I.

T“

r,,
- rs
El a1:ti'f:u1o_da John Perry, .“A I1ia]ogua'on Persona] Identity and_Inmorta]ity’?, sf: ..
puhlloo onglnalmonte an Hackott Publishing Company, Indianapolis, E. II. A, DIALOGO SOBRE LA IDENTIDAD PERSONAL Y LA
1973. Esta editorial oed_io a Crftioo loa dorachoa do Ia version oaatollana. IN MORTALIDAD

Esta es uno grobacion do las conversociones do Gretchen

Weirob, profesoro do filosoffo on uno pequefio unioersidod do!
Medio Oeste do los Estodos Unidos, y dos do sus amigos. Los
conoersocionos so efectuoron an al cuorto do hospital do lo
profesoro duronte los tres noches onteriores o qua mo.riero_a
consecuencio do los dofios sufridos on on accidents do moto-
I

cicleto. Sam Miller as on copelldn y viejo amigo do Weirob, y i

-1

David Cohen on axolomno do alla.

NOTA DEL AUTOR '

Escribf asta articulo mientras gozaha do una beca dc la fundacion Gugenheim, PRIMERA Nocna A 4
durantc un 1-etlfo sabat_ioo do la Universidad do Stanford. Me gustaria agradec-er su
apoyo a ambas |nat1tuo1o:}es.
M1‘ mtaoolon no ha aldo explicar y‘ defender mia propios puntos do vista acerua Cohen: Apenas pucdo creer lo que dices, Gretchen. Estas lfi -
do la ldontldad F-flirsonal. SW10 Prcaentar y dcsarrollar posicionea y‘ argumentos qua cida y aparentemente no sufres mucho, pero dices qua ya
han surgldo an Ia htoratura sob-re use topico. -
no hay ospcranza.

Weirob: Estos aparatos puedon mantenorme viva a lo mas un

dfa 0 dos. Algunos dc mis érganos vitales so han dafiado
mas alla dc lo que los médicos pueden hacar pararepararlos,
si oxcoptuamos ciertas medidas bastante radicalos qua he
rechazado. No sufro grandes dolores, pero a mi entonder
eso no es exaotamente un huen signo. Mi cerobro no so da-
as y creo qua pot eso estoy tan lfioida como siempre. Tamo
qua la situacion general sea un poco doprimante. Pero aqui
UH @ FHH _ Ifiniversidad Naoional Auto-noma do Méxioo llega Sam Miller; tal vez sepa como consolarme.
Ciudad Unjvarsitaria, Coyoacan fl-'-L510 Méxioo, D. F.
IJIRECCION GENERAL DE PL‘BLICAClONF..S-
Impreao Y hacho an México _ Miller: Buenas noches, Gretchen. Hola, David. Creo qua no
hay necesidad do andarso con rodaos, Gretchen; los médi-
ISSNDI 85 -260-*-1 : -
cos me dicen qua ostas an las filtimas. ;_Hay algo en lo que
pueda ayudarte?

5
 I-i
Woirob: 'Malvado
I» Sam! Tu tratas a diario con moribundos.
,;,No puodos doolr algo mas rooonfortanto quo “Sionto
muoho quo ostos on las ultimas”? _
Mlll8F.' Boo-no, para hablar oon la vordad, ostoy un pooo inso-
guro do lo quo podria dooirto. La mayoria do ].as porsonas
con las quo trato son oroyontos oorno yo. Hablamos do las
porspootivas do sobrovivonoia. Los doy soguridad do quo
Dios, siondo justo y misorioordioso, no pormitiria la pa-
rodia do quo nuostra oorta vida on la tiorra fuora oi fin do
todas las cosas. Poro tu y yo homos hablado por afios
do tomas roligiosos y filosofioos. Y nunoa ho onoontrado
on ti la mas lovo inolinaoion a croor on Dies; do hooho, os
raro ol dia on quo ostés sogura do quo tus amigos tionon
montos, o do quo puodos vor tu propia mano si osta fronto
a to oara, o do quo hay alguna razon para oroor quo oi sol
saldra mafiana. ,f,Com'o puodo osporar oonsolarto con la
porspoctiva do una vida dospués do la muorto, si sé quo tu
la oonsidoras oaronto do toda probabilidad‘?
Woirob: No podiria tanto para oonsolarmo, Sam. Ann la posi-
bilidad do algo muy improbablo puodo sot rooonfortanto on
algunas situaoionos. Cuando soliamos jugar al tonis, no po -
dia ganarto mas do una vos on vointo. Poro osto ora sul'i-
oionto para ostablocor la posibilidad do ganarto on alguna
ooasion, y oonoontrandomo moramonto on la posibilidad
pormanooia ansiosa do jugar. Encorrados on una prision,
ponsando quo on nuostra situaotion no hay osporansa, po-
driamos hallar una folioidad inoxprosablo on la informa-
oion do quo oxisto, dospués do todo, una romota posibilidad
do osoapar. La osporanza brinda oonsuolo y la osporanza no
siompro roquioro do probabilidad. Poro dobomos oroor quo
lo quo osporamos os al monos posiblo. Asi quo to faoilitaro
ol trabajo. Convonoomo, simplomonto, do quo mi sobrovi-
vonoia dospuos do la muorto do osto ouorpo os posiblo, y
promoto oonsolarmo. Indopondiontomonto do quo lo logros
o no, -tus intontos soran una distraooion, puos ya sabos quo
no hay oosa quo mas mo gusto quo hablar do filosofia.
_
‘ Miller: Poro, gqué os una posibilidad sino la probabilidad
razonablo?
Woirob: Nodigo posiblo on ol sontido do probablo, ni siquiora
on ol sontido do oonformarso a ias loyos oonooidas do la ff -
sioa o la biologfa. Digo posiblo solamonto on ol sontido mas
débil, oi do sor oonoobiblo, dados los hoo-hos inovitablos. En
un par do dfas osto ouorpo morira. Sora sopultado y so pu-
drira. To pido quo, dados ostos hoohos, mo oxpliquos sim-
plomonto como tiono son-tido hablar do mi oomo aun oxis-
tiondo. Solo oxplioamo qué os lo quo dobo imagmor, ouan-
do imagino mi sobrovivonoia, quo soa oonsistonto oon ostos
hoohos, y mo roconfortaré.
Miller: Poro, ontonoos, ,;_qué os lo quo hay quo haoor? Hay
muohas oonoopcionos do la inmortalidad, do la sobrovivon-
oia dospuos dol sopuloro, quo parooon tonor sontido. Segu-
ramonto no os la posibilidad, sino unicamonto la probabili-
dad, la quo puodo ponorso on duda. ;Escogo! Los oristianos
oroon on la vida, 1..-on un ouorpo, on un mas alla; los dotallos
varian, dosdo luogo, do socta a soota. Existo la idoa grioga
dol ouorpo oomo una prision, do la oual osoapamos con la
muorto, do tal manora quo tonomos vida continua sin un
ouorpo. También hay ooncopcionos on las quo, por docirlo
asi, nos fusionamos con ol flujo dol sor. . .
Woirob: Dobo intorrumpir tu loooion do roligion compa-
rada. Sobrovivonoia quioro dooir sobrovivir, ni mas ni mo-
nos. No tongo duda do quo mo fusionaro con oi sor; loo
plantas ooharan raicos sobro mis rostosy los faotoros qui-
micos quo soy continuaran haoiondo su oontribuoion a la
Vida. Tongo lo suficionto do ooologa para oonsolarmo.Po1"o
sobrovivir, si os algo, dobo ofrooor on oonsuolo do diforonto
tipo, ol oonsuolo do la antioipocion. Sobrovivir quioro dooir
quo mafiana o on un tiompo futuro habra alguion quo ox-
porimontara, quo vora, tooara y_ olora -o, por lo monos,
ponsara, razo_nara y rooordara... Y osa porsona soré yo.
Esta porsona ostara rolaoionada oonmigo do tal forma quo
os oorrooto, para mi, antioipar o osporar aquollas osporion-
7
 -P’
cias futuras. Estoy rolacionada con ella do tal forms quo
sora correcto para ella rocordar lo quo yo he hecho o pon-
sado, y sontir romordimionto dol mal quo hice y orgullo
por ol bion quo hice. Y la {mica rolaeion quo apoya on esta
forrna a_ la anticipacion y a lamemoria es la idontidod, sim-
plornonte. Porquo no es corrocto anticipar como si lo succ-
diera a uno rnismo lo quo lo sucodor:-i a otro, go si? 5,0
rocordar como propios los hochos o ponsamientos quo
alguien mos hizo o ponso? Asi quo no mo hablos mos do
fusion con el sor ni otras lontcrias por el ostilo. Héiblamo
do la identidad o, si no, hablemos do boisbol o do posca. . .
Perdon, mo arrepionto do ponermo tan sensible. Reacciono
fuerte cuando las palabras quo significan una cosa son usa-
das para otra: cuando uno habla do sobrevivoncia y no quierc
docir quo la persona continuara existiondo, ;os ‘una farsa!
Miller: Lo siento. I-'1' decir verdad, solo trataba do oxpresarme
on torminos modernos, puos cuando loo teologia modorna
0 hablo a mis ostudiantes, quo han ostudiado religionos
orientalos, ol coneepto do sobrovivencia, simplemente como
una oxistoncia continuada do la persona, paroce anticuado.
;Fusion eon cl sor! ;F‘usion con ol sor! Eso es todo lo quo
oscucho. Mis propias croencias son muy sencillas; eso si, algo
vagas. Creo quo viviras otra voz con o sin cuorpo. No lo so,
pero yo oncuontro consuelo on la croencia do quo to y yo
ostarom osjuntos otra voz, despuos do quo yo también muora.
Nos comunicaromos do alguna manora. Continuaremos ore-
oiendo espiritualrnonto. Eso es lo quo creo, con la misma se-
guridad como eroo quo ostoy sentado aqui. Pues no so como
podria diseulparse a Dios si osta pequofia muestra do Vida
es todo lo quo so nos permite; no so por quo habria do
crearnos si estos pocos afios do trabajo y tormento son el
fin do todo. . .
Woirob: Recuorda nuostro trato, Sam. No tienes quo conven-
cernie do quo la sobrevivencia es probable, puos los dos
estamos do acuordo on quo no llogarias a primers base. So-
lo tiones quo convoneermo do quo es posiblo. La iinica con-
dicion es quo do lo quo estamos hablando sea una verdado-
ra sobrevivoncia, no un moderno sustituto do la sobrovi-
vencia, el cual equivale simplemonte a lo quo cualquier
persona llamaria dojar do existir por complete.
Miller: Creo quo no capto ol problems entoncos. Desde luogo,
es posible. To solo continoas oxistiendo dospuos do quo
tu cuorpo muore. ;,Qué es lo quo debe defondorso o expli-
‘carse? ,;,Quieros detalles? Muy bion: dos porsonas so encuon -
tran dontro do mil afios en un lugar quo puodo o no sor
parte do oste universe fisico. Yo soy una y til oros la otra.
Asi quo debisto habor sobrevivido. Soguramonte puedos
imaginar osto. ;_Quo mos so puodo decir?
Weir-ob: Poro on unos dias yo dejaré do respirar, yo seré
puesta on un ataod y yo sero enterrada. Y on unos moses o
on unos afios yo ostaro roducida a humus. Eso, a lo quo
enfiondo, es obvio, ostsi dado. ,;_Como puedes decir quo yo
soy una do estas personas dontro do mil afios?
Supon quo tome esta caja do Kleenex y la quemo. Se
reduce a cenizas, las muelo y lasocho al excusado. Entan-
cos to digo: ve a casa y sobro la repisa estara la misma caja
do Kleenex; ha sobrevivido. ,;No soria eso absurdo? ;_Quo
sentido podrias hallarlo? Y sin embargo, eso es lo quo to
me dices. Yo mo pudriré y luego, mil afios despuos, ahi os-
taré. ;_Quo sentido tiono eso?
Miller: Podria habor una caja do Kleenex idéntico on tu casa.
Una justo come ésta en todos los aspoctos. Y on ose senti-
do, no hay dificultad on quo haya alguien idontico a ti on
on mos allai, aunque tu euorpo so haya podrido.
Weirob: Estsis jugando con palabras otra ves. Podria habor una
caja do Kleenex exactornento similar sobre mi ropisa. A
vecos usamos "'idontico“ para dar a ontendor “oxactarnente
9
s.lil..lHas ass a s s s s |.. |
 -I“
similar", como cuando hablamos do “gomolos idénticos".
Pero yo estoy usando “idéntico” on una forms on quo
identidad es la condicion do la memoria y la-anticipacion
correcta. Si mo dicen quo mafiana, aunquo yo esto muerta,
alguna otra quo ve y oye y piensa exactamonto como yo,
estaria viva, gseria eso un consuelo? ;_Podria yo onticipar
correctamente quo tondro sus oxporieneias? g_Tendria sen-
tido tomer sus doloros y ansiar sus placoros‘? ,;Seria correeto
quo ella sintiera remordimiento per la manora brusca come
yo to trato‘? Claro quo no; la similitud, per mos exacts quo
sea, no es idontidad. Yo use identidad para docir quo solo
hay una cosa. Si he do sobrovivir, debo habor una persona
quo yazga on esto lecho y quo liable con alguien on tu mos
alla dontro do dies mil a'fios. Después do todo, gquo consuelo
habria on la nocion do una impostora celestial quo anda por
rahi obteniondo erédito por las pocas cos-as buonas quo he
heeho? ~ -
Miller: Lo siento, voo quo estaba confundido. lilsto es lo quo
deberia habor dicho. Si til fueras solamonte un cuerpo hu-
mane vivo, como la caja do Kleenex es moramonto pegs-
mento y carton organisados on cierta forma, entonces la
muerto do tu cuerpo soria tu propio fin; Poro do soguro tu
ores mos quo eso, fundamentalmento mas quo eso. Lo quo
fundamontalmente ores to no es tu cuerpo, sino tu alma,
tu Yo o tu mento.
Weirob: ;;,Quioros decir quo las palabras “alma", “yo”, o
mente vienon a sor la misma cosa‘?.
Miller: A lo mejor pueden hacerso algunas distincionos. Poro
no las haro ahora. A lo quo me rofiero es a los aspeetos no
fisicos y‘ no materiales do ti, a tu conciencia. Es-to es lo quo
quioro docir con ostas palabras. No pionso quo sea perti-
nento otra distineion. - - - soy la misrna persona no to refiores. a esto cuerpo quo vos y
10
Weirob: gjlonciencia? Estoy consciente, por un rato, todavia.
Veo, oigo, pienso y recuordo. Pero “estar consciente” es
un verbo. ;,Cu:il es el sujoto dol verbo? ,;Cual es la cosa que
esto eonsoiente? ;_Acaso no es solo esto cuerpo, ol mismo
objeto quo pesa demasiado, quo esta horido y acostado on
la cams? 51’ quo estara entorrado e inconscionte on un dia
o una semana a lo rnucho? .
Miller: Siendo, como ores, una filosofa, yo osperaba quo estu -
vioras monos confuse acerca do esto. 3;‘-kcaso Descartes no
traso una clara distineion ontre-ol--cuerpo-y la mento,-entro
lo quo tione peso Y lo quo es eonsciente? Tu mente o alma
es algo inmaterial dontro do tu cuerpo mientras estos on
la tierra. Los dos est:-in rolacionados intimamente, pero no
son idénticos. Ahora bion, es claro quo do lo quo nos ocu-
pamos al hablar do sobrevivencia es do tu monte o alma. Es
esto lo quo dobe sor idontico tanto a la persona quo estzi
ante m1’ ahora como a la quo esporo ver dontro do mil afios
on cl cielo. "
Weirob: Asi quo yo no soy realmonte esto cuerpo, sino un
alma 0 monte 0 esp1'ritu. Y esta alma ;_no-puodo verse o
sentirse, olerse 0 tocarse? Esto implies, yo lo creo asi, el
hecho do quo es algo inmaterial.
Miller: Asi es. Tu alma ve y huele. Pero no puodo verse ni
olerse.
Weirob: Déjame ver si to entiendo. gzidmitirias quo yo soy la
misma persona con quion almorsaste en Dorsey‘s la semana
pasada? _
Miller: Claro quo lo ores.
Weirob: Ahora bion, si es quo to entiendo, cuando dices quo
-11
- AW
 -P’
quo podrias tocar y quo, rnucho me temo, puedes oler. Si-
no quo terofieres a un alma, a la cual no puedes vor ni
tocar ni oler. El hecho do quo el misrno cuerpo quo ahora
esto acostado frente a ti on la cama, estuvo sontado eontigo
a la mesa on Dorsey’s, no signifies quo la misma persona
ostuvo presonte on las dos ocasiones; a menos quo ostuviera
la misma alma. Y si, por algiln suceso extrafio, estuviera
prosonto la misma alma on ambas ocasiones, pero on cuer-
pos diferontos, entonces soria la misma persona. ;Es eo-
rrecto?
Miller: Me has ontondido perfoctamente. Pero sin duda ya
ente'nd1'as todo esto desde antes.
Woirob: Pero espera; puodo repetirlo, pero no estoy segura do
entenderlo. Si no puedes ver o tocar o percibir mi alma,
entonees gqué to hace pensar quo el alma quo esta frente a
ti es la misma quo estuvo contigo on Dorsey ls?
Miller: Poro eso es justamento lo quo expliquo. Da lo mismo
.docir quo es la misma persona quo docir quo es la misma
alma. Y, por supuosto, til ores la misma persona quo fuisto
antes. _;,Quién mos serias sino til misma?Ti1 eras Gretchen
Weirob y ores Gretchen Weirob. q
Weirob: Pero ,;_como puedes saber quo ostas hablando con
Gretchen Woirob y no con otra persona, digarnos, Barbara
Walters o Mark Spits?
Miller: Bueno, es-obvio. Puodo ver con quion ostoy hahlando.
Woirob: Poro puedes ver mi cuerpo. Puodes ver, a lo mojor,
quo el cuerpo quo esto ante ti ahora es el mismo do hace
una semana on Dorsey's. Poro acabas do docir quo Gretchen
Woirob no es-uncuerpo sino un alma. Ahora bion, si juzgas
q.uo la persona quo esto frente a ti ahoraesla misma quo
12
estuvo contigo antes, entoncos dobes estar haeiendo un jui-
cio aeoroa do las almas, las cuales, dijiste,n0 pueden verso ni
tocarse ni olerse ni gustarse. Y siondo asi, repito, qcomo lo
sabos ontonees?
Miller: Bion, puodo ver quo es ol mismo cuerpo quo ostaba a
la mesa on Dorsefs. Y so quo el alma quo esto conoctada
ahora con el cuerpo es la misma quo antes estuvo consc-
tada con él. Asi es como so quo ores til. No veo diticultad
alguna en el asunto.
Weirob: Estzis razonando sobro el princripio: “Mismo cuerpo,
mismo yo".
Miller: Si.
Weirob: 5'1’ razonarias tarnbion a la inversa? Si estuviora en
esta cama el cuerpo do Barbara Walters -—esto es, ol cuerpo
quo ves cada noche on las noticias— inferirias queno era
yo, Gretchen Weirob, la quo estaba en la coma?
I‘
Miller: Desde luego. ;Como habrias podido enn-ar en el
cuerpo do Barbara Walters?
Weirob: Pero entonces, extiende simplemente esto principio a
tu cielo y veras quo tu concepcion do la sobrevivoncia no
tiene sentido. Seguramonte esto misrno cuerpo, el cual sera
enterrado y, como frecuentemente repito, so pudrirzi, no
ostara on tu mas alla. Cuerpo diferente, persona diferente.
30 sostienes quo un cuerpo so pudrirzi on la tiorra y aiin
viviré on otro lugar? ;_Debo mencionar do nuevo la caja do
Kleenex?
Miller: No, no sostengo eso. Y tampoco aplico un principio
quo encontré seguro en la tierra a una situacion distinta,
tal como la quo so represents por el mas allé. El quo so ha-
13
 "4" _ '_"‘“ — ---———-——i--— -i——-ii ------_~--_
ya encontrado en la tierra una correlacion entre los cuer-
pos y las alrnas no hace imposible o ineoneebible qne ha-
yan de separarse. Los principios que funcionan en una cir-
cunstancia no tienen que asumirse furicionando en circums-
tancias rnuy distintas. Enero y la nieve aparecen juntos
aqui, y seria tonto esperar otra cosa. Pero el prineipio no
se aplica en el sur de California.
" Weirob: Asi que el principio de “mismo cuerpo, misma alma"
es Lina regularidad eonfirmada y no algo que sabes a priori.
Miller: _;Quierer1 nstedes los filosofos decir con a priori algo
que puede conocerse sin observar lo que ocurre en realidad
en el mundo, asi come puedo saber que dos mas dos es
igual a euatro meramente pensando en los niuneros, y que
ningfm soltero es casado merarnente pensando en el sig-
nificado de “soltero”?
Weirob: Sf.
Miller: Entonces estas en lo eorreoto. Si fuera una parte clel
significado de “mismo cuerpo” el que dondequiera que tu-
viérarnos el lnismo cuerpo, tuvierarnos la misma alma, en-
tonces tendria que valer universalmente, tanto en el cielo
como en la tierra. Pero yo solo afirmo qu-e se trata de una
generalizacion que conocemos por la observacion en la tie-
rra, pero que no necesita aplicarse automaticamente al cielo.
Weirob: Pero gcle donde sacas este principio? Es simplemente
una eorrelacion entre estar frente a frente con el rnismo
cuerpo fr estar frente a frente eon la misma alma. Ahora
bien, en primer lugar, para establecer tal correlacion uno
debe seguramente toner otro medio para juzgar la mismidad
del alma. No tienes tal mediogtu principio no ticne funda-
rncnto; por tanto, o no sahes realrnente que la persona que
esta ante ti cs Gretchen Weiroh, la misma persona eon la
14
-_ .-._ 1
cual almorzaste en Dorsefs, o lo que sabes no tiene nada
que ver con la mismidad de algfin alma inmaterial.
Miller: Espera, espera. 'l‘1'1 sabes que no puedo seguirte coau-
do empiesas a sacar argumentos como ese. Dime, C.-‘coal es
la terrible falacia que supuestamente he cometido‘?
Werlrob: Lo siento, me precipité. En serial de pas, ten un choco-
late de los que trajo David.
Miller: Esta may sabroso, gracias.
Weirob: Ahora bien, épor qué escogiste ese chocolate?
Miller: Porque tenia un remolino encima que indica que tiene
caramelo.
Weirob: Es decir, un cierto tipo dc rernolino esta correlacio-
nado con un cierto tipo de relleno —los remolinos conca-
ramelo, las rosetas con naranja, etc.
Miller: Si. Si lo pones dc esa manera, veo una analogia. Asi
como juzgué que el relleno seria el mismo en esta pieza
que en la anterior pieza con remolino que corni, asi juzgo
que cl alma con la cual estoy platicando es la misma con la
que platiqué la flltima vez, sentado frente a ese cuerpo. Ve-
mos la envoltura e inferimos lo que hay en el interior.
Weirob: Pero gcémo llegaste a saber que los remolinos de ese
tipo y el caramelo de adentro estaban asociados dc ese mo-
do?
Miller; Pues por comer muchos de ellos a través de los afios.
Siempre que mordia un dulce con esa clase de remolino,
estaba relleno de cararnelo.
15
ml
 -P’

Weirob ;Podr1'as haber establecido la correlacion si no se te del alma y, por tanto -éste es el punto que mostre con el
hubiera -permitido morder el interior del dulce y nunca hu- ejemplo del dulee--, no podemos tener tampoco ningun
bieras visto lo que pasa cuando alguien mas lo muerde? Pu- método indirecto.
diste haberte formado la hipotesis “el mismo remolino, el
mismo relleno”. Pero épodrias haberla fundamentado?
Miller: Eso es lo que parece.
Miller: Parece que no. -
Weirob: Pero nuestros juicios acerca de las personas no son
Weirob: Por tanto, tu inferencia, en un caso particular, de la todos, simplernente, infundados y tontos; por ello, despues
identidad del relleno a partir de la identidad del remolino, de todo, no debemos estar juzgando solo acerca de almas
gestaria infundada? inmateriales.

Miller: Si, lo estaria. Pienso que veo lo que viene ahora.

Miller: Tu razonamiento tiene cierta fuerza. Pero sospecho
que el problema esta en la defensa que hice tie mi posicion y
Weirob: Estoy segura de eso. Debido a que nunca puedes, por
no en la posicion misma. Mira, después de todo, hay una
decirlo asi, morder mi alma, ni puedes tampoco verla o to-
manera de probar la hipotesis de una correlacion. Cuando
carla, entonces no tienes manera alguna de probar to bipo-
entré en el cuarto esperaba de ti una reaccion tal como la
tesis de que la mismidad del cuerpo signifiea la rnismidad
que tuviste: argumentativa y escéptica. Si la persona con
del yo.
este cuerpo hubiera reaccionado de manera completamente
diferente, tal vez me habria visto forzado a concluir que no
Miller: Me pareee que estas en lo correcto. Pero ahora estoy
eras ta. Por ejemplo, si se hubiera disculpado por no poder
un poco perdido. ;,Qué debe supuestamente seguirse de to-
aparecer en las noticias de las 6 de la tarde y as1' sucesiva-
do esto? mente, entonces yo podria de algun modo haherme persua-
dido de que era; Barbara Walters y no tu. La similitud de las
Weirob: Si la identidad de las personas, como afirmas, consis-
caracteristicas psicologicas —las' actitudes de una persona,
te en la identidad de almas inmateriales e inobservables, en-
las’ creencias, los recuerdos, los prejuicios y" eosas pareci-
tonces los juicios aoerea de la identidad personal, del tipo
das— es observable. Tales carateristicas estan eorrelaciona-
tle los que hacemos todos los dias al saludar a un amigo o
das con la identidad del cuerpo, por un lado, y desde luego,
sacarle la vuelta a un pesado, son en realidad juicios aeerca
con la mismidad del alma, por el otro. Asi, la corrclacion
de tales almas.
entre el cuerpo y el alma puede establecerse, después de
todo, mediante este eslabon interrnedio.
Miller: Correcto.

Weirob: Pero si tales juicios fueran realmente sobre las almas, Weirob: Y ;,corno lo sabes? .
todos ellos carecerian de toda base y fundamento. Pues no
tenemos ningiln método directo para observar la mismidad Miller: ;_Saber qué?

16 1?
 -P’
Weir-ob: Que en donde tenemos la mismidad de las caracteris-
I ticas psicologicas tenemos la misrnidad del alma.
J
I
Miller: Bueno, ahora te est-:-is comportando como una tonta.
El alma o la mente es justamente lo responsable de nuestro
caracter, nuestra memoria y nuestra creencia. Estos son
aspectos de la mente, asi corno nuestra altura, peso y apa-
riencia son aspectos del cuerpo.
‘M Weirob: Déjame aceptar, para bien del argumento, que la
creencia, el caraeier, la memoria, etc., son estados de la
mente. Esto es, supongo, concedo que lo que uno piensa y
siente se debe a los es,tados»de nuestra mente en ese mo-
mento. Incluso aceptaré también que la mente es algo in-
material, aunque tengo fuertes dudas dc que esto sea asi.
No veo, sin embargo, como se sigue que la similitud de
tales caracteristicas requiera, 0 ponga en evidencia en el gra-
do mas minimo, la identidad de la mente o del alma. Perm i-
teme explicar mi punto de vista con una analogia. Si salie-
ramos de este cuarto, bajiiramos y pasaramos por el molino,
y fuéramos hacia Wilbur, gqué veriamos?
J.
Miller: Veriamos el Rio Azul, entre otras cosas.
Weirob: Y __;_corno reconocerias el Rio Azul? Quiero decir,
por supuesto, que si salieras de aqui, probablemente no
esperarias dar con el Rio Platte o el Niobrara. Pero superi-
gamos que anduvieras extraviado y que fueras a dar al Rio
Azul, justo donde un viejo dique hloquea en parte la co-
rriente. 3-,Podrias reconocei-lo? -
Miller: Si; estoy seguro rile que tan pronto como viera esa par-
te del rio sabria de nuevo donde me hallaba. -
Weirob: ;Y como lo reconocerias?
Miller: Bueno, por la turbied-ad parda del agua, la corriente
lenta, la basura atorada en las orillas, etc.
Weirob: En una palabra, los estados del agua que constituyen
el rio en el momento en que lo ves.
Miller: Correcto. ‘
Weirob: Si vieras el agua azul limpia, con rnontones dc peces,
sabrias que no era el Rio Azul.
Miller: Por supuesto.
Wcirob: De esta forma, cada vez que ves cl Rio Azul esperas
ver el agua, que lo compone, en estados similares: no siem-
pre exactamente el mismo, pues a veces el agua esta un po-
co mas sucia, pero si, en buena medida, similar.
Miller: Si , pero équé es lo que intentas con todo esto?-
Weirob: Cada vez que vcs cl Rio Azul, se cornpone dc aguas
diferentes. El agua que tenia hace un mes puede estar ahora
on cl deposito dc Tuttle Creek o en cl Misisipi o en el
Golfo de Mexico. Asi, la similitud dc los estados de agua,
por medic de los cuales juzgaste la mismidad del rio, no re-
quiere la identidad del agua, que esta en aquellos estados
en esos varios tiempos.
. Miller: ;_ ‘1’ ‘?'
Weirob: Y asi, de que juzgues la identidad personal en referen-
cia a la sirnilitud de los estados do la mente, no se sigue que
la mente, o el alma, sea la misma en cada caso. Mi punto de
vista es éste. Después dc todo., por lo que sabes, el alma in-
material que crees hospedada en mi cuerpo, podria cambiar
ea diari-o, a cada hora, a cada minuto, y ser sustituida cada
19
 4-
vez por otra alma psicologicamente similar. Ya que no
puedes verla ni tocarla, gcomo 10 Si-1I91‘1B$'?
I
' - - ‘ ’ ‘ ' ’ lm nte uién eres?
Ii Miner‘ fihstas dmlendo qua no SB Tea 6 q Werrob: De_|emos pasar eso. Tengo otro problema que es mas
Weirob: De ninguna manera. T11 eres quien dice que la identi-
dad personal consiste en la misrnidad dc esta alma inmaterial,
inobservabie, invisible e intangible. Yo solarnente afirmo
que si consistiera en eso, no tendrras idea de quien soy.
La mismidad del cuerpo no necesariarnente quiere decir la
mismidad do la persona. La mlsmidad rile las caracteristlcas
psicologicas no necesariamente signifies Ia rnismidad de la
persona. Estoy diciendo que, si sabes quien soy, entonces
to equivocas al decir q,ue la identldad personal conslstc en
la mismidad de un alma inmaterial.
II
Miller: Ya veo. Pero espera. Creo que todo mi probierna es
que olvidé uno de los principios principaies de mi teoria.
La correlacion puede establecerse en mi propio caso. Yo so
que mi alma y mi cuerpo se encuentran intima y consisten-
temente juntos. A partir de estc primer caso, puedo genera-
lizar, al menos en lo que concierne a la vida en este mundo,
que la mismidad del cuerpo es un signo confiable de la mis-
rnidad del alma. Esto me permite considerar inteligihle, en
el caso de la muerte, que el eslabon entre el alma particular
y el cuerpo particular al que so hallaba ligada se ha roto.
I Weirob: Flsto seria solo una extrapolacion, gnu es cierto? De
un easo observado directarnente pasas a un par debiliones
en los que solo se observa el cuerpo. Pues supongo que
estamos acostumbrados a wumir, para cualquier persona
I sobre la tierra e incluso para aquellos que ya se han ido,
quo cl principio “un cuerpo, un alma” es efectivo.
Miller: lflsto no parece un obstaculo insuperable. Ya quo no
hay nada especial en mi propio caso, asumo quo el arreglo
20
que encuentro en oi se aplica unirersalmente, hasta que se
dé alguna razon para creer otra cosa. Nunca se ha dado.
. . .
serio. ;,Como es que sabes, en tu propio caso, que hay un
alma Singular qua Se hana Conectada tan mnsifitentfimente
con tu cuerpo? ‘
Miller: No puede ser quo estos hablando on serio, Gretchen.
e.‘Como uedo dudar de ue so la misma
, P ersona LI ue era
antes? allay algo mas claro y distmto, y menos susceptible
dc duda? ;_Como esperas que te pruebe algo, s1 eres capaa de
negar m1 propia existencia continuada dc segundo a segun-__
do? Sin el conocirniento de nuestra propia identidad, todo
lo que pensamos o hacem os careceria de sentido. ;_Como po-
dria pensar si no supongo que la persona que comienza mis
pensamientos es aquella que los completa‘? Cuando actilo,
,;,no asumo que la persona que tiene la intencion es quien
realiza Ia accion? "
Weirob: Pero yo te concedo que una persona singular se halla
asociada con tu cuerpo desde que naciste. La pregunta es si
un alma inmaterial se halla asociada en esa forma -o mas
precisamentc, si estas en posicion de saberlo. To crees que
el juicio cle que una y la misma persona ha tenido tu
cuerpo todos estos afios, es un juieio de que una y la mis-
ma alma inrnaterial ha estado hospedada en él. Lo que digo
es que tales juicios rcspecto al alma son totalmente miste-
riosos, y que si nuestro conocimiento de la mismidad de las
personas consistiera en el conocimiento de la mismidad do
un alma inmaterial, eso tambien seria totalmente misterio-
so. Sefialar, como lo haces, que no es un misterio, sino tal
vez el mas seguro conocimiento que tenemos —el funda-
mento do todas las razoncs y acciones-, es sirnplemente
afirmar el punto de que no puede consistir en el concei-
miento do Ia identidad dc un alma inmaterial.
21
 Miller: Tu sirnplernente has afirmado, pero no establecido,
que mi juicio do que un alma singular se ha hospedado en
mi cuerpo estos afios es misterioso.
Weirob: Bueno, considera estas posibilidades. Una es que un
alma singular, una y la misma, ha estado con este cuerpo, al
que llamo mio, dcsde que naeio. La otra es que un alma es-
taba asoeiada con oi hasta hace cinco afios, cuando otra,
psicologicamente similar, heredando todos los recuerdos y
las ereencias, se alojo en él. Una tercera hipotesis es que
cada cinco afios una nueva alma se aloja. Una cuarta
es que eso ocurre cada cinco minutos. La mas radical
es que hay un flujo constante de almas a traves dc este
cuerpo, cada una psicologicamente similar a la anterior, asi
I como hay un flujo constante dc moloculas de agua en oi
rio. ,;,Qué evidcncia tengo de que la primera hipotesis es
verdadera, “la hipotesis del alma singular”, y no alguna de
las otras? ;_El que yo sea la ‘misma persona que era hace
cinco minutos o hace cinco afios? Pero el problema en
cuestion es simplemente si de la misrnidad de una persona,
la cual no esta en duda, puede inferirse la mismidad del
alma; ;,Por la rnismidad del cuerpo? Pero gcomo puede es-
tablecerse una relacion estable entre el alma y el cuerpo?
;_Por la mismidad de los pensamicntos y las sensaciones?
Pero si estan en un fiujo constants. Debido a ia naturaleza
del caso, si el alma no puede observarse, entonces no puede
verse si es la misma. En realidad, ningiln sentido se ha dado
aon a la frase “misma alma”. ;I\Ii podria asignarsele ningfin
sentido! Uno tendria que decir como se veia o se sentia un
alma singular, como un encuentro con un alma singular en
tiem pos diferentes difiere de encuentros con almas diferen-
tes. Pero esto dificilmente puede hacerse, ya que un alma,
conforme a tu concepcion, ml se ve ni se siente en absoluto
como alguna otra cosa. Y asi, por supueslo, “las almas" no
pueden proporcionar ningon principio de identidad. Y, por
22
tanto, no pueden usarse como un puente entre mi actual
existencia y mi existencia en un tiernpo posterlor.
Miller: 5,Dudas de la existencia de tu propia alma‘?
Weirob: No he basado mi argumento en que no hubiera las
almas inmatcriales del. tipo que describes, sino meramente
en su irreievancia total para las euestiones de la identidad
personal y, por tanto, para las euostiones de la sobreviven-
eia personal. Yo en realidad tengo graves dudas acerca de si
hay algiin alma inmaterial del tipo al quo til apelas. ;,Po-
demos toner una nocion de un alma a menos quo tengamos
una nocion de la misma alma? Sin embargo, espero que no
pienses que digo que dudo de mi propia existencia. Pienso
quo estoy acostada aqui ahora, con sohrepeso y consciente.
Pionso que me ves a mi, no solo a una envoltura externa,
pues creo que solo soy un cuerpo humano vivo. Pero ésa
no es la base do mi argumonto. Te concede estas almas. So-
lamente ohservo quo, por su propia naturaleza, no pueden
proporcionar ningon principio de identidad personal.
Miller: Adrnito quo no tengo respuesta.
Siento no consolarte, aunque tal vez te he dado un rato
de entretenimiento. Emerson dijo que un poco de filoso-
fia lo aleja a uno de la religion, pero que un entendirniento
profundo lo hace rcgresar. ss quo nadie ha pensado tanto y
tan duro como to acerca de la filosofia. ,;_]amas te Ilara vol-
ver a una manera religiosa de pensar?
Weirob: Mi primer marido acostumbraha deeir que nn poeo
dc filosofia lo aleja a uno de la religion, y que mas fiIosof|a
daba dolor do eabeza. Quizas estaba mas er.-rcano a la ver-
dad quo Emerson.
Miller: Quizas. Pero tal vez para mafiana en- la noche habre
hallado un argumento mejor.<
Weirob: Espero vivir para oirlo.
23
Ii
n_4_
Sseunm Noeas
Weirob: Bien, Sam, ghas encontrado una rnanera de darle sen-
tido a la identidad de las almas inmateriales?
Miller: No; he deeidido que fue un error basar mi argumento
en una noeion tan dudosa.
Weirob: Entonces, ,;_te has dado por vencido acerea de la so-
breviveneia? Pienso que seria dificil para un elérigo vivir
eon tal posieion, y me sentiria mal por haberte orillado a
ella.
Miller: No te preocupes. Estoy mas convencido que nunea.
-Anoehe me quedé despierto hasta muy tarde, leyendo y
pensando, y ahora estoy seguro do que puedo eonvencerte.
Weirob: Pues api1rate;el tiempo so acaba.
Miller: Déjame primero explicarte por quo, independiente-
rnente de mi deseo de defender la tesis de la sobrevivencia
despuos de la muerte, estoy insatisfeeho con tu tesis dc que
la identidad personal es solo la identidad corporal. Mi argu-
mento se pa-recera al que usaste para eonvencerme de que
la identidad personal no podria identifiearse eon la identi-
dad de un alma inmaterial.
Piensa en alguien que despierta mafiana en la mafiana,
eonsciente, pero afin no dispuesto a abrir los ojos y mirar
alrededor y, por deeirlo asi, permitir que cl nuevo dia
empiece ofieialmente.
Weirob: De aeuerdo, tal situaei-on es bastante familiar.
Miller: Ahora bien, aaeaso tal persona no sabria quien era?
Es deeir, aun antes de abrir los ojos y mirar alrededor y,
por deeirlo asi, antes de mirar su cuerpo o formular jui-
24
I
cios ar-erca de el, ,;,no seria. eapae do rec-onocer quieri era
ella misma? Scguramente, la rnayoria de nosotros, en la
mafiana, sabemos quiénes somos antes de abrir nuestros
ojos y reeonocer nuestros euerpos, gno es asi‘?
5 r _
Wauob: Parece que estas bien en eso.
Miller: Pero el juicio que hace esta persona —supongarnos que
jurga “soy Gretchen Weirob”-— es un juieio de identidad
personal. Suponte que se dice: “Soy la misma persona que
anoehe estuvo diseutiendo eon Sam Miller." Este es elara-
mente un enuneiado acerea de su identidad eon alguien
que estuvo vivo la noche anterior. Y podria haeer este jui-
eio sin examinar en absoluto su cuerpo. Tu podrias haber
heelio justamente este juieio hoy en la maiiana, antes do
abrir los ojos.
Wt:-rirobz lluono, de hecho lo hiee. Reeorde nuestra conversa-
rrion dc anoche y me dije: “ ;_Podria ser yo esa persona grose-
ra que fue tan dura con los intcntos de Sam Miller por conso-
larme?” Y, por supuesto, mi respuesta fue que no solo
podia ser, sino que era esa persona tan grosera.
Miller:- Pero entonces, por el mismo principio que usaste ano-
che, la identidadpersonal no puede ser la identidad cor-
poral. Pues dijiste que la identidad personal no podia ser la
identidad de un alma inmaterial porque no estamos juzgan-
do sobre la identidad de un alma inmaterial cuando juzga-
mos sobre la identidad personal. Pero por la misma razon,
como lo muestra mi ejemplo, no estamos juzgando la iden-
tidad corporal al juzgarla identidad personal. Pues podemos
juzgar quiénes somos, y que sornos Ia misma persona que hi-
zo tal y tal cosa, ete., sin tener que haeer en absolute nin-
gon juicio aeerca del cuerpo. Asi, la identidad personal, si
bion puede no eonsistir en la identidad de un alma inmate-
25
 -f
rial, no eonsistr: tampoco en la identidad de un cuerpo
material.
Weirob: Argurnente tal como recuerdas. Pero dije tamhien
quo la noeion de la identidad de un alma sin extension,
IlI10lJ1-'.-i~€5I"r'-‘ill1¥l.t"'; e inrnaterial, me pareeia no tener sentido en
absolute. Esta es una razon por la que no puede ser que sea
eso lo quo estemos juagando al juzgar acerca de la identi-
dad personal. I .a identidad corporal al menos tiene sentido.
Quizas estamos asumiendo la mismidad del cuerpo, sin
darnos euenta.
Miller: Coneedido. Pero gadmites que no neeesitamos real-
mente, en nuestro propio easo, haeer un juicio acerea de la
identidad corporal para juzgar la identidad personal‘?
Weirob: No creo que lo admitiré. Pero lo dejaré pasar, asi que
podemos proceder.
Miller: Muy bien. Ahora, me parece que ineluso somos capa-
ees de irnaginar que despertamos para descubrir que tene-
mos un cuerpo drferente del que tuvimos antes.Imaginate
a ti misma tal como te lo he dicho. Ahora, supongamos
que por fin abres los ojos y te ves, no eon el cuerpo con el
que te has familiarizado tanto al paso dc los afios, sino con
uno de una forma jr tamafio fundamentalmente diferente.
I I
I
Weirob: Bren, supondrra que estuve dormida mucho tiempo y
' "
| 1
|
que perdi una gran cantidad de peso; quizas estuve en eo-
ma por un aiio o algo asi.
Miller: Pero, gno es al menos eoneebible que ese no fuera pa-
ra nada tu cuerpo anterior? A mi me parece posible imagi-
nar que despierto eon un cuerpo totalmente nuevo.
Weirob: Y geomo supondrias que sueedio?
26
I |=I| || |"| |I III |-| il
Miller: Eso no vicne al ease. I‘-lo cstoy dieiendo que puedo
imaginar un procedimiento que eondujera a esto. Estoy di-
ciendo que puede imaginar que me sueede. En La Meta-
morjfosis de Kafka, alguien despierta como una cuearaeha.
No puede imaginar lo ‘que haria que esto me pasara a mi
o a algnn otro, pero puedo imaginarme despertando eon el
cuerpo de ‘una euearacha. No niego que sea inereible que
suceda. Simplemente quiero deeir que podemos imaginar
experimentarlo. No parece contradictorio o ineoherente,
simplemente improbable e inexplicable.
Weirob: Y si admito que esto puede imaginarse, gque cosa se
sigue?
Miller: Bueno, pienso que se sigue que la identidad personal no
equivale a la identidad corporal. Pues yo no concluiria, al
hallarme con un nuevo cuerpo, que no era la misma perso-
na que antes. Seria la misma persona, aunque no tendria el
mismo cuerpo. Asi, tendriamos la identidad dc la persona,
pero no laidentidad del cuerpo. Pot tanto, la identidad per-
sonal no puede ser equivalents a la identidad corporal.
Weirob: Supongamos, y enfatizo supongamos, que te eoneedo
todo esto. ,;A donde tc llevaria‘? 5Qué es lo que afirmas
que he reconoeido como lo mismo, si no es mi cuerpo ni
mi alma inmaterial?
Miller: No aiirmo que hayas reconoeido algo como lo mismo,
excepto la persona involuerada, que eres to misma.
Weirob: No estoy segura de lo que quieres decir.
Miller: Permiteme apelar, como to lo hiciste, al Rio Azul.
Supongamos que llevo a un visitante a un treeho del rio,
por cl molino viejo, jr que despuos lo llevo haeia Manhattan.
Después de manejar una hora o mas vernos otro treeho del
27
 -f
rio y le digo: “Ese es el mismo rio que vimos en la mafiana.”
Como apuntaste aver, no por esto infiero que las mismas
rnoléculas de agua se ven en ambas ocasiones. Ademas,
los lugares son diferentes; quizas haya eien kilometres entre
ellos. Y la forma y el color y el nivel de la contaminaeion
podrian ser totalmente diferentes. ,3,Que es lo que veo mas
tarde que sea idontieo a lo que vi antes?
Weirob: Nada, exeepto el rio mismo.
Miller: Exaetamente. Pero ahora fijate que lo que veo, hablan-
do estrietamente, no es todo el rio sino" solo una parte de
oi. Veo diferentes partes del mismo rio en las dos oeasiones.
Asi, en realidad, si nos restringimos a lo que literalmente
veo, entonees no juzgo para nada la identidad, sino alguna
otra cosa.
Weirob: ¢'_Y euai podria ser?
Miller: Al deeir que el rio visto antes y el rio visto despues
son uno y el mismo rio, gacaso quiero deeir algo mas que
el treeho de agua visto antes y el trecho de agua visto des-
pues estan coneetados por otros treehos de agua?
Weirob: Eso esta bien. Silos treehos de agua estan eonectados
asi, entonees hay un solo rio del euai son partes.
Miller: Si, eso es lo que quiero deeir. El enuneiado de identi-
dad “El rio es el mismo que vimos en la mafiana” es en on
sentido aeerea de los rios. Pero tambien es en un sentido
aeerea de los treehos de agua o partes del rio. '
Weirob: Entonees, ,;_es todo esto algo especial aeerea de los
rios?
Miller: No, en absolute. Es un modelo reeurrente. Despues
28
de todo, tratamos constantemente con objetos situados en
el espacio y en el tiempo. Pero rara vez somos conscientes
de la totalidad de los- objetos, pues solo lo somos de sus
partes o de pedazos de sus histories. Cuando un enuncia-
do de identidad no es solamente algo trivial, como "_"esta
cama es esta cams”, es -en general— porque estamos real-
mente juzgando que las partes diferentes se acoplan, en
alguna forma adecuada, dentro de cierta clase de totalidad.
Weirob: No estoy segura de ver lo que quieres deeir.
Miller: Dejame darte otro ejempio. Supongamos que estamos
sentados juntos mirando el primer juego deuna competen-
eia a dos juegos. Me preguntas: “;_-Es este juego idéntieo
I a este juego?" Esta es una pregunta perfeetamente estlI1pi-
da, aunque, por supuesto, hablando estrietamente, tiene
scntido y la respuesta es “si".
- Pero ahora supongarnos quo to sales en la sexta entrada
I para ir por unos hot dogs. Te "tardas y regresas después de
I cuarenta y cinco minutos o algo asi.Y me preguntas: “,;_Es
éste el mismo juego que estaba mirando?" Ahora tu pregun-
ta no es estfipida, sino perfectarnente apropiada. '
Weirob: Debido a que el primer juego podria aim. eontinuar o
haberfinalizado, y el segundo habor eomenzado durante el
r
I‘
tiempo que tarde en regresar. -
i
I
Miller: Exaetamente. Lo euai es un modo de deeir queciertas
i “ partes diferentes del mismo juego -—diferentes eniradas o al
I(
menos diferentes jugadas-~ estaban de alguna manera impli-
Ir
cadas cn tu pregunta. Por eso no era ni estiipida ni trivial,
sino significativa.
Weirob: ,Asi que piensas que los juicios en euanto a la identi-
dad de un objeto dc cierta clase —-rios o juegos de beisbol
o eualquier otra cosa— impliean juicios en euanto a que las
_--. __"-=-5:
' 29
 H- I‘
partes de aquellas eosas se conectan de cierta manera, y
que son significati-vos selamente cuando diferentes partes
estan implieadas.' ,_;,Es ese tu punto dfi T1513? '
Miller: Si, y pienso que es importante. Cuan tonto seria, euan-
do preguntarnos aeerea de la identidad de losjuegos de beis-
bol, buscar otra cosa, aparte del juego como totalidad, quo
haya de ser lo mismo. Podria ser el mismo juego aun cuan-
do diferentes jugadores partieiparan. Podria ser el mismo
juego aunque se hubieran cambiado a un eampo diferente.
Esas otras eosas, las entradas, las jugadas, los jugadores,e1
campo, no tienen quc ser las mismas en tiempos diferentes
para que cl juego sea el mismo. Solo tienen que relacionarse
de ciertas maneras para'formar asi esa totalidad compleja
que llamamos un iinieo juego. . hey.
Weir-ob : ,;_Piensas que estuvimos persiguiendo algo inalcanzable
cuando preguntzibamos si era la identidad del alma o la del
cuerpo lo que estaba involucrado en la identidad de las per-
sonas?
Miller: Si. La respuesta que yo daria ahora es que no es nin-
guna de las dos. Estamos preguntandonos aeerea do la iden-
tidad de la -persona. Por supuesto, si por “alma” entende-
mos “persona”, no hay problerna. Pero si queremos deeir,
como yo ayer, alguna otra cosa cuya identidad esta sobre-
entendida, esto es, que tiene que “ser la misma cuando las
personas son las mismas, entonees estamos enreclandonos
nos/otros mismos con las pal-abras. '
Weirob: En euanto a los rios y a los juegos de beisbol, puedo
ver que estan eonstituidos por partes que se conectan de
cierta manera. La conexion es, por supuesto, diferente en
los dos eases, seglin el tipo de “partes” involueradas. Las
partes del rio deben eonectarse fisicarnente eon las otras
partes para formar una totalidad continua. Las entradas del
30
II
E, ,
‘ juego del beisbol deben eonectarse de tal manera que la
puntuacion, el orden de bateo y cosas asi, se lleven desde
la entrada inicial ha.sta la final segiln las reglas. ;_Hay algo
1
analogo que podamos deeir aeerea de las personas? -
L“i_'¢'.u.
._
Miller: Los autores que se oeupan de esto hablan de “estados
de la persona". Es como un pedazo de eoncieneia, tal como
Ii éste del‘ que nos damos euenta ahora. Estoy eonseiente de
I
un flujo de pensamientos y sentimientos que son mios, tal
como til estas consciente de los tuyos. Una persona es solo
una totalidad compuesta por tales pedazos como partes, no
I. alguna substaneia que les subyace, como pensé ayer, ni
I-
,i
I.
tampoco el cuerpo en el que ocurren, como til pareees pen.-
I
sar. Esa es la eoncepcion de persona que deseo defender
‘
Weirob: Asi que cuando desperté y me dije: “Soy la que ano-
che fue tan grosera con Sam Miller", estaba yo juzgando
que un cierto pedazo de concieneia del cual era eonsciente
L
en ese entonees, y uno anterior del cual yo reeordaba ha-
I
ber estado consciente, forman juntos una totalidad singular
del tipo apropiado -un flujo unico dc eoncieneia, podria-
n
i_--J-_'i__
mos deeir. .
Miller: Si. Eso es exaetamente. No necesitas preocuparte
aeerea de si la misma alma inmaterial esta involucrada, o
aun de si eso tiene sentido. Ni necesitas preoeuparte de si
. el mismo cuerpo est-ii implicado, y de hecho no te preocn-
pas, puesto quo to ni siquiera tienes que abrir los ojos y mi-
rar. La identidad no es, por asi deeirlo, algo debajo de los
estados Ade la persona, ni esta en algo alo que eston ligados,
sino que es algo que construyes eon ellos. .
Ahora la sobreviveneia, como bien puedes ver, no es nin-
gun problema en absoluto una vez quo ten-emos esta eon-
cepeion de la identidad personal. Todo lo que necesitas su-
poner es que hay, en el eielo, un ser. eonseiente, y qua los
Ell
 estados de la persona que lo constituyen estan en la relaeion
apropiada con los que ahora te constituyen, de modo que
son partes de la misma totalidad, es deeir, de ti. Si es asi,
has sobrevivido. Por tanto, gadmitiras que la sobrevivencia
es al menos posible?
_.i..
Weirob: Espera, espera. Consolarme no es tan facil; Tendr.-is ' 3
que mostrar que es posible que estos estados de persona o
pedazos de eoncieneia se relacionen de la manera apropiada.
Y pa_ra hacerlo, ,;_no tendras que deeirrne cu.-il es esa mane-
I ra? _
Miller: Si, claro que si. Estaba adelantandome. Es justo para
i_I
este punto que mi leetura fue de gran ayuda. En un capito-
lo de su Ensoyo sobre el entendimiento humane, Lopke
1
_E
discute esta euestion. Sugiere que la relaeion entre dos es-
tados dc la persona, o pedazos do eoncieneia, que los hace
i estados dc una sola persona es justamente que el oltimo
contiene los recuerdos del primero. Elno lo dice con esas
palabras; habla de “extender nuestra conciencia hacia atras
en el tiempo”. Pero parece estar pensando en la memoria.
Wcirob: gnsi que cualquier pensamiento o sentimiento o in-
teneion o deseo que pnedo recordar haber tenido es mio?
l‘
I
Miller: Correeto. Yo solo puede recordar mis propios pensa-
mientos y sentimientos pasados, y til solamente los tuyos.
For supuesto, todos aeeptarian inrnediatamente eso. La
idea do Locke es tomar esta relaeion como la fucnte de la
identidad y no solo como su consecueneia. Heeordar —o,
mas plausiblemente, ser eapaz de reeordar— los pensamien-
tos y sentimientos de una persona que fue eonseiente en
el pasado es justamente lo que es ser esa persona.
Ahora puedes ver faeilmente que esto resuelve cl proble-
ma de la posibilidad de la sobrevivencia. Como antes estaba
diciendo, todo lo que necesitas es imaginar a alguien en un
32
tiempo futuro, no sobre esta tierra ni tampoco con tus
pensamientos y sentimientos presentes, que recuerde la
conversacion que estamos teniendo ahora. Esto no exige la
mismidad do ninguna cosa, pero equivale a la mismidad de
la persona. Por tanto, gla admitirais ahora?
Weirob: No.
Miller: Bueno, geual es el problema ahora?
Weirob: Admito que, si reeuerdo haber tenido eierto pensa-
miento o sentimiento que alguna persona tuvo en el pasado,
entonees debo en realidad ser esa persona. Aunque puedo
recordar haber observado pensar a otros, no puede recor-
dar su pensamiento mas de lo que puede expcrimentarlo
en cl memento en que ocurre, si es suyo y no mio. Este es
el nncleo de la idea de Locke y no veo que pu eda yo negarlo.
Pero debernos distinguir, como sin duda estaras de acuer-
do, entre recordar en realidad y meramente parecer1..:eor-
dar. Muchos hombres que piensan que son Napoleon afir-
man recordar haber perdido la batalla de Waterloo. Pede-
mos suponer que son sinceros y que realmente pareeen
reeordarlo. Pero en realidad no lo reeuerdan, porque no
estuvieron en la batalla ni son Napoleon. "
.-
Miller: Por supuesto, admito quc debemos distinguirentre
recordar en realidad y solamente parecer hacerlo.
Weirob: Y admitirés tambien, eonfio, que el pensar en alguna
persona quo, on algon lugar lejano y en un tiempo distante,
parezca recordar esta conversacion que estoy teniendo con-
tigo, no me daria el tipo de consuelo que la perspectiva de
la sobreviveneia supuestamente proporeiona. No tendria
razon alguna para anticipar las experieneias futuras de esta
persona simplemente porque ella va a parecer reeordarrnis
33
 experiencias. Las experiencias de tal impostora engaiiada
no son las que puede ansiar tenor. ' ciando oraciones que comienzan asi: “Recuerdo que estoy
Miller: Estoy de acuerdo.
Weirob: Asi que la mera posibilidad de alquien que en el
futuro parezea recordar esta eonversacion no muestra la
posibilidad de mi sobrevivencia. Solamente la posibilidad
de que aiguien en realidad reeuerdo esta conversacion --o,
para ser precisos, las experiencias que estoy teniendo-
mostrar ia eso. , Weirob: Ahora bien, ,;_cual de ellas estaen realidad recordando?
Miller: Es eierto. Pero, ga donde quieres llegar? ,;Donde esta
el problema? Yo puede imaginar a alguien que se engafia,
pero tambien a alguien que en realidad esta siondo to, y
que recuerda tus actuales pensamientos.
We-irob: Pero gcual es la diferencia? ;_Como sabes end! do los
dos estas imaginando, y qua has mostrado que es posible‘?
Miller: Bueno, yo solamente imagino a uno de ellos y no al
otro. N o veo la fuerza de tu argumento.
Weirob: Permiteme aclararlo con otro ejemplo. lmagina a dos
personas. Una esta hablando contigo, diciendo algunas
palabras, teniendo ciertos pensamientos, etc. La otra no
esta hablando contigo paranada, sino que esta siendo
hipnotizada en el cuarto de al lado. El hipnotizador le da
una sugestion posthipnotiea tal que, al -despertar, ella re-
eordara haber tenido ciertos pensamientos y haber eruzado
eiertas palabras eontigo. Sncede que los pensamientos y las
palabras que ella menciona sonjustamente los pensamientos
y las palabras que la primera persona en realidad piensa y
dice. ;_Entiendes la situacion? I
Miller: Si; continua.
34
Weirob: Ahora bien, mas tarde, ambas personas estan pronun-
platicando con Sam Miller” y “Reeuerdo haber pensado
mientras platicaba con Sam Miller”. Y resulta que ambas
l~.
reportan estar recordando justamente los mismos pen-
samientos y afirmaciones. Una de ellas estara recordando y
la otra solo pareciendo recordar, gno es asi‘?
Miller: Por supuesto.
Miller: La que estaba en el cuarto hablando conrnigo, por
supuesto. La otra solo esta bajo la influencia de la sugestion
heeha por el hipnotizador y no recuerda en absolute ha-
bermc hablado.
Weirob: Bueno, estas de acuerdo en que la diferwcia entre
ellas no consiste en el eontenido de lo que piensan y dicen
ahora.
Miller: Aceptado. La diferencia radica en la relaeion con el
pensamiento y la plzitica pasados. En uno de los eases la re-
laeion dc memoria se satisface. En el otro no.
if
jc["i'_""'fi
Weirob: Pero ambos satisfacen parte de las condieiones de
recordar, pues ambas personas parecen recordar. Asi que
debe haber, ademas, otra condicion que una satisfaee y la.
otra no. Lo que quiero es que me digas euai es esa condicion
adicional.
Miller: Bueno, ya dije que quien haya estado en este euarto
hablando reeordaria. .
Weirob: En otras palabras, dados dos supuestos recordantes
de algon pensamiento o aeeion pasada, el recordante real es
I 35
.aaassassssssss
 _|-

quien , ademas de parecer recordar el pensamiento o la aeeion marcar la diferencia entre la memoria real y la aparente?
pasada, en realidad lo penso o la hizo. - Eres libre de intentarlo.

Miller: Si.
Weirob: Es deeir, aquel que es idéntieo a la persona que estu-
vo pensando y platicando en el pasado.
Miller: Si, lo admito .
Weirob: Asi, tu argumento solo equivale a esto. La sobrevi-
veneia es posible, porque es imaginable. Es imaginable por-
que mi identidad con alguna persona celestiales imaginable.
Para imaginarla, imagineinos una persona en el eielo que,
primero, parezea recordar mis pensamientos y acciones y,
segundo, que sea yo.
Seguramente, habria aqui un circulo vicioso. Si tengo
dudas de que la persona celestial sea yo, tendré dudas de si
ella esta realmente recordando o si solo parece haeerlo. Na-
die podria dudar de la posibilidad de alguna persona futura
que, despues de la muerte, pareciera recordar las eosas que
oi penso o hiee. Pero la posibilidad dc tal cosa no resuelve
el problema aeerea de la posibilidad de la sobrevivencia.
Solo la posibilidad de alguien que en realidad recorda-
- ra podria hacerlo --pues eso, como estamos de acuerdo,
es suficiente para la identidad. Pero las dudas aeerea dc la
sobrevivencia y la identidad simplemente vienen a ser dudas
sobre si las memorias serian reales o rneramente aparentes.
To nada mas garantizas la posibilidad de on impostor celes-
tial engaiiado. I
Cohen: Regresemos a tu caso del hipnotizador. Diees que te-
nemos dos supuestos recordantes. Preguntas en quo radica
la diferencia y afirmas que la respuesta debe ser circular: que
el recordante real es la persona que realmente tuvo las es-
perieneias que arnbos parecen recordar.
Pero esa no es la (mica respuesta posible. Las experieneias
- en si rnismas eausan posteriores recuerdos aparentes en el
primer ease, rnientras que el hipnotizador los eausa en cl
otro. Podemos deeir que el recordantc es aquel de los dos
cuyos recuerdos fueron causados en la forms: adccuada por
las experiencias anteriores. Asi, distinguimos entre el recor-
dante y el sujeto hipnotisado sin apelar a la identidad.
La idea dc que la memoria real equivale a la memoria
aparente mas la identidad es erronea de todos modos. Me
parece recordar que de pequefio derribé la Menorah y
que las velas cayeron dentro de una sopera echando a per-
der la sopa. Y en realidad yo hiee tal hazafia. Asi, tenemos
memoria aparente e identidad. Pero yo en realidad no re-
euerdo; estaba demasiado pequefio cuando hiee esto como
para reeordarlo ahora. Simplemente me han contado la his-
I‘
toria tan a menudo que me parece recordarla.
i Aqui, la su gereneia dc que el reeuerdo real es un recu erdo
aparente causado por los eventos en la forma apropiada
funciona mejor. No es mi experiencia de derribar la Me-
norah, sino el oir a mis padres hablar dc eso despues, lo
que causo las impresiones parecidas a recuerdos.

Cohen: Pero espera, Gretchen. Pienso que Sam no fue justo
eon su propia idea en este memento.
We-irob: ,-_Piensas que puedes romper el circulo de usar la me-
moria real-para explicar la identidad, y la identidad para
Weirob: Reduces la identidad personal a la memoria, y la
memoria a la memoria aparente que sea causada en la forma
correcta. Una persona es un eierto tipo dc proceso causal.
Cohen: Correcto.

36 ' 3'?
-"3-‘I1"-1:I' I-0

Weirob: Supongamos ahora, por el bien del argumento, que
aeepto esto. ;_Como lc ayuda a Sam en su defensa de la po-
sibilidad de la sobreviveneia? En la m-ernoria ordinaria, la
eadena causal que va del evento recordado a la memoria de
este nunca nos lleva fuera de los limites dc un solo cuerpo.
Verdaderamente, el proceso normal del cual hablas segu-
ramente implica de alguna manera un alrnacenamiento dc
informacion en el cerebro. _;Como puedcn los estados dc
mi cerebro, cuando muera, influir de la manera apropiada
en las memorias aparentes dc la persona celestial que Sam
toma por mi? -
Cohen: Bueno, no intenté defender la posibilidad de la sobre-
vivcncia. Ese es el prolilema dc Sam. Simplernente me
gusta la idea de que la identidad personal pueda explicarse
en términos de la memoria y no solo en términos de la
identidad eon cl cuerpo.
Miller: Pero, seguramente, esto me proporciona bases para
aiiadir algo a mi defensa. Tu desafio, Gretchen, era expli-
car la diferencia entre dos personas en el eielo, una que re-
cuerda realmente tu expericncia --y que, por lo tanto, eres
ti1— y otra que simplemente parece recordarla. Pero ,.;no
puedo solo deeir que til eres aquella euyos estados fueron
eausados de la manera apropiada? No quiero deeir la manera
en que lo hubieran sido en el caso normal do la memoria
terrenal. Pero, en el caso del ser celestial que seas to, Dios
lo habria creado eon tales y cuales estados cerebrales (o
eualquier otra cosa) porqae to ten ias esos mismos al morir.
Seguramente no es la forma exacta de la dependencia que
mis recuerdos posteriores guardan con respecto a mis sen-
saciones anteriores, lo que los hace verdaderamcnte reeuer-
dos, sino el hecho de que cl proceso involucrado ha preser-
vado la irilormacion.
ll erroo. :\s1,pues,s| Dios crca una persona celestial, disenando
.7 " J" I I ‘I ‘I ~
as
su cerebro dc manera que duplique el cerebro que yo ten-
go al morir, entonees esa persona soy yo. Si, por otro lado,
un ser celestial llegara a existir aeeidentalmente con los
mismos estados de memoria aparente (si es que hay acci-
dentes en el eielo), ese ser no seria yo.
Miller: Exaetamente. g_Estas ahora conveneida dc que la sobre-
vivencia tiene sentido?
Weirob: No;a1in me falta mucho para esta.r eonvencida.
El problema que veo es este. Si Dios pudiera crear una
persona en el eielo y, disefizindola a partir de mi, haeer
que sea yo, ;_por qué no podria haeer dos euerpos y practi-
ear en ambos esta transferencia de informacion‘? __3Podrian
ambas personas celestiales ser yo? Parece ser tan claro co-
mo el agua que de
A es B
yde
C es B
donde “es” significa identidad, podemos inferir:
A es C. .
Asi, pues, si cada una de estas personas celcstiales soy yo,
ellas deberian ser cada una la otra. Pero, entonees, no son
dos sino una. Sin embargo, mi supuesto era que Dios creo
dos y no una. Dios podria crearlas fisicamente distintas,
eapaces de moverse independientemente, quizas en lugares
celestiales muy apartados, cada una eon sus propias obliga-
ciones, con su propio circulo de amigos celesliales y eosas
asi.
Por tanto, o bien Dios, al crear una persona celestial con
un. cerebro modelado a partir del mio, no crea a alguien
realmente idéntieo a mi, sino a alguien meramente similar
a mi, o bien Dios esta de alguna manera limitado a haeer
solamente uno de esos seres. No puedo ver razon alguna dc
por quo, si hubiera un Dios, debiera sufrir esta limitacion.
Asi que tome la primera opcion. Dios podria crear a al-
39
H
 guien que fi.L€S€ yo. O bien tu analisis de la memoria esta
equivoeado y tal ser no reeuerda, después de todo, lo quo
estoy haciendo o diciendo, o bien la memoria no es suficien-
te para la identidad personal. Tu teoria falla en algiin punto,
pues conduce a absurdos.
Cohen: Pero espera. ,;_Por quo no puede Sam deeir simple-
mente que, si Dios hace tal ereatura, ella eres to, y que si
hace mas, ninguna de ellas eres to? Es posible que Dios ha-
ga solamente una. Asi que es posible que to sobrevivas.
Sam proeuro siempre conceder que es posible quc no so-
brevivas. Tenia en rnente el caso en el que no hay Dios que
haga las personas celestiales apropiadas, o el case de -que
Dios existe, pero no crea ninguna. To has mostrado simple-
mente que hay otra manera dc no sobrevivir. En lugar de
haeer demasiado pocos record-adores celestiales, Dios hace
demasiados. ;Y- quo? Podria haeer el nomero correcto, y
entonees sobrevivirias.
Weiroo: Tus afirmaciones equivalen realmente a un cambio
en tu posicion. Ahora no estas afirmando que la memoria
por si sola es sufieiente para la identidad personal. Ahora
es la memoria rnris la falta dc competencia, la ausencia dc
otros rceordadores, lo qne se necesita para la identidad
personal.
Cohen: Equivale a un cambio de posicion, pero ,;,y qué con
eso? ,;_Hay algo insostenible en la posicion resultante?
Weiroo: Veamos esto desde el punto de vista de la persona ce-
lestial. Ella se dice a si misma: “Oh, debo ser Gretchen
Weirob, pues me reeuerdo haciendo lo que ella hiee y di-
ciendo lo que ella dijo.” Pero, ahora bien, esa es una eon-
elusion bastante fragil, gno es cierto? Ella realmente solo
tiene dereeho a deeir: “Oh, o bien yo soy Gretchen Weirob,
o bien Dios ha creado mas de una como yo, y ninguna de
4.-0
nosotras lo es." La identidad se ha convertido en algo de-
pendiente de cosas totalmente extrinsecas a ella. Quién sea
ella ahora depende, no solo dc sus estados rnentales y de su
relaeion con mis estados mentales, sino de la existencia o
inexistencia de otra gente. ;_Es esto realmente lo que quie-
res sostener‘?
O miralo desde mi punto dc vista. Dios crea una como
yo en el eielo. Seguramente deheria alegrarme si estuviera
convencida de que esto iba a pasar. Ahora crea otra, y yo de-
beria desesperarme otra vez, pues esto significa que no so-
breviviré despuos de todo. ,]_Como puede la duplicacion de
una buena aeeion quitarle todo valor?
Cohen: _;_Estas diciendo que hay alguna contradiceion en mi
sugerencia de que solo la creacion de una ilnica Gretchen
celestial euenta como tu sobrevivencia?
Weirob: No, no es contradictoria, hasta donde puedo ver. Pero
parece rara de una manera que rnuestra que algo en-alglin
punto anda mal con tu teoria. Aqui esta una cierta relaeion
que tengo con una persona celestial. El que haya tal persona
con la cual este relacionada de esta manera es algo dc gran
irnportancia para mi, una fuente de consuelo. Ello justifica
el que yo anticipe su experieneia, debido a que ella es sim-
plemente yo. ;,Por qué deberia el que tenga yo esa relaeion
con otro ser destruir mi relaeion con este? Diees que porque
entonees yo no seria idéntica a ninguno de ellos, pero, ya que
has proporcionado una teoria aeerea de en quo consiste la
identidad, podemos mirar y ver a lo que equivale para miel
ser o no ser idéntica. Si ella ha de recordar mi experiencia,
puede anticipar correetamente la suya. Pero entonees parece
que la duplicacion no ocasiona diferencia alguna. Y sin em-
bargo debe ocasionarla, pues uno no puede ser idéntico a
dos. Asi que afiades, de una manera purarnente ad hoe, que
su memoria de mi no es suficiente-para haeer apropiado el
que yo anticipe sus experiencias si hay, no una, sino dos
4-l
h |1|
 pegsonas asi conectadas. 5,l\io es mas raaonable cencluir, una Gretchen Weireb extra. Pero no dige que lo liaria, sino
a o que la memoria no asegura la identidad si hay dos solo que, si lo hiciera, esto no sigiifiearia que ye dejara de
Gretchens celestiales ue ento 11035 UIIIIPOCO la 35eg|_1|~3_I cxistir, como tu teoria implica. Tu teoria da la respuesta
l_ t Cl
cuando hay solo una‘? equivocada en esta eircunstancia posible, asi que debe ser
-
erronea. Cree que no me han dado '
motive para a b an d onar
Cohen: [lay algo ad hoe en ello, lo admito. Pero quizais esa es el punto de vista mas obvio e inmediato sobre estos asuntos.
Justamente la manera como trabajan nuestros eonceptes. Soy on cuerpo vivo y, cuando ese cuerpo muera, mi exis-
tencia terminara.
I

Tu ne has saeado una contradiccion.

I
‘_ I

Weiroh: Una lista infinita de absurdos tiene el mismo peso

TERCERA Noses
qtueiuna contradiecion. Y los absurdos pueden gfinerargg Sin
hmltfi 3 Partlr (iii t-1 propucsta. Supongames que Dies creo Weirob: Bien, Sam, gestas aqui para un tercer intento dc con-
esta persona celestial antes de que yo muriera. Entences,
Dies me ha matad.o;s1 laha vencerme de la posibilidad de la sobrevivencia?
i creado Y a . entoncesn " ' real .
.. oestas
mense hablando con quien crees, sino con alguicn nuevo,
CF63 0 P01‘ lfl cxtrana muerte cle Gretchen Weirob hace unos Miller: Ne; me dey por vencido. Sugiero que hablemos dc
pliilrnpntos. U supongamos que Dios crea primero un ser ce- pesea e de futbel e cle algo sin relaeion con tu inminente
es? a lque sea yo. Despues crea otro‘. _;_Deja el primero de ser partida. Derrotaras cualquicr intento directo que ye haga
ye. Si Dios puede crear tales seres en el eielo, Sfigllfamgntg para eonsolartc, pero quiza pueda al menos iistraer tu
P ii ed; I13@@1'I0 B11 Albuquerque. Y no hay nada en tu teoria
. lT161'lt('..
q u£1: avorezca
- a- este cuerpo ante
. ti- come Gretchen Weiroh,
.
? gre el que pertenezea ala persona creada en Albuquerque. Cohen: Pero antes de eomenzar con la pesea -aunque no
sh V0? fl 51-11301113? que, si Dios hicicra esto, yo rcpenfina- tcnge ningiln alegato particular para la sebreviveneia— hay
gnente dejaria dc ser. lustoy tentada a deeir que yo dgjal-fa un punto en nuestra discusion. de las dos oltirnas neches
de ser Gretchen Weireb. Ppro esa seria una mgngfa Confusa que aim me molesta. ;_Tc gustar ia diseutir un poeo la noeion
e expresarle. Habria aqui, en mi lugar, una ersona nuev: de identidad personal en si misma, sin preocuparnes aeerea
. P
con falses recuerdos de haber side Gretchen Weirob, que
-1 del ease mas diiicil de la sobreviveneia dcspués de la macr-
F-Calla dc ’Il”l0I'1‘I‘ dc competencia (una muerte extrafia 130111;) te?
a que mas). Esa persona no tendria dereeho a mi nombre,
a gm -euenta bancaria, iii a los servieios dc mi médico, pa- Weirob: Me encantaria. é_CLl-‘Ell cs el punto quo te molesta?
g a per las prinias del segiiro pagadas a su vez por I05
0 I. -I I "I -1

descuentes al salarie pasado dc Gretchen Weireb. Segu-

Cohen: 'l‘u posicion parece ser quc la identidad personal equi-
ramente es e ' ' ' . ' .» - "
D_ t “P hang ififitldfls per mas cuidadosarnemge vale a la identidad de un cuerpo humane, nada mas y nada
que ies escegiera dupliearme en cl eielo o en Albuquer-
menos. Una persona es solo un cuerpo humane vivo, e mas
gue, yolni de_]aria de ser, ni dejaria de ser quien sov. Pue-
preeisainente, supenge, un cuerpo humane iiue esta vivo y
cs re P ie Hr que Dios,
‘ '
siendo - .
benevelentc, " .
nunca crearia
43
4-2

que tiene eiertas capacidades: cenciencia y quiza raeienali-
dad. ;_Es eso eerrecto?
Weiroh: Si, aside seneillo me parece.
Cohen: Pero pienso que hobo un suceso que refuta eso. Estoy
pensando en cl extrafio case dc Julia North, que ocurrio
en California hace unos meses. Seguramente lo recuerdas.
Weirob "r U1 """"\ deniasiade bien. Pero es mejor que se lo expliques
a Sam, pues apestaria a que él no se ha enterado.
Cohen: ,;_Ne supiste de Julia North? ;Pero si cl case estuvo en
todos los encabezados! , " Barbara Harris titulado d'Qaién es Julia?
Miller: Bueno, Gretchen esta en lo eierto. Ne so nada de ello.
Ella sabe que solo lee la seccion deportiva.
Cohen: ;Solo lees la seccion deportival
n
Wen-ob: Es una expresion de su indiferencia hacia los proble-
mas terrenales.
Miller: Bueno, ese no es may razonable, Gretchen. Es cuestion
de preferencia. Prefiero ocupar mi tiempo de lectura en
leer aeerea del siglo XVIII, que aeerea del siglo ordinario y
miserable en el que tuve la desgracia dc nacer. Sabes, aquel
era realmente un siglo mucho mas civilizado. Pero evitemos
tratar mis cestumbres peculiares. Cuentame de ]ulia North.
Cohen: Muy bien. Julia North era una rnujer joven quo fue
Htropellada per un tranvia al salvar la vida de Lin pequefio
que deambulaba por la calle. Mary Frances Beaudine, la
madre del pequefio, sufrio un ataque al mirar la terrible
escena. El cerebro sane y el cuerpo accidentade dc Julia, y
cl cuerpo sane y el cerebro accidentade de Mary Frances
44
‘ . '1.
' i
-:2:
I-1
"| '-
l
.-;
.1’
E. fueron llevados a un hospital, en donde era residents el
I _,r_ I
.1
.1, doctor Matthews, un brillante neureeiruj ano. Este hab ia de-
.1,It
sarrellade un proceso para haeer lo que llamo “trasplantc
'
de cuerpo”. Asi que trasplanto el cerebro de Julia al cuer-
po de Mary Frances, ajustande los nervies, etc. y utili-
zando técnieas no disponibles sine hasta recientemente.
La sebreviviente de todo este fue, obviamente, Iulia, come
.3‘_;-—":\+;§_-:'_-r_' i
todos aceptaron, excepto -desafo'rtunadamente— el espeso
it de Mary Frances. Su poca vision y su falta de imaginacion
-,!'_i-
provocaron grandes eomplieaciones y drama, lo cual hize
"i
que el ease fuera mas famoso en la historia criminal quo en
la de la medicina. No detallare los penesos aspectos del
case, pero si te interesan, estan registrados en un libro dc
Miner: lFaScinimt"i I
Cohen: Bueno, la relevancia de este case es ebvia. julia North
tenia un cuerpo cuando ocurrio el aceidente y otro despues
dc la operacion. Asi que una persona tuve dos cuerpes. Per
tanto, una persona no puede identificarse simplemente eon
un cuerpo humane. Asi, algo debe estar equivocade en tu
modo de ver, Gretchen. g_Qué dices a esto?
Weiroh: Te dire justamente lo que dije al doctor Matthews.
Cohen: atlas hablado con el doctor Matthews?
Weirob: Si. Se puso en contacte cenmigo un poco después dc
mi accidente. Mi médieo le habia cementado mi case. Ma-
tthews dije que podia realizar la misma operacion cenmigo
Yo me negué.
Cohen: ;Te negaste! Pero, gper quo, Gretchen?
Miller: Gretchen, estoy eenfundido. Tu decision practicarnen-
I as
I 1| |rI Iii lul |' ||1 Ii
 ta flquivale all Suicidia '5'Dejaste Pas“ la Oportunidad dc 50' H
guir viviendo?_ _;,CoIno puede sor. . .'?
Weirob: Calma, calma. Ambos estan haciendo una suposicion
quo yo rechazo. Si el caso do Julia North equiv:-ile a un
contraejemplo a mi tcsis de quo una persona es solamente
on cuerpo humano vivo, y si mi negacion a admitir esta
conducta equivale al suicidio, entonees el sobreviviente cle
tal operacion debe ser reconocido como la misma persona
que el donador del cerebro. Es decir, la sobrcviviente de
la operacion do Julia North debe haber sido Julia, y la
sobreviviente de mi operacion habria dehido ser yo. Esta
es la suposicion quc ambos hacen al criticarme. Pero la re~
chazo. Pienso que Jack Beaudine estaba en lo correcto. La
sobreviviente dc la operacion que involucro el cerebro de
Julia North, era Mary Frances Beaudine y, por tanto, la
sobrevivicnte dc la operacion hecha con mi cerebro no hu-
biera sido yo. . ha sufrido fuertes cambios psicologicos. Si escogemos el
Miller: d-'_'Co’mo puedes deeir eso, Gretchen? ;_No desistiras de
tu opinion de que la idenhdad personal es solamente la
identidad corporal, por mas claro que sea el contraejemplo?
Realmento pienso que tienes un apego irracional al hulto
de materia que es tu cuerpo.
69%"-' Sf: Gffitfihen, estoy de acuerdo con Sam. Lo que di-
ces es absurdo. La sobreviviente de la operacion de Julia
_ North no tenia idea de quien era Mary Ffflncgs. B,;__,audine_
Recordaha ser Julia. . . - tencia no estaba prcvista cuando el concepto sc formo, o
Weirob: Le pareeia recordar ser Julia. __.;Has olvidado tan rapido
la irnportancia de esta distincion? En mi opinion, el 1'-ssul-
tado de la operacion foe qne Mary Frances Beaudine sobre-
' "V101 PBP0 BI1gafia'd'a,'p'ensiindo que era algnien mas. H Weirob: ;_Piensas quo fuc un asunto do convencion, de como
4-6
Cohen: Pero, como sahes, el caso se litigo. Se Llevo a la Supre-
ma Corte. Dijeron que la sohreviviente era Julia.
Wcirob: Ese argumento no es digno do ti, David. ;Es infalible
la Suprema Corte?
Cohen: No, no lo es. Pero no creo que sea una opinion tonta.
Miralo de esta manera, Gretchen. Este es on caso en el cual
entran en conflicto dos criteriosque usamos para haeer jui-
cios do identidad. Generalrnente esperamos que la identidad
personal implique tanto la identidad corporal como la
continuidad psicologica. Es deeir, esperamos que, si tene-
mos el mismo cuerpo, entonees las creencias, las memo:-ias,
los rasgos de caracter y cosas asi, seran también may simi-
lares. En este caso, estos dos criterios no coincidian, como
usualmente lo hacen. Si escogemos uno de los criterios, de-
cimos que la sobreviviente es Mar)’ Frances Beaudine y quc
otro, diremos que Julia ha sohrevivido con un yr»-evo cuer-
po. Tenemos que escoger cuzil critcrio es mas importante.
Es cuestion dc escoger como usar nuestro lenguaje, como
aplicar el concepto dc “misma persona" a una nueva situa-
cion. La mayor parte de la gente implicada en el casotomo
a Julia como la sohreviviente. Es deeir, la sociedad cscoge
usar cl conccpto de una manera en vez dc otra. La Suprema
Corte si viene al caso. Una dc sus funciones es la de esta-
blecer la forma de aplicar los conceptos antiguos a las nuc-
vas circunstancias —-como debe entenderse “libertad de
prensa" cuando so aplica at cine o a la television, cuya exis-
docir si "‘asesinato” incluye el ahorto dc un feto. Es
falible en asuntos de hecho, pero es la autoridad final en el
desarrollo dc ciertos conceptos importantes usados en el
derecho. La noeion de persona es un concepto dc ese tipo.
47
 -P’
ll
Q ,,;
escogemos usar el lenguaje, decidir quién era la sobrevi-
viente? ' do. Per un lado, no puedo ver como la cuestion puede ser
Cflh en: {I1 i-"\
I
1
I
Weirob: Puedo mostrar lo ridiculo de todo esto con un ejern-
plo. Supongamos que estoy de acuerdo con la operacion.
Me acuesto en la cama, esperando la eontinuidad de mi exis-
tcncia, anticipando los pensamientos y los sentimientos que
tendro al despertar despuos de la operacion. El doctor Ma-
tthews entra y me pide que tome algunas aspirin-as para no
tener dolor dc cabeza cuando despierta. Protesto, pues la
aspirina molesta a mi esfomago; me pregunta si prefiero te-
ner un terrible dolor de cabeza mafiana o un love dolor de
estomago ahora, y aeepto que lo mas» razonahle seria
tomarlas.
Supongamos que entras en este momento con malas no-
ticias. ;La Suprema Corte ha cambiado de parecer! Asi, no
sero yo la sobreviviente. Entonces digo: “ ;UhI Por tanto,
no tomaré la aspirina, pues sera otra la quo sufra el dolor
dc cabeza y no yo. 5_Por quo deheria soportar un dolor de
estomago, aunque fuera leve, para el bienestar de otra per-
sona? Despues de todo, ya estoy dandole mi cerebro."
Ahora bien, esto es claramente absurdo. En primer lu-
gar, si yo estuviera en lo correcto al anticipar las sen-
saciones ylos pensamientos que tendra la sobreviviente
al otro dia, entonees la decision dc nueve ancianos a mil o
mas kilometres dc aqui no me haria estar equivocada. Y si
estuviera equivocada en anticiparlos, la decision de ellos no
podria hacerme estar en lo co:-recto. ;_Como puede lo co-
rrecto de mi anticipacion dc la sohrevivencia ser una cues-
tion aeerea dc la manera como usamos nuestras palabras?
Y si no es una cuestion dc uso, entonees mi identidad tam-
poco lo es. Mi identidad con la sohreviriente, mi sobrevi-
vencia, es una cuestion dc hecho y no de convencion.
4-8
:'
,1
Cohen: Tu ejemplo es persuasivo.Acepto que estoy confu'ndi-
dc otra manera que como la he descrito. Si sabemos todos
los hechos, gqué podria quedar por decidir sino como descri-
birlos y como usar nuestro lenguaje respecto a ellos‘? Y, sin
embargo, puedo ver que parece absurdo suponer que lo
correcto o lo incorrecto de la anticipacion de la experien-
cia futura sea una cuestion a deeidir por la mera convencion.
Miller: Bueno, yo no pensé que eso de la conveneion fuera dc
todas maneras plausible. Pero me gustaria regresar a la cues-
tion principal, Gretchen. Pues la cuestion permanece, ya
sea hecho 0 eonvencion. _;Por quo no admites que la so-
breviviente de la operacion serias to?
Weirob: Bueno, dime til, ;_por quo piensas que seria yo?
Miller: Puedo apelar a la teoria que desarrollo anoche. Argu-
mentaste que la idea dc que tu identidad personal consista
en la memoria no garantizaria la posibilidad de la sobrevi-
vencia después de la muerte. Pero no dijiste nada que
pusiera en duda su plausibilidad para explicar la identidad
i
personal. La memoria tiene la enorme vcntaja, reeuerda, dc
darle sentido a nuestra capacidad de juzgar nuestra propia
identidad, sin el examen de nuestros cuerpos. Dcho argu-
1 mentar que lo con-recto dc esta teoria cs lo que explica cl
acuerdo casi universal en decir que la sohreviviente dc la
operacion de Julia fue ]ulia. No necesitamos deliberar so-
bre como ampliar nuestro conoepto; solo necesitamos
aplicar el concepto que ya tencmos. La memoria es sufi-
ciente para la identidad, pero la identidad corporal no es
necesaria para ella. La sohreviviente recordaba los pensa-
mientos y las acciones de ]ulia y por eso era Julia. Si te
sometieras a la operacion, la sobreviviente rccordaria tus-
pensamientos y tus acciones, recordaria esta misma con-
versacion que estamos teniendo ahora, y serias til.
49
-.i_. .,_
 =-f.-'.=i."r.E
:.'.
|,-.7
I4.
Cohen: S1," ahora estoy completamente dc acuerdo con Sam.
Es correeta la teoria de que la_ identidad personal debe
analizarse en términos de la memoria, y de acuerdo a ella
sobreviviras si te sornetes a la operacion.
Dejame afiadir otro argumento en contra de tu punto de
vista y a favor de la teoria de la memoria. Has enfatizado
queila identidad es la condicion de la nnticipacion. Eso
significa, entre otras cosas, que tenemos un interés particu-
lar por esa persona que, suponemos en cl future, seremos
nosotros mismos. Si me dijeran que alguno de nosotros tres
sufrira mafianaun dolor, estaria triste. Pero si el afectado
fuera Sam o til, mi preocupacion seria altruista o generosa.
Esto seria porq-ue no anticiparia el tener yo mismo esa ex-
periencia dolorosa. Aqtfi no hago mas que repetir algunos
puntos que ustedes han sefialado anteriormente en nuestras
conversaciones.
Ahora, gqué hay, en la simple mismidad dc cuerpo,
que do sentido a esta asimetria entre la manera en que ve-
rnos nuestros propios futuros y la manera en que vemos
los futuros de los dermis‘? En otras palabras, _;_por qué la
identidad de tu cuerpo —ese mere bulto dc materia, como
dice Sam— es tan importante? _;_Por qué te preocupas tanto
por él?
Weirob: Diees, y en esto estoy muy de acuerdo contigo, que
l_a identidad dc la persona es una relaeion may especial: tan
especial que tal res no deheria llamarsele una relaeion en
absoluto. Tambion dices quo, ya que mi teoria-es que la
identidad de la persona es la identidad del cuerpo, dcberia
poder explicar la importancia dc una dc ellas en terminos
dc la importancia de la otra.
No esto}; segura dc poderlo haeer. Pero gacaso sale mejor
librada la teoria de que la identidad personal consiste en la
memoria? . Weirob: Calmate, calrnate. Trata de relajarte y disfruta la dis-
Cohen: Bueno, pienso quo si. Aquellas propiedades persona-
50
2 les que dan tan gran valor a las personas, Y ql-16 mflrfiflfl $1-1
indiridualidad, y que hacen que una persona sea tan espe-
cial para sus amigos y seres queridos, son en oltima ins-
tancia o rnentales 0 psicologicas. El caracter de uno, la
personalidad, las creeneias, las actitudes y las convic-
ciones, son lo que hacen que cada persona sea tan onica
y especial. Una Gretchen flaca seria un sobresalto para to-
dos nosotros, pero de ninguna manera habria perdido
algo importante. Sin embargo, una Gretchen que no fuera
ocurrente, ni grufiona, ni tan honesta como es humanamente
posible respecto al camino que un argumento toma —-esos si
serian cambios fundamentales. ;Hay algo de extraordina-
rio en que la sobreviviente de ese fiasco de California tuera
reconocida como julia North? 5_Tendria sentido tomarla por
Mary Frances Beaudine, si no tenia ninguna de sus creen-
cias, actitudes ni recuerdos? .
Ahora bien, si tales propiedades son lo que hace a una
persona importante para otros, ;,no es razonable quei sean
la base dc la importancia de alguien para si mismo? Y éstas
son justarnente las propiedades que la identidad personal
preserva cuando se le torna como eslabones de memoria.
;_No tenemos al menos, en esta idea, el comienzo de una
explicacion de la imp ortancia de Ia identidad?
Weirob: Asi que ustedes favorecen la teoria de la memoria por
dos razones. Primero, dicen, porque explica como es posi-
ble juzgar nuestra propia identidad sin examiner nuestro
cuerpo. Y, segundo, porquc explica la importancia de la
identidad personal.
Cohen: Seguramente, ahora debes estar dc acuerdo en que la
teoria de la memoria es correcta. ,;_No es asi‘? Aon habria
tiempo para ponerse en contacto con el doctor Matthews.
cusion. Yo me divierto. Deja de intcntar salvar mi vida y
51

preocopate por salvar tn teoria, pues aun no estoy conven-
cida. Concedo que la sobreviviente pensorri que ella soy yo,
y le parecerri recordar haber pensado mis pensamientos. Sin
embargo, recuerden la importancia dc distinguir entre la
memoria real y la meramente aparente.
Cohen: Pero recuerda to que esta distincion se hace sobre la
base de que las aparentes memorias eston o no causadas de
una manera apropiada por las experiencias anteriores. A la
sobreviviente no le pareceni recordar tus pensamientos por
hipnosis, o por coincidencia, o por una irnaginacion extra-
hrillante. Le pareeera recordarlas porque las huellas que esas
experiencias dejaron en tu cerebro activan ahora su mente
de manera normal. Le parecera recordarlas porque las re-
cuerda y porque seras to.
Weirob: Eres muy enfatico y me estoy sintiendo bastante do-
bil. No estoy segura de que quede tiempo para desenredar
todo esto. Pero nunca hay ventaja en apresurarse-cuando
se hace filosofia. Asi que vamos por partes.
Todos estamos de acuerdo en el hecho de que a la sobre-
viviente _de esta extrafia operacion que el doctor Matthews
propone, Ie parecerri recordar hacer lo que yo he hecho. In-
cluso supongamos que ella se tomara por mi y afirmara
ser Gretchen Weirob, y _que no tuviera ninguna ‘idea dc
quion mas podria ser. (Estamos entonees asumiendo que
ella difiere de mi en un aspecto, su teoria de la identidad
personal. Pero eso no muestra que no sea yo, pues mi ma-
nera dc pensar bien podria camhiar para entonees.) Estamos
de acuerdo, basicamente, en que todo esto no la hace ser
yo. Puss todo esto podria ser cierto tambien dc alguien
que sufriera una ilusi-on o que estuviera sujeto a hipnosis.
Cohen. S1, esto}; completamente de acuerdo.
I
" 1
Weirob-' Pero ahora piensas quc sc satisface alguna condicion
52
J
'|
I
f,.
ifi
' ._g'
. 5 .11],
'..,
future, la cual hace que su memoria aparente sea real.
'Ti '}
,. Esta condicion future ;_cual es, exactarnente‘?
I:
-U
i. I.
Cohen : Bueno, que sea el mismo cerebro el que esta involu-
crado en la percepcion de los eventos y en su reeuerdo pos-
terior. Asi, tenemos aqui una eadena causal justamente del
mismo tipo que cuando se trata de an imico cuerpo. Es de-
cir, las percepciones dejan una huella en cl cerebro cuando
~ ocurre el evento, la cual es después responsable del conte-
nido de la memoria. Y estuvimos de acuerdo, g_no es asi'?,
en que la memoria aparente causada de una manera correc-
ta es memoria real.
Weirob: Ahora bien, ges absolutamente crucial que sea el mis-
» _.:l"91$
‘-i-_,;.‘-f_ ;'-_:' __-‘2._‘f"
5-_;-_1 _.i- __,;‘.-'_~
mo cerebro el que este involucrado? i
5- |
-
>
Cohen: ,;_Qué quieres deeir?
~ Weirob: Permiteme de nuevo explicarme por refereneia al
doctor Matthews. En nuestra conversacion, ol me explico un
i
nuevo procedimiento en el que estaba trabajando, llamado
rejnvenecimiento cerebral. Por medic dc este proceso,
todavia no disponible —-solo se esta estudiando lo factihle
dc su desarrollo,-, podria hacerse un nuevo cerebro que
fuera un duplicado exact-o dc mi cerebro. Es deeir, un du-
plicado cxacto en el sentido dc estados psicologicamente
relevantes. Podria no duplicar todas las propiedades de mi
cerebro; pol‘ ejemplo, los vasos sanguineos del nuevo ce-
rebro podrian ser mas fuertes que los del cerebro viejo.
Miller: ,;Qué objeto tiene desarrollar tan macabra técnica?
Weirob: La idea del doctor Matthews es que, si se notara algu-
-n
na debilidad que pudlera ocasionar una par:-ilisis o algon
otro dafio en el cerebro, puede hacerse un duplicado salu-
dable para reemplazar el original, salvando asi el problema.
I 53
I i .i =i i ::ii =i i&=i‘.1‘= aa:-as;a;iaa.s.-a :;i= r

. 1,‘,
Hr}-j
Ahora, David, supongamos que mi problema no fuera
con mi higado y riiiones y todo eso, sino con "mi cerebro.
3-_Me recomendarias tal operacion para-mi beneficio?
Cohen: ,;_Quieres decir que si pienso que la sobreviviente dc
tal operacion serias til?
Wei:-ob: Exactamente. Puedes asumir que la técnica del doc-
tor Matthews funciona perfectamente, de modo que el pro-
ceso causal involucrado no es menos confiable que el invo-
lucrado en la memoria ordinaria.
Cohen: Entonces diria que eras to. ;No! 1Espera! No serias
to, seguro que no. i
Miller: Pero, ,;por quo ese repentino cambio dc opinion? Me
parece que s1’ seria ella. De hecho, yo me someteria a tal
operacion si eliminara mis mareos Y no tuviera efectos se-
- cundarios.
Cohen: No; no ves que nos esta llevando a una tramps. Si
decimos que es ella, entonees dira: “é,Y qué pasa si se ha-
cen dos duplicados -o tres o dies? No todos pueden ser yo,
y ya que todos tienen cl mismo derecho de serlo, ninguno
sero yo.” Seria el argumento de anoche aplieado a la tierra.
Asi que la respuesta es no, absolutamente no, no serias to.
La duplicacion de cerebro no preserva laidentidad. Leiden-
tidad de la persona requiere la identidad del cerebro.
Miller: Muy bien.
Weiroh: Ahora déjame ver si he podido entender tu teoria, ya
. que mi poder dc concentracion parece esfumarse. Suponga-
mos que tenemos dos cuerpos, A y B. Mi cerebro se coloca
dentro dc A, un duplicado dentro de B. Alas sobrevivientes
" de esto, llamémoslas “Gretchen A“ y “Gretchen B”, les pare-
54
-'.|,_,
1|"!
.-..-i.
.'!1
-.
cc recordar haber dicho estas mismas palabras.AII1bas se ha-
‘i i’
I-" I
i-.
llan en este estado de parecer recordar, como la 1Z1lti_m‘a_eta-
pa en una eadena causal que preserva informacion, miciada
por mi al deeir estas palabras. Ambas tienen mi caracter,
mi personatidad, creencias, y cosas asi. Pero una esta real-
mente recordando, la otra no. Gretchen A es realmente yo,
Gretchen B no lo es.
Cohen: Precisamente. ;,Es esto incoherente?
Weirob: No, supongo que no hay nada incoherente en ello.
Pero mira quo ha sido de las ventajas que atribuiste a la
teoria dc la memoria.
.-\I"'»"_'
;A~:-':"_ -; .
H-_-_Ts.?“-="!@"‘5;._ :s.h-res“-._’-rs?" Primero, dijiste, explica como puede saber quién soy sin
abrir los ojos y reconocer rni cuerpo. Pero, segiin tu teoria,
.i'-'
Gretchen A y Gretchen B no pueden saber quiénes son
F
|||
|.
I
. "'
|
-1'- 1
.~a\ -
'a'I|
a;~|~I aunque abran los ojos y examinen sus cuerpos. ,_:,Como hare
,...
.
Gretchen A para saber si ella tiene el cerebro original y es
quien parece ser, o tiene el duplicado _y es una nueva per-
-.=._.a-'-,"v-;;-..-r'=_1-v—5"'7l sona, de solo unos pocos minutes de edad, sin recuerdos y
con meras ilusiones? Si el hospital no llevase el archivo con
- cuidado, y cl ciruj ano pensara que no ten ia gran importancia
recordar quién obtuvo el original y quién cl duplicado, ella
nunca podria saber quién era. Por haeer la identidad perso-
nal equivalente a la identidad del cerebro, tu teoria vuelve
mas misteriosa que la mia la facilidad con la cual puedo
detcrminar quién soy.
En segundo lugar, dijiste que tu teoria explica por quo mi
preocupacion por Gretchen A, quien soy yo, ya lo sepa o
no, seria egoista, y que mi anticipacion de so experiencia
seria correcta; mientras que mi preocupacion por Gretchen
B, la del cerebro duplicado, no seria egoista y mi anticipa-
cion de su experiencia seria incorrecta. Y lo explica, dijiste,
porque al insistir en los eslabones de la memoria, preserva-
mos en la identidad personal mas caracteristicas psicologi-
cas, que son los aspectos mas importantes de una persona.
55
 K“
_‘3""
'5'."I
-'-"\_
|;

- 1

Sin embargo, Gretchen A y Gretchen B son psicologica-
mente indiscernibles. Aunque seguiran diferentes caminos,
al despertar podrian ser exactamente iguales en todos sus
aspectos psicologicos. En torminos de caracter, creencia y
eontenido" de la mente, Gretchen A no es mas similar a mi
que Gretchen B. Asi, no hay nada en tu teoria —despuos
de todo— que explique por quo la anticipacion es apropia-
da cuando tenemos la identidad y no al revés.
Dijiste, Sam, que tenia un apego irraeional a este objeto
material sin valor, mi cuerpo. Pero to tambion estos irracio-
nalmente apegado a tu cerebro. Yo nunca he visto mi cere-
acerca, anticipas las experiencias dc la sobreviviente. _;,Don-
de est:-i exactamente la equivocacion? ,5_Tienes realmente
algiin motive para preocuparte mas por la sobreviviente
que por ti misma? ;,Puede solo la identidad del cuerpo, cu-
ya falta es lo flnico que te impide ser ella, significar tanto‘?
Después de todo, quiza nos equivocamos al tomar la identi-
dad como una condicion necesaria de la anticipacion
:3.-
':
Miller: David, es demasiado tarde.
I5;

bro. Lo habria cambiado facilmente por una version reju-

venecida, en caso de que ésta hubiera sido la eleecion que
se me dio. Nunca lo he visto, ni sentido, ni tengo ningon . ,
if;
.,.
J

apego a ol. Pero gmi cuerpo? Eso me parece ser todo 1":§

lo que soy.‘ No veo qué caso tiene tratar dc evadir su desti- |

~1-

no, aun si hubiera todavia tiempo. ~

Pero tal vez no he visto el mérito dc tus argurnentos.
Estoy cansada, y acaso mi pobre cerebro,sintiéndose recha-
zado, ha empezado a abandonarme. . .

Cohen: Oh, no te preocupes, Gretchen. Todavia estos locida. .1,!

Una vez mas me has dejado confundido. No so quo deeir.

Pero respondeme esto. Supongamos que estas en lo correcto
y que nosotros estamos equivocados. Ahora, supon que
estos argumentos no se te hubieran ocurrido y que, compar-
tiendo nuestro error, hubieras aceptado la operacion. Imagi-
na que te anticipas a la operacion hasta que ocurre, pensan-
do que sobreviviras. Est.-is feliz. La sobreviviente se toma a
si misma como to y piensa que ella hizo una decision antes
de la operacion, la cual resulto correcta. Ella esta felis. Sus
amigos estrin felices. ;_Quién estaria peor, antes o despues
de la operacion?
Supongamos ineluso que te das euenta de que la identi-
dad no sera preservada por tal operacion, y que sin embar-
go te sometes a ella; mientras la hora de la operacion se

56 i ':. "57'

i i_ _
'r ' '5; .|_.: ...| |., |.,
A" diiiililiililiaiilizlii | -1 || | "|
 ‘
-|'-»1
Ii; '
‘I
r.

5., I

-.'-" -'|1;.i.___'1,"
'i-l =1‘-_.-.-_

. H,

---_-r
--1;.

NOTAS

I PRIMERA NOCHE: Los argumentos en contra de la posicion de

que la identidad personal consiste en la identidad de un
1,-a.

F
alma inmaterial son similares a los que se encuentran en
Iohn Locke, “Of Identity and Diversity”, capitulo 27 del
‘r
libro II de su Essay Concerning Human Understanding.‘
r. :45
Este capitulo aparecio por prirnera vea en la segunda edi-
r |1,
-"i .;.r;',_ cion de I694.
.'|:.-

,1"I 1
\-.
I"|
:; i SEGUNDA NOCI-IE: Los argumentos contra la tesis de que la iden-
. J11
'|
tidad personal consiste en la identidad corporal estan asi-
.'I
mismo inspirados en Locke, al igual que la teoria "lo que la
|, = ._
memoria es crucial. El argumento de que la memoria es
| _..- h

.1"
‘.1
circular fue expuesto por el obispo Joseph Butler en “Of
Personal Identity", un apondice a su Analogy of Religion,
'7'=__'.<.-,.,

-‘?.',:§'-*_rv'_1-.;
4..
publieada en 1736. La teoria dc la memoria de Locke
ha sido desarrollada por varios autores modernos, inclu-
yendo a H. P. Griu, a A. Quinton y, en una direccion
diferente, a Sidney Shoemaker. La posibilidad de evitar
la objecion de circularidad heeha por Butler apelando
a la causaeion la scfialan Shocmalrcr, cn su articulo “Per-
sons and their Pasts" (American Philosophical Quarter-
ly, 1970),’ y David Wiggins en Identity and Spatial Tern-
poral Continuity. El “argumento dc la duplicacion“ parece
haber sido usado por primera vez en el siglo xv Ill, por cl libre-
pensador Antony Collins. Collins asumio que algo como la
teoria de Locke sobre la identidad personal era lo correcto,
Enaayo sobre el entendimiento humono; v;-11-ias [1'3£l|_1{;[1ig]1g5_

L"! P‘-‘3‘l'$9"fl$ J’ all pasado, trad. E. Villanueva, Cuadcrno dc Critica lo, 1932,

|
I
59
I
-|
|
:l'

,I'- |..
1|L"if. .s.:aa:ias;a
 I

' Cuadernos do Critiea

y cmpleo cl argumento do la duplicacion para ofrocer pre-
blomas a la doctrina do la inmortalidad.

TERCERA NOCI-IE: Who is Julia ?, por Barbara Harris, es una fasci- _H_ Grice .3
SIGNIFICADO ~
nante novela publicada en 1972. (El Dr. Matthews aim no
habia pensado on los rejuvenecimientos corebrales.) Thomas Nagel . Hilary Putnam
FISICALISMO
Locke" considers la posibilidad do que la “conciencia” do
un principe so transfiriera al cuerpo do un zapatero. Laidea H. L. A. Hart _
deiisar el transplants de un cerebro para sugerir como po- OBLIGACION Jcaioica
Y OBLIGACION MORAL
.dria suceder’ este, proviene del libro seminal de Sydney
-Shoemaker, Self-Knowledge and Self-Identity (1963). En H. IL. A. Hart -
UNA VISITA A Retain}:-
on buen nomero do articulos importantes quo so hallan
compilados en su libro Problems of the Self (1973), Bernard Ronald M. Dwerkln
-ES at DE-RECHO UN
Williams ha enfrentado habil y arliculadamento la teoria do slsasna DE seems?
la memoria y la tesis do que tal transplante do cerebro ' ‘
Hans Kelslfn , EXISTENCIA EN LA
equivaldria a un transplants do cuerpo. En particular, Wi- DERECHO Y LOGICA
lliams ha enfatizado la relevancia del argumento do la du-
plicacion aun en las cuestiones dc la identidad personal Saul Kripl-re ‘
IDENTIDAD
torrestre. La posicion do Weireb en este onsayo esta mos Y NECESIDAD
inspirada en Williams quo en ningon otro. Yo he discutido
Sidney Shoemaker
los argumentos do Williams, y temas afines, on “Can the LAS-PERSOI"~iA5 Y
Self Divide?“ (Journal of Philosophy, I972) y on una rose- SII PASADO
fia do su libro (Journal of Philosophy, 1976). Werner Diederichiy Hans
Un articulo impertante sobre los temas que surgen casi Friedrich Fulda
al final del dialego es cl do Derek Parfit, “Personal Identi- ESTRUCTIFRAS
SNEEDIAN AS EN EL
tY" (PPEPSQPMCHI Review, 1971)? Este articulo, junto CAPITAL DE M A’H'.X
con el capitulo dc Lockey otros importantes capitulos y
Arthur C. Dante
articules _de Hume, Shoemaker, Williams y otros, estan ACCIONES BASICAS
compilados on mi antologia Personal Identity (1975). Al-
Donald Davidson
gunos articulos recientes sobre la identidad personal apare- SUCESOS MENTALE5
cen en Amelie Rorty (od.), The Identities ofPersons (I 976),
incluyendo mi articulo “The Importance of Being Identi- Benson Mates
DESCRIPCIONES Y
que aborda las cuestiones formuladas por Cohen al REFERENCIA
1n .
Alexius Mcineng
TEORIA DEL OBJETO
3
Identidad personal, trad. A. Rodriguez Tirade, Cuadcrnos dc Critica 25. 1933.
Ronald M. Dyrerkin .
CASOS DIFICILES
'
LA NATUHALEZA DE
LOS ESTADOS MEI‘-ITALES
Genare H. Carrio
DWORKIN Y EL ,
POSITIVISMO IURIDICD
Hilary Putnam
LA VIDA MElԤiTAL DE
" ALGUNAS MAQU INAS
Gilbert Harman
--'u;'
SIGNIFIC ADO Y
FILOSOFIA DEQUINE
' - Hilary Putnam
DE LAS PROPIEDADES
John McDowell
SOBRE EL SENTIDO Y LA
REFERENCIA DE UN
NOM BRE PROPIO
Hilary Putnam .-
;ES POSIBLE LA.
SEMAN'1‘lC A?
Adolfo Griinbaum
-es LA FALSABILIDAD LA
henna es TOQUE DE LA
R ACIUNALIDAD CIENTIFIC A?
Hilary Putnam
CEREBRO Y CONDUCTA
24-- Hilary Putnam
LU AEJALITICD Y LO
SINTETIGO
Derek Parfit
IDENTIDAD PERSONAL

60

.||=I lil-|