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RESUMEN
La disartria es una alteración de la articulación propia de lesiones en el SNC, así como de enfermedades
nerviosas o musculares de la lengua, faringe y laringe, responsables del habla. Es importante señalar que
nos encontramos ante una enfermedad multicausal. Las lesiones producidas en el SNC pueden localizarse
en distintos puntos, en función de los cuales estableceremos diferentes tipos de disartrias: flácida,
espástica, atáxica, por lesiones en el sistema extrapiramidal, mixtas. Para realizar la evaluación nos
podemos servir de muchos test estandarizados, de la propia exploración funcional, y registros basados en
la observación. El tratamiento de la disartria lo va a realizar el logopeda en colaboración con otros
profesionales que forman parte de la rehabilitación integral. La colaboración de la familia es fundamental
a la hora de obtener unos resultados óptimos. Es muy importante la intervención temprana de estos
trastorno.
PALABRAS CLAVE
LESIONES EN EL SNC MULTICAUSAL PRODUCCIÓN ARTICULATORIA
1. DEFINICIÓN
Etimológicamente el término disartria se deriva del griego dys = defecto y arthon = articulación.
Definimos la disartria como una alteración de la articulación propia de lesiones en el SNC, así como de
enfermedades de los nervios o de los músculos de la lengua, faringe y laringe, responsables del habla. El
defecto expresivo en las disartrias es de carácter permanente y uniforme (Peña y cols., 1995).
Los niños con esta problemática manifiestan toda una serie de perturbaciones motoras y de
coordinación en el ritmo, la fluidez, la entonación, la tensión muscular, la tonicidad, espasmos, atonías,
flacideces…. Los síntomas son variables según la lesión, pero en general la voz de estos niños suena
forzada, la respiración suele ser irregular y descoordinada, la articulación defectuosa por el restringido
movimiento de los órganos que intervienen y el ritmo resulta especialmente lento.
Según Pérez Lerga (1986) la disartria es un trastorno motórico del habla caracterizado por la pérdida
o deterioro, en mayor o menor grado, de la capacidad para articular a causa de una lesión o disfunción,
bien en el SNC, bien en el periférico. Para Perelló (1990) se trata de dificultades en la expresión oral del
lenguaje debido a alteraciones del tono y del movimiento de los músculos fonatorios, secundarios a lesiones
del SNC.
En la disartria no existe trastorno en el ámbito lingüístico, sino tan solo afectación del componente
motor lo que repercute en la articulación del sujeto.
Cuando existe una imposibilidad de articular distintamente los sonidos nos encontramos con una
anartria.
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2. ETIOLOGÍA
Al hablar de la etiología de las disartrias, debemos decir que nos encontramos ante múltiples causas
en la mayoría de las ocasiones. A efectos didácticos las enumeraremos de forma individualizada.
Las lesiones producidas en el SNC pueden localizarse en distintos puntos, en función de los cuales
estableceremos diferentes tipos de disartrias. Así, podemos diferenciar:
Disartria flácida. En este caso la lesión está localizada en la neurona motriz inferior.
Disartria espástica. La afectación se produce a nivel de la neurona motriz superior.
Disartria atáxica. La afectación del cerebelo ocasiona una disartria atáxica. Es a partir de lesiones
cerebelosas cuando se deduce que este órgano regula la fuerza, velocidad, duración y dirección de
los movimientos ocasionados en otros sistemas motores. En general, la afectación del habla ocurre
simultánea a lesiones cerebelosas bilaterales o generalizadas (BAGUNYA Y SANGORRÍN, 1988).
Disartrias por lesiones en el Sistema Extrapiramidal. El sistema motor extrapiramidal es parte
del paleoencéfalo (junto con el diencéfalo y el tálamo óptico), destacando entre sus funciones las
siguientes:
- Regulación del tono muscular en reposo y de los músculos antagónicos cuando hay movimiento.
- Regulación de los movimientos automáticos.
- Adecuación entre la mímica facial y las sincinesias ópticas.
Las lesiones en el sistema extrapiramidal pueden ocasionar dos tipos de disartrias:
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Las lesiones producidas en el SNC pueden localizarse en distintos puntos, en función de los cuales
estableceremos diferentes tipos de disartrias. Así, podemos diferenciar:
Sustitución: es el error de articulación por el cual un sonido es reemplazado por otro. El niño
no puede realizar una articulación y la suple por otra más fácil o, de entrada, percibe mal el
sonido y lo reproduce tal como él lo discrimina (como lo emite). Es el error más frecuente
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dentro de las disartrias funcionales y el que presenta más dificultades para su corrección. Las
formas más frecuentes son la sustitución de /r/ por /d/ o por /g/, de /s/ por /z/ y del sonido /k/
por /t/.
Omisión: se omite el fonema (p. ej. "iño" por niño) o toda la sílaba en que se encuentra dicho
fonema (p. ej. "loj" por reloj).
Inserción: se intercala un sonido que no corresponde a esa palabra para apoyar y resolver la
articulación del dificultoso (por ej. "Enerique" por Enrique).
Distorsión: Se articula el sonido de forma incorrecta pero aproximada a la adecuada y sin llegar
a ser una sustitución.
Disartria flácida:
- Alteración del movimiento voluntario, automático y reflejo.
- Flacidez y parálisis con disminución de reflejos musculares.
- Atrofia de las fibras musculares.
- Debilidad o fatiga durante el ejercicio (sobre todo en la musculatura ocular. Bulbar, del cuello
y de la cintura escapular).
- Posible afectación de la musculatura respiratoria.
- Afectación de la lengua.
- Afectación de los movimientos del paladar.
- Disminución del reflejo de náuseas.
- Deglución dificultosa.
- Debilidad de las cuerdas vocales, paladar y laringe.
- Alteraciones respiratorias (rápida y superficial).
- Voz ronca y poco intensa.
- Articulación consonántica distorsionada.
Disartria espástica:
- Debilidad y espasticidad en un lado del cuerpo, en los músculos distales de las extremidades, la
lengua y los labios.
- Resistencia al movimiento pasivo de un grupo muscular.
- Los reflejos de estiramiento muscular están exagerados.
- Presencia de reflejos patológicos.
- La respiración y la fonación no suelen afectarse.
- Disfunción articulatoria.
- Se asocia a otras patologías (encefalitis, esclerosis múltiple, traumatismos craneales).
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D
Imprecisión articulatoria
I Alteración emocional.
Lentitud de habla.
Espasticidad
Neurona Frases cortas
S Motriz Parálisis
Exaltación de los reflejos de
Tono bajo y monótono. Prosodia
Espástica estiramiento de los músculos
Superior pseudobulbar Voz ronca. Articulación
Reflejos patológicos
A Asociada a otras patologías
Alteraciones respiratorias.
Distorsiones vocálicas
hipernasalidad
R
Hipotonia
T Movimientos imprecisos
Voz áspera y monótona
Movimientos oculares
débil y vacilante
R Síndrome
irregulares
Indefinición consonántica
Fonación
Cerebelo Atáxica Disfunción faríngea Prosodia
cerebeloso Distorsión vocálica
Alteraciones de la marcha y el Articulación
Alteraciones prosódicas
I equilibrio
Fonemas prolongados
A
Monotonía del tono
S Movimientos lentos limitados Imprecisión articulatoria
y rápidos, Cambios prosódicos
Enfermedad Fonación
Hipocinética Hipocinesia Variabilidad del ritmo
de Parkinson Prosodia
articulatorio
Articulación imprecisa de
Sistema Fonación
Corea fonemas
extrapiramidal Resonancia
Atetosis Hipercinética Movimientos anormales Prosodia alterada
Prosodia
Temblor involuntarios Distorsión vocálica
Articulación
Distonía Alteraciones respiratorias y
de fonación
4. EVALUACIÓN
Una buena evaluación es aquella que proporciona una descripción lo más completa posible de las
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características del lenguaje del afectado poniendo especial énfasis en sus puntos fuertes y débiles.
El método para alcanzar estos objetivos recae en una combinación de medidas informales de los
subsistemas de la producción del habla y medidas formales e informales de la inteligibilidad del habla.
La valoración de la producción del habla, generalmente se realiza con la siguiente secuencia:
1. Valoración de respiración
2. Valoración de fonación
3. Valoración de articulación
4. Valoración de resonación
El clínico usa los resultados de la valoración informal para determinar la contribución del déficit en
cada subsistema del habla al déficit global de la inteligibilidad del habla.
Aunque la disartria puede no siempre interferir con la inteligibilidad, es importante para el clínico
evaluar este parámetro de la producción del habla. Es importante para establecer una línea base sobre la
que poder medir el progreso a través del curso del tratamiento. También es importante para determinar el
grado de incapacidad y hándicap que el paciente puede experimentar a causa de la disartria.
Temporalización. Aunque la evaluación siempre tiene un mismo objetivo, el de “conocer el
funcionamiento comunicativo lingüístico del sujeto y las condiciones que favorecen su desarrollo”, las
características concretas de la evaluación serán diferentes según el momento en que esta se realice. Se puede
decir que un proceso completo de evaluación comprende tres momentos diferentes, denominados
respectivamente: evaluación inicial, evaluación formativa y evaluación sumativa.
La evaluación inicial, que permitirá establecer el punto de partida, suele ser muy exhaustiva, ya
que, a menudo, además de evaluar la competencia comunicativo-lingüística del niño, se realizan
evaluaciones complementarias que permiten conocer las características del funcionamiento motor,
sensorial, neurológico y cognitivo de la persona evaluada y las posibles relaciones con el problema
comunicativo-lingüístico que presente.
La evaluación formativa o de proceso ayuda a analizar los procesos realizados y a modificar o
ajustar el modo de intervención que se está llevando a cabo. En este momento no se trata sólo de
evaluar los logros o dificultades del alumno, sino de incorporar reflexiones sobre la adecuación de
las estrategias que se están poniendo en marcha, la validez de estos recursos y tiempos.
La evaluación final se realiza al finalizar una unidad temporal o temática de trabajo y da cuenta
de los avances observados. En este momento se trata claramente de observar los cambios
producidos respecto al punto de partida y, por tanto, el grado de consecución de los objetivos
propuestos al inicio del proceso de intervención.
Evaluadores. La escuela suele ser el contexto en el que se manifiestan muchos de los problemas del
lenguaje de los alumnos debido a que una gran parte de los niños están escolarizados a partir de los 3 años.
Las personas que intervienen en la evaluación pueden ser muy diversas. Además del especialista del
lenguaje, otros profesionales, a través de evaluaciones complementarias de tipo médico, audiológico,
psicológico, educativo... pueden contribuir a la comprensión de la problemática que presenta el niño. Por
otra parte, suele resultar de particular importancia la contribución de personas del ámbito familiar y
educativo.
Respecto al tema que nos ocupa, las disartrias, cabe destacar la complejidad de evaluar al niño con
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parálisis cerebral debido a los diferentes trastornos asociados que pueden confluir en esta patología.
Estrategias de evaluación. Las estrategias de evaluación a las que podemos recurrir para evaluar al niño
disártrico irán dirigidas a los siguientes campos:
- Familiar: los padres nos informarán sobre los primeros meses del niño en aspectos tan
importantes como la alimentación, emisión de sonidos, aceptación del niño...
- Neurológico: las aportaciones del neurólogo facilitarán la evaluación logopédica al
proporcionarnos información sobre el tipo de PCI, grado de afectación, trastornos asociados...
- Otorrinolaringológico: nos proporcionará información sobre aquellos aspectos anatómicos y
funcionales que tienen una repercusión directa sobre el lenguaje y el habla infantil.
- Fisioterapéutico: aportará información sobre la maduración motriz.
- Psicológico: aportará datos sobre el nivel cognitivo y de socialización, así como información
sobre las alteraciones conductuales, fobias, autonomía personal, dependencias sociales, niveles
de autoestima y autoconcepto...
- Logopédico: la evaluación inicial del logopeda abarcará los siguientes aspectos:
a. Evaluación de los órganos articulatorios: lengua, labios, maxilares, paladar.
b. Mecanismos motores del habla, por ejemplo la musculatura facial, que se examina
durante el movimiento voluntario y en ausencia del mismo. Una ausencia de arrugas en la
frente se puede traducir en una debilidad muscular facial.
c. Práxias bucofaciales, cara, succión, masticación, deglución y babeo, por ejemplo, la
limitación de la expresión lateral de los labios denota una paresia de ese lado.
d. Respiración y soplo. Voz Elementos prosódicos del habla, la alteración de la duración
de la emisión vocal, del tono, estabilidad o su fuerza puede revelar un trastorno
neuromuscular.
e. Elementos corporales (tronco, cabeza, hombros)
f. Articulación Actividades vegetativas, como la risa, el llanto, la tos.
g. Audición y Lenguaje.
Herramientas de evaluación. Para realizar esta evaluación nos podemos servir de muchos test
estandarizados que se encuentran en el mercado, además de la propia exploración funcional que hagamos
con nuestros métodos y técnicas, como registros basados en la observación. Algunas pruebas conocidas y
disponibles para evaluar estos aspectos son:
1. Registro Fonológico Inducido de Marc Monfort que evalúa el nivel fonológico. Se trata de
un material compuesto por 57 tarjetas en expresión inducida y en repetición, con una
baremación indicativa para niños de 3 a 7 años.
2. PLON. Prueba de Lenguaje Oral de Navarra. Su finalidad principal es la detección de
alumnos de riesgo dentro del desarrollo del lenguaje que precisan ser diagnosticados
individualmente para poder actuar de forma compensatoria, así como la evaluación inicial
de los aspectos fundamentales del lenguaje, para posibilitar una programación consecuente
con los resultados obtenidos y para encaminar el trabajo pedagógico futuro es esos aspectos.
La prueba incluye un·cuaderno de estímulos y una serie de Cuadernillos de anotaciones de
3, 4, 5 y 6 años.
3. PAF. Prueba de Articulación de Fonemas. La prueba de articulación de fonemas PAF es una
prueba para evaluar la existencia de defectos de articulación en la población infantil
comprendida, fundamentalmente entre los cinco y ocho años de edad siendo incluso valida
para edades superiores. Está constituida por 11 subpruebas que describen los aspectos
intervinientes en el proceso articulatorio. (Respiración, capacidad de soplo, habilidad buco-
linguo-labial, ritmo, discriminación auditiva, discriminación fonética, articulación de
fonemas, defectos articulatorios en lenguaje espontáneo, defectos articulatorios en lectura y
defectos articulatorios reflejados en la escritura).
4. Escala GRABS. Este método GRABS (Grade-Grado, Roughness-Ronquera, Asthenics-
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Relajación general: para así conseguir seguridad y facilitar la fonación en caso de hipertonías;
también se debe trabajar el control de la postura del niño.
Masticación y deglución: son los mismos músculos que trabajan en la fonación así se prepara la
coordinación, fuerza y agilidad necesaria para hablar.
Audición: es frecuente que, por ejemplo en niños con Parálisis Cerebral, se asocie una hipoacusia
(sordera), además a veces se une la incapacidad de estos niños de mover la cabeza hacia la fuente
de sonido. Por lo que se trabaja con ellos la discriminación auditiva
Respiración: se trabaja el control de la respiración de forma indirecta mediante juegos.
Fonación: se trabaja el balbuceo, la imitación de sonidos de animales, después la fonación de las
vocales, También se trabaja la resonancia nasal, el volumen de voz, el timbre, etc.
Articulación: se trabaja primero la musculatura mediante ejercicios práxicos de movilización de
labios, lengua, mandíbula y luego la articulación propiamente dicha.
Comunicación aumentativa: en el caso de que la comunicación oral sea muy difícil, el habla sea
ininteligible, o el progreso sea muy lento, se puede optar por este tipo de comunicación, que no
siempre va a ser un sustituto del habla, si no que puede ser un apoyo temporal o permanente para la
comunicación oral. Entre estos sistemas los hay de habla mediante signos como los de los sordos,
con signos pictográficos (dibujos para señalar) como el S.P.C. o EL BLISS que se pueden utilizar
en soporte de papel, informático o con comunicadores.
Por tanto, el Tratamiento Logopédico tendrá como objetivo corregir el defecto en la producción
articulatoria de las palabras (omisión, sustitución...), tratando de mejorar la articulación. Será necesario
realizar una correcta evaluación de la disartria, observando el funcionamiento y estado de todos los órganos
y músculos implicados en el habla, observando los siguientes procesos motores del habla: respiración,
fonación, resonancia, articulación y prosodia.
Como se ha referido anteriormente la familia y también la escuela deberán implicarse en el
tratamiento, ofreciendo al niño modelos lingüísticos correctos y propiciando situaciones comunicativas.
Las necesidades educativas especiales en estas alteraciones motoras, con carácter general, serán:
desarrollar el tono, control, fuerza, presión y coordinación de la lengua, labios y maxilares; aumentar el
control respiratorio; acercar su fonación a modelos normalizados; controlar la deglución, salivación y
articulación; sentir la necesidad de comunicarse; desarrollar estrategias compensatorias; conseguir la
máxima independencia funcional; potenciar al máximo el lenguaje residual.
En relación con el ambiente se necesitará: evitar comunicarse en lugares ruidosos o con poca
visibilidad; reducir la distancia entre hablante y oyente; atender a la posición y orientación del hablante y
utilizar indicadores situacionales y gestuales; comunicarse con frases cortas y palabras familiares; así como
generalizar los logros obtenidos.
La disartria como un trastorno motor del habla debido a una alteración del control muscular sobre
el mecanismo del habla deberá ser trabajada a nivel fisioterapéutico y logopédico.
La importancia de los síntomas en el tratamiento de las disartrias depende de su influencia en la
ininteligibilidad del habla. No será necesario modificar los síntomas que influyen poco en la medida que
no molesten al paciente y a su facilidad comunicativa.
Los cambios a conseguir en los síntomas van dirigidos a los siguientes campos:
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- La postura en un niño disártrico puede ser normal o anormal, en cada caso se valorará si la
modificación de la postura va a influir positivamente en la calidad de su habla. La postura se puede
mejorar con ayuda de aparatos y prótesis.
- El tono muscular en la espasticidad y en la rigidez puede mejorarse aplicando los métodos
tradicionales de la relajación. En la hipertonía moderada se aplica el método de masticar
(Froeschels), incrementando la base fisiológica de la masticación, primordial en el movimiento del
hala. En la hipotonía y en la parálisis se estimula al paciente para que incremente el esfuerzo del
habla y prolongue la duración de los sonidos.
- Para aumentar la fuerza se realizan ejercicios repetitivos (elevación de la lengua y el paladar,
apertura y cierre de los labios, etc.), forzando al máximo la acción muscular en cada movimiento
sin que el niño llegue a agotarse, pero llegando al límite de sus posibilidades.
- La respiración y la fonación se trabajarán como ya hemos visto en las disfonías.
- La resonancia se trabajará reforzando la musculatura velo-faríngea mediante masajes en el paladar
blando mientras el niño intenta elevarlo acompañado de la producción verbal.
- La finalidad del tratamiento sobre la articulación es mejorar el control de la producción de los
sonidos del habla en el lenguaje, dentro de los límites que permita el soporte fisiológico de que
disponga el niño. Se trabajará igual que en las dislalias, pero siempre teniendo en cuenta los
síntomas que van a obstaculizar este tratamiento.
- Por último trabajaremos la prosodia. Trabajar la voz significa mejorar sus parámetros acústicos:
tono, timbre, intensidad, extensión, melodía, entonación y emisión.
En las disfonías hipertónicas es importante iniciar el trabajo reduciendo los "ataques vocales duros".
Se realizará desde un apoyo abdominal correcto y emitiendo fonaciones suaves, por ejemplo de m, b, d, l,
n...
En las disfonías hipocinéticas se intentará conseguir un mejor cierre glótico. Esto se puede hacer
con emisiones tensas y cortas de /i/ o /u/, unidas luego a consonantes tensas, explosivas (j, k, p, t): ki. Otra
forma útil es alargar las vocales de la sílaba tensa (ti) repetidas veces.
En el ámbito escolar y educativo necesitaremos adaptaciones de acceso (sobretodo en disartria
asociada a parálisis cerebral): Recursos materiales específicos: mobiliario, ordenador adaptado,... Recursos
personales: apoyar al alumno por el A L, fisioterapeuta, cuidador. Respecto al qué, cómo y cuándo enseñar
y evaluar: Introducir la relajación global y segmentaria. Introducir técnicas de respiración. Intervención del
A L Material de apoyo: lotos, vocabularios en imágenes, grabaciones,... Evaluación inicial y continua con
un plan de trabajo.
En resumen, la disartria se trata de una patología muy variable, que en la mayoría de las ocasiones
forma parte de cuadros más amplios como la parálisis cerebral, con un tratamiento complejo que depende
de muchos factores como la inteligencia del niño, la gravedad de la lesión, déficits asociados o el momento
de intervención. Si el niño posee una inteligencia suficiente y se interviene de forma precoz los resultados
de la intervención pueden ser bastante buenos.
- En los casos más graves, aprender a usar métodos alternativos de comunicación (por ejemplo, gestos
sencillos, tableros de comunicación con el abecedario, u ordenadores).
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• Retroalimentación auditiva
• Contraste de intensidades
• Masticación sonora natural, seguida de frases y oraciones
• Masticación sonora verbal
• Técnica de bostezo-suspiro
• Sinquinesia máxilo-vocal
• Susurro
- Para mejorar la monotonía:
• Terapia de canto
• Conversación mediante canto
• Variación de tonos e intensidades
• Imitar patrones de entonación
• Repetición de oraciones marcando entonación, oraciones interrogativas,
afirmativas y contrastantes
• Repetición de oraciones marcando elementos de enlace
• Interjecciones
• Retroalimentación
- Para la disentonía:
• Emisión de sonido neutro monótono
• Habla monótona
• Técnicas relajatorias
• Masticación sonora natural, seguida de frases y oraciones con monotonía
• Masticación sonora verbal
• Sinquinesia máxilo-vocal
• Cuchicheo
• Retroalimentación auditiva.
- Para la fluidez :
• Técnicas espiratorias
• Técnicas de ritmo
• Técnicas entonacionales (marcar entonación en palabras, frases y oraciones)
• Masticación sonora natural
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