Sie sind auf Seite 1von 14

PREPARATORIA MELCHOR

OCAMPO

LITERATURA MEXICANA

PROFESOR: Ramon Sánchez Reyna

ALUMNO: Erick René Rojas Flores

SECCION: 405

1
INDICE
1. La Literatura en Tiempos de Juan Rulfo ………………………………….

2. Biografía de Juan Rulfo …………………………………………………………..

3. Sus Primeros escritos ……………………………………………………………..

4. Juan Rulfo y el cine …………………………………………………………………

5. Pedro Paramo ……………………………………………………………………….

6. Rulfo Fotógrafo ………………………………………………………………………

7. El llano en llamas ……………………………………………………………………

8. El Gallo de oro…………………………………………………………………………

9. Premio juan Rulfo……………………………………………………………………

2
LA LITERATURA EN TIEMPOS DE J. RULFO

Juan Rulfo fue uno de los grandes escritores latinoamericanos del siglo xx. En sus
obras se presenta una combinación de realidad y fantasía cuya acción se desarrolla
en escenarios rurales y posrevolucionarios de México. Sus personajes representan
y reflejan la tipicidad del lugar con sus grandes problemas socio-culturales
enhebradas con un mundo quimérico. La obra de Rulfo, y sobre todo Pedro
Páramo, es el parteaguas de la literatura mexicana que marca el fin de la novela
revolucionaria, lo que permitió las experimentaciones narrativas, como es el caso
de la generación del medio siglo en México o los escritores pertenecientes al boom
latinoamericano.
BIOGRAFIA
Juan Rulfo
(1917/05/16 - 1986/01/07)

Juan Rulfo
Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno
Escritor mexicano
Nació el 16 de mayo de 1917 en Sayula, estado de Jalisco,
México. Fue el tercero de los cinco hijos de Juan
Nepomuceno Pérez Rulfo y María Vizcaino Arias. Una
familia acomodada. Su padre murió asesinado el 1 de junio
de 1923 cuando él tenía seis años. Ingresó en la escuela
primaria en 1924, el mismo año del fallecimiento de su padre; seis años después lo haría
su madre, quedando bajo la custodia de su abuela. Posteriormente entró en un orfanato
de Guadalajara. Vivió su infancia en el campo, en su tierra natal, donde fue testigo de los
violentos episodios de la rebelión cristera entre 1926 y 1929.
En 1933 quiso ingresar a la Universidad de Guadalajara, pero al estar en huelga, decidió
trasladarse a la Ciudad de México en 1934. Asistió como oyente al Colegio de San
Ildefonso. En ese mismo año comenzó a escribir y a colaborar en la revista América. Desde
1938 viajó por regiones del país en comisión de servicio de la Secretaría de Gobernación
cultivando su pasión por la cultura y la antropología de su país. Por entonces comenzó a
publicar sus cuentos más relevantes en revistas literarias.
Su primera novela, Los hijos del desaliento, la comenzó a escribir en 1938, y en 1942,
aparecieron publicados dos cuentos suyos en la revista Pan, que formarían parte de El
llano en llamas (1953), junto con otros que fueron apareciendo en revistas.

3
En 1946 comenzó a trabajar para la Goodrich Euzkadi como agente viajero y allí inició su
notable labor fotográfica. Se casó con Clara Aparicio en 1947, con la que tuvo cuatro hijos:
Claudia Berenice, Juan Francisco, Juan Pablo y Juan Carlos). Pasó a trabajar en el
departamento de publicidad de la Goodrich, y de 1954 a 1957 colaboró en la Comisión del
Papaloapan y fue editor en el Instituto Nacional Indigenista en la Ciudad de México. Dos
capítulos de su novela Pedro Páramo (1955) se publicaron en revistas y después, el libro,
traducido casi de inmediato al alemán por Mariana Frenk (1958), y algún tiempo después
en otros idiomas, como inglés, francés, sueco, polaco, italiano, noruego o finlandés. Con
tan sólo dos obras. "El llano en llamas" y "Pedro Páramo" pasó a ser considerado como
uno de los grandes autores de la literatura universal.
Además, fue autor de algún que otro guion, como El despojo, sobre una idea original suya;
El gallo de oro (1964), basado en una idea del novelista con guion de Carlos Fuentes y
Gabriel García Márquez y La fórmula secreta (1965), de Rubén Gámez con textos de Rulfo.
De su obra, hay que señalar que, gracias a los borradores de sus Cuadernos, publicados en
1994, se evidencia el proceso de escritura en el cual Pedro Páramo se ha decantado de
manera parecida a la poesía de César Vallejo, a fuerza de cortes sobre el cuerpo mismo del
texto, despojándolo de cualquier demasía explicativa o hasta narrativa. Además, fue
emparentado con la tradición de la literatura de la Revolución Mexicana (Azuela, Guzmán,
Muñoz), luego Revueltas (1943), o Yáñez (1947), sin lugar a duda antecedentes
importantes de su obra, aunque pronto acaba con esos escritores inaugurando un nuevo
lenguaje y una nueva forma novelística.

Eligio García, hermano del escritor colombiano Gabriel García Márquez cuenta que la
primera frase de "Cien años de soledad" en boca del coronel Aureliano Buendía y que reza
"Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento..." nació en un hotel de
Acapulco (México), donde el escritor pasaba unas vacaciones. El párrafo inicial figura
como un homenaje al escritor Juan Rulfo, pues la frase es muy semejante a una que el
mexicano usó en Pedro Páramo: "El padre Rentería se acordaría muchos años después de
la noche en que la dureza de su cama lo tuvo despierto y después lo obligó a salir. Fue la
noche en que murió Miguel Páramo".
En 1970 logró el Premio Nacional de Literatura en México y en 1983 el Premio Príncipe de
Asturias en España.
Juan Rulfo falleció en la Ciudad de México el 7 de enero de 1986 a causa de un enfisema
pulmonar.

4
PRIMEROS ESCRITOS
Huérfano de padre a los siete años, cuatro años después falleció su madre. En 1924 inició
sus estudios de primaria. En 1929, se trasladó a San Gabriel y vivió con su abuela y
posteriormente en el orfanatorio Luis Silva actualmente Instituto Luis Silva en la ciudad de
Guadalajara. En 1933 intentó ingresar a la Universidad de Guadalajara, pero al estar en
huelga, optó por trasladarse a la Ciudad de México. Asistió de oyente al Colegio de San
Ildefonso. En 1934 comenzó a escribir sus trabajos literarios y a colaborar en la revista
América. A partir de 1938 viajó por algunas regiones del país en comisiones de servicio de
la Secretaría de Gobernación y comenzó a publicar sus cuentos más relevantes en revistas
literarias. A partir de 1946 se dedicó también a la labor fotográfica, en la que realizó
notables composiciones. Trabajó para la compañía Goodrich-Euzkadi de 1946 a 1952
como agente viajero. En 1947 se casó con Clara Angelina Aparicio Reyes, con quien tuvo
cuatro hijos (Claudia Berenice, Juan Francisco, Juan Pablo y Juan Carlos). De 1954 a 1957
fue colaborador de la Comisión del Papaloapan y editor en el Instituto Nacional
Indigenista en la Ciudad de México. En 1930 participó en la revista México. En 1945,
publicó, para la revista Pan en Guadalajara los cuentos: La vida no es muy seria en sus
cosas, Nos han dado la tierra así como en Macario. Establecido en la Ciudad de México en
1946 se publicó el cuento Macario en la revista América. En 1948, se publicó La cuesta de
las comadres y en 1950 Talpa y El Llano 3 en llamas. En 1951 la revista América publicó el
cuento ¡Diles que no me maten! y en 1953 el Fondo de Cultura Económica integró El Llano
en llamas (al que pertenece el cuento Nos han dado la tierra) en la colección Letras
Mexicanas. En 1955 se publicó Pedro Páramo. Las pocas obras de Juan Rulfo, aunque
constan sólo de dos libros, le valió reconocimiento en todo el mundo de habla española,
en el que se concretó en premios tan importantes como el Nacional de Letras (1970) y el
Príncipe de Asturias de España (1983); fue traducida a numerosos idiomas. En 1953
apareció el primero de ellos, El llano en llamas, que incluía diecisiete narraciones (algunas
de ellas situadas en la mítica Comala), que son verdaderas obras maestras de la
producción cuentística. En 1955, sale a la luz Pedro Páramo, la primera y única novela que
escribió Juan Rulfo, el acontecimiento señala el final de un lento proceso que ha ocupado
al escritor durante años y que demuestra toda la riqueza y diversidad de su formación
literaria. Una formación que ha asimilado deliberadamente las más diversas literaturas
extranjeras, desde los modernos autores escandinavos, hasta las producciones rusas o
estadounidenses.

5
JUAN RULFO Y EL CINE
A pesar de ser más conocido por su
narrativa, Juan Rulfo tenía también
una pasión por la imagen visual y era
un excelente fotógrafo. Rulfo parece
haber empezado a tomar fotografías
en la primera mitad de los años
treinta y practicaría esa forma
artística seriamente en los años
cuarenta y cincuenta mientras
escribía El Llano en llamas (1953), Pedro Páramo (1955) y otros textos. Rulfo, cuando
escribía, imaginaba el efecto visual de sus palabras y es lógico suponer que el autor habría
confiado en su pasión por y sus conocimientos de la imagen fotográfica al trabajar en la
narrativa. La tendencia visual de la ficción de Rulfo, sin embargo, puede tener otra
inspiración importante: el cine. Varios críticos han señalado la presencia del cine en la
producción literaria de Juan Rulfo al demostrar que el escritor concibió Pedro Páramo en
términos visuales y que la realizó empleando múltiples técnicas fílmicas. Es díficil, sin
embargo, documentar la influencia del cine en la creación artística de Juan Rulfo ya que el
autor habló poco del tema. Lo cierto es que Rulfo era, como sugiere su viuda, “un
espectador consumado del cine”.1 Esta pasión se remonta por lo menos a los años
cuarenta cuando, como indica un crítico, Rulfo “logra ser nombrado supervisor de las salas
cinematográficas de la ciudad de Guadalajara, lo que le permite ver todas las películas que
se exhiben en esa capital”.2 La fama que recibe Rulfo con la publicación de El Llano en
llamas y Pedro Páramo le abre la posibilidad de desarrollar más su interés por el cine. En
1955, por ejemplo, poco después de la aparición de su novela maestra, Rulfo fue testigo
de primera mano en el proceso de producción cinematográfica al ser nombrado asesor
histórico para la filmación de La Escondida (1955, dir. Roberto Gavaldón), y cuando se
encargó de tomar fotos fijas durante el rodaje de esa película. Casi una década después, el
director Alberto Isaac confió en varios
de sus amigos famosos para filmar En este pueblo no hay ladrones (1964). La cinta se
basaba en un texto de Gabriel García Márquez, quien ayudó con el guion. El reparto
incluía, entre otros, a Alfonso Arau, Carlos Monsiváis, Arturo Ripstein, José Luis Cuevas y
Luis Buñuel. También aparecería Juan Rulfo, como extra y con una parte hablada muy
pequeña. La contribución más imperecedera de Rulfo al cine mexicano, sin embargo,
reside en su trabajo como escritor. Rulfo creó guiones breves para los cortometrajes El
despojo (1960, dir. Antonio Reynoso) y La fórmula secreta (1964, dir. Rubén Gámez),
ayudó con el guión de Paloma herida (1962, dir. Emilio Fernández) y escribió El gallo de
oro, una narración que Rulfo ideó para la pantalla grande y que fue adaptada por Roberto
Gavaldón (El gallo de oro, 1964) y de nuevo por Arturo Ripstein (El imperio de la fortuna,
1985). Además, algunos cineastas han intentado captar la esencia visual de los cuentos de

6
Rulfo al adaptar esas obras a la pantalla grande. La primera película apareció en 1955
cuando Alfredo B. Crevenna filmó Talpa. Rulfo no estuvo satisfecho con los resultados de
esta cinta ni con varias otras adaptaciones tempranas de su ficción. El rincón de las
vírgenes (1972) de Alberto Isaac y ¿No oyes ladrar los perros? (1974) de François
Reichenbach, por ejemplo, se basaron en textos de El Llano en llamas sin lograr
representar satisfactoriamente el mundo rulfiano. Otros cineastas han tenido más éxito
con la ficción breve del escritor jalisciense. El director Mitl Valdez filmó Tras el horizonte
en 1984 y Los confines en 1987. La segunda adaptación combina los cuentos “Talpa” y
“¡Diles que no me maten!” y un fragmento de Pedro Páramo y fue designada como una de
las cien mejores películas mexicanas por la revista Somos. Algunos directores que han
ofrecido visiones creativas e interesantes de la ficción breve de Rulfo incluyen, entre
otros, al venezolano Freddy Sisso (¡Diles que no me maten!, 1985) y a los mexicanos
Roberto Rochín (Un pedazo de noche, 1995, Paso del Norte, 2002) y Carolina Rivas (Zona
cero, 2003) Tres directores han hecho versiones fílmicas de Pedro Páramo. El español
Carlos Velo fue el primero, y su adaptación (Pedro Páramo) apareció en 1966. Salieron
después versiones de José Bolaños (Pedro Páramo: El hombre de La Media Luna, 1976) y
de Salvador Sánchez (Pedro Páramo, 1981). Otro cineasta español, Mateo Gil, anunció
hace poco que dirigiría una cuarta versión de la novela rulfiana, que se encuentra ahora
en pre-producción para salir en 2009. De los varios documentales que intentan reflejar el
mundo rulfiano, son de interés particular las cintas de Juan Carlos Rulfo, el hijo menor del
escritor. En dos documentales creativos (El abuelo Cheno y otras historias, 1995 y Del
olvido al no me acuerdo, 1999), Juan Carlos ofrece un homenaje a su padre que vacila
entre historia e invención y que se inspira tanto en la ficción de su padre como en su
biografía.

PEDRO PARAMO
Durante mucho tiempo Rulfo tuvo una única novela publicada,
Pedro Páramo. Esta obra tuvo una larga gestación. Rulfo sostuvo
que concibió la primera idea de la novela antes de cumplir los
treinta años, y ya en dos cartas dirigidas en 1947 a su novia Clara
Aparicio se refiere a esta obra bajo el nombre de Una estrella junto
a la luna, diciendo que le daba algún trabajo. Posteriormente,
también declaró que los cuentos de El Llano en llamas fueron en
parte una manera de aproximarse a su novela. En la última etapa de
la escritura de ésta cambia el nombre en Los murmullos, un título
que muestra una aparente inspiración de la novela Las palmeras
salvajes / If I Forget Thee, Jerusalem de William Faulkner, aunque él
siempre reconoció la influencia de la literatura europea y en
particular de la novela Gente independiente, de Halldór Laxness. Gracias a una beca del

7
Centro Mexicano de Escritores puede concluirla entre 1953 y 1954. En este último año
tres revistas publican adelantos de la novela y en 1955 aparece como libro. La edición fue
de dos mil ejemplares, de los cuales solamente se vendieron la mitad, el resto fueron
obsequiados. La novela fue traducida a varios idiomas: alemán, sueco, inglés, francés,
italiano, polaco, noruego, finlandés. Algunos críticos advierten de inmediato que se trata
de una obra maestra, aunque no faltaron lectores habituados a los esquemas novelísticos
del siglo xix que se desorientan frente a su innovadora estructura, reaccionando con
desconcierto. Pero los estudios más recientes al respecto, como La recepción inicial de
Pedro Páramo, de Jorge Zepeda, han puesto en claro, que desde el principio, el
reconocimiento a esta obra, dentro y fuera de México, ha sido ininterrumpido y creciente.
Los estudios dedicados a Pedro Páramo son muy numerosos y se incrementan cada año.

JUAN RULFO FOTOGRAFO


La carrera de Juan Rulfo como
fotógrafo, dejando a un lado al escritor,
es el eje de la exposición que el 6 de
abril abrirá el Museo Amparo de Puebla,
en la cual se reunirán 150 fotografías y
más de 30 documentos representativos
de los temas de su interés, de distintas
etapas de su vida y trabajos, y de las
muchas relaciones que tuvo con la
fotografía, las cuales incluyen el cine, las
exposiciones y publicaciones para revistas. El fotógrafo Juan Rulfo es una exposición que
se enmarca en el programa de Conmemoración del Centenario de Juan Rulfo (nació el 16
de mayo de 1917, en Apulco, Jalisco). La exposición, que permanecerá abierta hasta
mediados de julio y que después estará en la Ciudad de México y, en 2018, en varias
ciudades del país, muestra cómo Rulfo sí publicó sus 6 fotografías en vida, sí las expuso y,
pretende resaltar, que fotografía y literatura fueron líneas paralelas, de acuerdo con el
arquitecto Víctor Jiménez, director de la Fundación Juan Rulfo. Conferencias, proyecciones
y una reedición de sus obras inauguran el centenario de su nacimiento Primeras
fotografías de Rulfo hechas a finales de los años 30 (algunas firmadas en el reverso), las 23
impresiones originales de su primera exposición en 1960, un facsímil de la revista América
donde publicó por vez primera sus fotografías, fotos que realizó para las películas La
Escondida, de Roberto Gavaldón (1955), y El Despojo, de Antonio Reynoso (1960),
selección de fotografías de la exposición en Bellas Artes en 1980 y de muestras
posteriores a su muerte, imágenes que tomó de arquitectura, de ferrocarriles en la Ciudad
de México, y de su trabajo en la Comisión del Papaloapan, entre otras, se reunirán en las

8
dos salas del Museo Amparo donde se podrá ver la muestra. También estarán
publicaciones de revistas y de libros que han aparecido a la par de las exposiciones. La
muestra El fotógrafo Juan Rulfo es realizada por la Fundación Juan Rulfo, Canopia y la
editorial RM; cuenta con curaduría de Andrew Dempsey y Víctor Jiménez; la investigadora
Paulina Millán y Canopia realizaron la asistencia curatorial. La exposición está
acompañada por un libro del mismo nombre, que publica RM, y que recoge textos de
varios investigadores quienes se refieren a temas como el fotógrafo y el escritor, las
relaciones entre las obras de Rulfo y Paul Strand, los vínculos de la fotografía de Rulfo con
la obras de artistas como John Constable y José María Velasco (ensayo de Andrew
Dempsey), y contiene además una detallada cronología de la obra fotográfica de Rulfo,
misma que también es parte de la exposición y que fue realizada por Paulina Millán. De
viva voz. En el libro El fotógrafo Juan Rulfo, aparece un ensayo del investigador Jorge
Zepeda, donde cita dos entrevistas del año 1983, publicadas una en América del Sur y otra
en México, donde Rulfo separa la fotografía de la literatura. En la primera dice: “La
realidad no me dice nada literariamente, aunque pueda decírmelo fotográficamente.
Admiro mucho a quienes pueden escribir acerca de lo que oyen y ven inmediatamente. Yo
no puedo penetrar la realidad: es misteriosa”. En la segunda entrevista, citado por
Zepeda, Rulfo sostiene: “...cuando yo tomaba fotografías no pensaba en la literatura, son
dos géneros muy diferentes”. Las palabras del escritor y fotógrafo, dice Víctor Jiménez,
demuestran que ambas, fotografía y literatura, “deben verse no sólo independientes, sino
que aunque uno quisiera conectarlas no hay manera”. Para Jiménez, “es una
simplificación pensar que la literatura prestó a la fotografía; la cometió Carlos Fuentes al
decir que Rulfo fotografió a los habitantes de Comal 7 Gustavo Tatis aseguró que dicha
obra influyó al Nobel colombiano en la creación de "Cien años de Soledad" Jiménez
enfatiza que la muestra hace caso omiso del escritor, y que combate la idea de que el
escritor está prestando sus ojos al
fotógrafo o viceversa. Elena Navarro, de
Canopia, dice que esta muestra abunda
en los lazos y relaciones de Rulfo con
este arte: “Cuál fue la relación de Rulfo,
en vida, con la fotografía, qué fotógrafos
conoció, cómo se implicó en la foto,
cómo era su biblioteca sobre fotografía…
se ha trabajado mucho en el archivo. Va
a haber inéditos de su archivo, algunas
fotos coloreadas, porque le interesaba
experimentar”. Otra de las investigaciones que el libro y la exposición presentan es del
propio Jiménez, quien encuentra relaciones entre varias fotografías de Paul Strand y Juan
Rulfo en distintos momentos y etapas de la obra de cada uno. Será una exposición sobre
su vida de fotógrafo, acota Víctor Jiménez. Juan Rulfo, quien usaba cámaras Rolleiflex,
tomó fotografías entre finales de los años 30, hasta 1961, aproximadamente. Existen poco

9
más de 6 mil negativos de su obra que conserva la Fundación Juan Rulfo. Los temas de su
obra fotográfica fueron arquitectura (la mitad de su acervo); cine, danza, ferrocarriles y la
Ciudad de México (Bellas Artes y la Alameda), Oaxaca, paisaje y montañismo

EL LLANO EN LLAMAS
El llano en llamas [nota 1] es el título de una recopilación de
cuentos del escritor mexicano Juan Rulfo. Fue la primera
publicación del escritor en 1953, pero se había publicado
anteriormente en la revista América, en 1950. En su primera
edición, de 1953, publicada en la Ciudad de México por el Fondo
de Cultura Económica, estaba compuesto por quince relatos,
algunos de ellos publicados en las revistas Panamérica y otros
inéditos, escritos con el apoyo económico de la beca de la
Fundación Rockefeller en México y el Centro Mexicano de
Escritores. La primera edición se terminó de imprimir el 18 de
septiembre de 1953 en los talleres de Gráfica Panamericana,
establecida en la ciudad de México con un tiraje de 2,000
ejemplares. La cubierta de esa edición príncepe ostenta un grabado de Elvira Gascón. A
partir de 1971, se incluyen dos cuentos más: El día del derrumbe y La herencia de Matilde
Arcángel, lo que da un total de diecisiete relatos que conforman la versión definitiva. La
segunda edición fue publicada en 1955, y la tercera, en 1959. 8 Varias de las historias se
desarrollan en el poblado de Cómala, ubicado en el estado de Colima, México, aunque su
inspiración sea aquel pueblo de San Gabriel, Jalisco, escenario también de su novela Pedro
Páramo, publicada dos años después de El llano en llamas. El paisaje es siempre seco y
árido, y en él vive gente solitaria, silenciosa y miserable, campesinos mexicanos que
sobreviven sin esperanza, tras el fracaso de la Revolución mexicana. Algunos de los
cuentos se sitúan históricamente en la época de la Revolución de 1910 y la Guerra
Cristera, como El llano en llamas y La noche que lo dejaron solo, o en el período
inmediatamente posterior a estas, como Paso del Norte, que trata de la emigración de los
campesinos mexicanos hacia Estados Unidos huyendo de la miseria, o Nos han dado la
tierra, sobre las consecuencias de la Reforma Agraria Esta obra se clasifica dentro del
realismo mágico. Otra de sus características importantes es el uso del lenguaje popular, y
la narración, en su mayor parte, en la voz de los personajes Originalmente, la obra se iba a
titular Los cuentos del Tío Celerino, como homenaje o reconocimiento de Rulfo a un tío
suyo, llamado así, y de quien escuchaba muchas historias durante sus recorridos por
diferentes poblaciones.

10
EL GALLO DE ORO.
La segunda novela de Juan Rulfo, El gallo de oro, fue
escrita entre 1956 y 1958, pero sólo se publicó en
1980, habiéndose utilizado previamente para producir
una película del mismo título. Esto ha ocasionado que
se confunda su naturaleza literaria con la de los textos
utilizados de manera auxiliar para el cine, como los
guiones. Se trata, sin embargo, de una novela breve de
gran calidad, en la que Rulfo exploró nuevos caminos y atmósferas. Las circunstancias del
momento ocasionaron que no recibiese el cuidado que merecía al editarse en 1980, y no
fueron pocos los errores con los que apareció, mismos que han acompañado su lectura
hasta hoy. La nueva publicación de esta novela corrige esos tropiezos mediante un
cuidado escrupuloso de su edición. A continuación, se transcribe el texto que la presenta
en la contraportada de la nueva edición en rústica (El gallo de oro aparece también en la
colección Perfiles, con tapa dura; ambas presentaciones son de Editorial RM):
El gallo de oro fue considerado por Juan Rulfo como una “novela” o un “cuento” en
declaraciones de la década de 1950, cuando lo escribió. Las primeras noticias de la obra
llegaron a la prensa en octubre de 1956, en el contexto de la producción cinematográfica
y reaparecieron en los años siguientes. En enero de 1959 se registró el texto
(mecanografiado a partir del manuscrito de Rulfo) en una oficina para estos trámites. En la
presente edición se partió de ese mecanuscrito, corrigiendo errores evidentes en la
versión hasta ahora conocida. Se han encargado sendos estudios a José Carlos González
Boixo y Douglas Weatherford, expertos en el tema. Igualmente se ofrece aquí el texto
inédito hasta hoy en que Rulfo presenta a la oficina de registro un resumen de la historia
con el título alternativo de “De la nada a la nada”, así como el poema escrito por Rulfo
para La fórmula secreta, cuidadosamente establecido por Dylan Brennan. Si bien el origen
de El gallo de oro se ubica en el medio cinematográfico, Rulfo no elaboró un guión sino
una obra literaria con posibilidades de ser llevada al cine. Nunca pensó que este fuera el
caso de sus cuentos y novela publicados previamente.
Cuatro películas se basaron en esta novela:
El gallo de oro (1964), de Roberto Gavaldón.
El imperio de la fortuna (1986), dirigida por Arturo Ripstein.
La fórmula secreta (1964), de Rubén Gámez.
El despojo (1960), cortometraje de Antonio Reynoso.
En Colombia, El gallo de oro fue llevada a la televisión en una adaptación en formato
telenovela por la productora RTI en 1982, protagonizada por Frank Ramírez y Amparo

11
Grisales.

PREMIO JUAN RULFO

El galardón es convocado cada año por la Asociación Civil Premio de Literatura


Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo —formada por una serie de organismos y
empresas entre los que destacan el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de
México, la Universidad de Guadalajara, el Gobierno del Estado de Jalisco y el Fondo de
Cultura Económica— y se otorga durante la realización de la Feria Internacional del Libro
de Guadalajara (FIL). Cambio de nombre Fundado por la Universidad de Guadalajara como
Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo, fue entregado con esta
denominación en sus quince primeras ediciones, pero luego tuvo que ser cambiado
debido a que el nombre del escritor mexicano había sido inscrito en México como marca
registrada y a que la familia de este interpuso una demanda para que lo retirara del
galardón. Por ello, en 2006 y 2007 fue entregado como Premio FIL de Literatura. A pesar
de que el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) anuló finalmente, el 28 de
mayo de 2007, la marca Juan Rulfo y rechazó la demanda de infracción en esta materia
presentada por Juan Francisco Pérez Rulfo en contra de la citada Asociación Civil —y que,
por lo tanto, se podía haber retornado al nombre original se decidió dar al galardón el
nombre actual: Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, con el que se entrega a
partir de su decimoctava edición de 2008. Además, ese año se ampliaron los idiomas en
los que se puede competir y se aumentó la dotación de 100 000 a 150 000 dólares
Lista de ganadores
Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo:
▪ 1991: Nicanor Parra
▪ 1992: Juan José Arreola
▪ 1993: Eliseo Diego
▪ 1994: Julio Ramón Ribeyro
▪ 1995: Nélida Piñón
▪ 1996: Augusto Monterroso
▪ 1997: Juan Marsé
▪ 1998: Olga Orozco
▪ 1999: Sergio Pitol

12
▪ 2000: Juan Gelman
▪ 2001: Juan García Ponce
▪ 2002: Cintio Vitier
▪ 2003: Rubem Fonseca
▪ 2004: Juan Goytisolo
▪ 2005: Tomás Segovia
Premio FIL de Literatura:
▪ 2006: Carlos Monsiváis
▪ 2007: Fernando del Paso
Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances:
▪ 2008: António Lobo Antunes
▪ 2009: Rafael Cadenas
▪ 2010: Margo Glantz
▪ 2011: Fernando Vallejo
▪ 2012: Alfredo Bryce Echenique
▪ 2013: Yves Bonnefoy
▪ 2014: Claudio Magris
▪ 2015: Enrique Vila-Matas
▪ 2016: Norman Manea

13
HEMEROGRAFRIA
• “JUAN RULFO VIDA Y OBRA”
• CUENTO “PEDRO PARAMO”
• CUENTO “EL LNEN LLAS”
• PERIODICO “LA JONADA”
• WIKIPEDIA.COM
• JUAN RULFO Y EL CINE PERIODICO “LA JORNADA”
• TRIPTICO DELTEATRO OCAMPO

14

Das könnte Ihnen auch gefallen