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Caracas 3 de Noviembre del 2017

Universidad Central de Venezuela

Historia de la Historiografía Venezolana

Jonathan Sujú / C.I 18.249.865

Ensayo

Fray Antonio Caulin. Historia corográfica, natural y evangélica de la


Nueva Andalucía. Publicada en 1779.

La obra de Caulin se remonta a la orden franciscana establecida en el


territorio oriental del país para mediados del siglo XVIII, denominada Provincia
de Nueva Andalucía y correspondiente a lo que hoy es Anzoátegui, Monagas y
Sucre1. La provincia fue demarcada definitivamente a través de una Real Cedula
concedida a Diego Fernández de Serpa en 1568 con una extensión de “300
leguas de costa entre el Orinoco y el Amazonas, más el -girón de tierra- que va
del Orinoco hasta el Morro de Uñare. En la práctica ese girón de tierra será la
gobernación, con centro en la ciudad de Cumaná, es decir, que el limite sur
estará formado por el Orinoco, y su continuidad por el Caño Mánamo, el
desaguadero mayor en el norte deltaico”2, tras haber sido utilizado ese nombre
para la demarcación asignada a Alonso de Ojeda en 1510 (entre la Península de
la Goajira, hoy Estado Zulia y el golfo de Urabá, hoy territorio colombiano), la
asignada a Francisco de Orellana en 1544 (en el territorio al sur del Amazonas),
hasta finalmente la mencionada capitulación de Serpa que será retratada
abarcando diversas disciplinas por el cura Fray Antonio Caulin, en su obra
Historia Corográfica, natural y evangélica de la Nueva Andalucía.

La importancia del trabajo de Antonio Caulin radica en la observación que


hace de la realidad que lo rodea, recopilando datos e información de carácter
etnológico, geográfico, demográfico, económico, político y social, siendo su

1
Con una intermitente participación de Trinidad y una participación temporal de Guayana.
2
MORON, GUILLERMO. Historia de Venezuela, Caracas, Ediciones El Nacional, 2011. Pp.47-48
Historia una narración destacada dentro de la vasta obra de los cronistas de su
época. Influenciado por la corriente ilustrada que estaba siendo desarrollada
durante la España borbónica, Caulin recibe la enseñanza del religioso y
ensayista Benito Feijoo, cuyo principal aporte al movimiento ilustrado fue el de la
escritura critica, enfocada en darle la explicación a las cosas mediante elementos
naturales, palpables a los sentidos, apuntando a la fidelidad de la experiencia y
solo usando a Dios como elemento explicativo para elementos que no puedan
ser aclarados por razones humanas. El “escepticismo” de Feijoo estrecharía los
campos de investigación que otrora eran ignorados debido a la tradición
escolástica, rompiendo con el criterio de autoridad que aun reinaba en las
universidades y supondría una reformulación de la metodología para la
producción literaria; estas concepciones estarían profundamente arraigadas al
Fray Antonio Caulin, que se embarcaría en 1741 con dirección a Nueva
Barcelona (hoy Barcelona), para constituir la misión de Piritu3.

Desde una posición privilegiada desde la cual ostentó diversidad de títulos


y reconocimientos y a su vez ejerciendo diferentes funciones durante travesías
evangelizadoras y a su vez científicas sobre la región, construye la obra Historia
Corográfica, natural y evangélica de la Nueva Andalucía4, siendo “la primera
historia regional que se escribió en Venezuela”5. Se le dice “privilegiado” por
varios factores, desde el acceso a determinadas fuentes pertenecientes a los
archivos oficiales de los pueblos, desarrollando el oficio de historiador; a la
experiencia vivida por formar parte de diversas expediciones (como la
Expedición de Limites de José de Iturriaga6) donde se desempeñó como
geógrafo; y como cronista de cada uno de sus viajes, en los que recogió una
vasta cantidad de datos de diversa índole.

3
Denominada Mision de Padres Observantes de Piritu.
4
Comienza a redactarla en 1755 y la culmina en 1758. Seria publicada en 1779.
5
GARCIA GAVIDIA, NELLY. Los indígenas venezolanos: de su denominación en la “Historia de la nueva
Andalucía” (1779) a la persecución actual por la ideología del progreso. En: DEL PINO DIAZ, FERMIN y
LAZARO AVILA, CARLOS (Coordinadores). Visión de los otros y visión de sí mismos: ¿Descubrimiento o
invención entre el Nuevo Mundo y el Viejo?, 1995, pp. 205-234
6
Expedición realizada en 1755 para la delimitación de los límites del rio Orinoco y de Guayana, a fin de
diferenciar las posesiones con españolas con respecto a las portuguesas.
Su vida con más detalle puede ser consultada a través de los trabajos de
Guillermo Moron7, Edgar Rodriguez Leal8, entre otros. El objeto de atención del
presente ensayo radica en la mentalidad del franciscano, como su cosmovisión
influenció su producción literaria, especialmente vinculado a las ideas del padre
Feijoo, anteriormente expuesto. Esta obra es la clara manifestación de un cambio
en la cosmovisión de la producción intelectual oficial en territorio venezolano, se
ve una diferencia en la concepción del providencialismo, de la visión teológica
del mundo monopolizada por la autoridad eclesiástica y que margina al resto de
disciplinas que aportarían aspectos más realistas y menos filosóficos. Los
estudios realizados por los franciscanos en el territorio antes de 1750, como el
obispo Alonso Briceño, Tomas Valero Torellas o Agustín Quevedo Villegas, se
veían impregnados de fórmulas y sentencias, encerrados en cuestiones
abstractas, metafísicas, sobre el ser y su relación con la divinidad, vinculado a la
sumisión ante la autoridad sagrada, claramente influenciados por el pensamiento
de Santo Tomas de Aquino o de Duns Scoto; mientras que se descartaban las
ideas del empirismo, encarnadas en Rene Descartes, Isaac Newton o Galileo
Galilei. La experimentación sensorial y el espíritu investigativo que comenzaba
a tener auge en Europa todavía era limitado en estas tierras.

Es ahí donde la obra de Caulin cobra especial relevancia, porque refleja


un cambio en estos postulados, sin abandonar las interpretaciones bíblicas de
diversa índole, se ven aproximaciones a los hechos con una curiosidad científica,
con una intención de estudiar las manifestaciones sociales de las comunidades
aborígenes, sus lenguas, sus costumbres, se vislumbran las primeras
intenciones de estudiar la fauna, la flora y hacer estudios etnológicos de las
poblaciones autóctonas. El asunto va mas allá de los descriptivo, parte de asumir
la antropología y la naturaleza como objetos de investigación. Por ello se ve
reflejado un relato de corte histórico sobre el proceso de conquista y pacificación
de los asentamientos en el oriente del país, vinculando sus propias vivencias
junto a los archivos pertenecientes a los cronistas anteriores, todos impregnados

7
MORON, GUILLERMO. Biografía de fray Antonio Caulin. Madrid, Instituto Gonzalo Fernández de
Oviedo, 1954. En: MORON, GUILLERMO. Los cronistas y la historia. Caracas, Ministerio de Educación,
1957.
8
RODRIGUEZ LEAL, EDGAR. Fray Antonio Caulin: ideología e historia. Caracas. Universidad Central de
Venezuela, 1975.
con esa orientación de un origen mágico a las situaciones y al ejercicio
imaginativo como forma de resolver las incógnitas, es ahí donde la destreza de
Caulin se hace notar y es destacado por el historiador Caracciollo Parra de la
siguiente forma:

“Por el señorío, pues, de documentos e historias anteriores, que son la base del
relato y que como dueños absolutos del campo, enfrentan la imaginación, ni
poderosa ni rebelde en el autor; por el carácter medio panegírico y el fin moral,
ante quienes se resumieron o sacrificaron acaecimientos que sabidos
oscurecieron la conducta de algunos religiosos; por el estilo literario llano y sin
arreos, atento solo a la expresión de la verdad, en cuyas frías aras habría
inmolado de tenerlas, sus propias naturales galas; y hasta por cierto vislumbre
de la causalidad histórica y de la integridad del organismo social, que sin humos
psico-físicos apunta en la mente de Caulín: su -Historia-, ni majestuosa ni retorica
como la clásica, ni fresca ni imaginativa como las crónicas (aunque si sencilla y
a ratos adaptada a la mente popular), ni pragmática ni filosófica en el verdadero
concepto de estas dos tendencias, ocupa lugar intermedio, muy propio de su
época (que en tales materias fue de transición), y participa en este sentido y en
la medida de las capacidades del laborioso fraile observante, de los caracteres
felices o adversos de aquellas varias escuelas…”9

Ya fray Pedro Simón, José Gumilla o José Oviedo y Baños habían


mostrado esta tendencia de vincularse con la historia, la identidad, la conciencia,
alejándose de esa mirada del exterior con mentalidad española y contar los
hechos desde dentro (especialmente en la obra de Oviedo y Baños). Ahí radica
el mérito de Caulin, dejando a entender que el proceso de conformación de la
Provincia de la Nueva Andalucía fue un logro de la mano con la orden
franciscana.

Vale destacar como parte de su pensamiento, que se encuentra


condicionado por su origen como español, su misión era evangelizar, es decir,
era portador de un mensaje que sostiene que existe un dios único y universal, y
que solo a través de la cristianización es que se puede conducir a la vida
civilizada; pero no conforme con eso, había una justificación adicional para este
ejercicio, el concepto teológico tomista; donde se concebía a lo demoniaco como

9
PARRA, CARACCIOLO. Analectas de Historia Patria, Caracas, 1935. Citado de “Cronistas de Venezuela.
Fray Antonio Caulin”, en Obras, Editorial J.B, Madrid, 1954, p.531.
presente en las actitudes, opiniones y comportamientos en los sectores sociales,
creyéndose que la libre voluntad podía ser consecuencia de la tentación
diabólica, por lo tanto se podía sucumbir al pecado por incitación, orgullo,
infidelidad o ignorancia10. Esto quiere decir que el hombre es bueno por
naturaleza y que es la acción diabólica las que los confina a la vida del
“paganismo”, la “barbarie”, la “superstición”, todos calificativos asignados a los
indígenas en la época, por lo tanto, Caulin no los ve como responsables de su
forma de vida, sin dejar de lado su obligación como evangelizador de enseñar
los valores de la propiedad, la vida urbana y la asimilación de la fe cristiana.

Fuentes Consultadas:

CHACON, RAMON VICENTE. Poblamiento hispánico del oriente de Venezuela,


Caracas. Ediciones de la Presidencia de la Republica, 2012.

GARCIA GAVIDIA, NELLY. Los indígenas venezolanos: de su denominación en la


“Historia de la nueva Andalucía” (1779) a la persecución actual por la ideología del
progreso. En: DEL PINO DIAZ, FERMIN y LAZARO AVILA, CARLOS (Coordinadores).
Visión de los otros y visión de sí mismos: ¿Descubrimiento o invención entre el Nuevo
Mundo y el Viejo?, 1995.

MORON, GUILLERMO. Biografía de fray Antonio Caulin. Madrid, Instituto Gonzalo


Fernández de Oviedo, 1954. En: MORON, GUILLERMO. Los cronistas y la historia.
Caracas, Ministerio de Educación, 1957.

MORON, GUILLERMO. Historia de Venezuela, Caracas, Ediciones El Nacional, 2011.

PARRA, CARACCIOLO. Analectas de Historia Patria, Caracas, 1935. Citado de


“Cronistas de Venezuela. Fray Antonio Caulin”, en Obras, Editorial J.B, Madrid, 1954.

STRAUSS K., RAFAEL. El Diablo en Venezuela: certezas, comentarios, preguntas.


Caracas, Fundación Bigott, 2004.

RODULFO CORTES, SANTOS. Denominaciones históricas del territorio nacional.


Caracas, J & D Impresos, 2000.

RODRIGUEZ LEAL, EDGAR. Fray Antonio Caulin: ideología e historia. Caracas.


Universidad Central de Venezuela, 1975.

Fundación Polar. Diccionario de Historia de Venezuela (2ª edición), Caracas. 2010.

10
Ver el estudio hecho por el profesor Strauss Kazen sobre Fray Juan Antonio de Navarrete en: STRAUSS
K., RAFAEL. El Diablo en Venezuela: certezas, comentarios, preguntas. Caracas, Fundacion Bigott, 2004,
pp.202-205.

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