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RESUMEN ABSTRACT
Este artículo recoge las críticas que se han This article gathers the critiques that have
hecho a la metafísica y a la teología respecto been done to the metaphysics and to the
al concepto de Dios. Indica algunos filósofos theology with regard to the God’s concept.
que han aceptado acríticamente dichos It indicates some philosophers who have
ataques a la ontoteología o concepción de accepted acrítically the above mentioned
Dios, y señala otros (Lévinas, Marion) que assaults to the ontotheology or God’s
buscan vías de salida. Estas vías de salida conception, and indicates others (Lévinas,
son la fenomenología de la donación, Marion) that look for routes of exit. These
entendiendo a Dios como fenómeno routes of exit are the phenomenology of the
saturado que se da a un yo pasivo (no al yo donation, understanding God as saturated
constituyente moderno), donación que phenomenon that is given to passive me
supera la visión representacional de Dios y (not to constituent modern I), donation that
abre el camino a una hermenéutica de la overcomes the metaphysical vision of God
donación. and opens the way for a hermeneutics of
the donation.
*
Doctor en Filosofía por la Universidad Pontificia Bolivariana; Actualmente es profesor interno
de la mima Universidad; Director del Grupo de Investigación “Religión y Cultura” categoría
“A” de Colciencias. Dirección electrónica carlos.arboleda@upb.edu.co
Artículo recibido el día 25 febrero de 2009 y aprobado por el Comité Editorial el día 04 de
mayo de 2009.
En el siglo XXI muchos mantienen vivas las críticas realizadas por los
llamados “Maestros de la hermenéutica de la sospecha” y las críticas del
ateísmo en el siglo XX. Mientras que los filósofos de la Ilustración
mantenían la posibilidad de un deísmo racionalista de tipo natural (un
dios al alcance de los conceptos), ahora se hace una crítica más radical
a la religión pues se la desecha como ilusión, enfermedad, falsa ideología,
construcción sicosocial. Pero algunos van más allá y a éstos hay que
ponerles atención profunda: no hay un mundo metafísico donde esté un
ser llamado Dios que es Verdad, Belleza y Bien absolutos. A los que
critican las imágenes distorsionadas de Dios se les puede responder
más fácilmente. Pero a los últimos hay que tomarlos en serio pues
plantean otra manera de pensar, y tal vez, esto es lo que se necesita y la
puerta de regreso del dios ausente.
1
“En Alemania la crítica de la religión se halla fundamentalmente terminada. Ahora bien, la
crítica de la religión es el presupuesto de toda crítica. La existencia profana del error se halla
comprometida, desde que ha quedado refutada su celestial oratio pro aris et focis [discurso a
favor de los altares y los hogares; es decir, en este caso, de los símbolos del Estado y de la
sociedad burguesa]. Tras buscar un superhombre en la realidad fantástica del cielo, el hombre
se ha encontrado sólo con el reflejo de sí mismo y le ha perdido el gusto a no encontrar más que
esta apariencia de sí, el antihombre, cuando lo que busca y tiene que buscar es su verdadera
realidad. El fundamento de la crítica irreligiosa es: el hombre hace la religión, la religión no
hace al hombre. Y ciertamente la religión es conciencia de sí y de la propia dignidad, como las
puede tener el hombre que todavía no se ha ganado a sí mismo o bien ya se ha vuelto a perder.
Pero el hombre no es un ser abstracto, agazapado fuera del mundo. El hombre es su propio
mundo, Estado, sociedad; Estado y sociedad, que producen la religión, [como] conciencia
tergiversada del mundo, porque ellos son un mundo al revés. La religión es la teoría universal
de este mundo, su compendio enciclopédico, su lógica popularizada, su pundonor espiritualista,
su entusiasmo, su sanción moral, su complemento de solemnidad, la razón general que la
consuela y justifica. Es la realización fantástica del ser humano, puesto que el ser humano carece
de verdadera realidad. Por tanto, la lucha contra la religión es indirectamente una lucha contra
ese mundo al que le da su aroma espiritual. La miseria religiosa es a un tiempo expresión de
la miseria real y protesta contra la mise-ria real. La religión es la queja de la criatura en pena, el
sentimiento de un mundo sin corazón y el espíritu de un estado de cosas embrutecido. Es el
opio del pueblo. La superación de la religión como felicidad ilusoria del pueblo es la exigencia
de que éste sea realmente feliz. La exigencia de que el pueblo se deje de ilusiones es la exigencia
de que abandone un estado de cosas que las necesita. La crítica de la religión es ya, por tanto,
implícitamente la crítica del valle de lágrimas, santificado por la religión. La crítica le ha
quitado a la cadena sus imaginarias flores, no para que el hombre la lleve sin fantasía ni
consuelo, sino para que arroje la cadena y tome la verdadera flor. La crítica de la religión
desengaña al hombre, para que piense, actúe, dé forma a su realidad como un hombre
desengañado, que entra en razón; para que gire en torno de sí mismo y por tanto en torno a su
sol real. La religión no es más que el sol ilusorio, pues se mueve alrededor del hombre hasta
que éste se empiece a mover alrededor de sí mismo. Es decir que, tras la superación del más allá
de la verdad, la tarea de la historia es establecer la verdad del más acá. Es a una filosofía al
servicio de la historia a quien corresponde en primera línea la tarea de desenmascarar la
enajenación de sí mismo en sus formas profanas, después que ha sido desenmascarada la figura
santificada de la enajenación del hombre por sí mismo. La crítica del cielo se transforma así en
crítica de la tierra, la crítica de la religión en crítica del Derecho, la crítica de la teología en crítica
de la política” (Marx-Engels 1982).
Qué sea ese trasfondo humano es lo que se debe descubrir, para no caer
en los determinismos históricos que Marx rechaza. Y ese trasfondo humano,
aunque no lo reflexiona Marx, es el que, de alguna manera, está presente
en su obra y en su sentido escatológico de la sociedad futura. El socialismo
como reemplazo de la religión tiene un profundo sentido de futuro, aunque
parezca sólo ser un futuro temporal, cronológico y alcanzable3 (1844). El
comunismo es un concepto económico con una cierta trascendencia hacia
el futuro y no un hecho puramente histórico concreto.
2
Asímismo, el Estado no puede agotar el profundo fenómeno de la religión: “Ante su propia
conciencia, el Estado cristiano oficial es un deber ser, cuya realización resulta inasequible, que
sólo acierta a comprobar la realidad de su existencia mintiéndose a sí mismo y que, por tanto,
sigue siendo constantemente ante sí mismo un objeto de duda, un objeto inseguro, problemático.
Por eso la crítica está en su pleno derecho al obligar a reconocer lo torcido de su conciencia al
Estado que apela a la Biblia, ya que ni él mismo sabe si es una figuración o una realidad, desde
el momento en que la infamia de sus fines seculares, a las que la religión sirve solamente de
tapadera, se hallan en insoluble contradicción con la honorabilidad de su conciencia religiosa,
que ve en la religión la finalidad del mundo”. (Marx 1843).
3
“El ateísmo, en cuanto negación de esta carencia de esencialidad, carece ya totalmente de sentido,
pues el ateísmo es la negación de dios y afirma, mediante esta negación, la existencia del
hombre; pero el socialismo, en cuanto socialismo, no necesita ya de tal mediación [...] Es
autoconciencia positiva no mediada por la superación de la religión” (Marx 1844 156).
Es bien importante ver que la crítica de Freud es una denuncia de las formas
patológicas de la religión tal como se presentan en los sujetos y en las
instituciones4. Pero siempre permaneció inquieto por la religión, como lo
demuestra su diálogo con Romain Rolland acerca del sentimiento oceánico:
4
Tal vez Freud, por su interés en fundar una ciencia totalmente positiva, consideró a lo místico
y religioso como una sicopatología. Pero su base crítica, de separación y desapego de la cultura
del siglo XX, tienen un gran sentido relativizador de la cultura y, por tanto, un poco místico en
el sentido de sentimiento oceánico.
5
Este autor reconoce que el sicoanálisis ayuda a distinguir el sentimiento místico unitivo como
expresión patológica de regresión (dirección clásica), la mística como adaptación y terapia por
la pérdida del objeto (dirección adaptativa) y la mística creativa, generativa de simbolizaciones
y pensamientos libres y originales (dirección transformativa).
mundo; creemos que ella no nos pueda mostrar sino los estímulos primitivos,
vecinos a los instintos, y también posiciones muy preciosas, si entendidas
rectamente, para una embriología de la psique, pero inservibles para una
orientación en el mundo externo extraño a nosotros. Si debiésemos encontrarnos
de nuevo en esta vida, sería bello discutirlo... todavía una cosa: no soy un escéptico
absoluto. De una cosa estoy plenamente cierto: es decir que hoy no podemos
saber ciertas cosas (ctd Freni 2001)6.
6
Carta de Freud a Rolland del 19 de enero de 1930.
Pero se nota en sus obras la posibilidad de una mística (como darse del
fenómeno pleno). Marx, mirando las acciones de las iglesias y sus propuestas
de salvación extramundana, de perseverancia en el estamento sin ninguna
movilidad, de obediencia a la autoridad y del anuncio de un más allá feliz,
juzga que lo religioso es ideológico, falsa apreciación de la realidad, imagen
de un mundo trastocado. Pero abre la ventana del futuro. Este, aunque
tiene connotaciones modernas en Marx, es una posibilidad en cuanto no se
entienda únicamente en sentido cronológico como lo que vendrá después
de muchos años o siglos, sino como algo que ya se está dando y sucediendo.
Es una lectura, ésta última, en la línea que hace Heidegger de la escatología
en San Pablo (2006 91).
7
Cuando la conciencia de la instrumentalidad e historicidad de los símbolos se pierde, se instala
en las culturas la convicción de la existencia objetiva de ciertos conceptos o imágenes, que son
así objetivados o sustancializados. Es como un integrismo simbólico.
Nietzsche es, de los tres, el que más profundo ha ido. Trata de buscar la
realización del hombre, constreñido a la razón instrumental no sólo por la
ciencia sino también por las instituciones religiosas, en un ámbito de libertad.
Este ámbito requiere la imaginación que permite desbocar las capacidades
del ser humano, siempre y cuando no se deje aprisionar de por vida en las
cadenas del judeo-cristianismo. El arrepentimiento, el sentimiento de culpa,
la idea de pecado, se convirtieron en cadenas que aprisionan la subjetividad.
La forma histórica del judeo-cristianismo se absolutizó y se convirtió en
metafísica. Padre, Dios y Estado son las nuevas ideas hipostasiadas de
una circunstancia histórica (Marcuse 1981 131). Es una crítica radical de la
ideología histórica. La razón instrumental del judeo-cristianismo como control
social de las conciencias es superada, para buscar la vida como un fin en
sí mismo, y no como un fin para alcanzar la vida eterna. La vida en sí
misma como gozo y placer mediante una voluntad libre. Esta voluntad no
puede someterse únicamente a los dictados de la razón instrumental que
busca la objetividad y la verdad técnica, sino que se libera a través de la
imaginación creadora.
2. La crítica de la ontoteología
8
El primero de Noviembre de 1755, día de Todos los Santos ocurrió el terremoto de Lisboa.
Afectó a Portugal y al Sur de España durante 120 segundos y llegó a una intensidad de 10. En
Lisboa murieron 50.000 personas de una población de 235.000 personas. El incendio acabó
con la capital. El maremoto afectó a Portugal y las costas españolas y africanas.
9
Hay una abundante bibliografía sobre este tema. Puede verse el proyecto de Manuel Reyes Mate
sobre la filosofía después del holocausto y la bibliografía se consigue en las siguientes direcciones
de Internet: http://www.ifs.csic.es/holocaus/bbg.htm; http://www.ifs.csic.es/holocaus.htm
[Consulta: 5 Jul. 2007].
siguiera algún “vivido”; aquello que se prueba en la revelación puede ser resumido
en la impotencia de probar cualquier cosa. El receptor de la revelación no conserva
alguna medida común con aquella que la revelación le comunica, si no la revelación
sería necesaria. Por exceso o por defecto, el yo no puede inscribir en su finitud todo
aquello que le sucede como un vissuto de coscienza. Lo que se revela no se
prueba porque sobrepasa las dimensiones del Erlebnis. Aquello que se llama
propiamente un éxtasis consiste en efectos en la noche de los sentidos donde el
revelado se vuelve instante porque no se deja probar. La disfunción de la Erlebnis
en la revelación se confirma así al contrario porque la revelación se anula cuando
la Erlebnis persiste en disfrutarla (1989 3).
¿Qué sea Dios o qué es Dios? Este parece ser el eterno problema de la
humanidad. ¿Qué hacemos ahora que Dios no existe? Esta es la tragedia
actual. ¿A quién colocamos en su altar? Esa es la tarea futura.
10
No ha habido en el país una reflexión filosófica o teológica que logre dar razón o sentido a la
violencia colombiana, más bien se repiten los razonamientos de tipo clasista o de tipo
providencialista.
11
La ontoteología aparece en Kant como una sección de la teología racional junto a la cosmoteología,
físicoteología y teología moral. (cf. Kant 1990).
diferencia (Heidegger 1968 283). Este olvido del ser, este desvanecimiento
en el cual el ser es objetivado y sustancializado como un ente, lleva a
Heidegger a ver que la Metafísica ontológica es la que afecta el pensamiento
occidental. Aún más, se llega a pensar el ente de los entes como objeto de
conocimiento.
12
El mismo Heidegger define así la ontoteología: “Si recogemos la historia del pensamiento
occidental europeo una vez más, encontraremos lo siguiente: La cuestión del ser, como la
cuestión del ser de los seres, es doble en su forma. Por un lado pregunta: qué es un ser en
general como ser? En la historia de la filosofía, las reflexiones que caen bajo este dominio
adquieren el título de ontología. La cuestión Qué es un ser? (o, qué es eso que es?) simultáneamente
pregunta : Cuál ser es el más alto (o supremo) ser y en qué sentido es el más grande ser? Esta
es la cuestión de Dios y lo divino. Llamamos al dominio de esta cuestión teología. Esta dualidad
en la cuestión del Ser de los seres puede ser unida bajo el nombre de ontoteología”. (cf.
Heidegger 1973).
¿No será más cierto que nunca lo ha poseído aún? Pues ¿cuándo habría podido
ser? ¿Cree usted que un niño pueda tenerle a Él, a quien sólo con gran esfuerzo
logran llevar los que ya son hombres, y cuyo peso doblega a los ancianos?
¿Cree usted que si alguien lo poseyera de verdad, podría jamás perderle como
se pierde una piedrecita? ¿No le parece más bien, como a mí, que quien lo
poseyese, ya sólo podría ser perdido por Él?... (2007).
13
Esto es lo que se plantea Heidegger en “La constitución onto-teo-lógica de la metafísica”.
Heidegger puede considerarse como uno de los mayores catalizadores de la sospecha moderna
sobre las metanarrativas metafísicas de la Modernidad. La crítica de Heidegger de la identificación
de Dios con el ser, es el paso crucial en el intento de superar la Metafísica y abandonar los
fundamentos. (Godzieba 1995 5) El planteamiento heideggeriano sigue orientando las búsquedas
actuales por el ser. Heidegger se apoyó en la búsqueda incansable aristotélica del ser y en la
Parusía paulina (lo que ha de venir). Hay que estar vigilante (San Pablo) y de viaje (Abraham):
el ser no es un ente, sino un darse, un acaecimiento.
14
Heidegger plantea que hay tres elementos para pensar: el Ser, los entes y el proceso de separación
que los conecta y los separa (la diferencia). La Metafísica se equivoca cuando contempla sólo dos
elementos, el Ser y el ente.
15
Lévinas busca hablar de Dios sin las trampas de los conceptos tradicionales.
Lévinas va proponiendo un Dios que está más allá del ser. Dios no es el ser
impersonal. Dios es el Otro que me interpela, no un simple ser del que
puedo hablar o al que puedo objetivar. La ontoteología permite una
objetivación especulativa del Ser (Dios). La nueva propuesta permite un
recibimiento del otro.
16
El neoplatonismo surgido hacia el siglo III, ha estado presente siempre en la historia de la
filosofía. Ha entendido la filosofía no como simple búsqueda conceptual de la verdad, sino
como actitud teórico-práctica que busca la unión final con el Uno o Dios o la realidad suprema
como plenitud del conocimiento filosófico.
¿Qué pasa con este sujeto así entendido? Es una revolución radical (Marion
440). Lo que está en el mundo no son objetos constituidos por el sujeto,
sino que el sujeto está como atacado e invadido por lo que encuentra. El
mundo no es la suma de los objetos constituidos por el yo, sino que es
apertura a lo que se da. El Dasein no constituye al ser, sino que se arriesga
al ser que se manifiesta y el ser para la muerte es el arriesgarse a ese
aparecer que lo constituye y que no es constituido18.
17
Así lee Marion este texto de Heidegger: “La ipseidad no puede leerse existencialmente más que
en el poder-ser-Si-mismo-auténtico, es decir en la autenticidad del ser del Dasein <entendido>
como cuidado. Sólo a partir de éste recibe aclaración la constancia-de-Sí-mismo, en tanto que
pretendida permanencia del sujeto. Pero al mismo tiempo el fenómeno del poder ser auténtico
abre la mirada a la constancia de- Sí-mismo, en el sentido de haber-conquistado una’ posición’.
La constancia-de-Sí-mismo, en el doble sentido de la solidez y de la ‘constancia’, es la contra-
posibilidad de la falta de firmeza de la caída no resuelta. La autoconstancia no significa
existencialmente otra cosa que la resolución anticipadora” (Marion 444).
18
Toda la posibilidad del Dasein y el paso de él, de sujeto a interpelado, la analiza Marion en el
artículo citado (439-458).
19
Incluso en su tiempo, él tuvo que explicar sus poemas en términos de vida espiritual para uso
de sus contemporáneos que no comprendían sus símbolos y para evitar problemas dogmáticos
pues “los tiempos eran recios” (García 1992).
Conclusión
20
Queda para futuras investigaciones, profundizar en la crítica de la razón mística incluyendo los
grandes místicos tanto occidentales como orientales y su validez dentro del campo del
conocimiento.
21
Es lo que dice San Agustín: “la cosa misma que ahora es llamada religión cristiana estaba ya en los
antiguos y estaba en la raza humana desde sus principios hasta el momento en que Cristo se hizo
carne; desde entonces la verdadera religión que ya existía empezó a ser llamada cristiana”. San
Agustín, Retractatio I, xiii. O Jacques Maritain: “en las escuelas místicas antiguas... se encuentran
casos de experiencia mística auténtica. Tales cosas dimanan de la gracia divina y de la contemplación
infusa... (aunque) están fuera de la gracia sacramental” (Maritain ctd en Ramos).
En los fenómenos saturados no hay otra cosa que perfecta donación, pues
el sujeto desaparece como sujeto activo y no queda sino la pasibilidad. El
hombre recibe algo que no proviene de sí mismo aunque es captado en su
carne y lo recibe con tal radicalidad que lo trastorna. Es la plena
manifestación del fenómeno saturado que implica inmediatamente la
hermenéutica. La respuesta del sujeto pasivo a la donación es la respuesta
expresada a través del lenguaje. Ahí está el nacimiento originario del lenguaje
humano: la respuesta a la donación. Pero esta donación viene de afuera,
de la diferencia, de una llamada que es anterior a una respuesta y este
instante entre la llamada y la respuesta manifiesta la diferencia entre el
sujeto receptor y la fuente de la llamada. Es una trascendencia radical, no
metafísica. e
22
Marion 1997.
Bibliografía
Husserl, Edmund. The Paris Lectures. The Hague: Martinus Nijohoff Publisher,
1967.
Lévinas, Emmanuele. Di dio che viene all’idea. Milán: Jaca Book, 1983.
Nault, François. “Qu’est-ce que dieu? Qu’est-ce que dieu?: a propos d’une
insistance de Bernard de Clairvaux”. Religiologiques. 18 (1998)
Marges contemporaines de la religion. 27 oct. 2005. <http://
www.unites.uqam.ca/religiologiques/18/18texte/ 18naulth.html>
Rilke, Rainer María. Cartas a un joven poeta. (Carta VI). 18 may. 2007
<http://www.ciudadseva.com/textos/teoria/opin/rilke.htm>