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CEBADA

La cebada es el cuarto cereal más sembrado y el quinto cultivo más sembrado a nivel
mundial con alrededor de 55 millones de hectáreas, siendo Rusia, Canadá y Ukrania los
países que cubren las mayores superficies, en tanto que los más altos rendimientos se
encuentran en Europa con cifras superiores a los 65 qqm/há
Chile, con un promedio entre 1998 y 2002 de 18.000 hás, está incrementando su
producción, habiéndose sembrado el 2004 sobre 21.500 hás con rendimiento superior a los
40 qqm/há. Este incremento se debe a una mayor demanda para exportar por la alta calidad
maltera de la producción nacional. El grueso de la producción se ubica entre la VIII y X
regiones con un 89% de la superficie.
La producción se destina sobre un 80% a cebada cervecera, un 14% a alimentación
animal y algo para consumo humano y semilla. En consumo animal destaca el nivel similar
en energía, fibra y proteína que el triticale y para ensilaje el valor semejante al del maíz.
La demanda de grano de cebada para concentrados animales deriva del menor
contenido de fibra y similar contenido de proteína que posee con respecto a la avena y de
los similares contenidos de energía, fibra y proteína que tiene en comparación con el trigo y
el triticale.
Para la utilización en la elaboración de cerveza, el contenido de proteína es
determinante, no debiendo superar el 11%. Contenidos mayores reducen la calidad del
extracto de malta, alargan el período de remojo y causan una germinación anormal en el
grano durante el malteo.
La calidad maltera considera aspectos tanto físicos como bioquímicos del grano. Entre
los primeros los granos deben ser llenos, gruesos, uniformes y de color amarillo claro. En
los factores bioquímicos los granos no deben presentar latencia, deben tener una buena
capacidad de absorción de agua, una germinación rápida y uniforme y un máximo de
rendimiento en malta.

La cebada se clasifica en dos grandes subespecies, Hordeum vulgare subesp. distichon


con dos carreras de granos y H.v. subesp. hexastichon con 6 hileras de granos. En ambas se
insertan en el mismo punto, sobre cada articulación del raquis, tres espiguillas, siendo fértil
sólo la central y estériles las laterales en la cebada de dos carreras, y las tres fértiles en la
cebada de seis carreras. Otra división que puede considerarse es la de cebadas de grano
desnudo y cubierto, en este último caso éste es encerrado en sus glumillas adherentes,
prolongándose la glumilla inferior en una arista o barba, más o menos espinosa y de
longitud variable, salvo en las raras variedades sin barba o inermes

La cebada es cultivada en una variedad de ambientes más amplia que ningún otro
cereal, adaptándose mejor a las condiciones marginales de clima y suelo.
Es un cultivo de clima templado y crece mejor en los climas frescos y moderadamente
secos, adaptándose mal a los climas húmedos y cálidos debido a la incidencia de
enfermedades. Su maduración precoz sugiere que la cebada requiere menos unidades de
calor para alcanzar la madurez fisiológica. Por ello el cultivo alcanza altas latitudes y
altitudes, dónde la estación de verano es demasiado fresca para el arroz y el maíz y
excesivamente corta para la maduración del trigo y de la avena.
La cebada es considerada como un cultivo resistente a la sequía. Sus necesidades de
agua para producir una unidad de peso de grano son menores que en otros cereales, y tiene
el nivel de transpiración más bajo de los cereales de invierno. No obstante, el cultivo
responde bien, aumentando el rendimiento, a las lluvias más abundantes o a la aplicación de
riego. En realidad se puede decir que la cebada escapa a la sequía más que resistente a la
misma. Su precocidad permite que el grano madure antes que el suministro de humedad del
suelo falte.
La cebada para malta requiere de un crecimiento interrumpido para producir un grano
rico en almidón y de alto peso específico. Períodos intermitentes de sequía pueden causar
una madurez prematura, alto contenido de nitrógeno en el grano y que éste sea pequeño y
vítreo, factores todos indeseables para el proceso de malteado.
El estrés hídrico durante el período de encañado y de espigado puede reducir el
número de granos por espiga y, después del espigado, también disminuir el tamaño del
grano, limitándose el rendimiento. Las necesidades críticas de agua se localizan, por tanto,
desde fines del encañado hasta la fase de espigado. Las aristas o barbas de la espiga juegan
un papel importante en el comportamiento de la planta frente a la sequía, durante el período
de maduración, al incrementar el intercambio de calor sensible y disminuir la
evapotranspiración. En las espigas aristadas la fotosíntesis tiene lugar durante un período
más largo, propiciando, en consecuencia, un mayor tamaño del grano, en especial en las
cebadas de dos hileras
Los suelos arenosos son desfavorables al no almacenar suficiente humedad con lo que
se produce un crecimiento desuniforme. Los suelos pesados y con acumulación de agua
también le son poco favorables. Los suelos con excesivo nitrógeno tienden a producir
tendedura e incrementan el contenido de nitrógeno del grano por encima de las necesidades
de la industria de malteo. La cebada es más tolerante que otros cereales a los suelos básicos
y menos tolerante a los suelos ácidos. Contenidos sobre 5% de aluminio e inferiores a 4
meq/100 g de calcio no deben cultivarse sin previa aplicación de cal.

Desarrollo.- El sistema de raíces principales es fasciculado y se concentra en los primeros


30 cm del suelo.
Los tallos, dependiendo del cultivar, presentan entre seis y nueve internudos,
alcanzando una altura que oscila entre 0,6 y 1,5 metros. Los tallos son huecos en los
entrenudos y poco vigorosos, haciendo de la cebada un cultivo susceptible a la tendedura.
El potencial de macollaje es similar al trigo, siendo normal dos o tres macollos fértiles
por planta

Variedades.- En Chile, actualmente, existe una variedad de seis hileras y grano desnudo,
Alteza, una de dos carreras de uso animal, Aurora, y todas las demás variedades son de dos
hileras y para uso en maltería. A nivel mundial existen variedades malteras de seis hileras.

Técnicas de cultivo.-
La preparación de suelo y sistemas de siembra, así como la calidad de la cama de
semilla son similares a las del trigo.
Las variedades más usadas en Chile son las primaverales o de ciclo corto. La época de
siembra debe contemplar que la espigadura se produzca una vez que haya terminado el
período de heladas, estimándose que los rendimientos se ven favorecidos por la siembra
más temprana en cada zona y, además, el riesgo de cosecha con condiciones desfavorables
se atenúa visiblemente. Así en las regiones V a VII las siembras deben realizarse desde
mediados de Junio hasta mediados de Agosto según la precocidad de las variedades.
En la VIII Región las siembras se inician desde mediados de Julio a mediados de
Septiembre. En la IX Región las siembras se inician a mediados de Agosto hasta principios
de Octubre, pudiendo en la X Región prolongarse hasta fines de Octubre.
Las siembras tempranas, además de favorecer el rendimiento y un menor contenido de
proteínas, permiten, en zonas de secano, un mejor aprovechamiento de las precipitaciones,
limitando las posibilidades de falta de agua para el llenado del grano.
La variedad Alteza es la única en Chile de hábito alternativo y en las IX y X regiones
se recomienda su siembra desde mediados de Mayo hasta mediados de Agosto.

Dosis de siembra.-
En las variedades de primavera se busca una población de 250-300 plantas/m
cuadrado, lo que, con una semilla promedio de 40 grs. por 1.000 semillas y una emergencia
de 85%, debería usarse una dosis de 120-150 kgs./há. dosis que debe aumentarse en
siembras tardías.
Favorecer el macollaje incide en una desuniformidad en la espigadura y, por tanto, en
la maduración.
La profundidad de siembra oscila entre dos y cinco cms. Mayor profundidad puede
afectar la emergencia o presentar plantas débiles.
El uso de funguicidas en la semilla es siempre recomendable debido al alto riesgo de
ataque temprano de Helminthosporium. Debe preferirse el uso de funguicidas polivalentes
con acción sobre rincosporiosis. El uso de insecticidas a la semilla dependerá de las plagas
presentes y, en zonas donde pueda haber ataque temprano de vectores del virus del
enanismo, es recomendable el uso de insecticidas polivalentes de largo efecto residual
sistémico.

Fertilización.-
La extracción de nutrientes por cada 100 kgs de grano son las siguientes:
N 2.4
P2O5 1.1
K2O 2.1
MgO 0.5
S 0.4

La menor cantidad de nitrógeno de la cebada, en comparación al trigo, se basa en un


ciclo más corto, siendo menores tanto la acumulación de materia seca en las plantas como
sus rendimientos. Además, la exigencia de un contenido de proteína inferior al 11%, limita
el uso de nitrógeno.
Por otra parte, la tendencia a la tendedura recomienda limitar el uso del nitrógeno; por
ello el uso de reguladores de crecimiento permite obtener mejores respuestas.
La interacción entre el nitrógeno y el agua influye notoriamente en el rendimiento y en
el contenido de proteína en la cebada. Con aporte de nitrógeno y suficiente humedad el
rendimiento mejora notablemente sin presentar incrementos de proteína. En cambio el nivel
de proteína se incrementa con pequeños cantidades de nitrógeno cuando falta agua.
La época de aplicación del nitrógeno, en cebada cervecera, debe ser todo a la siembra
o parte a la siembra y el resto cuando la planta no tenga más de 4 a 5 hojas. Las
aplicaciones tardías pueden incrementar significativamente el contenido de proteínas en el
grano. Lo anterior es beneficioso en granos para consumo animal pero no para malteo.
Al igual que para el trigo, la respuesta de la cebada a la fertilización fosfopotásica
depende del nivel disponible de estos nutrientes en el suelo. Es manifiesta la falta de
respuesta al abonado fosfórico con niveles superiores a 15 ppm en el suelo, así como la
respuesta al potasio con suelos ricos en este elemento, sobre 250 ppm disponibles, es muy
baja.
Según información española (García del Moral et al.) la aplicación de azufre por vía
foliar durante el macollaje mejora la utilización de los recursos hídricos del suelo por la
cebada e incrementa el número de espigas por planta. Su efecto se asemeja al de un
regulador de crecimiento que estimula el macollaje, suplementando la acción del nitrógeno
o ejerciendo un efecto aditivo sobre la dosis del mismo.

Malezas.-
Al igual que en el trigo, las malezas deben ser controladas temprano, ojalá que como
máximo a 4 o 5 hojas. La elección del o de la mezcla de herbicidas para hoja ancha
dependerá de las malezas presentes.
En cebada no se recomienda el uso de mezclas de herbicidas para hoja ancha y
graminicidas. El uso de graminicidas está restringido a aquellos productos que no presenten
fitotoxicidad.
Es muy frecuente el uso combinado de herbicidas con insecticidas en caso que se
requiera de un control de pulgones o con funguicidas si el control de enfermedades coincida
con el estado en que se está controlando malezas

Plagas.-
Las principales son las plagas de suelo, gusanos blancos especialmente, de pulgones
que son vectores del virus del enanismo amarillo (Metopolophium dirhorum,
Ropalosiphum padi, Macrisiphum avenae, Schizaphis gramineum) cuando las poblaciones
alcanzan a dos pulgones por planta al estado de tres a cuatro hojas y entre cinco y diez
pulgones durante el período de encañado. La cuncunilla de las espigas (Afronta albilinea)
produce un daño en la base del raquis que determina la caída de las espigas al suelo por lo
que su control debe realizarse en cuanto se determine su presencia hasta cerca de la
cosecha, teniendo sólo la precaución de respetar el tiempo de carencia del agroquímico.

Enfermedades.-
Las principales son los carbones (Ustilago hordei y Ustilago tritici), la mancha
estriada de la hoja (Helminthosporium gramineum), la mancha reticulada de la hoja
(Helminthosporium teres), la rincosporiosis (Rhyncosporium secalis), los polvillos
(Puccinia striiformis sp. hordei y Puccinia hordei, el mal del pie (gaeumannomyces
graminis) y el enanismo amarillo (VEAC o BYDV). Su análisis se encuentra en la lección
1
Cosecha.
Es importante evitar granos partidos o pelados, pero al mismo tiempo debe obtenerse
un buen desprendimiento de las barbas o aristas. Para ello se recomienda trabajar a baja
velocidad, no más de 800 rpm en el cilindro y con una abertura del cóncavo de 2,5 cm.
La industria exige una humedad no superior al 13%, pero como la cebada es altamente
susceptible al desgrane es fundamental no trillar con los granos demasiado secos.

Calidad de la producción.-
La industria exige que la cebada cervecera cumpla con los siguientes normas de
calidad:
a) granos sanos (libres de insectos y hongos)
b) buen color y olor
c) no asumagados
d) sin punta negra
e) humedad igual o inferior a 13%
f) capacidad germinativa no inferior al 98% y ausencia de gramos germinados
g) 80% retenido en harneros de 2,5 mm y un total no superior al 17% de su peso sobre
harneros de 2,2 mm
h) proteína, expresado en materia seca, no inferior a 9.8% ni superior a 11%
i) contenido de impurezas no superior a 3% de su peso.
CENTENO

El cultivo del centeno se localiza en las zonas más frías, por su latitud y altitud, gracias
a su alta resistencia al frío. Se produce principalmente en los países del norte de Europa,
Canadá, EEUU y Japón. El pan de centeno es apreciado por la propiedad de conservarse
fresco durante muchos días, siendo muy nutritivo y digestible. La paja de centeno es muy
flexible y rica en celulosa y se utiliza en la fabricación de objetos de paja de buena calidad,
para lo cual el centeno debe ser cosechado antes de su madurez y la trilla debe hacerse con
cuidado.
El centeno cultivado pertenece al género Secale (S. cereale) y su lugar de origen se
supone que es Asia Menor o Afganistán
El centeno es el más rústico de los cereales, siendo una planta típica de climas fríos y
suelos pobres y ácidos. El ciclo de crecimiento es más corto que el resto de los cereales de
invierno, especialmente desde el encañado a la maduración. La brevedad de la fase
reproductiva permite la maduración del grano antes de las altas temperaturas del verano
aunque la precocidad de la floración puede exponerlo a las heladas de primavera. Presenta
una alta resistencia al frío, superior a los demás cereales. La suma de temperaturas que
precisa para completar su ciclo es bastante menor que la del trigo y del resto de los cereales.
El umbral de temperatura de germinación y crecimiento es también inferior. Puede florecer
a sólo 12-14 grados Celsius y madurar a 19. Soporta hasta –22 grados durante el macollaje
pero temperaturas superiores a 25 grados pueden afectar su rendimiento.
El centeno es una planta sensible al foto período, de día largo. Las variedades de
primavera inician la formación de espiga en el estado de 7 hojas en días largos, haciéndolo
en el estado de más hojas en días cortos. Los centenos de invierno tienen una larga fase de
vernalización , hasta 40 días a 6 grados, sin embargo el foto período corto puede neutralizar
dicho efecto vernalizante.
Presenta una elevada tolerancia a la acidez del suelo, considerándose óptimo un pH
5.5.Es sensible al encharcamiento, por lo que no es recomendable su cultivo en suelos con
anegamiento.
Contrariamente a los demás cereales es una planta alógama pero, al tener un fuerte
sistema de auto incompatibilidad polínica regula la fecundación cruzada.
Se han obtenido variedades sintéticas tetraploides por doblamiento cromosómico
artificial mediante colchicina las que han contribuido notablemente a la mejora del cultivo.

Técnicas de cultivo.-

Las técnicas de cultivo del centeno son muy similares al resto de los cereales aunque,
por su rusticidad, tanto la preparación de suelo como el control de malezas y enfermedades
son más reducidas.
Si bien se adapta a suelos delgados, pobres y ácidos, como es lógico los mejores
rendimientos se obtendrán en suelos de mejores características.
El tamaño mayor del grano en relación a los demás cereales permite un más fácil
contacto suelo-semilla con una preparación menos acabada de la cama de semilla. En los
demás aspectos que se consideran, como compactación, acumulación de agua, etc. Deben
considerarse las mismas precauciones que en el resto de los cereales.
Como fecha de siembra en general se estima que debe ser anterior al trigo, tanto en las
variedades de invierno como de primavera.. La dosis de semilla utilizada normalmente debe
ser superior a la del trigo por su menor capacidad de macollaje y porque se busca un rápido
establecimiento y una mejor competencia con las malezas, lo que permite atrasar o eliminar
el uso de herbicidas.
En la fertilización la extracción es de 39 kilos de nitrógeno, 14 kilos de fosfórico y 50
kilos de potasa por cada 100 kgs de grano. La alta demanda de nitrógeno y de potasa se
explican por la retención en la paja, 18 y 44 kilos respectivamente. Lo anterior hace ver la
necesidad de manejar este elemento en el manejo de la fertilidad del suelo, tratando de
incorporar la mayor cantidad posible o de utilizar la paja del centeno en el mismo predio.
En el control de malezas, como se ha indicado, la precocidad hace que el cultivo sea
más agresivo ante la competencia de las malezas, lo mismo que su altura le permite una
mejor defensa. Los mismos herbicidas usados en trigo pueden ser usados en centeno.
Para el control de plagas debe usarse el mismo criterio que para el trigo, ya sea para
enfrentar las plagas de suelo como del follaje.
En relación a las enfermedades los problemas radiculares, mal de pie, fusariosis,
rizoctoniasis, etc. son similares al trigo siendo, por tanto, similar su enfrentamiento. Con
respecto a las enfermedades foliares, si bien los problemas son similares, la tolerancia del
centeno hacia ellas hace que, normalmente no sea necesario el uso de agroquímicos. La
única enfermedad realmente peligrosa en el cornezuelo (Claviceps purpúrea) por las
consecuencias que tiene en el consumo de semilla contaminada, pudiendo producir abortos
tanto en seres humanos como ganado. La única forma eficiente de enfrentar este problema
es el uso de semilla sana por ser la semilla el portador de la enfermedad.
Si bien los requerimientos hídricos son similares a los del trigo, su siembra más
temprana y precocidad permiten escapar a las épocas de déficit hídrico.
El centeno es de fácil desgrane, por lo que la cosecha debe adelantarse y no esperar
una baja humedad del grano así como la máquina cosechadora debe regularse para no tener
pérdidas en su recolección.
TRITICALE
El triticale es un cultivo nuevo y es el primer cereal creado por el hombre, producto
del cruzamiento artificial entre el trigo y el centeno. La planta de triticales tiene
características intermedias entre las dos plantas progenitoras, trigo y centeno, existiendo
algunas variaciones según la constitución cromosómica del genotipo. Botánicamente es
conocido como Triticosecale.
Según su historial de desarrollo los triticales se clasifican en:
- Triticales primarios, fruto del cruzamiento simple entre trigo y centeno
- Triticales secundarios, obtenidos por cruzamiento entre triticales primarios o de
estos con trigos.
A su vez los triticales secundarios pueden ser completos cuando tienen la totalidad de
cromosomas de sus progenitores, centeno y trigo, o sustituidos cuando algunos de los
cromosomas del centeno han sido remplazados por cromosomas del genoma D del trigo
harinero.

CENTENO TRIGO DURO TRIGO HARINERO


2N = 14 2N = 28 2N = 42

Genomas RR AABB AABBDD

Gametos R AB ABD

F1 estéril ABR ABDR

Duplicación

Triticale hexaploide Triticale octoploide


primario AABBRR primario AABBDDRR
2n = 42 2n = 56
______________________________________________________________________

gametos ABR ABDR

F1 parcialmente fértil AABBDRR

Retorno al estado hexaploide

Triticale hexaploide secundario AABBRR

Los triticales completos tiene un mayor potencial de rendimiento que los triticales
sustituidos y mantienen esa cualidad en condiciones de déficit hídrico, siendo los triticales
sustituidos más semejantes al trigo en su comportamiento, especialmente en la calidad
harino-panadera.
En general los triticales son más propensos a la tendedura que el trigo y tienen un
menor macollaje. El peso del grano es superior al del trigo y también es mayor el número
de granos por espiga, al ser éstas de mayor tamaño. La calidad nutritiva del triticales es
similar a la del trigo, superándola en algunos aspectos. Las modernas variedades de triticale
poseen un contenido medio de proteínas comprendido entre 13,5 y 15% y tienen mejor
digestibilidad y equilibrio de minerales que el trigo. La lisina sigue siendo limitante a pesar
de que su contenido es superior al del trigo. El equilibrio de aminoácidos esenciales es
mejor en el triticale respecto al trigo, por lo cual lo igualan o superan en calidad para
alimentación animal.
El triticale presenta un gran vigor, sobre todo en las primeras fases del ciclo y tiene un
color verde-azulado que se maximiza poco antes del espigado. En general los triticales tiene
un peso específico entre 71 y 75 kg/hl.
De acuerdo a la vernalización los triticales se dividen en variedades de invierno, que
precisan vernalización (alrededor de 60 días con temperaturas bajas entre 0 y 6 grados C),
variedades alternativos que precisan algo de vernalización y variedades de primavera que
no precisan vernalización

Técnica de cultivo.-

Agronómicamente el cultivo del triticale es similar al del trigo, aplicándosele las


mismas técnicas del cultivo que a éste, aunque por su mayor rusticidad hay factores de
producción cuya intensidad puede ser atenuada.
La densidad de plantas está muy influenciada por la variedad y el ambiente. Debe ser
superior a la del trigo, al tener el triticale un menor grado de macollamiento. De allí que la
dosis de semilla debe ser superior.
Los criterios para la fertilización del triticale son similares a los del trigo, es decir, una
extracción de 3 Kg. de nitrógeno, 1.25 de P205, 1,70 de K20, 0,4 de Mg0 y 0,45 de S por
cada 100 kgs de grano. El uso de inhibidores de crecimiento es más imperativo que en el
trigo por su mayor susceptibilidad a la tendedura cuando se trata de obtener altos
rendimientos.
Para el control de malezas puede usarse la misma tecnología recomendada para los
demás cereales, aunque existe sensibilidad en el triticale a determinadas formulaciones,
como los derivados de la urea.
Si bien la tolerancia a las enfermedades es mayor que la del trigo, son los mismos
problemas los que afectan a este cultivo, por lo que deben enfrentarse con las mismas
medidas analizadas en el capítulo 1.

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