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Análisis del proceso de comprensión lectora de los

estudiantes desde el modelo construcción-integración

Gabriel Herrada-Valverde* | Rosario Isabel Herrada**

Uno de los modelos teóricos de comprensión lectora más importantes es el Palabras clave
modelo construcción-integración propuesto por Walter Kinstch. Este mo-
delo considera que, durante el proceso de lectura, el lector construye dos Comprensión de lectura
tipos de representación mental: la llamada representación textual o base Estudiantes
textual, que es cercana al significado del texto y tiene un carácter semán- Evaluación de estudiantes
tico-proposicional; y la representación situacional, o modelo de la situa-
ción, que es cercana “al mundo”; en ella se enmarca al texto y tiene carácter Hábitos de lectura
episódico. Este artículo describe y revisa los postulados fundamentales de Textos
dicho modelo, así como sus limitaciones, con el propósito de acercarlo a
docentes e investigadores interesados en la evaluación y mejora de la com-
prensión lectora de los estudiantes. Además de describir con detalle dicho
modelo, se analizan estudios más recientes que lo han desarrollado y am-
pliado, como referencia en la formación lectora de los estudiantes.

One of the most important reading comprehension theories is Walter Keywords


Kintsch’s Construction-Integration Model, which considers that, during the
reading process, the reader builds two types of mental representation: the Reading comprehension
so-called text-based representation, which is closely related to the meaning Students
of the text and has a semantic-propositional aspect, and the situational rep- Student assessment
resentation, or situation model, which is close to ‘reality.’ The text is framed
as such, and is episodic. This article describes and reviews the fundamen- Reading habits
tal propositions of this model, as well as its limitations, in order to make it Texts
available to teachers and researchers interested in the assessment and im-
provement of students’ reading comprehension. Apart from describing each
model in detail, the paper also analyzes the most recent studies that have
been developed and broadened, as a reference point for student’s education
in reading skills.

Recepción: 28 de septiembre de 2016 | Aceptación: 31 de enero de 2017


* Profesor sustituto interino del Departamento de Pedagogía de la Universidad de Jaén. Doctor por la Universidad
de Salamanca (España). Líneas de investigación: comprensión lectora, expresión escrita, análisis hipertextual, TIC
en educación. Publicaciones recientes: (2016), “Aprendizaje a través de proyectos colaborativos con TIC. Análi-
sis de dos experiencias en el contexto educativo”, Edutec-e: Revista Electrónica de Tecnología Educativa, vol. 44,
pp. 1-13; (2012), “Fin de las diplomaturas de magisterio: motivaciones, dificultad y satisfacción con la formación de
sus últimos alumnos”, Tendencias Pedagógicas, vol. 19, pp. 175-188. CE: gabriel.h.valverde@usal.es
** Profesora contratada doctora del Departamento de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Mur-
cia (España). Licenciada Doctora por la Universidad de Almería. Líneas de investigación: teorías educativas,
pedagogías activas, educación expandida, aprendizaje en contextos múltiples, metodologías activas, educación
intercultural. Publicaciones recientes: (2016), “Innovación educativa y metodologías activas en educación secun-
daria: la perspectiva de los docentes de lengua castellana y literatura”, Fuentes, vol. 18, núm. 1, pp. 228-244; (2013),
“Engaging Students in Computer-Supported Cooperative Learning”, International Journal of Learning Technolo-
gy, vol. 8, núm. 3, pp. 297-311. CE: rherrada@um.es

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Introducción se enmarca el contenido textual, con el fin re-
crear el mundo en el que éste se ubica.
La formación y evaluación de la compresión Antes de valorar pormenorizadamente am-
lectora de los estudiantes es una cuestión cen- bos tipos de representación, cabe precisar que
tral en el ámbito educativo, ya que el desa- la diferenciación entre base textual y modelo
rrollo lector favorece la mejora de las compe- de la situación es un recurso metodológico
tencias básicas (García-Llamas y Quintanal, utilizado en el modelo CI para tratar de dis-
2014). Este interés ha derivado en la publica- cernir entre un nivel de comprensión más
ción de un elevado número de investigaciones cercano a lo literal (de carácter semántico-
sobre la comprensión lectora de estudiantes proposicional) y otro más cercano a lo infe-
de diferentes niveles formativos, desde las rencial (de carácter episódico) (Kintsch, 1988,
etapas educativas tempranas (Hudson et al., 1998; Van Dijk, 2006; Sánchez, 1998). En reali-
2013), hasta el ámbito universitario (Perrig y dad, más que dos representaciones, el lector
Kintsch, 1985). Muchos de los estudios lleva- va a construir una que será producto de la
dos a cabo sobre este tema tratan de determi- interacción entre la base textual y el mode-
nar el nivel de competencias de comprensión lo de la situación. Así se explica la existencia
lectora, con el fin de presentar propuestas o de una base textual incoherente hasta que se
estrategias para la mejora de los procesos edu- enmarca dentro de un modelo mental o de la
cativos (Ramírez et al., 2012). Además, el estu- situación; la situación o modelo mental define
dio sobre las prácticas lectoras va más allá del lo que Van Dijk (1994; 2006) llama aspectos in-
ámbito de la educación formal, pues se extien- tensionales del texto (hechos que se describen
de al ámbito laboral (González, 2011). en las relaciones semánticas que se dan a nivel
Este artículo describe y revisa los postula- local y global) y que, además, concreta lo que
dos fundamentales del modelo construcción- ese mismo autor conoce como aspectos exten-
integración de Kintsch (1988; 1998) (en adelan- sionales del texto (plausibilidad de los hechos
te modelo CI), así como sus limitaciones, con que se describen dentro la realidad en la que
el objetivo de acercarlo a docentes e investiga- éstos son posibles).
dores interesados en la evaluación y mejora de Hecha esta aclaración, vamos a profundi-
la comprensión lectora de los estudiantes. El zar en el modelo CI analizando los dos tipos
modelo CI concibe la actividad lectora como de representación a diferentes niveles:
un proceso mental que lleva al lector a cons-
truir dos tipos de representación: la base tex- i. En primer lugar, abordaremos los aspec-
tual o representación textual, y el modelo de la tos implicados en la elaboración de la re-
situación, o representación situacional. La ela- presentación textual, concretamente:
boración de la representación textual implica, a) la proposición como estructura bá-
por un lado, acceder al nivel semántico super- sica de significado;
ficial o microestructura, con el fin de estable- b) la microestructura como nivel se-
cer la coherencia local del texto (las relaciones mántico superficial que permite
lineales que se dan entre las proposiciones); y, determinar la coherencia local del
por otro, penetrar en el nivel semántico pro- texto; y
fundo —o macroestructura— con el objetivo c) la macroestructura como nivel se-
de determinar la coherencia global del texto mántico profundo que permite esta-
(las relaciones jerárquicas que se dan entre las blecer la coherencia global del texto.
ideas principales). Por su parte, la construc- ii. En segundo lugar, explicaremos qué su-
ción de la representación situacional implica pone construir la representación situa-
simular mentalmente la situación en la que cional.

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iii. En tercer lugar, nos introduciremos en que permitan extraer aquellos argumentos
la memoria de trabajo del lector para requeridos por el predicado que no aparecen
clarificar cómo interactúan ambos ti- explícitamente en el texto. Por ejemplo, si el
pos de representación. verbo “dar”, que requiere tres argumentos
iv. En cuarto lugar, analizaremos las prin- para formar proposición (el agente que da, el
cipales limitaciones que presenta el objeto que se da y el objetivo a quien se da),
modelo. es utilizado en una oración en la que apare-
cen sólo dos (por ejemplo, “Raúl dio un rega-
La representación textual lo”, donde “Raúl” es el agente y “regalo” es el
objeto), será necesario inferir el argumento
Tal y como afirman la mayoría de los auto- ausente (en el ejemplo, inferir que Raúl dio
res consultados (Kintsch, 1988, 1998, 2004; un regalo a alguien que no conocemos) para
Sánchez, 1993, 1998; Sánchez et al., 2010; Van construir una estructura proposicional con
Dijk, 1994, 2006), elaborar la base textual im- significado completo:
plica extraer las proposiciones textuales, re-
conocer cómo se relacionan a nivel local y DAR [RAÚL, REGALO, ALGUIEN]
determinar cuáles de ellas son relevantes a ni-
vel global para establecer cómo se relacionan Según Kintsch (1998), las unidades semán-
jerárquicamente. ticas a las que nos referimos suelen incrustar-
se unas dentro de otras formando estructuras
La proposición como estructura de mayor complejidad que facilitan la fluidez
básica de significado comunicativa en los procesos discursivos.
Acceder al nivel semántico superficial —o Desde el punto de vista de este autor, esas pro-
microestructura textual— supone, en primer posiciones complejas están constituidas por
lugar, identificar el significado de cada pala- un núcleo proposicional (una proposición
bra teniendo en cuenta el contexto verbal en el supraordinada) que integra los argumentos y
que se enmarca. Este trazo predicativo simple, obvia los predicados de las proposiciones que
llamado proposición, constituye la unidad le son subordinadas. Para ilustrar mejor esto,
mínima de significado dentro del texto a la nos vamos a servir de las siguientes oraciones.
que se le puede atribuir valores de verdad; y,
por tanto, representa la estructura semántica Oración 1: “Raúl juega al fútbol con amigos
básica que el lector va a manejar durante el que él tiene, en la playa en la que ellos están”.
proceso de lectura.
Una proposición, concretamente, es una Oración 2: “Raúl juega al futbol con sus ami-
estructura atómica que consta de un predi- gos en la playa”.
cado (un verbo, un adverbio o un sintagma
nominal) y uno o más argumentos (Kintsch La primera oración recoge tres proposi-
y Van Dijk, 1978; Meyer, 1975). Cada predi- ciones atómicas, concretamente, una proposi-
cado dispone de características semánticas ción supraordinada (JUGAR [RAÚL, FÚTBOL])
particulares que determinan el número y el que se relaciona con las dos proposiciones que
tipo de argumentos que lo acompañan, por se le subordinan a través de los conectores
lo que para constituir una proposición es ne- “con” y “en”:
cesario que: a) la información textual recoja
explícitamente tanto el predicado como los JUGAR [RAÚL, FÚTBOL] CON [RAÚL,
argumentos que éste requiere; o b) el lector AMIGOS, TENER] EN [RAÚL, AMIGOS,
ponga en marcha mecanismos inferenciales PLAYA, ESTAR]

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La segunda oración, en cambio, contiene número de proposiciones; y por otro, tienden
una proposición compleja compuesta por un a recordar las proposiciones como un todo.
núcleo proposicional (JUGAR [RAÚL, FÚTBOL]) Es decir, se obtuvieron indicios claros de que
en el que se integran los argumentos y se omi- los lectores procesan la información tomando
ten los predicados de las proposiciones subor- como unidad básica la proposición.
dinadas: Estos resultados han sido apoyados y am-
pliados por estudios posteriores, como los de
JUGAR [RAÚL, FÚTBOL, modificador: Ratcliff y McKoon (1978) y Wanner (1975), que
AMIGOS, circunstancia lugar: PLAYA] indican que se recuerdan mejor las palabras
provenientes de una misma proposición, que
Como se puede observar, las proposiciones las palabras procedentes de distintas proposi-
atómicas de la primera oración y la proposi- ciones; o como los de Graesser et al. (1980) y
ción compleja de la segunda recogen el mismo Habertlandt et al. (1980), quienes utilizaron
significado, sin embargo, esta última dota de textos completos y corroboraron la relación
mayor fluidez al discurso, ya que omite aspec- lineal entre el número de proposiciones y el
tos subordinados que no requieren ser expli- tiempo de lectura.
citados para que la oración sea comprensible. Por tanto, podemos señalar que el concep-
Tomando como referencia las caracterís- to de proposición es básico para explicar los
ticas atribuidas al lenguaje proposicional, el procesos implicados en la comprensión lec-
campo de la comprensión ha considerado las tora, ya que constituye el soporte sobre el que
proposiciones (tanto las atómicas como las se sustenta la mayor parte de las teorías sobre
complejas) desde una doble perspectiva: como comprensión lectora, incluyendo el modelo CI.
unidades textuales que permiten determinar
la complejidad semántica de textos (Bovair y La microestructura como nivel semántico
Kieras, 1985; Meyer, 1975; Van Dijk y Kintsch, superficial que permite determinar la
1983); y como unidades psicológicas que el lec- coherencia local del texto
tor construye a partir del texto (Kintsch y Van Acceder al nivel semántico superficial o mi-
Dijk, 1978; Van Dijk y Kintsch, 1983). croestructura textual, además de extraer pro-
El concepto de proposición, al vincular posiciones (atómicas y/o complejas), supone
el significado del texto con la representación determinar la coherencia que existe entre las
mental que el lector construye del mismo, mismas a nivel local. Para ello, según Hernán-
constituye la base sobre la que se sustentan las dez (1999), Kintsch y Van Dijk (1983), Sánchez
diferentes teorías de comprensión lectora. Esto (1993) y Van Dijk (2006) es imprescindible re-
explica que, desde sus inicios, la investigación conocer o inferir los dos tipos de relaciones
haya tratado de demostrar empíricamente el que se dan entre una proposición y la proposi-
nexo entre proposición textual y proposición ción anterior y posterior: las relaciones temá-
psicológica. En este sentido, destacan dos tra- ticas y las relaciones estructurales.
bajos realizados por Walter Kintsch; uno en Las relaciones temáticas son básicamente
el que analizó la relación entre el número de vínculos de correferencialidad argumental que
proposiciones y el tiempo de lectura (Kintsch implican el solapamiento argumental entre
y Keenan, 1973), y otro en el que indagó en los proposiciones. Este tipo de relaciones permi-
vínculos entre el recuerdo de información y ten secuenciar la progresión temática del texto
estas unidades de significado (Kintsch, 1974). para favorecer:
Las conclusiones de estos estudios señalan que
los sujetos, por un lado, emplean más tiempo a) la continuidad de un tema cuando
en leer aquellas frases que tienen un mayor la información nueva (aquello que se

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añade a un tema o lo que se dice sobre Cabe señalar que en el lenguaje proposicional
un tema) se solapa argumentalmente los verbos copulativos (SER, ESTAR) no con-
con la información dada (el tema que forman predicados, de hecho, no suelen ser
ha sido introducido); y incluidos dentro de las proposiciones. A pesar
b) el cambio de tema o la introducción de ello, nosotros hemos considerado que sería
de un subtema cuando la información clarificador incluirlos como argumentos.
nueva se convierte en información Al observar las relaciones proposicionales
dada (lo que se dice sobre un tema se del Cuadro 1 se aprecia que el pasaje comien-
convierte en tema). za con información nueva (aquello que se dice
sobre el tema) en las proposiciones (1) y (2); y
Con base en lo anterior, un lector podrá finaliza presentando de manera implícita la
determinar progresiva y secuencialmente la información dada (el tema) en la proposición
coherencia temática de un texto e identificar (4). Como vemos, un argumento de la pro-
tanto su hilo conductor (o tema principal) posición (2), el Himalaya, se convierte en un
como sus cambios temáticos (Escoriza, 2003, subtema sobre el que se habla en la proposi-
2006; Kintsch y Van Dijk, 1978; Van Dijk y ción (3). Así pues, en este caso, el extracto de
Kintsch, 1983; Kintsch, 1988). Con el fin de texto muestra continuidad temática en torno
clarificar lo que hemos descrito, el Cuadro 1 al Tíbet, que va a ser el argumento que implí-
muestra un extracto de texto en particular, citamente comparten la mayor parte de sus
que nos permitirá observar las relaciones te- proposiciones y, por tanto, el tema principal
máticas que se dan entre sus proposiciones. del pasaje.

Cuadro 1. Ejemplo de relaciones temáticas en un extracto textual


Extracto textual: “En el centro de Asia se levanta una plataforma árida y solitaria. Una meseta montañosa escondida
tras la barrera del Himalaya (el techo del mundo). El Tíbet”.
Relaciones proposicionales:
1. SE (LEVANTAR) [PLATAFORMA, modificador ÁRIDA, SOLITARIA circunstancia lugar ASIA, modificador
CENTRO]
2. SE (LEVANTAR) [MESETA, modificador MONTAÑOSA, ESCONDIDA, circunstancia lugar TRAS BARRERA
HIMALAYA]
3. [HIMALAYA, TECHO, MUNDO, ES]
4. (Lo anterior (1) (2) [TÍBET, SER]
Nota: en gris se señalan las inferencias automáticas que el lector debería realizar a partir de la información del texto.
Fuente: elaboración propia.

Por otra parte, las relaciones estructurales, solución (unas proposiciones represen-
pese a que no añaden nuevo contenido al dis- tan la solución a un problema o necesi-
curso, facilitarán la progresión temática. En dad que describen otras proposiciones);
este sentido, Mann y Thompson (1986; 1988) de resultado (unas proposiciones repre-
señalan que dos proposiciones adyacentes sentan el resultado que provocan otras
pueden mostrar principalmente dos tipos de que representan una acción); de causa
relaciones estructurales: (unas proposiciones producen otras);
de motivación (unas proposiciones in-
• Relaciones en las que unas proposicio- cluyen el deseo de llevar a cabo otra ac-
nes tienen un papel específico sobre ción); de propósito (unas proposiciones
otras. Por ejemplo, la estructura de expresan la intención de realizar una

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acción); de justificación (unas proposi- especificativas (unas proposiciones concretan
ciones apoyan lo señalado en otras pro- algo de algún aspecto mencionado en otras
posiciones), etc. proposiciones), etc.
• Relaciones en las que unas proposi- Las relaciones estructurales, en definitiva,
ciones adoptan un rol similar a otras. sea cual sea la categorización utilizada, per-
Por ejemplo, la estructura de contraste miten definir las relaciones de coordinación
(unas proposiciones contrastan con o subordinación que existen entre una propo-
lo que expresan otras); de listado (las sición y la proposición anterior y ulterior. Así
proposiciones representan una serie de pues, volviendo al pasaje que utilizamos para
elementos de una lista), etc. explicar las relaciones temáticas, se percibe
una relación descriptiva dominante del Tíbet
Posteriormente, autores como Hernández como objeto de descripción, así como una re-
(1999) y Sánchez (1993, 1998) vuelven a incidir lación especificativa subordinada que aporta
en este tipo de relaciones, aunque las categori- un dato concreto en torno al Himalaya. Esto
zan de otro modo: relaciones descriptivas (unas se observa de forma clara en el mapa concep-
proposiciones son atributos o características tual presentado en la Figura 1.
que describen a otras); causales (unas proposi- Resumiendo, mientras que las relaciones
ciones son consecuencia de otras); explicativas temáticas permiten determinar el paso de un
(unas proposiciones explican a otras); compa- tema a otro a lo largo del texto, las relaciones
rativas (unas proposiciones se comparan con estructurales permiten establecer relaciones
otras); problema-solución (unas proposicio- de coordinación o subordinación que existen
nes representan un problema, mientras que entre una proposición y la proposición ante-
otras representan la solución a ese problema); rior y ulterior.

Figura 1. Ejemplo de relaciones estructurales en un extracto textual

El Tíbet
Relaciones descriptivas

está es es
Centro de Asia Plataforma árida y solitaria Meseta montañosa escondida tras el Himalaya
Relaciones especificativas

El Himalaya es el techo del mundo


Fuente: elaboración propia.

La macroestructura como nivel semántico la coherencia que existe entre ellas a nivel glo-
profundo que permite establecer la bal. Para ello, el lector debe acceder a un nivel
coherencia global del texto semántico profundo, llamado macroestruc-
Elaborar la representación textual no sólo im- tura, que le permitirá identificar y reorganizar
plica identificar proposiciones y determinar el jerárquicamente las ideas esenciales de la mi-
grado de coherencia que se da entre las mis- croestructura (Escoriza, 2003, 2006; Van Dijk y
mas a nivel local; también supone reconocer Kintsch, 1983; Van Dijk, 2006).
cuáles de esas proposiciones son textualmente Con el fin de explicar qué aspectos de la
relevantes (macroproposiciones) y establecer microestructura pueden ser potencialmente

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importantes en la construcción de la ma- • En un texto problema-solución, el autor
croestructura, nos centraremos en el efecto explica un problema al que se trata de
de niveles, que parte de la hipótesis de que el dar una solución o soluciones.
lector recuerda principalmente la informa- • En un texto causal, el autor trata unos
ción que se recoge a nivel macroestructural. hechos que tienen unas consecuencias;
Concretamente, cabe destacar los estudios o unos hechos que son condición o
de Kintsch y Van Dijk, cuyos trabajos en tor- consecuencia de unos antecedentes o
no a este efecto permitieron determinar qué causas.
aspectos de la microestructura es necesario • En un texto comparativo, el autor com-
tener en cuenta para formar la macroestruc- para las similitudes y diferencias entre
tura. En un principio estos autores consi- dos entidades (comparación), o bien, se
deraron que la información más recordada centra únicamente en las diferencias o
era la que más veces se procesaba durante la en las similitudes.
lectura del texto (Kintsch y Van Dijk, 1978), si • En un texto enumerativo, el autor enu-
bien, años más tarde descubrieron: a) que los mera hechos que siguen una secuencia
sujetos no sólo recordaban las ideas más pro- temporal.
cesadas, sino también otras ideas que por su • En un texto descriptivo, el autor pre-
situación dentro del texto permitían formar senta un referente y articula las ideas
macroestructura; y b) que para recordar las que expone en el texto como rasgos o
ideas importantes, además de almacenarlas, características del mismo.
era imprescindible saber recuperarlas adecua- • En un texto argumentativo, el autor
damente (Van Dijk y Kintsch, 1983). En este trata de apoyar una tesis a través de un
sentido, la superestructura textual —o forma conjunto de argumentos.
organizativa del texto— adquirió un rol fun-
damental al proporcionar una serie de claves El pasaje mostrado en el Cuadro 2 nos per-
acerca de qué proposiciones de la microes- mite ejemplificar lo que acabamos de señalar.
tructura podrían formar macroproposicio- Este texto contiene una serie de claves que
nes, y al facilitar un esquema para almacenar son reflejo de una superestructura descripti-
y recuperar las macroproposiciones de for- va. Para empezar, en el primer párrafo existe
ma organizada y jerárquica. Concretamente, una serie de señalizaciones textuales, como el
Mandler y Johnson (1977), Meyer (1975) y punto y seguido, el conector “a continuación”
Meyer y Ray (2011) aseguran que los lectores y el verbo “describir”, que adelantan que se va
que aprovechan la organización textual o describir cada una de las actividades que hi-
superestructura del texto utilizan una estra- cieron posible que la economía se desarrollase
tegia estructural que facilita la comprensión. en España en la época musulmana, y que, por
Dicha estrategia requiere la disposición de tanto, permiten identificar la frase tópica que
ciertas nociones sobre tipologías textuales o recoge la idea principal del texto: “la economía
formas características en las que se organizan de la España musulmana alcanzó un gran de-
los textos, las cuales funcionan como criterios sarrollo basándose en la agricultura, industria
flexibles que, teniendo en cuenta las claves que y comercio”. En los siguientes párrafos, el autor
presenta cada texto, permiten categorizarlos le da aún mayor cohesión a la estructura des-
dentro de una forma organizativa concreta criptiva que adelanta en el primer párrafo, al
(Sánchez, 1993; 1998). Basándonos en los tra- hablar de la agricultura (en el segundo párra-
bajos de Hernández (1999), Meyer (1975) y Van fo), de la industria (en el tercero) y del comercio
Dijk (1998) concebimos que el lector debería (en el cuarto y quinto párrafo), y al utilizar ele-
conocer que: mentos como “se desarrollaron importantes”,

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Cuadro 2. Texto sobre la economía de la España musulmana
Durante el Siglo VII, la economía de la España musulmana alcanzó un gran desarrollo basándose en la agricultura,
industria y comercio. A continuación describiremos las principales características de cada una de éstas actividades.
En la agricultura se desarrollaron importantes técnicas de regadío, las norias que permitieron una mayor extensión
de los productos hortícolas y de los frutales; y se difundieron muchos cultivos nuevos, el naranjo, el arroz, y la caña de
azúcar, sirvieron para renovar la primitiva actividad agrícola.
La industria fue importante en las ciudades musulmanas y experimentó un gran avance debido a la necesidad de
suministrar los productos solicitados por la población urbana. Entre sus productos principales destacaban los tejidos,
el vidrio y la cerámica.
El comercio también alcanzó el mismo desarrollo que ya hemos visto en la agricultura y en la industria. Los musul-
manes establecieron grandes rutas comerciales, tanto terrestres como marítimas y fluviales que comunicaban todo el
mediterráneo con el Mar Rojo y el Océano Índico.
Los comerciantes musulmanes vendían al extranjero artesanía y compraban materias primas como el hierro y la
madera. Realizaban también un importante comercio de esclavos y además compraban en Oriente especias (pimienta,
jengibre, azafrán…) que después vendían a los países de Occidente.
Fuente: Hernández, 1999: 37.

“fue importante”, o “también alcanzó el mis- • Selección: cuando una proposición es


mo desarrollo”. directa o indirectamente una condi-
Partiendo de todas estas claves, el lector ción interpretativa de la proposición
puede poner en marcha un conjunto de ma- subsecuente. Esto significa que la se-
croestrategias sobre la microestructura para lección supone la operación contraria a
extraer las macroproposiciones que se van a la omisión, ya que ambas macroestra-
subordinar al enunciado principal del texto. tegias están estrechamente relaciona-
Concretamente, Van Dijk y Kinstch (1983) se- das. Por ejemplo, en el cuarto párrafo
ñalan cuatro tipos de macroestrategias: seleccionaríamos la idea supraordina-
da “Los musulmanes establecieron
• Omisión: cuando una proposición no grandes rutas comerciales” y omitiría-
es directa ni indirectamente una con- mos la especificación “tanto terrestres
dición interpretativa de una proposi- como marítimas y fluviales que comu-
ción subsecuente. Esto significa que nicaban todo el mediterráneo con el
bajo esta estrategia todos los elementos Mar Rojo y el Océano Índico”, ya que,
triviales, irrelevantes y redundantes mientras la primera es imprescindible
que aparezcan en la secuencia de ideas para interpretar las ideas del párrafo 5,
serán suprimidos. Por ejemplo, en el la segunda no lo es.
tercer párrafo del Cuadro 2 se omitiría • Generalización: cuando una secuencia
“Entre sus productos principales des- de proposiciones puede ser sustituida
tacaban los tejidos, el vidrio y la cerá- por una proposición más abstracta y
mica”, ya que es una especificación del general (explícita o implícita) que esté
resto de la información que recoge este implicada en cada una de las propo-
párrafo; mientras que en el cuarto pá- siciones de dicha secuencia. Esto sig-
rrafo se omitiría “tanto terrestres como nifica que cada una de las proposicio-
marítimas y fluviales que comunicaban nes es percibida por el lector como un
todo el mediterráneo con el Mar Rojo ejemplo de una realidad conocida por
y el Océano Índico”, puesto que es una él. Por ejemplo, en el segundo párrafo,
especificación de “Los musulmanes es- “se desarrollaron importantes técnicas
tablecieron grandes rutas comerciales”. de regadío y se difundieron nuevos

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cultivos”, es una idea general que en- párrafo construyéndose una nueva
globa al resto de las ideas del párrafo, idea que se infiere a partir de ambas, “el
las cuales constituyen una ejemplifica- desarrollo de las grandes rutas comer-
ción de dicha idea. ciales permitió a los comerciantes com-
• Construcción: cuando una secuencia de prar y vender productos al extranjero”.
proposiciones puede ser sustituida por
una nueva proposición (implícita) que De esta forma, la superestructura del texto
denota un hecho global que se deriva permitiría al lector extraer la macroestructu-
del conjunto de proposiciones de dicha ra desde la microestructura, lo cual facilitaría,
secuencia. Esto significa que la secuen- además, un esquema organizativo tanto para
cia de proposiciones, en su conjunto, es almacenar la información como para recupe-
percibida por el lector como compo- rarla en el momento en el que se precise. Este
nentes de una realidad más compleja. esquema sería similar al mapa conceptual
Por ejemplo, a partir de la información mostrado en la Figura 2. En definitiva, la ex-
del quinto párrafo se podría construir tracción de la macroestructura es un proceso
la idea de que “los comerciantes com- estratégico que requiere el uso de la superes-
praban y vendían productos al extran- tructura textual sobre la microestructura,
jero”. Esta idea, a su vez, se podría rela- para extraer los aspectos esenciales que el au-
cionar con la que se extrajo del cuarto tor del texto quiere comunicar.

Figura 2. Macroestructura del texto sobre la economía musulmana

La economía de la España musulmana alcanzó un gran desarrollo


basándose en

Agricultura Industria Comercio

a continuación se describirán

Relaciones descriptivas

Experimentó un gran Se establecieron grandes rutas


Se desarrollaron
avance para satisfacer comerciales que permitieron
técnicas de regadío
necesidades de comprar y vender productos a
y nuevos cultivos
la población urbana países extranjeros

Fuente: elaboración propia

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La representación situacional En lo que se refiere a la multidimensiona-
lidad de los modelos de la situación, estudios
Comprender un texto en su totalidad impli- realizados hablan de unos parámetros situa-
ca generar un modelo mental que permita cionales que llevan al lector a situar el conteni-
integrar la base textual dentro de los conoci- do textual dentro de dimensiones temporales,
mientos previos del lector. Este modelo de la causales y espaciales (Madden y Zwaan, 2003;
situación se caracteriza, principalmente, por Magliano y Schliech, 2000). Por ejemplo, en
su referencialidad situacional, su multidimen- el texto del Cuadro 4, los conocimientos his-
sionalidad y su significatividad. tóricos del lector le pueden llevar a situarlo
En lo que respecta a la referencia situacio- espacio-temporalmente en la antigua Roma,
nal, autores como Johnson-Laird (1983), Van concretamente en el año 46 a.C.; y también a
Dijk y Kintsch (1983), Kintsch (1988; 1998) y determinar las causas del asesinato de César:
Van Dijk (2006) afirman que si un lector no es era un cónsul de la República Romana que
capaz de encontrar un referente claro que le cada vez acaparaba más poder, y por ello un
permita entender la situación a la que se refiere conjunto de opositores liderados por Casio y
el texto, la comprensión fracasará y el recuerdo Bruto le asesinaron, basándose en que César
será escaso. Para demostrar esto, se han lleva- estaba acumulando los poderes de un rey.
do a cabo diferentes estudios (Ferretti et al.,
2007; Ferretti et al., 2009), cuyas conclusiones se Cuadro 4. Ejemplo de texto
podrían resumir a través del ejemplo mostra- multidimensional
do en el Cuadro 3: El día de los Idus de marzo, César era asesinado por un
grupo de opositores liderados por Bruto y Casio.
Cuadro 3. Ejemplo de referencia Fuente: elaboración propia.
ambiguo
Había pasado mucho tiempo desde que llamé. Así que
comencé a impacientarme y decidí volver a llamar, sin Otro ejemplo vinculado a la multidimen-
embargo, antes de que pudiera hacerlo sonó el timbre. sionalidad de los modelos de la situación es la
Me dirigí a la puerta y cuando llegué, allí estaba. Era capacidad de éstos para situar la información
más pequeña de lo que esperaba, pero llevaba tanto
tiempo esperándola que, en lugar de quejarme, me dentro del mismo escenario situacional a pe-
abalancé sobre ella. sar de que se produzca un cambio de perspec-
Fuente: elaboración propia. tiva. Como se puede observar en el Cuadro
5, aunque el protagonismo de la acción pasa
El texto está compuesto por un conjunto de Raúl a Ana, dentro del modelo de la si-
de relaciones proposicionales locales y globa- tuación que formamos el escenario situacio-
les que no deberían entrañar dificultad. Sin nal (espacio-tiempo) sigue siendo el mismo.
embargo, la mayoría de los lectores no ten- Por otra parte, partiendo del modelo mental
drían del todo claro a qué se refiere el texto, creado, podemos realizar inferencias, basadas
ya que se pueden aplicar diferentes modelos en nuestras propias experiencias, para conje-
mentales. Pero si se incluye al inicio del texto turar la causa que llevó a Ana a reírse en esa
el título PETICIÓN DE PIZZA, entonces dispon- situación. Por ejemplo, puede ser que Raúl sea
dremos de una referencia clara y plausible que muy despistado y a Ana esto le parezca gra-
nos permitirá enmarcar el contenido del texto cioso, o puede ser que Ana haya escondido las
dentro esa situación concreta. llaves para gastarle una broma a Raúl.

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Cuadro 5. Ejemplo de texto • ser capaz de aplicar lo aprendido a otras
multidimensional situaciones o contextos.
Raúl estaba nervioso porque no encontraba las llaves
del coche. Ana le miró y comenzó a reír. La construcción de la
Fuente: elaboración propia. representación textual y
situacional dentro de la memoria
de trabajo
Para finalizar, cabe señalar que los mode-
los de la situación están estrechamente vincu- La base textual y el modelo de la situación se
lados al concepto de aprendizaje significativo elaboran partiendo de la relación que el lector
de Ausubel (1968), ya que permiten aplicar lo establece, dentro de su memoria de trabajo,
aprendido en otros contextos situacionales. entre los inputs lingüísticos que recibe del tex-
En este sentido, destaca la investigación de to, y los conocimientos previos que activa de
Perrig y Kintsch (1985), quienes partiendo de su memoria a largo plazo (en adelante MLP).
un texto en el que se describía la disposición Tomando esto como referencia, el modelo
espacial de una ciudad, solicitaron a un gru- construcción-integración concibe la com-
po de alumnos universitarios realizar tres ta- prensión lectora como un proceso híbrido (en
reas: recordar por escrito lo que habían leído parte simbólico y en parte conexionista) en el
(representación textual), determinar el grado que la memoria de trabajo recibe como input
de corrección de ciertas inferencias espacia- un conjunto de símbolos lingüísticos que se
les y elaborar un mapa de la ciudad (estas dos relacionan entre sí gramaticalmente (código
últimas relacionadas con la representación de superficie); construye como output una red
situacional). Los resultados indicaron que los conexionista de símbolos semánticos (base
estudiantes universitarios no mostraban difi- textual) basada en correlaciones estadísticas
cultades para recordar el texto, pero sí tenían entre el input y los conocimientos previos del
problemas a la hora de utilizar funcional y sig- lector; y refina la base textual construida a tra-
nificativamente dicha información para reali- vés de la creación de un modelo mental (mo-
zar las otras dos tareas. En este mismo sentido, delo de la situación) que, a su vez, integra dicha
otros estudios vinculados con el aprendizaje de representación dentro la base de conocimiento
las matemáticas insisten en la importancia del lector, y pasa así a formar parte de la MLP.
de generar buenos modelos situacionales a la A continuación, explicamos con detalle cada
hora de resolver problemas matemáticos. Así, uno de los aspectos señalados.
por ejemplo, Orrantia et al. (2011) y Rosales et La memoria de trabajo, también conocida
al. (2008) señalan que, si el lector no es capaz como memoria operativa, permite almace-
de simular mentalmente la situación que se nar información durante periodos cortos de
deriva del problema, fracasará en la resolu- tiempo. Esto supone que, durante la lectura,
ción del mismo. el lector, en lugar de procesar la información
En conclusión, construir una adecuada re- del texto de una vez, lo hace por partes o ciclos
presentación situacional del texto conlleva a: de procesamiento que retienen durante un
tiempo limitado (20 segundos sin repetición)
• tener un referente claro para interpre- una cantidad reducida de proposiciones (cada
tar la información; ciclo suele retener entre cinco y nueve propo-
• conocer o inferir las dimensiones espa- siciones) (Baddeley, 1966; 2003).
ciales, temporales y causales del texto; Según Kintsch (1988; 1998) cada ciclo está
• saber realizar inferencias elaboradas compuesto por dos fases:
que rellenen los vacíos; y

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i. la fase de construcción o resonancia, en la (cabe señalar que el lector puede acti-
que se construye la representación tex- var diferentes conjeturas con respecto
tual o base textual a través de un con- a la superestructura partiendo de las
junto de reglas de producción “débiles” claves lingüísticas que va encontrando
que no discriminan lo que es contex- en el texto). Por ejemplo, a partir de “El
tualmente adecuado de lo que no lo es; y abogado discutió el caso con el juez.
ii. la fase de integración o de satisfacción Él dijo ‘es necesario enviar al acusado
de restricciones, donde se refina la base a prisión porque existen pruebas cla-
textual construida creando una repre- ras de su culpabilidad’”, se formarían
sentación situacional o modelo de la tanto proposiciones adecuadas como
situación que desactivaría los signifi- inadecuadas:
cados contextualmente inapropiados, • DISCUTIR [ABOGADO, JUEZ, CASO]
seleccionaría los aspectos que se van • DECIR [JUEZ, ABOGADO [ENVIAR
a mantener para el siguiente ciclo y si- [NECESARIO [ACUSADO, PRISIÓN]]]
tuaría el contenido textual dentro de un • DECIR [ABOGADO, JUEZ [ENVIAR
“mundo” concreto. [NECESARIO [ACUSADO, PRISIÓN]]]
• PORQUE [EXISTIR [PRUEBAS, ACUSA-
Durante la primera fase, la memoria de DO, CULPABILIDAD]]
trabajo recibe una entrada lingüística que ac- ii. las proposiciones formadas sirven
tiva de modo ascendente todos los nodos (pro- como señal para la recuperación de
posiciones) de la base de conocimiento con “vecinos semánticos” asociados a és-
los que el input correlaciona estadísticamente tas, dentro de la red de conocimiento
(Kintsch, 1988; 1998); se crea así una red cone- general (se trata de inferencias auto-
xionista o base textual incoherente (y en oca- máticas basadas en conocimientos
siones contradictoria) que no tiene en cuenta estereotipados):
el contexto textual (hemos de tener en cuenta • DEFENDER [ABOGADO, ACUSADO]
que el lector descubre el contexto en el que se • JUZGAR [ JUEZ, ACUSADO]
enmarca la información conforme avanza la • DISCUTIR [ABOGADO, JUEZ, LEY]
lectura). De esta manera, cuando un lector ac- • SEGÚN [LEY [ EXISTIR [PRUEBAS,
cede al nivel semántico superficial, o microes- CULPABILIDAD, ACUSADO]]]
tructura textual, extrae tanto proposiciones y iii. además de inferencias no dirigidas, se
relaciones proposicionales adecuadas como generarían inferencias dirigidas o con-
inadecuadas; de la misma forma que, cuan- troladas para la resolución de proble-
do penetra en el nivel semántico profundo o mas (cabe destacar que el lector puede
macroestructura textual, extrae macropro- reflexionar en torno al tipo de super-
posiciones (ideas principales del texto) y rela- estructura que aparece en el texto). En
ciones jerárquicas entre macrocroposiciones, el extracto textual que hemos puesto
tanto adecuadas como inadecuadas. como ejemplo, no parece factible un
Para clarificar lo que acabamos de men- esquema que muestre a un abogado
cionar, analizaremos a través de ejemplos las enviando a prisión a su defendido,
cuatro etapas en las que Kintsch (1988) divide por lo que el agente al que se refiere
esta fase de construcción: “ENVIAR” parece corresponder más al
juez que al abogado.
i. se forman tanto proposiciones correc- iv. se asignaría una intensidad a todos los
tas como proposiciones incorrectas pares de conexiones que se han crea-
directamente del código de superficie do (entre –1 y +1), dependiendo de su

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proximidad en la base textual (en el las que mayor nivel de activación tendrían. Sin
caso de las proposiciones directamen- embargo, si agregamos al pasaje otra oración:
te extraídas del texto), y de los valores “El abogado discutió el caso con el juez. Él dijo
que heredan de la red general de cono- ‘es necesario enviar al acusado a prisión por-
cimiento (en el caso de las proposicio- que existen pruebas claras de su culpabilidad’.
nes inferidas). En cuanto al reconoci- El juez miró al abogado con cara de incredu-
miento de la superestructura del texto, lidad”; la reacción del juez crearía un modelo
se asignarían valores a los nodos que se mental totalmente diferente, concretamente, el
activan partiendo de la correlación en- abogado sugeriría al juez que enviara a su de-
tre las claves textuales y las relaciones fendido a prisión, y este último se sorprendería
organizativas o tipologías textuales puesto que no es habitual que un abogado su-
que el lector conoce. En el ejemplo que giera enviar a su cliente a la cárcel.
estamos siguiendo, las proposiciones Finalizado el ciclo de procesamiento, el
extraídas directamente del texto es- lector conserva las proposiciones más impor-
tarían formadas por conexiones po- tantes (ya sean explícitas o implícitas) y la úl-
sitivas, como DISCUTIR [ABOGADO, tima proposición procesada dentro un retén
JUEZ , CASO], y por enlaces negativos (o cognitivo (buffer a corto plazo), que mantiene
proposiciones alternativas que se inhi- activas dichas ideas para el siguiente ciclo de
ben entre sí) como DECIR [JUEZ [$] ]]; procesamiento. En caso de que las macropro-
DECIR [ABOGADO [$] ]]. Por otra parte, posiciones de un ciclo no conecten con el si-
las proposiciones inferidas heredarían guiente, éstas se almacenan en la memoria a
sus conexiones positivas de la base de largo plazo, de donde se tratan de recuperar
conocimiento del lector, de manera macroproposiciones almacenadas en ciclos
que DEFENDER [ABOGADO, ACUSADO] previos; y si estas últimas tampoco lo per-
y JUZGAR [JUEZ, ACUSADO] estarían mitiesen, el lector intentaría conectar la in-
positivamente conectadas y formarían formación realizando una inferencia puente
un esquema en el que el juez juzga y el basada en sus conocimientos previos.
abogado defiende. Con base en todo lo que hemos señalado
podemos extraer tres conclusiones:
Una vez generada la red proposicional co-
nexionista, el proceso de integración toma el • El lector genera una base textual
control creando un modelo mental que refina que es inconsistente y contradicto-
la base textual a través de un procesamiento ria hasta que se define a través del
descendente, el cual permite identificar las contexto situacional.
proposiciones y macroproposiciones que son • El modelo de la situación permi-
adecuadas en el contexto situacional que se de- te, además, integrar la base textual
riva del texto (Kintsch, 1988; 1998). Esta repre- dentro de los conocimientos pre-
sentación situacional, además, por una parte, vios, favoreciendo así el aprendizaje
mantiene las macroproposiciones extraídas significativo, y por tanto la aplica-
para el siguiente ciclo de procesamiento y, por ción de los contenidos adquiridos a
otra, integra dichas macroproposiciones en los contextos diferentes.
conocimientos previos del lector. Volviendo al • La representación textual y la si-
ejemplo previo, se generaría un modelo mental tuacional se construyen de forma
en el que el juez hablaría con el abogado de la simultánea, dentro de cada ciclo de
necesidad de enviar al acusado a prisión, sien- procesamiento; y de manera progre-
do las proposiciones relacionadas con el mismo siva, a través de los diferentes ciclos.

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La visión flexible del proceso de lectura temporal del texto. En este sentido, autores
que propone el modelo CI ha calado profun- como García-Madruga et al. (1995) y García-
damente en la investigación actual, y está sien- Madruga et al. (2002) proponen las unidades-
do utilizado en estudios e investigaciones re- idea, una unidad semántica superior a las pro-
cientes. No obstante, y pese a su popularidad, posiciones que constituye una idea completa
como todo modelo teórico, adolece de ciertas (puede abarcar una o más frases) que recoge
limitaciones que mostraremos a continuación. tanto los aspectos sintácticos como morfoló-
gicos de la información extraída. Hemos de
Limitaciones del modelo señalar, sin embargo, que estas unidades-idea
construcción-integración tampoco han sido ajenas a la controversia, ya
que debido a su extensión no permiten deter-
Aunque Kintsch (1988; 1998; 2004) admite que minar la complejidad semántica de los textos.
no existe un proceso unitario de comprensión, En lo que se refiere al lector, el modelo CI
supone que el modelo construcción-integración no contempla la posibilidad de que diferentes
es lo suficientemente general y flexible como tipos de lectores puedan tener diferentes es-
para adaptarse a los diferentes tipos de discur- tilos y modos de comprensión; ni considera
so. Sin embargo, como afirma Rouet (2006), ese incidencia de la carga cognitiva que supone
grado de generalidad hace que se obvien ciertos un texto con unas características concretas
aspectos implicados en dicho proceso, que es- para un lector en particular. A ello se une que
tán vinculados con el texto que se lee, el lector Kintsch (2004) no pudo diseñar un modelo
que lo lee y el contexto en el que se lee. computacional que demostrara que el lector
En cuanto al texto, este modelo explica- activa proposiciones directamente del códi-
tivo no especifica el papel que desempeña el go de superficie, y tuvo que adoptar para su
grado de cohesión textual durante el proce- modelo el Latent Semantic Analysis (LSA) de
so de comprensión; ni toma en considera- Landauer y Dumais (1994; 1996). Éste le per-
ción los aspectos cognitivos y lingüísticos mitía extraer las proposiciones a través del
que trae consigo la lectura de textos múlti- recuento de palabras que aparecen en con-
ples o los diferentes tipos de formato textual. textos semánticos similares dentro del texto,
Concretamente, autores como Parush et al. concretamente, a través del significado que se
(2005), De Stefano y LeFevre (2007) y Scott le atribuía a esas palabras en virtud de dichos
y Schwartz (2007) señalan que la lectura no contextos textuales.
lineal, particularmente la hipertextual, au- Con respecto al contexto, cabe señalar que
menta la carga cognitiva en relación al texto. Kintsch, en los trabajos previos que realizó
No obstante, estudios recientes muestran que junto a Van Dijk (Kintsch y Van Dijk, 1978;
el uso de diferentes medios para presentar la 1983), admite que la información textualmen-
información (papel o por computadora) no te importante (que depende de la macroes-
provoca diferencias significativas en la com- tructura textual) no tiene por qué coincidir
prensión y memorización lectora siempre que con la información contextualmente relevan-
el formato de presentación sea similar (Porion te (que depende del grado de relevancia que
et al., 2016). Además de esto, el modelo ha sido tiene el contenido textual en relación a los
objeto de crítica por sustentarse en el lengua- objetivos de lector). A pesar de ello, este autor,
je proposicional, cuyo carácter puramente en su modelo CI (Kintsch 1988; 1998), se limi-
sintáctico obvia aspectos morfológicos que ta a describir un proceso de lectura en el que
aparecen en el código de superficie (tiempos ambos tipos de información se fusionan para
verbales, determinantes, etcétera), sin los satisfacer las demandas de una tarea general:
cuales resulta difícil reconocer la dimensión leer para comprender globalmente un texto.

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Esto hace que el modelo no profundice en las conocimientos previos de sus alumnos,
diferentes situaciones sociales en las que se para que éstos sean capaces de crear
puede presentar el discurso, y por tanto, obvie modelos de la situación ricos que les
la importancia que el contexto de tarea tiene permitan aplicar los conocimientos ad-
en el establecimiento de objetivos específicos quiridos en otras situaciones de apren-
de lectura, los cuales influyen en el modo en dizaje. Por ejemplo, cuando nuestros
el que el lector procesa la información textual alumnos se enfrentan a nuevos conteni-
y en las estrategias que éste pone en marcha. dos resulta imprescindible seleccionar
A este respecto, autores como Cerdán et al. textos muy cohesivos, con gran varie-
(2009), Kintsch (2004) y Vidal-Abarca et al. dad de ejemplos e imágenes asociadas
(2011) sugieren que los objetivos, intereses y al texto, lo que facilitará una adecuada
creencias del lector están íntimamente ligados representación situacional.
al tipo de tarea a realizar, de tal manera que el b) El alumnado generará mejores modelos
modelo de la situación construido a partir de de la situación si es capaz de utilizar es-
un proceso de lectura variará en función de los tratégicamente su memoria de trabajo.
objetivos que se planteen para satisfacer las En este sentido, el uso de técnicas de
demandas de dicha tarea. Así pues, por ejem- síntesis como el resumen y el mapa con-
plo, no será lo mismo leer para hacer un resu- ceptual permiten descargar sobre el pa-
men que leer para dar una opinión o leer para pel la información de manera que el lec-
localizar información. tor, al no tener que recuperarlas, ahorra
recursos mentales que puede invertir en
Conclusiones realizar las inferencias necesarias para
mejorar su representación situacional.
El modelo construcción-integración (Kintsch, c) Los alumnos deben aprender, y los pro-
1990) constituye la base sobre la que se apoya fesores deben enseñar a utilizar apro-
una parte importante de las investigaciones piadamente esas técnicas de síntesis
actuales sobre el estudio de la comprensión tomando como referencia el modelo
lectora. Si se consideran y admiten las limi- CI. Concretamente, a la hora de poner
taciones reseñadas, desde nuestro punto de en marcha técnicas como el resumen
vista la principal aportación de este modelo o el mapa conceptual será imprescin-
ha sido mostrar que el aprendizaje a partir de dible recorrer un proceso instructivo
un texto depende del tipo de relación que se adecuado que les lleve a usar la super-
establece entre la representación que el alum- estructura sobre la microestructura
no hace del mismo y el mundo en el que éste lo para extraer la macroestructura de los
enmarca, con base en sus conocimientos pre- textos con los que trabajan. Este proce-
vios. Esto tiene una serie de implicaciones en so, además, incluirá técnicas de estudio
el ámbito educativo, entre las que destacamos de carácter metacognitivo, como la au-
las siguientes: toexplicación y las autopreguntas, que
permitirán al alumnado enriquecer los
a) Los profesores deben seleccionar los modelos de la situación generados a
textos de lectura teniendo en cuenta los partir de la lectura.

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