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de Cristo
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10 al 23 de diciembre
I Congreso EUMEDNET sobre
8 al 28 de enero
IX Congreso EUMEDNET sobre
1.1.1. El pensamiento clásico: Adam Smith y
Micro, pequeñas y medianas Empresas
David Ricardo del Siglo XXI
Es más, para Adam Smith hay una relación directa entre el tamaño del
mercado, o el área de intercambio, y las oportunidades de
especialización, o de división del trabajo: a mayor tamaño del mercado,
mayor especialización y, en consecuencia, mayor productividad del
trabajo. De esa manera, la división del trabajo se halla limitada por el
tamaño del mercado y por esa razón argumenta en favor de un área de
libre comercio lo más grande posible:
Para David Ricardo, al igual que para Adam Smith, el libre comercio
internacional es benéfico para todos los países involucrados:
Sólo que a diferencia de Adam Smith, para David Ricardo la guía para
la especialización internacional es la ventaja comparativa en vez de la
ventaja absoluta como lo creía Adam Smith, lo cual lo expresa
claramente a través de su famoso ejemplo entre Inglaterra y Portugal
que producen paños y vino:
Por tanto, y si hay libre comercio internacional entre los tres países,
Estados Unidos se especializará en la producción de alimentos e
importará el calzado de México y la tela del Canadá; en tanto que
México se especializará en la producción de calzado e importará el
alimento de Estados Unidos y la tela del Canadá; a su vez, el Canadá se
especializará en la producción de telas e importará el alimento de
Estados Unidos y el calzado de México (Ver Figura 1.2). En
consecuencia, la producción mundial de los tres bienes aumentará,
veamos por qué: supongamos que Estados Unidos dispone de 310
hombres repartidos de la siguiente manera: 155 empleados en la
producción de alimentos, 75 empleados en la producción de calzado y
80 dedicados a la producción de telas; por su parte, supongamos que
México dispone de 280 hombres repartidos de la siguiente manera: 70
en la producción de calzado, 196 en la producción de alimentos y 14 en
la producción de telas; y, por último, supongamos que el Canadá
dispone de 295 hombres de los cuales 62 se dedican a la producción
de telas, 177 a la producción de alimentos y 56 a la producción de
calzado (Ver Cuadro 1.3).
Así pues, los tres países podrán disponer de más alimentos, de más
calzado y de más telas que en ausencia de libre comercio internacional.
Aumenta la producción mundial y, por tanto, aumentan las posibilidades
de consumo. Los tres países saldrán beneficiados.
Así, aun cuando Estados Unidos pueda ser más eficiente que México y
Canadá en todas las líneas de producción en razón de su mayor avance
tecnológico, el libre comercio entre los tres países resultaría beneficioso
para cada uno en razón simplemente de la existencia de ventajas
comparativas, una condición mucho más débil y menos exigente que la
ventaja absoluta de Adam Smith.
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