PRESENTA: Jose Manuel Camacho. GRADO: Primero de Teología FECHA: 10/10/17
-REPORTE DE LECTURA-
“INSTRUCCIÓN PARA EL ESTUDIO DE LOS PADRES DE LA IGLESIA EN LA
FORMACIÓN SACERDOTAL”
Seguir estudiando hoy patrística responde a la necesidad de una mirada global de
la teología, así como a profundas necesidades de la espiritualidad y pastoral. Nunca se ha renunciado a la presencia de los Padres, es más, se establecen analogías del actual clima cultural con la época patrística. La Iglesia discierne los valores espirituales y culturales indispensables de los Padres. Encontramos en ellos verdadera sabiduría, autenticidad cristiana y vitalidad siempre actual. La situación en que se encuentran los estudios patrísticos hoy está en estrecha relación con las condiciones generales de la enseñanza de la teología, difiere en cada país y diócesis. La inserción de la dimensión histórica en el estudio teológico de los Padres ha aportado mayor conocimiento de los orígenes cristianos, de la génesis de las cuestiones y doctrinas, y sobre el nexo entre Tradición y problemas actuales. Hoy continúa este despertar en el campo patrístico, pero con insuficiencias y obstáculos. Por ejemplo: tendencias teológicas que confrontan datos bíblicos directamente con las realidades sociales con ayuda de ciencias sociales; la unilateralidad de métodos exegéticos que consideran las aportaciones de los Padres simplistas e inútiles; concepciones distorsionadas de la Tradición; el desconocimiento de las lenguas clásicas por parte de muchos estudiantes de teología; programas de estudio de formación sacerdotal recargados de nuevas disciplinas “más actuales”. Las normas oficiales de la Iglesia ponen de manifiesto el valor teológico, espiritual y pastoral de las obras de los Padres. Dei Verbum señala la relación entre Tradición y Escritura; y la importancia del testimonio de los Padres para la Tradición. Optatam totius, “Ratio fundamentalis institutionis sacerdotalis” y “La formación teológica de los futuros sacerdotes” reafirman la importancia del método genético y de la adhesión a la obra de los Santos Padres en la formación teológica de los futuros sacerdotes. También los Sumos Pontífices han resaltado la necesidad del estudio de los Padres. El principal motivo para estudiar a los Padres es por ser ellos testigos privilegiados de la Tradición. Ellos son autores y exponentes de una tradición “constitutiva”. Fueron protagonistas del ordenamiento eclesial y dieron origen a la teología, fijando el Canon de los Libros Sagrados, componiendo las profesiones básicas de fe, confrontando las herejías, SEMINARIO MAYOR DE SANTA MARIA DE GUADALUPE Y SAN RAFAEL GUIZAR Y VALENCIA
creando las primeras formas de liturgia. Además, se manifiesta en ella su unidad en la
diversidad y pluriformidad. El segundo motivo por qué estudiar a los Padres es su método teológico consistente en: el recurso continuo a la Sagrada Escritura y al criterio de la Tradición, la conciencia de la originalidad cristiana e inculturación, es decir, sacar provecho del encuentro con la filosofía y la cultura rechazando los errores; la defensa de la fe como bien supremo, ellos fueron los iniciadores del método racional y promotores del “intellectus fidei”; y el sentido del misterio y la experiencia de lo divino, o sea, como teólogos se apoyaban no solo en la razón, sino también en lo específicamente religioso, y no se quedaban solo en la especulación, sino que amaban lo que conocían. El tercer motivo por qué estudiar a los Padres es su riqueza cultural, espiritual y apostólica. Ellos son clásicos de la cultura cristiana y su patrimonio es verdaderamente católico. Además, son ricos en espiritualidad y netamente pastorales. A los padres hay que estudiarlos teniendo en cuenta la naturaleza y sus objetivos, que se articulan entre la Patrística (pensamiento) y la Patrología (vida y escritos); su método, si bien los manuales ayudan, no pueden sustituir el recurso directo a los textos de los Padres, afrontándolos con el método histórico-crítico; y la exposición de la materia, es necesaria una selección, y sobre todo transmitir el amor a los Padres, y no solo su conocimiento, optando entre las formas analítica, panorámica, monográfica o temática.