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1. CONTRATO DE SEGURO.
Concepto
Según la ley 17418, en su articulo 1, expresa: . “Hay contrato de seguro cuando el asegurador se obliga, mediante
una prima o cotización, a resarcir un daño o cumplir la prestación convenida si ocurre el evento previsto.”
Caracteres
a) Consensual. Lo dispone expresamente el art. 4 de la ley ("El contrato de seguro es consensual..."), solución
aceptada generalmente por la doctrina. Sin embargo, es usual que se postergue el nacimiento de las obligaciones de
las partes en dos supuestos: 1) hasta que se emita la póliza. 2) hasta que se pague la prima.
b) Bilateral. Aunque en los últimos tiempos se ha cuestionado nuevamente el punto, es así porque el asegurado
asume la obligación de pagar la prima e importantes cargas, y el asegurador asume la obligación de pagar la
prestación convenida en caso de siniestro.
c) Oneroso. Respecto del asegurado, no existe seguro si no paga la prima (art. 31, incluso cuando el asegurador le
concede crédito - art. 30, in fine-. porque el pago se posterga, pero no se elimina). Si bien puede existir un tercero
beneficiario, esto no arguye contra la conclusión, porque la existencia de una posible liberalidad entre el asegurado y
el beneficiario, no implica que ésta exista en las relaciones entre asegurador y beneficiario. En lo que respecta al
asegurador, la retención de la prima íntegra en el caso de que no se produzca el siniestro, se justifica porque es el
precio del riesgo corrido.
d) Aleatorio. Desde el punto de vista jurídico, queda incluido en la definición del art. 2051, C. Civ., de esta especie de
contratos quienes niegan este carácter no reparan en que la prima se mide justamente por el alea
e) Buena fe. Se acostumbra afirmar como otra característica que es un contrato de buena fe
Normalmente en el contrato de seguro intervienen dos partes 1) el asegurado, titular del interés asegurado, y 2) el
asegurador, que debe ser una empresa de seguros, autorizada por la Superintendencia de Seguros de la Nación.
La capacidad requerida para ser asegurado, en el caso de personas físicas, es la plena para contratar que surge de
la mayoría de edad. En el caso de las personas jurídicas, el contrato debe ser celebrado por su representante legal.
Es necesario que el consentimiento sea manifestado o exteriorizado. Esta exteriorización no se produce con la
propuesta inicial, ya que la misma no constituye oferta para celebrar el contrato.
Los modos concretos de exteriorización de consentimiento son: la emisión de la póliza por parte de la empresa
aseguradora en idénticas condiciones a la propuesta, o el pago de la prima por parte de asegurado y la entrega del
recibo correspondiente o, el certificado provisorio de cobertura emitido por la empresa aseguradora contra el pago e
la prima o no.
Reticencia: efectos
Art. 5. “Toda declaración falsa o toda reticencia de circunstancias conocidas por el asegurado, aun hechas de buena
fe, que a juicio de peritos hubiese impedido el contrato o modificado sus condiciones si el asegurador hubiese sido
cerciorado del verdadero estado del riesgo, hace nulo el contrato.”
El asegurador debe impugnar el contrato dentro de los tres meses de haber conocido la reticencia o falsedad.
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Cuando la reticencia no dolosa es alegada en el plazo del artículo 59, el asegurador, a su exclusivo juicio, puede
anular el contrato restituyendo la prima percibida con deducción de los gastos, o reajustarla con la conformidad del
asegurado al verdadero estado del riesgo.
Si la reticencia fuese dolosa o de mala fe, el asegurador tiene derecho a las primas de los períodos transcurridos y
del período en cuyo transcurso invoque la reticencia o falsa declaración.
*Reticencia: En el negocio de los seguros, por ejemplo, el concepto de reticencia refiere al hecho de no decir todo lo
que se sabe.
El objeto está dado por el interés asegurable, es decir, aquel interés de querer conservar indemne un valor que se
encuentra amenazado por un riesgo considerado como hecho jurídico natural o humano. El interés asegurable debe
existir en los seguros patrimoniales al tiempo del siniestro.
El art. 2 de la ley 17418 establece que “El contrato de seguro puede tener por objeto toda clase de riesgos si existe
interés asegurable, salvo prohibición expresa de la ley.”
El plazo del contrato debe estar determinado en la póliza, pero en el supuesto de silencio, la ley ha suplido ello con la
norma prescripta en el art. 17 fijando el plazo del seguro en un año.
Art. 17. “Se presume que el período de seguro es de un año salvo que por la naturaleza del riesgo la prima se calcule
por tiempo distinto.”
Art. 18. “La responsabilidad del asegurador comienza a las doce horas del día en el que se inicia la cobertura y
termina a las doce horas del último día del plazo establecido, salvo pacto en contrario.”
2. ELEMENTOS ESPECÍFICOS.
El interés asegurable, tiene extraordinaria importancia porque constituye el objeto del contrato; su existencia es
esencial para legitimar el contrato e impedir que degenere en una apuesta: es la medida de la indemnización.
Debe determinarse de manera precisa y enunciarse en la póliza. Pueden coexistir varios intereses sobre un bien. El
bien puede pertenecer a varios interesados o varias personas pueden tener distintas clases de intereses sobre él. Si
varias personas son titulares del mismo interés, cada uno puede asegurar su parte, o la totalidad por todos, o su
parte a nombre propio y por los demás en su nombre y cuenta.
Los intereses pueden ser neutrales, es decir, que no se opongan ni excluyan, que uno sea indiferente para el otro,
como es el caso de la existencia simultanea de los pertinentes a distintos derechos reales.
No existen intereses eventuales (inciertos, condicionados, dudosos, suspensos). El interés corresponde a uno o a
otro, pero pertenece a alguien, y esta pertinencia indicara quien es el perjudicado en caso de siniestro.
El contrato de seguro considera este interés o relación con el bien en cuanto existe la posibilidad de su disminución o
desaparición, por un hecho preciso que puede afectarla, es decir, que se asegura el interés amenazado, porque si no
existe este peligro, no existe el riesgo que debe asumir el asegurador (art. 81, ley de seguros).
Por lo que el interés asegurable depende de tres elementos: un bien, la relación jurídica con éste y su exposición al
riesgo determinado.
El valor del interés asegurable marca el monto máximo de la indemnización que podrá pagar el asegurador.
Riesgo: caracteres
El riesgo es un hecho eventual, generalmente futuro, del cual puede derivar un daño (seguros de intereses o
patrimoniales o de daños) o que puede afectar la vida humana o la integridad física (seguros de personas).
El asegurador no puede aceptar cualquier riesgo, ni cualquier riesgo es en sí mismo asegurable.
Para que un riesgo sea asegurable es menester que reúna ciertos extremos técnicos que posibilitan se asuman sus
consecuencias:
- Dispersión: el siniestro no debe afectar a una masa de personas o cosas al mismo tiempo; el riesgo no debe
ser generalizado.
- Incierto: debe referirse por lo menos a la época en que ocurrirá (seguro de vida); en otros casos, no debe
conocerse si ocurrirá ni cuando
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- Objetivo: debe ser ajeno a la voluntad de las partes
La provocación del siniestro produce la pérdida del derecho a la indemnización. No obstante, la provocación culposa
queda incluida en la asunción del riesgo
Prima
El precio que paga el asegurado se denomina prima (cotización, en los seguros mutuos; contribución, en los seguros
sociales).
La prima se determina por cinco factores fundamentales:
1- Por el riesgo asumido
2- Por el plazo por el cual se asume ese riesgo
3- Por el monto del valor asegurado
La prima así precisada es la prima neta o pura o técnica.
4- Por la tasa del interés
5- Por el incremento de los gastos administrativos y beneficio calculado del asegurador; con lo que se obtiene la
prima bruta o cargada, que es la que paga el asegurado.
La prima puede ser fija; esto es, que si el resultado comercial de la explotación es deficitario, el asegurado no debe
pagar precio suplementario: el déficit debe ser afrontado por el asegurador, quien debe satisfacerlo con su propio
capital y reservas. Puede ser variable –como ocurre en los mutuos-, en cuyo caso debe realizar contribuciones
complementarias para que la mutualidad pueda satisfacer sus obligaciones (la alternativa es la disminución del monto
de esas obligaciones a la medida que puedan afrontarse con lo pagado).
La celebración del contrato exige una manifestación positiva de voluntad del asegurador: el silencio no vale
aceptación, sino rechazo de la oferta.
Toda modificación de las condiciones de la oferta importa, a su vez, la oferta de un nuevo contrato.
El consentimiento del asegurador debe darlo persona autorizada. La aceptación debe comunicarla al asegurado y
obliga al asegurador en los términos de lo establecido en el Código.
Si bien el contrato es consensual, generalmente se lo celebra por escrito, postergando la vigencia hasta la emisión de
la póliza, pero no por ello cambia la naturaleza del contrato ni del instrumento. El instrumento del contrato (póliza)
presupone la perfección del contrato, del cual es una consecuencia, su prueba capital y guía de interpretación.
Mas la ley no hace de la póliza el único medio probatorio, si bien recaba que se pruebe por escrito, admite todos los
medios de prueba si hay principio de prueba por escrito.
Art. 11. “El contrato de seguro sólo puede probarse por escrito; sin embargo, todos los demás medios de prueba
serán admitidos, si hay principio de prueba por escrito.”
El asegurador entregará al tomador una póliza debidamente firmada, con redacción clara y fácilmente legible. La
póliza deberá contener los nombres y domicilios de las partes; el interés la persona asegurada; los riesgos asumidos;
el momento desde el cual éstos se asumen y el plazo; la prima o cotización; la suma asegurada; y las condiciones
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generales del contrato. Podrán incluirse en la póliza condiciones particulares. Cuando el seguro se contratase
simultáneamente con varios aseguradores podrá emitirse una sola póliza.
4. MODALIDADES EN LA CONTRATACIÓN.
Art. 21. Excepto lo previsto para los seguros de vida, el contrato puede celebrarse por cuenta ajena, con o sin
designación del tercero asegurado. En caso de duda, se presume que ha sido celebrado por cuenta propia. Cuando
se contrate por cuenta de quien corresponda o de otra manera quede indeterminado si se trata de un seguro por
cuenta propia o ajena, se aplicarán las disposiciones de esta sección cuando resulte que se aseguró un interés ajeno.
Seguro Individual
Art. 23. Cuando se encuentre en posesión de la póliza, el tomador puede disponer a nombre propio de los derechos
que resultan del contrato.
Puede igualmente cobrar la indemnización pero el asegurador tiene el derecho de exigir que el tomador acredite
previamente el consentimiento del asegurado, a menos que el tomador demuestre que contrató por mandato de
aquél o en razón de una obligación legal.
Art. 24. Los derechos que derivan del contrato corresponden al asegurado si posee la póliza. En su defecto no puede
disponer de esos derechos ni hacerlos valer judicialmente sin el consentimiento del tomador.
Seguro colectivo
Tercero beneficiario
Art. 153. En el caso de contratación de seguro colectivo sobre la vida o de accidentes personales en interés exclusivo
de los integrantes del grupo, éstos o sus beneficiarios tienen un derecho propio contra el asegurador desde que
ocurre el evento previsto.
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Pérdida del derecho eventual por separación
Art. 155. Quienes dejan de pertenecer definitivamente al grupo asegurado, quedan excluidos del seguro desde ese
momento, salvo pacto en contrario.
También puede ser beneficiario el contratante cuando tiene un interés económico 1icito respecto de la vida o salud de
los integrantes de grupo, en la medida del perjuicio concreto.
Infraseguro
Existe infraseguro cuando la suma asegurada es menor que el valor del interés asegurable. Es posible y licito, sea
que trate de una parte alícuota o no.
Puede existir desde la celebración del contrato (intencionalmente o no) o puede sobrevenir (por efecto de la inflación,
por ej.): cuando no sea intencionalmente perseguida por el asegurado, cabe insertar cláusulas de reajuste periódicos
del valor asegurado (ej. Por índices de revaluación, referidos al valor del oro o de otro bien), con el consiguiente
reajuste de las primas.
Su efecto –que se produce en el momento del siniestro- es hacer aplicable la regla proporcional: por la parte no
cubierta, el asegurado soporta el daño en la medida del infraseguro; y cuando el siniestro es parcial, el asegurador
solo debe indemnizar en proporción. Si no fuera así, el asegurado percibiría una indemnización desproporcionada a
las primas efectivamente pagadas.
Sobreseguro
Existe cuando la suma asegurada excede del valor asegurable o del interés personal del asegurado. Mientras que el
infraseguro es antieconómico y contrario a la actuación plena del seguro, en el sobreseguro existe un despilfarro de
primas, una invitación a la producción del siniestro y a la aplicación del seguro con fines dolosos.
Puede ser contemporáneo con la celebración o sobreviniente, y se hace desaparecer por exigencia de cualquiera de
las partes.
El efecto es la nulidad del contrato cuando el sobreseguro es doloso al tiempo de la celebración, dolo que exige la
intención de enriquecerse. La prueba del dolo queda a cargo del asegurador.
No existe cuando la suma indicada solo determina un máximo de la indemnización, como en el seguro de la
responsabilidad civil o en el seguro del crédito o flotantes.
Pluralidad de seguros
Existe pluralidad de seguros cuando se cubre inmediatamente el mismo interés, contra el mismo riesgo, con distintos
aseguradores. En relación a la extensión de la garantía, pueden constituir: 1) seguro total, si cada contrato constituye
infraseguro; o 2) doble seguro.
Se caracteriza por:
a) Identidad del interés asegurado
b) Identidad del riesgo
c) Distintos aseguradores
d) Vigencia contemporánea de los contratos
Es licita y llena una función necesaria, que es la de repartir los riesgos cuando exceden el plan financiero de un solo
asegurador.
Los contratos son independientes, porque entre los distintos aseguradores no existe vinculo jurídico. Mas es
frecuente que los aseguradores elijan a uno de entre ellos para que actúe en representación de todos.
Puede tomar la forma de coseguro, cuando los distintos aseguradores concurren cubriendo cada uno una cuota
parte.
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5. OBLIGACIONES Y CARGAS.
Del asegurado:
1- DEBER DE INFORMACION:
Al momento de la celebración del contrato, el asegurado debe evitar incurrir en reticencia o falsa declaración. La
reticencia es considerada en el contrato de seguros como toda declaración falsa de circunstancias conocidas por el
asegurado, aun hechas de buena fe, que a juicio de peritos hubiese impedido el contrato o modificado sus
condiciones, si el asegurador hubiese sido cerciorado del verdadero estado de riesgo. Esta situación hace nulo el
contrato.
La ley de seguros trata de igual forma la reticencia dolosa y la culposa.
Reticencia dolosa: omisión intencional de declarar al asegurador una circunstancia conocida que habría influido en el
juicio del riesgo.
Reticencia culposa: presupone que el asegurado desconoce, debiendo conocer, circunstancias que debía ser
declaradas y no lo fueron, pero sin la intención de engañar al asegurador.
c) Producido el siniestro
o Denunciar el siniestro
Es la carga de informar el acaecimiento del siniestro. Para que surja la obligación para el asegurado, debe darse:
Que se haya producido el siniestro
Que el asegurado tenga conocimiento de ello
En consecuencia, lo que se denuncia es el “siniestro conocido contractualmente previsto, determinado,
individualizado y delimitado” en el texto de la póliza. A carga debe ser cumplida por el asegurado.
La denuncia debe ser sincera, clara y real, sin errores indicando lugar, hora y fecha, si participaron terceros como
damnificados o autores. Deben otorgar un breve relato y como se produjo.
El asegurador puede exigir al asegurado información complementaria de la denuncia originaria. En principio, la
obligación de informar el siniestro recae en la persona del asegurado.
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El destinatario de la denuncia es el asegurador.
El lugar donde se presenta la denuncia es el domicilio previsto en la póliza, la cual debe ser escrita.
El plazo para la denuncia es de 3 días de ser conocido el siniestro, el mismo debe ser computado de corrido y
comienza a computarse desde el otro día que se inició el siniestro y finaliza a la medianoche del último de los 3 días.
o Información y cooperación
Existen deberes secundarios de cooperación y colaboración del asegurado luego de denunciar el siniestro. El
asegurador no puede cargar al asegurado con investigaciones especiales, debe limitarse a aquellas informaciones
complementarias relevantes.
2- PAGO DE LA PRIMA
La prima es la denominación que identifica el precio del contrato y remuneración que recibe el asegurador por asumir
el riesgo ajeno.
El pago de la prima resulta fundamental para el asegurador porque el destino de las mismas cobradas es ser
utilizadas para el pago de los daños derivados de los siniestros.
Lugar: debe pagarse en el lugar convenido por las partes. En su defecto, en el domicilio del asegurador.
Oportunidad: se debe pagar por adelantado, al contado y en la fecha de iniciación de la vigencia del contrato.
Contra el pago de la prima, el asegurador debe entregar póliza o un certificado, o instrumento provisorio y cobertura.
Mora: la demora en el pago de la prima en los periodos previstos, produce la mora del tomador por el solo
vencimiento. Los efectos que ocasiona la mora son:
Reclamación judicial o extrajudicial al asegurado de la prima devengada de sus intereses
Suspensión de la cobertura desde el acaecimiento de la mora. En este caso, el asegurador no es
responsable por las consecuencias del siniestro.
Rescisión del contrato por falta de pago
Cuando la rescisión se produzca por mora, el asegurador tendrá derecho al cobro de la prima única o
a la prima del periodo en curso.
En el supuesto de iniciación de causa judicial contra el asegurado, por parte de un tercero, aquel debe dejar la
dirección del proceso al asegurador que será en definitiva quien resista las pretensiones del tercero accionante. El
asegurado tiene las siguientes obligaciones:
No aceptar o reconocer su responsabilidad: impide que el asegurado, reconociendo su responsabilidad,
comprometa la defensa que de él realiza el asegurador a través de la dirección del proceso. Sin embargo, la
ley no pretende que el asegurado falsee los hechos o los silencie, por lo tanto, le está permitido al asegurado
exponer los hechos como materialmente se han verificado, sin extraer conclusiones de los mismo.
Prohibición de transar sin la anuencia del asegurador: el fundamento de esta prohibición se encuentra en el
hecho de que la liquidación del daño debe quedar en manos del asegurador.
Transmisión de piezas: el asegurado debe suministrar al asegurador todos los documentos de los cuales de
infiere la iniciación de la causa judicial. El objeto de esta carga es que el asegurador organice con el tiempo
suficiente la defensa a los fines de resistir la pretensión del tercero.
Del asegurador:
1- ASUMIR EL RIESGO
Es la obligación principal del asegurador, ya que se encuentran expuestas las cosas o personas aseguradas. Los
riesgos asumidos se encuentran delimitados en la póliza.
El resarcimiento del daño o el cumplimiento de la prestación convenida constituyen obligaciones secundarias.
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2- RESARCIMIENTO DEL DAÑO
El seguro es un contrato que persigue una finalidad resarcitoria, pero no debe lograrse un beneficio para el
asegurado ni favorecerlo de algún modo, sino que se debe colocar al asegurado y a la víctima en la misma situación
que gozaban mientras el siniestro no se había producido. Con esto se evita que el asegurado provoque
intencionalmente el siniestro con la finalidad de obtener un resarcimiento superior al daño.
3- PAGO DE LA INDEMNIZACION
Este pago puede haberse pactado en dinero o en especie. La indemnización debe realizarse dentro de los 15 días de
fijado el monto. Estos días comienzan a computarse una vez vencido el plazo de 30 días que tiene el asegurador
para expedirse sobre el derecho del asegurador a percibir la indemnización.
6. SEGUROS.
Art. 60. Puede ser objeto de estos seguros cualquier riesgo si existe interés económico lícito de que un siniestro no
ocurra.
Nociones generales
Seguro de incendio
Cabe afirmar que existe incendio cuando una cosa no destinada a consumirse por el fuego es dañada por este o por
el calor de un fuego hostil. Con esta definición se excluye:
a) El daño causado por el calor del fuego no hostil (calderas, estufas)
b) Por el accidente ocasionado por el uso ordinario del fuego (traje dañado por el fuego de un cigarrillo, por ej.)
Art. 85. El asegurador indemnizar el daño causado a los bienes por la acción directa o indirecta del fuego, por las
medidas para extinguirlo, las de demolición, de evacuación, u otras análogas. La indemnización también debe cubrir
los bienes asegurados que se extravíen durante el incendio.
Art. 86. El asegurador no responde por el daño si el incendio o la explosión es causado por terremoto. Los daños
causados por explosión o rayo quedan equiparados a los de incendio
Art. 87. El monto del resarcimiento debido por el asegurador se determina: a) Para los edificios, por su valor a la
época del siniestro, salvo cuando se convenga la reconstrucción; b) Para las mercaderías producidas por el mismo
asegurado, según el costo de fabricación; para otras mercaderías, por el precio de adquisición. En ambos casos tales
valores no pueden ser superiores al precio de venta al tiempo del siniestro; c) Para los animales por el valor que
tenían al tiempo del siniestro; para materias primas, frutos cosechados, y otros productos naturales, según los precios
medios en el día del siniestro d) Para el moblaje y menaje del hogar y otros objetos de uso, herramientas y máquinas,
por su valor al tiempo del siniestro. Sin embargo, podrá convenirse que se indemnizará según su valor de reposición.
Seguro de agricultura
Art. 90. En los seguros de daños a la explotación agrícola, la indemnización se puede limitar a los que sufra el
asegurado en una determinada etapa o momento de la explotación tales como la siembra, cosecha u otros análogos,
con respecto a todos o algunos de los productos, y referirse a cualquier riesgo que los pueda dañar.
Art. 91. El asegurador responde por los daños causados exclusivamente por el granizo a los frutos y productos
asegurados, aun cuando concurra con otros fenómenos meteorológicos
Art. 92. Para valuar el daño se calculará el valor que habrían tenido los frutos y productos al tiempo de la cosecha. Si
no hubiera habido siniestro, así como el uso a que pueden aplicarse y el valor que tienen después del daño. El
asegurador pagará la diferencia como indemnización.
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Seguro de animales
Art. 98 Puede asegurarse cualquier riesgo que afecte la vida o salud de cualquier especie de animales.
Art. 99. En el seguro de mortalidad de animales, el asegurador indemnizar el daño causado por la muerte del animal
o animales asegurados, o por su incapacidad total y permanente si así se conviene
Art. 100. El seguro no comprende los daños, salvo pacto en contrario: a. Derivados de epizootia o enfermedades por
las que corresponda al asegurado un derecho a indemnización con recursos públicas, aun cuando el derecho se
hubiera perdido a consecuencia de una violación de normas sobre policía sanitaria; b. Causados por incendio, rayo,
explosión, inundación o terremoto; c. Ocurridos durante o en ocasión del transporte, carga o descarga.
Art. 105. El asegurado pierde el derecho a ser indemnizado si maltrató o descuidó gravemente al animal,
dolosamente o por culpa grave especialmente si en caso de enfermedad o accidente no recurrió a la asistencia
veterinaria (artículo 104) excepto que su conducta no haya influido en la producción del siniestro ni sobre la medida
de la prestación del asegurador.
Dado que el asegurador responde por el siniestro que es la muerte del animal, la ley prevé que cuando el animal
muere dentro del mes de extinguido el plazo contractual por accidente o enfermedad producida con anterioridad, el
asegurador debe responder.
La ley prevé que la falta de asistencia veterinaria constituye culpa grave.
El daño se calcula tomando en cuenta el valor del animal fijado en la póliza: se trata, pues, de un valor tasado. De
ese valor se deduce:
a) Cuanto se obtenga por la venta de los restos (cuero, huesos, etc.)
b) Cuanto le corresponda como indemnización por aplicación de las leyes de policía sanitaria.
Es un contrato en que el asegurador se obliga a mantener indemne al asegurado por cuanto deba a un tercero en
razón de la responsabilidad prevista en el contrato, a consecuencia de un hecho acaecido en el plazo convenido.
Se trata de un seguro en que el interés asegurado versa sobre todo el patrimonio.
La prestación del asegurador consiste en la liberación del asegurado de las pretensiones o reclamaciones de los
terceros, por la prestación de asistencia jurídica y la liberación del patrimonio del asegurado de las obligaciones
impuestas por la satisfacción, reconocimiento o fijación de las pretensiones de los terceros.
Comprende también la responsabilidad contractual: tales accidentes de trabajo, indemnizaciones de la ley 11729,
responsabilidad del trasportado, reaseguro.
Dado que cubre todo el patrimonio contra la responsabilidad eventual hacia un tercero, su límite no resulta en
relación al valor de una cosa o bien determinado, sino por la fijación de cierta suma y su restricción a la
responsabilidad derivada de ciertos hechos. En estos casos, la suma asegurada es solo un límite de la
indemnización, pero no el valor del seguro.
Los seguros de personas son los que garantizan el pago de un capital o de una renta cuando se produce un hecho
que afecta la existencia, salud o vigor del asegurado: generalmente terminan en un pago de dinero, pero las
prestaciones (que pueden ser en especie: asistencia médica, farmacéutica, provisión de prótesis) están subordinadas
a hechos atinentes directamente a la persona del asegurado. La ley los legisla en los arts. 128 a 156.
Se incluyen en esta categoría: los seguros sobre la vida, de supervivencia, mixto (muerte y supervivencia), de
accidentes personales, de enfermedad, etc.
Art. 128. El seguro se puede celebrar sobre la vida del contratante o de un tercero. Menores mayores de dieciocho
años Los menores de edad mayores de 18 años tienen capacidad para contratar un seguro sobre su propia vida sólo
si designan beneficiarios a sus ascendientes, descendientes cónyuge o hermanos, que se hallen a su cargo.
Consentimiento del tercero. Interdictos y menores de catorce años Si cubre el caso de muerte, se requerir el
consentimiento por escrito del tercero o de su representante legal si fuera incapaz. Es prohibido el seguro para el
caso de muerte de los interdictos y de los menores de 14 años.
Art. 135. El suicidio voluntario de la persona cuya vida se asegura, libera al asegurador, salvo que el contrato haya
estado en vigor ininterrumpidamente por tres años. Muerte del tercero por el contratante
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Art. 136. En el seguro sobre la vida de un tercero, el asegurador se libera si la muerte ha sido deliberadamente
provocada por un acto ilícito del contratante. Muerte del asegurado por el beneficiario Pierde todo derecho el
beneficiario que provoca deliberadamente la muerte del asegurado con un acto ilícito. Empresa criminal. Pena de
muerte
Art. 137. El asegurador se libera si la persona cuya vida se asegura, la pierde en empresa criminal o por aplicación
legítima de la pena de muerte.
Es un seguro de personas: así resulta en nuestro derecho de la ubicación de su régimen en la ley (arts. 149 a 152).
Concepto de accidente- La ley se abstiene a darlo. La póliza aprobada considera tal “toda lesión corporal que pueda
ser determinada por los médicos de una manera cierta, sufrida por el asegurado independientemente de su voluntad,
por la acción repentina y violenta de o con un agente externo.”
Art. 150. El asegurado en cuanto le sea posible, debe impedir o reducir las consecuencias del siniestro, y observar
las instrucciones del asegurador al respecto, en cuanto sean razonables. Peritaje
Art. 152. El asegurador se libera si el asegurado o el beneficiario provoca el accidente dolosamente o por culpa grave
o lo sufre en empresa criminal.
Bibliografía:
Ley 17418
Lecciones de seguros, Isaac Halperin
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