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Investigaciones Fenomenológicas, n. 12, 2015, 275-283.

e-ISSN: 1885-1088

 
 
ROBERTO SOKOLOWSKI
 
INTRODUCCIÓN A LA FENOMENOLOGÍA
 
TR. DE ESTEBAN MARÍN ÁVILA, MORELIA, MÉXICO, SERIE FENOMENO-
LOGÍA Nº 13, JITANJÁFORA, RED UTOPÍA, 2012

por Ignacio Quepons


 

La ya clásica introducción de Ro- ner una perspectiva “práctica” del


bert Sokolowski, publicada original- trabajo fenomenológico, recorriendo
mente en 2000, constituye una de sus conceptos fundamentales a par-
las mejores introducciones contem- tir de una apropiación personal pero
poráneas a la fenomenología tras- muy precisa y clara de los temas y
cendental. Es un acierto de la serie problemas más importantes de la
Fenomenología de la Editorial Jitan- filosofía fenomenológica. Para Soko-
jáfora apostar por una traducción, lowski la fenomenología es la res-
por lo demás muy cuidada, a cargo tauración del sentido mismo de la
de Esteban Marín Ávila, para poner filosofía a lo largo de su historia que
a disposición de los hispanohablan- hunde sus raíces en los maestros
tes un recurso útil y notable para el del pensamiento antiguo. Como el
estudio de la filosofía fenomenológi- propio autor señala, “La fenomeno-
ca. logía es el estudio de la experiencia
humana y de los modos en que las
Lejos de los habituales manuales
cosas se nos presentan ellas mis-
históricos donde se despliega una
mas en y a través de dicha expe-
versión más o menos resumida de la
riencia. La fenomenología pretende
filosofía de Husserl y algunos de los
restaurar el sentido de la filosofía
representantes de la tradición fe-
que uno encuentra en Platón” (p.
nomenológica, el profesor Soko-
10).
lowski ensaya el ejercicio de expo-
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Los primeros trece capítulos de caracterización preliminar de la fe-
su obra conforman un corpus unita- nomenología que toma como hilo
rio el cual permite, no obstante, ser conductor la noción misma de inten-
consultado de manera independien- cional (Capítulo I) para pasar, a tra-
te pues agrupa de forma clara cier- vés de un análisis elemental de la
tos temas centrales de la fenomeno- percepción (Capítulo II), a un mapa
logía tratados por separado. El últi- conceptual que constituye el es-
mo capítulo es un mapa del desa- quema formal de los conceptos ope-
rrollo histórico de la fenomenología rativos implícitos en el análisis in-
donde se pone atención en algunos tencional (Capítulo III). Dichos con-
de sus más importantes exponen- ceptos operativos son los pares “to-
tes. La intención del autor es pre- do-partes”, “unidad-multiplicidad”,
sentar una introducción que, sin “presencia-ausencia”.
detenerse en un detallado análisis
En el tercer capítulo del libro, So-
de la obra de Husserl, juega el doble
kolowski destaca el carácter estric-
papel de introducir de forma clara y
tamente lógico y, en esa medida,
con muchos ejemplos a los concep-
filosófico de los análisis intenciona-
tos fundamentales de la fenomeno-
les, con lo cual se separa de forma
logía trascendental, y presentar, por
tácita de las apreciaciones mera-
otra parte, una interpretación in-
mente psicológicas de la fenomeno-
teresante de la fenomenología como
logía. La vida de conciencia no es un
ciencia filosófica estricta que consti-
mero conjunto de vivencias psicoló-
tuye un punto de partida para la
gicas sino la trama en la que se ex-
discusión entre los especialistas.
hibe una lógica interna que puede
Un recorrido posible por la obra comprenderse en términos de rela-
de Sokolowski permite identificar ciones de momentos independientes
cuatro etapas o bloques a lo largo y momentos no independientes, los
de la exposición del libro. La prime- cuales exhiben no una mera suce-
ra etapa estaría compuesta, de sión de contenidos sino de conteni-
acuerdo a nuestro esquema, por los dos en los cuales se vive la concien-
primeros cuatro capítulos. Esta pri- cia de una unidad exhibida en una
mera etapa está destinada a una multiplicidad de momentos. Final-

 
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mente la dupla “presencia-ausencia” cias de orden intuitivo, seguido por
cierra el apartado presentando la las vivencias del orden de la re-
lógica misma de la intencionalidad presentación, las cuales mientan un
en términos de menciones vacías y objeto que no está presente. Este
cumplimientos. segundo bloque termina en el capí-
tulo séptimo con una exposición
La primera etapa del libro conclu-
crítica de la intuición categorial a
ye en el capítulo cuarto, donde So-
través de la cual captamos los obje-
kolowski explora la determinación
tos y las relaciones de nivel supe-
específicamente filosófica y radical
rior: las formas del pensamiento.
de la fenomenología: la reducción
Asimismo, este capítulo aborda uno
fenomenológica. Para Sokolowski la
de los problemas decisivos del pro-
auténtica actitud filosófica es lo que
grama filosófico de la fenomenolo-
aquí llama “actitud fenomenológica”
gía: la génesis de los juicios a partir
que constituye el auténtico punto de
de la experiencia.
partida de una ciencia que incluso
llega a comparar con la ciencia del Es interesante detenerse en una
ser en cuanto tal señalada por Aris- exposición sucinta del trazo general
tóteles en el Cuarto libro de su Me- de este capítulo que por lo demás
tafísica. La recurrencia a los clási- constituye uno de los mayores
cos, particularmente a Platón y a aciertos expositivos de Sokolowski.
Aristóteles, siempre de forma ama- Según su propia exposición la no-
ble pero apasionada, da color al ta- ción de “categorial”, cuyo uso habi-
lante de una introducción compro- tual en filosofía es “decir algo acerca
metida con una forma muy específi- de algo”, se refiere en el contexto
ca de comprender la fenomenología de la fenomenología al tipo de in-
en perspectiva del desarrollo de la tención que articula un objeto con-
historia de la filosofía. siderado en términos lógicos. La
enunciación de un estado de cosas
El segundo bloque comienza a
como una casa blanca o un perro
partir del capítulo quinto donde co-
que tiene hambre nos traslada al
mienza por analizar las formas de la
ámbito de lo categorial. No vemos el
experiencia en un análisis brillante y
mero objeto simple sino que lo pen-
ascendente que inicia con las viven-

 
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samos ya en términos de relaciones totalidad como momento en el cual
que pueden ser enunciadas en ora- se exhibe un objeto en sentido más
ciones predicativas. Los juicios, es- amplio. En el ejemplo de Sokolowski
fera de los enunciados categoriales, se trata de volver la atención a la
tienen no obstante su génesis en la vibración de un automóvil, donde no
experiencia. El segundo apartado sólo destacamos la vibración sino
del mismo capítulo Sokolowski en- que somos capaces después de
saya un recorrido en torno a los asumirla como un momento en rela-
momentos de la constitución inten- ción al todo automóvil, y no sólo al
cional de las unidades categoriales. automóvil como tal sino a la relación
En primer lugar tenemos el momen- que permite captarlo como un au-
to correspondiente a la pasividad. tomóvil dañado. El auto tiene una
Nuestra mirada, dice Sokolowski, vibración irregular: está fallando.
recorre las multiplicidades de los
La esfera categorial está confor-
lados, los aspectos y perfiles del
mada por las relaciones en sentido
objeto, recorremos sus característi-
lógico superior, el orden del pensa-
cas sensibles como color, sensación
miento en sentido más estricto, el
de aspereza o lisura, todo ello en
cual, se manifiesta en las estructu-
una percepción continua. En un se-
ras del lenguaje. Como dice Soko-
gundo momento tenemos la vuelta
lowski:
de la atención a un momento de la
El lenguaje no flota por sí mismo
trama perceptiva en el cual, por
encima de nuestra sensibilidad; la
ocasión del enfocar la mirada hacia
razón por la cual podemos usar el
un punto, alumbramos una de las
lenguaje es que somos capaces del
apariciones de la sucesión de expe-
tipo de intencionar que constituye
riencias perceptivas y lo destacamos
objetos categoriales. La sintaxis del
del resto. En un tercer momento
lenguaje está fundada en la articu-
tenemos ya la formación del objeto
lación de todos y partes que tiene
categorial en la medida en que po-
lugar en el intencionar categorial. La
demos captar no sólo el momento
sintaxis del lenguaje simplemente
destacado en el plano meramente
expresa las relaciones de parte y
pasivo, aislado del fondo, sino que
todo que se sacan a relucir en la
somos capaces de articularlo en una

 
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conciencia categorial. No es verdad to, es permitir que una cosa se ma-
que podamos pensar porque tene- nifieste tal y cómo es por la media-
mos lenguaje; más bien, tenemos ción del entendimiento que articula
lenguaje porque podemos pensar, su unidad.
porque tenemos la habilidad de al-
Los objetos categoriales, como
canzar intenciones categoriales (p.
objetos del pensamiento están fun-
117).
dados en percepciones simples, es
El paso a la conciencia categorial decir, la formación de las estructu-
atraviesa precisamente la posibili- ras sintácticas de todo y parte, así
dad de relación entre la captación como las unidades ideales por cuya
de la parte como captación de un mediación articulamos el discurso
todo como unidad. Para Sokolowski racional sobre el sentido del mundo
el concepto que usa aquí de unidad depende siempre de la experiencia.
no equivale a la identidad de la per-
El tercer bloque comienza con lo
cepción. En el caso de la percepción
que llama “fenomenología del yo” y
las vivencias sucesivas exhiben un
avanza por las formas del horizonte
todo como identidad del objeto, la
trascendental de experiencia, desde
captación de la unidad a la que se
el análisis que otros investigadores
refiere aquí Sokolowski supone una
llaman egológico hasta la esfera
relación del momento como mo-
intersubjetiva y con ella, a la tema-
mento identificable de forma discre-
tización del mundo de la vida como
ta pero, al mismo tiempo, como
horizonte primitivo de nuestra rela-
momento de un proceso o de una
ción originaria con nuestro mundo
unidad articulable en relaciones de
en torno. La exposición de la temá-
momentos discretos, o dicho en sus
tica del yo trascendental es uno de
términos, la forma “todo-con-parte”.
los aciertos más importantes y tam-
Es así como se constituye un objeto
bién más originales del libro. Para
categorial. En este punto Sokolowski
Sokolowski el asunto de la fenome-
nos recuerda que constituir es pre-
nología es la aclaración del sentido
cisamente “articular” o bien “actua-
de la verdad y la significación, y la
lizar en su verdad”. Así, constituir
figura respecto de la cual se articula
un estado de cosas, en este contex-
dicho sentido, en cuanto “dativo” de

 
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la experiencia, el agente de la ver- la intencionalidad, los correlatos
dad es el yo. La diferencia de la fe- objetivos de la experiencia así como
nomenología entre el yo empírico y las metas y los alcances de la ten-
el yo trascendental consiste en que dencia intencional es ante todo una
éste último es el mismo yo que cada aclaración de su racionalidad. Aquí
uno somos pero asumido justo en además destaca que “Ya que lo que
relación a la verdad, el sentido y la nos hace humanos es nuestra racio-
razón. Es decir, para Sokolowski nalidad, la fenomenología es la ex-
hablar de yo trascendental implica ploración de nosotros mismos en
no sólo la identidad del sujeto de la nuestra humanidad”.
experiencia sino sobre todo su ca-
El yo trascendental tiene así tres
pacidad de reflexionar y darse cuen-
momentos de identificación. El pri-
ta de que él es la instancia de la
mero es la identidad como agente
manifestación del sentido y la ver-
de los actos intencionales de per-
dad. “El ego trascendental es cada
cepción y otras representaciones, en
uno de nosotros tomado como
suma, la síntesis unitaria del sujeto
agente de la verdad, como uno que
en relación a sus vivencias. En se-
puede declarar responsablemente la
gundo lugar está el agente de la
verdad de una situación” (p. 149)
actividad categorial que articula en
Es así que el yo trascendental no redes sintácticas y juicios el sentido
es la conciencia privada del sujeto de su experiencia. Por último está el
sino, para Sokolowski, se trata de momento relativo al yo como sujeto
una figura pública (p. 152) justo en de la responsabilidad, el sujeto que
la medida en que la racionalidad no es capaz de reflexionar sobre su
es asunto privado sino intersubjeti- propia actividad y además tomar
vo. El sujeto trascendental es aquel posición sobre tu propia vida.
que reflexiona y confirma su carác-
El capítulo sobre el yo es sucedi-
ter de agente de la verdad y tam-
do por otro donde el tema es la ex-
bién el que actúa en consecuencia y
posición sucinta de la unidad del yo
da razón de sí mismo, de su actuar.
en la síntesis de la temporalidad.
La fenomenología como aclaración
Aquí se expone el carácter funda-
de las estructuras fundamentales de
mental de la experiencia del tiempo

 
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en la unidad de la vida de concien- ramos detenernos en algunas apre-
cia. La unidad del yo tiene como ciaciones importantes interpretación
correlato el mundo, y es así que el de Sokolowski, que se suman a la
penúltimo capítulo de esta segunda lograda claridad de su exposición.
parte está destinado al concepto de La obra de Sokolowski no es una
mundo de la vida y finalmente, hay mera introducción a Husserl, sino,
un capítulo breve sobre la intersub- como hemos señalado antes, plan-
jetividad. Hasta esta parte Soko- tea una manera precisa de entender
lowski ha articulado la trama de la la fenomenología misma que difiere
fenomenología en torno a la dinámi- mucho en estilo respecto de Husserl
ca de la relación entre la unidad y la pero gana mucho en claridad, y so-
multiplicidad, y la función unificado- bre todo, acerca a Husserl a la tra-
ra como dativo de la experiencia dición filosófica, fundamentalmente
que juega el yo. a Aristóteles.

La última parte del libro te- En el capítulo cuarto donde intro-


matiza explícitamente el problema duce a la idea de la reducción tras-
de la verdad que comienza en el cendental, en reiteradas ocasiones
capítulo XI y avanza por la conside- señala que la fenomenología resti-
ración de la idea de evidencia, razón tuye una verdad adquirida “antes de
y verdad, pasando por la meditación que la filosofía entre en escena” (p.
por la consideración de esencias y 82). La fenomenología, dice, “con-
concluye en una presentación de la templa estos logros y sus activida-
especificidad filosófica de la feno- des subjetivas correlativas, pero si
menología y su contexto actual. Al los logros no estuvieran ahí, no ha-
final del libro nos encontramos con bría nada acerca de lo cual la filoso-
un apéndice en el que se hace un fía pudiera pensar. Tiene que haber
recorrido histórico del movimiento opinión verdadera, tiene que haber
fenomenológico y se reseña de for- una doxa previa, para que pueda
ma general los aportes de los más haber filosofía. La fenomenología
importantes exponentes del movi- puede ayudar a las intencionalida-
miento a nivel mundial. des naturales a clarificar lo que es-
tán buscando, pero nunca las reem-
Para cerrar esta recensión quisié-

 
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plaza” (p. 82). Esta apreciación de rárselo a ellas mismas.
la fenomenología, que tiene mucho
Para la fenomenología no basta
de correcto, corre el riesgo de po-
aclarar lo que las ciencias son (tarea
nernos ante la siguiente cuestión: Si
de las ontologías), sobre todo no
la fenomenología no hace sino resti-
basta aclararlo desde los mismos
tuir una verdad para la cual no hace
prejuicios que determinan el sentido
falta ni filosofía ¿entonces para qué
de lo que creemos que son, sino,
fenomenología? Sokolowski insiste
por el contrario, emprende el ca-
simplemente en la idea de la resti-
mino de la redefinición de las cien-
tución de lo que llama “la validez del
cias sobre la base del sentido dado
sentido común” (p. 83) que en su
en la experiencia. Es ahí donde des-
apreciación se asume que quizá se
cansa la radicalidad de la reducción
refiera a lo que en Husserl es el
trascendental. No se equivoca Soko-
mundo de la vida. No obstante, una
lowski en cambio cuando señala que
vez más, no deja claro entonces
la reducción trascendental no es una
para qué se ejecuta la reducción
“escapatoria de la cuestión del ser o
trascendental.
del estudio del ser en tanto que ser;
La reducción trascendental, lejos muy al contrario. Cuando nos vol-
de ser una mera aclaración de las vemos de la actitud natural a la fe-
“intencionalidades naturales”, como nomenológica formulamos la pre-
sugiere Sokolowski, más bien em- gunta por el ser, porque comenza-
prende una reinterpretación casi mos a ver las cosas precisamente
llamar transvalorativa de la manera como nos son dadas, precisamente
en la cual se asumían esos mismos como se manifiestan, precisamente
datos de la experiencia, ciertamente como se determinan por la “forma”,
dados antes de toda filosofía. La que es el principio de la revelación
referencia a Aristóteles delata el de las cosas. Comenzamos a ver las
interés más bien realista de Soko- cosas en su verdad y en su eviden-
lowski, cuando afirma que Aristóte- ciarse. Esto es verlas en su ser” (p.
les no “manoseó” la vida política ni 84). Tal vez ese es precisamente el
las matemáticas sino que trató de sentido de lo trascendental o lo que
entender lo que eran y quizá acla- Sokolowski llama “el yo como el

 
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dativo de la manifestación” de lo cuentran como las metas de estas
que es. intencionalidades” (p. 149)

Uno de los méritos más impor- Por lo anterior podemos concluir,


tantes de su interpretación es cen- sin ninguna reserva, que la obra de
trar el hilo conductor de la tarea de Sokolowski, ahora traducida al es-
la fenomenología en una manera de pañol, constituye una de las más
entender la verdad como manifesta- importantes introducciones a la fe-
ción de lo verdadero a través de la nomenología a las que podemos
razón. Así, el ego trascendental, tener acceso en nuestra lengua. La
dice con justicia Sokolowski, se re- conjunción entre el lenguaje claro y
fiere a “cada uno de nosotros toma- alejado de tecnicismos, sin perder
do como agente de la verdad, como en ningún momento el rigor, y el
uno que puede declarar responsa- talante intelectual de Sokolowski,
blemente la verdad de una situa- comprometido a asumir la fenome-
ción” (p. 149) y así, la fenomenolo- nología como un acceso universal a
gía se convierte en “la exploración la filosofía, hace de su libro una
del ego trascendental en todas sus obra útil para los principiantes y un
formas intencionales, junto con los interlocutor actual para los especia-
correlatos noemáticos que se en listas.

 
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