, y otros agentes implicados. Con un tratamiento más
detallado, se presentan también tres casos de estudio basados en encuestas individuales a
agricultores: Castilla-La Mancha, Cataluña y Aragón, y un análisis adicional en esta última
región.
Por último, en la quinta sección, se presentan una serie de propuestas basadas en las
conclusiones alcanzadas, de cara a las posibles mejoras en el diseño, gestión y/o aplicación de
las medidas, en el siguiente periodo de programación. Igualmente, se plantean futuras líneas
de estudio para corroborar o profundizar algunas de las hipótesis que han quedado abiertas.
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INFORME FINAL
1 INTRODUCCIÓN
En Europa, los usos agrarios ocupan la mayor parte del territorio, lo que da una idea bastante
clara de la importancia de esta actividad en la gestión del mismo, ya sea en términos de
cohesión territorial o de conservación ambiental. En España en particular, prácticamente el
50% de su superficie (más de 23 millones de hectáreas) está ocupada por cultivos o praderas,
y eso sin tener en cuenta las superficies forestales pastoreadas regularmente. Lo más
destacable es que gran parte de esta superficie presenta aún un alto valor ambiental por su
importancia para la conservación de la biodiversidad. No en vano, de los más de 13 millones de
hectáreas incluidos en la red Natura 2000, unos 10 millones corresponden a hábitats agrarios o
han sido modelados por la actividad agrícola o ganadera.
Sin embargo, los procesos de abandono rural y de intensificación agraria que tuvieron lugar
especialmente en la segunda mitad del siglo XX conllevaron una brusca transformación del
paisaje y de las prácticas que puso en peligro el delicado equilibrio alcanzado hasta entonces
entre producción y conservación.
En concreto, las aves esteparias, o mejor dicho agroesteparias, son tal vez el grupo más
estrechamente relacionado con la agricultura, al encontrar en los cultivos herbáceos extensivos
su hábitat prioritario y casi único, al haber desaparecido casi por completo las estepas
naturales de las que proceden. Por este motivo, la continua reducción de las superficies
dedicadas a cereal de secano derivada de su menor rentabilidad, unida a la intensificación de
su gestión para optimizar los rendimientos, pone en peligro el mantenimiento de las
poblaciones de estas especies. De hecho, según los datos obtenidos en los programas de
seguimiento de SEO/BirdLife, son precisamente este grupo de aves las que presentan unas
tasas de declive más acusado, frente a otras especies también asociadas a hábitats agrarios
(figura 1.1).
Los factores detrás de estas tendencias tanto en la actividad agraria, como consecuentemente
en las poblaciones de aves asociadas, son diversos y complejos, por lo que la gestión de los
espacios agrarios con objetivos de conservación ambiental resulta altamente difícil. No
obstante, en el contexto europeo, la Política Agraria Común (PAC) ha sido y es uno de los
principales elementos de influencia. Precisamente, la intensificación a partir de la década de los
60 estuvo en gran medida empujada por el apoyo de la PAC al aumento de la producción en
sus primeras etapas.
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INFORME FINAL
Este inicial enfoque productivista de la PAC, si bien respondió al objetivo de garantizar los
suministros, derivó también en importantes impactos ambientales. Por eso, en las sucesivas
reformas de esta política, aún motivadas en mayor medida por otras causas, se intentó dar
respuesta también a este problema. Así, en 1992 se crearon las ayudas agroambientales,
dentro de un paquete de medidas de acompañamiento a los pagos directos. Dos décadas
después, estas medidas, junto con los proyectos financiados por el programa LIFE, son casi las
únicas herramientas disponibles en el marco de las políticas públicas para fomentar métodos
de producción más sostenibles y contribuir a la conservación de la biodiversidad en los
ambientes agrarios.
Figura 1.1. Tendencia de las aves comunes ligadas a medios agrarios en España.
15
10
% de cambio (1998 = 0)
-5
-10
-15
-20
-25
1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
General Arbóreas Campiñas norte Cereal
Los elementos del escenario estaban claros. Las poblaciones del conjunto de aves esteparias
siguen disminuyendo; los sistemas agrarios de los que dependen en mayor o menor medida
vienen sufriendo un continuado proceso de abandono, intensificación o transformación; y más
de 15 años de medidas agroambientales no han conseguido, en general, parar estas
tendencias. Es más, apenas había estudios de evaluación en España sobre el efecto real que
estas medidas estaban teniendo en las zonas de aplicación.
Por otro lado, la gestión de los espacios de la red Natura 2000, y en particular la de aquellos
ubicados en entornos agrarios sigue sin consolidarse, generando tensión en la población local
y no consiguiéndose el estado favorable de las especies objeto de conservación.
Paralelamente, la PAC afronta una reforma que habrá de ponerse en marcha a partir de 2014,
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INFORME FINAL
fecha en la que deberán estar además preparados los nuevos Programas de Desarrollo Rural y
las correspondientes medidas agroambientales.
Ante esta situación, el Proyecto Ganga, desde una perspectiva amplia, pretendía aportar
argumentos e información para el debate sobre el futuro de la PAC, al menos en relación con
estas medidas, y dar algunas orientaciones sobre la gestión de los espacios protegidos de
carácter agrario. De manera más específica, se quería ayudar a la elaboración de la nueva
etapa de programación de desarrollo rural, garantizando que las medidas que se pongan en
marcha contribuyen efectivamente a detener el declive de biodiversidad, en este caso de las
aves agroesteparias, a la vez que ofrecen una alternativa viable a los sistemas agrarios tal vez
menos productivos o rentables, pero de gran valor natural, en particular a aquéllos situados en
Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de la red Natura 2000.
Para ello, las líneas de trabajo se plantearon con el objetivo de obtener una visión de conjunto
sobre la eficacia y el funcionamiento de las actuales medidas agroambientales dirigidas a aves
esteparias en las comunidades autónomas (CC.AA.) más relevantes. En particular, se ha
analizado el efecto real sobre las aves, y se han investigado los factores más importantes para
un buen funcionamiento y los que determinan la decisión a participar por parte de los
agricultores, con especial foco en sus vías de información. Adicionalmente, se ha buscado
ampliar el conocimiento sobre la fenología reproductiva de las especies de interés, al ser este
un punto clave en el diseño de las medidas, tanto para las aves como para la gestión de las
explotaciones.
Dentro de las medidas agroambientales de los Programas de Desarrollo Rural, con cargo al
fondo FEADER para el periodo 2007-2013, cada comunidad autónoma ha puesto en marcha
numerosos esquemas para los distintos cultivos, sistemas ganaderos y problemas ambientales
de su territorio. Como se recogió en el informe “Punto de Partida” del Proyecto Ganga
(SEO/BirdLife, 2010), a diferencia del periodo anterior, en el que cada región sólo podía elegir
de un menú único elaborado a nivel nacional, en esta ocasión, han podido diseñar sus medidas
específicas. Esto ha permitido un mejor ajuste a la realidad local de cada caso, a la vez que
una gran variedad de esquemas diferentes, incluso para sistemas agrarios y condiciones
agroclimáticas similares.
Prácticamente todas las comunidades autónomas con espacios ZEPA para aves esteparias o
presencia de estas especies en sus territorios incluyeron una o varias medidas
agroambientales dirigidas a su conservación en sus programas. Sin embargo, no todas han
sido finalmente puestas en marcha (Andalucía y Madrid), e incluso algunas que sí se
convocaron no han tenido respuesta por parte de los agricultores (La Rioja).
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INFORME FINAL
De todos los esquemas disponibles, también para moderar el esfuerzo necesario, se decidió
trabajar sólo sobre aquéllos potencialmente más favorables o de mayor alcance, o con un
objetivo más claro sobre las aves esteparias, seleccionando sólo una medida por región en el
caso de que hubiera varias. No obstante, en el caso de Aragón se incluyeron tres de las
medidas en el estudio, por tratarse de la única región en la que se han diseñado esquemas
independientes para distintos sustratos posibles en los sistemas de herbáceos de secano
(cultivo, barbecho, rastrojo, etc), frente a las medidas más integrales planteadas en el resto de
zonas.
Aunque los requisitos específicos varían de una medida a otra (tabla 1.1), en general se trata
de conjuntos de acciones dirigidas a la extensificación del cultivo de cereal mediante la
modificación del ciclo agrícola (mantenimiento de rastrojos, barbechos, siembras intercaladas
de leguminosas), mantenimiento de superficies o franjas sin cultivar, la reducción del uso de
fertilizantes y plaguicidas, y la adecuación de la cosecha u otras labores agrícolas al ciclo vital
de las aves para disminuir la mortalidad en nidos y de adultos.
Cabe señalar que debido a imprevistos sobre la puesta en marcha de las medidas en
Extremadura y Andalucía, las medidas analizadas el primer año de trabajo no pudieron ser las
agroambientales de los PDR. En la zona de Llanos de Cáceres en Extremadura se evaluó un
programa de medidas compensatorias de la construcción de la autovía A-58 (Trujillo-Cáceres),
y en Andalucía se optó por parcelas incluidas en el Programa de Conservación de Aves
Esteparias de la Consejería de Medio Ambiente. Ya el segundo año, se incorporó la
agroambiental de Extremadura, pero tuvo que descartarse definitivamente el trabajo en
Andalucía.
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INFORME FINAL
Tabla 1.1. Medidas analizadas en el proyecto y sus principales requisitos (más detalle en Anexo 1.1)
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INFORME FINAL
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INFORME FINAL
Debido al gran ámbito territorial de estudio, que ha incluido hasta 10 comunidades autónomas,
la gestión y el manejo de la información y los recursos necesarios para el desarrollo de los
trabajos han resultado enormemente complejos. Igualmente, la prolongación del proyecto
durante varios años, sumada a la gran superficie cubierta, ha dado lugar a una alta variabilidad
de situaciones y condiciones, en muchos casos imprevistas, que ha habido que afrontar de
manera independiente.
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INFORME FINAL
Otro elemento imprevisto ha sido la climatología, tanto del primer como del tercer año. El
primero (2010) fue muy lluvioso, mientras que el último ha sido mucho más seco de lo habitual
(2012), con temperaturas algo diferentes a los patrones medios en ambos. Estas condiciones,
por un lado, dificultaron el trabajo de campo en algunos casos y, por otro, provocaron retrasos
y adelantos (sobre la media) en los cultivos y la fenología de las aves, influyendo en cierta
medida los resultados finales. Sin embargo, estas fuertes variaciones también han permitido tal
vez obtener datos más representativos de las distintas situaciones derivadas de la alta
variabilidad natural del clima mediterráneo.
Por otro lado, dentro del trabajo para el análisis socio-económico, el mayor reto ha sido
contactar con los agricultores. Al amplio ámbito de estudio que se pretendía cubrir por el
proyecto, se unía la falta de costumbre y, en algunos casos, la falta de tiempo para participar
en los encuentros convocados. Debido en gran parte a la multitud de proyectos para los que se
pide la participación de los agricultores, y al hecho de que la convocatoria fuera realizada por
una organización no gubernamental y no por la propia administración, muchos agricultores
manifestaron falta de confianza en la utilidad de las actividades propuestas para solucionar sus
problemas reales.
En algunas regiones con situaciones específicas, se encontró también cierto recelo hacia
convocatorias realizadas por una organización de carácter ambiental. Profundizando en la
información que se les solicitó a los agricultores, se encontró un rechazo generalizado a dar
información detallada sobre su gestión o sus cuentas. No obstante, gracias al esfuerzo
realizado por el equipo del proyecto y a la colaboración de la administración y las oficinas
comarcales en algunas regiones, finalmente se ha conseguido una amplia participación del
sector agrario en todos los niveles: agricultores, organizaciones profesionales agrarias, y
administración.
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INFORME FINAL
2. ANÁLISIS ECOLÓGICO
2.2.1. INTRODUCCIÓN
Varios estudios han mostrado la importancia de la diversidad del paisaje de las pseudoestepas
para la diversidad global de aves (Delgado y Moreira 2000) y para las poblaciones de
determinadas especies (Moreira et al. 2004). De esta manera, la composición espacial ideal
estaría formada por una mezcla de cultivos que pueda proporcionar hábitats para especies con
diferentes nichos ecológicos. No obstante, la intensificación agrícola junto con el abandono de
los campos y los cambios de usos de suelo en estos paisajes agrícolas, han tenido un impacto
significativo sobre la composición del paisaje y su configuración (Stoate et al. 2001). La
consecuencia común de ambos procesos suele ser la simplificación estructural, por medio de la
pérdida de barbechos, la eliminación de las lindes, ribazos, y elementos no cultivados, la
simplificación de las rotaciones, la reducción de la diversidad de cultivos o el aumento del
tamaño de las parcelas (Stoate et al. 2001, Benton et al. 2003). En algunas áreas, tanto la
intensificación agrícola como el abandono de las tierras coexisten en los mismos territorios.
Estos procesos, ocurridos principalmente durante la segunda mitad del siglo XX, han tenido un
impacto muy importante sobre las poblaciones de aves esteparias, que ha desembocado en un
continuado declive de sus poblaciones (Suárez et al. 1997, Stoate et al. 2001).
En parte para parar este proceso, del que paradójicamente también ha sido de alguna manera
responsable, la PAC lleva desde 1992 poniendo en práctica las denominadas medidas
agroambientales, consistentes en la concesión de ayudas a los agricultores a cambio de incluir
en la gestión de su explotación un conjunto de prescripciones con objetivos ambientales e
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INFORME FINAL
intentar así paliar el declive general de las poblaciones de aves esteparias (Kleijn y Sutherland
2003). En concreto, durante el periodo actual de programación (2007-2013) se han estado
aplicando una serie de medidas destinadas específicamente a mejorar el hábitat de las
esteparias, por medio de la extensificación del cultivo de cereal, el mantenimiento de los
rastrojos, las siembras intercaladas de leguminosas, el mantenimiento de franjas sin cultivar, la
reducción del uso de fertilizantes y plaguicidas o la adecuación de la cosecha u otras labores
agrícolas al ciclo vital de las aves.
No obstante, y a pesar de que algunos estudios han podido demostrar el efecto positivo de las
medidas agroambientales (ej., Kleijn et al. 2006, Gabriel et al. 2010), la eficacia de estas
medidas sigue siendo un aspecto discutido, principalmente por la falta de análisis cuantitativos
o por carencias en el diseño o análisis de las evaluaciones efectuadas (Kleijn y Sutherland,
2003, Kleijn et al. 2004, 2006). Incluso, medidas específicamente diseñadas para aves
amenazadas han resultado tener una eficacia mixta o incluso negativa (Kleijn et al. 2001). En el
lado opuesto, diversos estudios han demostrado o inferido la eficacia de las medidas
específicas para mejorar el estado de conservación de especies esteparias amenazadas, por
ejemplo Kleijn et al. (2006) en Castilla-La Mancha o Martín et al. (2012) en Castilla y León. En
este último caso, los autores relacionan el aumento del número de avutardas en los últimos
diez años con el incremento de leguminosas de secano, lo que también se ha correlacionado
con la recuperación del sisón en el sur de Francia (Bretagnolle et al. 2011).
El objetivo de este proyecto ha sido contribuir al debate sobre la efectividad de las medidas
agroambientales dedicadas a las aves esteparias mediante un análisis simultáneo, a escala
nacional, de 8 medidas agroambientales incluidas en los Planes de Desarrollo Rural regionales
y de 2 medidas incluidas en programas específicos de conservación. Las preguntas a las que
se ha pretendido responder son las siguientes:
Para el diseño y análisis de esta evaluación se ha contado con el Dr. Mario Díaz, del
Departamento de Biogeografía y Cambio Global (Museo Nacional de Ciencias Naturales,
CSIC). A continuación se presenta un resumen de los principales resultados; se puede
consultar el informe completo en el Anexo 2.1.
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INFORME FINAL
De manera paralela se ha realizado un estudio basado en imágenes satélite para, a través del
análisis entre parcelas acogidas y no acogidas a medidas agroambientales en cuanto a
cobertura y estructura de la vegetación, determinar si estas medidas conllevan una mayor
heterogeneidad de hábitat y si esto se relaciona o no con un mayor uso por parte de las aves.
Esta acción se planteó con una fuerte vocación experimental, pues aunque son cada vez más
numerosos los estudios que relacionan los datos obtenidos mediante sensores remotos con
distintos aspectos de la ecología vegetal y animal, lo que se pretendía era determinar si esta
herramienta podía ser utilizable de manera sencilla y generalizable para el seguimiento de los
cultivos extensivos de secano en relación con distintos parámetros ecológicos de las aves que
los ocupan.
Aunque existen diferencias regionales, las medidas agroambientales evaluadas están dirigidas
a la extensificación del cultivo de cereal mediante la modificación del ciclo agrícola
(mantenimiento del rastrojo, siembras de leguminosas…), la reducción del uso de fertilizantes y
plaguicidas y la adecuación de los ciclos de cultivo y cosecha al ciclo vital de las aves (ver
capítulo 1 de este informe). En el caso de una de las zonas de Extremadura (ZEPA Llanos de
Cáceres) la medida analizada forma parte de un programa de medidas compensatorias por la
construcción de la autovía A-58, mientras que en Andalucía se seleccionaron parcelas incluidas
en el Programa de Conservación de Aves Esteparias de la Consejería de Medio Ambiente.
Ambos programas desarrollan acciones similares a las incluidas en las medidas
agroambientales propiamente dichas.
En 2010 se muestrearon 17 áreas, las mismas que en 2011 salvo que el área andaluza fue
sustituida por otra en Cáceres, mientras que en 2012 el trabajo se concentró en sólo 11 zonas,
teniendo en cuenta aquéllas donde hubo mayor estabilidad de las parcelas a lo largo del
estudio, de cara a optimizar el esfuerzo.
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INFORME FINAL
Debido al desfase entre la información de acogida y la realidad en campo, los pares de campos
no han sido siempre los mismos durante todo el proyecto. Los pares que finalmente no se
ajustaron al diseño de acogida fueron eliminados del análisis de efectividad (aunque los datos
recogidos en los muestreos fueron utilizados para otros apartados del estudio), aunque el
elevado número de pares muestreado ha permitido mantener un tamaño de muestra suficiente
para mantener la potencia de los análisis.
Cada campo fue muestreado cuatro veces en las primaveras de 2010, 2011 y 2012, tres veces
en los veranos de 2010 y 2011 y otras tres veces en el invierno de 2010-2011. Con los datos
de las cuatro visitas de primavera, para cada campo se obtuvo el número de territorios
establecidos de cada especie, según los criterios definidos por Bibby et al. (1992), así como el
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INFORME FINAL
Para definir la estructura del paisaje, en cada campaña de muestreo se anotaron los usos del
suelo y las lindes de todas las parcelas situadas en un círculo de 500 m de radio centrado en
cada campo focal. Esta información se incorporó a un SIG sobre el que se midieron las
siguientes variables: tamaño del campo focal, longitud total de lindes con vegetación
seminatural, porcentaje de superficie cultivada total, proporción de cultivos herbáceos, cultivos
leñosos, vegetación seminatural y la diversidad de los tipos de cultivos o de vegetación natural
(usando el índice H’ de Shannon).
Tanto los efectos de la proporción de requerimientos de las aves esteparias considerados por
las medidas, como del entorno paisajístico sobre la efectividad de las medidas se analizaron
mediante modelos mixtos generalizados (GLMMs).
Para evaluar la efectividad directa de las medidas agroambientales sobre las aves esteparias –
evaluación ex-post- se comparó la riqueza de especies y la abundancia total de aves entre
campos apareados. El análisis se ha basado también en modelos mixtos de estimación
generalizada (GLMMs) y la significación estadística de los modelos se estimó mediante el
Criterio de Verosimilitud de Akaike corregido (AICc). Los efectos de la estructura del paisaje
sobre la efectividad de las medidas se analizaron incorporando las variables del paisaje a los
GLMMs como covariantes.
16
INFORME FINAL
A partir de los valores de esos índices se calcularon dos medidas estadísticas de dispersión, la
varianza (que indica la heterogeneidad espacial de los valores de NDVI y LAI, medida como la
varianza de dichos valores) y la entropía (entropía espacial de los valores de NDVI y LAI).
Previamente, sobre las imágenes de NDVI y LAI obtenidas, se aplicó un filtrado espacial kernel,
con el objetivo de mejorar o suprimir detalles espaciales y así mejorar su interpretación visual.
El tamaño de kernel seleccionado para el estudio fue de 5x5, en base a la unidad mínima
cartografiable de las imágenes DEIMOS-1 y del tamaño de las parcelas.
Por último, para extraer el estadístico de heterogeneidad y así poder analizar la heterogeneidad
espacial de cada una de las zonas de estudio, se extrajeron los siguientes parámetros
estadísticos tanto para el NDVI como para el LAI: mínimo, máximo, media, desviación estándar
y coeficiente de variación (de Pearson). Para determinar si las diferencias en los distintos
parámetros entre parcelas acogidas y no acogidas a agroambientales son significativas, se ha
obtenido el valor medio de entropía y varianza de los índices LAI y NDVI para cada campo. A
continuación se ha realizado un GLMM por cada zona de estudio y cada año, considerando
como factor la acogida o no a la medida y la superficie de campo como covariable.
A) Evaluación indirecta
Una vez hechos los ajustes correspondientes entre las prácticas contempladas en el estudio de
Llusia y Oñate (2005), los requisitos de las medidas analizadas y la normativa aplicable en el
periodo de programación actual 2007-2013, se ha comprobado cómo las medidas analizadas
difirieron significativamente en su efectividad potencial, medida como el porcentaje de prácticas
2
deseables que incorporan (G 5= 26,15, p= 0,0001). En conjunto, excluyendo a Castilla-La
Mancha y Extremadura del análisis por no haber sido incluidas en el trabajo de referencia, se
observa que la efectividad potencial no varió entre periodos (G21= 0,04, p=0,847). Por regiones,
la efectividad potencial aumentó en Cataluña (χ21=6,73, p=0,009), disminuyó en Aragón (χ21=-
5,19, p=0,023) y no mostró cambios significativos en Navarra y Castilla y León (χ21=1,64,
p=0,200, y χ21=-1,46, p=0,227).
Las medidas con mayor efectividad potencial fueron las del programa de Cataluña, con un 59%
de prácticas deseables incluidas, mientras que las de menor potencial fueron dos medidas
aplicadas en Aragón para promover el cultivo de leguminosas de secano, con sólo un 12% de
17
INFORME FINAL
Entre las prácticas deseables, las que más se han adoptado en el periodo 2007-2013 han sido
el retraso de la fecha de cosecha (80%) y la introducción de leguminosas, grano y especies
forrajeras en la rotación (70%), seguidas por la introducción de barbechos de corta y media
duración (60%) y el mantenimiento de rastrojos (50%). Estas prácticas influyen sobre todo en la
conservación de los sustratos agrarios más seleccionados por las esteparias, prestando menos
atención a efectos directos o indirectos sobre la mortalidad mediados por cosechas nocturnas o
productos tóxicos.
Aparte de las prácticas consideradas por Llusia y Oñate (2005), en el periodo actual se han
incluido otros compromisos que podrían contribuir también a la conservación de las aves
esteparias a través de mejoras en el hábitat o en la seguridad y disponibilidad de alimento.
Entre ellas están las prohibiciones de actividades agropecuarias durante la reproducción de las
especies (50%), el incremento de la dosis habitual de semillas de cereal y el barbecho
semillado con leguminosas (30%), que difieren en mayor medida de las prácticas habituales en
este tipo de cultivos que las citadas anteriormente.
18
INFORME FINAL
Tabla 2.1. Efectividad ex-ante de las medidas agroambientales dirigidas a la conservación de las aves esteparias en cultivos de cereal de secano según regiones en las
programaciones de 2000-2006 (Llusía y Oñate 2005) y 2007-2013 (este informe; véase la Tabla 1.1).
19
INFORME FINAL
20
INFORME FINAL
B) Evaluación directa
Tabla 2.2. Número de pares de campos válidos en las 18 zonas de estudio para los años de estudio de
2010, 2011 y 2012 en primavera (P), verano (V) e invierno (I).
Pares de campos
Zona de estudio
2010 (P,V,I) 2011 (P) 2011 (V) 2012 (P)
1.Secáns del Segrià (Lleida) 4 5 5 8
2.Bellmunt-Almenara (Lleida) 6 6 6 -
3.El Plano-Blanca Alta (Navarra) 8 8 8 8
4.Rincón del Bú (Navarra) 5 8 8 -
5.Estepas de Belchite (Zaragoza) 3 5 8 5
6.Estepas de Monegrillo (Zaragoza) 5 4 8 -
7.Campo Visiedo (Teruel) 4 6 8 7
8.Penillanuras-Campos Sur (Zamora) 5 6 6 8
9.Camino de Santiago (Palencia) 6 4 4 6
10.La Nava-Campos Norte (Palencia) 4 4 4 -
11.Tierra de Campiñas (Valladolid) 7 7 7 7
12.A.E. la Mancha Norte (Toledo) 3 3 3 3
13.A.E. la Mancha Norte (Cuenca) 7 7 8 8
14.Zona Esteparia El Bonillo (Albacete) (2) 4 4 -
15.A.E. Este de Albacete (Albacete) 4 8 8 8
16.Llanos de Cáceres (Cáceres) 8 8 8 8
17.Embalse de Talaván (Cáceres) - 3 3 -
18.Andalucía (Jaén-Córdoba) 8 - - -
TOTAL 89 96 106 76
En los muestreos de primavera se detectaron un total de 101 especies considerando los tres
años de estudio, 105 en los muestreos de verano y 70 en los de invierno. En las tres
estaciones el gremio de aves más abundante fueron las esteparias, tanto en términos de
riqueza de especies como de abundancia. En verano e invierno las frecuencias medias de
aparición siguieron un patrón similar al de la época de cría (ver Anexo 2.1).
21
INFORME FINAL
Los resultados han mostrado variaciones interanuales según tipos de aves (considerando a
todas las especies o sólo a las esteparias), si se trataba de aves territoriales o no y si se
consideraba riqueza o abundancia. Los análisis realizados no permiten determinar si estas
diferencias se deben a cambios en la abundancia general de las aves o si se explican por
cambios en la efectividad de las medidas entre años, por lo que se decidió analizar por
separado los datos de cada año de estudio.
Los resultados del ajuste de los modelos de estimación generalizada mostraron un efecto
global positivo significativo de la aplicación de medidas agroambientales sobre la riqueza y
abundancia de aves esteparias reproductoras en los tres años de estudio. Todas las
comparaciones indicaron efectos positivos de las medidas, de manera que los valores fueron
mayores en los campos con medidas que en sus controles cultivados del modo usual (figura
2.2), confirmando los resultados obtenidos en Kleijn et al. (2006) sobre las efectos positivos de
las agroambientales en la Mancha Norte.
8
40
7
35
6
Riqueza de especies
30
5
Abundancia
25 Control
4 Con medidas
20
3 * (*) 15
n.s.
2
10 ***
*** n.s.
1
5
0 0
2010 2011 2012 2010 2011 2012
AVES TERRITORIALES
* * 40
7
*** ***
35
6
***
Riqueza de especies
* 30
5
Abundancia
25 Control
4 Con medida
20
3
15
2
10
1
5
0 0
2010 2011 2012 2010 2011 2012
AVES TOTALES
22
INFORME FINAL
Los análisis de los datos estivales, aunque de manera menos clara que los de primavera,
muestran también un efecto global positivo de la aplicación de medidas agroambientales. No
obstante, los resultados no fueron significativos en el caso de la riqueza de especies ni sobre la
abundancia de aves en zonas ampliadas a 12,5 ha en el verano de 2011 (figura 2.3). Los
análisis de los datos de invierno no permiten extraer conclusiones sólidas (figura 2.4).
8 70
n.s.
7
60
6 *
n.s. n.s. 50
Riqueza de especies
Abundancia
40
4 Control
30 ** ** Con medidas
2 20
1
10
0
0
CAMPO FOCAL AREA AMPLIADA
2010 2011 2010 2011
Figura 2.3. Diferencias en la riqueza de especies y en la abundancia de aves esteparias entre campos
donde se aplican medidas agroambientales y campos control en la época estival. Las líneas verticales
indican los errores típicos de la media. (n.s.: p>0,1; *: p<0,05; **: p<0.01; ***: p<0,001).
5 100
n.s. ***
4,5 90
4 80
3,5
n.s. 70
Riqueza de especies
Abundancia
3 60 ***
2,5 50
Control
Con medidas
2 40
1,5 30
1 20
0,5 10
0 0
CAMPO FOCAL AREA AMPLIADA CAMPO FOCAL AREA AMPLIADA
Figura 2.4. Diferencias en la riqueza de especies y en la abundancia de aves esteparias invernantes entre
campos donde se aplican medidas agroambientales y campos control. Las líneas verticales indican los
errores típicos de la media. (n.s.: p>0,1; ***: p<0,001). Fuente: Díaz et al., 2012 (anexo 2.1)
Tras analizar la variación del tamaño de efecto en primavera en función del grupo de especies
y la escala de campo considerada, en adelante el informe se centrará en los resultados
obtenidos considerando a las aves esteparias (tanto territoriales como totales) en campos
focales.
De las más de 170 estimas de tamaño de efecto para aves esteparias en campos focales
durante la primavera de los tres años de estudio, el 83% fueron positivas (el 26% de ellas,
23
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6
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12
14
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2
2,5
3
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2010
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2011
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ABUNDANCIA
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AVES TERRITORIALES
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AVES TERRITORIALES
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RIQUEZA DE ESPECIES
2012
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2012
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p<<0,0001) (figura 2.5).
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24
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2010
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AVES TOTALES
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RIQUEZA DE ESPECIES
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2012
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2010
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on (P es) la (A oz
i a
valores críticos para α=0,05 (t=±1,98), siendo por tanto significativos por encima y por debajo de estas
zonas de estudio. Las líneas horizontales punteadas por encima y por debajo del valor cero indican los
2011
vá lb a
Figura 2.5. Tamaños de efecto estandarizados de la efectividad de las medidas agroambientales para la
Ta llo l en n a )
riqueza y abundancia de aves esteparias territoriales y totales en primavera en campos focales de las 18
la (A c
especies (G21=40,03, p<<0,0001) y para las aves totales que para las territoriales (G21=18,86,
han encontrado más efectos significativos para la abundancia de aves que para la riqueza de
significativas), y entre las negativas sólo el 9% fueron significativas. En este periodo del año, se
El análisis muestra variaciones significativas en la efectividad de las medidas sobre las aves
ABUNDANCIA
vá lb ia)
n a
AVES TOTALES
ác t e )
(C cet er
ác e) es
er )
2012
es
)
INFORME FINAL
esteparias totales, como Secáns del Segriá, El Plano, Campo Visiedo, Penillanuras o Tierra de
Campiñas, mientras que no hay ninguna zona con resultados negativos significativos para los
tres años (figura 2.5).
Agrupando las áreas de estudio por CC.AA., se observa que en casi todas las regiones el
efecto es positivo, sobre todo para el número total de aves y en menor medida sobre el número
de territorios, excepto en la zona de Andalucía, para la cual sólo tenemos una campaña de
primavera, y en la comunidad extremeña, donde se han obtenido efectos negativos, sobre todo
en 2012 (figura 2.6). No obstante, el hecho de que el contexto paisajístico en esta región esté
compuesto por pastizales naturales y que el objetivo principal de las medidas analizadas sea
principalmente la introducción de cultivos de cereal, hace pensar que el efecto haya que
extraerlo de los datos de verano, cuando los pastizales están agostados y las aves pueden
encontrar en los rastrojos un recurso trófico importante. Esta suposición queda respaldada por
el efecto positivo altamente significativo encontrado en la zona de los Llanos de Cáceres en el
verano de 2011 (figura 2.7).
Figura 2.6. Media del tamaño de efecto por CC.AA. (incluyendo significativos y no significativos),
considerando sólo la abundancia de aves esteparias en primavera en las parcelas focales.
25
INFORME FINAL
Figura 2.7. Tamaños de efecto estandarizados de la efectividad de las medidas agroambientales en las 17
zonas de estudio muestreadas en la primavera de 2010, los veranos de 2010 y 2011 y en el invierno
2010-2011. Los resultados se refieren a abundancia de aves esteparias totales en campos focales. Las
líneas horizontales punteadas por encima y por debajo del valor cero indican los valores críticos para
α=0,05 (t=±1,98), siendo por tanto significativos por encima y por debajo de dichas líneas. Fuente: Díaz et
al., 2012 (anexo 2.1)
Los análisis efectuados demuestran que los campos de cada par no difieren en la estructura
del paisaje en ninguno de los tres años de estudio para ninguna de las variables consideradas:
tamaño del campo focal (como estimador de efectos de fragmentación), longitud de lindes
(estimador de conectividad) y proporción de superficie cultiva (estimador de disponibilidad de
refugios y hábitats alternativos) (Concepción et al. 2008, 2012). Esto significa que el
26
INFORME FINAL
apareamiento de los campos con y sin medidas con respecto a su entorno paisajístico fue
correcto.
Por otro lado, los análisis muestran que las zonas de estudio no sólo difieren en el tipo de
medidas que se aplican en ellas y en su efectividad potencial y real para la conservación de las
aves esteparias, sino que también varían en aspectos relevantes de su complejidad
paisajística, como el tamaño medio de campo, la longitud de lindes y la proporción de superficie
cultivada.
10
CAMPOS CONTROL
CAMPOS CON MEDIDAS
RIQUEZA DE ESPECIES TERRITORIALES
0
-0.2 0.0 0.2 0.4 0.6 0.8 1.0 1.2 1.4 1.6 1.8 2.0 2.2
10
8
RIQUEZA DE ESPECIES TOTALES
0
-0.2 0.0 0.2 0.4 0.6 0.8 1.0 1.2 1.4 1.6 1.8 2.0 2.2
Figura 2.8. Relaciones entre el tamaño de los campos focales y la riqueza de especies de aves esteparias
territoriales (arriba) y totales (abajo) durante la época de cría en los campos control y con medidas
agroambientales durante los tres años de estudio. Fuente: Díaz et al., 2012 (anexo 2.1)
27
INFORME FINAL
Los resultados indican efectos significativos del tamaño de los campos focales sobre la
efectividad de las agroambientales para aumentar la riqueza de esteparias, de manera que las
riquezas de especies fueron mayores en los campos con medidas que en los controles, pero la
diferencia disminuyó a medida que aumentaba el tamaño de los campos focales (figura 2.8).
Por su parte, la abundancia de aves aumentó con el tamaño del campo focal, tanto en los
campos control como en los campos con medidas, pero la efectividad de las medidas sobre la
abundancia (es decir, la diferencia entre campos con medidas y campos control) disminuyó con
el tamaño del campo (figura 2.9).
35
CAMPOS CONTROL
CAMPOS CON MEDIDAS
30
ABUNDANCIA (AVES TERRITORIALES)
25
20
15
10
0
-0.2 0.0 0.2 0.4 0.6 0.8 1.0 1.2 1.4 1.6 1.8 2.0 2.2
TAMAÑO DEL CAMPO FOCAL (ha, Log10)
260
CAMPOS CONTROL
240
CAMPOS CON MEDIDAS
220
200
ABUNDANCIA (TODAS LAS AVES)
180
160
140
120
100
80
60
40
20
0
-0.2 0.0 0.2 0.4 0.6 0.8 1.0 1.2 1.4 1.6 1.8 2.0 2.2
TAMAÑO DEL CAMPO FOCAL (ha, Log10)
Figura 2.9. Relaciones entre el tamaño de los campos focales y la abundancia de aves esteparias
territoriales (arriba) y totales (abajo) durante la época de cría en los campos control y con medidas
agroambientales durante los tres años de estudio. Fuente: Díaz et al., 2012 (anexo 2.1)
28
INFORME FINAL
180
CAMPOS CONTROL
CAMPOS CON MEDIDAS
160
140
ABUNDANCIA (TODAS LAS AVES)
120
100
80
60
40
20
0
0 20 40 60 80 100 120 140
LONGITUD DE LINDES CON VEGETACION SEMINATURAL (m, raíz cuadrada)
Figura 2.10. Relaciones entre la longitud de lindes con vegetación seminatural en torno a los campos
focales y la abundancia de aves esteparias totales (territoriales y no territoriales) durante la época de cría
en los campos control y con medidas agroambientales en el año 2010. Fuente: Díaz et al., 2012 (anexo
2.1)
29
INFORME FINAL
cultivada, para colonizar estos medios. En cuanto al efecto negativo de la superficie cultivada
sobre la abundancia, probablemente se deba a la presencia de cultivos no favorables para las
aves esteparias, como los cultivos leñosos.
260
200
ABUNDANCIA (TODAS LAS AVES)
180
160
140
120
100
80
60
40
20
0
0.0 0.2 0.4 0.6 0.8 1.0 1.2 1.4 1.6 1.8
SUPERFICIE CULTIVADA (%, arcoseno)
Figura 2.11. Relaciones entre la proporción de superficie cultivada en torno a los campos focales y la
abundancia de aves esteparias totales (territoriales y no territoriales) durante la época de cría en los
campos control y con medidas agroambientales durante los tres años de estudio. Fuente: Díaz et al., 2012
(anexo 2.1)
180
CAMPOS CONTROL
CAMPOS CON MEDIDAS
160
140
ABUNDANCIA (TODAS LAS AVES)
120
100
80
60
40
20
0
0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9
PROPORCIÓN DE PRÁCTICAS INCORPORADAS (%, arcoseno)
Figura 2.12. Relaciones entre la proporción de prácticas agrícolas que tendrían en cuenta los
requerimientos de las aves esteparias (según Llusia y Oñate 2003) y la abundancia de aves esteparias
totales (territoriales y no territoriales) durante la época de cría en los campos control y con medidas
agroambientales en los años 2010 y 2012. Fuente: Díaz et al., 2012 (anexo 2.1)
30
INFORME FINAL
Por último, la comparación del efecto real de las medidas con la efectividad potencial, estimada
como la proporción de prácticas potencialmente beneficiosas para las esteparias, ha arrojado
resultados contradictorios (figura 2.12). Esto sugiere que el uso de la proporción de prácticas
agrícolas incorporadas a las respectivas medidas agroambientales, según lo propuesto por
Llusia y Oñate (2005), puede no ser un buen indicador de su adecuación para estas aves,
probablemente por un valor variable de las diversas prácticas listadas.
Tabla 2.3. Resultados del GLM considerando la aplicación o no de agroambientales como factor y la
superficie del campo como covariable. F: campos acogidos a agroambientales y C: campos control, no
acogidos. F>C acogidos más heterogéneos y viceversa.
Esto podría sugerir que las prácticas requeridas por las medidas no suponen un cambio
sustancial, en cuanto a los usos del suelo, respecto de la gestión habitual. Sin embargo, puede
haber algún factor influyendo en el análisis, como la fecha en la que se tomaron las imágenes
satélite, el tipo de medida evaluada o la presencia de parcelas inferiores a 1,2 has (unidad
mínima cartografiable para el satélite por debajo de la cual la capacidad informativa es más
limitada). Estas y otras posibilidades serán analizadas en próximos trabajos.
2.2.4. CONCLUSIONES
En cualquier caso, debe recordarse que la metodología empleada mide el efecto local de las
medidas en las parcelas donde se aplican frente a otras similares con gestión habitual en la
misma zona, pero no así el efecto global a escala de paisaje o poblaciones, que dependerá
31
INFORME FINAL
además del nivel de aplicación de las medidas en la zona de interés. Por otro lado, un mayor
tamaño de efecto no necesariamente implica que la medida en sí misma (las prácticas que
requiere) sea más beneficiosa para las aves que otras, si no que tiene un impacto positivo
mayor en la zona en la que se aplica, en función de las características de dicha zona.
La efectividad ha variado también mucho entre regiones, de manera que en algunas zonas las
medidas han tenido un efecto positivo en los tres años de seguimiento, mientras que en otras
los efectos globales han sido incluso negativos sobre las variables consideradas. En esta
variabilidad se han mostrado como factores de influencia, más allá de las propias medidas, las
características del paisaje agrario en el que se aplican.
Algunos de los análisis realizados no han arrojado resultados concluyentes, por lo que es
necesario plantear y comprobar nuevas hipótesis para completar la interpretación de los
resultados.
32
INFORME FINAL
2.2.1. INTRODUCCIÓN
Por ejemplo en Navarra se han encontrado elevadas tasas de pérdida de nidos de perdiz por
efecto de la cosecha (el 46% del total) y en menor medida por la depredación posterior una vez
retirada la cubierta vegetal. La totalidad de los nidos ubicados en los lindes llegaron a
eclosionar, mientras que en los campos de cereal sólo alcanzaron el nacimiento la cuarta parte
de los nidos (GAVRN 2010). En un experimento realizado en esta misma comunidad con
codornices de granja se encontró que el 58% de los individuos adultos y el 60% de los pollos
murieron aplastados o empacados (GAVRN 2005). También se han descrito bajos porcentajes
de éxito reproductor de perdiz en cotos de caza de la provincia de Ciudad Real, asociados a la
pérdida de nidos por las prácticas agrícolas, debido al solapamiento de las fechas de cosecha y
las de eclosión de los huevos de perdiz (Casas y Viñuela 2010).
Otra especie en la que se ha cuantificado el efecto de esta labor agrícola sobre su tasa de
reproducción es el aguilucho cenizo, especie que selecciona mayoritariamente los sustratos
agrícolas de secano para nidificar –hasta el 90% de los nidos en España y Portugal- (Ferrero
1995). En varias poblaciones se ha visto que la supervivencia de los pollos está directamente
relacionada con su edad en el momento de la siega. Así, se ha descrito que menos del 30% de
los pollos con edad inferior a 10 días en el momento de la siega alcanzaron la edad de vuelo,
porcentaje que asciende al 61% en el caso en que los pollos tenían entre 11 y 20 días y al 82%
cuando los pollos eran mayores de 20 días (Castaño 1995). También se ha encontrado una
relación directa entre las fechas de puesta y el tipo de cultivo y la supervivencia de las
poblaciones, ya que puestas muy tardías suponen pollos muy pequeños o huevos sin
33
INFORME FINAL
eclosionar en el momento de la siega, lo que a su vez varía según el tipo de cultivo y la latitud
(Corbacho et al. 1997). La importancia de esta factor es tal que algunos autores han
encontrado que, sin medidas de protección específicas, las poblaciones de aguiluchos de
Francia e Iberia podrían disminuir hasta un 60% debido a la mortalidad durante la siega (Arroyo
et al. 2002).
34
INFORME FINAL
de las zonas de estudio para intentar establecer relaciones entre el estado y estructura de los
cultivos con la fenología de las aves y el uso que éstas hacen de las zonas a una escala más
amplia. En concreto, se pretendía determinar si existe una relación entre el grado de desarrollo
de los cultivos de cereal de secano, calculado mediante un índice de vegetación, y la fenología
reproductiva de las aves esteparias.
El uso de esta tecnología ha evolucionado mucho en los últimos tiempos, sobre todo como
consecuencia de la urgencia por esclarecer las posibles consecuencias del cambio climático y
otras graves amenazas de origen humano sobre el medio ambiente de todo el planeta.
Determinar cómo los cambios ambientales afectan a la distribución y dinámica de la vegetación
y a las poblaciones animales se ha convertido en un asunto importante para los ecólogos
terrestres, con el fin de aportar mejores predicciones de los efectos del calentamiento global, la
reducción de la biodiversidad y la degradación del hábitat (Pettorelli et al. 2005a). En este
sentido el seguimiento temporal de los diferentes índices de vegetación proporciona
directamente información sobre la dinámica y calidad de la vegetación, y son además muy
adecuados para el estudio de las relaciones tróficas entre los animales y su hábitat (Pettorelli et
al. 2007).
Videoseguimiento
35
INFORME FINAL
Los datos para determinar los periodos de reproducción de las aves esteparias se han recogido
durante los muestreos de campo para el estudio de la efectividad de las medidas
agroambientales, principalmente en los de primavera, aunque también se han tenido en cuenta
las observaciones recogidas en los de verano e invierno. Durante los recorridos de censo (ver
apartado 2.1.) se registraba el sexo, edad y el comportamiento de los individuos observados,
asignándolos a una de las siguientes seis categorías:
- Territorialidad, que incluye a macho con cantos territoriales, ave o pareja con
territorio establecido (peleas entre machos, persecuciones, acosos a otras especies),
cortejo o parada nupcial, y construcción de nido (aporte de material, entradas en
agujeros…).
- Reclamo.
- Alimentación
Según el Atlas de las Aves Reproductoras de España (Martí y del Moral 2003), las dos
primeras categorías son indicativas de reproducción segura, y la tercera de reproducción
probable.
En la mayor parte de las ocasiones, las fechas de puesta y reproducción propuestas están
basadas en los datos de comportamientos que indican reproducción segura, y sólo en unas
cuantas especies se han tomado como referencia los que sugieren reproducción probable, en
estos últimos casos siempre basándonos en bibliografía que así lo recomienda.
Para cada especie, en cada zona, se ha calculado la proporción de individuos en las diferentes
categorías de actividad en función de la fecha, agrupada por periodos de diez días o decenas.
Finalmente, los resultados se han complementado con información bibliográfica y con los
archivos de fenología reproductiva de SEO/BirdLife.
36
INFORME FINAL
Para calcular las fechas de puesta y el inicio y fin de la reproducción se han eliminado las
fechas extremas, por lo que se han tomado como referencia los periodos en los que el
porcentaje de observación de cada categoría es mayor o igual al 5%. Esta medida sigue las
recomendaciones de la CE de excluir los datos extremos y erráticos que caen fuera de los
patrones normales de variación (Comisión Europea 2010).
Los criterios seguidos para la establecer las fechas de puesta son los siguientes:
- En caso de que se hayan observado adultos con cebo o saco fecal, al primer día de la
decena se le ha restado el número de días de incubación para cada especie (según la
información bibliográfica).
Fecha puesta = 1er día decena (con observaciones ≥ 5%) - nº días incubación
- En caso de que lo observado sea un nido, se ha restado una decena ya que se asume
que los huevos fueron puestos antes del momento de la observación.
Fecha puesta = 1er día decena (con observaciones ≥ 5%) -10 días
Fecha puesta =1er día decena (con observaciones ≥ 5%) -10 días
Fecha puesta =1er día decena (con observaciones ≥ 5%) - nº días incubación –
Fecha puesta = 1er día decena (con observaciones ≥ 5%) - nº días incubación
37
INFORME FINAL
- En los casos en que para una especie haya datos de varias categorías de reproducción,
se han seleccionado las fechas resultantes más tempranas. No obstante, en la gran mayoría de
las ocasiones la década resultante ha sido la misma.
En todos los casos, se han utilizado los tiempos de incubación establecidos en la bibliografía
disponible. En conjunto, se puede concluir que los criterios anteriores arrojan unas cifras muy
conservadoras, y que es posible que las fechas reales sean más tempranas.
En cuanto a las fechas de inicio del periodo de reproducción, la CE establece los criterios a
seguir para algunas especies:
- Según el documento, hemos considerado que para las especies migradoras este periodo
se inicia con la ocupación de los lugares de cría (localización de machos con canto territorial o
adultos que desarrollan comportamientos de defensa del territorio), y para las residentes o
donde las poblaciones sean mixtas, con la construcción del nido. Dado la dificultad de observar
adultos aportando material al nido, hemos tenido en cuenta la fecha en la que se observaron
los primeros machos con canto territorial o que desarrollaron comportamientos territoriales para
las especies migradoras.
- Para todas las demás especies para las que no se ha encontrado bibliografía que aporte
datos al respecto, se ha considerado de manera arbitraria a la hora de fijar el inicio del periodo
de reproducción dos decenas antes de la fecha de puesta extrapolada por observación directa
en el campo.
38
INFORME FINAL
En cuanto al fin del periodo de reproducción, la CE establece que debe basarse en el vuelo
definitivo de los jóvenes, incluyendo los de segundas y terceras nidadas de algunas especies.
Por vuelo definitivo se entiende que los jóvenes son capaces de mantener un vuelo continuo y
sostenido similar al de los adultos, y se corresponde con la independencia de los pollos,
entendido como la pérdida de los cuidados y/o alimentación paternos. No obstante, en las
situaciones en que el vuelo definitivo o independencia de los pollos sea difícil de establecer en
el campo, el documento señala el número de decenas desde el final de la incubación.
De esta manera, los criterios que se han seguido para establecer las fechas de fin del periodo
de reproducción son los siguientes:
Fin reproducción = 10º día decena (con observaciones ≥ 5%) + nº días incubación +
nº días periodo dependencia
- Si lo encontrado ha sido un adulto con cebo o saco fecal o un joven, se suma el periodo
de dependencia:
Fin reproducción = 10º día decena (con observaciones ≥ 5%) + periodo dependencia
Fin reproducción = 10º día decena (con observaciones ≥ 5%) + periodo dependencia
- De igual manera, en el caso de la avutarda y el sisón, que son especies en las que el
periodo de dependencia dura varios meses, se ha decidido considerar el número de días en los
que adquieren la capacidad de volar para establecer el fin del periodo de reproducción.
- Por último, la Comisión Europea establece el periodo exacto para definir el fin del periodo
reproductor para la perdiz roja y la codorniz. El documento determina que en ambos casos
queda fijado con la independencia de los pollos, aproximadamente 60 y 40 días
respectivamente después de la eclosión.
39
INFORME FINAL
La asignación de cada una de las zonas de estudio a un piso bioclimático (tabla 2.5) se ha
hecho a partir de la información disponible en el Sistema de Clasificación Bioclimática Mundial
(http://www.ucm.es/info/cif). La información proporcionada por esta página web, creada por el
Centro de Investigaciones Fitosociológicas de la Universidad Complutense de Madrid, se basa
en los datos procedentes de 1.281 estaciones distribuidas por toda España. A partir de datos
como la altitud, latitud, series multianuales de datos climáticos (precipitaciones, temperaturas,
parámetros estacionales y bioclimáticos…) y gran número de variables e índices más, calcula
un índice bioclimático para finalmente asignar a cada estación un bioclima determinado. Cada
uno de los tipos está definido por cuatro características: el tipo y subtipo térmico y el tipo y
subtipo ombrotérmico, aunque en determinados casos se ha considerado también la variante
bioclimática.
Tabla 2.5. Grupos bioclimáticos a los que se asignan cada una de las zonas de estudio.
GRUPO Tipo o índice bioclimático Zona de estudio
Supramediterráneo superior seco Camino Santiago
1 superior
La Nava-Campos Norte
Supramediterráneo inferior seco Penillanuras-Campos Sur
2
superior
Tierra de Campiñas
Mesomediterráneo superior seco Parameras de Campo Visiedo
3
superior (variante estépica)
Secáns del Segriá i Utxesa
Mesomediterráneo superior seco Bellmunt-Almenara
4
inferior (variante estépica) Rincón del Bú-La Nasa-Tripazul
El Plano-Blanca Alta
Área Esteparia del Este Albacete
Mesomediterráneo superior seco Zona Esteparia de El Bonillo
5
inferior Área Esteparia Mancha Norte-Toledo
Área Esteparia Mancha Norte- Cuenca
Mesomediterráneo inferior Embalse de Talaván
6
subhúmedo inferior
Mesomediterráneo inferior seco Jaén-Córdoba
7 superior
Mesomediterráneo inferior seco Llanos de Cáceres y Sierra de Fuentes
8 inferior
Mesomediterráneo inferior Estepas de Belchite, El Planerón y La Lomaza
9
semiárido superior Estepas de Monegrillo y Pina
Para determinar el posible efecto de las diferentes labores agrícolas o ganaderas, como la
siega o el pastoreo, sobre la reproducción de las aves esteparias que nidifican en el suelo, se
han extraído las fechas establecidas para éstas actividades de las diferentes órdenes
reguladoras de cada una de las medidas agroambientales evaluadas.
40
INFORME FINAL
Cuando la vegetación sufre algún tipo de estrés, como plagas o sequía, su reflectividad será
inferior en el infrarrojo cercano, aumentando en el rojo, con lo que el contraste entre bandas
será mucho menor que si la planta no estuviera sometida a esa situación de estrés. Cuanto
mayor sea el contraste, mayor vigor vegetal presentará la cubierta en cuestión. Por el contrario,
bajos valores de contraste implicarían una vegetación enferma o senescente, y los contrastes
casi nulos corresponderían a suelos cada vez más desnudos. El NDVI toma valores entre -1 y
+1, donde los valores negativos corresponden con la ausencia de vegetación.
ID DEFINICIÓN ID DEFINICIÓN
41
INFORME FINAL
Los datos de fenología de los años agrícolas incluidos en el estudio se han comparado con los
registros del año medio, basado en la seria histórica de MODIS. Este parámetro se ha
calculado para cada uno de los 36 periodos del año agrícola desde el año 2001 hasta la
actualidad. Por último, se han establecido 3 fases de análisis:
- Año agrícola 2009-2010: incluye los valores de NDVI desde el primer periodo
de abril (1DA) hasta el tercer periodo de septiembre (3DS).
Los parámetros analizados para definir la fenología de los cultivos en cada zona de estudio son
los siguientes (ver Anexo 2.3):
Parámetro basado en
ID Descripción
fenología
Inicio de la época de Periodo del año (36 Periodos) en el que se observa un incremento positivo y
F1
crecimiento – Periodo consistente del NDVI al inicio del crecimiento del cultivo.
Valor de NDVI o punto de inicio de crecimiento en el que se observa un
Inicio de la época de
F2 incremento positivo y consistente del NDVI al inicio del crecimiento del
crecimiento – Valor de NDVI
cultivo.
Final de la época de Periodo del año (36 Periodos) en el que se observa un incremento negativo
F3
crecimiento – Periodo y consistente del NDVI al final del crecimiento del cultivo.
F5 Periodo de Máximo Periodo del año en el que el NDVI observa un valor anual máximo.
Duración de la época de
F7 Número de periodos entre el Inicio y Final de la época de crecimiento
crecimiento
Por último, se han comparado las curvas de fenología reproductiva de las aves esteparias en
cada una de las zonas de estudio con su correspondiente curva de NDVI. El porcentaje de
individuos de cada especie con comportamientos que indican reproducción segura en cada
decena del año se ha transformado mediante arcoseno, mientras que para la serie de datos de
NDVI se utilizó la transformación logarítmica. A continuación se ha realizado una correlación
para determinar si existe relación entre las dos variables.
42
INFORME FINAL
2.2.2.3. VIDEOSEGUIMIENTO
La cámara fue programada para grabar todos los días durante cuatro horas (de 7 a 11 a.m.).
En una primera fase, se instaló un software que detiene automáticamente la grabación cuando
detecta movimiento en la parcela, con el objeto de disminuir el tiempo necesario para su
visualización y análisis. Posteriormente, en otoño de 2011, con el fin de mejorar determinadas
carencias encontradas en dicho software de visualización y para incrementar la calidad de las
grabaciones obtenidas, se decidió cambiar la cámara por otra más avanzada e instalar dos
sensores de movimiento y calor (sensor PIR). La función de estos sensores sería activar la
grabación cuando detectaran la presencia de un ave o de cualquier otro organismo, por lo que
en caso de estar correctamente calibrada se conseguirían únicamente grabaciones de aquellos
animales que hubieran hecho saltar la alarma y no se necesitaría por tanto el software.
A continuación se detallan los calendarios con los periodos reproductivos de las diferentes aves
esteparias consideradas. El sombreado azul muestra los resultados de las observaciones
recogidas en los tres años de muestreo (2010, 2011 y 2012). El sombreado verde procede de
la información recopilada en la bibliografía y de los archivos de SEO/BirdLife, y sólo se indican
cuando los datos encontrados extienden el periodo reproductor resultante del trabajo de
campo. Las flechas muestran el inicio o fin del periodo de reproducción en aquellas especies
con datos de campo insuficientes o donde no se ha hallado información bibliográfica para esa
zona en particular. Las líneas discontinuas rojas representan las fechas de siega u otras
labores agrícolas establecidas en las diferentes órdenes reguladoras de cada una de las
medidas agroambientales evaluadas.
En este apartado se muestran los calendarios de las zonas de estudio agrupadas por índice
bioclimático, de manera que las 18 zonas han quedado agrupadas en 9 grupos bioclimáticos
diferentes. En el Anexo 2.2 se pueden encontrar los calendarios de reproducción de cada una
de ellas por separado.
43
INFORME FINAL
i) Camino de Santiago
1‐ CAMINO SANTIAGO ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC
Aguilucho pálido
Alondra común
Avutarda
Bisbita campestre ◄ ►
Calandria
Codorniz
Collalba gris
Perdiz ►
Sisón común
Terrera común ►
Triguero
La fecha de siega en esta zona está establecida el 15 de julio, lo que puede interferir
principalmente con la reproducción del aguilucho pálido y la codorniz y, en menor medida, de la
alondra común, la terrera común y la collalba gris.
Las 3 ZEPA restantes de la comunidad de Castilla y León, con altitudes muy parejas que van
entre los 705 y los 785 m.s.n.m., se han agrupado en la categoría bioclimática
Supramediterráneo inferior seco superior. En este grupo se han recogido datos sobre el
periodo reproductor de once especies, teniendo una duración conjunta de 7 meses, desde
febrero a agosto. Las especies con una época de cría más dilatada han sido la alondra y la
avutarda.
2.NAVA+PENILLANURAS+
ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC
CAMPIÑAS
Alondra común
Avutarda
Bisbita campestre ◄ ►
Calandria
Codorniz
Cogujada común
Collalba gris
Perdiz
Sisón común ►
Terrera común
Triguero
44
INFORME FINAL
La fecha de recolección en estas zonas está fijada entre el 5 y el 10 de julio, por lo que esta
actividad puede tener un efecto sobre la reproducción de casi todas las especies para las que
tenemos suficiente información, principalmente sobre la alondra, la avutarda, la calandria, la
codorniz y la perdiz.
Esta zona, situada a una gran altitud –algo superior a los 850 metros- es la única agrupada en
el índice bioclimático Mesomediterráneo superior seco superior. Contamos con información
suficiente para delimitar el periodo reproductor de 6 especies: alondra común, calandria,
collalba gris, collalba rubia, perdiz y triguero, mientras que contamos con información parcial
sobre el aguilucho cenizo, el bisbita campestre y la terrera común.
1
3‐ CAMPO VISIEDO ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC
Aguilucho cenizo ◄ ►
Alondra común
Bisbita campestre ◄ ►
Calandria
Collalba gris
Collalba rubia
Perdiz
Terrera común ►
Triguero
1
Las líneas rojas representan el periodo establecido para realizar la siega de la leguminosa promovida por la
medida agroambiental de esta zona (esparceta).
La medida agroambiental evaluada en esta zona es la 1.2, para el cultivo de una variedad local
de leguminosa (la esparceta). La respectiva orden que la regula establece dos intervalos para
desarrollar determinadas labores agrícolas: prohibición del pastoreo u otro tipo de
aprovechamiento entre el 1 de mayo y el 1 de junio, y realizar una única siega anual de la
esparceta entre el 1 de junio y el 30 de agosto. Ambos periodos solapan de manera más que
notable con los periodos de reproducción de todas las especies esteparias encontradas.
45
INFORME FINAL
4‐ LLEIDA + NAVARRA ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC
Alcaraván común
Alondra común
Bisbita campestre
Calandria
Codorniz
Cogujada común
Cogujada montesina
Collalba gris
Collalba rubia
Perdiz
Sisón común ►
Terrera común
Terrera marismeña
Triguero
En conjunto, la cosecha en estas zonas cuatro se debe producir entre el 15 de junio (en la
ZEPA Secáns del Segriá) y el 1 de agosto (en las parcelas sembradas con cereal de Navarra),
lo cual de nuevo puede interferir de manera importante con la reproducción de la especies
esteparias que habitan la zona.
v) Castilla-La Mancha
5‐ CASTILLA‐LA MANCHA ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC
Aguilucho cenizo ►
Alcaraván común
Alondra común
Avutarda
Calandria
Codorniz
Cogujada común
Cogujada montesina
Collalba rubia
Perdiz
Sisón común
Terrera común
Triguero
La fecha inicial de siega en esta comunidad autónoma varía por provincias entre el 10 y el 20
de junio, lo cual interfiere ampliamente con la reproducción de las esteparias en la región.
46
INFORME FINAL
6‐ TALAVÁN ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC
Aguilucho cenizo
Calandria
Codorniz
Cogujada común
Cogujada montesina
Collalba rubia
Perdiz ►
Sisón común ◄ ►
Terrera común
Triguero
vii) Jaén-Córdoba
La zona muestreada está situada a unos 600 metros de altitud, en el piso Mesomediterráneo
inferior seco superior. La información recopilada en esta zona ha permitido establecer el
periodo reproductor completo de tan sólo cuatro especies, dado que la zona sólo fue
muestreada durante la primavera de 2010. Para la avutarda, la codorniz y la perdiz se ha
podido completar ampliamente el periodo reproductor gracias a la abundante bibliografía
encontrada. Como se observa, los periodos de reproducción comienzan la tercera decena de
enero. En cuanto al fin del periodo, es la perdiz la que presenta las fechas más tardías, fijadas
la segunda decena de septiembre.
2
7‐ JAÉN‐CÓRDOBA ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC
Aguilucho cenizo ►
Avutarda ►
Calandria
Codorniz
Perdiz
Sisón común ►
Triguero
2
La línea representa la fecha de siega establecida por la medida agroambiental del PDR.
Según la orden de la medida agroambiental, la cosecha en esta zona se produce a partir del 30
de junio, lo cual puede afectar principalmente a la reproducción de la perdiz y en menor medida
a la de la codorniz. No obstante, la información recopilada tan reducida no hace aconsejable
extraer una conclusión determinante al respecto.
47
INFORME FINAL
8‐ LLANOS DE CÁCERES ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC
Calandria
Codorniz
Cogujada común
Cogujada montesina
Collalba rubia
Perdiz
Terrera común
Triguero
La fecha de siega en esta zona está establecida el 1 de julio, por lo que las labores de
cosechado interfieren principalmente con la reproducción de la cogujada común y la perdiz,
pero no con el del resto de las especies.
3
9‐ MONEGRiILLO+BELCHITE ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC
Alondra común
Avutarda ►
Bisbita campestre ►
Calandria
Cogujada común
Cogujada montesina
Collalba gris ►
Collalba rubia
Perdiz
Sisón común ►
Terrera común
Terrera marismeña
Triguero
3
Las medidas evaluadas en estas zonas no establecen fechas de siega; la medida 1.8 no permite el pastoreo
ni realizar labores sobre la vegetación adventicia entre marzo y junio, periodo comprendido entre las líneas
rojas.
48
INFORME FINAL
Una de las medidas agroambientales evaluadas en estas zonas, la 1.1 (Mantenimiento del
rastrojo), no establece unas fechas mínimas para realizar la siega u otras labores agrícolas que
puedan tener un impacto sobre las aves nidificantes. En cuanto a la medida 1.8, la regulación
establece que no se podrá pastorear ni realizar labores de gestión de la vegetación adventicia
en los meses de abril, mayo y junio, ni alzar la alfalfa, en caso de que fuera necesario, antes
del 15 de septiembre. La primera de estas medidas excluye la mayor parte del periodo
reproductor de las especies esteparias, aunque sí afecta a la fase final de la reproducción de la
terrera común, ganga ortega y perdiz.
A la vista de los anteriores resultados, se puede apreciar que en casi todas las comarcas la
siega solapa de manera notable con el periodo reproductor de las aves esteparias. Las
regiones donde esta actividad interfiere menos con la cría son las cuatro zonas de Castilla y
León, las dos de Extremadura y las de la comarca de Los Monegros. En la comarca que
agrupa a las dos zonas de Lleida y las dos de Navarra, la fecha establecida en la orden de la
segunda comunidad es bastante más respetuosa con la reproducción de las esteparias,
mientras que en la primera la siega tiene lugar aproximadamente en la mitad del ciclo. Esto
mismo es lo que ocurre en las cuatro zonas de Castilla-La Mancha y, en menor medida, en la
comarca que incluye a la zona de estudio andaluza.
En la figura 2.13 se muestran las curvas de fenología de los cultivos en cada una de las zonas
y la curva de reproducción de las aves (datos acumulados de los tres años).
Se han realizado análisis de correlación para determinar el efecto de los índices de NDVI sobre
la reproducción de las aves esteparias. En una primera aproximación se compararon, para
cada año agrícola, los resultados de los censos de campo (datos acumulados de los 3 años de
los comportamientos que indican reproducción segura), diferenciados en decenas, con los
valores de esas mismas decenas del promedio de NDVI de los tres años de estudio en cada
una de las zonas de estudio. Los resultados de los análisis mostraron que sólo un bajo
49
INFORME FINAL
La tabla 2.7 muestra los resultados de comparar el ciclo reproductivo anual de las aves definido
por los censos de campo con la evolución del NDVI a lo largo de cada ciclo agrícola.
Como se puede apreciar en la tabla, el número de zonas donde se ha encontrado una relación
significativa entre la reproducción de las aves y el desarrollo de los cultivos difiere mucho entre
años. Si consideramos los tres años de estudio en conjunto, en 11 de las zonas analizadas se
ha encontrado una correlación entre las dos variables, aunque en otras dos el valor de p es
muy cercano a la significación, por lo que se puede decir que existe una asociación entre las
dos variables analizadas en entre el 61 y el 72% de las comparaciones. Este porcentaje
disminuye si se analiza cada año por separado. En 2010 se ha encontrado una correlación
significativa entre las variables en sólo 8 de las 17 zonas de estudio (el 47%), en 2011 en otras
8 aunque dos más se encuentran cercanas al valor de significación (47-59%) y en 2012 en 5 de
las 10 zonas. No obstante, es reseñable que para más del 80% de las relaciones significativas
el nivel de significación es muy alto, inferior a 0,01, lo cual indica una estrecha relación entre
las dos variables en esas zonas.
Destaca el hecho de que haya zonas donde no se haya encontrado correlaciones significativas
en ninguno de los años de estudio, como el Área Esteparia del Este de Albacete, mientras que
en otras las variables están siempre relacionadas, como en los Llanos de Cáceres (si bien en
2011 las diferencias son marginalmente significativas). Llama la atención también la baja
relación encontrada en las cuatro zonas de Castilla-la Mancha, donde sólo hay resultados
significativos en El Bonillo en 2010 y en el Área Esteparia de la Mancha Norte-Cuenca, en
2011.
50
INFORME FINAL
51
INFORME FINAL
Figura 2.13. Curvas de fenología de los cultivos de cada una de las zonas de estudio y porcentaje de
aves esteparias totales con comportamientos que indican reproducción segura (datos acumulados de los
3 años). Elaboración propia a partir de datos de DEIMOS Imaging SL
52
INFORME FINAL
Tabla 2.7: Resultados de las correlaciones comparando los calendarios de reproducción de las aves con los valores de NDVI a lo largo del año. Se presentan las
2
comparaciones de cada uno de los años de estudio por separado así como del valor promedio de los tres años de estudio. Se muestra el coeficiente de determinación r , los
grados de libertad y la significación estadística (en negrita valores de p<0,05).
53
INFORME FINAL
En conclusión, los resultados obtenidos en este apartado son halagüeños y permiten pensar
que es posible establecer una relación causa-efecto entre la reproducción de las aves y el
desarrollo de los cultivos medido a través del NDVI. Es decir, las variaciones interanuales en la
fenología de los cultivos podrían reflejar los cambios en los calendarios en la época
reproductiva de las aves en función de las condiciones meteorológicas específicas de cada
año. En cualquier caso parece claro que el NDVI representa una herramienta útil con la que
relacionar clima y vegetación con la distribución, supervivencia, reproducción o crecimiento
54
INFORME FINAL
animal a escalas espaciales y temporales grandes (Pettorelli et al. 2005a). Por todo ello, se
puede concluir que el NDVI u otros índices remotos similares proporcionan un método de
seguimiento barato, sistemático, repetible y verificable, y constituye una herramienta para
evaluar la eficacia de diferentes prácticas de gestión (Alcaraz-Segura et al. 2009), como por
ejemplo las agrícolas.
2.2.3.3. VIDEOSEGUIMIENTO
En total se han analizado 127 jornadas de grabación durante el período de estudio. Las
grabaciones registradas en dicho periodo suman un total de 464 horas y 33 minutos, y se han
detectado un total de 247 aves en 224 observaciones diferentes. Como se recoge en la
siguiente tabla, se han identificado al menos 9 especies diferentes, así como ejemplares de 3
taxones que sólo han podido ser identificados a nivel de Género.
Tabla 2.8. Nº de observaciones registradas para cada una de las especies identificadas. Se indica el
porcentaje que supone el número de registros de cada especie respecto al total de observaciones
registradas (incluidas las no identificadas y las identificadas a nivel de Género).
55
INFORME FINAL
Figura 2.14. Patrón de actividad de las aves durante el período de grabación, comprendido entre las 08:00
y las 11:45 horas. Se indica el número de aves observadas/hora en cada rango horario estudiado
(períodos de 15 minutos) y la línea de tendencia (en color rojo).
Los resultados obtenidos en la segunda parte de la actividad, realizada durante el año 2012
con el fin de mejorar el equipo de grabación, no han mejorado de manera sustancial la
detectabilidad de las especies objetivo.
A la vista de todo lo anterior, se puede concluir que esta metodología no es la adecuada para el
seguimiento de alaudidos u otras especies de pequeño tamaño como la mayor parte de las
aves esteparias, puesto que este hecho dificulta su detección por los dos elementos utilizados
en este proyecto (software de visualización y sensores PIR). No obstante, quizás se podría
experimentar con otro tipo de sensores o tecnología capaz de detectar organismos tan
pequeños.
2.2.4. CONCLUSIONES
Del análisis de los calendarios de reproducción de las esteparias en cada una de las zonas de
estudio se desprende que sería recomendable retrasar las fechas de siega lo más posible en
las zonas de estudio para ajustarlas a los periodos de reproducción del mayor número de
especies esteparias. Está demostrado que pequeños retrasos en las fechas de siega de tan
sólo 7-10 días pueden hacer que disminuya el impacto de esta labor agrícola sobre algunas de
estas especies, como los aguiluchos cenizos (Arroyo et al. 2002). De la misma manera, se ha
comprobado que el retraso de unos 15 o 20 días en la maduración y posterior siega de la
cebada con respecto al trigo, tiene como consecuencia un incremento en la probabilidad de
supervivencia de los pollos de aguilucho nacidos en dicho cereal (Castaño 1995).
56
INFORME FINAL
Sería deseable no obstante que las fechas de siega se revisaran y establecieran en cada ciclo
agrícola de manera acorde a las condiciones climatológicas. Para ello se podrían utilizar
herramientas como el seguimiento satélite de la maduración de los cereales (como hemos visto
en el seguimiento de MODIS), puesto que los resultados del análisis entre el desarrollo de los
cultivos (medido a través del NDVI) y la reproducción de las aves reflejan una posible relación
causa-efecto. En el caso que nos ocupa, la aplicación más directa de esto sería poder
determinar en cada ciclo agrícola y con antelación el momento más adecuado para la cosecha,
considerando el estado de los cultivos y su mejor momento productivo, y el ciclo de las aves
esteparias para disminuir en lo posible el impacto sobre su reproducción.
En especies como la codorniz se ha visto que existe una correlación entre la duración de su
estancia en una zona determinada y las precipitaciones acumuladas durante el periodo de cría,
debido a que el ritmo de maduración de los cereales se acorta de manera notable en años de
sequía (Puigcerver 1990). Este hecho también está bien descrito en el aguilucho cenizo, para
el que se ha comprobado que en años en los que las lluvias primaverales tardías de finales de
mayo o primeros de junio son abundantes, el impacto de la siega sobre la supervivencia de los
pollos es menor, ya que se produce un retraso en la cosecha del cereal (Castaño 1995, 1997).
En línea con esto, una medida complementaria con la anterior que contribuiría a aumentar la
tasa de supervivencia de los pollos sería el uso de variedades de cereal del ciclo más largo que
las características agroclimáticas de cada zona permitan (cebada frente al trigo, o variedades
locales de este último), con lo que se conseguiría un retraso en las fechas de maduración
suficiente para permitir que la mayor parte de los pollos hayan volado en el momento de la
cosecha. No obstante, sería necesario tener en cuenta en el diseño de las medidas y el cálculo
de la prima el posible incremento en el riesgo de daños por condiciones climatológicas
adversas.
No obstante, dadas las dificultades que puede suponer la puesta en práctica de esta medida,
se podrían plantear otros cambios en el modelo de producción o modificaciones del actual que
limiten o reduzcan el impacto de la siega sobre la reproducción de las aves esteparias. Una
acción que sería altamente recomendable, y que de algún modo compensaría la pérdida de
éxito reproductivo de las esteparias por efecto de la siega, sería la correcta gestión de los
barbechos y su mantenimiento a largo plazo, al menos de las especies que más utilizan este
sustrato para nidificar (como la terrera común, la calandria, la avutarda, la ganga ibérica, la
57
INFORME FINAL
De la misma manera, sería deseable el mantenimiento de las lindes y ribazos, así como de
franjas sin cosechar. De manera similar a los barbechos, estos elementos del paisaje ofrecen
alimento y cobijo a las aves de estos medios, entre las que se encuentran la perdiz, el bisbita
campestre, el alcaraván, la codorniz, la calandria, la collalba rubia o la collalba gris, entre otras.
Para la primera especie se ha puesto de manifiesto la importancia crucial de las lindes como
zonas de nidificación, presentando los mayores índices de éxito reproductor y siendo el
sustrato de nidificación más seleccionado (Casas y Viñuela 2009). Por ello es muy importante
fomentar su generalización así como prohibir su eliminación o reducción y el uso de
agroquímicos. También sería recomendable dejar bandas periféricas de unos 5 m sin cosechar,
lo que constituye una medida de gestión muy efectiva para la perdiz roja ya que la mayor parte
de los nidos situados en los campos de cereal se localizan cerca de sus márgenes (Casas y
Viñuela 2010).
Otra regulación básica sería la prohibición general del cosechado y empacado nocturno para
evitar la muerte de buen número de ejemplares de algunas especies, al quedar desorientados y
cegados por los faros en su periodo de descanso. Se debería establecer una hora a partir de la
cual no estuviera permitido realizar esta actividad, como por ejemplo, una hora después de la
puesta del sol.
También se podría limitar el uso del rastrillo. Esta herramienta, utilizada para agrupar la paja
una vez segada, resulta muy peligrosa para la avifauna, y provoca buena parte de la mortalidad
durante el proceso de siega y empacado. El motivo de ello es la alta velocidad a la que trabaja,
así como la amplitud de la banda de barrido, que dificulta la escapada de los animales. En la
misma línea, sería recomendable utilizar, en la medida de lo posible, un recorrido de
58
INFORME FINAL
cosechado y empacado que permita la huida de las aves nidificantes o presentes en el campo.
La forma propuesta más habitual es realizar el recorrido desde el centro hacia fuera (Comisión
Europea 2009), aunque los agricultores y conductores de este tipo de maquinaria argumentan
la dificultad de ejecutar este movimiento. En un estudio específico sobre los efectos del
cosechado y empacado sobre la perdiz y la codorniz realizado en Navarra, se propone un tipo
de recorrido en forma de zig-zag desde un extremo hasta el otro del campo tras realizar unos
pases por su periferia (GVRAN 2005).
Por último, para las dos especies de aguilucho sería recomendable desarrollar campañas de
salvamento de nidos. En el caso del aguilucho cenizo existen datos concretos que relacionan la
probabilidad de extinción en 100 años de las subpoblaciones de esta especie con la fecha de
cosecha del cereal, el sustrato donde ubica sus nidos de manera preferente (Arroyo et al.
2002). Sus resultados apuntan que, si más del 50% de los nidos de aguilucho se encuentran
con pollos pequeños en el momento de la cosecha, la extinción se produce de manera segura.
Las acciones de salvamento de nidos pueden llegar a reducir la probabilidad de extinción de
modo significativo sólo si se salvan más del 50% de los nidos en peligro. Sin embargo, y como
ya se ha comentado anteriormente, pequeños retrasos en la fecha de siega (de una semana en
un caso concreto), pueden llegar a reducir en un 50% la probabilidad de extinción en ausencia
de medidas de salvamento de pollos, aumentando el porcentaje si se combinan ambas
acciones. De manera práctica, estos resultados implicarían la reducción de la mortalidad de
pollos por efecto de la siega por debajo del 10%, retrasando la siega hasta mayo-julio según la
latitud, en combinación con salvamento de nidos (Arroyo et al. 2002).
59
INFORME FINAL
2.3.1. INTRODUCCIÓN
Por ello, y dadas las especiales características de la avifauna esteparia que alberga y de los
sistemas agrícolas tradicionales existentes, se incorporó una línea de trabajo complementario
en dichas islas, con el que se ha pretendido caracterizar la avifauna existente en los hábitats
esteparios y agrícolas de las islas, establecer la fenología reproductiva de estas especies e
identificar los usos agrícolas que resultan más beneficiosos para ellas. El objetivo último de
todo ello es determinar si sería conveniente y posible diseñar un programa de medidas
agroambientales similar a los desarrollados en la península para este grupo de aves. A todo
ello debe sumarse que muchas de las especies consideradas adquieren especial relevancia
desde el punto de vista de la conservación por tratarse de taxones endémicos de las islas o por
habitar únicamente en este archipiélago en el contexto nacional y europeo.
Estudios previos han puesto de manifiesto la importancia de los cultivos y de otros hábitats
agrícolas para la avifauna canaria en general y para las especies esteparias en particular
(Martín et al. 1996, Medina 1999, Carrascal et al. 2006). Especial interés merecen las especies
de alto valor de conservación como la avutarda hubara (Chlamydotis undulata fuertaventurae),
especie restringida a las islas de Fuerteventura, Lanzarote y La Graciosa. Los cultivos
agrícolas ofrecen alimento predecible y de calidad para esta especie (Medina 1999),
dependiendo del cultivo y del momento fenológico, siendo especialmente claves durante los
meses más desfavorables en que la disponibilidad de alimento se reduce, que en estas
latitudes son a finales de primavera y sobre todo en verano. Para el resto de las especies
esteparias existe información bibliográfica sobre el uso de zonas agrícolas para el corredor
sahariano (Cursorius cursor) (Emmerson y Lorenzo 2007a), el alcaraván común (Burhinus
oedicnemus) (Martín 1987, Lorenzo et al. 2004), la ganga ortega (Pterocles orientalis)
(Carrascal y Alonso 2005, Palomino 2005), la terrera marismeña (Calandrella rufescens)
(Martín y Lorenzo 2001) y la codorniz (Coturnix coturnix) (Barone y Lorenzo 2007), entre otros.
1
http://www.seo.org/lifehubara/Castellano/Index_Life.htm
60
INFORME FINAL
Áreas de estudio
a) Lanzarote:
Las zonas de estudio en Lanzarote son las siguientes:
1. Jable de Famara (Tinajo y Teguise). Incluye sectores de jable de El Cuchillo a Teguise,
con cultivos y sin ellos. Coincide con la ZEPA Islotes del norte de Lanzarote y Famara.
2. Teguise (Teguise). Incluye sectores esteparios con cultivos y sin ellos dentro del área
comprendida entre el Alto de Guanapay, Teseguite y Los Ancones. Coincide con la ZEPA
Llanos de La Corona y Tegala Grande.
3. Vega de San Bartolomé (San Bartolomé, Teguise y Arrecife). Comprende las zonas
esteparias con y sin cultivos de la Vega de San Bartolomé y Zonzamas, así como del jable de
Argana y Güime. No está incluida en zona ZEPA pero está definida como IBA.
4. Playa Quemada (Yaiza). Incluye la zona esteparia de Cortijos Viejos, así como los
cultivos de la Vega de Temuime. Limita con la ZEPA Los Ajaches, pero las zonas esteparias
estudiadas carecen de dicha protección.
5. El Rubicón (Yaiza). Área esteparia y cultivos del Cortijo de las Maretas y El Terminito.
Coincide con la ZEPA Llanos de La Mareta y Cantil del Rubicón.
b) Fuerteventura:
En la isla más meridional se han seleccionado cuatro zonas de muestreo:
1. Los Alares (Antigua). Incluye sectores esteparios, gavias en activo y abandonadas, y
gavias con valla para evitar el trasiego de ganado. Coincide con la ZEPA Llanos y Cuchillos de
Antigua.
2. Vega Vieja (Antigua). Cuenta con sectores esteparios, gavias en activo y abandonadas.
Coincide con la ZEPA Llanos y Cuchillos de Antigua.
3. Lajares (La Oliva). Igual que las anteriores, incluye sectores esteparios, gavias en activo
y abandonadas, y gavias con valla para evitar el trasiego de ganado. Incluye la ZEPA
denominada Lajares, Esquinzo y costa del Jarubio.
4. Caldereta – Guisguey (La Oliva y Puerto del Rosario). Dispone de sectores esteparios,
gavias en activo y abandonadas. No está incluida en zona ZEPA pero está definida como IBA.
61
INFORME FINAL
Método de muestreo
Para el censo de aves se ha seguido una adaptación del método del transecto lineal con banda
fija de 25 m a cada lado del observador, complementado con la realización de puntos de
observación. En Fuerteventura, en cada zona de estudio se ha establecido un recorrido a pie
de 3 km de longitud (12 unidades de 250 m) a modo de transecto lineal, completado con 5
puntos de observación en cada área de 15 minutos de duración. En Lanzarote se definieron 2
transectos y entre 6 y 8 puntos de observación en cada área de estudio. Los muestreos se
desarrollaron durante las primeras horas de la mañana y últimas de la tarde, con buenas
condiciones meteorológicas (ausencia de de lluvia y viento fuerte), y preferentemente en días
soleados. Sólo se registraron las aves observadas en el interior de las zonas descritas.
62
INFORME FINAL
cultivos tradicionales de la isla, en concreto, cereal (trigo y cebada), mezcla forrajera y una
leguminosa de cultivo tradicional (como el chícharo). Los tres tipos de cultivos se sembraron de
forma más o menos equitativa, de manera que hubiera una buena representación de cada uno
en cada zona de estudio. Para permitir la comparación con los datos recogidos en la campaña
anterior, se mantuvieron los transectos y puntos realizados en la campaña de 2011, puesto que
las parcelas de siembra fueron seleccionadas para que solaparan.
Análisis de datos
Cada una de las observaciones de individuos se ha asignado a una de las dos categorías de
hábitat: estepario o agrícola. Dentro de la segunda, se ha diferenciado entre: cultivos de cereal,
hortalizas (batatas, patatas, calabazas…), leguminosas (garbanzos, chícharos, lentejas,
alfalfa…), frutales (higueras, algarrobos, chumberas,… todos ellos situados normalmente en las
lindes entre parcelas) o mosaico.
2.3.3.1. LANZAROTE
63
INFORME FINAL
Las especies detectadas en cada una de las zonas de muestreo a lo largo del periodo de
estudio aparecen en el Anexo 2.4. En total se han detectado 52 especies de aves durante el
año 2011, incluidas las esteparias, y entre las que se diferencias especies nidificantes y
migratorias, tanto de paso como invernantes.
Se ha hecho un primer análisis para determinar si las aves esteparias hacen un uso diferencial
de los hábitats esteparios o agrícolas en cada estación. Los resultados muestran que tanto la
diversidad de especies como la abundancia de aves son superiores en los hábitats agrícolas
que en los esteparios (figura 2.16 y anexo 2.5), excepto la diversidad en primavera. En
primavera las diferencias entre estas dos variables no han sido significativas; en verano, tanto
la diversidad como la abundancia han sido significativamente superiores en los ambientes
agrícolas, mientras que en otoño e invierno, únicamente la abundancia ha arrojado estos
resultados.
Lanzarote
PRIMAVERA
Diversidad
Abundancia
**
VERANO
Diversidad
**
Abundancia Estepario
Diversidad Agrícola
OTOÑO
*
Abundancia
INVIERNO
Diversidad
Abundancia **
64
INFORME FINAL
Primavera
Alectoris barbara
Bucanethes githaneus
Burhinus oedicnemus
Es tepa ri o
Calandrella rufescens
Agrícola
Chlamydotis undulada
Cursorius cursor
Pterocles orientalis
Verano
Alectoris barbara
**
Bucanethes githaneus
Burhinus oedicnemus
*
Es tepari o
Calandrella rufescens
Agrícol a
Chlamydotis undulada
Cursorius cursor
Pterocles orientalis
Otoño
Alectoris barbara
Bucanethes githaneus
Burhinus oedicnemus
Es tepa rio
Calandrella rufescens
Agrícol a
Chlamydotis undulada
Cursorius cursor
Pterocles orientalis
Invierno
Alectoris barbara
*
Bucanethes githaneus
Burhinus oedicnemus
Es tepa ri o
Calandrella rufescens
Agrícol a
Chlamydotis undulada
Cursorius cursor
Pterocles orientalis
Figura 2.17. Comparación de la presencia de las diferentes especies esteparias en medios agrícolas y
esteparios de Lanzarote (* p<0,05; ** p<0,01).
65
INFORME FINAL
Al analizar el uso de cada tipo de cultivo, en primer lugar se observa que en primavera los
mayores valores de abundancia y diversidad se dan en los cultivos de cereal, mientras que en
invierno tienen lugar en los cultivos hortícolas, siendo las diferencias significativas en las dos
estaciones (figura 2.18).
Lanzarote
VERANO PRIMAVERA
Diversidad *
Abundancia *
Diversidad Varios
Frutal de linde
Abundancia Mosaico
Diversidad Leguminosa
OTOÑO
Hortícola
Abundancia Cereal
**
INVIERNO
Diversidad
Abundancia **
0,0 2,5 5,0 7,5 10,0 12,5 15,0
Observaciones ponderadas
El uso por especies se puede apreciar en la figura 2.19 y en el anexo 2.5. En primavera, la
ganga ortega, la avutarda hubara y el camachuelo hacen un uso significativamente superior del
cereal, la terrera marismeña de los cultivos hortícolas y la perdiz moruna de las leguminosas.
66
INFORME FINAL
Primavera
Alectoris barbara
*
Bucanethes githaneus
** Varios
Frutal de linde
Burhinus oedicnemus
Mosaico
Calandrella rufescens
** Leguminosa
Chlamydotis undulada Hortícola
*
Cursorius cursor ** Cereal
Pterocles orientalis
*
0,0 0,5 1,0 1,5 2,0 2,5 3,0 3,5
Observaciones ponderadas
Verano
Alectoris barbara
Bucanethes githaneus
**Varios
Burhinus oedicnemus Frutal de linde
Mosaico
Calandrella rufescens
Leguminosa
Chlamydotis undulada Hortícola
Cursorius cursor Cereal
Pterocles orientalis
Otoño
Alectoris barbara
Bucanethes githaneus Varios
Burhinus oedicnemus
** Frutal de linde
Mosaico
Calandrella rufescens
Leguminosa
Chlamydotis undulada Hortícola
Cereal
Cursorius cursor
**
Pterocles orientalis
Invierno
Alectoris barbara
Bucanethes githaneus Varios
Frutal de linde
Burhinus oedicnemus
* Mosaico
Calandrella rufescens
Leguminosa
Chlamydotis undulada Hortícola
Cursorius cursor ** Cereal
Pterocles orientalis
0,0 0,2 0,4 0,6 0,8 1,0 1,2 1,4 1,6 1,8 2,0
Observaciones ponderadas
Figura 2.19. Comparación de la presencia de las diferentes especies esteparias en los distintos tipos de
medios agrícolas en Lanzarote (* p<0,05; ** p<0,01).
67
INFORME FINAL
En verano, únicamente existen diferencias significativas en el uso del camachuelo, con valores
superiores en los cultivos de cereal, al igual que en otoño, aunque en esta última estación otra
especie, el corredor sahariano, muestra valores significativamente mayores en la categoría de
cultivos agrícolas varios. Por último, en invierno el alcaraván ha mostrado valores muy similares
en los cultivos hortícolas y en los de cereal, mientras que la hubara ha sido encontrada con
más frecuencia en los primeros.
LANZAROTE ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC
Alcaraván común
Avutarda hubara
Bisbita caminero
Camachuelo trompetero
Codorniz
Perdiz moruna
Terrera marismeña
Figura 2.20. Periodos de reproducción de las aves esteparias en la isla de Lanzarote (los colores siguen
el esquema descrito en el apartado 2.2).
De manera general la temporada de cría en esta isla comprende la primera mitad del año, en
concreto abarca desde principios de diciembre hasta primeros de septiembre, aunque se
concentra al periodo que va entre enero y julio. El periodo más largo lo presenta la especie de
mayor tamaño, la hubara, seguida del alcaraván y del bisbita caminero.
2.3.3.2. FUERTEVENTURA
68
INFORME FINAL
Fuerteventura
VERANO PRIMAVERA
Diversidad **
Abundancia
Diversidad *
Abundancia *
Estepario
Diversidad Agrícola
OTOÑO
Abundancia
INVIERNO
Diversidad
Abundancia **
En primavera, todas las especies salvo la terrera marismeña y el corredor sahariano han
mostrado valores superiores en los medios agrícolas (en el último caso, diferencias
estadísticamente significativas), siendo las diferencias significativas para la perdiz moruna, el
camachuelo trompetero y la avutarda hubara.
En verano, de nuevo son los cultivos los medios más usados por todas las especies salvo por
el corredor, aunque sólo el camachuelo y la avutarda hubara los usan de manera
significativamente superior.
A partir del otoño los medios esteparios comienzan a ser más usados. En otoño sólo el
camachuelo selecciona de manera clara los medios agrícolas, igual que en invierno, aunque en
ésta última estación la abundancia de terreras marismeñas fue estadísticamente superior en
los esteparios.
69
INFORME FINAL
Primavera
Alectoris barbara
*
Bucanethes githaneus
**
Burhinus oedicnemus
Es tepari o
Calandrella rufescens
Agrícol a
Chlamydotis undulada **
Cursorius cursor *
Pterocles orientalis
0,0 1,0 2,0 3,0 4,0 5,0 6,0 7,0 8,0 9,0
Observaciones ponderadas
Verano
Alectoris barbara
Bucanethes githaneus
*
Burhinus oedicnemus
Es tepari o
Calandrella rufescens
Agrícol a
Chlamydotis undulada
*
Cursorius cursor
Pterocles orientalis
Alectoris barbara
Bucanethes githaneus **
Burhinus oedicnemus
Es tepa ri o
Calandrella rufescens
Agrícol a
Chlamydotis undulada
Cursorius cursor
Pterocles orientalis
Alectoris barbara
Bucanethes githaneus
*
Burhinus oedicnemus
Es tepa ri o
Calandrella rufescens ** Agrícol a
Chlamydotis undulada
Cursorius cursor
Pterocles orientalis
Figura 2.22. Comparación de la presencia de las diferentes especies esteparias en medios agrícolas
y esteparios de Fuerteventura (* p<0,05; ** p<0,01).
70
INFORME FINAL
Respecto al análisis de uso de los distintos medios agrícolas (figura 2.23, Anexo 2.5), los
resultados muestran cómo en primavera los mayores valores de diversidad y abundancia se
dan en los cultivos de cereal (diferencias significativas sólo en la primera variable). En verano,
la abundancia es mayor en las leguminosas, aunque las diferencias son sólo marginalmente
significativas. Por último, en los meses de otoño e invierno no existe una selección clara.
Fuerteventura
VERANO PRIMAVERA
Diversidad **
Abundancia
Diversidad Varios
Frutal de linde
Abundancia
Mosaico
Diversidad Leguminosa
OTOÑO
Hortícola
Abundancia Cereal
INVIERNO
Diversidad
Abundancia
Además, al analizar el uso de los distintos cultivos por parte de las especies consideradas, en
primer lugar se desprende que sólo hay resultados significativos en primavera y verano.
71
INFORME FINAL
Primavera
Alectoris barbara
Bucanethes githaneus Varios
Burhinus oedicnemus Frutal de linde
Mosaico
Calandrella rufescens
* Leguminosa
Chlamydotis undulada Hortícola
Cursorius cursor
* Cereal
Pterocles orientalis *
0,0 2,0 4,0 6,0 8,0 10,0 12,0 14,0
Observaciones ponderadas
Verano
Alectoris barbara
Bucanethes githaneus * Varios
Burhinus oedicnemus Frutal de linde
Mosaico
Calandrella rufescens
Leguminosa
Chlamydotis undulada
* Hortícola
Cursorius cursor * Cereal
Pterocles orientalis
0,0 1,0 2,0 3,0 4,0 5,0 6,0 7,0 8,0 9,0 10,0
Observaciones ponderadas
Otoño
Alectoris barbara
Bucanethes githaneus Varios
Burhinus oedicnemus Frutal de linde
Mosaico
Calandrella rufescens
Leguminosa
Chlamydotis undulada Hortícola
Cursorius cursor Cereal
Pterocles orientalis
Alectoris barbara
Bucanethes githaneus
Varios
Burhinus oedicnemus Frutal de linde
Mosaico
Calandrella rufescens
Leguminosa
Chlamydotis undulada Hortícola
Cereal
Cursorius cursor
Pterocles orientalis
Figura 2.24. Comparación de la presencia de las diferentes especies esteparias en los distintos tipos
de medios agrícolas en Fuerteventura (* p<0,05; ** p<0,01).
72
INFORME FINAL
Por último, se ha comparado el uso de los distintos tipos de ambientes entre años de estudio.
Hay que reseñar que las escasas precipitaciones caídas a lo largo del ciclo agrícola 2012 han
hecho que las siembras planificadas y realizadas en el marco del proyecto en la isla no se
desarrollaran, por lo que pueden no haber tenido un efecto sobre la selección de sustratos de
las esteparias. No obstante, se ha realizado la comparación para determinar si dicha actividad
agrícola ha tenido alguna influencia en la comunidad de aves de las áreas de estudio.
El análisis muestra que la abundancia de aves en los cultivos agrícolas fue significativamente
superior en el año 2012, mientras que la diversidad de especies fue muy superior en 2011
(Tabla xx). Cuatro de las especies han mostrado diferencias significativas de abundancia entre
años de estudio: dos han mostrado valores mayores en 2011, el camachuelo y la perdiz
moruna, y otras dos, la ortega y el alcaraván, en 2012.
FUERTEVENTURA ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC
Alcaraván común
Avutarda hubara
Bisbita caminero
Camachuelo trompetero
Corredor sahariano
Perdiz moruna
Terrera marismeña
Figura 2.25. Periodos de reproducción de las aves esteparias en la isla de Fuerteventura (los colores
siguen el esquema descrito en el apartado 2.2).
73
INFORME FINAL
sahariano de la que se cuenta con muy poca información en la bibliografía, lo extiende hasta
incluir todo el mes de agosto.
A la vista de los resultados, parece evidente la importancia de los sustratos agrícolas para el
grupo de aves estudiado, probablemente relacionado con el carácter árido de las islas y el
mayor desarrollo y valor alimenticio de los cultivos frente a la vegetación natural, especialmente
en las épocas más calurosas y secas, como muestran algunos estudios previos (Medina 1999).
Por este motivo, como medida general se recomienda fomentar mediante mecanismos
adecuados los cultivos tradicionales en cada zona, favoreciendo los mosaicos agrarios frente a
los cultivos extensivos. Sería recomendable la recuperación de las gavias y demás terrenos
agrícolas al menos en las zonas más favorables para las especies esteparias, aumentando la
superficie destinada al cultivo de cereales, leguminosas y hortalizas, así como la plantación de
higueras y otros frutales en las lindes. Una acción poco costosa sería la planificación conjunta
con los organismos públicos correspondientes de los programas de siembra realizados en el
marco de las acciones de conservación de especies cinegéticas y de fomento de variedades
vegetales autóctonas, con el fin de maximizar su aprovechamiento por las especies de aves
esteparias.
Lanzarote
1. Como se ha visto en los resultados las mayores riquezas y abundancias de aves esteparias
se encuentran en las zonas agrícolas, aunque las áreas esteparias han sido seleccionadas por
algunas especies en determinadas épocas del año. Un mosaico de los dos tipos de hábitats,
donde sea posible encontrar de forma equilibrada cultivos tradicionales, diferentes en cada
zona, con formaciones de vegetación natural, son capaces de ofrecer una mayor disponibilidad
de alimento estacional frente a años malos. Por este motivo, como medida general se
74
INFORME FINAL
4. Puesto que hasta hace pocos años el concepto de cultivo tradicional en Lanzarote llevaba
implícito la no aplicación de agroquímicos, este debe ser un criterio prioritario para favorecer a
aquellos agricultores que pretendan acogerse a cualquier subvención agrícola.
5. Diseñar una red insular de puntos de agua o bebederos que son vitales para casi todas las
especies, prestando especial importancia a su distribución espacial y diseño para evitar que
coincidan con zonas con alta densidad de depredadores, como gatos asilvestrados o perros
domésticos.
7. Incentivar el uso de abrigos tradicionales contra el viento –elementos que protegen los
cultivos del viento- y poner restricciones, no prohibiciones, al uso de vallados que por su altura
y/o perímetro impidan el normal tránsito de aves como la hubara y el alcaraván. En concreto,
se sugiere restringir los vallados con una altura superior a 0,8 m, con una distancia entre líneas
inferior a los 15 metros o que cierren más de un 60% del perímetro de la finca.
8. Regular la tala de matorrales leñosos como aulagas y espinos (Lycium intricatum) que se
realizan en algunas zonas de escasa vegetación arbustiva como Rubicón o Playa Quemada.
Fuerteventura
75
INFORME FINAL
1. Recuperación de gavias y otros tipos de elementos de cultivo, al menos en las zonas más
favorables para las especies esteparias, mediante el levantamiento o reparación de trastones o
paredes de piedra derrumbados, la reposición de las capas de lapilli o grava volcánica en los
enarenados, y el arado de gavias y otros campos de labor.
4. Se recomienda el vallado de las zonas destinadas a los cultivos para impedir el paso de
conejos y ganado. Las vallas deberían estar debidamente señalizados para evitar el impacto de
las aves.
7. Establecer unas fechas de siega adecuadas para que esta labor interfiera mínimamente con
la reproducción de las aves esteparias, así como limitar el número y calendario de otras
actividades como el arado para evitar también la pérdida de suelo.
76
INFORME FINAL
3. ANÁLISIS SOCIO-ECONÓMICO
3.1. INTRODUCCIÓN
Desde el punto de vista socio-económico, el indicador más utilizado para medir el éxito en la
implementación de los programas de medidas agroambientales es el grado de acogida por
parte de los agricultores (Barreiro et al 2009). La participación de los agricultores en los
programas de medidas agroambientales es voluntaria, por lo tanto, la disposición de éstos a
implicarse es un elemento indispensable para lograr la efectividad de la política.
Sin embargo, Potter & Lobley (1992) encontraron que cuando los programas de medidas
agroambientales están enfocados hacia la extensificación, son los agricultores de mayor edad
los que tienen mayor tendencia a acogerse, al no implicar una inversión de capital ni la
necesidad de incrementar sus conocimientos. Paniagua (2001) encuentra mayor acogida de
programas ligados a la extensificación en agricultores a tiempo parcial. Otros estudios
científicos (Mathijs 2003, Barreiro et al 2009) destacan el papel del capital social como
elemento determinante para la participación en los programas de medidas agroambientales. El
capital social es definido de diferentes maneras según los autores, aunque todos coinciden en
destacar la importancia de las redes y las estructuras sociales en las que se encuentran
insertos los agricultores.
77
INFORME FINAL
Otros factores, menos estudiados hasta la fecha, son los vinculados a las limitaciones de la
política en sí, y a la gestión que realizan las instituciones que son responsables de ellas
(Laschewski et al 2004).
• Cuáles son los puntos clave en los que incidir para optimizar el funcionamiento de las
medidas de estudio.
78
INFORME FINAL
Dos son los factores en relación al nivel de acogida de las medidas que condicionan el logro de
su efectividad. Por un lado, una aplicación real mínima en campo que permita observar
beneficios ambientales y, por otro, la distribución espacial de su aplicación.
En este apartado se realiza una revisión de la acogida en las CC. AA. de estudio, utilizando los
datos de acogida durante la anualidad 2011 (campaña agrícola 2010-2011) en comparación
con la superficie objetivo planteada en los Programas de Desarrollo Rural, y teniendo en cuenta
el año de cierre de la convocatoria.
Como se puede observar, en ninguna de las comunidades autónomas se han llegado a cumplir
los objetivos que se establecieron. Además, en el caso de Navarra y en la medida 1.8 de
Aragón, las convocatorias se cerraron mucho antes de cumplir los objetivos planteados para el
presente período de programación.
1
En Aragón se ha decidido trabajar solamente con las medidas 1.1 y 1.8, dado que representan los principales
requisitos que exigen estas medidas: mantenimiento del rastrojo, rotación año y vez y cultivo de leguminosas. Se elige
la medida 1.8 en vez de la 1.2 al haber más superficie acogida.
2
Durante las anualidades 2009 y 2010, la incorporación de nuevas hectáreas a la medida 1.8 de Aragón estuvo
limitada a 30 y 20ha/beneficiario.
79
INFORME FINAL
0-5
6 - 25
26 - 50
51 - 90
ZEPA esteparia
Figura 3.1. Porcentaje acogido a las medidas sobre la superficie potencial a nivel municipal.
80
INFORME FINAL
en relación a la superficie potencialmente acogible, para dar una idea de las dimensiones del
área de aplicación y de la concentración en el terreno de la superficie acogida.
Tanto las dimensiones del área de aplicación, como la aplicación real de la medida y la
coincidencia de ésta con superficies declaradas por su importancia para las aves esteparias es
muy variable entre CC. AA. En el caso de Aragón, la concentración de la aplicación de la
medida 1.1 en las ZEPA esteparias es algo mayor que en la 1.8. Tanto en Castilla-La Mancha
como en Castilla y León, el ámbito de aplicación de las medidas es muy amplio, sin embargo
en Castilla-La Mancha la aplicación real es muy baja, no llegando a concentrarse la superficie
en ninguna ZEPA esteparia. En Castilla y León, con una elevada aplicación en el terreno, el
porcentaje de superficie potencialmente acogible que finalmente está participando en la medida
es elevado en algunas ZEPA esteparias. En el caso de Cataluña el área de aplicación se
restringe a las ZEPA esteparias, pero la aplicación es muy baja, con lo que solamente se
consiguen niveles de concentración de superficie acogida elevados en determinados
municipios. Finalmente, aunque la aplicación en Navarra se realiza en todos los municipios del
sur, la concentración es mayor en las zonas esteparias calificadas como ZEPA.
Para caracterizar los municipios incluidos en el área de aplicación de las distintas medidas de
estudio, se han utilizado cuatro indicadores (tabla 3.2). Para calcularlos, se han utilizado datos
estadísticos a nivel municipal procedentes del último Censo Agrario (INE, 2009), datos de
superficie municipal procedentes del Instituto Geográfico Nacional. La superficie incluida en la
red Natura 2000 a nivel municipal ha sido calculada mediante un programa GIS a partir de las
coberturas disponibles en la página Web del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio
Ambiente.
Los resultados obtenidos para cada comunidad autónoma se pueden consultar en el anexo 3.1.
A continuación, se especifican las principales diferencias:
81
INFORME FINAL
Aragón
El ámbito de aplicación de las medidas 1.1 de mantenimiento del rastrojo y 1.8 de cultivo de la
alfalfa en secano está definido en base a la red Natura 2000 de Aragón, algo modificada para
la medida 1.8, y por lo tanto coincide en muchos casos. Los municipios en los que los cultivos
herbáceos de secano tienen más peso se localizan en el centro de la comunidad autónoma,
principalmente en la provincia de Zaragoza, siendo aquí también donde este tipo de
explotaciones es de mayor tamaño. Los cultivos herbáceos de regadío tienen un mayor peso
proporcional en las provincias de Zaragoza y Huesca. Todos los municipios tienen una parte
incluida en la red Natura 2000, que llega en bastantes casos a ser superior al 75% de su
superficie.
Cataluña
La medida que se aplica en Cataluña restringe su ámbito a las ZEPA esteparias de la Plana
Agrícola de Lleida. En esta zona, la proporción de cultivos herbáceos de secano es variable,
representando una pequeña parte de la SAU en los secanos occidentales y teniendo mayor
peso en los orientales, donde llega a representar en algunos casos hasta un 75% de la
superficie agraria. Sin embargo, las explotaciones son de pequeño tamaño, siendo en muy
pocos casos mayores de 30ha/explotación. En muchos de estos municipios los cultivos
herbáceos en regadío tienen un peso considerable, llegando en algunos municipios a
representar más de un 60% del total de los cultivos herbáceos, en la mayoría de los casos
siempre fuera de los límites de la zona protegida. En la mayor parte de los municipios la
superficie incluida en ZEPA es inferior al 50%.
Castilla-La Mancha
Castilla y León
82
INFORME FINAL
Extremadura
Región de Murcia
La Rioja
83
INFORME FINAL
3.3.1 OBJETIVOS
Los objetivos de esta parte del estudio son 1) comprender el marco de funcionamiento de las
medidas agroambientales dirigidas a mejorar el hábitat de las aves esteparias en las distintas
CC. AA. del país en el período de programación 2007-2013 y 2) detectar los puntos clave sobre
los que incidir para optimizar su funcionamiento, tanto desde un punto de vista técnico como
político.
Se ha trabajado en todas las CC. AA. con al menos una medida agroambiental de este tipo en
marcha. Es decir, Aragón, Cataluña, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Navarra, La Rioja,
Extremadura y Murcia.
3.3.2 METODOLOGÍA
La metodología está compuesta por dos fases: 1) consulta social en campo, realizada a través
de entrevistas a agentes regionales del sector y grupos de discusión con agricultores y 2) el
análisis de la información obtenida a través de distintas técnicas de investigación social.
Consulta social
Las entrevistas
A tal efecto, se ha utilizado una entrevista abierta y guiada (véase anexo 3.3) en la que se han
tratado los siguientes puntos: a) factores externos que influyen en la viabilidad y rentabilidad de
la explotación, b) principales tendencias en las explotaciones agrarias, c) factores que
determinan la participación en medidas agroambientales, d) carencias detectadas en el
presente período de programación, e) elementos a mantener en el próximo período de
programación, f) elementos a mejorar en la definición de las medidas en el próximo período de
programación, g) valoración del impacto de la medida, y h) valoración de la medida:
compromisos, prima, incompatibilidades y modulación.
84
INFORME FINAL
Para recoger la opinión directa de los agricultores se han utilizado grupos de discusión con
productores de herbáceos de secano en distintos municipios, centrando la conversación en el
funcionamiento de las medidas agroambientales para esteparias presentes en la región. Los
grupos de discusión son una técnica de investigación que permite obtener información que nos
dibuja un retrato de las perspectivas locales de manera combinada (Grudens-Schuck 2003).
Para lograr una efectiva difusión, se contactó con técnicos de Oficinas Comarcales Agrarias,
sindicatos y cooperativas. Además, se difundió una nota de prensa y se distribuyeron carteles
impresos y por correo electrónico.
En cada grupo de discusión (tabla 3.3) se siguió una dinámica similar: breve presentación del
proyecto y los objetivos del evento, debate sobre las medidas dinamizado por el personal del
proyecto, toma de actas en un papelógrafo, lectura y aprobación de las mismas. Además, cada
uno de los asistentes rellenó una pequeña encuesta en la que aportó la información sobre las
características de su explotación y algunas variables de los agricultores,. Una descripción del
desarrollo de cada encuentro se puede consultar en el anexo 3.2.
85
INFORME FINAL
En total, se han realizado doce grupos de discusión con agricultores, al menos uno en cada
comunidad autónoma. A estos grupos acudieron un total de 282 agricultores, obteniéndose una
medida de 23,5 agricultores/encuentro.
Análisis de la información
Para el análisis de la información se ha construido un mapa social, es decir, una
representación gráfica de los grupos, organizaciones y colectivos de un territorio concreto y las
relaciones que se dan entre ellos (Alberich 2007). El objetivo de esta representación es mejorar
la comprensión sobre el funcionamiento de las medidas agroambientales, así como entender el
nivel de participación en el proceso de los distintos actores implicados, que puede servir como
herramienta de reflexión sobre las diferencias que existen en este sentido entre las distintas
regiones.
Con este análisis, se pretende superar el conocimiento descriptivo de la realidad que nos
aportan los datos estadísticos y aportar un conocimiento explicativo del funcionamiento.
3.3.3. RESULTADOS
86
INFORME FINAL
87
INFORME FINAL
Se resumen brevemente los elementos dentro de cada categoría que han sido destacados en
el proceso de consulta social.
Marco legislativo
9 Existen otros programas a los que el agricultor puede optar, que actúan como
competencia de las medidas de estudio. En este período destacan las agroambientales
dirigidas a agricultura ecológica y el Plan Nacional para el Fomento de las Rotaciones
en secano.
9 La fórmula para el cálculo de la prima en función del lucro cesante y los costes
adicionales no permite la inclusión de un incentivo o el reconocimiento en términos
económicos de los beneficios ambientales generados.
88
INFORME FINAL
Con respecto a la convivencia de las distintas medidas aplicadas sobre los mismos
sistemas agrarios, las situaciones que se han detectado en este período varían
considerablemente entre CC. AA. En el caso de la Comunidad Foral de Navarra, la medida
Ayudas agroambientales en zonas esteparias, fue compatible a nivel de parcela con las
medidas Agricultura ecológica y el PNFR. En el otro lado de la balanza, en Castilla-La
Mancha la medida Agro-sistemas extensivos en secano es incompatible a nivel de
explotación con el PNFR, por lo que los agricultores tuvieron que optar entre una medida u
otra, y ni siquiera pudieron incluir un porcentaje de la explotación en cada medida.
La fórmula para el cálculo de la prima que se les ofrece a los agricultores como
contrapartida de la puesta en práctica de los requisitos agroambientales (descrita en mayor
profundidad en el apartado 3.5), solamente permite pagar por el coste añadido que las
medidas supongan para la explotación, y los beneficios que se dejen de percibir, a lo que
es posible añadir otros costes vinculados a requisitos que no corresponden al trabajo en
campo sino a otros burocráticos. En esta situación, al agricultor se le ofrece una
contrapartida económica que en teoría no genera ningún beneficio económico extra a la
explotación. Sin embargo, existen otras opciones de cálculo de la prima, como la utilizada
en otros períodos de programación, que incluían el concepto de incentivo, mediante el cual
se justificaba un pago extra por el esfuerzo que conlleva al agricultor cambiar unas
prácticas agrarias en la gestión de su explotación ya establecidas por otras nuevas y
89
INFORME FINAL
desconocidas. Otra alternativa sería el uso de los pagos por servicios ambientales, en los
cuales se establecen fórmulas de cálculo que asignan un valor económico a los beneficios
ambientales generados por la explotación.
Definición de la medida
¾ Para lograr una mayor adaptación de los requisitos y las primas a las condiciones
específicas de cada explotación, se demanda una regionalización de los mismos. En
las CC. AA. de mayor tamaño ya se contemplan regionalizaciones relacionadas
principalmente con los calendarios incluidos en las medidas.
Uno de los temas más recurrentes en las entrevistas y grupos de discusión con agricultores
ha sido la falta de participación del sector agrario en la definición de las medidas
agroambientales de estudio. La implicación de los agricultores y de los agentes del sector
agrario en la definición de la medida tendría implicaciones en varios de los elementos:
permitiría adaptar en mayor medida los requisitos de las medidas a las características de
90
INFORME FINAL
Gestión de la medida
• La solicitud de las medidas agroambientales se incluye en todas las CC. AA. dentro de
la solicitud del Pago Único, que se realiza a partir de abril y por tanto después de las
labores de siembra, en el caso de los cultivos de cereal de invierno. Por lo tanto, el
agricultor debe confiar en que se convocarán las ayudas y realizar las prácticas
agroambientales. En este sentido, en Castilla y León se hace una preorden con la
previsión de convocatoria y los requisitos que se incluirán en la agroambiental antes de
que los agricultores realicen las siembras, hecho que está valorado muy positivamente
por los agricultores.
• El nivel de información sobre las medidas del que disponen los agricultores es el
elemento inicial que posibilita la decisión de acogerse a las mismas.
91
INFORME FINAL
compromisos de año en año, suponiendo para los agricultores una grave dificultad el estar
al día de estas modificaciones. A esto se une el hecho detectado en este período de
programación de graves retrasos en los pagos y en las comunicaciones de varias
anualidades en algunas comunidades autónomas. La falta de atención a estos puntos
puede suponer un grave contratiempo para el éxito en la implementación de las medidas
de estudio, ya que todos ellos contribuyen a crear un ambiente de rechazo entre los
agricultores.
Características regionales
• Los cultivos extensivos de secano han sido pastoreados tradicionalmente por ganado
ovino y caprino para optimizar así el uso de los recursos, y en muchos casos se
destacan conflictos que se crean con este sector debido a las limitaciones de
aprovechamiento en barbechos, rastrojos y leguminosas durante determinados meses
del año que imponen este tipo de medidas.
Aunque existe una idea bastante clara de cuáles son las prácticas agrarias potencialmente
beneficiosas para las aves esteparias, es muy importante considerar en la definición de las
medidas agroambientales las características de las explotaciones agrarias en cada región,
así como el resto de aprovechamientos compatibles. En cuanto a las características de las
explotaciones, el tamaño de parcela y el nivel de especialización en el cultivo de herbáceos
de secano pueden ser determinantes. Además, la ganadería en extensivo convive en el
terreno con la agricultura de herbáceos de secano, siendo utilizados rastrojos y barbechos
para el pastoreo. Las condiciones de las medidas agroambientales de estudio limitan estas
actividades y pueden tener un efecto en la ganadería de la región, generando una
diferencia en la acogida y percepción de la medida entre agricultores-ganaderos y
agricultores especializados.
92
INFORME FINAL
Tabla 3.4. Resumen de elementos destacados por comunidad autónoma durante la consulta social.
93
INFORME FINAL
3.3.4. CONCLUSIONES
Para lograr la eficiencia de una política es necesario analizar todo el ciclo del funcionamiento
de la misma, de manera que se puedan identificar sus límites, y tenerlos en cuenta en cualquier
evaluación que se realice.
Gran parte de los inconvenientes que los agricultores destacan de las medidas no se refieren a
los requisitos a implementar en campo, sino a la definición y gestión de las mismas. En la
mayoría de los casos en los que se refiere a la medida en sí, se podrían solucionar con un
diálogo previo o proceso de participación entre los agricultores, científicos y Administración
competente, evitándose así que en la puesta en práctica de las medidas haya incoherencias
entre los requisitos exigidos y las características de las explotaciones en las que se aplican, o
perjudiquen a las prácticas ganaderas habituales en la zona compatibles con los objetivos de
las medidas.
Existe una demanda de mayor información sobre los efectos ambientales de las medidas por
parte de los agricultores, e incluso de los técnicos del sector.
94
INFORME FINAL
En este punto se plantea un análisis de los factores que influyen la decisión de acogerse a las
medidas agroambientales de estudio por parte de los agricultores a través de la información
recogida mediante encuestas individualizadas a agricultores en tres casos de estudio. Además,
y entendiendo que el conocimiento de la existencia de las medidas y de las implicaciones que
éstas tienen para la gestión de la explotación es el primer paso necesario para la toma de la
decisión, se ha realizado también una serie de charlas informativas en distintos municipios, en
los que además se ha solicitado a los agricultores asistentes rellenar un cuestionario sobre las
fuentes de información, para poder desarrollar así estrategias de comunicación más efectivas.
En la tabla 3.5 se especifican algunas de las principales diferencias entre las zonas de estudio.
En cuanto a los requisitos que se exigen en las medidas implementadas en cada región,
tenemos por un lado a Castilla-La Mancha con una medida integral para la explotación en la
que se piden porcentajes de determinados cultivos de leguminosa, cereal de ciclo largo y
barbecho, así como de tierras sin producción, y algunos requisitos de aplicación a nivel de
parcela. En el caso de Cataluña se ha diseñado una medida específica para el cultivo del
cereal, en la que se determina también una gestión de las tierras en barbecho, así como
algunos otros requisitos de no producción y de aplicación en parcela. En el caso de Aragón, se
ha optado por el diseño individualizado de las medidas, en este caso de estudio se han
analizado dos medidas: la 1.1 que implica el mantenimiento del rastrojo en cultivos de cereal e
implícitamente el mantenimiento de la rotación año y vez y la 1.8 que conlleva la implantación
del cultivo de alfalfa en secano.
La interferencia con otras medidas que se aplican potencialmente sobre las mismas
explotaciones, es distinta también en cada región. En el caso del PNFR, principal competidor
95
INFORME FINAL
de las medidas de estudio, en Castilla-La Mancha se decidió que fuera incompatible a nivel de
explotación, mientras que en Aragón solamente es incompatible a nivel de parcela y en
Cataluña no es de aplicación, debido a la mayor productividad de las tierras.
3.4.1.1 OBJETIVOS
Los objetivos que se plantean en este apartado son: 1) comprender qué factores influyen en la
decisión de participar o no en los programas de medidas agroambientales de estudio, 2)
analizar qué atributos de los contratos son mejor valorados por los agricultores, y 3) observar
las diferencias entre los casos de estudio seleccionados.
3.4.1.2 METODOLOGÍA
Se han realizado un total de 582 encuestas, de las cuales 126 se han realizado en Castilla-La
Mancha4, 93 en Cataluña y 363 en Aragón. El porcentaje de acogidos a las medidas es de un
61,29% en Cataluña, un 3,2% en Castilla-La Mancha y en la muestra de Aragón, un 25,9%
participa solo en la medida 1.1 y un 17,94% solo en la medida 1.8, y un 5,2% participa en
ambas medidas.
3
La encuesta para el caso de estudio de Aragón se definió conjuntamente con el equipo del CEIGRAM. Las encuestas
en Cataluña y Castilla-La Mancha se definieron tomando ésta como base para que fueran comparables.
4
Las encuestas realizadas en Castilla-La Mancha han sido posibles gracias al apoyo del IREC
96
INFORME FINAL
Los factores favorables para acogerse a las medidas de estudio han sido valorados en una
escala de Likert (1-5), al igual que los atributos de los contratos agroambientales. Por otro lado,
para contabilizar las respuestas sobre los factores que han frenado la acogida se ha realizado
un conteo del número de respuestas.
3.4.1.3 RESULTADOS
Tamaño de la explotación
El tamaño medio de explotación ronda las 100ha, encontrándose las de mayor tamaño en
Castilla-La Mancha y las de menor en Cataluña. En Cataluña hay menor variación entre los
tamaños de explotación, siendo el máximo de 400ha/explotación, mientras que en Cataluña y
en Aragón se llega a las 800ha/explotación. En el caso de Cataluña, las explotaciones de los
agricultores encuestados son en general de mayor tamaño que las medias registradas en la
caracterización a nivel municipal.
Aprovechamientos
En el caso de Castilla-La Mancha el 98,39% de los agricultores que se han encuestado tienen
cereal en secano en la explotación, y el 36,3% tienen leguminosas. En Aragón, el 93,6%
incluyen cereal en su alternativa de cultivos y el 41,3% leguminosas.
La edad media de los agricultores encuestados ronda de medida entre los 50 y los 55 años,
siendo en el caso de Castilla-La Mancha donde los agricultores son más jóvenes y en Aragón
donde tienen mayor edad
97
INFORME FINAL
Formación
Tanto en los casos de Castilla-La Mancha como en Aragón el nivel de estudios de la mayoría
de los agricultores encuestados es la educación básica, mientras que en el caso de Cataluña
son casi un 70% los que han superado el bachillerato. En la muestra de agricultores de
Castilla-La Mancha el nivel de estudios es algo superior al de la muestra de Aragón.
15,22
Universidad
52,17
Bachillerato
Sin estudios
3,2
El primer elemento necesario para que el agricultor pueda tomar la decisión de acogerse a las
medidas es tener conocimiento de la existencia de las mismas. En la tabla 3.8 se aporta la
información sobre el porcentaje de encuestados que afirmaron conocer bien las medidas, no
conocerlas, y que éstas les sonaban, aunque no las conocieran bien. Se aprecia una clara
diferencia entre las comunidades de Cataluña y Aragón, donde el conocimiento de las medidas
es bastante elevado y Castilla-La Mancha, donde la mayoría de agricultores desconocen la
existencia de estas medidas. Si bien es cierto que esta información parece ser representativa
de la situación en cada una de las regiones, los resultados pueden estar sesgados por el nivel
de acogidos en la muestra, diferente en cada comunidad autónoma.
98
INFORME FINAL
Tabla 3.8. Nivel de conocimiento de las medidas agroambientales entre los encuestados.
Estas diferencias en la información sobre las medidas de la que disponen los agricultores,
pueden estar relacionadas con la fuente de información que utilizan. Mientras que en Aragón y
Cataluña la principal fuente de información son las Oficinas Comarcales Agrarias (40,4% y
50,4% de los encuestados), en Castilla-La Mancha queda relegada a una de las últimas, con
tan solo un 7,4%, siendo las cooperativas la principal fuente de información, con un 34,7% de
los encuestados. En cualquier caso, este aspecto se desarrolla en mayor profundidad en el
siguiente apartado.
Este aspecto solamente se valora en Cataluña y Aragón, al ser muy bajo el porcentaje de
acogidos en Castilla-La Mancha. En ambos casos (tabla 3.9), los factores más valorados son la
rentabilidad económica para la explotación y la seguridad en los ingresos que suponen las
medidas. Seguidamente, las opiniones divergen entre los dos casos de estudio y en Aragón se
valoran la facilidad en la gestión y el ahorro de tiempo, mientras que en Cataluña se valoran
más la necesidad de estas medidas desde un punto de vista ambiental y sus efectos en la
fertilidad de la tierra.
CAT ARA
FACTOR
Media Orden Media Orden
Rentabilidad económica 3,05 1 4,54 2
Seguridad ingresos 3,02 2 4,56 1
Ahorro gasoil 1,83 5 2,4 7
Facilidad gestión NP 4,07 3
Disminución tiempo actividad 1,55 6 3,23 4
Mejora de la fertilidad 1,87 4 3,14 5
Necesidad ambiental 2,46 3 2,82 6
99
INFORME FINAL
Se valoran cinco atributos de los contratos agroambientales: la prima, o cantidad de dinero que
percibe el agricultor por hectárea que suscribe a la medida; la flexibilidad para no tener que
acoger todos los años la misma superficie; la multa o importe que el agricultor debe pagar en
caso de que se detecte un incumplimiento; el requisito de incluir un porcentaje de leguminosas
en las tierras cultivadas y las limitaciones al aprovechamiento durante determinados períodos
de tiempo.
En los tres casos los agricultores afirman darle una mayor importancia a los atributos
relacionados con la gestión de las medidas, como son la prima y la flexibilidad de que se dota a
la medida agroambiental, y en el caso de Castilla-La Mancha y Cataluña también a la multa.
Aparecen en un segundo plano en las tres CC. AA. los atributos relacionados con los requisitos
de las medidas a aplicar en campo. Entre ellos, los agricultores dan una mayor importancia a
las limitaciones de calendario relacionadas con los aprovechamientos, que a la obligación de
incluir un porcentaje de leguminosas.
100
INFORME FINAL
Para valorar el efecto ambiental de las medidas percibido por los agricultores que
potencialmente están encargados de ponerlas en práctica, se les ha preguntado cuál es en su
opinión la efectividad de las mismas, y también qué otros beneficios pueden aportar estas
medidas a las explotaciones en las que se aplican.
En Castilla-La Mancha y en Aragón parece haber una tendencia hacia la idea de que las
medidas que se aplican tienen un efecto positivo sobre las poblaciones de aves esteparias. En
el caso de Cataluña sin embargo, predominan las personas que piensan que las medidas no
son efectivas.
CAT
26
CLM 37
ARA 26
En los tres casos de estudio, los agricultores que manifiestan encontrar otros beneficios a las
medidas agroambientales de estudio son una minoría. Sin embargo, en este grupo, aparecen
varios beneficios detectados, como son, en primer lugar, la disminución de la erosión del suelo
(especialmente en Castilla-La Mancha), gracias al mantenimiento del rastrojo tras la cosecha. A
esto le sigue, la valoración del incremento de nutrientes en el suelo, debido al descanso de la
tierra de la producción al aumentar la proporción de las tierras en barbecho y a la implantación
de cultivos de leguminosas. Por otro lado, la prevención de incendios también aparece como
un beneficio de estas medidas, aunque en este punto en el caso específico de Cataluña,
algunos agricultores afirman que el efecto es exactamente el contrario. De manera general,
también se llama la atención en las tres regiones sobre los efectos positivos sobre la
biodiversidad.
101
INFORME FINAL
El conocimiento de la existencia de las medidas es el primer paso indispensable para que los
agricultores tengan la oportunidad de tomar la decisión sobre si acogerse a las mismas. Desde
el proyecto Ganga se ha realizado un esfuerzo por comunicar su existencia y cómo éstas
encajarían en las explotaciones sobre las que se aplican y en las economías de los
agricultores. Además, de cara al diseño de estrategias de comunicación efectivas en futuros
períodos de programación, se ha realizado una encuesta a los asistentes para establecer su
nivel de conocimiento previo, las fuentes de información que utilizan y de cuáles preferirían
disponer.
1,64
CAT
73,77
52,78 Leguminosas
CyL
86,11 Cereal de invierno
65,31
CLM
84,35
102
INFORME FINAL
4
>100 36
20,8
19
50 a 100 40
29,6
CAT
44
10 a 50 16 CyL
36
CLM
17
5 a 10 0
10,4
16
<5 8
3,2
Fuentes de información
Interés por la información: Más allá de la estrategia que se decida seguir para informar a los
agricultores sobre la existencia y contenido de las medidas agroambientales de estudio, es
necesario contar con la predisposición de los agricultores a recibirla. En este sentido, se ha
preguntado, tras la exposición de la información sobre las medidas agroambientales, el interés
que ha tenido para ellos la información que han recibido.
9,09
Nada
9,09
Poco 4,35
4,55
33,88
Algunas cosas 39,13
40,91
47,93
56,52
M ucho
54,55
Como se puede observar en las tres comunidades autónomas en las que se ha trabajado, se
manifiesta un interés por parte de los agricultores por la información recibida. Sin embargo, es
posible que los agricultores no tengan acceso a la información desde una fuente cercana, o con
la que se les permita interactuar. Los encuestados manifiestan que obtienen la información
mayoritariamente desde sindicatos agrarios (CLM 50%, CyL 30% y CAT 33%), seguidos de la
Administración (CLM 18%, CyL 20% y CAT 22%), existiendo pequeños grupos que se informan
a través de otros agricultores (en CyL sobrepasa el 10%), asesores, bancos, prensa e Internet.
103
INFORME FINAL
Charlas 41
31
especializadas
31
Organización 17
31
agraria 32
13
Internet 3
12
Teléfono de 5
información 8
4
24
Manuales escritos 28
21
3.4.3 CONCLUSIONES
De un lado, los agricultores que han decidido participar en las medidas de estudio lo han hecho
principalmente por motivos económicos. Sin embargo, en Aragón, se valoran por encima
parámetros de simplificación de la gestión y ahorro de tiempo y en Cataluña otros como la
necesidad ambiental y la mejora en la fertilidad de las tierras.
Por otro lado, entre los que han decidido no acogerse a las medidas, aparece la competencia
con otras medidas como motivo mayoritario en Aragón, mientras que en Cataluña y Castilla-La
Mancha, zonas en general más productivas, el motivo ha sido no querer limitar su capacidad de
decisión sobre qué hacer en campo según vaya el año.
104
INFORME FINAL
Por otro lado, parece manifiesto el hecho de que los agricultores tienen interés por recibir una
mayor información sobre las medidas agroambientales a las que pueden optar en el marco de
la PAC, y que de manera general prefieren hacerlo mediante charlas especializadas, que les
permiten resolver sus dudas en el mismo momento, y con el apoyo de textos explicativos, que
les faciliten una reflexión individual sobre la posibilidad que se les oferta.
De esta manera, se puede recomendar incrementar las estrategias de comunicación con los
agricultores sobre medidas agroambientales de manera más cercana, en los distintos
municipios de aplicación o en las cabeceras comarcales, apoyadas con textos explicativos, y
en colaboración con las organizaciones agrarias.
105
INFORME FINAL
En este apartado se ha decidido trabajar con las medidas 1.1 y 1.8, para cubrir el conjunto de
requisitos que se aplican en la región. Entre las medida 1.2 de cultivo de esparceta y la medida
1.8 de cultivo de alfalfa en secano, se optó por la medida 1.8 al estar aplicándose en mayor
superficie que la 1.2.
Calculando el porcentaje sobre la prima que suponen estos tres tipos de costes para cada una
de las medidas (tabla 3.12), se obtiene que los costes incluidos en el lucro cesante son los que
mayor peso tienen en el cálculo de las primas.
106
INFORME FINAL
Sistemas agrarios de
especial interés para la
Extremadura 74% 20% 6%
protección de las Aves
Esteparias
Agroecosistemas
62% 9% 29%
extensivos de secano
35% 49% 16%
(con leguminosa)
Castilla y León Cultivo alfalfa secano
97% 0% 3%
“Tierra Campos”
Girasol de secano en
20% 64% 17%
rotación
Agrosistemas extensivos
76% 9% 15%
de secano
Castilla La (43%) (48%) (9%)
(con leguminosa)
Mancha
Cultivo de girasol de
0% 83% 17%
secano
Gestión de cereales de
45% 50% 5%
ciclo largo
Cataluña
Gestión de cubiertas en
96% 0% 4%
barbechos
Cultivo de esparceta en
100% 0% 0%
rotación
Aragón
Mantenimiento del
100% 0% 0%
rastrojo
Por otra parte, es importante tener en cuenta que los resultados económicos están sometidos a
factores de riesgo que inciden en la volatilidad de las rentas que perciben los agricultores. Uno
de los factores de riesgo más importantes es la volatilidad de los mercados agrarios, siendo un
hecho constatado que ésta ha aumentado considerablemente en la última década (Cramon-
Taubadel 2009) y se prevé una mayor volatilidad en el futuro (OECD 2011 y FAO 2012).
Además hay que añadir una alta variabilidad climática que se traduce en fuertes oscilaciones
en la productividad de las explotaciones.
107
INFORME FINAL
3.5.1.1 OBJETIVO
A partir de estas consideraciones, se plantea el objetivo de evaluar el impacto que tienen estas
medidas en la rentabilidad económica de las explotaciones en las que se aplican. A tal efecto,
se plantea un estudio comarcal en Aragón.
3.5.1.2 METODOLOGÍA
El modelo se aplica a nivel comarcal para captar las diferencias de rendimientos e identificar
patrones espaciales en relación con la acogida. Se han incluido datos relativos a rendimientos,
costes y precios (Gobierno de Aragón, INE, MARM y MINETUR, varios años) e información
detallada sobre la contabilidad de explotaciones dedicadas a los cultivos herbáceos en la zona
(MARM 2009), seleccionándose el cultivo de cebada como representativo del cereal en la zona.
Se definen dos escenarios que permiten considerar la influencia de los mercados agrarios:
108
INFORME FINAL
Para evaluar el impacto de participar en las medidas sobre el riesgo que afronta la explotación,
se construye un modelo de simulación de Montecarlo que permite incorporar el carácter
estocástico de las variables económicas y caracterizar en términos de probabilidad sus
posibles resultados económicos. Se realiza para tres comarcas tipo en función de su
productividad.
3.5.1.3 RESULTADOS
La rentabilidad simulada para las explotaciones tipo sin medida (véanse figuras 3.10 y 3.12),
nos ofrece una diferenciación entre comarcas, obteniéndose para algunas de ellas
rentabilidades muy bajas, e incluso negativas, como es el caso de Zaragoza y Caspe, y para
otras resultados positivos.
Se entiende aquí que un margen bruto mayor que cero puede ser un umbral de referencia
orientativo para caracterizar la tendencia a medio plazo, asumiendo que los ingresos de la
actividad deben cubrir los costes directos, mano de obra y maquinaria para que exista incentivo
suficiente para mantener la actividad.
Escenario base
Los resultados obtenidos para la medida 1.1 (figura 3.10) indican que esta medida mejora la
rentabilidad de las explotaciones marginales. Si bien la cuantía absoluta de la prima es
moderada, en términos relativos su influencia es importante ya que permite revertir la situación
de rentabilidad negativa a positiva en algunas comarcas, y acercar al umbral de rentabilidad a
aquellas explotaciones situadas en las zonas más marginales como Zaragoza y Caspe.
109
INFORME FINAL
250
200
150
129
119 115
119
106 108
120 107
92 97
100 84 88
4845
50 3333
1720 Sin medida
€/ha
2
0
‐3 ‐8
ZA
A
S
A
A
AN
E
RA
CA
CA
A
NO
NA
ON
UE
‐15
RB
RO
SP
‐17 Con medida 1.1
RO
SC
RZ
RJ
NC
GO
TE
LO
RO
LB
‐25
DI
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G
TA
A
CA
UE
BO
GO
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‐29
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‐50
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‐42
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‐49
D
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YA
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CA
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‐58 ‐65
BA
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HO
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HO
D
‐76
E L
CU
IA
D
D
‐100 IA
AN
EA
UN
RR
EJ
LM
SE
‐116 ‐114
A
LA
‐150 ‐142
‐145
‐200
Figura 3.10. Margen bruto con y sin medida 1.1. Escenario base
Fuente: CEIGRAM, 2012 (anexo 3.3)
40
29 28
30
20 18
16
13
10
€/ha
10 9
5
3
0
0
‐3
‐10 ‐8
‐10
‐13 ‐12
‐13
‐14
‐20
Los resultados obtenidos para la medida 1.8 son más homogéneos entre comarcas, siendo en
todas ellas positivos tanto el margen neto como el margen bruto para las explotaciones que
participan en la medida.
110
INFORME FINAL
150
129
119 120 119
92 97
100
59 61
52 56 54 54 52 56
47 46 46 46 4847 49 49 44
50 43
33
17
0
‐3
Sin medida
EL
BE
ZA
A
A
OS
RA
A
CA
E
AN
CA
CA
OS
NA
NO
ON
SP
SC
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‐17
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€/ha
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‐25
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‐50
D
D
RI
M
‐42
CA
OÑ
YA
E M
J
SO
CA
YA
BA
OS
HO
EN
HO
D
E L
Con medida 1.8
CU
IA
D
‐65
D
IA
AN
‐76
EA
UN
RR
EJ
LM
SE
‐100
A
LA
‐150 ‐142
‐145
‐200
Figura 3.12. Margen bruto con y sin medida 1.8. Escenario base
Fuente: CEIGRAM, 2012 (anexo 3.3)
El impacto diferencial de la medida 1.8 es mayor que en la 1.1, acrecentándose las diferencias
positivas y negativas entre comarcas. De esta manera, el impacto en la rentabilidad es muy
positivo en las zonas de muy baja productividad y muy negativo en las regiones muy
productivas.
225
200 191 186
175
150
123
125 111
100 91
74 69
75
46
50
€/ha
35
25 13
0
‐1
‐25
‐50 ‐36
‐43
‐75 ‐62 ‐57
‐65
‐73
‐100
‐125
‐150
111
INFORME FINAL
207
201
200
177
158 154
150 138 135
120
112
99
100 90
81 82 Sin medida
74
5955
€/ha
50
3031 Con medida 1.1
1518
0
L
BE
ZA
A
A
S
A
RA
AN
E
CA
CA
CA
OS
NO
NA
ON
UE
RO
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D
RI
‐50
M
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YA
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CA
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BA
OS
HO
E D
EN
HO
‐54
D
‐57
E L
CU
IA
D
D
IA
AN
‐71
EA
UN
‐76
RR
EJ
LM
SE
‐100
A
LA
Figura 3.14. Margen bruto con y sin medida 1.1. Escenario precios altos
Fuente: CEIGRAM 2012 (anexo 3.3)
30
20 18 17
10
4
1
0
‐3
€/ha
‐10 ‐7 ‐8
‐13
‐15
‐20
‐20
‐23
‐30
‐31
‐32
‐36 ‐35
‐40 ‐37
‐38
‐50
112
INFORME FINAL
400
300 280
268 268 266
232 239
200 177
158
135
112
90 Sin medida
100 81
€/ha
52 56 54 54 5949 59 61 56
47 46 46 46 47 49 43 52 44
30
15
Con medida 1.8
0
EL
ZA
A
A
OS
A
CA
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RA
AN
CA
CA
OS
NO
NA
ON
RB
SP
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D
‐71
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‐76
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‐100
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EN
HO
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CU
IA
D
D
IA
AN
EA
UN
RR
EJ
LM
SE
A
LA
‐200
Figura 3.16. Margen bruto con y sin medida 1.8. Escenario precios altos
Fuente: CEIGRAM 2012 (anexo 3.3)
150
121 115
125
100
75
50 33
25 17
0
‐25 ‐10
€/ha
‐125 ‐112
‐150 ‐130
‐175
‐176
‐200 ‐186
‐225 ‐210 ‐204
‐214
‐224
‐250
En las siguientes figuras (3.18 a 3.20) se representa la función de distribución para el margen
bruto. Cada uno de los posibles valores de este parámetro, que se representan de menor a
mayor, tiene una probabilidad asociada.
113
INFORME FINAL
En las comarcas de muy baja productividad, como es el caso de Zaragoza (figura 23), las
medidas actúan disminuyendo la volatilidad de las rentas. Así, en las explotaciones acogidas a
la medida 1.1 la probabilidad de incurrir en pérdidas importantes es menor que en las
explotaciones no acogidas. La probabilidad de tener importantes beneficios disminuye muy
levemente al participar en la medida.
En las comarcas de productividad media, como es el caso de Bajo Aragón (figura 24), se
mantiene el mismo efecto que en las comarcas con bajos rendimientos.
114
INFORME FINAL
Figura 3.19. Función de distribución del margen bruto – Comarca de Bajo Aragón.
Fuente: CEIGRAM 2012 (anexo 3.3)
En las comarcas con productividad alta como Hoya de Huesca (figura 25), la participación en la
medida agroambiental provoca una mayor disminución de la probabilidad de tener beneficios
importantes.
Figura 3.20. Función de distribución del margen bruto – Comarca de Hoya de Huesca.
Fuente: CEIGRAM 2012 (anexo 3.3)
115
INFORME FINAL
3.5.1.4 CONCLUSIONES
Los costes que conllevan las medidas agroambientales de estudio están vinculados
principalmente al lucro cesante. Además, al calcularse las primas a través de valores medios
de los rendimientos productivos, se crea una situación en la que la rentabilidad de las medidas
está principalmente condicionada por la productividad de las explotaciones en las que se
aplican.
En las regiones de baja productividad, las medidas tienen un doble efecto de mejora de la
rentabilidad económica y de disminución de la volatilidad de las rentas. Además, en escenarios
de incremento de los precios, para estas regiones las medidas siguen manteniendo un efecto
positivo en su rentabilidad.
Comparando los dos tipos de medida, ambas tienen el mismo impacto sobre la rentabilidad,
que se acentúa para la medida 1.8. En general, las dos son más atractivas para las
explotaciones con menores rendimientos, especialmente como consecuencia de calcular las
primas sobre valores medios.
3.5.2.1 OBJETIVOS
• modelizar las preferencias hacia los contratos, estudiando las características más y
menos valoradas y la disposición a aceptar.
Metodología
En primer lugar, se seleccionan las variables para la construcción del modelo en base a la
bibliografía existente (por ejemplo, Vanslembrouck et al 2002 y Espinosa Goded y Barreiro-
Hurlé 2009). Con respecto a la renta, se incluye una variable que identifica a los agricultores
con una renta inferior a 20.000€ al año (‘rentabaja’). En relación con las características de la
actividad agrícola se incluye una variable llamada ‘ZEPA’, que identifica a los agricultores que
116
INFORME FINAL
declaran que su explotación se localiza en este tipo de espacio. También se identifican las
explotaciones calificadas como prioritarias (‘calificación’). Se incluye además un indicador que
denota si la persona encuestada se dedica a la actividad agrícola a tiempo completo
(‘completo’). Asimismo, se analiza el efecto que tiene el grado de conocimiento de los
encuestados acerca de las medidas propuestas (‘conoce’). En último lugar, y dado que una
amplia mayoría de la muestra encuestada es masculina, se analiza el efecto de ser varón con
respecto a determinadas características: creer que estas medidas son muy rentables
(‘rentabilidad*hombre’), pensar que estas medidas son muy efectivas (‘efectividad*hombre’) y
pensar que estas medidas son necesarias desde un punto de vista ambiental
(‘ambiental*hombre’).
Se utiliza un modelo logit, calculado con la versión LIMDEP NLOGIT 5.0. La especificación del
modelo es la siguiente:
z = x´β = edadi β + rentabajai β + ZEPAi β + ambientali β + ambiental* hombrei β +
rentabilidadi * hombreβ +efectividadi * hombreβ +calificacióni β
Resultados
Se obtiene como resultado que los agricultores con rentas más bajas están más dispuestos a
participar en las medidas, al igual que los varones que piensan que estas medias son muy
rentables, los agricultores que afirman que sus explotaciones se encuentran localizadas en una
ZEPA, y los agricultores que se dedican a tiempo completo a la actividad agrícola.
Sin embargo, la variable que identifica a aquellos agricultores varones que creen en la
importancia de estas medidas desde un punto de vista medioambiental muestra,
paradójicamente, un efecto negativo en la disposición a participar.
117
INFORME FINAL
Metodología
Los experimentos de elección guardan un gran parecido con el comportamiento habitual de los
individuos, ya que consisten en elegir una alternativa entre un conjunto de alternativas
disponibles. Adicionalmente, se puede incorporar un atributo monetario, y en este caso, se
podrá estimar una disposición a aceptar (Hanley et al. 1998) por cada uno de los atributos
considerados.
Prohibición de laboreo o
aprovechamiento de Prohibición de realizar labores en Ninguna 1 Abril al 1
barbecho durante el barbecho algunos meses del año restricción Agosto
algunos meses del año
El diseño del conjunto de elección fue realizado a través de un diseño factorial fraccional. Este
proveía de 8 conjuntos de elección por individuo. A continuación, se utilizó este diseño de
partida para mejorarlo, mostrando una eficiencia final del diseño seleccionado de un 97,60%.
Para el análisis de las preferencias mostradas por los agricultores hacia los contratos
propuestos se han seleccionado 9 variables basadas también en la bibliografía previa
existente.
118
INFORME FINAL
Por otra parte, un aspecto de potencial interés es la influencia del capital social, que se recoge
como el hecho de formar parte de un sindicato o similar (‘sindicato’).
Variable %
Joven 21,5
Educación 21,8
Arrendar 52,3
Conoce 59,8
Hombre 82,9
Rentabilidad * hombre 38,1
Efectividad * hombre 27,4
Ambiental * hombre 14,4
Sindicato 21,5
Finalmente, también se tendrán en cuenta las características de los contratos propuestos a los
agricultores; es decir, la cuantía de la ayuda (‘prima’), la libertad para decidir la superficie
acogida cada año (‘flexibilidad’), la sanción en caso de incumplimiento de los requisitos de la
medida acogida (‘multa’), la obligación de incluir el cultivo de alfalfa o esparceta en un
porcentaje variable de la superficie declarada (‘leguminosas’) y la prohibición de realizar
labores en el barbecho algunos meses del año (‘restricción’).
119
INFORME FINAL
Modelos empleados
En primer lugar se estimó un modelo logit condicional simple, que permite calcular la
probabilidad de que un determinado agricultor seleccione un contrato agroambiental concreto,
siendo esta elección condicional sobre los atributos de la elección (Greene 1997 pp. 913-914;
Maddala [1983] 1999, pp. 42), que en este caso son la prima, la flexibilidad, la multa, la
inclusión de leguminosas y las restricciones en el calendario.
En segundo lugar, se calcula un modelo logit condicional ampliado, donde se han incluido el
resto de variables sociodemográficas y las características de las explotaciones explicadas
anteriormente.
Resultados
Con el modelo logit condicional ampliado (tabla 3.16) se complementa este resultado con los
siguientes puntos:
• Los agricultores más jóvenes prefieren no participar en este tipo de contratos, al igual
que aquellos que trabajan tierras arrendadas. Además, los varones que piensan que
estas medidas son efectivas en términos ecológicos, prefieren no participar en estos
programas.
• Por otro lado, los individuos que tienen rentas bajas valoran positivamente una mayor
flexibilidad sobre la superficie que dedican a acoger las medidas.
5
Se opta por esta especificación, luego de estimar diferentes modelos en las que los parámetros aleatorios siguen
diferentes distribuciones y comparar los diferentes estadísticos como el log-likelihood, el pseudo R2 de McFadden y el
criterio AIC (criterio de información Akaike), con el fin de quedarse con el modelo que mejor ajusta (Hess (2010)).
120
INFORME FINAL
Atributos
Prima 0,021*** 0,001 0,000
Flexibilidad -0,006*** 0,002 0,004
Multa -0,002*** 0,000 0,000
Leguminosas -0,008** 0,004 0,034
Restricción -0,105*** 0,015 0,000
Características sociodemográficas
Joven -0,686*** 0,205 0,002
Educación -0,267 0,213 0,217
Ambiental*hombre -0,744** 0,339 0,030
Sindicato -0,775*** 0,208 0,000
Características de las explotaciones y de las medidas
Flexibilidad*rentabaja 0,007* 0,006 0,077
Arrendar -0,464** 0,185 0,035
Conoce 0,544** 0,203 0,023
Rentabilidad*hombre 2,314*** 0,313 0,000
Efectividad*hombre -1,109*** 0,190 0,000
Desviación estándar de los parámetros aleatorios
Flexibilidad 0,006*** 0,002 0,004
Multa 0,002*** 0,000 0,000
Leguminosas 0,008** 0,004 0,034
Restricción 0,105*** 0,015 0,000
N 1452
2
Log-likelihood R -1086,082
Pseudo 0,279
Fuente: CEIGRAM 2012 (anexo 3.3)
Se mide en este punto la disposición de los agricultores a aceptar una determinada cantidad de
dinero por tolerar una pérdida o renunciar a un beneficio. Como resultado se obtiene (tabla
3.17) que el atributo que más esfuerzo supone aceptar a los agricultores son las restricciones
en el aprovechamiento durante determinadas épocas del año. Para el resto de atributos, los
valores de la DAA son muy bajos.
121
INFORME FINAL
3.5.2.4 CONCLUSIONES
Los factores económicos son los que más peso tienen en la decisión de acogerse a las
medidas de estudio. De hecho, la magnitud de la prima es el único atributo que los agricultores
discriminan positivamente. Además, aquellos agricultores que tienen rentas más bajas y los
que las entienden como rentables, es más probable que participen en este tipo de contratos,
reduciéndose esta probabilidad si las tierras que trabaja el agricultor son arrendadas.
Por otro lado, aunque el hecho de que la explotación esté situada en zona ZEPA (o más bien
que el agricultor sea consciente de ello) hace que el agricultor tenga una mayor probabilidad de
participar en este tipo de contratos, paradójicamente aquellos agricultores que opinan que las
medidas son efectivas desde un punto de vista ecológico tienen menos probabilidad de
participar en las medidas.
Más allá de las motivaciones económicas, y analizando el resto de atributos de los contratos,
son las restricciones de aprovechamiento en determinados momentos las que tienen un mayor
rechazo entre los agricultores.
122
INFORME FINAL
El planteamiento del Proyecto Ganga ha sido analizar las medidas agroambientales dirigidas a
la conservación de las aves esteparias en los sistemas de cereal de secano desde una
perspectiva integral, aunando la evaluación ecológica y el estudio socio-económico, y
empleando diversas aproximaciones. Asimismo, se ha planteado un análisis comparado entre
los distintos esquemas y regiones pero sin pretender un estudio exhaustivo de cada una de las
medidas.
Tras estos años de trabajo, se puede afirmar que las medidas analizadas son global y
mayoritariamente efectivas desde un punto de vista ecológico, mientras que la respuesta socio-
económica ha sido muy variada entre regiones, destacando la influencia de la correcta gestión
administrativa, la importancia de un proceso de retroalimentación entre todos los agentes
implicados y la regionalización o zonificación de las medidas. Igualmente, se observa cierta
relación entre varios elementos de ambos análisis.
Evaluación ecológica
Los análisis realizados arrojan, como se ha mostrado, un resultado global positivo para la
efectividad ecológica en el periodo reproductor, especialmente sobre la abundancia de
aves esteparias (aves totales y territorios), y no tanto sobre la riqueza, corroborando lo
encontrado en estudios anteriores (ej. Kleijn et al. 2006 o Geiger et al. 2010).
Bajo este efecto positivo global, se observa una importante variación entre zonas de estudio,
determinada en parte por variables paisajísticas como el tamaño de los campos, la abundancia
de lindes y la proporción de cultivos herbáceos. Agrupando los resultados por Comunidades
123
INFORME FINAL
Autónomas (tabla 15), destacan como más efectivas (en términos de mayor tamaño de efecto
positivo) las medidas de Navarra y Castilla y León, siendo esta última una de las que lleva más
tiempo y con más continuidad aplicando estas medidas. En el otro extremo, es llamativo el
efecto negativo observado en las parcelas de los Llanos de Cáceres donde se aplica la medida
compensatoria, un resultado que habría que interpretar con cautela, ya que estudios previos en
la zona, en el marco de varios proyectos LIFE, afirmaban un efecto positivo de la puesta en
cultivo de parte de los pastizales, la práctica que se fomenta a través de este programa, y es
probable que su efecto se observe en otra época del año. En el caso de Aragón, aunque el
efecto general de las tres medidas analizadas es positivo pero moderado, ha podido aislarse el
efecto del cultivo de esparceta (véase informe detallado), con un resultado positivo mucho más
contundente. En el caso de Andalucía y Cataluña los resultados han sido también positivos en
general, siempre con el mismo patrón de mayor efecto en la abundancia. Por su parte, la
medida Castilla-La Mancha presenta un efecto menor, y en la zona de Extremadura donde se
ha analizado la medida agroambiental del PDR no se observa ningún efecto claro.
Igualmente, los resultados varían entre épocas, con mayoría de efectos positivos pero menos
significativos en verano y menos positivos en invierno. En cualquier caso, es destacable el
mantenimiento en gran medida de la efectividad en la época post-cosecha, lo que puede
derivarse en parte de la adecuación de algunas de las prácticas requeridas en esta época,
como el retraso de las fechas de cosecha, el mantenimiento del rastrojo durante más tiempo o
las limitaciones a los laboreos en los barbechos.
La diferencia entre zonas en tamaño de efecto sobre la abundancia podría estar relacionado,
además de con las variables paisajísticas citadas, con otros factores como el grado de
intensificación en el área de estudio, de manera que el efecto local de la medida sea mayor al
aplicarse en una zona de menor valor como hábitat para las especies (por ejemplo, con mayor
relevancia de monocultivos de cereal y escasez de elementos paisajísticos, como puede ser el
caso de Castilla y León) que en otra con mayor calidad ecológica general donde las prácticas
fomentadas por la medida suponen un menor cambio o mejora del hábitat. En algunas zonas,
incluso, podría estar influyendo la aplicación de otras medidas, como el PNFR, que conllevan
124
INFORME FINAL
prácticas también beneficiosas (en particular la siembra de leguminosas), y por tanto una
mayor disponibilidad de hábitat favorable para las aves también fuera de las parcelas acogidas
a la medida agroambiental de estudio, reduciendo así el efecto de atracción de estas últimas
(como puede ser el caso de Castilla-La Mancha).
En el caso del menor efecto general sobre la riqueza, éste podría explicarse, al menos
parcialmente, por el hecho de haber trabajado casi exclusivamente en zonas ZEPA designadas
precisamente por su valor para las aves esteparias, con alta proporción de cultivos herbáceos
extensivos. Es decir, el hábitat agrario de estudio ya se supone en gran medida favorable para
estas especies, al menos estructuralmente. Derivado de lo anterior, cabe pensar que las
medidas implican la mejora de calidad del hábitat mediante la reducción de molestias, o el
aporte de recursos adicionales, lo que explicaría la mayor abundancia en las parcelas con
medidas. Sin embargo, el conjunto de aves esteparias generalmente sigue utilizando todo el
espacio ocupado por cultivos herbáceos con unas condiciones favorables suficientes.
La evaluación realizada aquí permite conocer el efecto local de las prácticas fomentadas por
las medidas, en cuanto a la respuesta de las aves presentes, determinándose una eficacia
positiva si se demuestra la selección preferente por las parcelas gestionadas conforme a los
requisitos agroambientales. Pero el efecto a escala global y sobre la evolución de las
poblaciones, que dependerá también de la magnitud de la aplicación de la medida entre otros
factores, debe estimarse de manera complementaria mediante censos de larga duración en
todo el espacio. Como ejemplo, puede señalarse el caso de Castilla y León, donde a los
resultados positivos obtenidos en esta evaluación para la actual medida agroambiental, se
suman los altos niveles de acogida y la relación de ésta con la evolución positiva de algunas de
las especies prioritarias de conservación, como la avutarda (Martín et al, 2012).
Por otro lado, dado el enfoque más amplio del proyecto, no se ha entrado a valorar de manera
independiente el impacto o efecto de cada una de las prácticas requeridas por las medidas,
aunque sí se puede inferir la especial importancia del cultivo de leguminosas y el ajuste de las
fechas de cosecha para conseguir unos resultados más positivos. Lo que queda claro es que la
proporción de prácticas agrícolas incorporadas a las respectivas medidas agroambientales,
según lo propuesto por Llusia y Oñate (2005), parece no ser un buen indicador de su eficacia
real (medida en los términos descritos), tal vez por no considerar las posibles diferencias en el
valor para las aves esteparias de las diversas prácticas listadas.
Los análisis realizados a partir de los datos de campo y del tratamiento de imágenes satélite
han mostrado una relación entre la evolución anual de los cultivos y los periodos reproductivos
125
INFORME FINAL
de las aves esteparias, que permitiría estimar con antelación las fases críticas de la
reproducción. Convendría por tanto profundizar en este aspecto e intentar establecer un
mecanismo para determinar en cada año el momento más adecuado para la cosecha, de
manera que se optimizara el rendimiento de los cultivos garantizando la menor afección a las
aves.
Paralelamente, los trabajos realizados en Canarias han podido constatar el interés de los
cultivos para las aves esteparias en las islas más orientales del archipiélago. Por este motivo, y
en función de los resultados obtenidos, como medida general se recomienda fomentar los
cultivos tradicionales en cada zona, favoreciendo los mosaicos agrarios frente a los
monocultivos. Sería recomendable la recuperación de gavias y otros terrenos agrícolas, al
menos en las zonas ZEPA más favorables para las especies esteparias, aumentando la
superficie destinada al cultivo de cereales, leguminosas y hortalizas, así como la conservación
126
INFORME FINAL
Evaluación socio-económica
Desde un punto de vista social, es necesario conseguir la acogida por parte de los agricultores
de las medidas de estudio, algo que por diferentes motivos se ha conseguido de manera muy
variable en las distintas CCAA (tabla 16). Una vez lograda dicha acogida, se puede considerar
como un éxito el nivel de satisfacción que alcancen los agricultores con respecto a la inclusión
de las prácticas agroambientales en la gestión de la explotación.
Para lograr la acogida de los agricultores, es necesario prestar atención durante su diseño
también a sus efectos sobre las economías de los agricultores, así como en las preferencias
que ellos manifiestan, y las motivaciones que les mueven en la decisión de participar o no en
los programas, en la medida en que todo esto pueda convivir con los objetivos ambientales de
las medidas. De manera recurrente, en el ámbito de trabajo de este proyecto, y en
concordancia con la función productiva de la actividad agraria como la principal, la prima
aparece como el atributo de los contratos más valorado por los agricultores, y la búsqueda de
la rentabilidad económica como la principal motivación para acogerse a ellas. Sin embargo,
las diferencias regionales y entre explotaciones dentro de una misma región, principalmente
ligadas a sus rendimientos productivos potenciales, establecen distintas formas de buscar la
rentabilidad en la gestión de la explotación. De esta manera, aparece un gradiente en cuyos
extremos se pueden encontrar dos maneras de enfrentar la gestión de explotaciones de
cultivos herbáceos de secano. De un lado, las menos productivas, con problemas para
alcanzar la rentabilidad incluso con el apoyo público, y del otro, explotaciones más productivas
127
INFORME FINAL
cuya rentabilidad varía en mayor medida en función de las variaciones de precios en los
mercados agrarios.
Estos dos tipos de explotaciones también responden de manera diferente a la opción teórica de
participar en programas agroambientales para aves esteparias. Tras las motivaciones
económicas, en Aragón, en general menos productivo que el área de estudio de Cataluña, se
priorizan motivos como la simplificación de las prácticas agrarias y la disminución del tiempo
dedicado a la actividad, mientras que en Cataluña se priorizan motivos de necesidad ambiental
o beneficios indirectos para las explotaciones como la mejora de la fertilidad de la tierra.
Para lograr optimizar el beneficio ambiental de las medidas de estudio es pertinente definir un
ámbito de aplicación localizado en aquellas áreas donde la conservación sea prioritaria,
especialmente en situaciones de limitaciones presupuestarias. Teniendo en cuenta lo anterior,
una vez definido el ámbito, la rentabilidad económica, o dicho de otra manera el incentivo que
suponen las medidas para las distintas explotaciones, debería ser lo más equitativo posible
para favorecer una acogida homogénea en la zona. Por lo tanto, sería necesario regionalizar el
cálculo de la prima hasta el nivel que sea posible, en función de la heterogeneidad productiva
del área de aplicación.
En lo que respecta a los requisitos sobre las prácticas agrarias que incluyen las medidas, el
principal freno a la acogida es la reducción en la capacidad de decisión sobre las labores que
realizan en campo, especialmente en lo relacionado con las limitaciones a los
aprovechamientos durante determinadas fechas, destacando la importancia de flexibilizar
las medidas en la medida de lo posible.
128
INFORME FINAL
Más allá de la decisión de los agricultores y de las prácticas específicas que incluyen las
medidas de estudio, un frente que destaca en la búsqueda del buen funcionamiento de las
mismas es la adecuada gestión por parte de las administraciones públicas, siendo la
puntualidad en los pagos, una buena comunicación, y la correcta información a los agricultores
elementos a los que se debe dar prioridad. En vista de los resultados de este trabajo, destaca
la gestión de Castilla y León, avalada por el proceso de aprendizaje seguido durante varios
períodos de programación.
Como se ha comentado en el desarrollo del trabajo, hay otros factores que influyen la
acogida, relacionados con las características individuales de los agricultores. En este caso, se
ha realizado un análisis específico para Aragón, corroborándose lo encontrado por Potter y
Lobley (1992) sobre que son los agricultores de mayor edad los que tienen más predisposición
a acogerse a las medidas de extensificación. Son también los agricultores de rentas más bajas
los que prefieren acogerse a estos programas y los agricultores a tiempo completo. Especial
importancia tiene el hecho de que los agricultores que trabajan tierras en régimen de
arrendamiento prefieren no acogerse a las medidas, debido a que no tienen la seguridad de
poder contar con las mismas tierras durante todo el periodo de compromiso requerido, algo a
considerar en el establecimiento de las condiciones de este tipo de ayudas, tal vez permitiendo
cierta flexibilidad en los casos que sea posible.
Por otro lado, y de cara a mantener en el tiempo el correcto funcionamiento de las medidas,
aparece como necesaria la implicación del conjunto de los actores en el diseño de las
mismas, así como en la retroalimentación posterior para posibles modificaciones, coincidiendo
con lo apuntado por varios artículos en relación a otras políticas ambientales (ej. Raymond et al
2010). Este hecho cobra además especial importancia en el caso de los agricultores, como
sujetos de su puesta en práctica, que conocen de primera mano cómo encajan las
prescripciones agroambientales en la gestión del conjunto de la explotación. Se solucionarían
así, además, los problemas detectados en relación a la adaptación a las características
específicas de las explotaciones y a su complementariedad con el sector ganadero extensivo.
A esto se añade que, según los resultados de este trabajo, los agricultores que entienden que
las medidas de estudio son efectivas para la conservación de las aves esteparias, tienen menor
disposición a participar en los programas agroambientales. Esto podría derivar de la percepción
129
INFORME FINAL
por parte de los agricultores de una cierta relación inversa entre beneficios para las aves o el
medio ambiente y los beneficios económicos, o que necesariamente siempre implican una
reducción de la producción. En cualquier caso, un funcionamiento más participativo de los
programas permitiría a los agricultores obtener de primera mano la información necesaria para
la comprensión de la relación entre las prácticas agrarias exigidas y sus beneficios para la
biodiversidad, teniendo así la oportunidad de debatirlas y hacer propio el objetivo de las
mismas.
130
INFORME FINAL
5. PROPUESTAS
Sobre la evaluación
No obstante, se puede asumir que no siempre sea posible o necesario plantear metas
numéricas para las medidas agroambientales en sí, pero entonces debería establecerse al
menos un objetivo cualitativo sobre el que poder contrastar los resultados de la evaluación (por
ejemplo, aumentar o frenar el declive de las poblaciones de determinadas especies).
La metodología usada para evaluar el efecto en campo permite conocer la respuesta de las
aves a escala local de parcela y puede considerarse la forma más apropiada para medir el
impacto aislado de las prácticas aplicadas. Sin embargo, de cara a una valoración completa de
la aplicación de las medidas, y potencialmente estimar un umbral de acogida mínimo o detectar
otros factores de influencia, es necesario complementar la evaluación con un seguimiento a
escala de zona de las poblaciones de las especies de interés.
Las medidas analizadas incluyen requisitos relacionados con la gestión de los cultivos y la
explotación a lo largo del año, más allá de la época reproductora, por lo que el trabajo de
campo y los análisis correspondientes han intentado evaluar también el efecto de las medidas
en verano y en invierno. Sin embargo, en particular durante la época invernal, las aves
presentan unos patrones de distribución distintos, con movimientos migratorios y altas
concentraciones de algunas especies, que exceden la escala de trabajo. Son pocos los
estudios previos que han incluido estas épocas, y los resultados obtenidos en este proyecto,
131
INFORME FINAL
Un punto clave en el diseño de las medidas es la decisión sobre el ámbito de aplicación de las
mismas, que debe hacerse de manera coherente con los objetivos ambientales que las
motivan. En este caso el objetivo es la conservación y mejora de las poblaciones de aves
esteparias y parece pertinente focalizar su aplicación en los espacios ya declarados por su
importancia para estas especies, como son las ZEPA esteparias.
Una vez definido el ámbito de aplicación se debe intentar conseguir un nivel de aplicación
homogéneo en el mismo, para lo cual parece imprescindible que el incentivo económico sea
similar para todos los agricultores. Como se ha visto, al usar valores medios que no recogen
adecuadamente la heterogeneidad productiva potencial en las regiones en las que se aplica, se
deriva en que los agricultores con explotaciones con mayores rendimientos pueden perder el
interés por participar. Consecuentemente, es necesario regionalizar el cálculo de la prima en
función de la diversidad productiva de la zona de aplicación.
Además, las medidas deberán diseñarse de manera adaptada a las condiciones sociales y
ecológicas de cada una de las zonas, teniendo en cuenta también el efecto que se busca con
ellas. En este sentido, debe plantearse la reflexión en cada caso sobre si es necesario
aumentar las poblaciones para asegurar su viabilidad, o solo garantizar su mantenimiento ante
la amenaza de pérdida del hábitat agrario apropiado, en el marco del plan de gestión del
espacio, si se está trabajando en zonas ZEPA. Para ello es importante contar con información
sólida del estado de conservación de las poblaciones de las especies prioritarias.
132
INFORME FINAL
El logro de los objetivos ambientales debe conseguirse de la mano de los agricultores. A tal
efecto, es necesario crear espacios de participación y aprendizaje mutuo en el diseño de las
medidas con los agricultores, científicos y conservacionistas, que debe ser liderado por la
administración pública que las desarrolla, y cercano al territorio, por ejemplo a través de las
oficinas comarcales agrarias. De esta manera se facilitaría además una mayor y más directa
información a los agricultores, tanto en lo que respecta a los fundamentos de las medidas
agroambientales, como sobre sus posibles modificaciones y cualquier duda que pueda surgir,
agilizándose así el proceso y facilitando que perduren en el tiempo.
¾ Buscar el equilibrio entre la idoneidad de las prácticas para las aves y la complejidad
de su aplicación.
En cuanto a los requisitos específicos de las medidas, se debe buscar el equilibrio entre las
prácticas favorables para las aves y la viabilidad agronómica de las explotaciones, evitando
compromisos demasiado complejos que disuaden a los agricultores de participar.
De cara a compatibilizar al máximo los beneficios para las aves con la producción agronómica,
existen herramientas, como el análisis de imágenes satélite desarrollado en este trabajo, que
pueden permitir flexibilizar más y adaptar a las condiciones anuales los intervalos de tiempo en
los que está limitado el aprovechamiento agrario y ganadero en las medidas agroambientales,
principal escollo para la aceptación y aplicabilidad de las mismas.
133
INFORME FINAL
Esto debe plantearse en el actual debate sobre la reforma de la PAC, pero no es sólo cuestión
de mejorar el cálculo de las primas. Las propuestas presentadas para la futura política agraria
plantean la creación de un pago asociado a una serie de prácticas dirigidas a la sostenibilidad
ambiental básica de la actividad agraria (“greening” o pago verde), incluyendo su contribución a
la conservación de la biodiversidad global. En este sentido, algunas de las prácticas más
genéricas requeridas en las medidas agroambientales analizadas (como la diversificación de
cultivos o la creación de lindes) pasarían a formar parte de este nuevo pago verde, aplicándose
por tanto a gran escala y contribuyendo así a frenar y revertir el declive de las aves comunes
ligadas a los medios agrarios.
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INFORME FINAL
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146
INFORME FINAL
Para la evaluación ecológica: Roberto Antón Aguirre, Arturo Bobed, Marcelo Cabrera, Benedicto Campos,
Domingo Concepción, Marco Escudero, Román Escudero, Javier Ferreres, Javier Gómez, Guillermo
Hernández, Vicente López, Óscar Magaña, Óscar Mañero, Juan Matute, Xavier Martín, Sergio
Mayordomo, Antonio Paredes, Maite Ríos, Rafael Torralba, Noé Torrent, Esteban Ureña y Kees
Woutersen realizaron los muestreos de aves de las parcelas.
Para la evaluación socio-económica: Ángel Arredondo, Silverio Cerradelo (TRENCA), Nicolás Ferrer,
Elena de Prada y el equipo técnico de CIMAS han realizado las encuestas a los agricultores y han
colaborado en los encuentros participativos.
Agradecimientos:
A Carlos Martín, miembro del equipo inicial del proyecto, que contribuyó al diseño del mismo; a Óscar
Magaña, Javier Gómez, Almudena de Prada, Abel Barral y Estela Herguido y Angelina Borobia, por su
ayuda en el tratamiento de los datos.
A Luis Tirado y Maite Ríos (Delegación SEO/BirdLife de Aragón), Juan Antonio Lorenzo y Cristina
González (Delegación SEO/BirdLife de Canarias), y Cristina Sánchez, Jordi Prieto y Albert Cama
(Delegación SEO/BirdLife de Cataluña), por su apoyo en diferentes fases del proyecto.
Al equipo técnico de DEIMOS Imaging SL por su asesoramiento en el trabajo con imágenes satélite.
Al personal técnico de las administraciones competentes en las diferentes comunidades autónomas, por
su colaboración en el suministro de información y en diferentes fases del proyecto.
Por último, agradecemos especialmente su colaboración a los cientos de agricultores que han participado
en los diferentes encuentros y en la realización de las encuestas.
SEO/BirdLife trabaja desde hace décadas en la agricultura.
Con el fin de demostrar y divulgar la importancia de esta actividad para la conservación de las
aves en España, bajo la línea de acción “Sembramos Naturaleza”, se llevan a cabo proyectos
dfemostrativos y campañas informativas, así como gestión directa en reservas propias.
Además, se trabaja con las administraciones responsables para promover el apoyo público a
los sistemas agrarios de mayor valor natural, en favor de las aves y los agricultores.
El proyecto Ganga, desarrollado por SEO/BirdLife entre 2009 y 2012, ha contado con una
subvención del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y el Fondo Europeo
Agrario de Desarrollo Rural (FEADER) a proyectos piloto (ARM/1288/2009), en el marco de la
Red Rural Nacional.
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