TRIDUO PASCUAL -
SÁBADO SANTO
LAUDES
INVITATORIO
V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu
alabanza
Ant. A Cristo, el Señor, que
por nosotros murió, y por
nosotros fue sepultado,
venid, adorémosle.
Salmo 94 INVITACIÓN A LA
ALABANZA DIVINA
Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que
nos salva;
entremos a su presencia
dándole gracias,
aclamándolo con cantos.
Porque el Señor es un Dios
grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas
de la tierra,
son suyas las cumbres de los
montes;
suyo es el mar, porque él lo
hizo,
la tierra firme que modelaron
sus manos.
Venid, postrémonos por
tierra,
bendiciendo al Señor,
creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón
como en Meribá,
como el día de Masá en el
desierto;
cuando vuestros padres me
pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque
habían visto mis obras.
Durante cuarenta años
aquella generación me
repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón
extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi
cólera
que no entrarán en mi
descanso»
Gloria al Padre…
Ant. A Cristo, el Señor, que
por nosotros murió, y por
nosotros fue sepultado,
venid, adorémosle.
Himno: VENID AL HUERTO,
PERFUMES
Venid al huerto, perfumes,
enjugad la blanca sábana:
en el tálamo nupcial
el Rey descansa.
Muertos de negros sepulcros,
venid a la tumba santa:
la Vida espera dormida,
la Iglesia aguarda.
Llegad al jardín, creyentes,
tened en silencio el alma:
ya empiezan a ver los justos
la noche clara.
Oh dolientes de la tierra,
verted aquí vuestras
lágrimas:
en la gloria de este cuerpo
serán bañadas.
Salve, cuerpo cobijado
bajo las divinas alas;
salve, casa del Espíritu,
nuestra morada. Amén.
SALMODIA
Ant 1. Harán llanto como
llanto por el hijo único,
porque siendo inocente fue
muerto el Señor.
Salmo 63 - SÚPLICA CONTRA Cántico: ANGUSTIA DE UN
LOS ENEMIGOS
Escucha, ¡oh Dios!, la voz de LA CURACIÓN Is 38, 10-14.
mi lamento,
protege mi vida del terrible Yo pensé: «En medio de mis casa del Señor.
enemigo;
escóndeme de la conjura de
los perversos
y del motín de los
malhechores:
afilan sus lenguas como Yo pensé: «Ya no veré más
espadas al Señor
y disparan como flechas en la tierra de los vivos,
palabras venenosas, ya no miraré a los hombres
para herir a escondidas al entre los habitantes del
inocente, mundo.
para herirlo por sorpresa y
sin riesgo. Levantan y enrollan mi vida
como una tienda de pastores.
Se animan al delito, Como un tejedor devanaba
calculan cómo esconder yo mi vida,
trampas, y me cortan la trama.»
y dicen: «¿Quién lo
descubrirá?» Día y noche me estás
Inventan maldades y ocultan acabando,
sus invenciones, sollozo hasta el amanecer.
porque su mente y su Me quiebras los huesos como
corazón no tienen fondo. un león,
día y noche me estas
Pero Dios los acribilla a acabando.
flechazos,
por sorpresa los cubre de Estoy piando como una
heridas; golondrina,
su misma lengua los lleva a gimo como una paloma.
la ruina, Mis ojos mirando al cielo se
y los que lo ven menean la consumen:
cabeza. ¡Señor, que me oprimen, sal
fiador por mí!
Todo el mundo se atemoriza,
proclama la obra de Dios Me has curado, me has
y medita sus acciones. hecho revivir,
la amargura se me volvió paz
El justo se alegra con el cuando detuviste mi alma
Señor, ante la tumba vacía
se refugia en él, y volviste la espalda a todos
y se felicitan los rectos de mis pecados.
corazón.
El abismo no te da gracias,
Gloria al Padre… ni la muerte te alaba,
Ant. Harán llanto como llanto ni esperan en tu fidelidad
por el hijo único, porque los que bajan a la fosa.
siendo inocente fue muerto el
Señor. Los vivos, los vivos son
quienes te alaban:
Ant 2. Líbrame, Señor, de las como yo ahora.
puertas del abismo. El Padre enseña a sus hijos
tu fidelidad.
MORIBUNDO Y ALEGRÍA DE Sálvame, Señor, y tocaremos
nuestras arpas
17-20 todos nuestros días en la
días
tengo que marchar hacia las Gloria al Padre, y al Hijo, y al
puertas del abismo; Espíritu Santo.
me privan del resto de mis Como era en el principio,
años.» ahora y siempre, por los
siglos de los siglos. Amén.
Ant. Líbrame, Señor, de las
puertas del abismo.
Ant 3. Estaba muerto, pero
ahora vivo por los siglos de
los siglos, y tengo las llaves
de la muerte y del hades.
Salmo 150 - ALABAD AL
SEÑOR.
Alabad al Señor en su
templo,
alabadlo en su augusto
firmamento.
Alabadlo por sus obras
magníficas,
alabadlo por su inmensa
grandeza.
Alabadlo tocando trompetas, PRECURSOR
alabadlo con arpas y cítaras, Bendito sea el Señor, Dios de Ant. Salvador del mundo,
Alabadlo con tambores y
danzas,
alabadlo con trompas y
flautas,
alabadlo con platillos
sonoros,
alabadlo con platillos
vibrantes.
Todo ser que alienta, alabe al
Señor.
Gloria al Padre…
Ant. Estaba muerto, pero
ahora vivo por los siglos de
los siglos, y tengo las llaves misericordia que tuvo con
de la muerte y del hades.
LECTURA BREVE Os 6,1-3a y el juramento que juró a
Esto dice el Señor: «En su
aflicción me buscarán,
diciendo: "Volvamos al
Señor. Él, que nos
despedazó, nos sanará; él,
que nos hirió, nos vendará.
En dos días nos sanará, y al
tercero nos levantará, y
viviremos en su presencia."» en su presencia, todos
RESPONSORIO BREVE Profeta del Altísimo, Oh Pastor de la Iglesia, que
porque irás delante del Señor quisiste ocultarte en el
En lugar del responsorio a preparar sus caminos, sepulcro para dar la vida a
breve se dice la siguiente anunciando a su pueblo la los hombres,
antífona: salvación, haz que nosotros sepamos
Cristo, por nosotros, se el perdón de sus pecados. también vivir escondidos
sometió incluso a la muerte, contigo en Dios.
y una muerte de cruz; por Por la entrañable
eso Dios lo levantó sobre misericordia de nuestro Dios, Nuevo Adán, que quisiste
todo y le concedió el nos visitará el sol que nace bajar al reino de la muerte,
«Nombre-sobre-todo- de lo alto, para librar a cuantos, desde
nombre». para iluminar a los que viven el origen del mundo, estaban
en tiniebla encarcelados,
CÁNTICO EVANGÉLICO y en sombra de muerte, haz que todos los hombres,
Ant. Salvador del mundo, para guiar nuestros pasos muertos al pecado, escuchen
sálvanos; tú que con tu cruz por el camino de la paz. tu voz y vivan.
y con tu sangre nos
redimiste, socórrenos, Dios Gloria al Padre, y al Hijo, y al Cristo, Hijo de Dios vivo, que
nuestro. Espíritu Santo. has querido que por el
Como era en el principio, bautismo fuéramos
Cántico de Zacarías. EL ahora y siempre, por los sepultados contigo en la
MESÍAS Y SU siglos de los siglos. Amén. muerte,
Lc 1, 68-79 haz que siguiéndote a ti
caminemos también nosotros
Israel, sálvanos; tú que con tu cruz en novedad de vida.
porque ha visitado y redimido y con tu sangre nos
a su pueblo. redimiste, socórrenos, Dios Se pueden añadir algunas
suscitándonos una fuerza de nuestro. intenciones libres
salvación
en la casa de David, su PRECES Movidos por el espíritu filial
siervo, Adoremos a nuestro que Cristo nos mereció con
según lo había predicho Redentor, que por nosotros y su muerte, digamos al Padre:
desde antiguo por todos los hombres quiso
por boca de sus santos morir y ser sepultado, para Padre nuestro...
profetas: resucitar de entre los
muertos, y supliquémosle, ORACION
Es la salvación que nos libra diciendo:
de nuestros enemigos Dios todopoderoso, cuyo
y de la mano de todos los Señor, ten piedad de Unigénito descendió al lugar
que nos odian; nosotros. de los muertos y salió
ha realizado así la victorioso del sepulcro, te
Oh Señor, que junto a tu pedimos que concedas a
nuestros padres, cruz y a tu sepulcro tuviste a todos tus fieles, sepultados
recordando su santa alianza tu Madre dolorosa que con Cristo por el bautismo,
participó en tu aflicción, resucitar también con él a la
nuestro padre Abraham. haz que tu pueblo sepa vida eterna. Por nuestro
también participar en tu Señor Jesucristo, tu Hijo, que
Para concedernos que, libres pasión. vive y reina contigo en la
de temor, unidad del Espíritu Santo y
arrancados de la mano de los Señor Jesús, que como grano es Dios, por los siglos de los
enemigos, de trigo caíste en la tierra siglos. Amén
le sirvamos con santidad y para morir y dar con ello
justicia, fruto abundante, CONCLUSIÓN
haz que también nosotros
nuestros días. sepamos morir al pecado y V. El Señor nos bendiga, nos
vivir para Dios. gua
Y a ti, niño, te llamarán