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Cuando una mujer se queda embarazada por primera vez dedica mucho tiempo a leer revistas sobre

maternidad, se fija en los comentarios de las mujeres famosas que acaban de dar a luz... También habrá
mucha gente que se apresure en darle numerosos consejos. Pero, cuidado. A pesar de que muchos van
dirigidos con la mejor de las intenciones, no son los más acertados. Durante unos años, por ejemplo, se puso
de moda que las madres descansaran durante la noche nada más dar a luz, mientras que los bebés
permanecían alejados de ellas, en los famosos nidos. Es habitual que a las mujeres embarazadas reciban el
consejo de que pidan que se lo lleven al nido.

Sin embargo, no todas las opiniones se muestran favorables a esta práctica. Somos mamíferos, de sangre
caliente. Necesitamos el contacto con nuestros seres queridos y para un niño y, sobre todo para un recién
nacido, lo único que conoce es a su madre a la que ha estado escuchando durante 9 meses. Que los bebés
sean indefensos y carentes de lenguaje no significa que no sufran o no padezcan y está demostrado que
separarlos de su madre nada más nacer les hace un gravísimo daño. Les crea una situación de estrés en la
que difícilmente podrán salir airosos porque, salvo llorar a pleno pulmón, no tienen más opciones en la vida
para defenderse.

Según Ibone Olza, doctora en Medicina, especialista en Psiquiatría Infanto-juvenil y perinatal, además de
investigadora en neurobiología del apego y escritora, «es cierto que tener un bebé genera desgaste físico y
emocional. No todos los partos son iguales y a veces hasta sucede una cesárea y la mamá no se encuentra
con fuerzas, pero la mejor solución no es que se lo lleven al nido, sino que alguien adulto acompañe a la
mamá todo el tiempo (lo ideal es que sea el padre)», apunta esta doctora que es también cofundadora de la
asociación de usuarias El Parto es Nuestro.

—¿Cuándo se pone “de moda” separar a los bebés recién nacidos de sus madres?

—No lo sé con exactitud, imagino que a mediados del siglo pasado cuando comenzaron a atenderse la
mayoría de los partos en los hospitales y se introdujo masivamente la lactancia artificial.

—¿Cuáles son reacciones en el bebé al ser separado de su madre al nacer?

—La primera es el llanto para conseguir que la madre regrese. Si no lo consigue, entonces puede entrar en un
modo de bajo gasto energético, en el que parece dormido, pero en realidad está ahorrando energías para
poder sobrevivir el máximo tiempo posible. El recién nacido no tiene experiencia previa para comparar o
relativizar la ausencia de la madre puede significar que ésta nunca regrese, con lo que el miedo puede ser
grande. Nils Bergman lo explica muy bien: «lo peor que le puede pasar a un recién nacido es que le separen
de su madre».

—¿Y las de la madre?

—Creo que habrá tantas reacciones como madres, pero para la mayoría de madres que desean y aman a sus
bebés la separación es angustiosa. Muchas no consiguen siquiera dormir preguntándose si su bebe estará
bien. Otras, por los efectos de la anestesia, no consiguen recordar con nitidez qué ha pasado y pueden pasar
horas dudando de si su bebé está vivo, tiene secuelas o ha fallecido… Y otras si, por ejemplo, reciben morfina
pueden estar la mar de felices y tranquilas ese tiempo, lo que no quita que, para cuando hayan pasado los
efectos e, incluso, cuando ya están reunidas con el bebé, se sientan muy mal a posteriori por la separación
vivida. Hay madres que lamentan durante meses y años la pérdida de esas primeras horas o días de vida con
su bebé, sienten que les ha faltado algo irrecuperable y tienen razón, la neurobiología confirma que lo que
acontece en las dos primeras horas de vida es muy especial e irrepetible.

—¿Existen estudios científicos que demuestren que separar a los bebés les daña a nivel neurológico?

—Si, bastantes. La separación es un estrés importante, que eleva el cortisol. Separaciones prolongadas o
repetidas de la madre pueden hacer que ese cortisol dañe el cerebro y queden secuelas, especialmente si los
que cuidan al bebé en ausencia de la madre no atienden su llanto. Se desarrollan menos algunas áreas
cerebrales, hay peores respuestas neuroconductuales y más riesgos de otras patologías físicas y psíquicas.
Pero depende mucho de la duración de la separación y del consuelo que se ofrezca al bebé. Después,
seguramente muchas separaciones se pueden curar con contacto prolongado y cuidados sensibles y no dejar
ninguna secuela.

Creo importante decir esto porque muchas madres y padres se sienten muy alarmados al pensar qué
secuelas les habrán quedado a sus hijos por la separación, por eso es preciso recordar que casi todo se
puede reparar y que la crianza de la especie humana dura 15 años o más…No obstante, sabemos que, por
ejemplo, si separamos a madres y bebés las dos primeras horas de vida los efectos se pueden observar
incluso un año después del parto.

—¿Qué pasa con los prematuros? Si las condiciones del bebé no nacido a término lo permiten, ¿qué
beneficios aporta a éste que se permita a su madre practicar el método canguro? (El método canguro consiste
en que el bebé esté desnudo sobre el pecho desnudo de la madre, lo que también se conoce como piel con
piel).

—El método canguro significa calor, leche y amor. Es decir, contacto piel con piel continuo con la madre,
lactancia a demanda. Los beneficios son muchísimos: crecen mejor, ganan peso más rápido, su cerebro se
desarrolla óptimamente y se minimizan o evitan muchas secuelas de la prematuridad, mejora el pronóstico a
todos los niveles, también en el desarrollo de la inteligencia. Las madres se sienten mejor anímicamente,
confían más en sí mismas, se vinculan antes y de manera más segura con sus bebés, responden mejor a sus
necesidades.

—¿Cómo convencer a las madres para que estén con sus bebés?

—La principal razón es humanitaria: es un derecho humano. Todos los niños y niñas tienen derecho a estar
acompañados en todo momento durante la hospitalización (como mucho podemos poner la excepción de una
intervención quirúrgica). Pero es que además sabemos que no permitirlo genera un sufrimiento inmenso a
ambas partes que a su vez empeora y complica el estado físico de los prematuros y su desarrollo posterior.
Es hora de decirlo bien claro: no permitirles el acompañamiento ilimitado de sus padres es toda una agresión
a los bebés más indefensos.

—¿Durante cuánto tiempo dura ese apego de la madre con el hijo y viceversa?

—El vínculo se construye a lo largo de toda la crianza, y como decía antes, ésta dura casi 18 años en nuestra
especie, ¡siempre hay tiempo para reparar! Pero sabemos que los dos primeros años de vida son muy
importantes, los primeros meses aún más, y las dos primeras horas de vida son críticas.

—Existen muchas madres que llegan al hospital a dar a luz con los consejos tipo: tú deja que se lleven al
bebé al nido y descansa. Independientemente de que se quiera dar o no el pecho, ¿qué consejo les daría a
las madres?

—El bebé sólo desea estar con su madre y cuanto más pequeño sea mayor estrés le supone la separación. El
bebé no sabe lo que es un nido, ni que su madre va a regresar por la mañana. Si está rodeado de
desconocidos la vivencia puede ser de orfandad absoluta. Es preferible tener ayuda en la habitación. Si la
madre necesita descansar, el bebé puede estar junto a ella con otro adulto que le cuide. Los bebés perciben
las emociones de sus madres, y “se preocupan” por ellas, a veces estas separaciones favorecen trastornos de
ansiedad o inseguridades que solo se manifiestan muchos años después… El bebé necesita estar con la
madre, y la madre necesita que la cuiden y la ayuden a ella en todo para poder sostener al bebé.

—Piel con piel. ¿Cuáles son los beneficios en todos los ámbitos de esta práctica?

—Placer, bienestar, relajación, confianza…Liberación de neurohormonas en el cerebro, construcción de


circuitos cerebrales que regulan las emociones, mejor crecimiento, y sobre todo, desarrollo de la empatía y de
la capacidad de amor.
Entrevista publicada en el Diario ABC de España
http://www.abc.es/familia-padres-hijos/20140301/abci-parto-madres-hijos-201402281230.html

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Al momento de nacer el niño necesita de la ayuda de los adultos para


sobrevivir, ya sea de la madre, padre, familiar o un cuidador (en caso de
faltar las figuras principales). Ellos tratan de satisfacer las necesidades del
bebé como la protección, alimentación, estimulación y emociones. Por
medio de la satisfacción de las necesidades, acompañada de emociones se
va dando una interacción que crea un lazo afectivo entre ambos, a este
vínculo se le llamaApego.
En los años cincuenta John Bowlby, pionero en las teorías de apego,
manifestaba la importancia de los vínculos primarios que el bebé formaba
y mantenEn sus artículos describía que un apego seguro era generador de
una salud mental infantil adecuada. En cambio, si el niño no recibía
cuidado y protección podría desarrollar sentimientos de inseguridad,
agresividad y desconfianza.

Las caricias, sonidos, y ternuras que


fortalecen el vínculo de apego entre
el niño y sus cuidadores ayudarán al
desarrollo psicoafectivo
En sus trabajos, Bowlby clasificó los tipos de apego en:

Apego seguro: Es el vínculo que le brinda al niño autonomía,


flexibilidad, le permite ser capaz de pedir ayuda cuando la necesita sin
necesidad de volverse dependiente. Perciben a sus padres como base
segura, que pueden satisfacer sus necesidades fisiológicas y emocionales,
además que ayudan y fortalecen el contacto.

Apego inseguro: Este tipo de apego se divide en:


 Apego resistente: El niño explora poco el mundo que le rodea
mientras está en
ía con la madre, padre, familiares u otros cuidadores.

No está en discusión una lactancia exclusiva hasta los 6 meses y continuarla con la adquisición de otros

alimentos lo que estos autores que acabo de nombrar también ponen en duda es si se puede sumar a la vida

humana estos conceptos. Lo que me preocupa es la defensa a ultranza de la alimentación por lactancia

materna hasta edades tan prolongadas, si dice en este artículo se amamanta hasta los 4 años de acuerdo a

estudios realizados y según la antropóloga seria de acuerdo a sus estudios antropológicos hasta los 7 años,

yo me pregunto acerca de la autonomía del bebe y del niño de estas edades y son ellos los que propician y

piden teta? o es como plantea Lebovici y D. Stern en tantos casos frente al incremento de logros de la

autonomía los niños no se animan a desconocer la dificultad de parte de las madres de aceptar sus logros y

se quedan como fusionados en etapas en las que deberían estar transitando cambios importantes como el

jardín de infantes, y los comienzos de la escolaridad. Por otra parte qué estudios "serios" muestran que los

niños amamantados hasta edades tan avanzadas son mas seguros? etc etc. Pienso que hay que volver a las

fuentes, y no quedarse con la lectura objetiva y/ o literal sobre todo siendo como somos profesionales Lic en

Psicología.

 En la actualidad y desde los profesionales psi no se horrorizan de la lactancia hasta los 6 meses y hasta
algo mas de un año es que un bebito y un deambulador si andan bien y si van logrando autonomía y
gozan de sus adquisiciones y fundamentalmente la madre que puede obstruir estos logros, si ésta acepta
internamente que se trata de comienzos de la autonomía el niño con la inclusión de la laimentaciòn
semisólida y sòlida solo va dejando la teta, y el destete se produce de manera cuasi espontánea. Puede
haber frente a ciertas circunstancias "críticas" alguna situación de orden regresiva que signifique que
vuelva a pedir pecho pero esto se puede solucionar si los padres sostienen esta regresión transitoria.
17 de junio a la(s) 1:30 · Editado · Me gusta · 9


Romina Szleifer La dificultad sucede cuando el foco de la discusión está puesto solo en el niño.... y qué
pasa con la madre? con SU autonomía, con recuperar SU cuerpo, SU sexualidad, su pareja...? Cada
experiencia es única y difícilmente pueda definirse un manual de hasta cuándo hay amamantar... Madre
feliz, niño feliz...

acuerdo Natu con la Lactancia materna 6 meses exclusiva y no más de los dos años. Por los fundamentos

que estos organismos aunque de peso no tienen en cuenta. Como dices cada díada es singular y depende

mucho de las características de la madre. Por ello me parece importante que puedan acceder a los autores

que más arriba les señalo por solicitud de una de las colegas. El papel de la madre es fundamental en cuánto

a la importancia de ir dando espacio a las adquisiciones de autonomía del niño, y en ello también es
importante considerar la decisión del bebé de destetarse; para dar paso a otras adquisiciones en su

crecimiento y desarrollo.

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